COMPAÑERISMO = TERAPIA



Nuestras vidas se pueden comparar con un terreno sembrado de minas adormecidas dispersas que limitan su utilización para la siembra. Algunas de estas minas son más antiguas y están enterradas más profundamente. La mayoría fueron sembradas durante nuestros primeros años de vida como resultado de experiencias desagradables vividas o por falta de cierto tipo de vivencias positivas no recibidas, o debido a tendencias genéticas heredadas o conductas aprendidas. Estas minas activas enterradas hacen que nos sintamos tensos, irritables, enojados, deprimidos, inseguros, a veces, inalcanzables e inaguantables.

Por años las personas-especialmente los seres amados más cercanos-han tenido que lidiar con mucha cautela, temerosos de desatar temperamentos volcánicos expresados a través de... "No me hables ahora"... ¿Por qué me hablas con ese tono?... "No me hables mientras como... mientras manejo... mientras veo el partido de fútbol... cuando estoy cansado... preocupado... etc. "Tú sabes que eso me enferma". "Tú sabes cómo me enoja que me digas...que hagas...o que no hagas...". y muchas de esas expresiones surgen a menudo en las querellas recurrentes. ¿Le parece familiar lo descrito? Invariablemente, alguien o algo detonará una de esas minas activas. Según el estado emocional del individuo la mina estallará con tremendas repercusiones causando mucho daño en las relaciones más cercanas. De igual modo, esto provocará a otras minas cercanas, adormecidas, empeorando las relaciones ya debilitadas. También pueden ser afectados trabajos estresantes, condiciones de salud crónicas y estados espirituales ya desecados. El surgimiento de estos síntomas a menudo nos estimula a buscar orientación profesional, a veces por presión o decisión drástica de nuestros cónyuges, jefes, u otros.

Al comienzo, en la terapia se utilizan primeros auxilios emocionales tales como manejo del estrés a través de técnicas de relajación, para proveer calma y estabilización, y así permitir que el individuo pueda continuar funcionando en el trabajo, en las relaciones familiares y en otras responsabilidades. Al mismo tiempo se van sondeando "minas" interpersonales y sus posibles orígenes. Una vez identificada, refiero a la mayoría de mis pacientes a un proceso de oración especializado a través del cual se irán desactivando las minas más sobresalientes. Éste es un componente críticos del proceso terapéutico.
¡Recordemos que Cristo es quien sana! (Lc 4:40). Los individuos de diferentes creencias religiosas-aún os que profesan no tener alguna-se han beneficiado significativamente de estos procesos de oración salutógenos. Es bueno recordar que no todos aquellos que fueron sanados por Jesús regresaron a él., y aun así siguieron sanos. La gracia de Dios es para todos y no tiene límites, sino los que le ponemos nosotros.

A esta altura, los individuos al ser tratados continúan con la psicoterapia para el seguimiento debido, para la limpieza, el relleno del terreno desminado de sus vidas, preparándolos para un mejor y más fructífero usos en el futuro. Los cambios comienzan a ocurrir tanto en los patrones de pensamiento como en los de comunicación y conducta. Las relaciones dañadas y fracturadas comienzan a ser reparadas y mejores destrezas y actitudes son desarrolladas por las personas. Simultáneamente se recomiendan ayudas diversas índoles tales como participación en varios grupos de apoyo-AA, AlAnon, COA, círculos de oración, estudios bíblicos, células de compañerismo, así como ejercicio físico, nutrición apropiada, terapias de masajes, aromaterapia. En ciertos casos, también se recomiendan los medicamento bajo supervisión médica adecuada.

Todo esto forma parte del plan integral de tratamiento. La duración de este proceso depende tanto del nivel de compromiso del cliente, de sus recursos emocionales, espirituales, y del apoyo que tenga esa persona en su comunidad.

Todo ser humano desea pertenecer a una familia en la cual ser afirmado y amado. Nuestras congregaciones y parroquias pueden proveer el compañerismo, el cuidado tierno y acogedor indispensable para facilitar una rehabilitación efectiva, promover el cultivo de vidas libre de minas, y propiciar la madurez emocional por medio de servicio y ministerio con significado trascendente. Las palabras de San Pablo (una paráfrasis de Ro 12:2) "no nos conformemos a lo que hemos sido siempre en el pasado, sino seamos transformados por la renovación de nuestra mente" acompañan este plan de tratamiento clínico basado en los resultados de estudios en la neurociencia. ¡No es en vano que Cristo promete vida y vida en abundancia!

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