A sus doce discípulos Jesús los buscó y llamó uno por uno, pero nunca llamó a una mujer.

Y es que no era necesario hacerlo, porque ellas siempre estaban dispuestas a servirle aun sin siquiera haber sido llamadas.

Recuerda que eres MUY especial a los ojos del Señor y Él tiene planes contigo.