NO TEMER PESE A LOS ATAQUES

Dios nunca le prometió una vida sin problemas. Usted no puede evitar los ataques del enemigo contra su vida. Quiero estar seguro de que comprenda cómo vencer sus amenazas. Hay tres clases de ataques que el enemigo usa para amenazarlos a usted y a su familia. El ataque esperado (el león) En el cántico de Moisés se describe cómo Dios lo protege contra el león. El león es como imagen de una lucha desigual, tal como una enfermedad que amenaza la vida. Pero en el Salmo 91, el león también representa la amenaza de los ataques esperados contra su vida y su familia. Cuando está en presencia de un león, usted espera ser atacado. No hay sorpresas aquí. La vida completa viene con problemas incorporados. ¿Está afrontando problemas de relación en su familia, problemas en sus finanzas, en su salud o en su ministerio? Entonces necesita recibir la protección de Dios para ese ataque esperado del león. 

La Biblia se refiere a Satanás como un león rugiente: “Sed sobrios, y velad; porque vuestro adversario el diablo, como león rugiente, anda alrededor buscando a quien devorar” (1 Pedro 5:8). Como creyente, puede esperar que vengan ataques del enemigo, sin importar quién sea usted. No debe sorprenderse ni atemorizarse cuando es atacado, porque la Biblia dice que eso ocurrirá. En lugar de ceder al miedo, usted debe ponerse de pie e invocar el nombre del Señor. Él ha prometido protegerlo cuando usted lo haga. Manténgase firme contra el plan de destrucción del león. “Al cual resistid firmes en la fe” (v. 9). Usted no debe temer el esperado ataque del león. Dios le ha prometido victoria sobrenatural sobre todas las amenazas del enemigo. Corra a su sombra, y use su maravilloso nombre para vencer los ataques esperados del enemigo. El ataque inesperado (la serpiente) Moisés declaró que Dios lo protegería de las serpientes. Una víbora yace quietamente bajo una roca o detrás de un arbusto y lo ataca cuando usted menos lo espera. Esto representa el inesperado ataque del enemigo. Cuando usted es atacado por una víbora, dice cosas como: “¡Guau, no me lo esperaba!”, ya sea ese accidente, esa pérdida de empleo, ese problema relacional. “La serpiente estaba allí debajo de esa roca, y no vi su ataque”. Usted sabe lo aterrador que puede ser ese ataque inesperado. 

De alguna manera el elemento sorpresa lo toma con la guardia baja. Usted siente un temor abrumador en ese momento. Pero no tiene que agitarse cuando la serpiente ataca inesperadamente. Corra a la sombra de El Shaddai. ¡Es necesario que usted sepa que los milagros pueden ocurrir tan repentinamente como las tragedias! ¡Sencillamente invoque el nombre del Señor! Haga lo que hizo el apóstol Pablo cuando la serpiente mortal alcanzó su muñeca y él se la quitó sacudiéndola al fuego. (Vea Hechos 28). Cuando un ataque de serpiente del enemigo lo golpee, no deje que lo muerda, ¡sacúdasela de encima! Si la víbora intenta morder su mente, llenándola de miedo, de resentimiento, de ira o de falta de perdón, sacúdasela de encima. No le permita ganar ventaja sobre usted escuchando sus arteras acusaciones. El diablo tratará de robarle su paz y su gozo, sus relaciones y su fe en Dios. Tratará de golpear a sus hijos, sus finanzas y su futuro. Corra a la tienda de El Shaddai, y permítale que limpie su corazón de la mordida de la víbora. Él destruirá los efectos traumáticos del ataque inesperado sobre su vida. Dios le restituirá todo lo que el enemigo ha tratado de robarle. Satanás es el ladrón del gozo. Sus ataques inesperados pueden quitarle su gozo a mordiscos. Él quiere que cada mañana al levantarse usted deteste su vida. Eso puede pasarle a cualquiera de nosotros. La depresión siempre se cierne sobre nosotros, pero usted no tiene que tomarla. Simplemente declare: “El Señor es mi refugio. El Señor es mi vida. El Señor es mi lugar seguro”. La Biblia dice que a su diestra hay delicias para siempre (Salmos 16:11). Dios quiere que usted sea un hijo feliz y despreocupado que vive en su presencia. Satanás quiere robarle su paz. 

“Solo hay un lugar donde se puede estar seguro. Puede ir a un psiquiatra, pero ellos no pueden hacer que usted esté seguro. Puede tratar de obtener alivio con medicamentos o con alcohol, pero solamente encontrará el verdadero lugar seguro a la sombra de El Shaddai, el Dios todopoderoso”. Yo sé lo que es ser atacado por demonios. Lo he experimentado de primera mano. Pero es entonces cuando corro hacia El Shaddai. Tiro de la cuerda de su tienda e invoco su nombre. En ese lugar de seguridad divina todos los ejércitos y ángeles del cielo se ponen de pie y declaran: “¡Él está bajo la sombra del Omnipotente! ¡Tenemos que rescatarlo!”. El ataque infundado (el dragón) Moisés además describió cómo Dios lo protege a usted del temor al dragón (Salmos 91:13). El dragón, en el idioma hebreo original, se refería a un monstruo marino o terrestre, una ballena, o una criatura serpentina. Cuando yo era niña, en la escuela miraba mapas de la civilización antigua que tenían imágenes de dragones. Los marinos que exploraron el mundo no iban a los lugares donde se encontraban los dragones. Tenían miedo de ir más allá de un cierto punto que no había sido explorado por temor a ser devorados por un monstruo marino. Esa es la forma en que el diablo trata de intimidarlo. Mediante el temor a lo desconocido le impide ir más allá de un cierto punto en su caminar con Dios. “No sueñes más allá de este punto”. “No trates de alcanzar algo más, porque el dragón te devorará”, le sisea para evitar que usted persiga su sueño. Pero con Dios no hay límites, solo posibilidades. Como los hijos de Israel estaban en medio de un desierto, parece sumamente improbable que tuvieran que enfrentarse a un dragón. Sin embargo, Dios quería que supieran que estaban protegidos de una bestia tan amenazante. Esa improbable amenaza del dragón representa sus temores infundados a un ataque. Aunque la posibilidad de ese ataque sea remota, la amenaza del enemigo puede intimidarlo en su mente. Usted sufre las mismas punzadas de preocupación y miedo que si fuera a ocurrir. Ataques infundados. Temores infundados. Usted tiembla por dentro y dice: “Sé que está por ocurrir. Me ha estado yendo bastante bien por un tiempo, pero recuerdo a mi papá. Le fue bien por un tiempo, y después siguió arruinándolo todo. Yo podría ser como él”. 

Satanás trata de plantar en su mente toda clase de infundados temores y preocupaciones sobre cosas que son altamente improbables. Le dirá que usted va a perderlo todo, que sus hijos se están yendo al infierno, o que usted tiene cáncer en algún lugar de su cuerpo. Su objetivo es amedrentarlo con un temor infundado. Pero el poder de Dios es mayor que los temores infundados de Satanás. Solo el 8 por ciento de las cosas que le preocupan tiene siquiera probabilidad de ocurrir. La mayor parte de la preocupación y el temor son en realidad mucho ruido por nada. Pero Satanás es experto en pintar cuadros de desastre inminente. En el noticiero vespertino usted ve por televisión un accidente aéreo, y tiene previsto volar al día siguiente. El corazón le comienza a latir con fuerza, y considera la posibilidad de cancelar el vuelo. O un pariente tiene un ataque al corazón, y de repente usted siente como si su corazón latiera en forma extraña. Es necesario que usted cambie en su mente esa imagen diabólica y corra a la seguridad que tiene a la sombra de Cristo. Sus temores infundados pueden referirse a sus relaciones personales. Usted oye la conversación de alguien o piensa en la forma en que lo miró, y el diablo lo hace pensar que en la habitación todos están hablando de usted. Relájese un poco. Usted no es tan importante para todos. 

Ese es el dragón del miedo pintando infundados cuadros de desastre en su cabeza. Usted tiene que responderle a gritos con la verdad de las Escrituras. Dígale al diablo que usted sabe que Dios lo ama, sin importar lo que la gente piense de usted. Declárele que usted no va a fallar. Use la Palabra de Dios y declare que está siendo “transformado . . . de gloria en gloria” (2 Corintios 3:18). Dígale al enemigo que el Señor es el autor y consumador de la fe (Hebreos 12:2). 

Él es su El Shaddai, ¡y eso lo hace a usted libre del temor! Dios no le prometió que nunca tendría problemas. Pero cuando los problemas vienen, Él quiere que sepa que no debe temer. Usted puede ser valiente en medio de sus problemas. Ningún temor puede existir en el amor de Dios cuando usted mora bajo su sombra. Dios quiere que usted sepa que cuando entra bajo la protección de su sombra, Él hará hasta lo sumo para cuidarlo. No importa si está lidiando con el ataque esperado del león o el ataque inesperado de la serpiente. No importa si está afrontando el temor a un ataque infundado del dragón. Solo tiene que invocar el nombre del Señor, y Él lo rescatará.  

NO TE QUEBRARAS

Cuando vemos el momento en que Jesús fue azotado, vemos al hombre que, en medio de su peor agonía, no abrió su boca.
En Isaías 53, vemos la declaración profética que dice que Dios sanaría nuestras enfermedades físicas, y nuestros dolores e iniquidades, las presiones que están marcadas en nuestro cuerpo, el pecado que marca nuestras vidas a través de nuestras generaciones.
En su primer mensaje, Jesús predicó que él vino para librar a los que han sido marcados con dolor en su vida. No hay nadie que, a través de su caminar, no lleve dentro de sí marcas en el corazón, causadas por grandes heridas. Todos los que vivimos en esta tierra cargamos en nuestras espaldas heridas de nuestro pasado, de gente que nos han hecho daño, que nos han  traicionado, que hacen que lamentemos la manera en que vivimos, que menospreciemos la vida.
Muchos renuncian a sus sueños por que dicen: Si voy a sufrir todo esto para alcanzar mi sueño, entonces ¿para qué tenerlo? Sus heridas se vuelven más grandes que el destino que Dios tiene para sus vidas.
La Biblia nos dice que Jesús vino para libertar a los heridos, a los marcados, a los que viven en dolor, los que caminan con heridas.
No veas tan solo al Dios que sana tu cuerpo, sino al Dios que, por lo que hizo en la cruz del Calvario, vino a darte una enseñanza más poderosa.
Mateo 12:20 dice “La caña cascada no quebrará”, diciendo que Jesús será como una vara herida que no quebrará. No importa lo que venga a tu vida, no vas a quebrar hasta que haya victoria en ti. Los problemas te han querido doblegar, pero no te van a partir.
Hay gente que ha llegado a un punto en su vida de tanta presión que han roto todas las cosas y han salido corriendo. Ha sido tanta la presión que rompiste un matrimonio, una empresa, un negocio, renunciaste, abandonaste todo, decidiste huir.
Pero ahora sabes que las espaldas de Cristo te dicen que él no se va a quebrar hasta que haya victoria. La vida puede seguir trayendo azotes, problemas, pero tú no te vas a quebrar hasta que Dios haga lo que ha dicho que va a hacer contigo. Deja que la gente traiga lo que quiera traer, deja que hablen de ti, que digan lo que quieran decir, que te humillen, que te hagan caminar la vía dolorosa, pero no te van a romper.
Cuando parece que ya no puedes más y que tus problemas son demasiados, que tus espaldas están cargadas, cuando parezca que vas a estallar que todo se va a perder, la sangre de Cristo dice que no te vas a romper hasta que haya victoria en tu vida; no vas a quebrarte, no vas a vivir una vida de derrota.
El problema que estás cargando no va a acabar contigo, hasta que haya victoria en tu vida.

LA BATALLA DE CADA MUJER JOVEN

Los muchachos no son los únicos que pelean una batalla por la pureza. El mundo en el que vives promueve la relación sexual como la respuesta a casi todas las cosas. La presión de ir con la corriente es cada vez mayor, y es fácil ceder a cosas pequeñas que son mucho más dañinas de lo que parecen. 

Puede ser que tú y tus amigos queden atrapados en relaciones destructivas o actividades sexuales sin saber siquiera cómo llegaron allí. Solo quieres ser normal: tener un sitio, ser querida, ser atractiva para el sexo opuesto. 

Sin embargo, ¿estás pagando un precio demasiado alto? Este homólogo del premiado libro La batalla de cada hombre joven puede ayudarte a: Aprender cómo la batalla sexual comienza en tu corazón y en tu mente. Entender tu necesidad de atención por los muchachos. 

Reconocer y evitar las posibles dificultades que le esperan a las jóvenes en el viaje hacia la adultez y el posible matrimonio. 

Descubrir cómo los medios de comunicación, las novelas, la moda, las salas de charla y las obsesiones con el cuerpo y la belleza influyen en tus elecciones sexuales, y lo que puedes hacer al respecto. Proteger tu mente, tu corazón y tu cuerpo contra las concesiones sexuales y emocionales. Desarrollar un nivel de intimidad más profundo y satisfactorio con Dios. 

Ya sea que te hayas protegido hasta ahora en lo emocional y los sexual, que sientas que te han privado de la pureza, o que hayas cedido a la tentación de alguna manera, este libro puede ayudarte a lograr o a recuperar la integridad sexual. 

También puede guiarte a través de las tentaciones y las presiones del comienzo de la vida adulta mientras te demuestra cómo puedes vivir al máximo, sin reproches.

CUENTAME UN CUENTO

La imagen de una madre o un padre leyendo un cuento a su hijo, en la cabecera de la cama, es entrañable y se repite generación tras generación. No obstante, con el auge de la televisión, y el ritmo acelerado de la vida cotidiana familiar, el momento de contar cuentos empieza a ser cada vez menos frecuente. Sin embargo, se han realizado estudios muy interesantes que insisten en subrayar la importancia de leer cuentos a los niños, por el beneficio que de tal costumbre se deriva en su desarrollo del lenguaje y el pensamiento creativo. No debemos perder la sana y tradicional costumbre de contar cuentos. 

A continuación destaco muy brevemente lo que aseguran los especialistas sobre los principales aportes de tal actividad en la formación del niño, así como algunos consejos para sacarle todo el partido posible. 

 ¿QUÉ APORTAN LOS CUENTOS AL DESARROLLO DE TU HIJ@? 

- Aprende a imaginar:Cuando el pequeño ve la televisión, las imágenes le llegan hechas, pero cuando escucha un cuento, necesita imaginar a partir de las palabras que oye. Esa actividad le ayudará posteriormente en el colegio cuando empiece a oír explicaciones orales sobre diferentes contenidos. 
 - Recibe información sobre valores y comportamientos: Es una forma de conversar con tu hijo y de hablarle a través de las historias que le cuentas sobre temas que le ayudarán a entender su entorno y a comprenderse mejor a sí mismo y a los que le rodean. Al ser una actividad lenta y relajada, hay tiempo de volver sobre un mismo hecho, y observar la actitud y la reacción del pequeño ante situaciones emocionales que quedan reflejadas en el cuento. 
 - Combate sus propios temores:En muchos de los cuentos, tu hijo se sentirá identificado con las emociones de los protagonistas, y el conocer el desenlace y lo que le va ocurriendo a lo largo de la historia supone tener argumentos para afrontar sus propios miedos, con una sensación de mayor control. 
 - Fomenta la intimidad y la complicidad entre tu hijo y tú: Además de compartir emociones derivadas de la historia relatada, el niño se percata del tiempo que le dedicas y se siente atendido y mimado. 
 - Le ayuda a crear su propio hábito de lectura:No hay nada más efectivo que el ejemplo, y cuando un niño ha visto a sus padres leer, y ha compartido tiempo de lectura con ellos, crecerá asociando factores positivos a los libros. 

 ¿CÓMO CONTARLES CUENTOS DE FORMA EFICAZ? 

- Procura hacer un rito de tal momento. Algo que el niño y tú esperen con agrado. Sobre todo en niños muy pequeños, es importante repetir varias veces las diferentes escenas del cuento procurando utilizar las mismas palabras. - Interpreta lo mejor que puedas a los personajes que hablan en el cuento. 
 - No te limites a una lectura impersonal. Te está escuchando un niño y su imaginación está receptiva a todos los matices de voz. Deja que se impregne de las emociones que brotan de la historia para que la viva con más intensidad. 
 - Mientras lees pon atención a las reacciones del niño, a sus movimientos, y haz pausas todas las veces que sea necesario para escuchar sus preguntas o para comprobar si está entendiendo el relato. 
 - Déjale participar lo más posible, tanto a la hora de elegir el cuento a leer (te puede dar muchas pistas esa elección, sobre sus intereses o preocupaciones), como a la hora de las interrupciones. Cuando el niño esté cansado no le fuerces a continuar. Es muy importante que sea una actividad gratificante para él, nunca una obligación. 
 - De vez en cuando, cambia la acción de leer cuentos por la de oír cuentos juntos, por ejemplo, en un CD. Será una pequeña aventura también para ti, pues tendrás que ponerte a la altura del niño que escucha y eso creará una corriente afectiva y de gran complicidad entre los dos. 
 - En otro momento del día, pídele que dibuje alguno de los personajes o escenas del cuento que hayan leído el día anterior. Así podrás comprender mejor a tu hijo, pues en su dibujo quedarán expresados los miedos, las expectativas y los intereses que le mueven. 

CUENTOS CON VALORES, HISTORIAS BÍBLICAS... La mayoría de los padres y madres estamos interesados en dar a nuestros hijos buenos principios en la vida. Estoy segura de que todos sabemos que esto supone mucho más que meramente suministrar alimento y ropa, llevar a un buen colegio o a las actividades que consideremos importantes para una buena educación. Para enfrentarse con éxito a la vida, los niños necesitan guía moral, principios por los cuales vivir. Y los necesitan desde sus años más tiernos. En muchos hogares, los padres se van distanciando de sus hijos a medida que estos van cumpliendo años. 

Al ir creciendo, a los padres se les hace cada vez más difícil hablarles de las cosas importantes; este proceso de distanciamiento suele tener su culminación en la etapa de la adolescencia, donde a menudo escuchamos a los padres y las madres expresar que “no reconocen a sus hijos”. 

Por eso es muy importante comenzar con esta actividad de lectura conjunta cuanto antes, mejor; desde la cuna. Los niños lo vivirán como un hábito más de la rutina familiar.  Hay infinidad de libros con historias inspiradas que podemos usar para este fin.

AUTORIDAD

En Lucas 24:36, Jesús se le aparece a los discípulos, y estos se atemorizan, pues piensan que es un espíritu. Jesús les dice que no temieran y que palparan las heridas de sus manos y pies. Cuando estudiamos la biblia, podemos ver que se hace muchas referencias sobre los pies de Cristo. Por ejemplo, en Mateo 15, nos narra que traían a los enfermos y los ponían a los pies de Jesús; el Gadaleno, se tiró a los pies de Cristo; la mujer adultera estaba a los pies del Maestro; María, la hermana de Lázaro, siempre estaba a sus pies escuchándole; cuando Cristo fue a la casa de Simón, le dijo: No me diste nada para lavarme lo pies; Cristo dice que, el que esté limpio de corazón, lo único que hace falta es que alguien le lave los pies.
Hay algo de mucho valor en la actitud de ir a los pies de Cristo.
En el Antiguo Testamento, también podemos ver referencias bíblicas acerca de los pies. En Génesis 3:15, donde menciona la enemistad entre la mujer y la serpiente, entre varias cosas, Dios le dice a la mujer que heriría en la cabeza a la serpiente, y la serpiente la heriría en el calcañar. El calcañar es el talón, donde en realidad se pone la fuerza cuando vas a caminar. También, cuando Dios le habla al pueblo de Israel, le dice que, dondequiera que ellos pusieran la planta de sus pies, todo lo que pisaran sería de ellos. En otra ocasión, cuando van a cruzar el Río Jordán, Dios les dice que, tan pronto los sacerdotes pusieran los pies en el agua, se abriría el Jordán y cruzarían en seco al otro lado.
Los pies representan nuestra autoridad sobre el enemigo y la oportunidad que Dios nos da de salir de todo lugar en que hemos estado esclavizados. Representan el tener autoridad y poseer lo que Dios nos ha prometido. No podemos cumplir el propósito de Dios y poseer, si no tomamos autoridad. Las instrucciones que Dios nos ha dado son: Ir a las naciones, y predicar el evangelio. Y la única forma de cumplir es que te pongas en pie, tomes autoridad, y se abrirán puertas. Por esto, les dijo a los discípulos: Todo el que te recibe, la paz quedará en ese lugar. Pero, el que no te recibe, sacúdete el polvo de los pies y sigue caminando, porque llegarás al lugar donde se te abrirán puertas.
Tienes que sacudirte el polvo de los pies, porque llegó el momento en que vas a entrar a una nueva dimensión en tu vida y, cuando llegues a ciertos lugares, puertas se abrirán delante de ti. Esto es la gracia y el favor de Dios sobre tu vida. No te molestes cuando no te reciban en algunos lugares. Dios te dice: Sacúdete el polvo de los pies y sigue adelante. Por causa de lo que hizo Jesús en la cruz del Calvario, tendrás dominio y autoridad y, dondequiera que vayas, dondequiere que pisen tus pies, será tuyo.
Se acabó el momento de dar vueltas y vueltas en el desierto. Llegó la hora en que entrarás a tu tierra prometida. Gente abrirá puertas delante de ti. Hay dos maneras de dar vueltas en el desierto. La primera, sin saber para dónde vas. Pero la otra manera es dar vueltas alrededor de Jericó, porque se caerán las murallas y entrarás para poseer, porque sabes que Dios te lo ha entregado.
Una cosa es caminar sin saber la autoridad que tienes y sin saber para dónde vas; otra, caminar sabiendo que Dios te ha dado autoridad.
El favor y la gracia de Dios vienen sobre tu vida. Tomarás autoridad y te atreverás a caminar a lugares donde nunca habías ido. Dios comenzará a abrir puertas con gente nueva y, el que no te reciba, te sacudes el polvo de los pies y sigues hacia adelante. No permitirás que ningún rechazo te paralice y te detenga, sigue caminando porque, cada paso que das, Él va contigo. Esta es la única manera de cumplir el propósito de Dios en tu vida; tomando la autoridad y caminando con seguridad.

EXTIENDE TU MANO

En el huerto del Edén, el hombre tenía a su mano todo lo que necesitaba. No tenía que pedir nada. Pero, desde el día en que el hombre extendió su mano para comer del árbol que era prohibido, desde el día que extendió su mano para tomar aquello que Dios no le había dado, desde ese día, la mano del hombre, de la humanidad, se acortó, se secó. Ahora, como vemos a través de la historia, al hombre se le hace difícil alcanzar todo lo que Dios tiene para su vida.
De ahí el sentido de insatisfacción del hombre; porque no está a su alcance todo lo que necesita.
Más adelante, vemos que todo lo que el pueblo de Israel necesitaba ver para tener la victoria en batalla, era las manos levantadas de Moisés. Las manos levantadas eran señal de victoria para el pueblo de Israel. Por eso, en el libro de Hebreos, capítulo 12, dice: Levantad las manos caídas.
Haz señal de victoria. Levanta tus manos en adoración, en señal de que vas hacia adelante.
En Lucas 6, se nos habla del momento en que Jesús sanó a un hombre que tenía la mano seca. Las palabras que Jesús dijo al sanarle fueron: Extiende tu mano. Y, dice la biblia, que su mano fue restaurada. Si fue restaurada, significa que su mano fue devuelta a su estado original. O sea, la mano de aquel hombre había estado extendida anteriormente. Algo le secó su mano, acortándole el potencial de alcanzar lo que Dios tenía para él.
Hay cosas, experiencias en tu vida, que han acortado tu brazo, tu alcance. Esas experiencias han secado tu mano a tal grado que no has podido extenderte hasta alcanzar todo lo que Dios tiene para ti. Pero, lo grande es que, Dios no solo restaura tu mano, sino que, cuando lo hace, no lo hace en secreto. Cuando Dios restaura tu alcance, lo hace delante de aquellos que han hecho que tu mano se seque.
Jesús puso a aquel hombre en medio de todos los presentes, conociendo los pensamientos que tenían. Dios conoce los pensamientos que tiene la gente de ti, y te pondrá en medio de ellos, y será allí que extenderá tu mano y serás restaurado.

POR SU LLAGA

Históricamente, se ha hablado de que Cristo recibió 39 azotes. Pero, cuando leemos la biblia, en los evangelios no nos dice que recibió específicamente 39 azotes. ¿De dónde sale este número? Esto sale de 2 Corintios 11:24 y de Deuteronomio, donde está la ley para castigar a un judío. 

En el Antiguo Testamento, la ley especificaba que se podía castigar a un judío con 39 azotes; no más de cuarenta, porque, cuando un judío castigaba a otro, no podía azotarlo más de 40, porque se consideraba avergonzar al hombre y en realidad la idea era castigar, no avergonzar al judío.
Por esto, Pablo en 2 Corintios 11 nos dice: 40 menos 1; que es un total de 39 azotes, pero aquí se refiere a la ley judía. Cristo no fue azotado por los judíos, sino por romanos, y estos no se regían por la ley judía. Cuando los romanos azotaban, se aseguraban de que fuera lo suficiente, no para matarlo, pero sí para que sufrieran. Jesucristo fue azotado en varias ocasiones por los romanos; antes de ser llevado ante Pilato, y cuando caminaba con la cruz.
Ahora bien, así hubiese sido un solo azote, hubiera sido suficiente para que recibiéramos libertad; porque no es importante la cantidad de veces que fue azotado, sino por qué fue azotado.
Dice la palabra, en Isaías 53:4-5,Ciertamente llevó él nuestras enfermedades, y sufrió nuestros dolores;y nosotros le tuvimos por azotado, por herido de Dios y abatido. Mas él herido fue por nuestras rebeliones, molido por nuestros pecados; el castigo de nuestra paz fue sobre él, y por su llaga fuimos nosotros curados.
Por esto, ante cualquier enfermedad, declaramos que somos sanos, porque en esos azotes él llevó cada enfermedad. Si en tu familia hay condiciones, padecimientos de alguna enfermedad, no olvides que, hace dos mil años atrás, por la sangre de Cristo, tenemos un ADN diferente, hay una nueva sangre; reclama esa sanidad.
Tenemos que creer en esto, porque todos, en un momento dado, tenemos que batallar con esto. Necesitamos entender y creer lo que él hizo por nosotros en la cruz del Calvario.
Si te han dado un diagnóstico de enfermedad, si te han dicho que tienen que operarte, que vas a perder la vida, que el cáncer que tienes es terminal, declara que el poder de la llaga de Cristo se manifiesta en tu vida. 

Decláralo y recíbelo, en el nombre poderoso de Jesús. Por lo que él hizo por nosotros en la cruz del Calvario, reclama la sangre de Cristo sobre tu vida. La diabetes desaparece, el cáncer se seca, todo se ordena, se arregla, y recibes el milagro que has estado esperando. Él llevó tus enfermedades en la cruz del Calvario. Cada azote, fue para hacerte libre de toda enfermedad, de todo dolor. Declárate sano por las llagas de Cristo

¿QUE NO HAS HECHO?

La única manera de caminar en la autoridad para la que Dios nos ha predestinado es reconociendo la autoridad que hay delante de los pies de nuestro Señor y postrándonos delante de él en agradecimiento.
Marcos 14:3, en adelante, nos narra el momento en que una mujer derrama alabastro sobre los pies de Cristo. Los discípulos se preguntaron por qué el desperdicio, murmurando que pudo haberse vendido y dársele a los pobre.
En otros libros de la biblia, se nos describe esta escena, con esta mujer a los pies de Cristo, lavando sus pies con aceite y con lágrimas. Ella comenzó a ungir su cabeza, pero terminó en los pies.
Jesús dijo que aquella mujer había hecho una buena obra y que se había anticipado, ungiendo su cuerpo para la sepultura. Jesús dijo que ella estaba bendiciéndole de antemano para lo que le iba a pasar. Aquella mujer estaba bendiciendo el camino de Jesús. Ella sabía para dónde él iba, y que necesitaba preparación para el camino que habría de recorrer.
En esta escritura podemos ver una mujer agradecida delante de Dios, que no tiene problema en derramar su corazón delante de la presencia del Maestro, en presencia de todo aquel que la estaba mirando. Aquella mujer le besó y terminó a sus pies, limpiándolos.
Cristo le preguntó a Simón: ¿Quién ama más? ¿Al que más se le perdona? ¿O al que menos se le perdona? Simón respondió: Al que más se le perdona. Y Jesús dijo: Bien haz juzgado; queriendo decir que, al que más se le perdona, ama más, porque valora más lo que se ha hecho por él.
El valor que le damos a lo que han hecho por nosotros, lo demostramos, no con lo que hacemos, sino con lo que no hacemos.
Jesús le dijo a Simón: No me diste agua, no me diste aceite, y no me besaste. Lo que Simón no hizo, le demostró a Jesús el valor que él le daba.
La gente muchas veces piensa que Dios no mide nuestro valor hacia él por lo que hacemos; y es cierto; lo mide por lo que no hacemos. Muchos piensan que Jesús les reclamaría lo que han hecho, pero, en realidad, en todo caso, les reclamaría lo mismo que a Simón: Lo que no han hecho.
Cada quien sabe aquellas cosas que se supone que haga; cosas que, si estuviéramos agradecidos y reconociéramos lo que es el Señor para nosotros, las estuviéramos haciendo.

EL ETERNO FEMENINO

A veces algunas chicas nos reunimos a estudiar la Biblia. También hablamos de nuestras cosas y tomamos café, y es un lujo compartir galletas de chocolate sin sentirte culpable. Eso no se puede hacer con cualquiera hoy en día. Quien más y quien menos, todas nosotras estamos pasando por una época difícil, en sentidos diferentes, pero con situaciones que nos preocupan y de las que hemos de ocuparnos. Familia, amigos, trabajo, nada que no sea humano. Oramos unas por otras, y hemos aprendido lo importante y beneficioso que es eso. No somos perfectas. Muchas veces llega el día y apenas nos ha dado tiempo de leernos el capítulo de la semana. Otras veces tenemos asuntos prioritarios que requieren hablar y ser escuchadas. Esta vez nos tocaba estudiar la resurrección de Lázaro, y con todo lo trascendental que es el libro de Juan, yo me di cuenta de que ese día en especial salimos todas un poco tocadas. 

Dice cosas que no son solo importantes, sino centrales en el mensaje del evangelio y en quién es Jesús mismo; pero sobre todo, en ese pasaje es imprescindible la relación personal que tenían dos mujeres con Jesús, al que llamaban su Maestro. La resurrección de Lázaro (y después la resurrección del propio Jesús) no podría entenderse así de bien sin la perspectiva femenina que es la que guía y dirige la narración tal cual nos ha llegado. En este mes de marzo tan femenino, sobre todo los días que preceden al Día de la Mujer, todo queda empañado de un esfuerzo intelectual de incluir cualquier perspectiva de la mujer en las ecuaciones sociales y culturales. Es un esfuerzo loable, y lo lleva siendo ciento cincuenta años. Pero hoy en día a veces esas celebraciones se quedan en poco más que un escaparate de feminismos trasnochados. 

Junto a los reportajes digitales sobre mujeres luchadoras se seguían viendo anuncios de muchachas en bikini, y así, cuando se cuela el dinero y los beneficios, ningún esfuerzo por hacernos creer que se honra a las mujeres puede resultar creíble. Las plataformas LGBT y su visión de una identidad de género basado en el sexo contrastan con las plataformas de (¿cómo llamarlos?) conservadores, o puritanos religiosos, la mayoría de ellos católicos y de muy derechas, que definen a las mujeres igualmente por su sexo, aunque en el otro extremo del espectro. En medio de eso, ya nadie duda de que una mujer de hoy puede trabajar de lo que quiera, ser profesional de lo que quiera y organizarse su vida con libertad. 

Pero de ahí a la realidad, nadie puede decir que las mujeres de hoy en día sean libres para tomar cualquier decisión o que no sufran estigmas y dudas en cuanto a su identidad. Hay mujeres que quieren ser amas de casa y se sienten culpables. Hay mujeres que quieren dar de mamar a sus hijos hasta que tienen dos y tres años y se sienten cohibidas por madres y abuelas de la cultura del biberón, que no dejan de recordarles lo esclavo que es eso (aunque muchas opinemos que no tiene que ser necesariamente verdad). Hay mujeres que sienten que esa libertad sexual que deberían defender no es más que una promiscuidad que solo beneficia a cierta clase de hombres, pero no se sienten con libertad para decirlo. Si te tiñes, o no te tiñes, si te maquillas o no lo haces, si eres vieja con treinta y cinco pero demasiado joven con treinta, si eres madre o no, si tienes novio, marido, o lo estás buscando, cuántos kilos te sobran y qué estás haciendo para solucionarlo, si aceptas o no hacer horas extra en el trabajo a pesar de que querías ir a recoger a tu hijo a la guardería, y el dinero hace falta, si te gusta cocinar o no: todo suma o resta a los ojos de los que no dejan de observar. 

La libertad se esgrime y se defiende en cualquier esquina, pero sin una dirección clara. Las mujeres de hoy se siguen preguntando qué se supone que deben ser y hacer para contentar no solo a los hombres, sino al resto de mujeres y a la misma opinión pública. No va a haber manera, ni la ha habido nunca, de especificar de forma clara y directa qué es una mujer, porque esa indefinición de la identidad femenina es consecuencia del castigo del Edén, y la sentencia sigue vigente. Forma parte de nuestra naturaleza pecadora. Hay ciertos movimientos feministas que no permiten que nadie diga que las mujeres también son pecadoras, porque opinan que el instinto femenino por el que deberíamos guiarnos está por encima de eso. Pero qué diferente nos veía Jesús. Es asombroso que en una sociedad como la de la época las mujeres aparezcan tantas veces y de formas tan relevantes a lo largo de su ministerio y su vida, empezando por la importancia de su madre. Él hablaba con mujeres que no debía, como la samaritana, o como la mujer adúltera; dejaba que se le acercasen tanto como para tocar su manto sin ser advertidas. Me imagino a un Jesús que no dudaba en aceptar las invitaciones a cenar de prostitutas, y el revuelo que se causaría, del mismo modo que no despreciaba a las mujeres de la alta aristocracia política que le seguían y le apoyaban económicamente. De todo esto se ha escrito y hablado mucho, y se agradece. 

Pero en Juan 11 lo realmente importante es lo que se entrevé de la relación con Marta y María. Lo dice abiertamente: eran sus amigas. Esa es una cuestión muy difícil de entender en nuestra sociedad hipersexualizada, donde se acaba desarrollando la teoría de que detrás de esa relación tenía que haber algo más que la iglesia ha querido ocultar por motivos perversos (ya saben, El código DaVinci y todo eso) . 

En vez de intentar transformar nuestro punto de vista para entender lo que nos queda lejos, la realidad debe amoldarse a nuestras creencias. Y así nos va. Pero el hecho, simple y directo, de que Jesús fuera amigo íntimo de estas dos hermanas aporta una luz enorme a nuestras vidas. Los pasajes en los que se habla de ellas muestran tímidamente lo diferentes que eran, y a Jesús no le importaba. Cada una a su manera era importante. Tenía tanta confianza con ellas que es en su presencia cuando se nos dice que él se conmovió y lloró frente a la tumba de Lázaro, y ya sabemos lo difícil que es llorar en presencia de extraños. En Juan 11 Jesús mantiene una conversación con las dos mujeres que solo puede entenderse a la luz de las horas y horas de charlas que debieron ocurrir incluso años antes de que comenzara su ministerio. Ellas reconocen a Jesús como Maestro, como hijo de Dios, antes de haberse manifestado plenamente como tal. Se conocían bien, tanto que Jesús se toma la libertad, en el velatorio de su hermano, de recordarles lo que ya habían hablado. Jesús no teme ni rehúye sus dudas ni su dolor. La fe, aprendemos de Marta y María, no tiene nada que ver con los sentimientos, y esa es la auténtica liberación femenina, la que fue entonces y la que sigue siendo válida hoy en día. 

Solamente frente a Jesús se puede ser con libertad lo que una sea, sobre todo, reconocer que no somos perfectas ni lo hacemos todo bien, pero se nos perdona igual que a los hombres. En ese momento da igual que no puedas ponerte la talla 8, porque la vida eterna también es para nosotras. El viernes pasado hablamos en el estudio de que es fantástico poder acceder ahora a esa misma amistad. Cuando Jesús dice en otro lugar de los evangelios que ya no somos siervos, sino amigos, el mayor ejemplo de esa amistad se muestra por medio de dos mujeres, y ese es un detalle importante. 

Ahora sabemos que no estudiamos la Biblia por obligación, ni porque nadie piense que debemos hacerlo, ni por revancha de que alguien pensase (a estas alturas) que las mujeres no deben estudiar. Lo hacemos por capricho. Sí, porque queremos, nos gusta y nos edifica. Esa es la única verdadera libertad que nos concede creer en el evangelio.

"PROSPERIDAD" QUE NO ES DE DIOS VS EL ESPIRITU MISONERO DE LA IGLESIA


En primer lugar, hablemos de la eclesiología. En los círculos de la prosperidad la Iglesia deja de ser la congregación del pueblo peregrino de Dios para convertirse en un exitoso negocio centrado en la autoestima, la influencia mundana y la comercialización de productos religiosos. El cielo ya no es la esperanza de la gloria venidera del Reino de Dios, sino una realidad para ser vivida y disfrutada aquí y ahora. La perspectiva escatológica del cristianismo se pierde y la iglesia se convierte en un asunto puramente terrenal (al igual que se hizo en la cristiandad medieval). "¡Olvida el futuro!", dicen, "¡El presente es lo único que importa!"

Dada esta perspectiva enteramente mundana, de un plumazo los pobres y necesitados son expulsados de la alta sociedad de la prosperidad cristiana y sustituidos por los ricos, los adinerados, los prósperos y por aquellos considerados lo suficientemente buenos como para formar parte de su ‘club de la felicidad’. El mensaje desde el púlpito ya no es ‘Cristo y éste crucificado’, sino ‘Tú y lo tuyo glorificados’. La fe, por consiguiente, se convierte en un asunto puramente egocéntrico donde el discípulo sólo procura su propio beneficio. Ya no existimos para la gloria de Dios. ¡Él existe para nosotros!

Aunque el  Evangelio de la prosperidad  se ha infiltrado en una amplia gama de denominaciones cristianas, hay un denominador común en cuanto a su gobierno, esto es, un líder autoritario y carismático en la parte superior de la estructura piramidal de poder que disfruta de una ‘conexión directa’ con el Todopoderoso. Estos líderes se especializan en exageraciones, eufemismos y repeticiones en el púlpito para manipular emocionalmente a las masas y asegurarse de que cualquier persona en la iglesia que se atreva a cuestionar lo que dice el predicador es del diablo. En este sistema- fabricado por el hombre- las visiones, los sueños y la profecía personal reemplazan la autoridad de la Biblia; y al ideal de la Reforma del sacerdocio universal de todos los creyentes se le asesta un golpe de gracia final.

Dado que las  Iglesias de la prosperidad  rechazan la enfermedad, la pobreza y la escasez y la tachan de ‘falta de fe’, una culpabilidad impregna a los hermanos que sufren, ya que consideran que están cayendo en el pecado de la incredulidad. ¿Tienes una fractura de cadera? ¿Un dolor de cabeza? ¿Una nariz que sangra? ¿Llevas gafas? ¡Sólo confiesa tu pecado y serás sanado! O siempre puedes ir a la tienda de recuerdos de la iglesia para comprar un pañuelo ungido y personalmente bendecido por el pastor (el cual está demasiado ocupado para hablar contigo) o una botella de aceite de oliva firmada por tu evangelista favorito o alguna oferta limitada de agua bendita recientemente importada del río Jordán. Suena ridículo, ¿no es así? Pero esa es la cruda realidad de lo que está pasando hoy en día en estos clubes de negocios religiosos. ¿Nos reímos o lloramos? Esta- lamento tener que decirlo- no es la Iglesia del Nuevo Testamento. La casa de nuestro Padre se ha convertido, una vez más, en una cueva de ladrones que se alimenta de la desgracia de los demás (Mateo 21:13).

Al analizar estas perturbadoras realidades en el mundo de la Iglesia contemporánea, he llegado a la siguiente conclusión: el  Evangelio de la prosperidad  nos lleva de regreso a Roma. ¿Qué quiero decir con eso? Quiero decir que la creciente estructura jerárquica y autoritaria de la política y la actividad de la  Iglesia de la prosperidad , su doctrina herética y errónea respecto de Dios y de Cristo (y el consecuente déficit de profundidad teológica), la falta total de una saludable autocrítica constructiva, la desaparición del sacerdocio universal de todos los creyentes, el abuso de los mecanismos de la culpa, y la comercialización de artefactos religiosos, nos están llevando de regreso a los días de la pre-Reforma. Estamos volviéndonos a la religión de las indulgencias católicas de Juan Tetzel, y escupiendo en el rostro de Lutero.

LA DOCTRINA DE MISIONES

En segundo lugar, nos enfocaremos en la misiología. En pocas palabras, las misiones del Nuevo Testamento y las misiones de la  Teología de la prosperidad  se parecen tanto la una a la otra como la tiza al queso. En los círculos de la prosperidad, el primitivo  kerygma  (proclamación) de arrepentimiento y fe en Dios para salvación eterna es rechazado por un mensaje de 'siéntete bien' que masajea el ego y hace del hombre un dios. El infame Kenneth Copeland dijo, "No tienes un dios en ti, tú eres uno." Este tipo de pensamiento es la manifestación de una religión totalmente basada en caprichos humanos y antojos carnales. Así que, ¡olvídate de convertirte en una nueva criatura! ¡Simplemente sé un dios! ¡Esa sí es la misión real! ¿No fue ésta la mismísima misión que la serpiente entregó a Eva en el Edén? “¡Sé una diosa!” (Génesis 3:5).

El discipulado también es muy distinto en el  Evangelio de la prosperidad . En lugar de obedecer al Señor con un amor libre por su gracia soberana, se anima a los santos de Dios a obedecer por lo que pueden obtener del Señor. Su razonamiento es algo así: "Si me mantengo en santidad, un día voy a estar en una plataforma sanando a miles de personas, o si me mantengo alejado del pecado, Dios se verá obligado a derramar una indescriptible bendición sobre mi vida". Esta mentalidad es lo que el Nuevo Testamento describe como el Evangelio de 'panes y peces'. Se trata de un Evangelio que se centra en el  ego  (yo) humano. Multitudes seguían a Jesús y estaban dispuestos a hacerlo siempre y cuando vieran milagros, señales y prodigios, y tuvieran pescado y pan para comer antes de irse a casa. Pero en el momento en que Jesús comenzó a hablarle a la multitud sobre la importancia del auto-sacrificio y el martirio para la causa de Cristo, todos desaparecieron (Juan 6:66). ¿Cuántas personas seguirían de manera voluntaria a Cristo si no obtienen nada a cambio excepto el rechazo, la angustia, el odio y la muerte? Pocos, contestarás. Pero esos pocos son los verdaderos discípulos. Abrazan la misión de Jesús cueste lo que cueste.

Otro importante desafío al concepto tradicional de las misiones tiene que ver con el Reino de Dios. La  Teología de la prosperidad  tiende a inclinarse hacia un entendimiento de la escatología centrada en disfrutar de ‘tu mejor vida ahora’, en lugar de predicar con entusiasmo sobre la inminente Segunda Venida del Señor Jesucristo. Históricamente hablando, es interesante observar cómo la Iglesia perseguida siempre ha puesto mucho énfasis en la gloria que viene (como la Iglesia anterior a Constantino o las iglesias subterráneas de hoy en Rusia, China y Corea del Norte, etc.), mientras que las iglesias con estabilidad financiera, las cuales están políticamente establecidas en el mundo, se centran en temas no escatológicos, tales como la psicología, el sentimentalismo y el éxito social. La ansiosa expectativa futura por la anunciación del Reino eterno de Dios se echa a un lado en nombre del presente. En otras palabras, Abraham fue un necio por haber esperado una mejor ciudad cuyo arquitecto y constructor era Dios (Hebreos 11:10), lo que debería haber hecho es quedarse en Ur y hacer una institución de sí mismo.

Y, como última observación, la  forma  de las misiones es notablemente diferente de la del Nuevo Testamento. Las misiones primitivas fueron llevadas a cabo por hombres (y mujeres) pobres y arruinados que no poseían nada más que fe en Cristo; no por intrigantes empresarios y estrellas religiosas de televisión vestidos con llamativos trajes de diseño y joyas caras. Aquellos primeros creyentes eran verdaderos testigos de la verdad. Su forma de predicar- y creo que estarás de acuerdo conmigo- está a un millón de años luz de distancia del mensaje de la Prosperidad, el cual es un anuncio de éxito, triunfalismo y conlleva una fuerte negación de la teología del sufrimiento/dolor.

CONCLUSIÓN

Con todo, nuestro estudio sirve para demostrar la perversión del cristianismo auténtico llevada a cabo por una escuela de pensamiento (y de práctica) que poco tiene de la aprobación del Espíritu Santo.

El  Evangelio de la Prosperidad , para ser fiel a sus moribundas y agonizantes raíces evangélicas, debe volver al verdadero mensaje de las misiones, es decir, el arrepentimiento y la fe; promover los valores del verdadero discipulado; enfatizar la pronta venida de Cristo; y recuperar algo del espíritu de los primeros discípulos.

Tal y como está en este momento, la  Teología de la Prosperidad  está tan lejos del verdadero Evangelio como cualquier otra ideología mundana. Volver al Evangelio verdadero debería ser la preocupación principal para los predicadores de prosperidad contemporáneos.

El  Evangelio de la prosperidad , pues,ofrece una eclesiología y una misiología totalmente distintas al legado que hemos recibido de nuestros queridos antepasados protestantes, los cuales se negaron a moverse ni un milímetro de lo que decía la Escritura. Pero, a pesar de este preocupante estado de las cosas, confiemos hermanos, porque el Rey Jesús sigue declarando: "Edificaré mi iglesia y las puertas del Hades (y las puertas del  Evangelio de la Prosperidad ) no prevalecerán contra ella” (Mateo 16:18).

DESCUBRIMIENTO RESPALDA LA CREACION DEL UNIVERSO SEGUN GENESIS

El universo nació hace casi 14 millones de años, con una explosión llamada el "Big Bang", de acuerdo con las teorías científicas. Ahora, los investigadores afirman haber detectado pruebas de que apenas una fracción de segundo más tarde, la expansión del cosmos tuvo un arranque poderoso.
Los expertos creen que el descubrimiento será un gran avance en las investigaciones del universo primitivo, si otros lo confirman.
Aunque muchos científicos ya tenían la hipótesis de que ocurrió un crecimiento inicial extremadamente rápido, buscar esta evidencia ha sido un objetivo clave en el estudio del universo. Los investigadores reportaron el lunes que lo hicieron atisbando la luz débil que todavía queda del Big Bang.
Para Leslie Wickman, directora del Centro para la Investigación de la Ciencia en Azusa Pacific University, "el nuevo descubrimiento también tiene implicaciones significativas para la cosmovisión de los judeo-cristianos, y ofrece un fuerte respaldo para las creencias bíblicas". Esto de acuerdo con una publicación en CNN en Español, de este 21 de marzo.
"Eso me suena mucho a Génesis 1:1: “En el principio Dios creó los cielos y la Tierra", escribió Wickman.
"Entonces, este último descubrimiento es una buena noticia para nosotros los creyentes, ya que agrega un apoyo científico a la idea de que el universo fue causado -o creado- por algo o alguien fuera de él y que no dependía del mismo", añadió.
Y es que el nuevo descubrimiento "nos da una ventana sobre lo que era el universo muy al principio", cuando tenía mucho menos de una billonésima de segundo de edad, dijo el físico teórico Lawrence Krauss de la Universidad Estatal de Arizona, quien no estuvo involucrado en el trabajo.
"Es increíble", agregó. "Se puede ver al principio de los tiempos", dijo.
Los nuevos resultados fueron anunciados por un equipo de colaboración que incluyó a investigadores del Centro Harvard-Smithsonian para la Astrofísica, la Universidad de Minnesota, la Universidad de Stanford, el Instituto de Tecnología de California y el Laboratorio de Propulsión a Chorro de la NASA.
El equipo tiene previsto presentar sus resultados a una revista científica esta semana, dijo su líder, John Kovac, de la universidad de Harvard.
Para su investigación, los astrónomos escanearon el 2% del cielo durante tres años con un telescopio en el Polo Sur, una zona elegida por su aire muy seco, que ayuda en las observaciones.
Los especialistas buscaron un patrón específico en las ondas de luz dentro del tenue resplandor de microondas que dejó el Big Bang. Se cree que ese patrón demuestra que hubo una etapa de crecimiento rápido, conocido como inflación. Kovac dijo que el patrón "es la firma del arma humeante de la inflación".
Los científicos dicen que el patrón de onda de luz fue causado por ondas gravitacionales, que son ondulaciones en el entretejido del espacio y el tiempo que se extiende por el universo. Si se confirma, la nueva investigación sería la primera detección de este tipo de ondas del universo recién nacido, que han sido calificadas como los primeros temblores del Big Bang.
Leslie Wickman dijo que "como científica y creyente moderna, cuando veo el cielo estrellado en una noche despejada, recuerdo que “los cielos cuentan la gloria de Dios" (Salmo 19:1). Me siento maravillada ante la complejidad del mundo físico, y cómo todas las piezas encajan a la perfección y se encuentran en armonía".
La científica explica dentro de la nota publicada por CNN que:
"También debemos recordar que Dios se revela a sí mismo tanto a través de la escritura, como de la creación. El reto está en ver cómo se acoplan estos dos aspectos. Una mejor comprensión de cada uno puede informar nuestra comprensión del otro.
No solo se trata de abrir la Biblia y leer cualquier cosa que encontremos allí desde la perspectiva estadounidense del siglo XXI. Tenemos que estudiar el contexto, la cultura, el género, al autor y a la audiencia original para entender la intención.
El mensaje de la creación en Génesis nos dice que Dios creó un lugar especial para que los humanos vivieran, prosperaran y estuvieran en comunión con Él, que Dios quiere tener una relación con nosotros, y prepara todo para que estemos en comunión con Él, incluso después de que nos alejamos".

EN DIOS SOY...


HAS SIDO LIBERADO

Dice la palabra del Señor, que la sangre de Cristo habla más fuerte que la de Abel. No era suficiente con que Cristo muriera para que se cumpliera el propósito de su muerte. La muerte no era lo único que iba a redimir nuestros pecados y sacarnos de la maldición. La muerte tenía el propósito de darnos vida y la posibilidad de la resurrección, pero era necesario y vital el derramamiento de sangre.
Cada momento que Cristo vivió en aquella vía dolorosa, era señal de que una parte de nosotros estaba siendo redimida.
En Génesis 3:17-18 dice: Maldita será la tierra por tu causa; con dolor comerás de ella todos los días de tu vida. Espinos y cardos te producirá, y comerás plantas del campo. La tierra fue maldita por causa del pecado del hombre. Desde que el hombre pecó, ha tenido que buscar las flores en medio de las espinas; lo bello, en medio de lo feo. Cuando vemos a Jesucristo recibiendo la corona de espinas, lo primero que está redimiendo es la maldición que hay sobre la tierra, donde la tierra no responde a lo que el hombre siembra.
Muchos viven en frustración porque no están recibiendo los resultados por los cuales han estado trabajando, sino todo lo contrario a lo que han estado esperando, y lo que está a su alrededor no responde de la manera en que fue intencionado.
Cuando Cristo recibe la corona de espinas, cuando va a vencer esta maldición, no recibe esta herida en ningún otro lugar sino en la cabeza, que representa la mente, el pensamiento que te dice: Tanto trabajar, tanto luchar, ¿para que? Tanto esfuerzo, y mira lo que recibo.
Y es que, muchas veces, el enemigo más grande que tienes es tu mente.
Gloria a Dios que hace 2000 años atrás hubo uno que cogió esas espinas que han estado perturbando tu mente y las llevó con orgullo y autoridad. Cada gota de Su sangre, te dice que puedes ser libre de toda espina que esté atormentando tu mente.
Hoy puedes ver la victoria, el gozo, y vivir en una paz que sobrepasa todo entendimiento. La gente no puede entender cómo vives tan tranquilo en un mundo que se está volviendo loco. La razón es que tu mente fue liberada.
No permitas que tu mente te perturbe nunca más. Tú no tienes que sentir el dolor que esas espinas producen en tu vida y en tu mente, el dolor de tu historia. Hoy es un día de oír, no la voz de la tierra que produce espinas, sino la voz de Cristo que te dice: Hace 2000 años atrás, yo te hice libre.