SABIDURIA EN LA CRISIS


Hace algún tiempo, en mi país, mientras una mujer esperaba su sentencia judicial entró al baño, tomó una sobredosis de psicofármacos y se quitó la vida. ¡No pudo enfrentar su sentencia! Hay quienes creen que de esta forma pueden escapar. Pero es necesario saber lo que Dios dice al respecto: “Los suicidas no entran al reino de los cielos”. La vida la dio Dios y es el único que puede quitarla. ¿Por qué suicidarse?

El suicidio es una de las mentiras mas grandes que el diablo esta usando hoy para hacerles creer a las personas que al morir tendrán paz. Pero tú debes saber que después de la muerte hay una vida eterna, y es en esta vida terrenal donde determinamos si queremos disfrutar en la eternidad o ser atormentados en ella. No podemos callar ante esta terrible realidad que vivimos. El temor lleva a la gente a sumergirse en pozos de depresión de donde no pueden salir sin ayuda. Dios tiene todo el poder para ayudarte, ya que el gozo del Señor es nuestra fortaleza.

Uno de los ataques más violentos que estamos viviendo en este tiempo es la gran ola de temor que cubre naciones enteras. Se puede ver como la gente va de un lado para otro a causa de las malas noticias que continuamente transmiten los medios de comunicación. La fe viene por el oír, mas el enemigo utiliza los sentidos para infundirnos temor. Los que hemos conocido al Señor, vivimos no por lo que vemos sino por lo que creemos.

Desde la caída del hombre hasta hoy, el hombre teme a lo desconocido porque se siente impotente y débil para enfrentar las situaciones que se le presentan. Era precisamente lo que el diablo pretendía. Las consecuencias fueron evidentes, fueron expulsados del huerto y a causa de eso entró el temor y la muerte en el hombre.

Muchos desconocen cómo enfrentar el temor y vencerlo. No tienen las herramientas ni los mecanismos para hacerle frente. Pero Jesús dijo: “Sin mi nada podéis hacer” (Juan 15:5). Cristo venció al enemigo en la cruz del Calvario, y gracias a ese amor tan grande echó fuera el temor. El apóstol Pablo dice: “Todo lo puedo en Cristo que me fortalece” (Filipenses 4:13). Debemos saber que no hemos recibido espíritu de cobardía, sino de poder, amor y dominio propio.

El que no conoce a Dios se levanta pensando: “¡Otro día más para enfrentar!”. Siempre teme lo peor. Los problemas en su vida se acrecientan y muchos de ellos se refugian en el alcohol, las drogas y toda clase de vicios para poder vivir. Pero tú y yo tenemos a Cristo, que resuelve toda situación. Debemos saber que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, a aquellos que han sido llamados conforme a su propósito.

Cuando no tenemos a Dios, vivimos llenos de miedo y no podemos avanzar en la vida. Aunque pase lo que pase, debes saber que el único que te puede ayudar se llama Jesucristo. ¡Busca la paz y síguela! (Salmo 34:14