BELLEZAS DESDE LAS CENIZAS



En Mayo pasado, mientras se celebraba en Miami la famosa exposición cristiana Expolit, muy cerca de ahí y prácticamente durante las mismas fechas (del 14 al 16), un grupo de valientes mujeres del ministerio ‘Belleza desde las Cenizas’ (BFA) participaron por primera vez en una ‘exposición porno’, en Real Orange, Miami.

Julie Taylor Shematz , fundadora de BFA, organización dedicada desde hace varios años a rescatar y apoyar víctimas de la trata de personas, escribió en su web “Para resumir este enorme esfuerzo y alcance, Dios hizo mucho más abundantemente y más allá de lo que soñamos, oramos o imaginamos!

El equipo formado por 4 ex trabajadoras sexuales ayudaron a 7 personas para que sus nombres fueran agregados al libro del Cordero de la Vida; oramos por los innumerables porno consumidores y los profesionales del sexo asistentes al show; distribuimos 5,100 DVD's de evangelización con el testimonio de Ian McCormick y del Proyecto de Jesús y Magdalena; 130 Biblias, 8000 tarjetas y 130 bolsas de regalos preparados para trabajadoras sexuales que incluían el CD de BFA titulado «Hijo de Dios »" puntualizó Julie.
“Regalamos también miles de productos de belleza y al mismo tiempo creamos conciencia del tráfico sexual doméstico. Había estrellas del cine porno que nos dijeron que ya quieren salirse de dicha industria pero que necesitan ayuda, y al mismo tiempo ofrecieron sumar esfuerzos con BFA. 

El gerente del evento, nos permitió entrar a los vestidores del lugar para platicar con los trabajadores; trajo también a varias jovencitas a nuestro stand y me solicitó que participáramos en las otras dos exposiciones nacionales de Los Ángeles y Nueva Jersey, comentando lo mucho que apreciaba lo que estábamos haciendo ahí. Literalmente, habíamos orado para que la fuerte presencia de Dios en nuestro stand fuera la que atrajera a la gente sin que ellos supieran por qué, por ello, entre tantas cosas que sucedieron, una mujer vino directamente a nuestro stand (en el centro de la expo) y pudo hacer la oración para ser salva. Ella lloraba y decía que no podía creer como llegó a la ‘porn-expo’ y se dirigió primero a nosotros y encontró su salvación!”.

CUANDO LA DUDA TE VISITA

La amargura recuerda el pasado y el afán se aturde con el presente pero la fe proclama el futuro. Cuando crees te anticipas a ver aquello que aún no has alcanzado pero tendrás y hablas de lo que hoy no eres pero lograrás.

Todos tenemos una medida de fe y debemos aprender a creer de la misma forma que tenemos piernas y debemos aprender a caminar. Si no fuera necesario ese aprendizaje porque nacemos ejercitando nuestra fe, Jesús no hubiera advertido sobre ello al decir: “al que cree todo le es posible” o nunca habría preguntado: “¿porqué dudaste hombre de poca fe?”.Muchas veces no usamos nuestra fe a pesar de tenerla.

Hebreos 11:1 define la fe : Es, pues, la fe la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve.

Vivir confiado es creer por algo que no tienes y esperas alcanzar. Demuestras tu fe hablando anticipadamente de lo que serás y tendrás en el futuro, no de lo que eres o tienes actualmente. Tu fe se hace evidente cuando proclamas dónde estarás al salir de una circunstancia que tal vez no es la mejor. Pero la verdad es que aún siendo cristianos, siempre nos lamentamos del pasado y del presente y nos cuesta ver hacia adelante. Un verdadero creyente habla del futuro, de lo bueno que Dios nos dará y de lo malo que no sucederá. Nuestras angustias nacen de observar el presente y si es desagradable, concluyes que el futuro será peor.

Confianza en medio del caos

En el Salmo 4:8 David dice: En paz me acostaré, y asimismo dormiré; Porque solo tú, Jehová, me haces vivir confiado.

David realmente confiaba en Dios porque fue capaz de decir estas palabras en medio de la guerra. Imagina que las flechas y lanzas volaban sobre su cabeza pero él dormía confiado en la protección divina. Muchas veces el insomnio es síntoma de poca fe, a no ser que no puedas dormir porque tus sueños y proyectos te mantienen muy entusiasmado. Yo siempre he dicho que la única forma de vencer una pesadilla es con un sueño. Si tus hijos están en drogas, solamente el sueño de verlos ungidos por Dios, renovados y lavados por la sangre de Jesucristo hará que la pesadilla desaparezca y de paso a una realidad mejor. Hay que soñar con un futuro de bien y esperanza en el Señor que ahuyentará todo mal.

Debes ser como David, capaz de dormir confiado, no sólo cuando todo va bien y el cheque de fin de mes está seguro, sino también cuando tus proveedores te cobren de más y quienes te deben no te paguen; debes demostrar tu fe cuando el negocio quiebra o no va bien. En esos momentos debes decir: “dormiré tranquilo porque el Señor está conmigo”. Algunos me preguntan cómo puedo dormir sin preocupaciones en medio de este gran proyecto de construcción que estamos levantando para el Señor y yo les aseguro que duermo en paz porque todo lo puedo en Cristo que me fortalece, así que cada noche le digo a mi familia: “este muñeco se va a su estuche”. La fe en Dios nos hace vivir confiados.

Ungido y con mi copa rebosante

El Salmo 23:1-6 asegura: Jehová es mi pastor; nada me faltará. En lugares de delicados pastos me hará descansar; Junto a aguas de reposo me pastoreará. Confortará mi alma; Me guiará por sendas de justicia por amor de su nombre. Aunque ande en valle de sombra de muerte, No temeré mal alguno, porque tú estarás conmigo; Tú vara y tu cayado me infundirán aliento. Aderezas mesa delante de mí en presencia de mis angustiadores; Unges mi cabeza con aceite; mi copa está rebosando. Ciertamente el bien y la misericordia me seguirán todos los días de mi vida, Y en la casa de Jehová moraré por largos días.

SE BUSCA UN PADRE


DESCRIPCION DE TRABAJO: a largo plazo, que sea jugador de equipo, que este dispuesto a aceptar el desafío del trabajo permanentemente en un ambiente a menudo caótico. Los candidatos deben poseer comunicación excelente y habilidades de la organización y estar dispuesto a trabajar horas extras, incluyendo noches y fines de semana listo para recibir llamadas las 24 horas del día.

¡Algunos viajes por la noche pueden ser requeridos, inclusive viajes a campings los fines de semana lluviosos y torneos interminables de deporte en ciudades lejanas! Los viáticos no se reembolsaran. Los deberes extensos de mensajero se le solicitaran.

RESPONSABILIDADES: El resto de su vida. Debe estar dispuesto a ser odiado, por lo menos temporalmente, cuando alguien necesite $5. Debe estar dispuesto a morderse la lengua repetidas veces. También, debe poseer la energía física de un mulo y que sea capaz de ir del cero a 60 kph en tres segundos en caso de escuchar gritos en el patio de la casa.

Debe estar dispuesto a encarar los desafíos técnicos estimulantes, la reparación de pequeños aparatos, lavabos misteriosamente lentos y cremalleras atascadas. Debe investigar las llamadas telefónicas, mantener calendarios y coordinar la producción de múltiples proyectos y deberes. Debe tener la habilidad de planear y organizar las reuniones sociales para sus pequeños clientes .

Debe estar dispuesto a ser imprescindible en un minuto, e ignorado en el próximo. Siempre debe esperar lo mejor y estar preparado para lo peor. Debe asumir final, completa la responsabilidad para la calidad del producto final. Responsabilidades incluyen también la conservación de piso y trabajo de portero a través de las instalaciones.

POSIBILIDADES DE PROMOCION: Ninguna. Deberá estar en la misma posición durante años, sin quejarse, reestrenándose constantemente y para actualizar sus habilidades, y estar dispuesto a ser superado por aquellos a quienes sirve.

EXPERIENCIA PREVIA: Ningún requirió lamentablemente.

SUELDOS Y COMPENSACION: Cubiertos por si mismo sin posibilidad de aumento libre, ya que tendrá que invertir todo lo que recibe en la misma empresa.

BENEFICIOS: Ninguna en cuanto a salud , ninguna pensión, ningún reembolso de la enseñanza, ningunas vacaciones pagadas y ninguna opciones de acciones se ofrecen; este trabajo suministra las oportunidades ilimitadas para el crecimiento personal. Tiene derecho a reconocimiento una vez al año, en el día del Padre, pero tendrá que cubrir los gastos ocasionados en el día de ese reconocimiento.

Si está interesado déjelo saber.

Comuníquese a Inversiones Hogar .

En cuanto a mí, he aquí, mi pacto es contigo,y serás padre de multitud de naciones. Gen 17:4
Dolor es para su padre el hijo necio, Y gotera continua las contiendas de la mujer. Prov 19:13
Al que maldiga a su padre y a su madre,su lámpara se le apagará en la más densa oscuridad.Prov 20:20
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DE GUSANO A MARIPOZA


«Será como el cambio que sufre el gusano cuando se transforma en mariposa» —le expliqué a mi hijo Oscar, de veintisiete años de edad, quien, acostado en su cama, me observaba con ojos serios y con un atisbo de temor en ellos. Oscar, quien desde su llegada al mundo padeció de distrofia muscular progresiva y un leve retraso mental, había adquirido experiencia sobre limitaciones físicas y mentales.

Desde niño fue lento para caminar y correr, y nunca alcanzó su anhelo: dar una sola patada de karate, que, en su momento, lo frustró mucho. A los doce años empezó a usar una silla de ruedas, la cual pronto se integró a él. En casa, su padre, Michelle, su hermana mayor, y yo nos acostumbramos a e
lla, como un ama de casa se acostumbra a su delantal.


Sentar a Oscar en su silla se convirtió en una actividad natural, puesto que ya formaba parte de su diario vivir y en ella podía trasladarse a donde quisiera y llevar a cabo sus actividades.
Asombrada observé su rostro, pues días antes me había insistido que no quería que le hablara de la muerte. «No me hables de eso, mami, que yo no me voy a morir todavía»Sentada al lado de la ventana de su cuarto, miré con intensidad a mi hijo, mientras trataba de tragar el nudo que se había formado en mi garganta.


Antes de hablar con Oscar, había orado pidiéndole a Dios
que me diera las palabras adecuadas para que él me entendiera, así que elevé una rápida oración mental para pedirle de nuevo ayuda. «¿Recuerdas el proceso de la metamorfosis del gusano?, ¿cuando deja el capullo y se convierte en mariposa, y por fin consigue volar? Es parecido a lo que te sucederá. Dejarás este cuerpo y, entonces, cuando estés con el Señor Jesús, lograrás volar con un cuerpo diferente. Allá podrás caminar y correr, pero lo más importante es que estarás con él y podrás verlo, para siempre. Yo también, cuando él lo decida, partiré y estaré con él y contigo. Tú solamente te adelantarás.» «Será como si te quedaras dormido, sólo que, en esta ocasión, cuando te despiertes, verás el rostro del Señor Jesús. Sé que todos sentimos miedo a lo desconocido, pero Jesús te estará esperando. ¿Te imaginas, Oscar? ¡Qué alegría!, ¡qué bendición!, ¡verás a Jesús!» «No tengo miedo, mami» —me respondió él. Seguía sentada en la misma posición, frente a su cama. El murmullo que hacía el motor del colchón de aire nos acompañaba. Asombrada observé su rostro, pues días antes me había insistido que no quería que le hablara de la muerte. «No me hables de eso, mami, que yo no me voy a morir todavía» —me había indicado con ansiedad. Pero ahora, con total seguridad, me había respondido que no sentía miedo. Permanecía sereno y lúcido y me miraba con ojos limpios y tranquilos; el temor se había retirado de ellos.


Entonces
agradecí en mi corazón a Dios por aquella paz en mi hijo y me maravillé en ese momento tan especial con la certidumbre de que Él estaba allí con nosotros. «Y la paz de Dios que sobrepasa todo entendimiento guardará vuestros corazones y vuestras mentes en Cristo Jesús». Trataba de preparar a Oscar para su partida hacia su Creador, ya que, en verdad, su cuerpo estaba exhausto y al borde de la inanición. Por la dificultad de respirar y el esfuerzo por lograrlo, los médicos le habían recetado morfina para ayudarlo a relajarse para que consiguiera respirar con más tranquilidad. 


Le administrábamos oxígeno, porque sus pulmones ya habían colapsado, por lo que el concentrador de oxígeno estaba conectado casi siempre produciendo un sonido molesto, al cual nos resultó difícil acostumbrarnos. Yo lo había apagado para este momento íntimo. «Sólo es cuestión de tiempo» —me advirtió la amable doctora que vino a visitarlo a casa. Oscar era tan amable y generoso que cuando, con dedos torpes, le puse la primera inyección de morfina y lo lastimé, me observó e inmediatamente me tranquilizó: «No te preocupes, mami, yo sé que no lo hiciste a propósito, la próxima vez lo harás mejor». Michelle y yo siempre supimos que Oscar, a pesar de su debilidad física, era el más fuerte de los tres. Ambas conocíamos su franqueza y cuán directo era para opinar sin ofender. Sabíamos que podíamos acudir a él si deseábamos una opinión sincera y hasta se disculpaba si entendía que su sentir en el asunto no nos agradaba. Sus respuestas no estaban llenas de muchas palabras, pero sí eran objetivas y sensatas. Oscar asumió un papel de protector de su hermana y mío. Sentíamos su protección incluso el último año cuando ya permanecía la mayor parte del tiempo en cama. Esa actitud salía a relucir cuando se molestaba por algún incidente desagradable que nos hubiera sucedido a Michelle o a mí y protestaba indignado haciéndonos sentir su solidaridad incondicional hacia nosotras.

Aun cuando a veces me impacienté debido al cansancio físico de cuidarlo día y noche, mi amado hijo sabía y me manifestaba que podía contar conmigo, pues siempre estaría allí para él. Suspirando, extendí mi mirada hacia la calle. «Oremos, Oscar». —le pedí. Él cerró sus ojos y yo oré entregando la vida de mi hijo a Aquel que lo amó y dio su vida por él. Besé la frente de Oscar y encendí el concentrador de oxígeno. Dios me dio este hijo, quien permaneció enfermo toda su vida, pero fue a través de él y por el largo trecho que recorrimos juntos que aprendí del Señor que, sólo aceptando Su voluntad como la mía, podría experimentar la paz que sólo Él da y el gozo que resulta de dejar que Él viva a través de uno. Aprendí de Él que con un corazón rebelde hacia Dios no conseguiré construir nada para la eternidad, pero sí, si dejo que Él alcance su propósito en mi vida y en la vida de aquellos a quienes amo. La aceptación de Oscar de la voluntad de Dios lo ayudó a afrontar la vida con serenidad y a vivir buscando lo que sí era capaz de lograr y no lo que jamás alcanzaría a hacer, lo llevó a dejar la frustración a un lado y a seguir avanzando hacia adelante, viviendo cada día a la vez, sin preocuparse por el mañana.

Cuidé a Oscar estando atenta a sus necesidades, cuanto más Él, que es la perfección absoluta, me cuidará a mí.Su confianza en mí me ha motivado a desear construir esa misma confianza hacia mi Padre celestial, porque si yo, que soy una mujer imperfecta, todavía en construcción, cuidé a Oscar estando atenta a sus necesidades, cuanto más Él, que es la perfección absoluta, me cuidará a mí. Me tienen sin cuidado las circunstancias por las que atraviese, Él siempre está conmigo, siempre delante de mí, siempre mirándome con amor, siempre perdonándome cuando arrepentida le pido perdón, siempre recibiéndome de nuevo, siempre alentándome a continuar en Su camino, siempre atrayéndome hacia Él. Días después de esa conversación, Oscar partió hacia su Creador. Ahora está libre del cuerpo que lo aprisionaba, libre para siempre con su Señor y Salvador. Hoy goza de vida en abundancia y, por fin, mi hijo de grandes y dulces ojos está sano. Ahora está delante de Aquel que lo esperaba con los brazos abiertos y junto a Él, puede volar. Sólo espera la resurrección.

La autora es salvadoreña, residente en Costa Rica. Vive con su hija Michelle en Cartago, y se congrega en la iglesia Cristo Viene, en esa ciudad. Perteneció a la Asociación Nacional de Distrofia Muscular, y después de la muerte de Oscar, colaboró, por algún tiempo, con Uno en Cristo (para familias de niños con discapacidades), un ministerio del Foro CAPAZ, de VIVA. Se publicó en Apuntes Pastorales XXVII-5, edición de mayo/ junio de ©2010.

DEPENDIENTE O INDEPENDIENTE


En nuestras así llamadas “sociedades modernas”, no hay acuerdo sobre cuáles son las causas del terrorismo y modos de contrarrestarlo; sobre la guerra y las formas de convertirla en innecesaria; sobre el papel que las religiones deben jugar en la vida pública; sobre cuáles serían los límites legítimos de llevar las cosas al extremo.

Tampoco hay acuerdo sobre el papel que debe ejercer la televisión en divulgar, sostener o condicional el fútbol y otros deportes populares; sobre los parámetros y sobre los canales para adquirir o, simplemente, bajar música vía Internet; y mucho menos sobre cuál sería un uso plenamente humano de las perspectivas abiertas por la genética y la biotecnología.

No hay acuerdo sobre el tipo de Estado óptimo o menos malo, sobre los tiempos y modos de luchar contra la violencia imperante en nuestro entorno.
Es dable admitir que existe todo menos un verdadero acuerdo en los modos de introducir correctivos políticos y económicos que sean capaces de reducir los fenómenos del mercado salvaje y distribuyan los efectos benéficos que puede acarrear la globalización (sí, seguro). Y notablemente, falta un acuerdo sobre los modos de vivir en la globalización sin perder las raíces propias ni transformarse en adoradores de tales raíces que, para algunos, sólo ocultan el deseo de defender los propios intereses y la resistencia a tener una mirada más amplia.

Sin embargo, hay algo en lo que todos parecen estar de acuerdo en el mundo occidental: en que no hay que depender de nadie en absoluto. Es una convicción, un estribillo que comienza en casa desde pequeños. Es un instinto cultivado y reafirmado constantemente en nuestra vida cotidiana. Depender es malo, depender de los otros es malo. Es más que una afirmación “políticamente correcta”: es quizás la única religión que reúne tantos adeptos de manera universal. Creyentes y no creyentes, pero todos fieles a la única verdadera religión de la modernidad en el mundo de las grandes democracias que, gracias al cristianismo, han descubierto en la época moderna el gran valor de la persona y del individuo. Es una religión que tiene sus ritos y que ya es lenguaje.

No hacerse influenciar por los demás, pensar solo, arreglárselas solo, tratar de no pedir ayuda en ningún caso, no mostrarse necesitado, no dar nunca el primer paso. Y, en el modo de construcción de las casas, cerrar la puerta y dejar fuera los problemas de los otros que nos llegan aun sin quererlo. Volverse rico de la nada por el propio esfuerzo, mostrar a los demás la propia capacidad contra todo escepticismo, desconfiar antes que confiar en el desconocido, pensar primero en uno mismo antes que en los demás.

Esto que estamos describiendo no es una pesadilla, sino el normal bullicio de nuestra vida, esa sabiduría contraria a la de Dios, depositada en el corazón y en la vida de todos nosotros, y que no necesita ser explicada o teorizada para ser verdadera. Es así. Y se desprende de las páginas de los grandes semanarios a color. En la publicidad, que recoge el deseo de no homologación en una sociedad y en una vida que homologa a todos, y que invita a aislarse, a ser únicos, a sentirse únicos, a transgredir para ser, pero siempre como si sólo nosotros, sólo yo pudiera verdaderamente tener acceso a ese secreto. Y es ley ética en las respuestas de las secciones sicológicas y de las letras, donde se teoriza, allí sí, que para defenderse de la complejidad y de las desilusiones de la vida es importante apasionarse, atarse a experiencias fuertes con mucha moderación, con el mínimo de pasión indispensable, para evitar, precisamente, depender. Ultimadamente, todo para evitar que el ego se vea agredido. Sacando algún provecho, pero sin exponer demasiado el cuello.

Es uno de los motivos por los cuales resulta exageradamente difícil aceptar la ancianidad propia y ajena. Porque en la vejez las cosas se muestran más en su esencia y se depende de los demás de manera evidente: para caminar, para hacer las compras, para cobrar la jubilación, para alimentarse, para muchas actividades de la vida cotidiana y personal, incluso las más íntimas.

Es una paradoja: nuestra sociedad se basa en el no depender y a la vez fomenta la dependencia, que lleguemos a ser iguales, hasta el punto de convertirla en el aire que se respira, sin que ya se pueda reconocer. Contrario a ella, y por toda respuesta, el Libro de los libros es una exhortación a la dependencia.

Pero, en un mundo homologado, donde para existir y tener derecho a una mirada de los propios compañeros de clase es necesario parecerse a los demás, corresponder a la gramática del uniformismo, tener la mochila de las dos marcas líderes para existir; en un mundo en que hay que evitar ser demasiado incorrecto, aunque los símbolos de la homologación deben verse de lejos, para crear tribu, familia, aun donde se habla y se comunicar poco, es fácil pensar en no depender de nada ni de nadie y convertirse, poco a poco en toxicodependientes. Y en algunos casos, dependientes de un nuevo modo. Las hay clásicas, tan antiguas como el hombre mismo.

Luego existen otras adicciones que hubieran sido inimaginables en el pasado, como al Internet, a los videojuegos, a la pornografía. Internet juega un papel importante en todo esto. No es ni buena ni mala, ha abierto y abre posibilidades extraordinarias. Los motores de búsqueda nos ponen en contacto con lo mejor que la humanidad ha producido y expresado desde sus orígenes. Internet acorta los tiempos de la investigación pura y alarga los tiempos durante los cuales podemos reelaborar los conocimientos, apropiárnoslos, ampliarlos con asociaciones que de otra manera requerirían un viaje, a veces una generación. Es la atmósfera en la que vivimos, es un dato de nuestra vida. Pero Internet ha amplificado, también, de manera exponencial, la posibilidad de estar en contacto, mediante un clic, con los aspectos más extraños, incluso bizarros y perversos del alma humana. Convirtió en repetible aquello que era ocasional, difícil de encontrar, y no parece tener límites.

¿Es que hay alguna solución para esto? Porque quien siente que ya no domina su propia vida, piensa que ya no hay nada que hacer.
Lo paradójico es esto: empeñados en no depender de nada ni de nadie, terminamos dependiendo de toda suerte de cosas que bien haríamos en rechazar. Es como el slogan que reza: “Solo hazlo.” ¿Hacer qué? ¿Y quién me dice que lo haga? He escuchado muchas veces que se me dice, “he decidido que soy el dueño de mi destino y que no tengo porqué considerar autoridad alguna.” A lo que respondo: “Me parece interesante pero, ¿de dónde sacaste eso?” A lo que se me responde: “Mi profesor tal de la universidad me lo dijo.”
Ah.

Todo esto me permite explicar un poquito acerca de otra paradoja, empero, mucho más dulce que la anterior. Es la aparente contradicción de que solamente dependiendo, es que se puede ser verdaderamente libre. El ser humano es dependiente por naturaleza, y bien haríamos en cuidar de qué estamos dependiendo. Dios no nos deja mucho espacio para maniobrar en lo que se refiere a las elecciones, porque todos terminaremos dependiendo de algo, y el terreno neutro es inexistente. Con eso en mente, los invito a leer el siguiente pasaje de la carta del apóstol Pablo a la iglesia en Roma, allá por el siglo I.
Romanos 2
1 Por lo cual eres inexcusable, oh hombre…
5 Pero por tu dureza y por tu corazón no arrepentido, atesoras para ti mismo ira para el día de la ira y de la revelación del justo juicio de Dios,
6 el cual pagará a cada uno conforme a sus obras:
7 vida eterna a los que, perseverando en bien hacer, buscan gloria y honra e inmortalidad,
8 pero ira y enojo a los que son contenciosos y no obedecen a la verdad, sino que obedecen a la injusticia;
9 tribulación y angustia sobre todo ser humano que hace lo malo, el judío primeramente y también el griego,
10 pero gloria y honra y paz a todo el que hace lo bueno, al judío primeramente y también al griego;
11 porque no hay acepción de personas para con Dios…
14 Porque cuando los gentiles que no tienen ley, hacen por naturaleza lo que es de la ley, éstos, aunque no tengan ley, son ley para sí mismos,
15 mostrando la obra de la ley escrita en sus corazones, dando testimonio su conciencia, y acusándoles o defendiéndoles sus razonamientos,
16 en el día en que Dios juzgará por Jesucristo los secretos de los hombres, conforme a mi evangelio.

Detrás de cada circunstancia difícil hay un plan glorioso de parte de Dios.

Todo aquello a lo que le damos importancia cobra poder sobre nosotros.

  • LA TRISTEZA ES DECIRLE A DIOS NO SIRVES
  • LA DERROTA ES DECIRLE A DIOS NO TIENES PODER
  • EL NEGATIVISMO ES DECIRLE A DIOS NO PUEDES
  • LA ANGUSTIA ES DECIRLE A DIOS NO ME AMAS

EL AYUNO DEL SEÑOR



El ayuno del Señor» no solo le impartirá conocimiento detallado del ayuno completo, sino que también impartirá fe para que pueda ayunar el máximo que sea la voluntad de Dios para alcanzar plenitud en el crecimiento espiritual. Yiye Ávila, reconocido siervo de Dios, nos dice en la introducción de este libro: «Durante el ayuno de 41 días, el Señor me llamó a escribir un libro sobre este tema. Hacía tiempo oraba por este propósito esperando el momento de Dios. Cuando sentí que el tiempo de escribirlo había llegado, me aparté en ayuno a realizar el trabajo. Diez días de ayuno y oración hicieron posible este libro para la gloria de Dios. Este libro sobre el ayuno será una luz en las tinieblas de la ignorancia de multitud de cristianos. Será una luz sobre un tema de mucha importancia, pues el ayuno es un instrumento poderoso para adquirir pleno crecimiento espiritual, el medio para provocar un avivamiento, y el instruumentopara romper los yugos del diablo y dar fruto abundante para Dios. Sentí que multitud de vidas serían revolucionadas por este libro y traídas a la vida abundante que Cristo prometió para sus hijos».

PROMESAS INSPIRADORAS DE DIOS


Esta colección de las promesas de la Palabra de Dios habla a cada persona de la pasión de Dios y su preocupación por todos.

El texto incluye una amplia variedad de sabios y animadores escritos de Max. Estés donde estés en la vida, dondequiera que vayas en este mundo, las promesas de Dios te recuerdan que Él siempre está cerca y que se preocupa por tí.


Max Lucado combina las Escrituras con pasajes alentadores de sus populares libros para esta nueva presentación. Lleno de promesas inspiracionales sobre como apreciar a otros, el enojo, sufrimiento, Jesús, y muchos temas mas, este es un libro de promesas que lo alentara en su momento de necesidad.