TIENES UN MENSAJE...

Actualmente, la palabra mensaje tiene un significado muy importante en nuestro diario vivir.

¿Recibiste mi mensaje?, ¡Te envié un mensaje!, ¡Qué bueno es tu mensaje!,? Me puedes reenviar el mensaje? Son frases, preguntas o afirmaciones que continuamente estamos escuchando o leyendo.


Mensaje, no es una palabra nueva o inventada para el vocabulario cibernético actual.


Los mensajes existen desde antes de la creación del mundo y el primero en usarlos fue Dios mismo.


La Biblia, es todo un mensaje de Dios a su creación; al ser humano.


Mensaje de amor, de ánimo, de esperanza, de corrección, de reconciliación y de salvación.

Entre los tantos y maravillosos mensajes en la Biblia, existen siete en el Libro de Apocalipsis y que están dirigidos a iglesias en Asia Menor (Apocalipsis cap. 2 y 3).
Estas iglesias eran las de Éfeso, Esmirna, Pérgamo, Tiatira, Sardes, Filadelfia y Laodicea. Todas ellas ubicadas en la provincia romana de Asia, lo que actualmente es Turquía.


Cada uno de los mensajes incluye aspectos positivos y negativos en la vida de dichas iglesias, excepto el mensaje a la iglesia en Filadelfia, que aparentemente reflejaba una vida o conducta congruente con el llamado y propósito de Dios. Por lo mismo, algunas congregaciones cristianas-evangélicas aspiran identificarse con dicha iglesia; la de Filadelfia.


Sin embargo, una lectura detenida del mensaje a esta iglesia, deja entrever que era una iglesia débil espiritualmente hablando y sobre todo en lo que a SERVICIO respecta. La versión BLS “Biblia lenguaje sencillo” presenta este versículo con el siguiente texto:

Apocalipsis 3:8 "Estoy enterado de todo lo que haces, y sé que me has obedecido en todo y nunca has negado conocerme, a pesar de que tienes poco poder. P or eso, pon atención: Voy a darte la oportunidad de servirme, y nadie te lo podrá impedir. Yo te he abierto la puerta, y nadie podrá cerrarla.

El propósito de esta reflexión, es que leas cada uno de los mensajes que, no fueron escritos exclusivamente a las iglesias en mención, sino que, por estar incluidos en la Biblia, son mensajes actuales y vigentes a toda la Iglesia.

Se define como IGLESIA a todos aquellos que han sido, por Dios, “llamados afuera”, redimidos (comprados) por la Sangre de Jesucristo y santificados (apartados) para el Servicio a Dios. Es decir, la iglesia no es un lugar físico (templo) en dónde nos reunimos. La iglesia (personas o asamblea) se reúne comúnmente en el templo para adorar a Dios. Dicho de otra forma: no vamos a la iglesia; somos la iglesia.

Por esta misma razón, los siete mensajes a las iglesias en Asia son mensajes personales válidos para las personas que vivieron en ese tiempo, para nosotros en la actualidad y para las generaciones después de nosotros.

Cuando leas cada uno de los mensajes, ¿con cuál de las iglesias te identificarás?
Con Éfeso, que dejó de amar a Dios por sobre todas las cosas.
Con Esmirna, que por miedo a las pruebas y dificultades optas por no comprometerte 100%.
Con Pérgamo, siendo de la opinión que no es necesario desprenderse de ciertas costumbres o hábitos no dignas de un hijo de Dios, y adoptando doctrinas no congruentes con la Biblia.
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Con Tiatira, pues eres de la opinión que la iglesia debe “ambientarse” y tolerar las costumbres de la sociedad en que vivimos.
Con Sardis, que vivía un Evangelio a su manera y no como La Biblia lo estipula.
Con Filadelfia, que no le daba relevancia al servicio y era débil espiritualmente.
Con Laodicea, ya que piensas que no es necesario obedecer a Dios en todo y vives una vida cristiana mediocre, en donde tú te stimonio de vida es más destructivo que constructivo.

Todos los mensajes concluyen con una advertencia y una bendición. ¿Por qué?, porque Dios es justo.

Amigo/a, La Biblia tiene un Mensaje privado y personal para ti.
¡Léelo con atención!