PONGAMONOS DE ACUERDO

Amós 3:3 Reina-Valera 1960 (RVR1960) ¿Andarán dos juntos, si no estuvieren de acuerdo?

Uno de los personajes que mas me emociona de la Biblia es Enoc, del cual se escribe realmente poco, pero del que se puede saber mucho si se pone la atención adecuada. Enoc fue uno de los 3 hombres que no pasó por la muerte y esto a causa de que caminaba con Dios, y el secreto de no pasar por la muerte está exactamente en ese "caminar" con Dios, en esa manera diferente de vivir. 
Hace unos días reflexionaba acerca de qué es lo que se necesita para "caminar con Dios"?, y lo primero que Dios puso en mi mente fue la cita de hoy. La cita de hoy viene de un contexto duro, viene de una palabra que Dios habla contra el hombre y no a su favor, pero que tiene todo el sentido del mundo, ya que es la clave de toda relación y que explica lo que le estoy queriendo contar. Las personas caminan por la vida pensando que "Dios está con ellas", y aunque suene un poco duro, la verdad es que están equivocadas, ya que en realidad el asunto es al revés, somos nosotros los que tenemos que estar con Dios y no Él con nosotros, obviamente hay citas en las que Dios habla de estar con nosotros y no abandonarnos, pero cada una de ellas tiene una condición previa, no podemos quedarnos solamente con la cita y basar nuestra fe en eso, ya que es una verdad a medias. 
Por tanto, para tener una fe adecuada, y sobre todo evitar el sufrir a causa de nuestra fe (ya que en ningún lado dice que tenemos que sufrir), debemos de entender que Dios ya hizo su parte, y es ahora nuestro turno de saber, querer y hacer, y es justo en ese orden, sabía? Ayer un buen amigo decía, no se obedece a un Dios al que no se ama y no se ama a un Dios al que no se conoce, y no podría estar mas en lo cierto, es por eso que las personas no reciben y es por eso que las personas se dan el lujo de sentirse lejanas de Dios! 
Todo el tiempo me encuentro con personas que dicen haberse "alejado" de Dios, como si eso fuera posible, ya que tanto en lo físico es imposible y ya una vez que dimos entrada a Dios a nuestro corazón, lo cautiva de tal manera que no nos es posible el sacarle de ahí, simplemente así, y además es eso lo que declara la Biblia, con Dios todo es crecimiento y con Dios todo es hacia arriba y hacia adelante. Por tanto no podemos reducir la fe a un sentimiento, ya que el sentimiento viene y va, pero si llevamos nuestra fe a lo racional y como dice en la cita del día de hoy, empezamos por ponernos de acuerdo, es cuando podremos iniciar como Enoc hizo, a caminar con Dios. 
El tener una relación con Dios no tiene nada que ver con ser "buenos", ya que eso es algo que ven los hombres pero no Dios, el tener una relación con Dios no tiene que ver con simplemente hacer todo lo que dice la Biblia (aunque hay que empezar por leerla), de hecho es muy sano el cuestionarla, es muy sano el pedir señales y pruebas de lo escrito y cada vez que Dios nos responda, hacer acuerdos y seguir adelante. Uff!, entre más lo pienso, mas emocionante es, no puedo recordar la cantidad de acuerdos que Dios y yo hemos hecho a lo largo de mi vida, pero le puedo decir que cada uno de ellos esta grabado en mi corazón y cada uno de ellos es vigente y respalda mi manera de vivir, mis palabras y cada cosa que pienso incluso, pues entiendo como es que Dios hace las cosas y como es que puedo funcionar mejor en mi día a día. 
No pretendo el evitar pasar por la muerte, pero no niego el hecho de que me atrae la idea y de que es posible, todo depende de que camine verdaderamente con Dios, pero le puedo asegurar, que entre que pasa o no pasa, mi vida es cada día más gloriosa, mas emocionante y mejor que nunca por el puro hecho de que he aprendido a tener una relación con un Dios vivo, que responde, que no está limitado a un "si" a un "no" y aun "tengo algo mejor para ti", sino por el contrario, tengo un Dios que me da explicaciones, quien pone el universo a mis pies y que antes de hacer cualquier cosa, se pone de acuerdo conmigo, para que podamos ir a un lugar específico en mi vida y en su eternidad y no a un lugar errático como muchas personas hacen, por no ponerse de acuerdo.

NO TE DETENGAS

Cuando una persona se hace relevante primero a Dios, él le prepara lugar para protegerlo.  Ahora bien, es importante volverse relevante ante Faraón también, porque el mundo no suelta lo mejor, si no es para alguien relevante para ellos.  Nos hacemos relevantes también ante la familia, como vemos en la historia de José, cuando él le dice a sus hermanos: Dios me trajo aquí para salvarlos a ustedes.
Hay tres cosas que hacen que una persona sea relevante para Dios, para el mundo y para su familia:
·         Una persona que sabe que tiene un sueño divino, que sabe que fue llamado con un propósito y nada de lo que pase en su vida le hace morir a su sueño.  Aquellos que mantienen esos sueños vivos.  Provocan que Dios comience a orquestar todo para aquellos que, a pesar de lo que la gente diga, la familia diga y el mundo diga, continúen hacia adelante, sabiendo que hay algo especial para su vida.

·         Una persona que demuestra tener importancia a aquellas cosas que no le pertenecen, pero que están bajo su cuidado.  Cuando te haces relevante, hasta la familia te envidia.  Los hermanos de José lo envidiaban porque Jacob le amaba por cuidar lo de su padre como si fuera suyo.  Luego, aun Potifar confiaba tanto en José que no lo hizo eunuco cuando lo llevó a trabajar a la casa.     Cuando el mundo sabe que en tus manos sus cosas están confiadas, tú te haces relevante. 

·         Te haces relevante para Dios cuando tu estilo de vida es diferente al del mundo; cuando tu estilo de vida demuestra que realmente hay un compromiso y que hay algo diferente, que no piensas ni hablas de la misma manera.  Lo difícil de esto es que el estilo de vida debemos tenerlo dentro de Egipto.  Es fácil doblar rodillas en Gosén, pero en Egipto es que debemos doblar rodillas.  Esto lo vemos en Daniel, que hablaba diferente, comía cosas diferentes y solo dobló rodillas a Dios.
Como cristianos, nuestro estilo de vida debe demostrar lo que somos.  ¿Cómo quieres que Dios te lleve a Gosén, si no tienes el estilo de vida que debes tener?  Hay gente que quiere que Dios los prospere, pero ni aún cumplen con el gobierno, en su empleo, con su familia.  No pienses que sembrando en la iglesia cancelas la mala siembra que haces en el mundo.  Tienes que caminar de la manera correcta para que te hagas relevante.  Tu manera de vivir debe ser consagrada en la iglesia y fuera de la iglesia. 
Egipto oprimió a los habitantes de Gosén porque José, el que fue relevante, había muerto.  Si en tu familia no ha nadie relevante, decide tú ser relevante.  Que tu estilo de vida sea diferente, aunque te hagas abominable para el mundo.  El mundo va hablar mal de ti, pero no te detengas. 
José les pide a sus hermanos que no dijeran que eran pastores, porque Faraón y los egipcios aborrecían a los pastores de ovejas.  Pero, ¿por qué los aborrecían?  Los pastores de ovejas siempre estaban en movimiento, en busca de pastos verdes.  Tiene que haber movimiento en la vida de los pastores, y Egipto no está en movimiento.  Muchos no entienden por qué te pasas diciendo: Voy para la iglesia; voy para un retiro; voy para una vigilia; voy para un viaje misionero.  El mundo prefiere tenerte estático porque de esta manera te controla y dependerás de ellos.  Fuimos hechos para estar en movimiento, para seguir hacia adelante. 
Otra razón por la cual a los egipcios no les gusta los pastores es porque el pastor lleva a pastar a sus ovejas en grupos.  Les molesta que un Pastor le hable a un grupo de ovejas, que tengan programas de televisión, que tenga tantos miembros en la iglesia.  Si le habláramos de uno en uno, a Egipto no le molestaría.  Pero, aunque se molesten, hay que seguir siendo relevantes para Dios.
La razón más poderosa por la que se molestan los egipcios es porque los pastores de ovejas sacrificaban los carneros y ovejas. ¿Por qué les molesta esto? Porque ellos los idolatraban.  Uno de los dioses más grandes para los egipcios era simbolizado por un carnero.  Al mundo siempre le molesta que, lo que ellos idolatran, tú lo sacrifiques.

DEJEMOS DE PEDIR TANTO

Lucas 6:45 Reina-Valera 1960 (RVR1960) El hombre bueno, del buen tesoro de su corazón saca lo bueno; y el hombre malo, del mal tesoro de su corazón saca lo malo; porque de la abundancia del corazón habla la boca. 

He aprendido a disfrutar mucho el viajar como pasajero en el coche, he aprendido a disfrutar el paisaje y a observar todo aquello que normalmente no vemos cuando vamos conduciendo, es asombroso de cuanto nos perdemos por ir poniendo atención al tráfico y al resto de los coches. 
De la misma manera me sucede a mi y a muchas personas al leer la Biblia, en ocasiones sabemos a donde vamos que nos topamos con citas conocidas y nos perdemos de aquellos significados importantes y profundos, que nos recuerdan cosas a veces básicas pero de una trascendencia sin igual, tal como la cita de hoy. 
Quiero pensar que todos hemos al menos escuchado esta cita en alguna ocasión, generalmente la relacionamos con nuestro comportamiento diario, con aquello que se escucha de nosotros con aquello que tiene que ver con las declaraciones que salen de nuestra boca, pero ayer platicaba con un buen amigo y al meditar en lo que platicábamos, encontré una dimensión interesante de esta cita. 
Dios nos habla a lo largo y ancho de su palabra acerca del poder que puso en nuestra boca y por tanto de la autoridad que hay en nuestras palabras, que no solo afectan lo visible, sino también lo invisible, es decir, nuestra boca es si no el principal, uno de los principales instrumentos de nuestra fe, por tanto es por medio de ella que expresamos lo que hay en nuestro corazón y dejamos ver como está nuestra fe. Esto se lo digo, porque podemos ser personas con un gran testimonio, podemos ser personas que siempre estén declarando palabra, y podemos ser personas que estén orando constantemente y sabe, ahí está el problema. 
A veces oramos y oramos y oramos y lo único que sucede es que dejamos ver que nuestro corazón está lleno de duda, de temor, y de impotencia, por ello tenemos esa necesidad de ir constantemente delante de Dios a pedirle algo que no sabemos si lo hará o no, algo que lejos de parecer un acuerdo con Dios, parece un desacuerdo y pretendemos por medio de nuestra insistencia y repetición convencer a Dios de que lo haga y de que nos beneficie con su favor. 
Es interesante entender como llenamos nuestro corazón de cosas que anhelamos, pero que nunca llevamos delante de Dios primero para ver y saber si son agradables a Él, para entender si están dentro de sus planes y luego queremos convencer a Dios de que nos de aquello de lo cual no lo hicimos participe, inaudito. Es por eso que oramos, bueno, mas bien pedimos tanto, porque estamos por nuestra cuenta, solos, y a veces pareciera que en contra de Dios pidiendo algo que incluso pareciera bueno para nosotros, cosas como la salud o salir de deudas, pero sin haberlo hecho participe de nuestra situación. Piénselo de esta manera, imagine usted que gastó de más, esta quebrado y se come a Dios en oración, es decir, pide una y otra vez que le ayude a salir del apuro, pero no ve claro, pero que pasaría si en vez de pedir como merolico, tomara un tiempo, expusiera su caso delante de Dios, no su necesidad, si no su caso, si llevara delante de Él el como llegó a esa situación, si delante de Él admite su error e incluso reconoce el pecado que llevó a endeudarse de esa manera, para que antes de sanar sus finanzas, Dios sane su corazón y de paso sus hábitos, para que posteriormente, lejos de pedir, tenga su corazón lleno de el favor de Dios y tenga la autoridad de declarar el fin de esa etapa en su vida y pueda cerrar ese capitulo. 
Es importante entender que citas como la de hoy tienen una gran transcendencia, situaciones que no terminan, muchas veces tienen que ver con oraciones que no llegan a ningún lado, pues no hay poder detrás de nuestra oración, pero una vez que llenamos nuestro corazón de los elementos correctos, tendremos la autoridad para declarar una sola vez oraciones trascendentes, poderosas y llenas del respaldo de Dios para impactar este mundo y dejar claro que no hay nada, aun la muerte que nos pueda detener e impedir que cumplamos con nuestro propósito.