EL JESUS QUE NUNCA CONOCI


Contenido
Primera parte: Quien fue El
1. El Jesús que creía conocer
2. El nacimiento: El planeta visitado
3. El trasfondo: Raíces y tierra judías
4. La tentación: Confrontación en el desierto
5. El retrato: ¿Qué hubiera visto en Él?

Segunda parte: Por qué vino
6. Las bienaventuranzas: Afortunados son los desafortunados
7. El mensaje: Un sermón ofensivo
8. La misión: La revolución de la gracia
9. Los milagros: Instantáneas de lo sobrenatural
10. La muerte: La semana definitiva
11. La resurrección: Una mañana increíble

Tercera parte: Lo que dejó tras de sí
12. La ascensión: Un firmamento azul vacío
13. El reino: Trigo en medio de la cizaña
14. Lo que Él cambia

AZUSA STREET


En éste libro, se relata los sucesos acontecidos en la obra misionera de la Calle Azusa por ahí de principios del siglo XX. Donde se llevó a cabo un acontecimiento no sucedido tal vez en un tiempo: El derramamiento del Espíritu Santo en la Iglesia. Aunque en realidad ésto se había llevado a cabo en lugares como Gales, en la vida de un ministro el cual trajo el fuego de Gales a América, había muchos "escépticos" y por ello mismo, el Espíritu Santo se derramaba más en personas de quien no se creía que "fueran a recibirlo" como hermanos Bautistas, entre otros.
La verdad es que ya hace unos meses que lo leí y no recuerdo PERFECTAMENTE las cosas que dice, pero compartiré un poco de él.
Este libro es tomado básicamente del diario del hermano Frank Bartleman, quien fue un testigo primario de éste acontecimiento, vida de la cual El Señor Jesucristo se valió para poder llevar a cabo todas estas cosas. El hermano llegó a fungir como pastor, intercesor, evangelista, entre otras cosas. Sufrió en sobremanera, por su salud, por el hambre, por el dinero, pero en todo momento encomendó su vida al Señor, él y su esposa, que fue fundamental para éste ministerio.
Dice el hermano Frank "inicié este ministerio con nada de dinero y lo terminé igual", impresionantemente EL SEÑOR suplía cada una de sus necesidades por medio de hermanos, sin necesidad que el hermano Frank les pronunciara palabra alguna acerca de las necesidades y no sólo familiares, sino ministeriales. Así que el hermano podía decir con certeza YHWH Yireh.
Varias personas estuvieron involucradas en éste MAGNO evento de renovación, que rompió en sobremanera varias barreras interdenominacionales, pero como siempre, el enemigo intentaba causar división en sobremanera, y hubo personas que se quisieron atrever a opacar la obra del Señor, los cuales vieron el fruto de sus actos o eran quebrantados en ese mismo momento.

Ciertamente es una obra que, sin ánimos de presumir o intentar hacerme ver súper-espiritual, hizo que derramara varias lágrimas debido a la belleza, sencillez, hermosura de las vidas de los hermanos, los sufrimientos y la obra del Señor Jesucristo, el amor del Padre y el PODER del Espíritu Santo en cada una de las vidas.

Más que nada me gustó el último capítulo del libro, el cual se llama "Un Ruego por la Unidad", donde el hermano Frank se dedica a hacer un estudio de la gran necesidad que tenemos los cristianos de olvidarnos de varios prejuicios y establecer la paz que nos concierne a TODOS LOS HIJOS DE ELOHIM.

LOS 20 SI PUEDO




Alguien ha dicho que el éxito viene con el "si puedo", y el fracaso con el "no puedo". Creer que uno si puede tener éxito en el crecimiento y la madurez cristiana no requiere de más esfuerzo que el creer que uno no puede tener éxito. Así que, por que no creer que si se puede caminar por la fe en el Espíritu, que si puede alcanzar la madurez como cristiano. La siguiente lista tomada de la Palabra de Dios le sacará del lodo de los "no puedo" para sentarlo con Cristo en los lugares celestiales.



1.¿Por qué he de decir que no puedo cuando la Biblia dice que todo lo puede en Cristo que me Fortalece (Filipenses 4:13)?
2.¿Por qué he de padecer necesidad cuando se que Dios suplirá todas mis necesidades de acuerdo a sus riquezas en gloria en Cristo Jesús (Filipenses 4:19)?
3.¿Por qué he de tener miedo cuando la Biblia dice que no me ha dado espíritu de cobardía, sino de poder, de amor y de dominio propio (2 Timoteo 1:7)?
4.¿Por qué me ha de faltar fe para cumplir mi llamamiento, sabiendo que Dios me ha asignado una medida de fe (Romanos. 12:3)?
5.¿Por qué he de ser débil cuando la Biblia dice que el Señor es la fortaleza de mi vida y que yo me esforzaré y actuaré porque conozco a Dios (Salmo 27:1; Dan. 11:32)?
6.¿Por qué he de permitir que Satanás tenga la supremacía en mi vida cuando el que está en mi es más poderoso que el que está en el mundo (1 Juan 4:4)?
7.¿Por qué he de aceptar la derrota cuando la Biblia dice que Dios siempre me guiará en la victoria (2 Corintios 2:14)?
8.¿Por qué he de estar falto de sabiduría cuando Cristo es mi sabiduría de Dios y dios me da sabiduría en abundancia cuando se la pido (1 Cor.1:30; Stgo. 1:5)?
9.¿Por qué he de Estar deprimido cuando puedo recordar el amor, la bondad y la fidelidad de Dios y puedo tener esperanza (Lamentaciones 3:21-23)?
10.¿Por qué he de estar preocupado y ansioso cuando echar toda ansiedad sobre cristo que cuida de mi (1Ped. 5:7)?
11.¿Por qué he de estar atado sabiendo que hay libertad donde está el Espíritu del Señor (Gálatas 5:1)?
12.¿Por qué me he de sentir condenado cuando la Biblia dice que no estoy condenado porque estoy en Cristo (Romanos 8:1)?
13.¿Por qué ha de sentirme solo cuando Jesús dijo que esta siempre conmigo y que nunca me dejará ni me abandonara (Mateo 28:20 Hebreos 13:5)?
14.¿Por qué he de sentirme maldito o que soy víctima de la mala suerte cuando la Biblia dice que Cristo me redimió de la maldición de la ley para que pueda recibir su espíritu (Gálatas 3:13-14)?
15.¿Por qué he de estar descontento, cuando, asi como Pablo, puedo aprender a estar en contento en cualquier circunstancia (Filipenses 4:11)?
16.¿Por que ha de sentir que no tengo valor cuando Cristo se hizo pecado por mi beneficio para que yo pudiera ser hecho justicia de Dios en El(2 Cor. 5:21)?
17.¿Por qué he de tener un complejo de persecución sabiendo que nadie puede estar en contra de mi cuando dios esta a mi favor (Romanos 8:31)?
18.¿Por qué he de estar confundido cuando Dios es el autor de paz y El me da conocimiento por medio de su Espíritu que mora en mi (1 Corintios 14:33; 2:12)?.
19.¿Por qué ha de sentirme fracasado cuando soy vencedor en todo por medio de Cristo (Romanos 8:37)?.
20.¿Por qué he de permitir que las presiones de la vida me molesten cuando puedo tener valor al saber que Jesús ha vencido al mundo y sus tribulaciones (Juan 16:33)?

*Adaptado de Victoria Sobre La Oscuridad por Neil T.

LA FORTALEZA DE UN VERDADERO HOMBRE


La fortaleza de un hombre no está en el ancho de sus hombros. Está en el tamaño de sus brazos cuando abrazan.
La fortaleza un hombre no está en lo profundo del tono de su voz. Está en la gentileza que usa en sus palabras.
La fortaleza de un hombre no está en la cantidad de amigos que tenga. Está en lo buen amigo que se vuelve de sus hijos.
La fortaleza de un hombre no está en como lo respetan en su trabajo. Está en como es respetado en su casa.
La fortaleza de un hombre no está en lo duro que puede golpear. Está en lo cuidadoso de sus caricias.
La fortaleza de un hombre no está en su cabello o su pecho. Está en su corazón. La fortaleza de un hombre no está en las mujeres que ha amado. Está en poder ser verdaderamente de una mujer.
La fortaleza de un hombre no está en el peso que pueda levantar. Está en las cargas que puede llevar a cuestas.
Y por último, verdadera Fortaleza de un Hombre no esta en confiar en sus propias Fuerzas. Está en poner su confianza en Dios
Bendito el varón que se fía en el Señor, y cuya confianza es Dios. Jeremías 17:7
Y esta es la confianza que tenemos en él, que si demandáremos alguna cosa conforme a su voluntad, él nos oye. 1Juan 5:14

¿QUIEN SOY EN CRISTO?


Soy Una nueva creación (2 Cor 5:17)
· 2 Cor. 5:17: De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas.
2* Soy un hijo de Dios (Jn. 1:12; Rom. 8:14-15; Gal 3:26; 4:6)
· Jn 1:12 Mas a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios. · Rom 8:14-15 Porque todos los que son guiados por el Espíritu de Dios, éstos son hijos de Dios. Pues no habéis recibido el espíritu de esclavitud para estar otra vez en temor, sino que habéis recibido el espíritu de adopción, por el cual clamamos: ¡Abba, Padre!
· Gal 3:26 pues todos sois hijos de Dios por la fe en Cristo Jesús;
· Gal 4:6 Y por cuanto sois hijos, Dios envió a vuestros corazones el Espíritu de su Hijo, el cual clama: ¡Abba, Padre!
3* He sido redimido y perdonado de todos mis pecados (Col 1:14)
· Col 1:14 en quien tenemos redención por su sangre, el perdón de pecados.
4*Estoy Libre para Siempre de Condenación (Rom. 8:1)
· Rom 8:1 Ahora, pues, ninguna condenación hay para los que están en Cristo Jesús, los que no andan conforme a la carne, sino conforme al Espíritu.
5* He Sido Librado del poder del pecado (Rom 6:1-6)
· Rom 6:1-6 ¿Qué, pues, diremos? ¿Perseveraremos en el pecado para que la gracia abunde? En ninguna manera. Porque los que hemos muerto al pecado, ¿cómo viviremos aún en él? ¿O no sabéis que todos los que hemos sido bautizados en Cristo Jesús, hemos sido bautizados en su muerte?. Porque somos sepultados juntamente con él para muerte por el bautismo, a fin de que como Cristo resucitó de los muertos por la gloria del Padre, así también nosotros andemos en vida nueva.Porque si fuimos plantados juntamente con él en la semejanza de su muerte, así también lo seremos en la de su resurrección; sabiendo esto, que nuestro viejo hombre fue crucificado juntamente con él, para que el cuerpo del pecado sea destruido, a fin de que no sirvamos más al pecado.
6* Tengo el derecho a entrar sin vergüenza ante el trono de Dios para encontrar misericordia en tiempos de necesidad (Heb 4:16) · Heb 4:16 Acerquémonos, pues, confiadamente al trono de la gracia, para alcanzar misericordia y hallar gracia para el oportuno socorro.
7* Soy Justo en Cristo, completamente perdonado (Rom 5:1)
· Rom 5:1 Justificados, pues, por la fe, tenemos paz para con Dios por medio de nuestro Señor Jesucristo
8* Soy Siervo de la Justicia (Rom 6:18 )
· Rom 6:18 y libertados del pecado, vinisteis a ser siervos de la justicia.
9* Soy un Santo (Ef. 1:1; 1Co 1:2; Fil 1:1 )
· Ef 1:1 Pablo, apóstol de Jesucristo por la voluntad de Dios, a los santos y fieles en Cristo Jesús que están en Efeso.
. 1Co 1:2 a la iglesia de Dios que está en Corinto, a los santificados en Cristo Jesús, llamados a ser santos con todos los que en cualquier lugar invocan el nombre de nuestro Señor Jesucristo, Señor de ellos y nuestro.
. Fil 1:1 Pablo y Timoteo, siervos de Jesucristo, a todos los santos en Cristo Jesús que están en Filipos, con los obispos y diáconos:
10* Soy la Sal de la Tierra (Mt. 5:13)
. Mat 5:13 Vosotros sois la sal de la tierra; pero si la sal se desvaneciere, ¿con qué será salada? No sirve más para nada, sino para ser echada fuera y hollada por los hombres.
11* Soy la Luz del Mundo, portador de la verdad (Mt. 5:14)
o Mat 5:14 Vosotros sois la luz del mundo; una ciudad asentada sobre un monte no se puede esconder.
12* Soy Amigo de Cristo (Jn. 15:15)
. Jn 15:15 Ya no os llamaré siervos, porque el siervo no sabe lo que hace su señor; pero os he llamado amigos, porque todas las cosas que oí de mi Padre, os las he dado a conocer.
13* Soy Elegido por Cristo para llevar su fruto (Jn. 15:16)
. Jn 15:16 No me elegisteis vosotros a mí, sino que yo os elegí a vosotros, y os he puesto para que vayáis y llevéis fruto, y vuestro fruto permanezca; para que todo lo que pidiereis al Padre en mi nombre, él os lo dé.
14* Soy hecho siervo o esclavo de Dios (Rom 6:22; Ef. 3:1; 4:1)
. Rom 6:22 Mas ahora que habéis sido libertados del pecado y hechos siervos de Dios, tenéis por vuestro fruto la santificación, y como fin, la vida eterna.
. Ef 3:1 Por esta causa yo Pablo, prisionero de Cristo Jesús por vosotros los gentiles;
. Ef 4:1 Yo pues, preso en el Señor, os ruego que andéis como es digno de la vocación con que fuisteis llamados
15* Soy templo, morada del Espíritu Santo (1 Cor. 3:16; 6:19)
. 1Cor 3:16 ¿No sabéis que sois templo de Dios, y que el Espíritu de Dios mora en vosotros?
. 1Cor 6:19 ¿O ignoráis que vuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo, el cual está en vosotros, el cual tenéis de Dios, y que no sois vuestros?
16* He Sido comprado por un precio y por lo tanto pertenezco a Dios.No soy mi propio Dueño. Vivo para Cristo (1 Cor. 6:19-20; 2 Cor. 5:14-15)
. 1Cor 6:19-20 ¿O ignoráis que vuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo, el cual está en vosotros, el cual tenéis de Dios, y que no sois vuestros?. Porque habéis sido comprados por precio; glorificad, pues, a Dios en vuestro cuerpo y en vuestro espíritu, los cuales son de Dios.
. 2Cor 5:14-15 Porque el amor de Cristo nos constriñe, pensando esto: que si uno murió por todos, luego todos murieron y por todos murió, para que los que viven, ya no vivan para sí, sino para aquel que murió y resucitó por ellos.
17* Soy miembro del cuerpo de Cristo (1 Cor 12:27; Ef. 5:30)
. 1Co 12:27 Vosotros, pues, sois el cuerpo de Cristo, y miembros cada uno en particular.
. Ef. 5:30 porque somos miembros de su cuerpo, de su carne y de sus huesos.
18* Estoy reconciliado con Dios y Soy ministro de reconciliación(2 Co 5:18-19).
. 2Co 5:18-19 Y todo esto proviene de Dios, quien nos reconcilió consigo mismo por Cristo, y nos dio el ministerio de la reconciliación; que Dios estaba en Cristo reconciliando consigo al mundo, no tomándoles en cuenta a los hombres sus pecados, y nos encargó a nosotros la palabra de la reconciliación.
19* He sido crucificado con Cristo y ya no vivo Yo; Cristo vive en mí (Gál. 2:20).
. Gal 2:20 Con Cristo estoy juntamente crucificado, y ya no vivo yo, mas vive Cristo en mí; y lo que ahora vivo en la carne, lo vivo en la fe del Hijo de Dios, el cual me amó y se entregó a sí mismo por mí.
20* Fui escogido en Cristo antes de la fundación del mundo para ser santo y sin mancha delante de Él (Ef. 1:4).
. Ef 1:4 según nos escogió en él antes de la fundación del mundo, para que fuésemos santos y sin mancha delante de él.
21* Soy heredero de Dios, pues soy su hijo (Gál. 4:6-7).
. Gal 4:6-7 Y por cuanto sois hijos, Dios envió a vuestros corazones el Espíritu de su Hijo, el cual clama: ¡Abba, Padre!. Así que ya no eres esclavo, sino hijo; y si hijo, también heredero de Dios por medio de Cristo. .
22* Soy hechura de Dios, nacido de nuevo en Cristo para hacer su obra (Ef. 2:10). . Ef 2:10 Porque somos hechura suya, creados en Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios preparó de antemano para que anduviésemos en ellas. .
23* Soy Santo y Justo (Ef 4:24).
. Ef. 4:24 y vestíos del nuevo hombre, creado según Dios en la justicia y santidad de la verdad.
24* Soy Ciudadano del cielo (Fil. 3:20; Ef. 2:6).
. Fil 3:20 Mas nuestra ciudadanía está en los cielos, de donde también esperamos al Salvador, al Señor Jesucristo
. Ef. 2:6 y juntamente con él nos resucitó, y asimismo nos hizo sentar en los lugares celestiales con Cristo Jesús, 25* Soy Peregrino en este mundo, en el cual vivo temporalmente(1 ped. 2:11).
. 1Pe 2:11 Amados, yo os ruego como a extranjeros y peregrinos, que os abstengáis de los deseos carnales que batallan contra el alma,
26* Soy hijo de la luz, no de oscuridad( 1 Tes. 5:5).
. 1Tes. 5:5 Porque todos vosotros sois hijos de luz e hijos del día; no somos de la noche ni de las tinieblas.
27* He sido rescatado del dominio de Satanás y trasladado al reino de Cristo (Col. 1:13).
. Col 1:13 el cual nos ha librado de la potestad de las tinieblas, y trasladado al reino de su amado Hijo,
28* Soy enemigo del diablo (1 Ped. 5:8).
. 1Pe 5:8 Sed sobrios, y velad; porque vuestro adversario el diablo, como león rugiente, anda alrededor buscando a quien devorar;
29* Soy nacido de Dios, y el diablo no tiene autoridad para tocarme (1 Jn. 5:18).
. 1Jn 5:18 Sabemos que todo aquel que ha nacido de Dios, no practica el pecado, pues Aquel que fue engendrado por Dios le guarda, y el maligno no le toca.
30* Cristo mismo mora en mí (Col. 1:27).
. Col 1:27 a quienes Dios quiso dar a conocer las riquezas de la gloria de este misterio entre los gentiles; que es Cristo en vosotros, la esperanza de gloria,
31* Soy escogido de Dios, Santo y Amado (Col. 3:12; 1Tes 1:4).
. Col 3:12 Vestíos, pues, como escogidos de Dios, santos y amados, de entrañable misericordia, de benignidad, de humildad, de mansedumbre, de paciencia;
. 1Tes 1:4 Porque conocemos, hermanos amados de Dios, vuestra elección;
32* He recibido muy grandes y preciosas promesas de Dios(2 Ped. 1:4).
. 2Pe 1:4 por medio de las cuales nos ha dado preciosas y grandísimas promesas, para que por ellas llegaseis a ser participantes de la naturaleza divina, habiendo huido de la corrupción que hay en el mundo a causa de la concupiscencia;
33* Seré como Cristo cuando el regrese(1 Jn. 3:1-2).
. 1Jn. 3:12 No como Caín, que era del maligno y mató a su hermano. ¿Y por qué causa le mató? Porque sus obras eran malas, y las de su hermano justas.
34* Por la gracia de Dios, Soy lo que Soy(Ef. 2:8)
. Ef. 2:8 Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios.

PIENSA EN LO QUE PIENSAS

La Biblia presenta instrucciones detalladas sobre la clase de cosas en las que debemos pensar. Puede ver en Filipenses 4:8 que se nos enseña que debemos pensar en cosas buenas y edificantes, y no en cosas destructivas. Nuestros pensamientos sin duda afectan nuestras actitudes y nuestro estado de ánimo. Todo lo que el Señor nos dice es para nuestro propio bien. Él conoce qué es lo que nos hace felices y lo que nos pone tristes.

Cuando las personas se llenan de malos pensamientos, se sienten mal, y he aprendido por experiencia personal que las personas deprimidas terminan deprimiendo también a los demás. Haz en forma regular un inventario personal y preguntate: "¿En qué he estado pensando?". Tómate un tiempo para examinar los pensamientos que ocupan tu mente habitualmente.
Pensar acerca de lo que se está pensando es muy valioso, porque Satanás suele engañar a las personas para que crean que el origen de su tristeza o problema es algo que en realidad no es. Él quiere que piensen que son infelices por lo que ocurre a su alrededor (sus circunstancias), pero su malestar se debe en realidad a lo que está ocurriendo adentro de la persona (sus pensamientos).

Durante muchos años, verdaderamente creí que era infeliz debido a lo que los demás hacían o dejaban de hacer. Culpaba a todos por mi tristeza. Pensaba que sería feliz si ellos fuesen diferentes, si fuesen más atentos para con mis necesidades, si ayudaran más en la casa. Al principio, era una cosa, y luego otra, durante años. Finalmente, enfrenté la verdad, y era que ninguna de esas cosas podría hacerme infeliz si yo adoptaba la actitud correcta. Eran mis pensamientos los que me hacían sentir miserable.
Te aliento a que piense acerca de lo que está pensando. Cuando cambies las cosas en las que permites que tu mente piense demasiado, estarás en camino de lograr una gran libertad, plenitud y victoria.

VIVIR O EXISTIR











¿Tan solo vas a vivir? ¿O vas a vivir tus sueños? Estas son preguntas que cada mujer debe preguntarse y responderse en algún momento de su vida. Si no te has formulado estas preguntas, este es el momento. Tu manera de responder determinará cómo será el resto de tu vida, a partir de hoy.



La diferencia entre tan solo vivir y vivir tus sueños es más grande de lo que puedas llegar a imaginar. La persona que tan solo vive tiene conductas como las siguientes:




  • Hace las cosas por inercia, sin pensar o preocuparse mucho por el futuro.


  • Pasa el día sin prestar atención a cómo invierte su precioso tiempo.



  • Culmina con pesadez cada semana y cada mes sin nada de gozo o paz.


  • Ignora las áreas de su vida que le causan dolor.

  • Supone que en realidad no depende de ella cambiar su vida.La persona que

  • vive sus sueños actúa mucho más intencionalmente

  • Se toma tiempo para identificar lo que Dios quiere que haga y luego hace planes para hacerlo.Programa su tiempo de modo que pueda suplir sus necesidades así como las necesidades de los que la rodean.

  • Acepta el gozo y la paz que ofrece una relación con Cristo.Reconoce y aborda los asuntos que le causan dolor.



Aprende cómo dejar que el Espíritu Santo obre en y a través de ella para que pueda vivir más abundantemente.







Cada día tengo la oportunidad de conocer, hablar y trabajar con mujeres excepcionales de toda condición social. Algunas están casadas, y otras no. Algunas son madres, y otras no. Algunas trabajan fuera del hogar, y otras son amas de casa. Algunas corren en maratones, y otras sufren alguna dolencia o enfermedad crónica. Algunas han conseguido todo lo que querían en la vida, y otras no. La mayoría encajan dentro de más de una de estas categorías. Pero todas han tomado la misma decisión: vivir la vida plena y abundante que Jesús quiere que vivan. Jesús dijo: “El ladrón no viene sino para hurtar y matar y destruir; yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia” (Jn. 10:10).

Algunas personas podrían decir que las circunstancias determinan si pueden vivir sus sueños, pero yo no estoy de acuerdo. He conocido mujeres que se han visto impedidas por las situaciones más difíciles, y sin embargo, se las ingeniaron para vivir una vida abundante. Joni Eareckson Tada es un gran ejemplo. Ella ha aprendido a vivir la vida al máximo a pesar del accidente que experimentó al zambullirse, el cual la dejó paralizada y totalmente confinada a una silla de ruedas.

Y he conocido mujeres que lo tienen todo, y sin embargo, viven una vida insignificante e infeliz. La diferencia no está en las circunstancias. La diferencia está en la actitud. Y la única diferencia entre una actitud positiva y una actitud negativa es la decisión de elegir una en lugar de la otra.

Las mujeres extraordinarias deciden que vivirán sus sueños y se aferrarán a estos, a pesar de sus circunstancias. Para vivir tus sueños, cada día tienes que tomar la decisión de hacerlo. No puedes tomar esta decisión una vez y para siempre. Cada día debes decidir; y luego, conscientemente, debes volver a tomar esta decisión cada vez que la vida te depare algo inesperado. Por eso creo que la vida plena se vive en el momento de la decisión.Déjame explicarte.



Las mujeres extraordinarias deciden que las contrariedades de la vida, ya sea el desempleo, la propuesta de matrimonio que nunca llega o el ascenso que nunca se alcanza, no apagarán su entusiasmo. Ellas deciden seguir dando cada día lo mejor de sí, en vez de amargarse.





Las mujeres extraordinarias deciden que la muerte, discapacidad o infidelidad de su esposo no harán que se rindan. Ellas deciden valientemente enfrentar sus circunstancias.




Las mujeres extraordinarias deciden que la enfermedad, las limitaciones físicas o emocionales, o la rebeldía o la tozudez de un hijo no sepultarán completamente su don de ser madre. Ellas deciden perseverar en amor y oración por cada uno de los hijos que se les ha confiado.





Las mujeres extraordinarias deciden que las limitaciones físicas o enfermedades no les robarán el gozo. Deciden encontrar el lado bueno (por pequeño que pueda ser) a las cosas malas.



Las mujeres extraordinarias deciden que el dinero o la falta de este no determinará su nivel de felicidad. Deciden que el dinero es simplemente un medio para un fin y no un fin en sí mismo.



Las mujeres extraordinarias deciden no obsesionarse por lo que no tienen. Reconocen lo que tienen y están agradecidas por ello.


Las mujeres extraordinarias deciden que no se dejarán abatir por las decisiones difíciles y trascendentales que tengan que tomar. Y oran para que el Espíritu Santo con su poder les ayude a tomar decisiones sabias.



En resumen, las mujeres extraordinarias deciden. La vida se vive en el momento de la decisión. ¿Qué clase de decisiones has tomado últimamente? Más importante aún, ¿qué clase de decisiones necesitas tomar? ¿Necesitas romper con una mala relación? ¿Necesitas ponerle límites a tus amistades y familiares? ¿Necesitas comenzar hábitos nuevos o deshacerte de otros antiguos? ¿Necesitas cambiar de trabajo? ¿Tus hijos necesitan más (o menos) disciplina? ¿Se ha vuelto monótono tu matrimonio?



La vida es más que simplemente subsistir. Las mujeres ordinarias subsisten. Las mujeres extraordinarias tienen una vida plena, como Jesús quiere.



Jesús vino para que tú también puedas ser una mujer extraordinaria.

FORTALECER LO DEBIL

¿Se da cuenta de lo que dice Proverbios 18:14? Sea lo que fuere que sobrevenga en la vida de una persona, ella podrá resistirlo si tiene dentro un espíritu fuerte que la sostenga en esos tiempos difíciles. Pero si su espíritu es débil o está herido, tendrá dificultades para resistir las cosas de la vida.

¿Usted sabe que hoy en día muchos en el Cuerpo de Cristo tienen dificultades porque no saben manejar sus problemas? No es porque sus problemas sean peores que los de otros. Es porque son débiles de espíritu. La Biblia dice que debemos soportar las fallas y fragilidades de los débiles (vea Romanos 15:1). Debemos levantarlos y sostenerlos (vea 1 Tesalonicenses 5:14).


Romanos 12:8 nos dice que uno de los dones dados por Dios a la iglesia para ministrar es el de animar o exhortar. Tales personas son usualmente fáciles de reconocer, porque cada vez que estamos alrededor de ellas, nos hacen sentir mejor por las cosas que dicen y hacen. Parece que en ellos fuera natural levantar, animar y fortalecer a otros por su sola presencia y personalidad.


Si usted es como yo y no puede considerarse a sí mismo un alentador naturalmente dotado, fórmese el hábito de ser más alentador. Es lo que yo he hecho, y no sólo hace que otros se sientan mejor, sino que también aumenta mi nivel de gozo. Todos podemos dar saludos y todos podemos decir “gracias”. Todos podemos rehusar ser difamadores. Todos podemos rehusar permitir que salgan de nuestra boca cosas malas que abaten a las personas. Todos podemos fortalecer, edificar, levantar y hablar vida a otros.

RUT, EL CARACTER DE UN SIERVO

El libro de Rut es uno de mis libros preferidos de la Biblia. Creo que se debe a que es una historia parecida a la Cenicienta porque es la de una mujer que ha sufrido tanto y ha sido víctima de circunstancias muy fuera de su control, pero llega a tener un final feliz. Al leer su historia, puedo ver algunas cualidades que podría decir que fueron claves para que experimentara tanto éxito, si se puede llamar así, al final de su vida.


La primera cualidad fue un espíritu servicial. Es un elemento muy importante en la historia de Rut y en su relación con Noemí. Siendo viuda, la costumbre dictaba que debía quedarse con la familia de su esposo. La Biblia nos dice que hubo dos nueras que habían enviudado, pero sólo Rut decidió acompañar a Noemí cuando regresó a su país natal Israel. El servicio de Rut fue desempeñar funciones y cumplir con deberes, pero también fue un obrar a favor de alguien. Cuando llegaron a Israel, Rut demostró un servicio sacrificial al salir a los campos para recoger alimento para ella y Noemí. Su servicio tuvo algunas características muy especiales.
Primero fue un servicio lleno de lealtad y constancia (1:16-17). Rut tuvo que escoger quedarse con Noemí y servirle aunque no fuera fácil. Somos libres para servir o no según nuestra decisión, como Orfa que decidió regresar a la casa de su padre (Gal 5:13). Todos hemos vivido o viviremos momentos en los que tendremos que escoger si vamos a servir o no, ya sea a nuestra familia, esposo, iglesia o comunidad.
Otra cualidad del servicio de Rut fue su deseo de trabajar. No era perezosa (2:2). Rut vio una necesidad y estuvo dispuesta a suplirla. Esto muchas veces implica un sacrificio de nuestro tiempo, esfuerzo y deseos. Cuando llegó al campo para recoger trigo, dijo claramente que no había descansado (2:7). De hecho, esta cualidad fue lo que causó que Booz, el dueño del campo, se fijara en ella. Qué interesante que Dios muchas veces usa nuestras cualidades para traernos a la atención de las personas que Él puede usar para llevarnos al lugar que Él tiene para nosotros.
Cuando Booz la ayuda fuera de lo normal, Rut demuestra una profunda humildad y gratitud: “¿Por qué he hallado gracia en tus ojos… siendo yo extranjera?” (2:10). Rut no daba por sentado la ayuda de los demás. Es fácil acostumbrarnos a las bendiciones que Dios nos ha dado y dejar a un lado un espíritu de agradecimiento y asombro. Si nos mantenemos en un espíritu servicial y humilde, podremos reconocer la mano de Dios en todas las áreas de nuestra vida.

Por último, me encanta el espíritu enseñable de Rut (3:1-15). Esto lo demuestra cuando Noemí le explica el proceso por el cual pedirá que Booz la tome como esposa: “Haré todo lo que tú me mandes”. Se me hace increíble porque lo que le estaba diciendo sería algo que yo no podría hacer. Seguramente para ella se trataba de costumbres muy extrañas y desconocidas. Aparte, se podría malentender (3:14) su presencia en el granero durante la noche. Proverbios 20:12 nos dice que el oído que oye y el ojo que ve, son hechura de Dios. Permite que Dios te ponga oídos que oyen y ojos que ven lo que Él trata de enseñarte.



Pienso que hay tres beneficios que se produjeron en la vida de Rut por las cualidades de su servicio:




Primero, sus pasos fueron guiados por el Señor (2:3). “Aconteció que aquella parte del campo era de Booz… de la familia de Elimelec”. Dios te llevará a donde tienes que estar para recibir toda la bendición que tiene para ti. Probablemente no veas cómo Dios estará guiando tus pasos, pero sí lo hará cuando nos disponemos a servirle a Él y a los demás.




Otro beneficio es que al suplir la necesidad de otro, las de ella fueron suplidas: “Ni pases de aquí… porque yo he mandado a mis criados que no te molesten. Y cuando tengas sed… bebe agua que sacan los criados” (2:8-9). Ella tenía necesidad de alimentarse y Dios se la suplió. Sabía que Rut y Noemí necesitaban que alguien las ayudara y protegiera, y gracias a la disposición y servicio de Rut, pudo suplir esa necesidad.




El último beneficio es que Rut pudo alcanzar todo lo que Dios ya tenía preparado para ella (4:13-22). El Señor la colocó como la matriarca de la familia mesiánica ya que fue bisabuela del rey David. Cuando tenemos un corazón dispuesto, Dios guiará nuestros pasos, suplirá cada necesidad y nos llevará a donde tenemos que estar en el momento indicado. Él tiene todo planeado, pero tenemos que dar los pasos correctos para llegar a nuestro destino final.

ORAR EN EL DOLOR


Al comienzo de 1 Samuel, la Palabra de Dios nos presenta a una mujer llamada Ana. Ella vivía en Israel casi a finales de la época de los jueces. Estos jueces eran héroes nacionales, hombres y mujeres que Dios levantaba para liberar a su pueblo del peligro y guiarlo. Ana se convertiría en la madre de Samuel, el último gran juez de Israel y el primer profeta del reino. De hecho, Dios utilizó a Samuel para ungir a los dos primeros reyes de Israel.

Pero cuando comienza 1 Samuel, ese nacimiento era solo un sueño para Ana. La conocemos como una mujer angustiada porque no había podido tener hijos. El deseo incumplido de tener un hijo al cual abrazar, alimentar y amar es una fuente de tristeza para muchas mujeres, como lo ha sido a lo largo de la historia. En la Biblia, encontramos varias mujeres con problemas de fertilidad, entre ellas: Sara, Rebeca, Raquel y Elisabet.

Para los judíos, que una mujer fuera incapaz de tener hijos era una señal de que Dios no estaba complacido con ella. Ana acudió orando a Jehová con el corazón roto y una necesidad profunda. Puede que su necesidad más profunda no fuera la de tener un hijo, pero Dios se ocupa de sus angustias. Sea lo que fuese que necesitara, el Señor lo sabe y es capaz de conseguirlo. Entiende qué le duele más y lo invita a que acuda orando a Él para pedir por ello. Al principio de la historia de Ana, vemos los problemas familiares y los tormentos interiores que la llevan a buscar a Dios en oración. Estaba casada con un hombre llamado Elcana. Sabemos poco de él, excepto que era un hombre comprometido con Dios. Un miembro de la línea sacerdotal, que llevaba a su familia todos los años a orar y ofrecer sacrificios al Señor en el tabernáculo de Silo (1 S. 1:3).

La casa de Elcana en la región de Efraín estaba al menos a veinticuatro kilómetros de Silo. Era un viaje largo para hacer andando, incluso aunque solo fuera una vez al año, pero ellos empleaban el tiempo y la energía necesarios para reunirse con Dios. La diligencia mostrada por Elcana, Ana y el resto de la familia nos hace plantearnos cuestiones sobre nuestra propia vida:

• ¿Cuán comprometidos estamos a reunirnos con Dios?

• ¿Cuánto esfuerzo empleamos en ir a la casa de Dios para adorarlo?

• ¿Con qué frecuencia nos acercamos a Dios en oración?

El predicador Robert Murray M’Cheyne murió a los treinta años. No obstante, en su breve carrera, su vida ardió con fuerza por Cristo. El hambre de Dios lo hizo arrodillarse. Su deseo de conocer a Dios y reunirse con Él es evidente por algo que escribió en su diario un sábado de febrero: “Me levanté temprano para buscar a Dios y encontré a Aquel a quien ama mi alma. ¿Quién no se levantaría pronto para reunirse con alguien así?”.

El tiempo de oración de M’Cheyne era algo más que una rutina; era su fuente diaria de vida espiritual. Ese tiempo de comunión con el Padre no era una tarea para él, era un gozo, porque sabía que Dios estaba con él en esos momentos especiales. Igual que estaba con Ana cuando ella iba a Silo. Ella esperaba y deseaba reunirse con Dios.

Ana llevaba sobre sí la carga de una familia rota. Aunque Elcana amaba a Ana y aunque llevaba a su familia a rendir culto al Señor, dentro de su casa había un gran conflicto. El problema fue su propia decisión irreflexiva: “Tenía él dos mujeres; el nombre de una era Ana, y el de la otra, Penina. Y Penina tenía hijos, mas Ana no los tenía… Y su rival la irritaba, enojándola y entristeciéndola, porque Jehová no le había concedido tener hijos” (1 S 1:2, 6).

Elcana, como los patriarcas Abraham, Isaac y Jacob, tenía una primera esposa que era estéril. Así que para poder tener un heredero, tomó una nueva esposa. Cuando Elcana tomó por esposa a Penina, estaba siguiendo una práctica cultural, pero la poligamia siempre ha sido un acto de desobediencia al plan de Dios. Tras instituir el matrimonio en el huerto de Edén, Dios dijo: “Por tanto, dejará el hombre a su padre y a su madre, y se unirá a su mujer, y serán una sola carne” (Gn 2:24). Dios nunca pretendió que el hombre tuviese más de una esposa. Elcana hizo las cosas a su manera en lugar de a la manera del Señor. Dios dijo: “Hay camino que al hombre le parece derecho; pero su fin es camino de muerte” (Pr 14:12).

La manera de actuar de Dios es siempre la mejor. Cuando nos alejamos de su camino, nos perdemos lo mejor que Él tiene para nosotros. Eso es lo que ocurrió en la casa de Elcana. En un hogar que debería haber estado lleno de paz de Dios, había gran discordia. Solo podemos imaginarnos la pena de Ana al tener que compartir su casa con Penina. Ver cómo esta presentaba sus bebés recién nacidos a su esposo solo intensificaba su tristeza.

Ana no era la única que sufría con esta situación. Penina veía que su esposo amaba más a Ana. Su sufrimiento emocional le provocaba celos que la llevaban a ridiculizar a su rival y reírse de ella por no poder tener hijos. Tal vez Penina pensaba que se ganaría la atención plena de su esposo poniendo en ridículo a Ana. La Biblia nos ofrece una imagen de conflicto constante: “Así hacía cada año; cuando subía a la casa de Jehová, [Penina] la irritaba [a Ana] así…” (1 S 1:7). Penina no quería otra cosa que romper el corazón de Ana. Ella encontraba placer causando la aflicción y el llanto de Ana.

Piense en el carácter y las emociones de estas mujeres cuando hacían el largo viaje a Silo cada año:

• Penina: se sentía poco amada por su esposo; probablemente llena de amargura hacia él, mostraba odio hacia Ana. Cuando Penina iba al tabernáculo de Dios, supuestamente para orar,

sus manos estaban manchadas por su deliberado y habitual pecado contra Ana.

• Ana: abrumada por los problemas en su casa, pero desesperadamente deseosa de la liberación de mano del Señor.

Ahora piense en su manera de acercarse a Dios en oración y adoración. ¿Ha intentado alguna vez alabar al Señor con un corazón sucio y manchado? No debería sorprendernos tanto no conseguir nada del culto cuando nuestras vidas están en estas condiciones. Para alabar a Dios completamente, nos acercamos a Él con las manos y el corazón puros. O, al igual que Ana, ¿ha orado alguna vez sintiendo el gran peso de los problemas personales y buscando la solución de Dios para ellos? Con el corazón abrumado por la carga, Ana presentaba su freudiana y disfuncional familia a Dios en oración. Ella encontraría en Él todo lo que necesitaba, y nosotros también lo haremos.

Muchos hogares son lugares de sufrimiento y miseria en lugar de refugios de felicidad. Esto es así incluso entre las familias cristianas. El conflicto y la aflicción pueden proceder de distintas fuentes. Una casa se puede ver trastocada por la muerte de una esposa o un hijo. Los esposos y esposas chocan entre sí. Los hijos y los padres no se comunican. Las familias sufren cuando se produce un divorcio. Después de este, hombres y mujeres tratan de buscar la felicidad casándose de nuevo, y surgen nuevos problemas cuando dos familias tratan de mezclarse.

La oración puede transformar nuestras vidas. Cuando oramos por nuestras familias, hay dos peticiones que Dios siempre honrará: Primero, podemos pedir mas amor por nuestras familias. Necesitamos pedir a Dios que nos ayude a amar al resto de los integrantes de nuestra familia de la misma manera que Dios los ama y nos ama a nosotros.

Jesús dijo: “Un mandamiento nuevo os doy: Que os améis unos a otros; como yo os he amado, que también os améis unos a otros” (Jn. 13:34). Dios quiere que nos amemos unos a otros, no importa lo que ocurra en nuestras familias. La Palabra de Dios nos dice: “…amaos unos a otros entrañablemente, de corazón puro” (1 P. 1:22). A veces tenemos conflictos en casa simplemente porque no nos amamos con un corazón puro. Dios quiere que busquemos lo mejor para todos, poniendo las necesidades de los demás primero. Si empezamos a amarnos como Dios nos dijo que lo hiciéramos, ¡qué diferente será todo!

Segundo, podemos pedir un espíritu de perdón para con nuestras familias. Dios nos ha pedido que perdonemos (Col. 3:13). A veces en nuestros matrimonios, queremos ganar la batalla o estamos tan ansiosos de tener la razón que no nos importa lo que dice Dios. Una esposa puede decir: “Me ha herido tanto que no puedo perdonarlo”.

Un esposo puede pensar: Ha dicho algo tan odioso que no puedo perdonarla. Con demasiada frecuencia, nos agarramos muy fuerte a nuestras heridas y decepciones para poderlas utilizar como munición en una pelea. Padres, hijos y cónyuges se sienten tentados a guardar todos los fracasos de los demás para poder echárselos en cara en el momento oportuno. Queremos herirlos tal como ellos nos hirieron a nosotros. Pero Dios nos pide que nos renovemos teniendo corazones capaces de amar y perdonar. Pregúntese: “¿Cuántas veces me ha amado y perdonado Dios? ¿Cuántas cosas hirientes y odiosas he dicho a otros y a Dios, y Él todavía me perdonó cuando se lo pedí?”. El salmista escribe: “Cuanto está lejos el oriente del occidente, hizo alejar de nosotros nuestras rebeliones” (Sal 103:12). Dios puede transformar nuestros corazones amargados y doloridos en corazones capaces de amar y perdonar, solo tenemos que pedirlo.

Cuando Ana vino ante el Señor en el tabernáculo de Silo, también estaba luchando con la realidad del plan de Dios para su vida. Ella conocía el poder divino lo suficiente como para discernir que su infertilidad era debido a algo más que una causa física. Su incapacidad para tener hijos era obra del Señor: “…Jehová no le había concedido tener hijos” (1 S 1:5).

¿Por qué el Señor le haría algo así a Ana? Después de todo, Dios había ordenado a su pueblo que fructificara y se multiplicara. Este es el primer mandamiento que Él dio a la humanidad (G. 1:28). En el caso de Ana, si seguimos leyendo, sabemos que Jehová le concedió tener un hijo al que llamó Samuel. Conocemos el papel crucial que el hijo de Ana tuvo en la historia del pueblo de Dios, Israel. Por lo tanto, ¿por qué retrasó Dios el momento de darle hijos a Ana? Podemos sugerir varias razones:

• El Señor estaba obligando a Ana a acercarse más a Él. Año tras año, ella aprendió a confiar en Él al exponerle sus necesidades.

• La carga que soportaba Ana la convirtió en una mujer con una fe más fuerte. Tras experimentar la respuesta milagrosa de Dios a una situación imposible, la confianza de Ana en Él siguió siendo profunda.

• La desesperación de Ana contribuyó a amoldar el carácter de Samuel. Cuando Ana dio a luz a Samuel, le dedicó su pequeño al Señor, lo cual probablemente no hubiera hecho en otras circunstancias.

Este niño fue educado tanto por la madre como por el sumo sacerdote para su tarea de profeta y juez. Sean cuales fuesen las razones de Dios, retrasó el momento de concepción en Ana porque formaba parte de su plan. No siempre sabemos por qué Dios hace lo que hace. Pero siempre podemos confiar en que su plan es el mejor posible. Él dice: “Porque yo sé los pensamientos que tengo acerca de vosotros, dice Jehová, pensamientos de paz, y no de mal, para daros el fin que esperáis. Entonces me invocaréis, y vendréis y oraréis a mí, y yo os oiré; y me buscaréis y me hallaréis, porque me buscaréis de todo vuestro corazón” (Jer. 29:11-13).

Los problemas a los que nos enfrentamos nos llevan a Dios o nos alejan de Él. Cuando confiamos al Señor nuestras cargas, Él las utiliza para hacernos más fuertes en la fe y la oración. Cuando ore, lleve sus cargas al Señor. ¡Él puede ayudarle!

TODO DEPENDE DE TI

ESTA FUE TU VIDA

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LA INIQUIDAD I

En Ezequiel 28:15 “perfecto eras en todos tus caminos, hasta que se halló en ti la Iniquidad…”

Esta fue la caída de Satanás a causa de la iniquidad. ¿Cómo entró aquí la iniquidad? ¿Qué significa que alguien allá sido perfecto en todo y luego entró iniquidad? Algo se torció dentro de Él, lo sacó de su lugar, de su propósito.


¿Qué dice Dios de la Iniquidad?


Éxodo 20: 5b y 34:6‐7
Dios hace una clara diferencia entre INIQUIDAD, REBELION Y PECADO. Los tres son diferentes y deben ser tratados diferentemente. En la gran mayoría de las iglesias se predica en contra del pecado, se predica que hay que arrepentirse de los pecados, pero muy pocos lugares tratan con la raíz del pecado. La raíz de todo el mal, la raíz que introduce todo pensamiento pecaminoso, es la iniquidad. Si yo pienso en el pecado, el pecado es solo el fruto, los frutos de la carne como dice la palabra es el pecado visible, externo del hombre.


¿Cuántos saben que el fruto, no es el tronco, ni la raíz? La palabra dice que manifiestan son las obras de la carne, los frutos de la carne. Es lo que se ve, lo exterior, lo que se prueba. Cuando tratamos con el pecado, solo estamos tratando con la parte externa del asunto, pero nadie apunta a la raíz, y esta es la iniquidad. Hemos dejado crecer esta raíz y a su vez creció también un árbol, que se hizo grande y que permanentemente está dando frutos, y estos frutos son los frutos de la carne, el pecado. Mientras solo vivamos arrancando el fruto del árbol, el árbol volverá a dar su fruto. La biblia dice que el hacha esta puesta en la raíz para quitar la iniquidad de Israel.


Iniquidad y pecado son dos cosas diferentes:

así que si dejamos la iniquidad de lado, vamos a estar en constante problemas, ya que la justicia de Dios, nunca deja de juzgar; así como el amor de Dios nunca deja de amar, la justicia de Dios, nunca deja de juzgar. Y la justicia de Dios siempre tratará contra la iniquidad del hombre. La justicia de Dios es para alinear, para corregir. Donde quiera que este la iniquidad, va estar la justicia de Dios, tratando de enderezar la vida del hombre. Así que si no tratamos con la iniquidad, vamos a estar en un conflicto permanente entre la justicia de Dios y la iniquidad.


¿Señor que me está pasando?


Es por eso que numerosas personas que entregaron su vida a Cristo y que caminan en santidad, reciben permanentemente ataques demoniacos, ataques en su salud, en su economía, en sus familias, en sus matrimonios, etc. Y dicen, no entendemos que es lo que nos está pasando. Lo que está pasando es, que en la medida en que estamos buscando la Gloria de Dios, vamos a encontrarnos con la justicia de Dios, ya que la Gloria y la Justicia de Dios siempre están unidas. A la Gloria de Dios no podemos acercarnos sin pasar por la justicia de Dios.


Salmos 97:6 “los cielos anunciaron su justicia y todos los pueblos vieron su gloria.”


Justicia y gloria de Dios, siempre estarán juntas. El problema es que muchas veces no sabemos que cuando decimos queremos ver tu gloria, o manifiesta tu gloria, si o si se manifestará primero la justicia de Dios. La gloria de Dios tiene un poder que viene con la justicia y es por eso que no todos podrán estar en pie ante la Gloria de Dios. Todos quieren la gloria de Dios pero no tratamos con lo que va ser quemado y consumido y esto es la iniquidad.

¿Qué es la Iniquidad?


La iniquidad es todo lo que esta torcido del Hombre, iniquidad no necesariamente es un pecado terrible. Iniquidad es simplemente estar desalineado de Dios. Muchas veces se predica en contra de las maldiciones, y cancelan las maldiciones pero yo veo como al cabo del tiempo, esas maldiciones regresan y con mayor intensidad. La maldición no viene sin causa, sino como la golondrina tiene su volar, y está buscando donde posarse y anidar, así también la maldición no viene sin causa. La maldición es una fuerza espiritual que está buscando adonde adherirse y a eso donde tiene que adherirse se le llama iniquidad.

Qué problema tan grande tenemos hoy en la iglesia, al desconocer el efecto de la iniquidad en la vida de los creyentes y estamos sufriendo terribles consecuencias por causa de la iniquidad. Mientras no desarraiguemos ese árbol, mientras no saquemos, extirpemos hasta la última raíz de iniquidad, esas maldiciones van a seguir viniendo hacia ti. Porque un principio espiritual es que justicia e iniquidad se oponen entre sí.

La justicia tiene un poder de atracción, dice la palabra: “buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todo lo demás será añadido.” Esto significa que la justicia tiene un poder de atracción hacia una persona todas las cosas que pertenecen al reino de Dios, como la bendición, su gracia, su poder, su misericordia, su favor, su salud, su prosperidad, el gozo, etc. etc.

Pero la iniquidad, también tiene un poder de atracción. Son dos fuerzas espirituales que atraen hacia sí mismas cosas de su naturaleza. Así como la justicia atrae hacia una persona, todas las cosas que pertenecen al reino de Dios, así también la iniquidad atraerá todas las cosas que ertenecen al reino de las tinieblas. Esto es enfermedad, esto es miseria, esto es divorcios, esto es problemas tras problemas, maldición tras maldición, etc.

Y la gran pregunta que miles de cristianos se hacen es ¿Por qué me está aconteciendo esto? Si yo tengo un caminar recto con Dios. Dios viene a abrirnos el entendimiento.¿Cómo se liberaban de la iniquidad?

Levítico 16:21‐22 La iniquidad se confesaba sobre un macho cabrío, poniéndoles las manos del sacerdote sobre la cabeza de aquel animal y lo enviaban al desierto. Por medio de la confesión de las iniquidades era liberado el pueblo. La iniquidad debe confesarse!! Otra vez Dios hace una diferencia entre iniquidad, rebelión y pecado Jesús no solamente llevó nuestros pecados y maldiciones, sino también nuestras iniquidades. Isaías 53 Pero necesitamos saber, como tratamos con nuestra iniquidad. Como la saco de mi vida. Como la identifico en mi vida y que frutos está dando. De lo contrario no la vamos a poder sacar.
La biblia dice que el Señor visita la maldad de los padres hacia los hijos hasta una tercera y cuarta generación.

La contaminación del espíritu humano

2 Corintios 7:1 dice: “así que, amados, teniendo tales promesas, limpiémonos de toda contaminación de carne y de espíritu, perfeccionando la santidad en el temor de Dios.

La iglesia por años se ha enfocado a tratar de limpiar la contaminación de la carne, pero nunca pensamos en limpiar la contaminación de nuestro espíritu. Hemos ignorado totalmente la contaminación que viene a través del espíritu. Y esto es iniquidad. Veamos lo que dice Malaquías 2:16 “…guardaos pues en vuestro espíritu y no seáis desleales.” Esto está diciendo aquí que la deslealtad matrimonial está afectando al espíritu. Cuando Satanás concibe esto pensamiento torcido de lo que era Dios, Satanás era espíritu.
La iniquidad entra espiritualmente al corazón de este arcángel Luzbel.

Es la sangre en nuestro organismo la que contiene la vida del espíritu. Nosotros somos espíritu pero en nuestra sangre está contenida la vida. Cuando el óvulo es fecundado por el espermatozoide. Solamente el padre puede transferir sangre, la madre no transfiere sangre. La sangre del padre, entra y concibe fecundando el óvulo, en ese momento el espíritu del hombre va a entrar a formar parte de óvulo fecundado que será el embrión en formación. Y es en ese momento que el espíritu viene puro, perfecto de parte de Dios, es contaminado por la iniquidad del padre y la herencia espiritual de una persona comienza a imprimirse en el espíritu puro y perfecto que venía de parte de Dios.

Salmos 51:5 dice: “He aquí, en maldad (Iniquidad) he sido formado, y en pecado me concibió mi madre.”

Quiere decir que ese espíritu puro y maravilloso de Dios, al tener contacto con la sangre del padre, humanamente hablando, es transferido todo ese torrente de iniquidad. En este momento es visitada, o sea pasa la iniquidad del padre al hijo. (Esto es una Herencia)

La iglesia del siglo XX había perdido la capacidad de entender el espíritu del hombre, pero la revelación en esta era apostólica está trayendo conocimiento e iluminación sobre el espíritu del hombre y por fin estamos encontrando la raíz de nuestros males cotidianos.

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LAS MUJERES Y LA BIBLIA


Es una mentira decir que la mujer no está preparada para asumir un papel de liderazgo en la iglesia. Las normas culturales y religiosas, al igual que las tradiciones creadas por el hombre, han ayudado a propagar esta mentira, pero a pesar de los argumentos que digan lo contrario,no está apoyada por las Escrituras.


¿Creía Jesús que la mujer podía dirigir?

Este fuerte prejuicio de la iglesia contra la mujer en el liderato es muy particular cuando examinamos las actitudes de Jesús hacia las mujeres que lo siguieron. Jesús afirmó la igualdad de la mujer en medio de una cultura que le negaba sus derechos humanos básicos. Las llamó a ser sus discípulas aun cuando los líderes religiosos enseñaban que era vergonzoso instruir a la mujer.

Todavía más intrigante: esta es la primera ocasión registrada en la que Cristo comisionó a alguien a evangelizar más allá de los estrechos confines de la comunidad judía ortodoxa. Para de la tierra" (He. 1:8), envió ¡a una evangelista a predicar!

Debemos recordar el contexto cultural de este pasaje. En la Palestina del tiempo de Cristo, y de hecho en todo el mundo romano, se les enseñaba a los hombres que no se debía confiar en el testimonio de una mujer porque estas se consideraban ignorantes y fáciles de engañar. Sin embargo, ¿a quién escogióJesús para revelarle primero su resurrección? Y ¿a quién comisionó primero para decirles a otros que había triunfado sobre la tumba? ¿No fueron acaso sus valientes mujeres discípulas las que estuvieron dispuestas a identificarse con su muerte mientras que sus seguidores varones se escondían de los perseguidores? e "lugar" en la vida que Dios ordenó para ella. Es un lugar de servicio invisible y de influencia divina pero callada en sus hijos y el hogar, o quizás en el salón de cuna de la iglesia, la Escuela Dominical o un estudio bíblico de mujeres.


María, la hermana de Moisés, la vemos como profetisa en Éxodo 15:20-21. Además, es la primera persona en el Antiguo Testamento que vemos dirigiendo la adoración congregacional.

* Hulda. Después de cincuenta años de paganismo y adulterio espiritual en Israel, el rey 
Josías asumió el trono y redescubrió el libro de la ley que estaba escondido en el templo.

Cuando lo leyeron en voz alta, inmediatamente se arrepintió y se volvió al Señor, y mandó a buscar con el sumo sacerdote a un fiel seguidor de Dios que pudiera hablar por él. ¿A quién se volvieron? A Hulda (vea 2 R. 22:14), una profetisa que obviamente había permanecido fiel al Señor durante uno de los períodos más oscuros de la historia de Israel. No sabemos mucho de ella, pero el hecho de que Hilcías, el sumo sacerdote de Israel, y sus asociados la hayan buscado para hacer su petición al Señor evidencia que había ganado la reputación de oír el mensaje de Dios.

* Ester. Aunque no ocupó una posición de autoridad eclesiástica, su vida prueba que Dios puede y usa a la mujer en puestos estratégicos para adelantar sus propósitos. De hecho, él escogió a esta joven judía y la colocó en una posición de intercesora y libertadora. Sus oraciones y valientes acciones literalmente salvaron a su pueblo del genocidio. Pero, ¿cuántos hombres en nuestras iglesias están dispuestos a ser como Mardoqueo, y retan a estas mujeres hablar?

* Febe. Pablo recomendó a esta mujer a la Iglesia de Roma y les pidió que "la recibieran en el Señor". Aunque se hace referencia a ella como diakonos, la palabra griega para diácono, en algunas versiones de la Biblia se traduce como sierva. Pero es más acertado colocarla en la categoría de diaconisa, con hombres como Esteban y Felipe, ya que la misma palabra griega se usa para describirlos a ellos. Al Pablo recomendar a Febe a la Iglesia romana es una forma de otorgarle autoridad apostólica, y obviamente esperaba que los primeros cristianos siguieran  sus instrucciones cuando ella llegara. Fue enviada por Pablo para llevar a cabo planes  específicos, muy posiblemente relacionados con el evangelismo y plantar iglesias.



* Priscila. Junto a su esposo, Aquila, esta mujer fue una reconocida trabajadora de la primera 
iglesia. Esta pareja ayudó a iniciar el ministerio apostólico de Apolos (vea He. 18:26). También sería seguro decir que operaban como apóstoles, ya que Pablo se refiere a ellos en Romanos16:3 como "mis colaboradores en Cristo Jesús". También se nos dice que tenían una iglesia "en su casa" (vea Ro. 16:5) y que esta valiente pareja "expuso su vida" por salvar la de Pablo 
(v.4).


* Las hijas de Felipe. En Hechos 21:9 se nos dice que Felipe el evangelista tenía cuatro hijas que eran "profetisas". El término "profetisa" que se usa aquí viene de la misma raíz usada en Hechos 15:32 para describir a dos profetas, Judas y Silas. No sabemos nada de ellas, pero podemos asumir que su influencia era lo suficientemente importante como para ser  mencionadas en el relato bíblico. Es obvio que hablaban en público y que sus palabras tenían 
el mismo nivel de autoridad que las de Agabo, un profeta descrito en el mismo pasaje. En esencia, las hijas de Felipe eran predicadoras que gozaban de un alto respeto por sus ideas espirituales y sus abundantes dones.


* Loida y Eunice. El apóstol Pablo elogia a estas dos mujeres, la madre y abuela de Timoteo, por darle forma al ministerio de este joven a través de su instrucción y ejemplo. Aunque es un pasaje confuso, es uno crucial porque en la actualidad muchas iglesias usan las cartas de Pablo a Timoteo para justificar políticas descaminadas que limitan el alcance del ministerio de la mujer. Es irónico que la gente tergiverse las palabras de Pablo en 1 Timoteo 2:12 ("Porque no permito a la mujer enseñar...") para prohibirle a las mujeres que le enseñen a los hombres cuando en 2 Timoteo 1:5 ¡elogia a Loida y Eunice por enseñarle su fe!


* Junia, el apóstol. La referencia de Pablo a esta mujer en Romanos 16.7 a creado tremenda controversia en años recientes. Como se hace referencia a ella como apóstol, los expertos en  la Biblia y los traductores han asumido que no puede ser una mujer debido a que estas no podían ejercer ese rol. Por esta razón el nombre se traduce con frecuencia "Junias" o se considera una forma abreviada del nombre "Junianus". Los intentos por cambiar el género de 
Junia no comenzaron hasta el siglo XIII, luego de que el nombre fuera poco común entre los europeos. Cualquiera en el primer siglo hubiera reconocido con facilidad el nombre Junia como un nombre latín común para una mujer.


Hay algunos ejemplos adicionales de mujeres que tuvieron posiciones de autoridad espiritual en la iglesia del Nuevo Testamento. Como Jesús, el apóstol Pablo tenía en las primeras filas discípulas a las que había comisionado a predicar y evangelizar. ¿Dónde están las mujeres que "comparten la batalla" del ministerio apostólico de hoy? Qué trágico que la Iglesia del siglo  XXI no le haya dado el poder a un ejército completo de mujeres con la autoridad necesaria para  tomar ciudades y naciones para Cristo.


¿Quién dijo que la mujer no podía dirigir?



El profeta Joel predijo que un día el Espíritu Santo sería derramado sobre la Iglesia, y que como resultado "vuestros hijos e hijas profetizarán" (vea Jl. 2:28). Este pasaje indica claramente que cuando comenzara la era neotestamentaria, tanto hombres como mujeres recibirían el poder y la comisión de llevar el mensaje del Evangelio al mundo. El Espíritu Santo de Dios no se quedaría solamente en individuos aislados como era el caso bajo el antiguo pacto. En la era pentecostal, todos los creyentes, sin importar sexo, raza o nivel social, tendrían un total acceso a las gracias del Espíritu y llevarían la Palabra de Dios.


Si la predicación se limitara a los hombres, Joel no hubiera mencionado a las hijas en la profecía. En lugar de esto hubiera dicho: "En los últimos días, derramaré de mi Espíritu y sus hijos profetizarán mientras que sus hijas servirán calladamente en un segundo plano y oraran por los hombres."


Esto no es lo que dice la Biblia. ¡Establece con claridad que la mujer predicará! Que dirigirá. Que estará en las líneas delanteras del ministerio. Como Débora, llevarán la iglesia al territorio enemigo y verán cómo Dios da la victoria. Como Ester, no se quedarán calladas. Como Febe, colaborarán con los apóstoles para establecer iglesias y llegar a regiones sin evangelizar.


Si esta es la orden clara de Joel 2:29, ¿por qué las iglesias se enorgullecen en adherirse fielmente a una traducción literal de la Biblia que lo rechaza? No hay fundamento bíblico para la creencia popular de que predicar y profetizar son únicamente dones masculinos. Ambos sexos tienen el llamado a ministrar en el poder del Espíritu Santo y contristamos a ese Espíritu cuando le restringimos su completo fluir prohibiendo a la mujer que predique la Palabra de Dios o que use sus talentos para el servicio de él. Responderemos ante Dios por limitar el fluir de su Espíritu a través de mujeres que han sido llamadas para hablar en Su nombre.


No hay ninguna base bíblica para la idea de que la mujer no puede levantar su voz contra el prejuicio, retar al pecado en la iglesia o llamar a los pecadores al arrepentimiento. La Biblia no exige en ninguna parte que cuándo la mujer predica, profetiza, dirige la adoración, ofrece seminarios, planta iglesias, comienza centro de rehabilitación de drogas, ministra en las cárceles o predica sermones debe hacerlo con menos pasión que el hombre. Entonces, ¿por qué tantos cristianos, aun en el siglo XXI, todavía creen que la mujer que predica con denuedo la Palabra de Dios es "masculina" o "está fuera de orden"? En más de una ocasión he escuchado a ministros sugerir sarcásticamente que si una mujer predica con un estilo autoritario debe ser lesbiana, porque, según ellos, "quieren hacer el trabajo de los hombres".


Debemos entender que la Biblia no aprisiona a la mujer en el molde estereotipado de una persona inútil y callada. Proverbios 8:1-11 declara: "Oh hombres, a vosotros clamo; dirijo mi voz a los hijos de los hombres" (v.4). No sólo predica con autoridad, si no que hay hombres en la audiencia. Esta alegórica mujer no está dirigiendo un estudio bíblico en su casa. Está evangelizando a los hombres en la plaza central de una ciudad importante. Sin embargo, ¿cuántos líderes le dirían que se callara y se sentara? ¿Cuándo pararemos de sofocar al Espíritu Santo negándole a nuestras hermanas su derecho a profetizar? Mantenerlas calladas es sacar de frecuencia la voz del Espíritu. Rechazar su liderazgo es rechazar al Señor. Por siglos el hombre ha interpretado mal la Biblia para mantener a la mujer en silencio. Pero el mensaje de las Escrituras es claro: Dios ha llamado a Sus hijas a profetizar.

¡DEJEN QUE LAS MUJERES PREDIQUEN!