OREMOS

En este libro el autor comparte con el lector las lecciones sobre la oración que él aprendió a través de los años y lo anima haciéndole ver que la oración es la tarea más noble a la que hemos sido llamado. 

El autor considera que la oración es un ministerio. Nos dice que la oración es trabajar junto con Dios. Mediante la oración, se cumplen los fines de Dios, y se frustran los designios de Satanás.


EL AMOR DEBE SER FIRME


1. Con amor por las víctimas
2. Pánico y apaciguamiento
3. La trampa tierna
4. Amor joven, verdadero amor
5. Abra la puerta de la jaula
6. Las preguntas más dificiles
7. El valle de las sombras
8. Tres mujeres que lo pusieron en práctica
9. Preguntas Y respuestas
10. Víctimas de enredos amorosos: Un diálogo
11. Discusión del diálogo
12. Anatomía del adulterio
13. El amor firme en otras circunstancias
14. Mujeres iracundas y hombres pasivos
15. Amor firme para personas solteras
16. Elementos que componen un buen matrimonio
17. Con más amor para las víctimas

TIEMPOS


No importa cuánto dinero tengas, no podrás comprar tiempo. Si supieras que tu vida está a punto de terminar, y tuvieras todo el dinero del mundo, y quisieras comprar un día adicional de vida, no tendrías para comprarlo.  La Biblia dice, en Mateo 6:27: ¿Y quién de vosotros, por ansioso que esté, puede añadir una hora al curso de su vida?  No existe la manera de comprarle una hora 25 al día, porque el día solo tiene 24 horas.  Nuestro tiempo está destinado por el Señor.


No puedes comprar el tiempo, y el tiempo que se ha perdido no lo puedes recuperar.  Por más dinero que tengas en el mundo, por más habilidades, por más talentos, por más espíritu, por más unción que tengas, tú no puedes regresar a tener diez años.  Tú no puedes regresar a ser un bebé, no puedes regresar a kínder con los niños que duermen una hora todas las tardes.

¿Qué puedes hacer con el tiempo?  Puedes invertir en el tiempo. Cuando permites que el Espíritu Santo te ministre acerca de tu tiempo y te explique cuándo es el momento para cada cosa, te lleve al lugar correcto, en la hora correcta, tu tiempo producirá resultados.  No importa en qué momento de tu vida te encuentres, al fin y al cabo, todo es cuestión de tiempo; y el tiempo revela todas las cosas.

El tiempo siempre va a revelar lo que está oculto.  Lo que hagas hoy en lo oculto, pensando que nadie lo va a saber, con el tiempo se sabrá. De la misma manera, si han sido injustos contigo, si te han juzgado mal, no te preocupes porque, en su tiempo, el Espíritu Santo lo va a revelar.  Una de las cosas que tienes que entender es que el Espíritu Santo es el maestro del tiempo.  Él trabaja con tu tiempo, él te indica cuál es tu tiempo, él te deja saber cuál es tu tiempo, cuál es tu momento, y cuál es tu hora.

El Espíritu Santo te revela el tiempo específico de tu destino. El Espíritu Santo te va a revelar para quién has sido llamado, el lugar en específico donde tú has de ser de bendición. El Espíritu santo te va a revelar el tiempo de tu llamado. 

HAZ EQUIPO CON DIOS

Cuando Jesús fue a hacer lo que conocemos como su entrada triunfal, mandó a sus discípulos a buscarle un pollino, un asno. Y no podía ser cualquier asno, sino uno en específico. Cuando Dios mandó a buscar a aquel pollino, les dijo a los discípulos exactamente dónde lo iban a encontrar. Les dijo: Vayan por este lugar y, cuando lleguen a tal camino, allí, en aquel lugar, va a haber un pollino que va a estar atado; desatadlo y traédmelo y, si alguien pregunta, díganle que el Señor lo necesita. Y la Biblia nos dice que, cuando ellos fueron a buscarlo, efectivamente, alguien preguntó qué iban a hacer con él, y los discípulos hicieron exactamente lo que Dios les mandó a hacer.
La gente que va a bendecir tu vida son los que hacen lo que Dios les dice, y lo hacen exactamente como Dios les dice.
Los discípulos llegaron hasta aquel lugar porque Dios sabía exactamente dónde estaba aquel pollino. Dios sabe exactamente en el lugar donde tú te encuentras, no solo en el lugar que te encuentras físicamente, Dios también sabe el lugar específico espiritual en que tú te encuentras y, cuando Dios te manda a buscar y te deja saber que te necesita, Dios sabe exactamente en qué lugar tú estás parado.
Cuando leemos esta historia, pensamos que el pollino estaba guardado, pero la Biblia no dice que estaba guardado, la Biblia dice que estaba frente a un recodo, que no es otra cosa que una intersección. Cuando tú sabes a dónde tú vas, puede haber veinte direcciones, pero tú sabes por dónde te tienes que ir. 
Hay gente que piensa que, porque se encuentran parados en unas encrucijadas en su vida, quizás, Dios no se acuerda de ellos; porque se encuentran en un momento donde no saben si doblar a la derecha o a la izquierda, creen que Dios no se acuerda de ellos. Hay gente que llegó a la iglesia cuando estaban muy bajo para estar alto y muy alto para estar bajo; hay personas que llegaron cuando estaban muy a la derecha para moverse a la izquierda, pero demasiado a la izquierda para moverse a la derecha. Hay veces en nuestra vida donde nos encontramos en situaciones que no sabemos si ir a la derecha o a la izquierda, si arriba o abajo, en qué dirección tenemos que movernos, y esos son los momentos donde Dios se apresta a encontrarse con nosotros.
Hay personas tan decididas que tú les puedes preguntar dónde se ven en cinco años y ellos te pueden decir claramente a dónde van, pero hay personas que ellos mismos no saben dónde están parados. Pero, aunque ni siquiera tú sepas dónde estás parado, Dios conoce exactamente dónde tú estás parado, y conoce todo acerca de ti.  Salmos 139 dice que Él conoce tu sentarte y tu levantar, que conoce tu caminar, y que conoce tu descansar. El Salmos 139 dice también que, de lejos, Él conoce cada pensamiento que hay en ti.
A veces, se nos hace difícil pensar hacia dónde vamos a ir. Por eso es importante que entendamos que Dios te necesita y, si Dios te necesita, Él se va a encargar de desatarte. No importa el lugar dónde te encuentres parado, Dios va a llegar hasta allí y le va a dar dirección a tu vida. Dios está dispuesto a sacarte de cualquier situación y usarte para darle propósito a tu vida.
No importa dónde tú te encuentres, Dios sabe dónde buscarte y de dónde sacarte. Te puedes estar preguntando cómo Dios te va a usar a ti, cómo puedes servirle a Dios, qué puedes hacer que haga una diferencia; Cristo busca algo insignificante y lo hace extraordinario. Tienes que entender que tú pones lo ordinario, y Cristo pone lo extra.
Todo lo que aquel pollino hizo fue hacer que Cristo se hiciera visible ante la multitud. Dios te va a usar para hacerse visible a la multitud; Dios te va a usar para que tú hagas la diferencia y Su poder sea visible a la multitud; Dios te va a usar para que, cuando todos los que estén a tu alrededor estén en problemas financieros, tu prosperidad sea visible a la multitud; Dios te va a usar para que, cuando tú estés enfermo, la sanidad divina manifestándose en tu cuerpo sea visible a la multitud; Dios te va a usar para que, cuando otras familias estén en problemas, tu familia sea visible ante la multitud.
Dios te necesita para levantar a Cristo, en medio de la multitud.
Tú eres importante para Dios. Hay cosas pequeñas que Dios hace grandes y, si tú te ves pequeño, Dios te puede hacer bien grande, porque Él te necesita para que hagas Su gloria visible.
Saca tu vista de lo que tú necesitas de Dios y pon tu vista en lo que Dios necesita de ti.  Tú sabes dónde estabas y sabes de dónde Dios te sacó. No pienses que Dios te sacó y te va a dejar sin hacer nada. Y lo más grande es que Dios lo va a hacer ahora, porque Él necesita de ti. 

MUEVETE

Hoy, hay millones de personas que están impregnadas de destino y que están esperando que un hombre de Dios se pare frente a ellos y comience a declarar bendición y a enviar palabra a todo aquel que la reciba. Tienes que entender que Dios no tiene esas bendiciones reservadas solamente para los pastores y los ministros; Dios tiene eso reservado para cada uno de sus hijos que entienda que Dios ha puesto destino en su vida. Dios te ha escogido para bendecir; hay algo especial que tú tienes que hacer; Dios ha depositado una asignación especial sobre tu vida.

Miremos la historia de Rebecca, en Génesis 24, en el momento que llega el siervo de Abraham a buscar esposa. Rebecca no era como ninguna de aquellas jóvenes, porque Rebecca, si nos damos cuenta, cuando escuchó la voz de aquel siervo, enviado por el padre, automáticamente reacciono e hizo lo que tenía que hacer. Ella fue alguien que estaba enfocada, alguien que era consistente, fue alguien que, desde que el siervo la vio venir, dijo: Hay algo especial en ella que hace que sea diferente a todas las doncellas que andan con su cántaro. Seguramente, Rebecca iba sonriendo y, por lo que se ve en la Biblia, era la más eficiente que había en aquel lugar. Cuando leemos este pasaje, nos damos cuenta que no había el siervo –enviado del padre– terminado de orar, cuando ya Rebecca estaba parada delante de él.

La Biblia dice que se dio prisa para ir a buscar agua para los camellos, que corrió hasta el pozo y luego se dio prisa para ir hasta la casa de su padre. Cuando el siervo fue con ella, a casa de su padre y su madre, y habló con los padres de esta muchacha, les dijo: Estoy aquí por esta razón, Dios y mi siervo Abraham me han enviado, me han traído como instrumento, para llevar a su hija hasta su destino.

La Biblia dice que Rebeca se dio prisa a hablar con sus padres y que, cuando él habló de ella, dijo: Esta joven que está aquí, no hice más que decir algo y enseguida se dio prisa, corrió, se movió, hizo lo que tenía que hacer. Esto es importante porque el destino de cada  cual es manifestado en aquellos que están haciendo algo, y que lo están haciendo prontamente.

Mucha gente tiene un destino especial y está esperando las veinte confirmaciones, cuarenta oraciones, los dieciocho profetas que hablen a su vida; tienen que tener cien libros que le den la misma palabra. Pero Dios bendice al que, cuando recibe una palabra de parte de él,  se da prisa en hacerlo, se mueve rápido y hace lo que tiene que hacer.  Así que, no dudes; si Dios te dio una palabra, muévete; el resto caerá en su lugar. 

VALE LA PENA LUCHAR

Las cosas que son más importantes en la vida a menudo no llegan sin un reto o esfuerzo. A nadie le gusta perder, pero eso no significa que cada conflicto o batalla que tenga en la vida merezca la pena lucharla. Cuando vemos algo que se escurre de nuestras manos, nuestro instinto es entrar en modo lucha para proteger y preservar lo que nos pertenece. Una amenaza para nuestra carrera significa una lucha. Una amenaza para nuestro hogar significa una lucha. Una amenaza para nuestro matrimonio o nuestra salud significa que es el momento de luchar. La disposición y preparación para luchar contra una amenaza es un rasgo saludable. Pero algunas situaciones sencillamente no merecen la pena que luchemos.
A veces, una carta de despido en el trabajo es lo mejor que le podría suceder para lanzar su carrera en otro lugar. El rechazo de un amante podría retirar el enchufe de una relación que ha estado en soporte vital durante demasiados años. La expropiación del auto que no podía pagar podría ser su pasaporte para una libertad económica y redención.
Al principio, estos tipos de situaciones pueden provocarle a entrar en modo lucha, pero luchar por algo que es intranscendente en el plan más amplio de su destino puede apartarle de obtener lo que realmente desea. En un nivel espiritual más profundo, la supervivencia puede significar soltar lo que le ha estado reteniendo. Con mucha frecuencia, saber si es momento de luchar o de soltar es cuestión de revisar su ego y apartarlo del camino.
Digamos que se entera de que un tipo llamado Rick está interesado en su chica, la mujer a la que usted le ha puesto cuatrocientas excusas distintas respecto a por qué ustedes dos aún no están listos para casarse. Pero ahora que otro hombre está intentando entrar en su relación, está listo para luchar. Quizá Rick sea lo mejor para usted y para su chica. Quizá Rick quiere casarse con ella y darle el tipo de relación que ella desea. Quizá sea el momento de que usted deje a un lado su ego y avance a su destino.
¿Alguna vez se ha visto involucrado en una lucha y después se ha dado cuenta de que todo se trataba del ego? ¿Cómo es posible que prescindieran de mí? ¿Quién es él para romper conmigo? No pueden hablarme así ¡y quedarse tan tranquilos! Las luchas del ego a menudo son feas, violentas e irracionales. Pero cuando lucha por una buena causa, como su destino, usted toma decisiones buenas y razonables porque no se trata realmente de usted; se trata de su llamado para servir a la humanidad. Contrariamente, cuando su lucha se trata del ego puede tomar todo tipo de decisiones estúpidas e irracionales porque el ego le dice que lo único que es importante es usted.
A veces peleamos las batallas erróneas debido a un enojo desplazado. No puede luchar con su jefe en el trabajo, así que llega a casa y lucha con su cónyuge o sus hijos. No puede luchar con su cónyuge, así que se lo lleva consigo y cuando está con otros miembros de la iglesia lucha por asuntos triviales y sin importancia. No puede luchar con su estado de salud o la recesión económica, así que lucha con el vendedor que no peleará con usted como respuesta.
Algunas luchas en las que se queda atascado son realmente las luchas de otros. Las personas que tienen miedo a luchar por sí mismas pueden ser maestros en manipular a otros para que luchen por ellos. Antes de prepararse para ir a la batalla, asegúrese de estar peleando sus propias batallas por su propio propósito importante y digno de perseguir.
El tiempo es un bien preciado, y se debe usar con cuidado y mucho juicio. Su tiempo lo merece todo. El tiempo es su mayor arma, así que escoja las situaciones y circunstancias que merecen la pena la lucha. No malgaste su tiempo peleando batallas sin importancia. El combate sin sentido no le ayudará en su futuro. Invierta su tiempo donde importe.
De camino a Destino, sepa que habrá batallas que luchar. Sepa que aquello por lo que pelea merece la pena. Sus hijos, su matrimonio o su carrera siempre son cosas por las que vale la pena luchar, pero incluso entonces, puede llegar a un punto en que tenga que abandonar una pelea activa y dejar que Dios pelee esa batalla por usted.
Habrá más batallas que lidiar. Después de haber superado la tormenta, tómese un tiempo para usted y su familia. Tome tiempo para celebrar que la tormenta ha pasado sin preocuparse por cuándo llegará la próxima. Vendrá sin tardar mucho.
Los tiempos de calma son tiempos para apreciar la victoria o tratar las heridas de la derrota. Salir del modo pelea le da tiempo para planificar y hacer una estrategia para llevar sus pasos hasta el siguiente nivel. Es el momento de agradecer a su cónyuge o su familia por ser su sistema de apoyo en la tormenta. Es el momento de estar en contacto con usted mismo y recordarse que es un ser humano y no un hacedor humano.

GUÍA PARA PADRES PARA LA PREVENCIÓN DE LA HOMOSEXUALIDAD

Jacob, un cliente de veinticinco años de edad, llevaba varios meses en tratamiento por la depresión que le producía su homosexualidad no deseada. Un día – conducido tanto por sentimientos de tristeza como de ira- se enfrentó a su madre:Le dije: “Mamá, tú me veías jugar con muñecas Barbie. Me permitías
utilizar maquillaje y arreglarme el pelo delante del espejo durante horas. Mis

hermanos nunca hicieron nada de eso. ¿Por qué no me detuviste? ¿En qué
estabas pensando?”

No tengo dudas de que mamá quería lo mejor para mí. Pero ella no

tenía nada que decir. Sólo se sentaba allí y me miraba, atontada y llorosa.


Durante muchos años, he trabajado con hombres homosexuales que se encuentran profundamente insatisfechos por sus atracciones hacia personas del mismo sexo. El mundo gay no les va y todos sospechaban, a algún nivel, que algún suceso de su temprana infancia había servido de base para sus sentimientos homosexuales. Este libro procede directamente de lo que he aprendido de mis dos décadas de trabajo con estos hombres, de cómo intentaban comprender las causas de su atracción hacia el mismo sexo y alcanzar la libertad de forma progresiva.
Una y otra vez, estos hombres me han enseñado lo que perdieron en su infancia. Las historias de vidas que oigo todos los días, contadas por hombres como Jacob, que están luchando para curar su homosexualidad, generalmente incluyen recuerdos dolorosos de confusión de género. El hecho es que existe una gran correlación entre la inconformidad de género en la infancia y la homosexualidad adulta. La mayoría de los hombres a los que trato no fueron tan femeninos como Jacob: no jugaban con muñecas ni se vestían de niña. Pero de igual forma, existían signos reveladores de conflictos y dudas sobre la afirmación de su género.
Particularmente, tenían un miedo enorme a no encajar de alguna forma con los demás chicos. Y, sin embargo, sus padres –la amplia mayoría de los cuales amaba mucho a sus hijos y buscaba lo mejor para ellos – la mayoría de las veces no hicieron caso a las prontas señales de aviso y esperaron demasiado para buscar ayuda para sus hijos. Una causa de esto es que la profesión de la salud mental no les está diciendo la verdad sobre la confusión de identidad de género de sus hijos. Los padres no saben qué hacer, si es que pueden hacer algo.

PENSAMIENTOS PARA MADRES

¿No estás cansada de escuchar siempre esa vocecita en la cabeza que te dice lo mal que haces las cosas con tus hijos? ¡Ah! ¡Yo sí! Hoy quiero ver el vaso medio lleno y animarme, animarte con algunos pensamientos positivos. ¡Espero que te sirvan de aliento a ti también!

1. Si hoy no consigo hacer nada de mi lista de tareas más que abrazar a mis hijos, hablar con ellos o tirarme a ver una peli con ellos, está bien. ¡Es una forma genial de invertir mi tiempo!

2. No soy una mamá perfecta…pero Dios me ha hecho la mamá que mis hijos necesitan.

3. Las decisiones que toman otras mamás, no son necesariamente las mías. Las cosas que otras mamás hacen con sus hijos, no son necesariamente las que mis hijos necesitan. 

4. Si Dios no se equivoca y Dios me dio a mis hijos así como soy y así como ellos son...será por algo, ¿no?

5. Mi palabra del día: R-E-S-P-E-T-O

6. Ser mamá requiere de valor... y hoy me siento especialmente valiente :) 

7. Es maravilloso ser la mamá más linda del mundo a los ojos de mis hijos. 

8. Mi meta siempre debe ser transformarme en el tipo de persona en el que quiero que mis hijos se conviertan un día. 

9.  Ser vulnerable está bien. Mostrarme vulnerable ante mis hijos, está mejor. Compartir con ellos mis luchas es una lección de vida para ellos. 

10. No amar 100% cada momento de mi vida como mamá no me convierte en una mala madre.

11. Amo a mis hijos y mis hijos me aman a mí. La sola idea de pensar en eso hace que mi corazón salte en mi pecho y me ayuda a sobrellevarlo todo, todo, todo. 

12. Es maravilloso enseñar a mis hijos...es maravilloso aprender de ellos. 

13. Ser mamá es un motivo más de gratitud a Dios. 

14. Nunca hay que subestimar el poder de curación de un besito pegajoso en la mejilla. 

15. Mis hijos me hacen mejor persona cada día.

¿Con qué pensamientos positivos te animas a ti misma en tu día a día como mamá? ¡Compártelos!