EL DIVINO ROMANCE


La historia de amor más hermosa jamás contada. Un libro del poder, la belleza y grandiosidad. Rara vez tiene una pieza de la literatura cristiana combinado la simplicidad de la técnica narrativa con las grandes profundidades de la fe cristiana. 

En esta saga de barrido, que se extiende desde la eternidad hasta la eternidad, usted descubrirá algunas de las riquezas más profundas produjo el creyente. Como una poderosa sinfonía, aquí es una majestuosa interpretación del amor de Dios.


He aquí el relato de la crucifixión y la resurrección, ya que nunca antes se había presentado ... desde el punto de vista de los ángeles! Estar allí cuando, levantándose de entre los muertos, el Señor da a luz a su bella novia. La historia concluye en la consumación de los tiempos, cuando el Señor victorioso lleva a su novia a sí mismo. Esto realmente es la más grande historia de amor jamás contada.

COMO DESPERDICIAR SU TIEMPO ESTE AÑO...


Con la llegada de un nuevo año viene un aluvión de resoluciones, recordatorios y exhortaciones. Todos siguen temas similares de cómo hacerlo: cómo aumentar su eficiencia, cómo hacer que todo momento cuente, cómo invertir su tiempo sabia y productivamente.

Pues bien, simplemente por el gusto de la diversión, me gustaría tomar la idea opuesta. Voy a decirle cómo desperdiciar su tiempo. Tal como lo oye; si usted sigue este consejo, no progresará absolutamente en nada este año. ¡Se lo garantizo!

#1, preocúpese mucho. Empiece preocupándose temprano en la mañana, e intensifique su nivel de ansiedad conforme avanza el día. ¿Le faltan cosas por las cuales preocuparse? Lea el periódico, vea la televisión o busque en la internet. Usted hallará suficientes malas noticias, informes de ruina, tragedias humanas, y calamidades de último minuto como para mantener su corazón y mente agitados toda la noche.

Algo que he hallado útil en mi propio mundo de afán es reflexionar mucho en mis fracasos y errores. Si usted es padre o madre, piense largo y tendido en lo que debería o podía haber hecho por sus hijos. Eso le dará a su sentido de culpabilidad la luz verde que ha estado esperando. Para añadir un toque de variedad, también puede recordar algunas cosas que no debería haber hecho. El remordimiento alimenta la preocupación de muchas maneras creativas.

¿Necesita otras pocas categorías en las cuales atascarse? Piense en lo que no le gusta de su matrimonio o su trabajo. La posibilidad de que haya una gotera en el techo, que el coche se dañe, y el envejecimiento. Pasar tiempo con gente negativa es otro secreto que usted no querrá olvidar este nuevo año. Si lo planea todo bien, estará bien repleto de preocupaciones mucho antes de que llegue febrero. ¡Empiece ahora! Esas posibles úlceras necesitan ácido fresco.

#2, haga predicciones firmes y precipitadas. ¿Por qué no? Tiene todo un nuevo año por delante. Su libro de compromisos está limpio y listo para que lo llene con planes detallados. Por supuesto, usted tiene que ignorar un párrafo desechable del capítulo 4 de Santiago.

Oigan ustedes, los que dicen: «Hoy o mañana viajaremos a esta u otra ciudad y estaremos allí un año, y haremos negocios y ganaremos mucho dinero». Ustedes ni siquiera saben qué va a pasar con su vida el día de mañana (13-14, PDT, énfasis añadido).

Olvídese de este versículo y talle sus expectativas en piedra, convencido de que las cosas resultarán tal como usted las planea.

#3, fije su atención en enriquecerse. Con este marco mental, usted encaja a la perfección en la mayor parte de la exageración que derrama seminarios empresariales y entusiastas reuniones de ventas. Asegúrese de conseguir sus ideas en cuanto al dinero de los anaqueles seculares, y definitivamente no preste atención a hombres como Salomón, quien escribió:

No te afanes por hacerte rico; Sé prudente, y desiste.¿Has de poner tus ojos en las riquezas, siendo ningunas?Porque se harán alasComo alas de águila, y volarán al cielo (Proverbios 23:4-5, RVR).

Quiero decir, ¿qué sabe Salomón en cuanto al dinero, y contentamiento y consecuencias?

#4, compárese con otros. Esto es otro desperdiciador de tiempo certero. No sólo le llevará como lanzadera entre los extremos de la arrogancia y el desaliento, sino que pasará otro año sin saber quién es usted.

Si la hermosura externa es lo que más le preocupa, a los hombres les servirá compararse con los más recientes tarzanes de Hollywood, y a las mujeres les servirá compararse con esas despampanantes mujeres que aparecen en las cubiertas de las revistas. Los próximos doce meses serán una maravilla siempre y cuando usted mantenga su vista en lo horizontal. Un consejito: tenga los tranquilizadores listos.

#5, alargue la lista de sus enemigos. El juego de echar la culpa mantendrá sus ruedas patinando más que cualquier otra actividad. Su destreza en este juego debe mejorar con la edad, porque mientras más años vive, más munición puede tener. Con todo un arsenal de suspicacia, paranoia y resentimiento, usted puede desperdiciar noches interminables repasando sus emociones de odio, mientras se carcome por aquellos individuos que han hecho su vida desdichada.

Allí lo tiene. Cinco desperdiciadores del tiempo certificados. Aplique estas sugerencias, y su nuevo año puede alcanzar un nuevo récord para desperdiciar tiempo valioso.

Pero, por otro lado, ¿quién quiere hacer eso? Nadie se propone correr en círculos; simplemente sucede. Así que, hablemos en serio. ¡Cuidado con los desperdiciadores del tiempo! Más bien, dedique más tiempo a la oración que a la preocupación. Sea flexible. Dé más. Esté satisfecho con la persona que Dios ha hecho de usted. Y permita que el aceite del perdón afloje el apretón de esos rencores. En otras palabras, haga de este año, el año más productivo que jamás ha tenido.

SUJETATE A LA BENDICION DE DIOS

Una de las enseñanzas erróneas que le ha dado un mal nombre al mensaje de prosperidad es cuando la gente dice que Dios maldice a aquel que no diezma. En Malaquías 3:9, dice la palabra del Señor: Malditos sois con maldición, porque vosotros, la nación toda, me habéis robado. Pero Dios no quiso decir que él fuera a maldecir al que no diezmara. Para entender este verso, es necesario ir al origen.
Cuando Dios establece una nueva ley, no abroga con ella leyes pasadas. Dios estableció, desde un principio, que no se puede maldecir algo que ya ha sido bendecido.
En la creación, Dios bendijo a Adán. Cuando Adán falla, Dios le dijo a cada quien lo que tendría que pasar por ese error. A la serpiente, sí la maldijo. Le dijo que tendría que comer polvo toda la vida y que, de la simiente de la mujer, saldría uno que le aplastaría la cabeza. A la mujer, no la maldice, pero le dice las consecuencias de su error. Ahora daría a luz con dolor, y su esposo se enseñorearía de ella. Y, cuando va a hablarle al hombre, Dios no lo maldijo, sino que le dijo que la tierra sería maldita por su causa.
Cuando fue a hablarle a Adán, Dios se encontró con alguien a quien él había bendecido, y Dios no puede quitar la palabra que él ya dio, aunque Adán hubiese cometido un error, porque Dios no es como tú, como nosotros, que hacemos contratos bilaterales. Cuando Dios da una palabra, él la va a cumplir, la va a completar porque, si él se comprometió, es porque lo va a hacer. Dios no está sujeto a estados de ánimos, no depende de si quiere o no quiere, sino de que él lo dijo y, por tanto, lo va a hacer.
Dios no puede maldecir a un hombre. Ciertamente, Adán cosecharía cardos y espinos con el sudor de su frente, pero esto, a causa de la maldición de la tierra.
Cuando Malaquías hace referencia a la maldición, está hablando de la maldición a la que ha estado sujeta la tierra a través de toda la historia. No es Dios quien maldice al hombre, sino que, cuando un hombre no separa para Dios aquellas cosas que Dios ha pedido, lo que hace es que se sujeta, por sí mismo, a la maldición de la tierra.
Tú decides si te sujetas a la maldición de la tierra, o si te sujetas a la bendición que Dios ya ha declarado; bendición que te da la autoridad de vencer toda maldición que haya en la tierra.

EL FAVOR DE DIOS

Vivir en el favor de Dios es vivir por encima de las condiciones del mundo natural.  Todo cristiano debe aprender a vivir por encima de las condiciones porque somos bendecidos y muy favorecidos. 
Tu exterior muestra lo que hay en tu interior.  María no fue bendecida y muy favorecida por ser la madre de Jesús.  Precisamente, ella fue escogida por Dios porque era una joven bendecida y muy favorecida.  Muchos piensan cambiar en su exterior primero, pero no es así.  Hay que cambiar primero tu interior, los pensamientos y aquello que estás creyendo, para que veas los resultados exteriores. 
Por causa de que eres una persona bendecida y muy favorecida, aun las condiciones por las cuales el mundo te pone sobrenombre, cambiarán.  En la biblia, vemos que a Elizabeth, prima de María, le llamaban “la estéril”, y no fue hasta que ella entendió que era una mujer bendecida y muy favorecida e hizo contacto con María, quien también lo era, que entonces Dios cambió aquello que el mundo decía de ella.  Pero no importa cómo te llame el mundo, si no tienes a nadie que te apoye y te dé aliento, párate frente al espejo y mírate a los ojos y te dices a ti mismo: Tú no eres lo que el mundo dice; tú eres un bendecido y muy favorecido. 
Quizás el mundo te estará diciendo que eres diabético, o que eres una persona mentirosa o que no sabes hacer nada bien, pero, cuando tú crees que eres una persona bendecida y muy favorecida, la opinión que el mundo tiene de ti tiene que cambiar. 
Tú puedes creer que eres un bendecido y muy favorecido, cuando entiendes que para Dios no hay nada imposible.  No hay situación difícil en tu futuro, ni problema tan grande en el pasado, que sea imposible para Dios.  Estamos seguros en sus manos porque para él no hay nada imposible.  La biblia dice que en el mundo tendréis aflicción, pero ahí mismo Dios nos contesta: Mas confiad, Yo he vencido al mundo.   
En los momentos difíciles, confía; porque tú vives en el favor de Dios, y para él no hay nada imposible.

DAR Y RECIBIR

Una de las cosas más importantes que el hombre debe aprender a hacer para alcanzar la libertad financiera es diezmar consistentemente, separando una décima parte del aumento e incremento en su vida.  Los grandes hombres de dinero saben que deben dar una parte de todo lo que hacen. Esto provee satisfacción personal y resultados más grandes en su vida, al ser capaces de ser generosos con aquello que Dios pone en sus manos.
En la historia, los hombres más prósperos son aquellos que han dado más, no tan solo a la iglesia, sino a la humanidad en general. La generosidad es un principio espiritual que trae resultados a tu vida. Lo que sucede es que somos generosos, pero con las personas incorrectas, en el lugar incorrecto y de la forma incorrecta. De esta manera, la única satisfacción que se consigue es la personal, de calmar la conciencia al dar algo.
¿De que te sirve ser generoso y que no haya resultado? ¿Cuántas veces has sido generoso con una persona que no lo ha sabido agradecer? Intentas comprar su amor con el dinero, pero lo cierto es que el dinero no va a cambiar a esa persona; la realidad es que nunca será agradecido. La persona que es tacaña, lo es fuera y dentro de la iglesia, al igual que el generoso lo es fuera y dentro de la iglesia.
Si no sabemos dar, no tendremos los resultados que esperamos. Debes aprender a dar, con conciencia, sabiendo que estás esperando a cambio y que, si no da resultado, debes hacer cambios.
La Biblia menciona que el sembrador salió a sembrar, y parte de la semilla calló en mala tierra; otra parte calló en pedregales; otra, en espinos, y otra en buena tierra, siendo esta última la que finalmente dio fruto. Puedes probar varías tierras la primera vez, como el sembrador lo hizo, pero la próxima vez ya sabrás en dónde la semilla dará fruto.
No se trata de ser generoso, sino de saber en donde serlo para obtener los resultados.

EDIFIQUEMOS LA IMAGEN DE DIOS EN NUESTROS HIJOS

Lo que nuestros jóvenes dicen, piensan y creen acerca de ellos forma sus fracasos y éxitos. ¿Cómo los enseñamos a aceptar, creer y afirmarse a sí mismos? 

Enseñe a sus jóvenes a pensar positivamente sobre ellos mismos. 

Enséñeles la verdad de las bendiciones de la Palabra de Dios. 

Enséñeles su identidad en el Señor.

Enseñe el poder de la oración. 

No les deje compararse con otros, sino entrénelos para que vean sus propias fortalezas y sean felices con quiénes son. 

Elogie el comportamiento apropiado. 

Aliente a su hijo a tener metas a corto y largo plazo. 

Demuestre afecto a su hijo. Diga “te amo” y no escatime con estos intercambios. 

Diviértase y ríase con su hijo. 

Dé a sus hijos algunas palabras positivas que puedan repetir acerca de ellos mismos. Báselas en la Escritura. 

Si su hijo dice frecuentemente “No puedo”, ayúdelo a cambiar, diciendo y creyendo “Yo puedo”. 

Regularmente hable de pensamientos positivos y monólogo con su hijo. 

 Ayude a su hijo a ver que siempre hay una nueva idea o solución a cualquier problema. 

En vez de dejar que su hijo se moleste cuando experimente un fracaso, guíelo hacia pensamientos, ideas e imágenes más positivas. 

Muéstrele el aprendizaje que puede obtener de la experiencia.

MAS QUE UNA HEROINA

Podemos decir que todos los héroes son algo más que héroes, por el simple hecho de que han asociado sus vidas a algo mucho más grande.

 “Un héroe es alguien que ha dado su vida a algo mayor que sí mismo”. —Joseph Campbell 

Los héroes suelen defender causas antes que defenderse a sí mismos. El estar motivados por algo ajeno a sí mismos los lleva a ser más atrevidos, compasivos, dispuestos, responsables, y valientes. Los héroes entienden que generalmente las cosas no son tan fáciles como parecen. A los héroes no les da miedo levantarse y sobresalir. 

Esta característica de resaltar en medio de la normalidad los hace ver como extraordinarios. Mientras escribo esto, la película The Avengers (Los vengadores) está entre los tres primeros éxitos de taquilla de todos los tiempos. Es interesante notar que un vengador es un enmendador de injusticias. Parte del éxito de esta película estriba en que estos vengadores son héroes individuales con características únicas que han aprendido a trabajar en equipo. 

Separados son poderosos, pero juntos parecen invencibles. El Capitán América tiene la combinación vencedora de su fuerza superior y su honor, pero es un poco ingenuo. Thor es un tipo agradable y noble que hace uso de un martillo invencible, pero confía en su hermano cuando no debería hacerlo. Iron Man es ingenioso y divertido, con un carácter desconfiado, pero a la vez sarcástico y un tanto cascarrabias. Hulk tiene una enorme fuerza física que casi no puede controlar. La Viuda Negra es extremadamente ágil y experta cuando está bajo presión, pero carga con un oscuro pasado. La lista de los superhéroes es larga, pero lo que quiero dar a entender es que cada uno de ellos tiene fortalezas y debilidades únicas y características. 

Aparte de Jesús, ¡todos los héroes de la Biblia tienen fortalezas y debilidades! Hay superhéroes de ambos géneros y de todas las formas y tamaños. Así como usted y como yo. Ser cristianas significa que somos seguidoras de Cristo y que hemos sido ungidas por el Espíritu. Adoramos a nuestro héroe Jesús al permitir que la provisión y la gracia de Dios nos conviertan en sus heroínas. Fíjese en la orden de Pablo para la iglesia de Éfeso: “Dios es fuerte, y él quiere que ustedes sean fuertes. Tomen entonces todo lo que el Maestro ha preparado para ustedes, armas bien hechas de los mejores materiales, y pónganlas en uso, de manera que puedan sortear todo aquello que el diablo arroje en su camino. 

Esta no es una competencia de atletismo vespertina que pueden abandonar y olvidarse de ella en un par de horas. Es una pela de vida o de muerte que tienen que terminar en contra del diablo y de sus Ángeles. Estén preparados. Están luchando contra algo mucho mayor que lo que pueden enfrentar por sí solos. Hagan uso de toda la ayuda que puedan, de toda arma que Dios haya preparado, para que cuando todo haya terminado y esté decidido, ustedes continúen de pie. La verdad, la justicia, la paz, y la salvación, son más que palabras. Aprendan cómo aplicarlas. Las necesitarán a lo largo de su vida. La Palabra de Dios es un arma indispensable. De la misma manera, la oración es esencial en esta batalla. Oren mucho y largamente. Oren por sus hermanos y hermanas. Mantengan abiertos sus ojos. Mantengan elevado el espíritu de los demás para que nadie se quede atrás o claudique” (Efesios 6:10–18, traducción libre de la versión de la Biblia en inglés “The Message”, aún sin una traducción oficial en español). 

 Este pasaje contiene una gran cantidad de información. Separemos los puntos más importantes, ya que estos versículos de Efesios resumen el mandato del libro. ¡Dios es fuerte, y él quiere que sus hijas también lo sean! Sus armas son superiores. Con estas armas, nada de lo que el enemigo lance contra usted podrá causarle daño. Usted está en una batalla espiritual entre la vida y la muerte. Si usted se prepara ahora, no será sorprendida desprevenida. Usted no puede luchar por sus propios medios humanos. ¡Debemos poner en práctica la verdad, la justicia, la paz, la fe y la salvación! La Palabra de Dios es un arma indispensable. La oración no es opcional. Nuestro Padre celestial anticipó todas y cada una de nuestras necesidades y nos ha capacitado para vencer. La más sofisticada e infalible artillería personalizada espera por nosotros. 

Estos elementos eternos tienen el poder de ganar las batallas inmediatas, así como las futuras. Estamos en medio de una lucha entre la luz y las tinieblas, y la vida y la muerte penden de un hilo. No podemos darnos media vuelta y salir corriendo. Mientras vivamos en esta tierra, el dragón inventará armas con la esperanza de vencernos. El enemigo arreciará la guerra contra todas las hijas de Dios. 

Pero él no prevalecerá, porque nosotras tenemos una espada forjada con fuego. Cuando las hijas de Dios empuñan sus espadas, el enemigo retrocede. Avance, manténgase firme, levante su espada, y deje que el enemigo vea el hermoso rostro de una heroína 

AFERRARSE A LA PROMESA

Dios es galardonador de los que le buscan con diligencia, lo cual significa que Él ya tiene recompensas para usted en el cielo. Ahora bien, yo siempre he leído este pasaje de la manera equivocada. En mi mente, siempre he añadido: “le buscas a Él . . . y le encuentras a Él”. Pero la Biblia nos dice que si buscamos, encontraremos. 

Dios no permitirá que usted caiga en la tentación. Él está con usted. Recuerde su sueño para completar el ayuno, y mantenga sus pies en el camino de la rectitud. ¡Ya está usted a medio camino! Durante diez años y doscientos treinta episodios, la serie de televisión Friends se convirtió en un centro de atención para millones de personas en este país. En 1994, los críticos dijeron que ese programa, que trataba de seis amigos solteros que vivían en la ciudad de Nueva York, no era muy entretenido, inteligente u original. El episodio final de ese programa tuvo 52 millones de espectadores. Los críticos que dijeron que no tendría éxito, no tuvieron en cuenta el inmenso vacío de conexión que hay en la cultura estadounidense. Las personas quieren y necesitan estar conectados en relaciones. Esa necesidad de estar conectado se evidencia en la iglesia mediante grupos de hogar y un mayor énfasis en la comunidad. Aunque eso es bueno, si no tenemos cuidado podemos llegar a estar centrados demasiado de forma horizontal y no lo bastante vertical. La Iglesia en la actualidad, en su mayor parte en el mundo occidental, y en particular en Estados Unidos, se trata de mí: “Quiero que mis necesidades sean suplidas. Bendíceme; enséñame; ayúdame”. 

Aunque esos son necesidades y deseos legítimos, debemos tener en mente que la cruz tiene dos brazos: uno es horizontal, pero el otro es vertical. El ayuno pone sus prioridades más en vertical y más en línea con los deseos de Dios. Es lo que Jesús hizo cuando limpió el templo. Las prioridades se habían vuelto demasiado horizontales. Y entró Jesús en el templo de Dios, y echó fuera a todos los que vendían y compraban en el templo, y volcó las mesas de los cambistas, y las sillas de los que vendían palomas; y les dijo: Escrito está: Mi casa, casa de oración será llamada; mas vosotros la habéis hecho cueva de ladrones. —Mateo 21:12-13 Eso no significa que cuando usted ayune no tenga necesidades y deseos concretos propios por los cuales está buscando a Dios. Ciertamente, debería ayunar con un propósito concreto. Sin embargo, yo creo que a medida que continúe un ayuno prolongado, el verdadero clamor de su corazón se convierte en: “Más de ti, Dios, y menos de mí”. Cuando pone a Dios en primer lugar, todo lo demás es añadido. 

Según el principio de Dios de “las primicias”, lo que pone usted en primer lugar, ordenará el resto. Cuando pone su espíritu en primer lugar, sirve usted a las cosas del Espíritu Santo, en lugar de a los deseos de la carne. Como resultado, su mente, voluntad, emociones, al igual que su cuerpo físico y su salud, se podrán en línea según la dirección del Espíritu. “Porque si vivís conforme a la carne, moriréis; mas si por el Espíritu hacéis, morir las obras de la carne, viviréis” (Romanos 8:13). 

SALIENDO DE SU ZONA DE CONFORT

Romanos 15:4 Reina-Valera 1960 (RVR1960) 

Porque las cosas que se escribieron antes, para nuestra enseñanza se escribieron, a fin de que por la paciencia y la consolación de las Escrituras, tengamos esperanza.

Hoy en día nos hemos acostumbrado a lo cómodo, todo lo que es fácil y agradable y estamos incluso dispuestos a invertir nuestro tiempo y nuestro dinero en ello, y hemos aprendido, desafortunadamente que lo que es cómodo, fácil y agradable es bueno, aún cuando esto sea una mentira. Hace ya algunos años que hemos escuchado esa famosa frase de "salir de nuestra zona de confort", le suena?, pero sabe, a veces ni nosotros mismos nos damos cuenta si en realidad estamos en la zona de confort, pues si así fuera, lucharíamos por permanecer ahí, no lo cree?, quien no estaría dispuesto a pelear por lo que consideramos bueno. 

Esto se lo comento, porque el solo hecho de pensar en salir de nuestra zona de confort nos causa incomodidad y por ello, tenemos la errónea idea de que todas las cosas buenas cuestan trabajo, son incómodas o no son placenteras, siendo que esto no es así. La Biblia nos enseña que Dios es un Dios expansivo, un Dios que no deja de crecer, y que su creación refleja su gloria, por tanto, el mismo universo se sigue expandiendo, los científicos dan fe de esto, el universo está en constante crecimiento y en constante evolución. 

Por tanto podemos entender que la tierra también lo hace, que quiere decir esto?, es un hecho que con la contaminación ambiental y el mal uso de los recursos naturales hemos afectado la tierra, pero piense en esto, ya una vez al menos donde hay desiertos hubo mares y donde ahora es campo verde la tierra antes era árida, por tanto, la tierra vive ciclos en los que se renueva, las plantas, los animales evolucionan de acuerdo al ambiente, pues no pueden evitarlo, reflejan la naturaleza de su creador?, por tal, que hay del hombre?, en qué momento dejó de evolucionar?, o simplemente se perdió en el camino. Esto seguramente es algo que muchas personas se han preguntado, y es difícil de entender desde la perspectiva humana, pero es muy sencillo de explicar desde la perspectiva de Dios, la cual afortunadamente esta a nuestro alcance en su palabra. Una de las cosas que no podemos dejar de ver y entender, es que Dios nos creó a su imagen y semejanza, por tanto no podemos vivir los mismos procesos que la tierra y aquellos que en ella habitan, nuestro trabajo es siempre perseverar en nuestra condición original, hasta que seamos a imagen de Dios y reflejemos su naturaleza y eso significa una sola cosa, ser cada día menos como el mundo y cada día mas como Dios y eso solo lo haremos aplicando la palabra de Dios a nuestra vida cotidiana, así de sencillo. De modo, que todo lo que fue escrito por Dios (la Biblia) es la guía de aquello que habremos de pasar y lo que habremos de hacer, ya que a diferencia de la naturaleza que no sabe su futuro, nosotros lo tenemos claro porque Dios nos lo anunció previamente, por tanto, todo lo escrito es una garantía que ha de suceder. Entonces solo tenemos que echar un vistazo a la palabra de Dios para poder ubicar en que parte del proceso nos encontramos y proseguir hasta alcanzar la meta. 

Si realmente hiciéramos de esta manera, nuestra vida sería cada vez mas sencilla, pues aprenderíamos a ser pacientes, entendiendo por paciencia el hecho de que nos queda claro que es lo que va a pasar y solo tener que esperar a que suceda y listo. Podemos pasar nuestra vida entera entrando y saliendo de nuestra zona de confort, aunque no entendamos bien de lo que se trata, o podemos hacer de acuerdo a nuestra naturaleza y al plan de Dios para nuestras vidas, una vida donde el hecho de regresar a nuestro estado natural es el crecimiento constante y el alejarnos de los distractores de lo que nos ata a este mundo.

EL ARMA DE LA ORACION


¿Qué es lo más importante en el ministerio?Lo que es, de hecho, la única cosa que "pone a Dios al trabajo?" Oración! 
En respuesta a las oraciones y peticiones de Sus hijos, Dios ha prometido contestar, hacer, y que nos dé "todas las cosas que." 
En la oración se mueve Dios EM Bounds expone sobre la necesidad de las personas que rezan de Dios.
Él explica: 
- ¿Por qué la oración mueve a Dios a actuar 
- ¿Cómo ocupaciones en actividades de la iglesia puede entorpecer la oración 
- ¿Cómo los primeros apóstoles dieron a la oración
- ¿Por qué la predicación eficaz depende de la oración efectiva 
- ¿Por qué tenemos que interceder por otros
- ¿Por qué la oración es esencial en reino de Dios 

Se incluyen bocetos de la vida de oración de los cristianos dedicados, tales como David Brainerd, George Muller, y Jonathan Edwards. 

Aprenda cómo usted también puede prepararse para una participación efectiva en el Cristo llamando más alta ha dado a la iglesia - para avanzar el reino de Dios a través de la oración.

RIOS EN TIERRA SECA

Europeos, latinos y ex musulmanes evangelizando a los hijos de Ismael en el Viejo Continente. Compendio de Clame 09, la Primera Consulta Latina de Evangelización de Musulmanes en Europa, patrocinada por la Alianza Evangélica Europea y Comibam Internacional, entre otros


LEY Y GRACIA


LA LEY fue dada por Moisés.
LA GRACIA y la verdad vinieron por Jesucristo (Juan 1:17).
LA LEY dice: haz esto, y vivirás (Gálatas 3:12).
LA GRACIA dice: vive, y entonces haz esto.
LA LEY dice: págame lo que me debes (Mateo 18:28).
LA GRACIA dice: yo te perdono todo (Lucas 7:42).
LA LEY dice: la paga del pecado es muerte.
LA GRACIA dice: el regalo de Dios es vida eterna (Romanos 6:23).
LA LEY dice: el alma que pecare, ésa morirá (Ezequiel 18:20).
LA GRACIA dice: Quienquiera que cree en Jesús, aunque esté muerto, aun así vivirá; y quienquiera que viva y cree en Él nunca morirá (Juan 11:25,26).
LA LEY pronuncia la condenación y la muerte.
LA GRACIA proclama la justificación y la vida.
LA LEY dice: haz un nuevo corazón y un nuevo espíritu.
LA GRACIA dice: te daré un corazón nuevo, y pondré un espíritu nuevo dentro de ti (Ezequiel 11:19).
LA LEY dice: maldito es cualquiera que no permanece en todas las cosas que están escritas en el libro de la ley para hacerlas (Gálatas 3:10).
LA GRACIA dice: bendito es el hombre cuyas iniquidades son perdonadas, cuyo pecado es cubierto; bendito es el hombre a quien el Señor no imputará iniquidad (Romanos 4:7,8).
LA LEY dice: amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu mente, y con toda tu fuerza (Deuteronomio 6:4).
LA GRACIA dice: aquí está el amor: no en que nosotros amamos a Dios, sino en que Él nos amó, y envió a Su Hijo para ser la propiciación por nuestros pecados (1 Juan 4:10).
LA LEY habla de lo que el hombre debe hacer para Dios.
LA GRACIA cuenta lo que Cristo ha hecho por el hombre.
LA LEY se dirige al hombre como parte de la vieja creación.
La GRACIA hace a un hombre un miembro de la nueva creación.
LA LEY tiene que ver con una naturaleza inclinada a la desobediencia.
LA GRACIA crea una naturaleza inclinada a la obediencia.
LA LEY exige obediencia por el terror al Señor.
LA GRACIA suplica a los hombres por las misericordias de Dios (Romanos 12:1).
LA LEY exige santidad.
LA GRACIA da santidad.
LA LEY dice: condénalo (2 Corintios 3:6-9).
LA GRACIA dice: abrázalo (Lucas 15:20).
LA LEY habla de sacrificios sacerdotales ofrecidos año por año continuamente que nunca podían hacer perfectos a los que los ofrecían (Hebreos 10:1).
LA GRACIA dice: pero este Hombre, después de que ha ofrecido un sacrificio para siempre por los pecados . . .con una sola ofrenda hizo perfectos para siempre a los santificados (Hebreos 10:10,14).
LA LEY declara que los que han pecado en la Ley, serán juzgados por la Ley.
LA GRACIA trae paz eterna al alma atribulada de cada hijo de Dios, y proclama la salvación de Dios en desafío a las acusaciones del adversario. 

“Él que oye Mi palabra, y cree en Él que me envió, tiene la vida eterna, y no entrará en el juicio (condenación), sino que ha pasado de la muerte a la vida” (Juan 5:24).

CORAZON QUEBRANTADO


«Los sacrificios de Dios son el espíritu quebrantado. Al corazón contrito y humillado no despreciarás tú, oh Dios» (Salmo 51:17).


Ningún otro salmo expresa tan plenamente la experiencia por que atraviesa el alma que ha sido guiada al arrepentimiento Su humilde confesión de pecado (va. 3, 4 y 5); su deseo intenso de ser perdonada por los méritos de la sangre de Cristo (v. 7) ; su ansiedad porque el Señor le conceda un corazón puro (v. 10); su voluntad de ofrecer, de rendir algo a Dios por todos sus beneficios.

Dice el salmista que él enseñará a los prevaricadores el camino de Dios; dice que sus labios, por la gracia. de Dios, se abrirán para publicar las alabanzas de Dios; manifiesta que ofrecerá a Dios un espíritu quebrantado y humillado (va. 16, 17). Viene a decir que, del mismo modo que ha ofrecido ---siguiendo los ritos mosaicos-- numerosos corderos inmolados y acción de gracias a Dios, también ahora ofrecerá a Dios, como un cordero inmolado, su quebrantado corazón. Cada uno de vosotros, quienes habéis hallado el mismo perdón de Dios, llegasteis en el pasado a la misma resolución, la de ofrecer a Dios un corazón quebrantado, lo cual nuevamente os será grato hacer hoy. 


I. EL CORAZÓN NATURAL ES UN CORAZÓN NO HERIDO, NO QUEBRANTADO.

La ley de Dios, sus misericordias, las aflicciones que le acontecen, no quebrantan el corazón natural. Oye hablar de la ley de Dios y de su misericordia y continúa impasible. Es más duro que una piedra. Nada hay en el universo tan duro. "Oídme, duros de corazón, que estáis lejos de la justicia" (Isaías 46:12). "Hemos recorrido la tierra y he aquí que toda la tierra está reposada y quieta" (Zacarías 1:11). "Yo escudriñaré a Jerusalén con candiles y haré visitación sobre los hombres que están sentados sobre sus heces" (Sofonías 1:12). "Endurecieron sus rostros más que la piedra, no quisieron tornarse" (Jeremías 5:3). "Mujeres reposadas y confiadas, oh confiadas" (lsaías 32:9-11).

¿Por qué? ¿Por qué es tan duro, el corazón natural?

Primero: Porque hay un velo sobre él. Porque el corazón del hombre natural se halla cubierto por un espeso velo. No cree en la Biblia, ni en lo estricto de la ley, ni en la ira que ha de venir; un trágico velo cubre sus ojos.

Segundo: Porque Satanás es dueño del corazón natural. Satanás se lleva la semilla tan presto como puede.

Tercero: Porque el hombre natural está muerto en delitos y pecados. Los muertos. no oyen, ni sienten; carecen de sentimientos y de sensibilidad.

Cuarto: Porque se ha construido una barrera de despreocupación que le resultará mortal. El corazón natural confía a lo más en cualquier refugio falso, refugio de mentira, como dice la Biblia. Confía en la oración, o en las limosnas.

Pedid, amigos, a Dios que os libre de la maldición de un corazón muerto, no quebrantado, no contrito y humillado. Primero, porque no pasará mucho tiempo tranquilo en su falsa confianza; os halláis sobre lugares resbaladizos y las olas del océano rugen bajo vuestros pies. Segundo, porque Dios os denostará en la eternidad en vuestra calamidad. Si vosotros os volvéis ahora, hay esperanza de perdón cierto. Los ministros y los cristianos están preparados y Cristo mismo también lo está; pero después, en la eternidad, su denuesto caerá sobre vosotros.


II. EL CORAZÓN DESPERTADO ES UN CORAZÓN HERIDO, PERO NO QUEBRANTADO, NO ROTO.

1. La ley inflige la primera herida. - Cuando Dios se dispone a salvar un alma, la lleva primeramente a preocuparse de sus pecados. "Maldito es todo aquel que no permaneciere en todas las cosas que están escritas en el libro de la ley, para hacerlas". "Así que yo, sin la ley vivía por algún tiempo, mas venido el mandamiento el pecado revivió y yo morí". La vida y el corazón de cada uno adquieren entonces tremendos colores.

2. La majestad de Dios produce la segunda herida. El pecador recibe la sensibilidad que le hace sentir la grandeza y santidad de Aquel contra quien ha pecado. "Contra ti, a ti solo he pecado" (v. 4).

3. La tercera herida procede de su propia incapacidad para mejorarse. - En este estado el corazón todavía no ha sido quebrantado; el corazón se levanta contra Dios. Primero, a causa de lo estricto de la ley: "Si no fuese tan exigente." Segundo, porque sea la fe el único camino de la salvación y ella constituye un don de Dios: "¡Quisiera merecerse la salvación y ganarla!" Tercero, porque Dios sea soberano y pueda salvar o no, según su voluntad. Esto es lo que hay en el corazón no quebrantado. No existe otro estado y situación más miserables.

Aprendamos que una cosa es ser despertado y otra muy diferente ser salvado. Amigos, no descanséis en vuestras opiniones.


III. EL CORAZÓN DEL CREYENTE ES UN CORAZÓN QUEBRANTADO EN DOS ASPECTOS.

Ha sido quebrantado de su propia justicia y de su propia posibilidad de justificarse. Cuando el Espíritu Santo lleva a un alma a la cruz, ésta desespera de justificarse por sus propios méritos y justicia. Toda su carga y todas sus propias justicias y sus propias opiniones se derraman perdiéndose del modo como un líquido se pierde al romperse el frasco que lo contiene.

Primero, porque la obra de Cristo se le muestra. tan perfecta, lo mismo que la sabiduría y el poder de Dios. Ve en la obra de la cruz la justicia de Dios. 

"Me maravillo al pensar que hubo un tiempo en que yo busqué otros caminos de salvación. De haberla podido obtener con mis obras, ciertamente que con todas mis fuerzas me hubiera lanzado a ello. Me maravillo al pensar que el mundo no ha comprendido, ni ha aceptado, el único camino de salvación por la justicia de Cristo" - Brainerd.

Segunda. ¡La gracia de Cristo tiene tanto esplendor! ¡Qué maravilloso que toda la justicia de Cristo tan excelsa y divina, sea ofrecida gratuitamente al pecador! ¡Que yo, que he sido voluntariamente negligente, menospreciador de Cristo, que he odiado su obra, que he obstaculizado su llamamiento levantando entre él y yo verdaderas montañas haya sido objeto de su amor, y a pesar de todo, haya venido hasta mí pasando por todas ellas! "Para que te acuerdes y te avergüences, y nunca más abras la boca a causa de tu vergüenza, cuando me aplacare para contigo de todo lo que hiciste, dice Jehová" (Ezequiel 16:63). ¿Tienes tú este corazón quebrantado, y contrito ante la visión de la cruz? No será una mirada a tu propio corazón, o al corazón del infierno, sino al corazón de Cristo lo que quebrantará tu corazón. ¡Oh, pedid que Dios os dé un corazón quebrantado así! El orgullo y la jactancia están excluidos ¡A Él sea la gloria, digno es el Cordero! Todas las batallas y los esfuerzos del alma que busca su propia justificación han de ser quitados y hollados con desprecio.

El corazón quebrantado ha visto deshecho su amor para con el pecado. - Cuando un hombre cree en Cristo, se da cuenta entonces de que el pecado le es aborrecible. Primero, porque él le separa de Dios, abre entre Dios y él una gran alma y arrastra al hombre a la condenación del infierno. Segundo, porque llevó a Cristo a la cruz, al Señor de gloria; fué la gran carga que gravitó sobre su alma, lo que le hizo sudar, sangrar y morir. Tercero, porque es la plaga del corazón de Cristo ahora. Toda mi infelicidad y desdicha se debe a que soy un pecador. Ahora el creyente se lamenta y conduele, como una paloma, de haber pecado contra quien tanto le amó. "Entonces recordarás tus caminos y todas las cosas en que hablas vivido impíamente y te aborrecerás a ti mismo".


IV. LAS VENTAJAS DE UN CORAZÓN QUEBRANTADO.

1. Te guardarás de que te ofendas por causa de la predicación de la cruz. El corazón natural se ofende cuando se le predica de la cruz. Muchos de vosotros estoy cierto de que la odiáis y la menospreciáis. Muchos, sin duda, se enfurecen a menudo en lo más íntimo de sus corazones al oír la predicación de la justicia de otro, que debéis aceptar desechando la vuestra, si no queréis perecer. Muchos, sin duda, han abandonado esta iglesia por causa de tal predicación; y muchos más, a no dudar, seguirán el mismo camino. El escándalo y la ofensa de la cruz no han terminado. En cambio, amados, el corazón quebrantado no puede ofenderse de tal predicación. Los ministros puede mente la verdad a los corazones quebrantados. Un corazón quebrantado gozosamente se sienta a oír acerca de la justicia sin obras.

Muchos de vosotros os ofendéis cuando hablamos claramente del pecado; muchos se ofendieron el domingo pasado. Pero el corazón quebrantado y contrito no se ofende porque odia el pecado más que los mismos ministros a veces pueden hacerlo. Hay muchos como los adoradores de Baal: "Saca fuera tu hijo para que muera" dicen (Jueces 6:30). Del mismo modo quienes no tienen un corazón quebrantado respiran amenazas contra el predicador que destroza el ídolo de su orgullo; pero un corazón quebrantado desea ver el ídolo destrozado y derrotado y convertido en añicos.

2. El corazón quebrantado descansa al fin. - El corazón natural es como el mar tempestuoso. "¿Quién nos mostrará lo bueno?" Y corre preguntando de criatura en criatura buscando su propio placer, "lo bueno". El corazón despertado no tiene paz. Los temores de la muerte y del infierno amenazan ---así lo descubren los desesperados- sus almas desde que fueron sacados bruscamente de su condición dormida y de su estado de reposo y falsa tranquilidad.

Pero el corazón contrito dice: "¡Vuelve a tu paz, oh alma mía!" La justicia de Cristo echa fuera el temor, disipa todos los temores. Aun la misma plaga y corrupción del corazón no pueden verdaderamente turbarle, porque ha depositado todas sus cargas en Cristo.

3. No puede acontecerle ningún mal al corazón quebrantado. - Para los no convertidos, ¡cuán trágico es el lecho de muerte, o de la enfermedad, agitado e inquieto corno una bestia salvaje aprisionada en la red! En cambio, el corazón quebrantado se halla satisfecho y sereno en Cristo. Cristo le es suficiente; no ambiciona nada más. Aunque todo desaparezca, su amor, el amor de Cristo permanece. Está como un niño de meses en el regazo de su madre, confiado y seguro. ¿Conoces tú este seguro descanso?

LA IDENTIDAD EN LA ORACION

Hechos 17:29 Reina-Valera 1960 (RVR1960) 

Siendo, pues, linaje de Dios, no debemos pensar que la Divinidad sea semejante a oro, o plata, o piedra, escultura de arte y de imaginación de hombres. 

Gran tiempo de nuestra oración lo pasamos pidiendo cosas a Dios y muchas de esas cosas que pedimos suelen no suceder o no llegar y en ocasiones nos consolamos pensando que Dios "por algo" no nos las dio o que probablemente tiene algo "mejor" para nosotros, pero curiosamente, nunca descubrimos cual fue ese "por algo" y tampoco recibimos una respuesta de Dios diciéndonos esto es eso "mejor" que tengo para ti, lo había pensado? Y por qué Dios no habría de darnos las cosas que pedimos?, qué acaso no es un Dios bueno que quiere cosas buenas para nosotros?, que no se supone que nos ama? La respuesta a muchas de estas preguntas, está en la definición de la palabra "bueno", pues cada quien tiene su propio concepto de lo que es bueno, pues cada mente piensa diferente. Bueno, normalmente se confunde con cómodo, con placentero, con abundante, pero todos esos términos, no significan lo mismo, El diccionario nos dice que bueno significa "algo que es útil y que tiene propósito", por tanto todo aquello que denominemos como bueno, tiene que tener un propósito y ahora si podemos usar esa palabra para adjudicársela a Dios, el es bueno, hace cosas buenas para nosotros, es decir, el tiene propósito y lo que hace y lo que nos de, tiene que tener ese mismo propósito, para que le podamos reflejar y representar adecuadamente en la tierra.  

Piénselo de esta manera, normalmente pedimos a Dios cosas que solucionen nuestras situaciones, pero pocas veces, pedimos cosas que nos pongan a funcionar con respecto al propósito que pudiera tener para nosotros, a veces incluso pedimos cosas que pudiéramos compartir y pareciera que quisiéramos negociar con Dios y le ofrecemos compartir lo que le pedimos, con tal de que nos lo de, le ha pasado? Afortunadamente Dios no es así y no se deja comprar, Él tiene una visión mucho mas allá de lo que nosotros vemos, y no porque no podamos, sino porque no hemos querido verlo. El libro de los Hechos es el libro que nos enseña a funcionar de acuerdo al Reino, es la narración donde los discípulos, ahora convertidos en Apóstoles empiezan a poner en práctica las enseñanzas de Jesús y se dan cuenta como todo lo que dijo era cierto y como el evangelio se esparcía con rapidez solo porque obedecían al pie de la letra las enseñanzas del Mesías. 

La cita de hoy nos enseña algo primordial para poder entender las cosas de Dios y para orar adecuadamente, lo primero que nos enseña es que somos linaje de Dios, es decir, una vez que decidimos hacer a Jesús el Señor y Salvador de nuestras vidas, somos transformados a una nueva naturaleza y somos parte de la familia de Dios, por tanto, cuando pedimos, no lo debemos de hacer como ajenos, sino como de casa, y no podemos ir a pedir como mendigos, sino a reclamar como herederos, segundo, debemos de entender que el oro, la plata, los bienes materiales son una señal que nos sigue, lo que reclamamos y lo que heredamos es el carácter de Dios, la autoridad sobre la tierra y el poder del Espíritu Santo en nosotros, y todo lo que pudiera ser del mundo, será lógico, evidente y llegará sin esfuerzo, ya que es el respaldo de Dios. 

Por tanto si usted pide a Dios cosas materiales y lo hace como alguien ajeno o como alguien que no le queda claro el término de "humilde", lo primero que debe de hacer, es hacer como los discípulos cuando dejaron de hacerlo para convertirse en apóstoles, entenderse de casa, comportarse como de casa, hacer las cosas como se hacen en el Reino de los Cielos y verá que nada de lo que pide, le será negado, pues todo lo que piense, lo que haga y lo que diga, tendrá un propósito y será de acuerdo a la voluntad de Dios.

NO TE CONFUNDAS

La fe significa creer, pero la pregunta es "que es eso que debemos de creer?", normalmente las personas tienen la idea que el creer que Dios hará algo es tener fe, la pregunta es que es eso que creemos que hará?, pues tenemos que diferenciar entre lo que queremos que haga y lo que sabemos que hará, ya que son conceptos muy distintos. 

La fe tiene que ver con el creer en la palabra y con el esperar que todo lo que en ella esta escrito se cumplirá, si no conocemos la palabra y no sabemos que es lo que Dios ha escrito acerca de lo que quiere hacer en nosotros, difícilmente podremos decir que tenemos fe, por mucho trabajo que nos cueste creer lo que le digo, ya que a nadie nos gusta enterarnos que nos hemos engañado acerca de tener fe todo este tiempo. 

 esto se lo comento, pues he visto a muchas personas frustradas en el ejercicio de su fe, ya que pretenden que el anhelar algo con muchas ganas les sea tomado por fe y por tanto Dios conceda su petición, siendo que las cosas están muy lejos de funcionar de esa manera, ya que nada a lo que nos aferremos es algo que refleje al Dios de la Biblia, ni al Reino al que pertenecemos. Dios es fiel a su palabra y por mientras nos mantengamos en ella, su mano (la de Dios) y su favor se mantendrán en nuestra vida, ya que curiosamente, la palabra es tan basta que hay siempre una respuesta en ella para cada situación de nuestra vida. Lo peor que podemos hacer en la vida es hacer algo pensando en que es bueno y que Dios nos respalda sin haber consultado a Dios acerca de ello, he visto a muchas personas decir "decláralo por fe" a muchas otras decir "yo tengo mucha fe en que Dios me va a dar esto o aquello", y a un montón más decir "pídeselo a Dios", siendo que las promesas de la Biblia nos ofrecen abundantemente mas de lo que pudiéramos pedir y a veces solo nos quedamos cortos con nuestros anhelos y peticiones limitados de acuerdo a nuestra mente terrenal y limitada. 

La fe tiene que ver con el espíritu, cuando leemos la palabra nuestro espíritu reconoce lo que es suyo y de acuerdo a su naturaleza, es decir, es como si de repente se encontrara en casa y reconociera todo lo que le es familiar, de modo que nos podemos comportar como herederos, pues por medio de la palabra y el Espíritu de Dios tenemos acceso a esa herencia que podemos reclamar aquello que fue dispuesto para nosotros y que gobernemos como fue dispuesto. La cita de hoy habla de algunas personas que decían tener fe y realmente solo imitaban a otros que hacían prodigios en el nombre de Jesús, si conocer verdaderamente quien es Dios y pensando que su fe o lo que ellos entendían por fe les daría poder para enfrentar demonios y situaciones difíciles, pero oh sorpresa!, cuando se dieron cuenta que no es solo decir las cosas, sino llevar el respaldo de Dios para hacer lo que pretendían, ya que la fe nos da identidad en Cristo, no nos hace conocidos ni famosos a nosotros y por tanto los demonios les desconocieron. 

Esto mismo nos pasa cuando confundimos el orar con el pedir, ya que pedimos sin la certeza de recibir y pedimos cosas que no sabemos si se alinean con la voluntad de Dios, por lo cual aun lo natural y lo sobrenatural nos desconocen y nada de lo que pedimos nos es dado, simplemente por no funcionar como el Reino de los Cielos funciona. Por tanto, y tal como lo dice la Biblia (Hebreos 11:1), la fe es la certeza de lo que se espera y la convicción de lo que no se ve, pero eso que se espera y eso que no se ve, no es otra cosa que el cumplimiento de la palabra de Dios, si no la conoce, tiene una gran deficiencia en su fe.

EL PODER DEL NO

No toda buena oportunidad, es una oportunidad divina.  Hay que tener sabiduría para saber cuándo decir que no. 
Hay dos maneras de hacer dinero: La manera del mundo y la manera de Dios.  La manera del mundo puede ser mintiendo, engañando, robando, haciendo lo incorrecto.  Pero, a veces, aun medios nobles, que pueden parecer bonitos, no necesariamente son producto de las riquezas que Dios te ha prometido a través de su pacto.  Las riquezas del mundo no son solamente las que se obtienen con el engaño, sino también aquellas que se obtienen fuera de la manera que Dios quiere que las hagamos.
¿Cómo sabemos que las riquezas que obtenemos son de Dios o del mundo?  El resultado final de las riquezas te lo va a decir.  La biblia dice que la bendición de Jehová es la que enriquece y no añade tristeza.  No has robado ni engañado, pero, si las riquezas que has obtenido te han traído tristeza, puede que el vehículo que has utilizado para obtenerlas no sea el que Dios quería. 
Tenemos que decir que no al sistema del mundo y confiar en que Dios puede prosperarnos.  Ningún creyente prospera solo diciendo sí; también el cristiano prospera diciendo no.  Hay un momento en la vida donde tendrás que pararte firme y decir no.
Los más grandes hombres de Dios en la biblia, a nivel financiero, fueron marcados en algún momento que dijeron que no a la manera del mundo.  En Génesis 14:21, Abraham le dijo que no a la propuesta del rey de Sodoma.  En Hebreos 11:24, vemos que Moisés rehusó llamarse hijo de la hija del Faraón.   También el rey David dijo que no en varias ocasiones, pero en una muy particular rehusó matar al rey Saúl, cuando tuvo la oportunidad de hacerlo.  Daniel es otro ejemplo, cuando rehúsa comer la misma comida que los demás.  Pero el ejemplo más grande lo vemos en Cristo cuando, estando en ayuno, el enemigo le tienta diciendo que convirtiera las piedras en pan y comiera.  También el enemigo le dijo que le adorara a cambio de posesiones. 
En tu vida financiera, llegará el momento que tendrás que decir que no a ofertas que parecen buenas, morales y justas, pero que no son la manera que Dios quiere.  El pacto se confirma, no porque tengas dinero, sino porque, cuando lo obtengas, tendrás paz y bendición en tu vida.  Tienes que tener confianza en el pacto de Dios a tu vida que es un pacto con muchas promesas y no deberías conformarte con parte del pacto.  De qué vale tener riquezas, y no tener un buen matrimonio, una familia unida, paz en tu conciencia y no estar bien en tu relación con Dios. 
En todos estos ejemplos de la biblia, podemos ver varias cosas en común:
No buscaron la manera fácil.  ¿Quieres prosperar a la manera de Dios?  Deja de buscar la manera fácil.  Hay que trabajar, levantarse temprano, esforzarse, ofrendar, diezmar.  Cristo sabía que tenía que sacrificarse y pagar un precio en la cruz del Calvario.  David, en una ocasión, dijo: No quiero nada que no me cueste.  No hay riquezas fáciles; hay que esforzarse.
Se aseguraron de que el mundo no se llevara el crédito de su bendición.  Nunca aceptes riquezas donde el mundo se lleve el crédito de que te lo dio. 
Se ocuparon de mantenerse puros delante de Dios.  No pusieron en riesgo su relación con Dios. 
Supieron respetar el orden divino.  No violentaban el orden de autoridad. 
Esperaron el tiempo de Dios.  Si no hay paciencia, no se puede prosperar.  Hay que saber esperar en Dios.
Tuvieron la visión puesta en los sueños y el propósito de Dios.  Cuando no hay visión, se le dice que sí a cualquier oferta. 
Verdaderamente, creyeron que Dios les iba a prosperar.  Cree, por encima de todas las cosas, estés donde estés, que es Dios que te va a prosperar. 
Cuando un hombre y una mujer están seguros y claros del pacto de Dios en sus vidas, se paran firmes y dicen que no a la oferta del mundo y obtienen lo que Dios les ha prometido.  

AMIGO DE DIOS

Todas las relaciones importantes empiezan por una amistad, ya que no podemos ser nada de nadie si no somos amigos de se alguien primero, que interesante, no? Esto es muy sencillo, la amistad se genera por una decisión, un día decidimos ser amigos de alguien y mantenernos en su vida y que esa persona permanezca en la nuestra, en otras palabras la amistad es una de las expresiones mas claras del amor, ya que el amor es esa decisión que tomamos a favor de quienes son nuestros amigos. Dios no pretende ser otra cosa mas allá de nuestro amigo, pero así como hacemos con nuestros amigos en la tierra, necesitamos conocerle, hablar con Él y escucharle, para poder tomar decisiones adecuadas a favor de esa amistad que decidimos tener con Él. 

El problema es que muchas personas nunca han tomado esa decisión y asumen que Dios es su amigo porque alguien les dijo que quiere cosas buenas para nosotros, pero no es así, Dios describió el amor y la amistad a lo largo y ancho de toda la Biblia, para que nos aseguráramos de tener una amistad adecuada no solo con Él, sino con las personas que nos rodean también. Piense en esto, Jesús nos enseñó que no hay quien tenga un amor mas grande que el dar la vida por un amigo (Juan 15:13), y esto es importante, porque hay personas por las que nos sería lógico o natural dar la vida, como por nuestros familiares y la gente de nuestro entorno, pero un amigo al cual nos liga solo la decisión de amarle, esas son palabras mayores, esas son cosas que no se hacen en un arrebato, son cosas que se piensan y se tienen que hacer medianamente. 

Es precisamente por eso que caemos recurrentemente en el pecado, es por eso que le somos infieles a Dios todo el tiempo, porque no hemos aprendido a ser sus amigos y no hemos pensado detenidamente de qué se trata nuestra amistad con Él y lo que implica el ser amigo de Dios. El ser amigo es tomar consciencia de las cosas que son importantes para nuestra contra parte y decidir constantemente a su favor, no es simplemente negarnos a cambio de algo, sino actuar y caminar por la vida teniendo siempre presente el compromiso que hemos contraído con ese amigo al cual llamamos Dios. Dios por su parte ha prometido muchas cosas buenas e interesantes para sus amigos, entre ellas el hablarnos constantemente y el revelarnos sus planes, hacernos efecto de su palabra (bendecirnos) y el compartirnos de aquellas cosas que hay en su Reino y enseñarnos a gobernar junto con Él, y lo hace, tal como nos enseña en la cita de hoy, todo el tiempo y no solamente cuando nos acordemos de Él como nosotros lo hacemos. 

Estamos en esa parte del año donde empezamos a planear aquello que haremos el año entrante y ponemos muchas buenas intenciones en nuestra lista y las llamamos propósitos que por alguna razón terminan no cumpliendose, pero que le parecería el hacer lo mejor que puede hacer por usted mismo, el hacerse usted amigo de Dios y hacerlo tal como nos lo enseña la cita de hoy, todo el tiempo y con la verdadera intención de ser tan cercano como se puede ser, mas que un hermano de sangre.

LA CUBIERTA DEL LIBRO



“Por lo cual, entrando en el mundo (Cristo) dice:
    Sacrificio y ofrenda no quisiste;
    Mas me preparaste cuerpo.
Holocaustos y expiaciones por el pecado no te agradaron.
Entonces dije: He aquí que vengo, oh Dios, para
hacer tu voluntad,
Como en el rollo del libro está escrito de mí.”
Hebreos 10:5-7

Respecto de esta cita, la versión antigua de la traducción Reina Valera dice «En la cabecera del libro está escrito de mí» aludiendo posiblemente a la cubierta de los libros, que por aquel entonces se escribían en forma de rollos, y darían título a la vida del Siervo del Señor: “Mi delicia es hacer Tu voluntad, oh Dios mío”.
Esto me lleva a reflexionar sobre el título que tendría el libro de mi vida, ¿qué se lee sobre mi cubierta? ¿Qué título espera encontrar Dios en ella?
El autor de la carta a los Hebreos dice que entrando al mundo Cristo dijo de sí mismo: “He aquí,vengo, Dios, para hacer tu voluntad”.
La cubierta del libro del Hijo de Dios tiene dos ideas centrales expresadas por medio de una acción: “vengo” y un objeto: “para hacer tu voluntad”, que concentran la razón y la misión del Señor Jesucristo en su paso por este mundo, viviendo entre los hombres, desde su concepción virginal hasta su ascensión a los cielos.
La primeras hojas relatan sobre el nacimiento, un pesebre, el niño en brazos de su madre, pastores adorando, ángeles cantando. El nacimiento es la primera consecuencia del “vengo”, implicó para el Padre prepararle a su Hijo un cuerpo, cual planta tierna que hunde sus raíces en la tierra seca (Isaías 53:2), e implicó para el Hijo el despojarse, el renunciar a lo que era suyo y tomar naturaleza de siervo, presentándose como un hombre cualquiera (Filipenses 2:7).
La acción de venir del Hijo tiene una razón sujeta al Padre: “Para hacer tu voluntad”, voluntad de Dios que revela un deseo irrevocable en el corazón del Padre, deseo totalmente compartido por el Hijo y especialmente probado en las últimas páginas del libro: “Padre, si quieres, pasa de mí esta copa; pero no se haga mi voluntad, sino la tuya.” (Lucas 22:42)
Los que lo vieron caminar por las calles polvorientas de su pueblo, los que lo escucharon hablar y enseñar, los que gustaron de su compañía y mansedumbre, los que viajaron y comieron junto a él, los que presenciaron sus milagros y experimentaron en carne propia su poder, dan testimonio de la voluntad del Padre cumplida por medio del Hijo: “Y nosotros mismos hemos visto y declaramos que el Padre envió a su Hijo para salvar al mundo. 1° Juan 4:14
El deseo del corazón de Dios no pudo cumplirse sin angustia y lágrimas, sin dolor y sangre derramada.
Oprimido por el dolor y con un profundo sentimiento de desamparo el Hijo vuelca en una exclamación en su hora más difícil sobre la cruz, todo su dolor: “Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has desamparado?” (Mateo 27:46)
En estos días próximos a la navidad, volvemos a tomar el libro y hojeamos sus primeros relatos: el pesebre, el niño, los ángeles, los cánticos. Pero ninguna otra parte de la historia puede echar luz sobre la cubierta de nuestro propio libro como lo hace el final de la historia. El niño del pesebre nació para cargar con nuestros sufrimientos, para soportar nuestro propios dolores, para ser traspasado a causa de nuestra rebeldía, atormentado a causa de nuestras maldades, para morir por los nuestros pecados y ser sepultado entre gente perversa, a pesar de que nunca cometió ningún crimen ni hubo engaño en su boca (Isaías 53: 4-9).
Esta navidad permítete conocer la historia hasta el final. Toma posición sobre el relato completo y clama a Dios por fe para creer, toma la pluma y escribe sobre tu propio libro el título que corresponde a uno que ha creído y vive conforme a Aquél que te hizo nuevo, que te dio vida y que volverá por ti.
“Pero a quienes lo recibieron y creyeron en él, les concedió el privilegio de llegar a ser hijos de Dios.” Juan 1:12
Que en tu libro todos puedan leer “Hecho hijo de Dios” y que al leer tus páginas puedan encontrar ejemplo de lo que es andar conforme al privilegio al que has sido llamado.