SANIDAD Y ENFERMEDAD

¿Quién puede sentirse hoy inmune al cáncer, el infarto cardiaco, la depresión u otras enfermedades potencialmente mortales? La ciencia documenta la influencia de ciertos hábitos en la comida, bebida y estilo de vida, tendentes a proteger contra esos y otros tipos de enfermedades, así como hábitos tóxicos y abusos que están directamente relacionados con el cáncer, la hipertensión, las enfermedades coronarias, la diabetes, etc. (con mucho, las causas de enfermedad y muerte más prevalentes en el mundo occidental).

Allá donde miremos, vemos personas ocupadas en su autodestrucción, algunas con más premura que otras. Contravienen la enseñanza bíblica, que declara llanamente: “No matarás”. Por supuesto, eso incluye matarse a sí mismo. Nadie tiene derecho a obrar de esa forma.Si pones fin a tu vida rápidamente mediante un disparo de bala en la cabeza, o si lo haces de forma lenta, mediante el hábito de fumar, tomar alcohol, seguir una dieta inadecuada o ceder al temor, el estrés o la envidia, no hace ninguna diferencia, desde el punto de vista moral. Se trata de un suicidio en cualquier caso. Todo aquello que atenta contra nuestra salud y felicidad es una forma de suicidio, y si atenta contra la de otros, asesinato.Más de una padre y madre hacen ambas cosas con respecto a sí mismos y a sus hijos. A menudo predisponen a su prole a la enfermedad moral y física, mediante hábitos perniciosos que ellos mismos aprendieron de sus padres. ¡No cabe un paradigma más exacto de círculo vicioso! Hay niños que comienzan su vida enfermos, expuestos al asma, alcoholismo, adicción a las drogas, estrés, enfermedades circulatorias y quizá hasta cáncer, debido a la falta de información de sus padres. Incluso si comprenden la situación, a menudo se sienten impotentes para romper ese círculo vicioso.

La muerte entró por el pecado (Romanos 5:12). Ambos están relacionados, y es imposible abrir la puerta a uno solo de los dos, dejando al otro fuera. La vida viene por Cristo (Juan 10:10). “Vida” no es un concepto limitado al futuro, después de la resurrección y venida de Cristo. Incluye la vida plena ahora y aquí, la felicidad, la libertad y la salud de la persona en su globalidad, como ser social, inteligente y emotivo en sus vertientes física, mental y espiritual.


Queremos indagar en la Palabra de Dios, en busca de claves que desenmascaren causas ocultas de enfermedad, raíces del mal que pueden estar escondidas allá donde menos cabría imaginar. Existe una cosa tal como el “toque de la fe”, pero es muy distinto a la exhibición de fanatismo sensacionalista que es común en los programas de magia televisiva. Aprende a ejercer la fe que enseña la Biblia, e inmediatamente operará el proceso de sanación. Aplícalo cuanto antes a tu vida, y tus días estarán colmados de plenitud y felicidad. No importa el grado de envejecimiento o enfermedad que puedan afectarte, nunca es demasiado tarde para beneficiarte, al menos en cierta medida, del proceso curativo.

Una causa oculta de enfermedad

Los estudiosos de la Biblia suelen estar de acuerdo en que se refiere a la muerte y enfermedad física. Aunque Pablo cita aquí la cena del Señor, el principio se aplica al alimento cotidiano ordinario. “Indignamente” significa con ligereza, “sin discernir el cuerpo de Cristo”, esto es, sin considerar que comemos y bebemos gracias a la sangre derramada y el cuerpo quebrantado de Cristo. La “fe” halla su mejor definición en el Nuevo Testamento, donde es presentada como una profunda apreciación del corazón, del amor de Cristo por nosotros tal como es revelado en la cruz sobre la cual murió para nuestra salvación. En otras palabras, “fe” implica “discernir el cuerpo de Cristo”.

Vivir “por la fe” es lo contrario a la forma en la que vive el hombre moderno: mediante el resorte del orgullo y satisfacción propia, tratando de triunfar y destacar sobre los demás, intentando impresionar y mantenerse en la cresta de la ola. Es la frenética escalada de una montaña cuya cima no aparece nunca. Eso impone un estrés que agota las fuentes de la vida y conduce a la depresión y la enfermedad.

2. ¿Existe evidencia científica de que el estrés, la ansiedad y la angustia preparen el camino para el cáncer y otras enfermedades graves?

RESPUESTA:

Estudios recientes implican factores psicosociales, incluyendo depresión, aislamiento social y estrés, como factores predictivos de padecimientos cardiacos... fueron factores significativos de riesgo de muerte o ataque cardíaco” (American Journal of Cardiology, 1 julio 1990).

Hay evidencia probatoria de la relación entre los episodios de estrés y el riesgo de enfermedad cardiovascular” (Journal of Psychosomatic Research, septiembre 1997).La depresión y ansiedad tienen un valor predictivo en el desarrollo de la hipertensión” (Psyhcosomatic Medicine, marzo-abril 2000).Las emociones negativas, como el enfado, la ansiedad y la depresión, han emergido como factores de riesgo potencialmente importantes de causar enfermedad coronaria... Evidencias probatorias cada vez mayores indican que las emociones negativas pueden influenciar en el desarrollo de la enfermedad coronaria” (Ibid. abril-mayo 2000).
Nuestros datos demuestran un efecto pronóstico... del ánimo deprimido sobre la mortalidad” (Journal of Psychosomatic Research junio 2001).

El ánimo deprimido es un factor de riesgo... para todas las causas de mortalidad en los pacientes” (Ibid. sept-oct 1988).

El estrés psicológico y la sobrecarga laboral están relacionados con la patogénesis del cáncer mediante la formación del 8-OH-dG, particularmente en las mujeres”. Esa investigación se realizó sólo con obreros que no fumaban ni consumían alcohol, para evitar la interferencia de esas causas ya bien conocidas de desarrollo del cáncer. (Int Arch Occup Environ Health, marzo 2001).

Cuanto peor fue la relación con sus padres en la infancia, más altos fueron los niveles de 8-OH-dG en los sujetos masculinos... La angustia psicológica puede estar relacionada con el riesgo de contraer cáncer... La incapacidad para enfrentarse a los problemas diarios, que resulta probablemente de una deficiente relación con los padres desde la infancia, así como la pérdida reciente de un familiar cercano, parecen también tener influencia en la patogénesis del cáncer” (Psychoter Psychosom, marzo-abril 2002).

Demostró una relación directa entre los niveles de 8-OH-dG y la ansiedad, depresión, enojo, fatiga y confusión... Estos hallazgos en una población de muestra de adultos sanos, no solamente proveen la evidencia del vínculo existente entre el estrés y el cáncer...” (Jpn J Cancer Res, marzo 2001).

Verdaderamente, el apoyo social mediante el matrimonio, el contacto frecuente con los demás, así como la presencia de un confidente, pueden tener valor protector contra la progresión del cáncer... Son bien conocidos los efectos negativos del estrés sobre la respuesta inmune, y se ha demostrado que esos efectos vienen modulados por el apoyo social. Por lo tanto, es razonable deducir que las acciones sociales de refuerzo pueden mejorar los efectos del estrés producido por el cáncer en el sistema inmune, y de ese modo facilitar la recuperación de los mecanismos de la inmunidad que pueden ser importantes en la lucha contra el cáncer” (Ann N Y Acad Sci, mayo 1998).

La ciencia de la psicoinmunología estudia el papel de la mente en la génesis de la enfermedad. Numerosos estudios han demostrado que el estrés incrementa el riesgo de contraer infección vírica... Datos preliminares sugieren que el pronóstico del cáncer puede mejorar al reforzar la inmunidad, como resultado de una disminución en el estrés”. (Aust Fam Physician, noviembre 1997).

La evidencia probatoria de la relación del estrés con la enfermedad, con particular referencia a las causas principales de morbilidad y mortalidad en el mundo occidental: enfermedad cardiovascular, cáncer y depresión... Hay pruebas de la relación entre el estrés y el desarrollo de la depresión grave, así como del mal pronóstico en la enfermedad cardiovascular y el cáncer” (Epidemiol Pschiatr Soc, julio-septiembre 2001).

¿Qué experiencia sanadora proporciona Jesús a todo aquel que acude a él? Mateo 11:28-30

Ese descanso libera tu vida de la raíz misma del mortífero estrés. Esa raíz tiene relación con nuestro deseo natural de supremacía del “yo”. El yugo “fácil” que Jesús nos ofrece es la cruz que llevamos gustosos, cuando apreciamos de corazón la cruz que él llevó toda su vida por nuestra salvación. Nuestro “yo” queda “juntamente crucificado” con él.


Nota: El “reposo” de Hebreos 9:4, en el original griego es Sabbathismos (reposo del sábado). Si observamos el sábado de la forma en que el Señor lo dispuso, entramos en su escuela de la vida, donde aprendemos a experimentar el gozo de Jesús. ¡No hay mejor medicina!

¿Qué puede ayudar más al enfermo que muchas de las medicinas? Proverbios 17:22

RESPUESTA: “El _________ ________ es una buena medicina, pero el espíritu ________ seca los huesos.”

¿Qué dice la Biblia que puede ser una causa oculta de enfermedades relacionadas con la angustia, y cuál es el remedio? Proverbios 15:17

RESPUESTA: “Mejor es comida de legumbres donde hay _____, que buey engordado donde hay _____.”

7. ¿Qué experiencia expulsará con seguridad la angustia y temor causantes de enfermedad? ¿Cómo puedes vivir esa experiencia? 1 Juan 4:18 y 19

RESPUESTA: “El perfecto _____ echa fuera al ______...” Aprendemos a amar cuando apreciamos la forma en la que “él nos ____ primero.”

La alimentación: causa y prevención de enfermedades

Fue después que el diluvio hubo destruido toda la vegetación. Cuando el hombre comenzó a consumir carne, se produjo una drástica reducción en su longevidad. Antes del diluvio el hombre solía vivir cerca de mil años. Si bien es cierto que desde hace tiempo se ha venido permitiendo al hombre el consumo de carne animal, ha habido un importante cambio desde una fecha reciente. Desde 1844, el Señor está por la labor de preparar un pueblo para la segunda venida de Cristo. En la víspera de ese momento culminante, nos llama a un cambio en nuestros hábitos dietéticos, en el sentido de volver a la dieta primitiva, según su plan original.

Los que comen carne y sus derivados no saben lo que ingieren. Muchas veces si hubieran visto los animales vivos y conocieran la calidad de su carne, la rechazarían con repugnancia. La gente está continuamente comiendo carne que está saturada de gérmenes de tuberculosis y cáncer. La tuberculosis, el cáncer y otras enfermedades fatales resultan así contagiadas... La carne daña la salud; y todo lo que afecta al cuerpo ejerce también sobre la mente y el alma un efecto correspondiente”.

Lo perjudicial para la salud, no sólo reduce el vigor físico, sino que tiende a debilitar las facultades intelectuales y morales. Al ceder a cualquier práctica antihigiénica dificultamos la tarea de discernir entre el bien y el mal, y nos inhabilitamos para resistir el mal” (El ministerio de curación, p. 241, 243, 90).

10. ¿Qué error es muy común en la dieta del mundo occidental? Proverbios 25:27

RESPUESTA: “Comer mucha _____ no es bueno...”

“Miel” incluye al azúcar y los dulces, aunque nuestros productos refinados eran desconocidos para el sabio Salomón.

11. ¿Qué nos aconseja el Nuevo Testamento a propósito de un cambio en nuestra dieta? 2 Corintios 6:17

RESPUESTA: “...no toquéis lo ________...”

Nota: Lo impuro puede ser una comida o bebida perniciosas. Eso incluye las carnes impuras referidas en Levítico 11:1-24, el tabaco en todas sus formas, así como toda otra droga nociva; el te, café y bebidas de cola que contienen cafeína, y también bebidas alcohólicas de toda clase. Incluye, desde luego, toda práctica insana. Aquellos que se aferran a Cristo, su Sumo Sacerdote que oficia en el santuario celestial, desechan gustosamente todo hábito pernicioso, y reconocen que sus cuerpos son morada del Espíritu Santo (1 Corintios 6:19 y 20).

¿Qué puede hacer el Señor, y qué está ansioso por hacer en favor de todos los que desarrollen la auténtica fe? Éxodo 15:26

RESPUESTA: “...ninguna ____________ de las que envié sobre los egipcios traeré sobre ti, porque yo soy Jehová, tu _________.”

Nota: La Biblia no nos autoriza a extralimitar ese principio, cayendo en el error de pensar que toda enfermedad conlleva una responsabilidad en el propio enfermo. En Éxodo 15:23-25 leemos cómo el árbol trajo sanación a las aguas amargas. Cuando las aguas de nuestra vida se vuelven amargas, resultamos debilitados, y caemos fácilmente presa de la enfermedad.

Aprópiate de ese árbol, la cruz del Calvario, y permítele que endulce tus aguas. Comprueba la fidelidad de las promesas de Dios. Sé humilde en la comprensión de que necesitarás esa medicina cada día de tu vida, hasta que Jesús regrese por segunda vez.

13. Es una verdad bíblica conocida el que Jesús llevó nuestros pecados en su cuerpo, sobre el madero (1 Pedro 2:24). Es gracias a ello que somos perdonados. ¿Llevó también nuestras enfermedades? Mateo 8:16 y 17

RESPUESTA: “Él mismo tomó nuestras ______________ y llevó nuestras ____________.”

Nota: Muy íntima es la relación entre la mente y el cuerpo... La condición de la mente influye en la salud mucho más de lo que generalmente se cree. Muchas enfermedades son el resultado de la depresión mental. Las penas, la ansiedad, el descontento, remordimiento, sentimiento de culpabilidad y desconfianza, menoscaban las fuerzas vitales, y llevan al decaimiento y a la muerte

Las palabras de nuestro Salvador: ‘Venid a mí... que yo os haré descansar’ (Mateo 11:28), son una receta para curar las enfermedades físicas, mentales y espirituales. A pesar de que por su mal proceder los hombres han atraído el dolor sobre sí mismos, Cristo se compadece de ellos. En él pueden encontrar ayuda. Hará cosas grandes en beneficio de quienes en él confíen”.

El amor que Cristo infunde en todo nuestro ser es un poder vivificante. Da salud a cada una de las partes vitales: el cerebro, el corazón y los nervios. Por su medio las energías más potentes de nuestro ser despiertan y entran en actividad. Libra al alma de culpa y tristeza, de la ansiedad y congoja que agotan las fuerzas de la vida. Con él vienen la serenidad y la calma. Implanta en el alma un gozo que nada en la tierra puede destruir: el gozo que hay en el Espíritu Santo, un gozo que da salud y vida” (El ministerio de curación, p. 185, 78).

En cada mandamiento y en cada promesa de la Palabra de Dios se halla el poder, la vida misma de Dios, por medio de los cuales pueden cumplirse el mandamiento y la promesa. Aquel que por la fe recibe la palabra, está recibiendo la misma vida y carácter de Dios...
Recibid en el alma por la fe la incorruptible simiente de la Palabra, y producirá un carácter y una vida a la semejanza del carácter y la vida de Dios” (Palabras de Vida del gran Maestro, p. 20).

“Así dice Jehová, Hacedor tuyo y el que te formó desde el vientre...”

“A mis ojos eres de gran estima, eres honorable y yo te he amado... No temas, porque yo estoy contigo” (Isaías 44:2; 43:4 y 5).

“Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados y limpiarnos de toda maldad” (1 Juan 1:9).

“Con amor eterno te he amado; por eso, te prolongué mi misericordia” (Jeremías 31:3).

“¡Mirad a mí y sed salvos todos los términos de la tierra...!” (Isaías 45:22).

“Él mismo tomó nuestras enfermedades y llevó nuestras dolencias” (Mateo 8:17).

“Él fue herido por nuestras rebeliones, molido por nuestros pecados. Por darnos paz, c-ayó sobre él el castigo, y por sus llagas fuimos nosotros curados” (Isaías 53:5).

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