EL MINISTERIO DE LA MUJER

Quienes se oponen al ministerio de las mujeres en la Iglesia, generalmente pasan por alto una de las enseñanzas más importantes de Cristo: Su condena de las estructuras de poder y de la jerarquía. 

Esta enseñanza era clave en Su ministerio, porque se repite en los cuatro Evangelios, y en ocasiones se menciona más de una vez: "Entonces Jesús, llamándolos, dijo: Sabéis que los gobernantes de las naciones se enseñorean de ellas, y los que son grandes ejercen sobre ellas potestad. 

'MAS ENTRE VOSOTROS NO SERÁ ASÍ', sino que el que quiera hacerse grande entre vosotros será vuestro servidor, y el que quiera ser el primero entre vosotros será vuestro siervo; como el Hijo del Hombre no vino para ser servido, sino para servir, y para dar su vida en rescate por muchos". 

Aquellos que defienden la subordinación de la mujer raramente mencionan esta importante enseñanza de Cristo en los debates acerca de las mujeres en la Iglesia y en el hogar. Tales personas casi siempre se inclinan por la jerarquía, dicen que en la Biblia la encontramos en muchísimos lugares (cuestionable), y nunca se enfrentan a la rotunda condena que Jesús hizo de la jerarquía. 

Ellos argumentan que encontramos jerarquía en el listado que Pablo hace de los nombramientos de Dios para la Iglesia. El listado es el siguiente: apóstoles, profetas, maestros, milagros, sanidades, ayudas, administraciones, lenguas. Si esto es una jerarquía (algo que el texto NO indica), ¿dónde están entonces los pastores? Ni siquiera están en la lista. Los pastores aparecen en la lista de Efesios 4:11 después de los apóstoles, profetas y evangelistas. Los profetas aparecen en segundo lugar en ambas listas. 

En el Nuevo Testamento tenemos mujeres profetisas, las hijas de Felipe y Ana que estaba en el Templo cuando Jesús fue presentado. Ahora bien, si se sigue la teoría de los opositores al ministerio femenino en la Iglesia, las mujeres profetas están en la escala jerárquica por encima de los pastores y los maestros. Es improbable que Pablo estuviera pensando en una jerarquía, pues conocía demasiado bien las enseñanzas de Jesús. El propósito de 1 Corintios 12, era más bien, enfatizar la unidad y la interdependencia de los miembros del Cuerpo de Cristo: lo opuesto a la jerarquía. 

No obstante, quienes se oponen al ministerio de la mujer en la Iglesia señalan que la profecía es diferente a la predicación o a la enseñanza porque la profecía no es el resultado de la preparación o el pensamiento del ponente. 


Por tanto, las mujeres profetisas del Antiguo y Nuevo Testamento no violan la "interpretación" que ellos hacen de 1 Timoteo 2:12, que dicen niega el permiso a las mujeres de enseñar a los hombres. Pero, ¿acaso profetas como Moisés, Isaías, Miqueas, Débora, Hulda y otros profetas no utilizaron su razonamiento cuando profetizaban? Si interpretamos sus profecías con sentido común, veremos que sí lo utilizaron. Miqueas escribe en 3:8: "Yo, en cambio, estoy lleno del poder del Espíritu del Señor, y de juicio y de valor, para dar a conocer a Jacob su rebelión y a Israel su pecado". Sabía por qué estaba profetizando y en el poder de quién hablaba. 

Esto no suena como si Dios le "dictara" las palabras que debía decir sin dejar lugar a la capacidad pensante de Miqueas. Más bien, muestra que el Espíritu de Dios le llenaba de energía para proclamar el mensaje de Dios. Los que se oponen al ministerio de la mujer en la Iglesia dicen que no hay ejemplos bíblicos de mujeres que enseñaran en la asamblea, o a un grupo de personas. No obstante, en el Antiguo Testamento, Hulda la profetisa llevó el mensaje de Dios 'AL SUMO SACERDOTE Y A VARIOS HOMBRES QUE ESTABAN CON ÉL'. Las mujeres que fueron al sepulcro "enseñaron" el mensaje de la Resurrección al grupo de discípulos reunidos, que no les creyeron porque las mujeres no eran consideradas testigos creíbles en la cultura judía de aquellos tiempos. 

Quienes adversan el ministerio de la mujer en la Iglesia dicen que no hay mujeres evangelistas en el Nuevo testamento. Pero la mujer samaritana parece ser la primera mujer evangelista de la Historia: "Y en aquella ciudad, muchos de los samaritanos creyeron en Él por la palabra de la mujer, que daba testimonio" (Juan 4:39). Su testimonio estaba dirigido a un grupo de personas (4:28). Por otra parte, Hechos 9:2 indica que Saulo quería arrestar tanto a hombres como mujeres creyentes. ¿Por qué se iba a preocupar de las creyentes si no evangelizaban ni extendían el Evangelio? 1 Corintios 14 parece decirnos lo mismo en cuanto a los profetas del Nuevo Testamento. En el versículo 3 dice: "El que profetiza habla a los hombres para edificación, exhortación y consolación". 

Los versículos 24-25 parecen mostrar los efectos evangelizadores de la verdadera profecía, porque cuando un no creyente entra en la asamblea y oye a alguien profetizar "los secretos de su corazón quedarán al descubierto, y él se postrará, y adorará a Dios, declarando que en verdad Dios está entre vosotros". La disminución que quienes se oponen al ministerio de la mujer en la Iglesia hacen de la profecía no dice mucho de los profetas del Antiguo y del Nuevo Testamento, pero indica hasta dónde son capaces de llegar algunos para apoyar una "interpretación" tan particular de 1 Timoteo 2:12. 


El concepto de mantener a las mujeres en un lugar restringido va en contra de la "libertad en Cristo" que Jesús demostró y que Pablo predicó. Invalida el evento de Pentecostés, que se suponía que iba a inaugurar la "nueva vida" que Cristo vino a traer: una vida en la que la discriminación de clases, raza, sexo y edad NO tendrían lugar. La Iglesia cristiana NO nació para ser una versión revisada del judaísmo. Tenía que ser "vino nuevo" en un odre nuevo. Por desgracia, algunas congregaciones se parecen más a las sinagogas judías dominadas por los hombres que a la Iglesia de Jesucristo llena de Su espíritu, que honra y utiliza todos los dones de TODOS los creyentes. 

En Gálatas, Pablo proclamó la libertad en Cristo para todos los hombres y mujeres. Advierte a sus lectores que tengan cuidado con los que quieren imponer el yugo del legalismo judío. Ilustró esta idea haciendo referencia a Sara (la madre del libre) y a Agar (la madre del esclavo). Escribe: "Así que, hermanos, no somos hijos de la sierva (Agar), sino de la libre (Sara). Para libertad fue que Cristo nos hizo libres; por tanto, permaneced libres y no os sometáis otra vez al yugo de esclavitud" (Gálatas 4:31, 5:1). 

Las restricciones legalistas como las que quienes se oponen al ministerio de la mujer en la Iglesia proponen frecuentemente, son un yugo de esclavitud para las mujeres cristianas y para la Iglesia de Cristo. Jesucristo vino a liberarnos de toda atadura, incluso la atadura machista que ha perjudicado a la Iglesia a través de los siglos.

DIOS BUSCA TU DISPOSICION

Dios usa métodos inusuales, fuera de lo común, incluso insignificantes ante los ojos de algunos, para hacer lo que él quiere hacer en tu vida. Eso que otros podrían menospreciar es lo que Dios usa para provocar la transformación que tiene que haber en ti.
En Hechos 9, vemos el momento del encuentro de Saulo con Dios. Este hombre tenía cartas que le autorizaban a perseguir a los cristianos. Lo que hacía, lo hacía entendiendo que era lo correcto. Pero, en el camino, mientras él no buscaba a Dios, Dios lo estaba buscando a él; Dios se encontró con él, y su vida cambió para siempre. Dios le dio un nuevo destino.
Lo interesante es que Dios usa a una persona que, ante los ojos de algunos, podría ser alguien insignificante, Ananías, para que llegara hasta donde estaba Saulo. Ananías sabía quién era Saulo; sabía que perseguía a los creyentes, por lo que tenía miedo. Aún así, Ananías obedeció.
En el verso 10, se nos presenta a Ananías como un discípulo. No se nos presenta con un gran nombre, con un gran título, con una gran posición, pero se nos presenta a un hombre que estaba dispuesto a ir a tocar la vida de alguien que estaba experimentando un giro de 180 grados.
Cuando Dios fue a ungir a Saulo, no buscó a un apóstol para ungirlo. Y esa es una de las cosas que les molesta a los religiosos, que creen que son ellos quienes tienen que ungirte y quienes pueden decirte que van a hacer contigo. Tú no tienes que esperar por una autoridad más grande aquí en la tierra. Dios quiere hacer contigo lo que él quiere, como él quiere y cuando él quiere.
Dios le envió a Saulo, a un simple discípulo que estaba orando.
Dios va a comenzar a enviar a tu vida gente simple, en los momentos precisos, para mostrarte el camino hacia donde Dios quiere llevarte y, más aún, tú debes convertirte en un Ananías. Debes buscar a aquellos que han estado caídos en el camino, los Saulos de la vida.
Cuando Ananías llegó donde Saulo, se refirió a él como “hermano”. No llegó con grandes profecías o palabrerías, sino que le dijo: Hermano. En los momentos de un giro 180, tú lo que necesitas es un hermano.
¿Has sido tú un hermano para alguien? Seguramente, hay alguien en tu vida que no está viendo lo que Dios quiere hacer en su vida, y todo lo que necesita es que tú puedas acercarte y decirle: Hermano.
Saulo era un hombre de autoridad. Tenía pasión, tenía poder; pero tiene una experiencia en el camino que lo hace dependiente de otro. No podía ver bien lo que pasaba. Dice la biblia que lo llevaban de la mano. Y así lo llevaron hasta Damasco y, ya en aquel lugar, Dios lo que envió fue un hermano.
Las cosas más grandes en tu vida no necesariamente van a llegar por el pastor, sino que pueden llegar por los hermanos. No hace falta que el pastor vaya a tu casa para que tu vida cambie. Si va el hermano correcto, tu vida puede cambiar.
Para que el llamado de Dios se manifieste en ti, lo que hace falta es alguien con corazón de hermano.
De la misma manera, Dios te va a hacer a ti un Ananías para otro. Tú vas a poder tomar de la mano a alguien y explicarle lo que le está pasando, porque tú lo pasaste ya un día. Un día tuviste que caer rendido a los pies del Señor. Tu vida iba hacia una dirección y, de repente, ya no sabías para dónde ibas, quedaste ciego, pero te encontraste con Dios y él cambió tu vida. Te convertirás en ese Ananías que levantará los nuevos Saulos que cambiarán la historia.
La pregunta es: ¿Estarás tú en la disposición de que Dios te use?

ROMPECABEZAS

Imagine usted que está armando un rompecabezas y tiene muchas piezas pequeñas, pero otras no tanto, lo interesante es el ver y el entender como todas van encajando una con la otra y entre más avanza, mas sentido hace la imagen del mismo, y cada vez que avanza, mas se emociona ante el hecho de terminar pronto, solo que de repente se da cuenta usted de que le falta una pieza y no solo no puede terminar de armar el rompecabezas sin esa pieza, sino es una pieza central y de las mas importantes de todo el rompecabezas. 

Cuando busca, se percata usted que la pieza que le falta y que es esencial para armar su rompecabezas está en otro rompecabezas que armó previamente, y no solo eso, no tiene la forma para encajar en ese rompecabezas donde está, al tratar de quitar esa pieza de donde está, ésta se resiste y se aferra a permanecer donde está, pues dice sentirse más cómoda donde se encuentra, pues ahí se siente "en casa", inaudito, no? 

Este será solo un ejemplo, pero es justo de la manera que suceden las cosas entre Dios y los hombres, Dios está armando el rompecabezas de la eternidad, pero el hombre prefiere pertenecer al rompecabezas de la tierra y lo efímero. La Biblia nos enseña muchas cosas, entre ellas, y por difícil que nos parezca entenderlo, el hecho de que no somos de éste mundo, los extraterrestres somos nosotros, pero por alguna extraña razón nos aferramos a vivir aquí y a actuar como si perteneciéramos aquí, a pesar de que con ello contradecimos todo lo que está escrito en la Biblia. La Biblia nos dice claramente que hemos venido a esta tierra a conquistarla y posteriormente a entregarla a Dios, pero nos hemos dejado conquistar por el mundo y pedimos a Dios todo el tiempo que nos de cosas y propicie situaciones para que el mundo nos sea más cómodo!, y luego nos asombramos porque no recibimos respuestas de Dios, ridículo, no? Santiago el Apóstol entendió esto, por tanto escribió "!!Oh almas adúlteras! ¿No sabéis que la amistad del mundo es enemistad contra Dios? Cualquiera, pues, que quiera ser amigo del mundo, se constituye enemigo de Dios", en otras palabras, el hecho de rechazar nuestra naturaleza nos hace enemigos de Dios. (Santiago 4:4) 

Y esto lo hacemos tan natural y sin darnos cuenta, aun en nuestra oración, cuando decimos "venga a nosotros tu Reino", o bien al declarar "tuyo es el Reino", la mayor parte del tiempo lo hacemos como si habláramos de algo ajeno y distante, que parece bueno para nosotros, pero que viene de un lugar al que no pertenecemos, pero no es así, por el contrario, al entender que aquello que pedimos a Dios que traiga a la tierra es de nuestra misma naturaleza y que nosotros somos parte de ese Reino que declaramos suyo, nos entendemos como parte de su propiedad, su propósito y su voluntad, por tanto al cerrar con "broche de oro" nuestra oración al decir "tuyo es el Reino", no estamos haciendo otra cosa que rendir nuestra voluntad a Él y entender que estamos dispuestos a ser parte de su plan. 

 Es por eso que hago tanto hincapié al decir que orar y pedir no es lo mismo, pues al pedir, centramos nuestra conversación con Dios en nosotros y en lo que nos ata al mundo, pero al orar, entendemos que nuestra oración nos acerca al plan perfecto de Dios y que tiene que ver mas con lo que escuchemos de Él que lo que tengamos que decirle, nuestra obediencia es la mejor respuesta. 

 Por tanto le voy a invitar a que medite al orar conforme al Padre nuestro, realmente se considera usted parte de ese famoso "Reino" del que habla en 2 ocasiones durante su oración, o sigue usted repitiendo vanamente una oración que pareciera a invitar a un Dios ajeno y lejano a hacerse presente para cumplir sus caprichos? Al momento de pertenecer al Reino adquirimos sus privilegios que son mas que las responsabilidades, solo que puede usted salirse al momento de perder de vista a quien pertenece y como es que funcionan las cosas en ese Reino. 

 Por favor no sea esa pieza del rompecabezas que prefiere ser parte de otro rompecabezas en el que no encaja, recuerde que Dios nos dio un libre albedrío, en una de esa Dios lo deja en ese rompecabezas en el que usted prefiere estar y se pierde de todas las cosas buenas que Él preparó con antelación para quienes pertenecemos al rompecabezas de la eternidad.

AMISTAD CON DIOS

¿Qué encontró Dios en Abraham que no encontró en otra persona?  En Génesis 18:17 vemos al Dios Todopoderoso, al Dios Omnipotente que va a tomar una decisión sobre Sodoma y Gomorra.  Por un instante se detiene y dice ¿Encubriré yo a Abraham lo que voy hacer?   
Dios no quería encubrirle nada a Abraham, porque siempre le había demostrado a Dios que lo que le pidiera lo haría, por amor a Él.  Esto, Abraham lo enseñaría a su descendencia, la cual sería una gran nación. La decisión de encubrirle su plan a Abraham podía afectar su amistad.  Cuando Dios le dice sus planes, Abraham le pregunta ¿Destruirás también al justo con el impío?  Le hace esta pregunta porque nunca había visto a Dios destruir y condenar algo. Entonces comienza Abraham a interceder por aquellas personas. Al no haber encontrado allí a alguien justo, Dios destruye a Sodoma y Gomorra.  Pero, Abraham y su familia se salva
ron.
Al Dios consultar con su amigo Abraham lo que iba hacer, personalmente creo no se trataba de Sodoma y Gomorra, se trataba del carácter de Abraham.  Era como Dios diciéndole, Abraham si te mantienes justo, tendré misericordia.  Enséñales a tus hijos, a tus próximas generaciones que si tienen fe, son justos e interceden yo tendré misericordia.
Lo que nos muestra la biblia es el cuidado de Dios para con su amigo Abraham.  Tuvo cuidado de esto, porque la última vez que tuvo amistad con el hombre, apareció la serpiente y le cambió la imagen de Él.  Es por esto, que Dios le pregunta a Adán ¿quién te dijo que estabas desnudo y que te escondieras? En otras palabras, ¿quién ha dañado nuestra relación de amistad?  Dios tiene cuidado de lo que pensamos de Él para que la relación vaya en el nivel correcto y no se afecte.
Dios le estaba mostrando a Abraham que la misericordia de Él se activa por la justicia de tan solo un hombre.  Un verdadero amigo de Dios es el que entiende que el poder de intercesión sale del corazón de Dios.  Interceder no es para pedir por necesidad propia, sino también pedir por otros, misericordia.  Un intercesor tiene que ser amigo, porque es el amor de un amigo que es capaz de interceder por misericordia. 
Abraham fue amigo de Dios porque no había nada que Dios le pidiera que él no lo hiciera.  La única razón por la cual Dios le pidió a Abraham que le entregara su hijo, fue porque era su amigo.  Tan solo a un amigo tú le pides algo de tanto valor. 
¿Hay algo en ti que Dios no te pueda pedir?  ¿Has llegado al nivel de relación con Dios que todo lo que pida se lo vas a dar?  No es suficiente que tú lo sepas, es menester que se lo dejes saber.
Debes entender que para aumentar tu relación con Dios, no debe haber nada en tu vida que no seas capaz de entregar y sacrificar.  Es un nivel de relación de amistad sin temor de sacrificar, porque conoces su gran amor, conoces su gran misericordia.

HUELLAS

“Mis pies han seguido sus pisadas;
Guardé su camino, y no me aparté.” Job 23:11
Una huella es una marca que dejas en algún lugar o cosa. ¿Has pensado alguna vez en la importancia de lo que haces? ¿Has pensado que tu huella puede trascender en el corazón de una persona y marcarlo para siempre? Es tan importante entender que nuestra vida está dejando huellas en los demás. El anhela usarnos para ser una influencia para Su Gloria.
Para dejar huellas en la vida de otros, primeramente nosotros tenemos que transitar en las huellas que nuestro Señor nos ha dejado:
“Pues para esto fuisteis llamados; porque también Cristo padeció por nosotros, dejándonos ejemplo, para que sigáis sus pisadas;” 1° Pe.2:21
NO debemos poner nuestros pies en otras huellas que no sean las de nuestro Señor. Es verdad que esto tiene una demanda muy grande, pero ninguna otra cosa traerá más satisfacción a la vida que el seguir sus huellas.
I. SIGUIENDO LAS HUELLAS DEL SACRIFICIO 1° Pe.2: 21. El sufrimiento nos es común a todos. En Cristo tenemos el ejemplo de sacrificar su gloria eterna, aquella que tuvo con el Padre antes que el mundo fuese, para hacerse como uno de nosotros. Este ejemplo que tenemos en él para seguir sus pisadas nos introduce en un desafío cotidiano.
II. SIGUIENDO LAS HUELLAS DE LA OBEDIENCIA
La obediencia de Jesús le llevó a la cruz… Filipenses 2:5-8 .

“Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, y tome su cruz cada día, y sígame”. (Mt.16:24).
No podía ser de otra manera. La vida de Jesús como ejemplo a seguir está enmarcada dentro de estas demandas, solo que “su yugo es fácil y ligera su carga”. ¿Lo seguimos de esta manera?
¿COMO PUEDO SEGUIR SUS PISADAS?
  • En comunión con Él. Juan 15: 1-5
  • En integridad. 1° Crónicos 29:17
  • En santidad diaria. 1° Pe.1:16
  • En entrega: Primero a Dios, para poder hacerlo luego a los demás. Fil.2, 3:7-9
No hay mayor satisfacción que seguir las pisadas del Maestro.