EL 40 EN LA BIBLIA

A lo largo de la Biblia, el número cuarenta representa limpieza y purificación. El diluvio, en tiempos de Noé, necesitó cuarenta días para limpiar la tierra de maldad. 
La vida de Moisés podría dividirse en tres épocas distintas de cuarenta: él pasó cuarenta años en Egipto, cuarenta años en el desierto, y cuarenta años librando y llevando al pueblo de Dios a la Tierra Prometida. Él también ayunó durante cuarenta días en dos ocasiones: la primera vez, mientras recibió la Ley de Dios en forma de los Diez Mandamientos, y, la segunda vez, intercediendo por el pecado del pueblo. Cuando Jonás fue enviado a Nínive, les dio a los habitantes de aquella ciudad cuarenta días para arrepentirse o esperar juicio. La Biblia registra: “Y los hombres de Nínive creyeron a Dios, y proclamaron ayuno, y se vistieron de cilicio desde el mayor hasta el menor de ellos” (Jonás 3:5). El rey llamó a toda la tierra a ayunar, y dijo: “Hombres y animales, bueyes y ovejas, no gusten cosa alguna; no se les dé alimento, ni beban agua; sino cúbranse de cilicio hombres y animales, y clamen a Dios fuertemente; y conviértase cada uno de su mal camino, de la rapiña que hay en sus manos” (vv. 7-9). Su humildad, arrepentimiento y adoración fueron enviados por Dios, y ellos fueron recompensados con misericordia en lugar de juicio. Después de derrotar a cuatrocientos cincuenta profetas de Baal y ordenar su ejecución, Elías huyó al desierto para escapar de las amenazas de muerte de Jezabel. Dios envió un ángel para alimentarlo y cuidarlo mientras él descansaba. Cuando él hubo comido la comida que el ángel preparó para él, se pasó los siguientes cuarenta días sin comida. Durante ese periodo, habló con Dios y recibió nueva dirección. Sus inseguridades y dudas fueron disipadas, y la opresión del enemigo fue quebrantada. Sin embargo, hay más. La palabra que Elías recibió durante ese ayuno de cuarenta días afectó hasta a la generación siguiente. Él siguió la instrucción de Dios de ungir a Eliú, Eliseo y otros más para terminar la obra, y Jehú recibe el mérito de la total destrucción de la mujer Jezabel. Tal como sigue el relato, quienes fueron para enterrar el cuerpo de Jezabel después de que fuera lanzada desde la torre, solamente hallaron su cráneo, sus pies y las palmas de sus manos. Ellos le dijeron a Jehú: “Esta es la palabra de Dios, la cual él habló por medio de su siervo Elías tisbita, diciendo: ‘En la heredad de Jezreel comerán los perros las carnes de Jezabel, y el cuerpo de Jezabel será como estiércol sobre la faz de la tierra en la heredad de Jezreel, de manera que nadie pueda decir: ‘Esta es Jezabel’” (2 Reyes 9:36-37). En la Palabra, las moscas representan demonios, al igual que lo hacen otros animales. Si pudiera usted echar una mirada al mundo espiritual, hay muchos demonios que se parecen a animales. Por ejemplo, la Biblia dice que cuando la semilla de la Palabra de Dios es sembrada, los pájaros del aire llegan para comérsela (Mateo 13:4, 19). Cuando Jesús dijo: “Tomarán serpientes” (Marcos 16:18), se estaba refiriendo a potestades demoníacas. La Biblia habla sobre pisotear serpientes y escorpiones (Lucas 10:19). David, al predecir la experiencia de Jesús en la cruz, dijo: “Fuertes toros de Basán me han cercado” (Salmo 22:12). Esos espíritus llegaron a Él, corneándolo como si fueran toros. Esos espíritus demoníacos se unen a nuestra vida como maldiciones generacionales, ataduras, fortalezas de la mente, lujuria, perversión y adicciones de todo tipo. El problema con la mayoría de las iglesias es que simplemente espantamos las moscas durante unos cuantos días, cuando están delante de nuestras narices. Ellas se van durante un tiempo, pero no dejan de regresar. ¡Es momento de limpiar la casa! Es momento para una época de limpieza escritural. Los demonios comenzarán —lo ha adivinado— a caer como moscas, no sólo en su vida y la de su generación, sino también la futura generación de demonios que sería traspasada a sus hijos. Salomón escribió: “Las moscas muertas hacen heder y dar mal olor al perfume del perfumista” (Eclesiastés 10:1). Las moscas se metían en el aceite especial de la unción. Se quedaban atascadas en él, morían y estropeaban la fragancia. 
Las moscas obstaculizan la unción que hay en su vida. Su adoración es contaminada por moscas de lujuria y perversión. Debemos caminar en esa unción pura que penetra en los corazones, rompe yugos, libera de ataduras y sana a los enfermos. Es tiempo de librarse de las “moscas” que haya en su negocio, en su matrimonio, en su mente, en su casa. Ellas no pueden soportar el poder del Espíritu Santo y la intimidad de la presencia de Jesús que provienen de cuarenta días de bombardear el cielo. Algunos podrían decir: “¡Pero cuarenta días es mucho tiempo!” ¿Verdaderamente lo es? Leí un artículosobre la celebración musulmana del Ramadán, en la que todos los musulmanes —viejos, jóvenes y hasta niños— ayunan desde la salida del sol hasta su puesta durante treinta días. Al final de cada uno de esos días, todos ellos se reúnen para romper el ayuno y orar a su dios: Alá. Es una forma de adoración para ellos, que les ayuda a enfocarse en las cosas espirituales, en lugar de hacerlo en las necesidades terrenales. Ellos se unen en todas partes del mundo para ese evento religioso de treinta días, sacrificándose y orando a un dios que ni siquiera está vivo, pues sus huesos siguen en la tumba. ¿Sabía que el islamismo es la religión de más rápido crecimiento en los Estados Unidos? Se calcula que en unos cuantos años, una de cada cuatro personas en todo el mundo se habrá convertido al islamismo. Los escándalos y la corrupción que aparecen en las portadas de nuestros periódicos y la gran perversión que prevalece en cada nivel de la sociedad nos dicen lo mucho que necesitamos un avivamiento en este país. 
¿Cuánto más deberíamos nosotros, como cristianos, dedicarnos al ayuno y la oración? Dios prometió: “si se humillare mi pueblo, sobre el cual mi nombre es invocado, y oraren, y buscaren mi rostro, y se convirtieren de sus malos caminos; entonces yo oiré desde los cielos, y perdonaré sus pecados, y sanaré su tierra” (2 Crónicas 7:14). Dios no miente. Sus promesas son verdaderas; sus recompensas están esperando ser liberadas, por tanto, ¿qué estamos esperando? No importa lo oscura que sea la hora o lo que esté sucediendo en la Casa Blanca o en otros países. Dios gobierna y reina sobre todas las cosas. Tomemos el ayuno de Daniel como ejemplo. Por tres semanas, él dijo que no comería alimentos agradables (Daniel 10:3). En general, se piensa que “alimentos agradables” significa alimentos más festivos, como dulces y cosas similares. ¡Puede que eso no suene a mucho sacrificio hasta que piensa en el hecho de que somos adictos al azúcar! 
Según la investigación del Dr. Colbert, los estadounidenses consumen ¡unos 11,250 libras (5,000 kilos) de azúcar en toda una vida!4 Si usted hiciera un ayuno sólo de dulces durante cuarenta días, libraría a su cuerpo de muchas toxinas y probablemente adelgazaría varias libras (varios kilos). Para algunos de ustedes, ¡sería un gran sacrificio! Daniel tampoco bebía vino. Como creyente en esta época, eso ciertamente no debería ser un problema. Pero luego él dijo que no comió ninguna carne. ¡Eso va a golpear fuerte a muchos! Nada de refrescos, barras de caramelo, galletas, pasteles, cereales recubiertos de azúcar (sí, azúcar en todas partes de nuestra dieta estadounidense), perritos calientes, hamburguesas, filetes, tacos de carne, costillas a la barbacoa, jamón…y la lista podría continuar. No obstante, Dios ve ese sacrificio. Cuando usted sale con personas de la oficina y van a un restaurante, y usted escoge una ensalada, patata asada (sin pedazos de tocino) y agua para beber, en lugar de ese grueso filete cocido término medio, Dios toma nota. Usted está limpiando, está purificando, ¡y está destruyendo moscas! ¿Puede renunciar a esa barrita de su chocolate preferido en la tarde para ser librado de un pecado recurrente? Para tener más de la presencia de Jesús en su vida, ¿puede beber durante cuarenta días agua en lugar de bebidas dulces y con cafeína?
¿Quiere hacer algo más que sólo espantar esas moscas de duda y confusión que inundan sus pensamientos? Al igual que Jesús les dijo a los discípulos en el pozo en Samaria, cuando usted se abre a conocer la voluntad del Padre y a hacer la voluntad del Padre, ningún filete o pastel se compara. Nada puede llenarle y satisfacerle como eso. Prepárese para la presencia de Jesús como nunca antes la ha tenido.

¿ FUE PEDRO EL PRIMER PAPA ?


Muchos partidarios de la tradición petrina afirmarán que Pedro fue establecido y considerado el “primer papa”. Considera algunos de los argumentos que se presentan a favor de esta afirmación.

Argumento #1: Pedro recibió las llaves del reino de los cielos (Mateo 16:19)Con este enunciado el catolicismo argumenta que a Pedro se le otorgó poder o autoridad suprema sobre la iglesia. Aunque el contexto en Mateo no sostiene tal interpretación, la gente de varias religiones está de acuerdo en que a Pedro se le otorgó “algo especial” que no se les otorgó a los demásapóstoles. A menudo se ha malinterpretado este “algo”.Debemos entender lo que significa el “reino de los cielos”. Algunas personas han sugerido que esta frase hace referencia al cielo mismo, y por ende, han representado a Pedro como aquel que permite o impide el acceso a la recompensa eterna. Pero esta interpretación es inconcebible ya que seencuentra en cruda oposición con el contexto de este pasaje.
Al leer Mateo 16:18, entendemos que el tema bajo consideración no es el cielo mismo, sino la iglesia. Por tanto, Jesús habló de la iglesia como el reino de los cielos. Esto no solamente es evidente por Mateo 16:18, sino también se enseña en muchos otros pasajes del Nuevo Testamento ( Marcos 9:1; Colosenses 1:13; 1 Tesalonicenses 2:12; Hebreos 12:28).Además, necesitamos entender la naturaleza de las “llaves” que Pedro recibió. H. Leo Boles escribió, “Usar las llaves era abrir la puerta o dar los términos de entrada al reino de Dios” (1999, p. 266). En otras palabras, a causa de la confesión de Pedro acerca de Jesús (Mateo 16:16), Jesús le dio el privilegio de ser el primer hombre en enseñar a las almas perdidas cómo llegar a ser cristianas y por ende llegar a ser parte de la iglesia del Señor. Barnes lo expresó de esta manera:Por tanto, cuando el Salvador dice que dará a Pedro las llaves del reino de los cielos, quiere decir que le hará el instrumento para abrir la puerta de la fe al mundo—el primero en predicar el evangelio a los judíos y a los gentiles” (2005, p. 171).
No cabe duda que las “llaves” representan las oportunidades que Pedro tendría de dar la bienvenida al mundo, por primera vez, a la era cristiana y al reino de los cielos, la iglesia.También debemos averiguar cuándo Pedro usó las “llaves”. La declaración de Jesús fue presentada de forma profética. Pedro tendría la oportunidad de abrir las puertas de la iglesia en el futuro.
La Biblia muestra claramente el cumplimiento de esta profecía en Hechos 2. Pedro, lleno del EspírituSanto como los demás apóstoles (2:4), se puso de pie y dio el primer sermón registrado del Evangelio después de la resurrección de Jesús (2:14-38). Fue en ese momento en que las palabras de Jesús se cumplieron. Debido a la predicación de Pedro y los demás apóstoles, 3,000 judíos (2:5) fueron bautizados en Cristo e ingresaron por las puertas abiertas de la iglesia (2:41-47). No obstante, la iglesia estaría compuesta no solamente de judíos, sino también de gentiles. Hechos 10 narra que Pedro abrió las puertas de la iglesia para los gentiles, de la misma manera que abrió laspuertas de la iglesia para los judíos. Esto fue el “algo especial” que Pedro recibió a causa de su confesión: el privilegio de ser el primero en predicar el Evangelio (después de la resurrección de Cristo) a judíos y gentiles.Pedro abrió las puertas de la iglesia, y desde entonces las puertas de la iglesia han permanecido abiertas. Solo Pedro recibió este privilegio. Jesús dijo: “Y a ti [Pedro] te daré las llaves del reino de los cielos” (Mateo 16:19). No existen personajes, tales como papas, abriendo y cerrando las puertas de la iglesia.

Argumento #2: Pedro recibió el poder de atar y desatar (Mateo 16:19)Con este argumento el catolicismo afirma dos cosas concernientes a Pedro:(1) que él recibió la autoridad de perdonar pecados; y (2) que Jesús consideró como aprobado, autoritativo y bueno cualquier cosa que él haría con Su iglesia. En otras palabras, Jesús le dio el don de la“infalibilidad”.Para analizar lo que Jesús dijo acerca de Pedro, otra vez debemos tener en cuenta que el contexto de Mateo 16:19 está firmemente ligado al tema de la iglesia, y no al perdón de pecados o a la concesión de alguna clase de infalibilidad en asuntos doctrinales. Un texto bíblico que puede ayudarnos a entender Mateo 16:19 es Mateo 18:18, donde Jesús hizo la misma promesa a todos Sus apóstoles.
Él dijo: “De cierto os digo que todo lo que atéis en la tierra será atado en el cielo; y todo lo que desatéis en la tierra, será desatado en los cielos”.De este texto, Boles ha señalado: “Este es el mismo pensamiento encontrado en Mateo 16:19. Esto muestra que tiene una aplicación más amplia que la disciplina de un hermano errante. El Espíritu Santo guiaría a los apóstoles en su instrucción al hermano errante y a la iglesia” (1999, p. 288). Así que en Su declaración en Mateo 16:19, Jesús estaba afirmando que las condiciones del sistema cristiano que Pedro y los demás apóstoles expondrían ya habían sido requeridas por el Cielo.La gramática griega de estos versículos aclara el significado del enunciado de Jesús. A.T. Robertson ha anotado que “el futuro perfecto pasivo ocurre en el N.T. solamente en la forma perifrástica en tales ejemplos como Mateo 16:19 y Mateo 18:18” (1934, p. 361). Por tanto, el texto debería leerse:“y todo lo que atares en la tierra habrá sido atado en los cielos, y todo lo que desatares en la tierra habrá sido desatado en los cielos”. Al decir esto, Jesús aseveraba que las resoluciones en la Tierra estaban sujetas a las decisiones hechas en el cielo. Los apóstoles enseñarían de acuerdo con lo que ya había sido atado o desatado en el cielo. Esto no se basaba en la infalibilidad de un hombre, sino en la infalibilidad del Espíritu Santo prometido a los apóstoles en el primer siglo (Juan 16:13; Mateo 10:19-20).Hoy tenemos las enseñanzas inspiradas e infalibles del Espíritu Santo en la Biblia (2 Timoteo 3:16-17).
Jesús nunca instituyó a Pedro como papa. Los títulos “Papa”, “Pastor Universal”, “Cabeza Terrenal de la Iglesia”, “Pontífice” y otros, nunca salieron de la boca de Jesús para describir a Pedro.Independientemente de los privilegios otorgados a Pedro, su autoridad y derechos fueron la misma autoridad y derechos concedidos a los demás apóstoles del Señor (1 Corintios 9:1-5; 12:28; 2 Corintios 11:5; 12:11; Gálatas 2:8).¿QUIÉN FUE PEDRO?Si Pedro no fue el primer papa, entonces la pregunta es, “¿Quién fue Pedro?”. ¿Fue igual a los otros apóstoles, o mereció una posición de supremacía entre ellos? Se puede presentar los argumentos que establecen la identidad de Pedro de la siguiente manera.Pedro fue solamente un hombreAunque esta declaración es obvia, a veces se pasa por alto sus implicaciones.
Cuando Cornelio se postró delante de Pedro (Hechos 10:25), Pedro le dijo: “Ponte de pie, que sólo soy un hombre como tú” (Hechos 10:26, NVI). Con esta declaración Pedro implicó tres puntos muy importantes:(a) que él era “un hombre como tú”, es decir, como Cornelio; (b) que él era “un hombre”, es decir, como todos los hombres; y (c) que él era “sólo...un hombre”, es decir, que no era Dios, y por ende no merecía adoración. Con toda humildad, Pedro entendió que su naturaleza humana le impedía aceptar adoración. Por otra parte, el papa, siendo solo un hombre como Pedro, espera que los hombres se arrodillen ante él, besen sus pies y le hagan reverencia, recibiendo así la adoración que no le corresponde. ¡Qué diferencia tan grande entre Pedro y sus supuestos sucesores! Ni siquiera los ángeles de Dios permiten que los seres humanos les muestren adoración al arrodillarse ante ellos (Apocalipsis 19:10; 22:8-9).
¡Solamente se puede quedar pasmado al considerar la gran osadía de alguien que usurpa el lugar que corresponde solamente a Dios!Pedro fue un apóstol con la misma autoridad y derechos que los demás apóstolesEn una ocasión, los apóstoles del Señor disputaban en cuanto a quién era el mayor (Lucas 22:24), así que Jesús les dijo, “Los reyes de las naciones se enseñorean de ellas...mas no así vosotros” (Lucas 22:25-26,Mateo 18:1-5; Marcos 9:33-37; Lucas 9:46-48). Jesús no hubiera hecho este comentario si Pedro tenía más autoridad y derechos que los demás apóstoles, como el catolicismo sugiere. De hecho, si se debía considerar a Pedro con más honor que a los demás apóstoles, este hubiera sido el momento adecuado para aclarar este punto a los demás apóstoles “sedientos de gloria ajena”. Sin embargo, Jesús aseguró que no sería así con Sus apóstoles.En otra ocasión, la madre de Juan y Jacobo se presentó delante de Jesús con ellos, pidiéndole que concediera a sus hijos sentarse con Él en Su reino, el uno a Su derecha y el otro a Su izquierda (Mateo 20:20-21).
Jesús señaló que ellos no sabían lo que pedían (Mateo 20:22), y añadió: “Sabéis que los gobernantes de las naciones se enseñorean de ellas.... Mas entre vosotros no será así” (Mateo 20:25-26). Si Jesús hubiera considerado a Pedro como superior a los demás apóstoles, hubiera aclarado este punto inmediatamente a la esposa e hijos de Zebedeo, diciéndoles que estaban pidiendo un honor ya concedido a Pedro. Pero Jesús no lo hizo. Parece que hoy algunosreligiosos quieren que “sea así” entre los apóstoles, exaltando a Pedro a pesar de lo que Jesús dijo.Muchos católicos tratan de justificar su reclamación de que Pedro fue el primer papa al afirmar que él fue el más grande apóstol. Ellos declaran que Pedro fue el más grande porque:
(1) siempre se le menciona primero en las listas de los apóstoles (e.j., Mateo 10:2; Marcos 3:16; Lucas 6:14-16; Hechos 1:13);
(2) reconoció a Jesús como Señor en Mateo 16:16; y
(3) Jesús le encomendó cuidar a Sus ovejas (Juan 21:15-19). ¿Son estos argumentos suficientes para establecer el papado o supremacía para Pedro? No. Considere el caso de cualquier otro apóstol. Por ejemplo, se podría decir que Juan fue “el más grande” apóstol porque: (1) en la Biblia se le considera como el “discípulo amado” (Juan 13:23; 21:20,24); (2) se recostó cerca del pecho del Señor poco antes de Su arresto (Juan 13:25; 21:20), ciertamente una postura que sugiere una relación muy estrecha; y(3) Jesús le encomendó el cuidado de Su madre (Juan 19:26-27). ¿Significa esto que también deberíamos considerar a Juan como un papa? Y si no, ¿deberíamos considerar a Pedro como un papa si todos los apóstoles tuvieron la misma autoridad y sus propios privilegios?
Ciertamente, Jesús concedió autoridad a todos Sus discípulos, no solamente a Pedro (Mateo 28:19-20).Finalmente, considera las palabras de Pablo. Él dijo: “Porque en nada he sido menos que aquellos grandes apóstoles, aunque nada soy” (2 Corintios 12:11). Por este versículo podemos concluir que Pablo no fue inferior a los demás apóstoles, y que Pedro no fue menor ni mayor a Pablo.Pedro fue un apóstol con el mismo poder que los demás apóstolesAlgunos religiosos han esparcido el mito que Pedro poseyó más poder milagroso que los demás apóstoles, y por ende, que fue el más grande apóstol. Pero Mateo 17:14-21 narra la historia de un muchacho lunático que fue traído a los discípulos de Jesús (incluyendo a Pedro), pero ellos nopudieron sanarle.
Si Pedro hubiera tenido un poder “más eficiente” que el poder de los demás apóstoles, habría podido realizar el milagro. No obstante, el joven fue sanado cuando se le llevó a Jesús. Luego Jesús reprendió a todos los apóstoles por su “poca fe”.Cerca del final de Su ministerio, Jesús prometió a todos Sus apóstoles que el que creía en Él, podría también hacer las obras que Él hacía, y aún mayores (Juan 14:12). En Hechos 2, cuando el Espíritu Santo descendió con poder, no solamente invistió a Pedro, sino también a los demás apóstoles (vss. 1-4). Hechos 2:43 confirma esto al declarar que “sobrevino temor a toda persona, y muchas maravillas y señales eran hechas por los apóstoles. No existe duda que el apóstol Pedro fue lleno del poder del Espíritu Santo, pero ese poder también se manifestó en los demás apóstoles, y nunca fue fundamento para considerar a un apóstol como superior a otro.Pedro fue un hombre que cometió erroresPedro cometió muchos errores así como cualquier otra persona.
El Nuevo Testamento registra que:
(a) dudó de Jesús (Mateo 14:28-31);
(b) actuó impulsivamente en contra de su prójimo (Juan 18:10- 11);
(c) negó a Jesús tres veces (Mateo 26:69-75; Marcos 14:66-72; Lucas 22:54-62; Juan 18:15- 18,25-27);
(d) se sumergió en su fracaso (Juan 21:3); y
(e) actuó hipócritamente ante la iglesia (Gálatas 2:11-21; Pablo le confrontó “cara a cara, porque era de condenar”: una confrontación quese consideraría insolente si Pedro era la “cabeza de la iglesia". No deberíamos menospreciar a Pedro, pero debemos entender que Pedro, como todos los otros siervos de Dios, tuvo sus errores y no debería ser considerado mayor a los demás apóstoles, o a ningún otro cristiano ( Mateo 11:11).

CONCLUSIÓN Ni Jesús, ni los apóstoles, ni los primeros cristianos consideraron a Pedro como superior a los demás apóstoles. Él simplemente fue un hombre privilegiado con el ministerio apostólico y un miembro del cuerpo de Cristo, que es la iglesia. Solamente hay una Cabeza de la iglesia, y esa Cabeza es Jesucristo, no Pedro (Efesios 1:20-22; 5:23; Colosenses 1:18).

REFERENCIAS
Barnes, Albert (2005), Notas sobre el Nuevo Testamento: Mateo y Marcos [Notes on the New Testament: Matthew and Mark], (Grand Rapids, MI: Baker).Boles, Leo H. (1999),
Comentarios del Nuevo Testamento: Mateo, (Nashville, TN: Gospel Advocate).
Robertson, A.T. (1934), Una Gramática del Nuevo Testamento Griego [A Grammar of The Greek New Testament] (Nashville, TN: Broadman Press).

DANDO HONOR....

La palabra para “dar” es aponemontes. Significa “asignar, otorgar o conceder.” Todos estos términos son expresiones de reconocimiento de posición. No puedes dar honor a alguien que no estimas con la máxima consideración.
Adicionalmente, la idea bíblica de dar honor tiene un giro interesante (¿no es siempre así?). ¿Cuál es el significado bíblico de dar honor? Bien, deberíamos notar que dar siempre comienza con Dios. No puedo dar lo que Dios no me ha dado ya porque Dios es el dueño de todo y la autoridad final. Así que dar honor a mi esposa comienza con la perspectiva de Dios, específicamente, que ella es la ´ezer.
Segundo, dar honor es la expresión de la exaltación reconocida. No quedamos a oscuras con esta. La palabra para “honor” es timen. Pedro utiliza esta palabra cuando describe la revelación final de nuestra fe en el regreso de Cristo. Obviamente, esta es una palabra de suma importancia.
No concedemos honor, ni asignamos honor a quienes consideramos inferiores. Claramente, Pedro no tiene noción de jerarquía inferior o superior. Las dos palabras juntas indican reconocimiento de la posición apropiada – una posición digna de honor. El esposo debe honrar deliberadamente a su esposa.
El rango pleno de timen incluye respeto, valor, dignidad y valor. En el contexto de la carta de Pedro, la imagen del Antiguo Testamento de honrar a Dios debe haber imperado en las mentes de los lectores. Adicionalmente, esta palabra les recordaría el mandamiento de “honrar a padre y madre”, una estipulación ética que conlleva peso tremendo en las culturas antiguas. Inmediatamente nos lleva la palabra hebra kaved¸ la raíz del quinto mandamiento.
La palabra imagen de kaved es la mano abierta ofrecida en la puerta o en el camino. Puedes imaginarte a alguien ofreciendo una mano de bienvenida mientras entras a su casa. La honra es una invitación a entrar. Cuando honramos a Dios, extendemos una invitación para que entre a nuestras vidas. Cuando honramos a nuestras esposas, las invitamos a entrar.
Permite que eso registre. No honras a tu esposa poniéndola en un pedestal, comprándole anillos de diamantes o enviándole flores a menos que estos actos lleguen con una invitación a que entre a tu vida. Honrarla es reconocer su lugar en tu mundo – un lugar donde tú le permites entrar en todo aspecto de quién eres. De hecho, la deshonras cuando avalas o mantienes una agenda, estatus o jerarquía que no los promueve a los dos como entidad única – una carne – ante el Creador.
Pedro sabía exactamente lo que decía. Y no tenía nada que ver con separar al hombre y la mujer en una relación artificial de superior e inferior. ¡La honra borra todo eso! La honra es una política de puerta abierta.
Ustedes esposos, ¿honran a sus esposas? ¿La has dejado entrar, de verdad?
Y vosotros, maridos, igualmente, convivid de manera comprensiva con vuestras mujeres, como con un vaso más frágil, puesto que es mujer, dándole honor como a coheredera de la gracia de la vida (1 Pedro 3:7)

HUMILDAD

La humildad es una de esas palabras que todos usan y que nadie en realidad tiene la certeza de lo que significa o como es que se usa, es decir, todos quieren ser humildes pero nadie sabe en realidad como serlo. Muchos asocian la humildad con el hecho de ser pobres, cuando no tiene en lo absoluto que ver con esto, de hecho mucha gente se escuda en la teoría de que Jesús lo fue y si, Jesús fue humilde, pero no fue pobre, ya que siendo el Hijo de Dios, vivió como un verdadero Príncipe, ya que vino a la tierra a ponernos ejemplo de como vivir, con acceso a todos los beneficios del Padre, incluyendo el económico, entendiendo en humildad que nada de lo que tenía era suyo, ni por consecuencia suya, sino que dependía del Padre para poder tener lo que tenía, y administrarlo adecuadamente, de hecho había un administrador del dinero entre sus 12. Otros relacionan el ser humildes con el no ser presumidos, es decir no jactarse de lo que tienen y no disfrutarlo de manera muy evidente delante de los demás, y sabe, esto tampoco es el significado real de la palabra humildad, ya que como lo mencioné previamente la humildad tiene que ver con el hecho de reconocer de donde viene todo lo que tenemos y todo lo que somos y con ello dar gloria al proveedor y no tomarlo como propio. 
 Todo esto se lo comento, pues en muchas ocasiones he escuchado a cientos de personas hablar sobre el tema y tratar de poner una cara humilde, que curiosamente siempre tiene que ver con una cara de sufrimiento y luego actúan de manera contraria, y cuando digo de manera contraria no me refiero a que hagan exactamente lo opuesto a lo que dicen, sino que luego veo poner en sus muros de Facebook o en otros lados frases como "soy único y especial", "no soy difícil de tratar, soy especial y de edición limitada" y que se yo que tantas cosas y le quiero explicar un poco al respecto de esto. Es un hecho el que somos únicos y el que somos especiales, la Biblia nos deja saber que Dios nos creó uno por uno cuidando cada detalle y asegurándose de que ninguno de nosotros fuera igual al otro, pero no para beneficio propio, sino para que esas diferencias entre nosotros le den honra y le den gloria, son esas diferencias en nuestra constitución las que hacen constar que Él es Dios y que somos creación suya, eso es lo que hace entender que es Él el ser supremo sobre la tierra y toda la creación. 
Por tanto quien se jacta de ser único y especial echa por tierra el concepto de humildad al pensar que lo que le hace diferente de los demás le hace especial y agradable a Dios, cuando el mandato de Dios es diferente a lo que la mayoría de las personas piensan y permítame profundizar un poco acerca del tema: Es un hecho que en la tierra las personas diferentes sobresalen, los artistas, los productos comerciales y todas las cosas que sean diferentes llaman la atención y tienen una mayor posibilidad de ser exitosos que el resto, pero eso aplica solo en la tierra, porque en el Reino de los Cielos, es exactamente lo opuesto. En la tierra somos un montón de seres iguales tratando de diferenciarnos los unos de los otros para poder destacar y ser exitosos, cuando en el Reino de los Cielos, somos un grupo de seres únicos e irrepetibles tratando de hacernos iguales los unos a los otros para dar gloria a Dios. La cita de hoy es un gran ejemplo de ello, me encanta el hecho de ver una promesa que se puede materializar de una manera tan sencilla si tan solo la entendemos. La Biblia nos habla sobre no unirnos en yugos desiguales y muchos limitan esta instrucción a que 2 personas de religiones diferentes no se deben de casar y aún entendiéndolo así muchos se creen especiales y hacen una excepción y se casan (donde está entonces esa humildad de la que hablan?, acaso su situación "especial"está por encima de la instrucción de Dios?), pero en realidad esto va mucho mas allá, ya que no pueden dos personas que creen cosas distintas unirse a invocar al mismo Dios a pedir algo, ya que no están puestas de acuerdo siquiera en lo que creen. 
Muchas personas suelen decirse entre ellas "es el mismo Dios", y esto es mentira aún entre personas que van a la misma iglesia, si las 2 no conocen la misma palabra y no obedecen la misma instrucción, es decir si uno dice amar a Cristo, pero tiene sus propios ídolos y su propia manera de llevar su fe, o si uno dice amar a Jesús y vive con pecado oculto, esto hace que las personas tengan yugos desiguales y su petición a Dios en conjunto es inválida. Las redes sociales promueven muchos actos "populistas" es decir, promueven muchas buenas intenciones de muchas personas que pueden tener un efecto nulo si la condición de hoy no se cumple, si no hay 2 que estén puestos de acuerdo, es decir que crean lo mismo, que vivan de la misma manera y amen al mismo Dios en todos los aspectos de su vida, en otras palabras, no es necesario que hagamos cadenas de oración para pedir por la sanidad de alguien, solo es necesario encontrar a 2 que estén puestos de acuerdo y que no estén en yugo desigual y con eso basta para pedir lo que sea a Dios y que éste responda de manera inmediata. Como lo ve, el ser únicos y especiales no nos sirve de mucho delante de Dios, lejos de ser una ventaja, nos representa una desventaja, pero si nos hacemos iguales, es decir, si nacemos de nuevo y nos hacemos hijos del mismo Padre y vivimos bajo la misma gracia entendiendo y cumpliendo con los mismos estatutos, entonces viviremos esa vida que Jesús nos vino a anunciar y a prometer. 
Por tanto, si quiere usted entender el verdadero significado de la humildad, es mas sencillo de lo que usted cree, la verdadera humildad tiene que ver con el hacernos hijos del mismo Padre y vivir la vida mas gloriosa que podamos que refleje en todo su Reino, su amor y su bondad, siendo lo mejor que podemos ser, todos en conjunto y bajo el mismo yugo, que le parece?, interesante, no?

FRENTE DE BATALLA

Efesios 6:12 dice que no tenemos lucha contra carne ni sangre, sino contra principados, contra potestades, contra los gobernantes de las tinieblas de este siglo, contra huestes de maldad, en las regiones celestiales. En el antiguo testamento, el pueblo de Dios tenía luchas y batallas naturales, en el mundo físico. Literalmente, iban con espadas y cortaban cabezas, enterraban espadas. Nosotros, que conocemos la revelación, conocemos que nuestras batallas no son tan solo en el mundo natural, sino que nuestras batallas también son espirituales. Éxodo 17 es uno de los lugares donde más claramente vemos plasmada la imagen que se debe pintar en nuestra mente, en nuestro espíritu, y en nuestro corazón, con la lectura en Efesios 6. 
La batalla de Éxodo 17, la batalla del pueblo de Israel ante los amalecitas, no era tan solo una batalla en el mundo natural, sino que también era una batalla en el mundo espiritual. 
En la vida, no todo está determinado por una sola cosa. Muchas veces, vamos a la iglesia buscando una palabra que cambie nuestra vida. Muchas veces, estamos buscando un negocio que nos haga millonarios. Muchas veces, estamos buscando una puerta que se abra, para que entonces se manifieste la bendición. Muchas veces, estamos buscando una persona para ser felices. Muchas veces, ponemos nuestra esperanza, nuestra atención, en tan solo una cosa, entendiendo y creyendo que una sola cosa va a cambiar toda nuestra vida. En realidad, una batalla nunca tiene un solo frente, sino que toda batalla tiene múltiples frentes. En el caso de la batalla de Éxodo 17, podemos identificar, al menos, dos frentes: 
1. El frente natural, físico; y 
2. El frente de batalla espiritual. 
Todos tenemos lo interno y lo externo, lo que se ve y lo que no se ve. No podemos concentrarnos en un solo frente de batalla. Josué y Moisés nos están presentando dos métodos, dos formas, dos maneras de vencer la misma batalla. Uno estaba en el campo, con la espada en la mano, y otro en el collado, con las manos levantadas. Tanto estaba Josué peleando la batalla allí en el campo, como estaba Moisés peleando la batalla allí en el collado, junto a Aarón y Ur, con sus manos levantadas. Muchas veces nos olvidamos que un frente de batalla no es tan solo lo que tenemos delante de nosotros, sino que hay otros frentes que también tenemos que cubrir. Muchas veces nuestra espada cae, porque estamos prestando atención, estamos enfocándonos, en tan solo un frente de batalla. 
Si Moisés estaba en lo alto del collado con sus manos levantadas, y no hubiese habido un Josué que dirigiera a los israelitas en la batalla contra los amalecitas, los amalecitas hubieran prevalecido. De la misma manera, Josué pudo haber ido al campo de batalla, pudo haber peleado sin protección, sin bendición, sin cobertura, en el otro campo de batalla, y los amalecitas también hubieran prevalecido. 
Hay algunos que tienen manos levantadas, pero no tienen espada en la mano, y hay otros que tienen espada en la mano, pero no manos levantadas. Nosotros, los guerreros de Dios, necesitamos sincronizarnos, para que podamos cumplir en el mundo natural y en el mundo espiritual.