LETARGO ESPIRITUAL


Tal vez usted se pregunte: ¿Cuáles son los síntomas del letargo o TDA espiritual, y los tengo yo? Para entender si tiene este problema en su vida, usted necesita conocer los síntomas. Reconocer los síntomas es muy sencillo ya que el TDA espiritual tiene muchos de los mismos síntomas que la conocida enfermedad TDA, solo que en un sentido espiritual. ¿Pudiera existir realmente algo como el TDA que puede afectarle espiritualmente de manera muy similar? ¡Sí, por supuesto! Y puede tratarse cuando se detecta. En este libro descubrirá cómo reconocer los síntomas y qué hacer si usted está afectado.


Sabemos que el TDA no es motivo de risa y que afecta a muchas personas en la actualidad. Tampoco lo es el TDA espiritual y está a afectando a muchos cristianos. Para ayudarle a comprender mejor los síntomas espirituales, voy a analizar los síntomas naturales del TDA y establecer un paralelo.

Algunas cosas comunes que empiezan a pasar en nuestras vidas espirituales que pudieran indicar que nos afecta el TDA espiritual son: olvidos, sensación de estar distraídos y la incapacidad de luchar con la distracción. Tal vez luchemos para concentrarnos o comencemos a posponer las cosas, no terminamos lo que empezamos. Tal vez nos volvamos cada vez más desorganizados. Estas son solo algunas de las cosas que pudieran indicar que necesitamos atender nuestras vidas espirituales.

Para ayudarle a entenderlo mejor he incluido una lista más completa de los síntomas del TDA. A menudo estos son los síntomas clave de una caso que se haya diagnosticado como TDA y también pueden aplicarse al TDA espiritual.

• Distracciones

• Dificultad para concentrarse

• Desorganización

• Dificultad para enfocarse y prestar atención

• Mala memoria

• Problemas para seguir instrucciones

• Dejadez

• Dificultad para terminar proyectos

• Inquietud (sentirse intranquilo e impaciente)

• Problemas para manejar el tiempo y llegar temprano

• Extraviar las cosas y dificultad para recordar

• Pensamientos acelerados y una mente que divaga

• Aburrimiento frecuente • Cambios de estado de ánimo

• Falta de autocontrol1

Esta lista de síntomas del TDA, aunque no es exhaustiva, le puede ayudar a identificar mejor lo que pudiera estar sucediendo en su vida espiritual. También puede ayudarle a reconocer lo que pudiera estar causando frustración, lucha o aburrimiento con respecto a las cosas de Dios.

Establecer paralelos

Al examinar los síntomas del TDA se pueden establecer muchos paralelos en cuanto a cómo nuestras vidas espirituales pueden estar afectadas. Aunque por lo general el TDA no se asocia normalmente con la vida espiritual, si se lo permitimos puede pasar a afectar nuestras vidas espirituales. Estos síntomas del TDA pueden hacer que seamos ineficaces en el sentido espiritual al hacer que estemos frustrados, aburridos, cansados y descuidados en el sentido espiritual.

Analicemos la lista otra vez y comparémosla con nuestras vidas espirituales:

Distracciones Dificultad para concentrarse Dificultad para enfocarse y prestar atención Inquietud (sentirse intranquilo e impaciente) Pensamientos acelerados y una mente que divaga.

Puede que haya experimentado estas cosas al orar. Si nos resulta difícil concentrarnos, nuestras mentes divagan y luchan para encontrar las palabras para orar. Nos sorprendemos mirando el reloj o moviéndonos de un lado a otro de una manera inquieta, nerviosa o impaciente. Cuando leemos la Biblia nuestras mentes tienden a divagar, así que realmente no entendemos lo que estamos leyendo. Tal vez comencemos orando o bus- cando las cosas de Dios, pero paramos porque preferimos hacer alguna otra cosa y nos resulta difícil enfocarnos en Dios. Si es así, dejamos que las distracciones nos venzan.

Desorganización Mala memoria Dejadez Dificultad para terminar proyectos

Este pudiera ser el caso en nuestras vidas espirituales si al parecer nunca encontramos tiempo para Dios y el tiempo de Dios a menudo se reemplaza con algo de menos importancia. ¿Dejamos que las ocupaciones de la vida hagan que seamos desorganizados, y que eso resulte en muy poco o ningún tiempo con Dios? Pudiéramos comenzar un día con la decisión de hacer de Dios y sus cosas espirituales una prioridad, pero pronto llega la dejadez hasta que las cosas espirituales prácticamente no existen. Esto puede ocasionar auto condenación y frustración lo cual hace que sea difícil terminar o continuar.

Problemas para seguir instrucciones Problemas para manejar el tiempo y llegar temprano Extraviar las cosas y dificultad para recordar

Las muchas ocupaciones de nuestras vidas y la falta de enfoque espiritual pudieran comenzar a afectar nuestras vidas espirituales, nuestras convicciones y la manera en que nos conducimos como cristianos. Si es así, tal vez dejemos ver la necesidad de defender o sostener las cosas que una vez apoyamos. Esto puede suceder si no estamos siguiendo la dirección de las Escrituras y si no estamos buscando primero el Reino de Dios y su justicia. Tal vez luchemos con nuestras devociones diarias y nuestro caminar diario simplemente porque la manera en que manejamos nuestro tiempo no pone a Dios primero al comienzo del día ni en todas las cosas.

Poco a poco, con el tiempo, podemos olvidarnos más y más de Dios, y nuestros corazones se enfrían y se alejan de Él. Cuando esto sucede, se produce un cambio en nuestro andar espiritual, en la manera en que debiéramos estar viviendo como alguien que se ha vendido por completo al Señor y a sus propósitos. Si vemos que constantemente extraviamos nuestra Biblia probablemente sea porque no estamos leyendo la Palabra de Dios ni dándole prioridad en nuestras vidas.

Aburrimiento frecuente Cambios de estado de ánimo Falta de autocontrol

Es importante preguntarnos: ¿Mi vida espiritual se está volviendo aburrida y mundana? ¿Carece de atención y autocontrol? ¿Tengo que armarme de valor para orar, leer la Biblia o ir a la iglesia? Si no tenemos cuidado, podemos tener cambios en nuestro estado de ánimo y actitudes carnales, lo que ocasiona que nuestra carne domine sobre nuestros espíritus. Esto no implica que un aburrimiento ocasional o la necesidad de controlar nuestra carne sea TDA espiritual. Más bien son indicadores de TDA espiritual cuando son algo frecuente (o su frecuencia aumenta cada vez más).

Espero que usted comience a ver cómo la lista de los síntomas naturales que a menudo se identifican con el TDA se asemeja al TDA espiritual, lo que pudiera estar afectando su vida y crecimiento espirituales. No afirmo ser médico ni un experto en el TDA, pero puedo observar mi propia vida y las cosas con las que he tratado en ocasiones con respecto a las distracciones en cosas espirituales, aburrimiento espiritual, dificultad para concentrarme en las cosas de Dios y cansancio espiritual, para solo mencionar algunas. Al analizar la lista se pueden extraer muchas verdades sencillas y establecer paralelos entre el TDA y el TDA espiritual.

Por supuesto, las personas a las que se les ha diagnosticado TDA no tienen TDA espiritual necesariamente. Lo contrario también es verdad. Si las personas tienen estos síntomas en sus vidas espirituales, no deben asumir que tienen TDA y que necesitan que se les diagnostique como tal. Esta comparación es sencillamente para que usted se examine a sí mismo y analice la posible fuente de las cosas que le impiden o le frustran en su búsqueda de una vida espiritual gratificante con Dios.

Ahora llegó el momento de hacer el examen. Es una prueba saludable y necesaria para determinar si usted necesita atender y tratar ese problema en su vida espiritual. La clave es estar dispuesto a examinarse a sí mismo.

BUSCANDO LO MEJOR

El ayuno no es solo un ejercicio religioso más. De hecho, si lee Isaías 58 con atención, verá que el capítulo en realidad comienza con Dios reprendiendo al pueblo que estaba ayunando, porque su forma de ayuno era meramente una trivial muestra externa para demostrar su religiosidad. De su hipocresía, Dios dijo:


¿Acaso el ayuno que he escogido es sólo un día para que el hombre se mortifique? ¿Y sólo para que incline la cabeza como un junco, haga duelo y se cubra de ceniza? ¿A eso llaman ustedes día de ayuno y el día aceptable al Señor? (Isaías 58:5, NVI)

¡Dios veía ese ayuno religiosos tan solo como una rutina más! El ayuno debe romper la rutina, y no convertirse en otra representación sin pasión. Ese ayuno estaba hueco por dentro, como los juncos que crecen en las riberas de los ríos, que se inclinan bajo su propio peso, parecido en apariencia a alguien que se inclina con vacía humildad. Me recuerda a los toros mecánicos que se hicieron populares en los años ochenta. Fueron originalmente diseñados para que los jinetes de rodeo los utilizasen para practicar, pero pronto se hicieron populares como una forma de entretenimiento para “aspirantes” a cowboy en todas partes. Aunque esos aparatos pueden ser mecanizados para imitar casi todos los movimientos de un verdadero toro, son solamente mecánicos. Hacen los movimientos, pero no son lo verdadero.

¡Dios está buscando lo verdadero! Si no tenemos cuidado, cada uno de nosotros puede llegar a endurecerse al Espíritu de Dios y ser indiferente en la adoración, realizando los movimientos de modo mecánico sin quebrantamiento ni pasión alguna. Es fácil para los cristianos desplazarse por la vida con una rutina sin vida. He aprendido que es peligroso tener un ministerio creciente y al mismo tiempo tener una pasión por Dios que encoge. Es peligroso que cualquiera que sea su enfoque, sea mayor en el exterior mientras en el interior su pasión por Dios se ha enfriado. Quizá usted añadió otro cero a su salario este año... pero hubo un tiempo en que usted no tenía nada y sus lágrimas corrían mientras adoraba. Cuanto más hace Él por nosotros, más agradecidos deberíamos estar; no más relajados y cómodos. Si está usted avanzando con una rutina apagada y sin pasión, es momento de romper la rutina. Eso es lo que hace el ayuno, el verdadero ayuno. El ayuno despeja el camino para que nos reenfoquemos y oigamos el corazón de Dios. Como he dicho antes, el ayuno es una disciplina a corto plazo que produce efectos a largo plazo. El ayuno es una elección que usted y yo podemos hacer para interrumpir “la vida como siempre” a fin de oír lo que Dios quiere hacer y cómo quiere Él usarnos para marcar una diferencia en la vida de otra persona.

Hombres, mujeres y niños claman desesperadamente pidiendo ayuda cada día, en todo el mundo, en este país, quizá en este momento en la calle. Están en esclavitud; sufren abusos, son oprimidos, maltratados, tienen hambre, están solos, olvidados y aplastados. Puede que no podamos oír su clamor, pero puede usted estar seguro de que Dios sí los oye. Él oye el clamor de los oprimidos y los no salvos. Por eso el ayuno que Dios desea no es un acto religioso vacío y sin pasión que no da ningún fruto. Dios no puede bendecir eso. Dios tiene un propósito específico para el ayuno y la oración.

El ayuno que he escogido, ¿no es más bien romper las cadenas de injusticia y desatar las correas del yugo, poner en libertad a los oprimidos y romper toda atadura? ¿No es acaso el ayuno compartir tu pan con el hambriento y dar refugio a los pobres sin techo, vestir al desnudo y no dejar de lado a tus semejantes? Si así procedes, tu luz despuntará como la aurora, y al instante llegará tu sanidad; tu justicia te abrirá el camino, y la gloria del Señor te seguirá. Llamarás, y el Señor responderá; pedirás ayuda, y él dirá: “¡Aquí estoy!”.

Si desechas el yugo de opresión, el dedo acusador y la lengua maliciosa, si te dedicas a ayudar a los hambrientos y a saciar la necesidad del desvalido, entonces brillará tu luz en las tinieblas, y como el mediodía será tu noche. El Señor te guiará siempre; te saciará en tierras resecas, y fortalecerá tus huesos. Serás como jardín bien regado, como manantial cuyas aguas no se agotan. (Isaías 58:6-11, NVI)

Conozco a personas que han experimentado tremendas bendiciones en sus vidas, sus familias, sus matrimonios, sus finanzas y sus negocios a medida que han desarrollado un fiel estilo de vida de ayuno y oración. ¡Pero hay mucho más que Dios desea hacer más allá de nuestros propios límites y necesidades! El quebrantamiento que llega mediante el ayuno comienza con lanzar a los pies de Jesús todo lo que identificamos como nuestra fuerza para decir: “Señor, sé que estoy limitado. Vengo a ti en quebrantamiento, no en mi fortaleza sino en mi debilidad. Reconozco que tú puedes hacer más por medio de mí, quebrantado, de lo que yo podría intentar nunca hacer por mí mismo”. Ese es el tipo de ayuno que conecta con Dios.

LA ESPADA DE PEDRO

Pedro el enigma, contradicción, y dicotomía andante, ejemplifica y personifica el poder de una narrativa redimida. Él comenzó con una red (Lucas 5:6), lo intercambió por las llaves (Mateo 16:19) y emerge con una espada
 (Juan 18:10). De una red, a las llaves, a la espada; la jornada personal de Pedro encarna la dispensación profética de los hijos de Dios mientras limpiamos nuestras redes, vamos a lo profundo, cambiamos nuestros nombres, nuestras familias son sanas, caminamos en agua, revelamos al Cristo y atamos y desatamos.


Mientras él aún hablaba, se presentó una turba; y el que se llamaba Judas, uno de los doce, iba al frente de ellos; y se acercó hasta Jesús para besarle. Entonces Jesús le dijo: Judas, ¿con un beso entregas al Hijo del Hombre? Viendo los que estaban con él lo que había de acontecer, le dijeron: Señor, ¿heriremos a espada? Y uno de ellos hirió a un siervo del sumo sacerdote, y le cortó la oreja derecha. Entonces respondiendo Jesús, dijo: Basta ya; dejad. Y tocando su oreja, le sanó.” Lucas 22:47-51 (RV60)

“Entonces Simón Pedro, que tenía una espada, la desenvainó, e hirió al siervo del sumo sacerdote, y le cortó la oreja derecha. Y el siervo se llamaba Malco. Jesús entonces dijo a Pedro: Mete tu espada en la vaina; la copa que el Padre me ha dado, ¿no la he de beber?” Juan 18:10-11 (RV60)

Redes, llaves y espadas: Provisión, Promoción y Protección. Lo que cargas en tus manos hoy, determinará a dónde te lleven tus pies mañana. Pedro poseía una red, llaves y una espada. Mientras que la red representa provisión y las llaves promoción, la espada representa protección.

Permítame hablar proféticamente en esta hora, no me importa por lo que has caminado en el 2011, pero estoy aquí en el nombre de Jesús para decirte que no vas a entrar al 2012 con las manos vacías. Estás saliendo del 2011 con una red, llaves y el 2012 será un año de provisión, promoción y protección. Alguien grite; provisión, promoción y protección. No importa por lo que has pasado en el 2011, el 2012 surgirá como el año de provisión, promoción y protección.

Tú y tu casa están por entrar en la provisión, promoción y protección. Agárrate de la red, no sueltes las llaves y toma la espada porque estás por ser testigo de una provisión, promoción y protección sin precedentes.

La Espada de Protección

De todos los discípulos, Pedro cargaba una espada. La espada representa protección. Lo primero que debe ser protegido es la Palabra que Dios desata sobre tu vida. Pedro aprendió esto de primera mano. Él fue reprendido por no levantar la espada proverbial. De hecho, él hizo lo opuesto.

En Mateo 16:23 Jesús está exponiendo su plan para la cruz y la resurrección cuando Pedro lo contradice. Jesús lo reprende "Apártate de mí Satanás". Su reprensión nos recuerda que cuando una palabra es desatada en contra de nuestro destino, no estamos para negociarlo o aceptarlo, sino que estamos aquí para reprenderlo y apartarlo de nosotros.

Noten, fue Pedro, uno de los más cercanos a Jesús quien habló no a favor sino en contra de su destino. En muchas ocasiones, es aquellos cercanos a nosotros los que maldicen nuestro sueño en vez de bendecir nuestro destino. Cuando alguien habla una palabra en contra del destino ordenado por Dios, no llores, gimas, o des explicaciones, sencillamente repréndelo; "¡apártate de mí Satanás!". Saca la espada profética y repréndelo.

Así que cuando te digan: "no vas a obtener ese trabajo". Tú dices: "¡apártate de mí Satanás!" Cuando te digan: "tus hijos siempre serán drogadictos, siempre van a estar perdidos". Tú dices: "¡apártate de mí Satanás!" Cuando te digan: "no hay un milagro esperándote". Tú dices: "¡apártate de mí Satanás!" Y cuando te digan que Dios no puede usar a alguien como tú, tú gritas: "¡apártate de mí Satanás!". ¡Toma tu espada!

La Espada del Espíritu

Conocen la historia. Judas traiciona a Jesús. Guía a la multitud a capturar al Mesías. El resto de los discípulos pregunta ¿sacamos la espada? pero mientras ellos estaban parados contemplando, Pedro saca su espada y le corta la oreja al siervo del sumo sacerdote. No era un soldado como muchos han escuchado; era el siervo del sumo sacerdote. Jesús le dice a Padro que guarde la espada y sana la oreja de aquel hombre.

¿Por qué Pedro cargaba una espada y por qué Jesús le dijo a Pedro que guardara la espada? No fue que Pedro usara la espada, era que usó la espada incorrecta. Porque cuando nuestra vida es amenazada, nuestra fe es retada y nuestro futuro está por caer cautivo, hay una espada pero no la forjada de hierro sino la que es forjada por la Gracia. La Espada del Espíritu.

Efesios 6:17 dice: “Y tomad el yelmo de la salvación, y la espada del Espíritu, que es la palabra de Dios.”

Hebreos 4:12 dice: “Porque la palabra de Dios es viva y eficaz, y más cortante que toda espada de dos filos; y penetra hasta partir el alma y el espíritu, las coyunturas y los tuétanos, y discierne los pensamientos y las intenciones del corazón.”

Esta es la ESPADA del ESPÍRITU (Levanta tu Biblia en alto). Dile a tu vecino, no te metas conmigo, estoy armado ¡y soy peligroso!

La Espada que te protege de tu Pasado

Como ven, a través de la Biblia, las espadas cargan connotaciones proféticas poderosas. La espada del Jardín del Edén (Génesis 3:24), protegió a Adán y a Eva de volver a entrar en el lugar donde ellos cayeron.

Entiendan esto; la espada de Dios te está protegiendo del lugar de tu fracaso. Aún si intentas regresar a tu pasado, su espada te va a detener para entrar. La espada de Dios nos protege de nuestro pasado.

“No os acordéis de las cosas pasadas, ni traigáis a memoria las cosas antiguas.” Isaías 43:18

“De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas.” 2 Corintios 5:17

¡Su Espada me está protegiendo! Nunca más entraré en el lugar de mi fracaso porque yo y mi casa vamos hacia delante. ¡Toma tu Espada!

La espada te protege de tus adversidades más grandes

La espada de David solía ser la espada de Goliat.

“Cuando David derribó a Goliat, él después tomó la propia espada de Goliat y le cortó la cabeza. Algún tiempo después tomó posesión de ella”. 1 Samuel 21:9.

Lo que sea que haya utilizado el enemigo para amenazarte será con lo que tú lo vas a derrotar. Entiendan esto, si él amenaza a tu familia, entonces Dios usará a tu familia para avergonzarlo a él. Si amenaza tus finanzas, entonces Dios está por bendecir tus finanzas para avergonzarlo.

Dios te está diciendo que su Espada decapitará tus problemas más grandes y te protegerá de tus gigantes futuros de este punto en adelante. Toma tu espada y córtale la cabeza al gigante. Ese problema ya está muerto, ahora toma la espada. ¡Toma la espada!

La Espada te otorga victoria aun cuando eres superado numéricamente

La espada de Gedeón se convirtió en el grito de batalla aun cuando los hijos de Dios se vieron superados en número.

“Su amigo respondió: ‘Esto no puede ser otra cosa más que la espada de Gedeón hijo de Joás, el Israelita. Dios ha dado a los Madianitas y a todo el campamento en sus manos.’" Jueces 7:14.

La Espada del Espíritu te otorga la victoria aun cuando eres superado numéricamente De este momento en adelante, ¡tu victoria está asegurada! Dile a tu vecino, con la Espada del Espíritu, nunca serás derrotado de nuevo! ¡Toma tu espada!

La Espada te protege en contra de los espíritus religiosos

Así que Pedro le corta la oreja. Espera, no fue el brazo, dedo, ni la encajó en su abdomen como se espera en combate, le cortó la oreja. ¿Por qué? Tienen oídos y no oyen. Amigos, no fueron los Romanos los que querían a Jesús muerto; era el establecimiento religioso de ese tiempo. Los Fariseos y los miembros del Sanedrín odiaban el mensaje revolucionario articulado por Cristo.

Aún el día de hoy, el enemigo número uno de la Iglesia es el espíritu de Religión. Como los fariseos antiguos, encontramos hoy religiosidad que intenta controlar por medio de enfocarse en rituales y costumbres dejando de lado la pureza de corazón, cabeza y manos.

Debemos estar firmes en el Evangelio de Cristo por aquellos que atentan dañarlo.

Necesitamos predicar la palabra (2 Timoteo 4:2), dentro y fuera de la temporada. Debemos levantarnos por la justicia y la santidad. Hablemos la verdad sin importar las consecuencias. Pedro sacó la Espada y dijo: “Jesús es el Camino, la Verdad y la Vida y nadie viene al Padre sino es por medio de Él”.

¡Como si nunca hubiera acontecido!

Entonces Jesús sana a Malco el siervo del Sumo Sacerdote. La Biblia dice que lo sanó, le regeneró la oreja. Aquí está el punto clave. Pedro corta la oreja y aun así no es arrestado ni ejecutado. ¿Por qué? No solo porque Jesús sanó al hombre, él lo hizo como si nunca hubiera pasado.

Esta es la palabra de Dios para ti hoy. Cualquier cosa que hayas perdido, cualquier cosa que esté quebrantada, lo que sea que haya sido robado en 2011, Dios está a punto de tocarte y sanarte de tal manera que parecerá como si nunca hubiera acontecido. Lo que estaba perdido, acaba de ser reemplazado. Lo que estaba caído ha sido puesto de vuelta en su lugar, ¡COMO SI NUNCA HUBIERA ACONTECIDO!

UNA INVITACION DIVINA


Juan 17 registra la última oración de Jesús antes de ir al huerto de Getsemaní, donde clamó a Dios antes de su crucifixión. No tenemos que preguntar qué sentía Jesús antes de ser molido por nosotros. Su deseo se expone claramente en Juan. Él abre su corazón y nos permite oír los momentos más íntimos de su vida en la tierra.
Padre, aquellos que me has dado, quiero que donde yo estoy, también ellos estén conmigo, para que vean mi gloria que me has dado; porque me has amado desde antes de la fundación del mundo. Padre justo, el mundo no te ha conocido, pero yo te he conocido, y éstos han conocido que tú me enviaste. Y les he dado a conocer tu nombre, y lo daré a conocer aún, para que el amor con que me has amado, esté en ellos, y yo en ellos. (Juan 17:24-26)
Estas frases contienen la auténtica razón por la cual usted fue creado y presentan una invitación a conocer a Dios íntimamente: a conocerlo realmente y estar cerca de su corazón. En la primera petición a su Padre, Jesús pide estar cerca de aquellos a quienes está a punto de comprar con su sangre. Él no quiere que solo seamos técnicamente suyos: quiere que seamos completamente suyos. La esposa en el Cantar de los Cantares de Salomón anhela esta misma intimidad. Dice: “Pues ¿por qué había de estar yo como errante junto a los rebaños de tus compañeros? (Cantares 1:7). En su lenguaje poético, la esposa esencialmente está diciendo: “Jesús, no quiero que mis ojos estén cubiertos. No quiero que me impidan verte. Quiero verte como realmente eres. ¡Jesús, no me basta con estar cerca de tus amigos! ¡Quiero estar cerca de Ti, y en verdad conocerte íntimamente en mi propio corazón!”
Anhelamos estar cerca de Dios porque Él primero anheló estar junto a nosotros. No es un Dios que quiso redimirnos para después quedarse a distancia. Al contrario, nos compró son sangre real para poder poner su propio Espíritu en nosotros y pasar tiempo ahora y en la eternidad revelándonos su corazón.
En su segunda petición, Jesús pide que podamos ver su gloria. Este fue exactamente el deseo del que se hizo eco la esposa del Cantar de los Cantares cuando dijo que no quería que el velo le impidiera ver al Esposo. Nuestro corazón clama:“¡Quita el velo, Dios!” El corazón de Jesús también clama: “¡Padre, yo quiero!” ¿Puede imaginarse cómo habrá sido sacudido el cielo cuando Dios hombre pronunció esa frase esa noche en el huerto? ¿Puede imaginarlo intercediendo por usted en este mismo instante, pidiendo lo mismo? Amado, eso es exactamente lo que Jesús está haciendo en este momento. El escritor de Hebreos dice que Jesús vive para interceder siempre por nosotros delante del Padre como nuestro fiel sumo sacerdote (Hebreos 7:25). En este momento, Jesús está hablando con el Padre, que lo ama a usted (Juan 17:23) con el mismo amor con que Él ama a su Hijo: le esta pidiendo que revele a su corazón la gloria de lo que Él es.
La tercera petición de Juan 17:26 es la mayor de todas: que lo amemos a Él. Pero examinemos esto con cuidado. ¿Qué clase de amor quiere Jesús de nuestra parte? ¿Quiere que lo amemos como un siervo agradecido ama a su amo benevolente? No.
¿Quiere que lo amemos con lo que seamos capaces después de sobrevivir a un pasado doloroso? No. Amado, cuando Jesús le pidió al Padre que usted y yo lo amáramos, extendió la mayor vara de medir que podía emplear: el monto del amor que el Padre tiene por su Hijo Unigénito.
Cuando considero esto, siempre pienso en los niños pequeños. ¿Alguna vez ha visto a un niñito extender sus brazos tan ancho como puede, para mostrarles a sus padres cuánto los ama? ¿O un niño que se fascina con analogías? “Te amo desde aquí hasta la luna ida y vuelta, y alrededor de la tierra infinitas veces!” Jesús se extendió tanto como le fue posible, amado, y al hacerlo terminó con la idea de que el cristianismo fuera aburrido o que usted y yo pudiéramos permitir que nuestro pasado o nuestros antecedentes familiares nos impidan amarlo y ser transformados a su semejanza.
Sé que este lenguaje puede parecer incómodo, pero Jesús sacó su chequera trinitaria y expidió el cheque más grande que pudo. Puso toda la cuenta a disposición de usted. Lo que Jesús hizo es como cuando un padre le explica a su hijo que se acerca el Día del Padre. Cuando lleva al niño a una tienda, le ayuda a elegir algo, y le da a su hijo la tarjeta de crédito para que pague ese artículo. En casa lo ayuda a envolver el regalo, y cuando llega el gran día, le ayuda al niño a bajar el regalo del estante del armario. Cuando éste le extiende su regalo, el padre se llena de gozo y exclama: “No puedo creer que hayas traído esto para mí. ¡Es justo lo que quería!”
Amado, realmente es así de bueno. Jesús termina su oración de Juan 17 diciendo que la descripción de la obra del Espíritu Santo es que tomará el amor que el Padre tiene por su Hijo y lo pondrá en nosotros. Así, Cristo mismo será formado en nosotros, y podremos amar a Dios con el amor sobrenatural que Él nos da. La clase de amor de la cual Jesús habla aquí es un amor eterno e inagotable. Es un torrente de deseo, un fuego ardiente de luz y júbilo. Realmente, del corazón de quien cree en Jesús correrán ríos de agua viva (Juan 7:38). Dios anhela soltar un río de placer dentro de usted y dentro de mí. Es un río de fuego y de amor que espera ser soltado en nuestro corazón.
Cuando empezamos a conocer a Jesús y recibimos al Espíritu Santo, comienza a fluir en nosotros un río, un río que tiene un fin anhelado. El Espíritu Santo en nosotros anhela llevarnos a las profundidades de Dios para quitar el velo de nuestros ojos y ayudarnos a ver las gloriosas riquezas del hombre Cristo Jesús, convirtiendo hasta el corazón más hostil en un torrente de afecto santo por Dios. ¿Tiene usted esta visión para su vida? Oh, mi amigo, si está aburrido, me atrevo a decirle que es su propia culpa. Si ha dejado de crecer en el amor o está esperando continuar esta búsqueda “algún día”, lo insto a que vuelva a su camino.
Nada relativo a Jesús y a lo que Él ha hecho por nosotros es aburrido, y nada en su pasado, presente, o futuro puede privarlo a usted de conocer el amor de Cristo. Él anhela que usted permita que sus ondas y sus olas de cariño rompan sobre usted y lo conduzcan a nuevas alturas de amor, y lo insta a dejar que su luz brille delante de los hombres.
Leemos en el Salmo 36:7-9: ¡Cuán preciosa, oh Dios, es tu misericordia! Por eso los hijos de los hombres se amparan bajo la sombra de tus alas. Serán completamente saciados de la grosura de tu casa, y tú los abrevarás del torrente de tus delicias. Porque contigo está el manantial de la vida; en tu luz veremos la luz.
La Trinidad ha estado en un completo estado de deleite, derramando su amor Uno sobre Otro. Usted y yo existimos porque el Padre nos creó para unirnos a esta santa comunión. Sí, somos la creación y solo Él es el Creador, sin embargo, Él ha elegido compartir su propia vida con nosotros. La Trinidad en perfecta comunión sin restricción ni nada que contamine o disminuya ese amor ha sido y será siempre la suprema felicidad y delicia. Este es el amor del cual toda otra clase de verdadero amor extrae su potencia. Esto es puro amor incon- taminado: Dios amando a Dios por medio de Dios. Del Padre al Hijo, del Hijo al Espíritu, el amor sigue fluyendo y fluyendo una y otra vez.
En medio de ese anhelo, en medio de ese torrente de amor, surgió un pensamiento respecto a usted y a mí. En medio de la perfecta comunión del amor de Dios, Dios pensó: “Esto es demasiado bueno. ¿Cómo no compartirlo?” Por esa razón usted y yo fuimos creados. La Biblia dice en 1 Corintios 1:9: “Fiel es Dios, por el cual fuisteis llamados a la comunión con su Hijo Jesucristo nuestro Señor”. En Juan 14:23, Jesús dice: “El que me ama, mi palabra guardará; y mi Padre le amará, y vendremos a él, y haremos morada con él”.
! Oro que usted prepare su corazón para buscar el amor de Dios cada día de su vida. Jesús ya escribió el cheque para usted. Quiere que lo haga efectivo y le dé el regalo por el cual Él pagó un precio tan alto: usted.

ESCOGE TU DESTINO


A fin de cuentas, solamente dos cosas determinan su destino: sus elecciones y susrespuestas a Dios. La Palabra de Dios está llena de elecciones. El capítulo 28 de Deuteronomio está dedicado a escoger hacer el bien y ser bendecido o hacer el mal y ser maldecido. El sucesor de Moisés, Josué, llamó al pueblo de Israel a tomar una decisión. Les dio una sencilla elección: “Pero si a ustedes les parece mal servir al Señor, elijan ustedes mismos a quiénes van a servir: a los dioses que sirvieron sus antepasados al otro lado del río Éufrates, o a los dioses de los amorreos, en cuya tierra ustedes ahora habitan. Por mi parte, mi familia y yo serviremos al Señor” (Josué 24:15, NVI). De igual modo, cuando el profeta Elías desafío a los profetas de Baal, preguntó: “¿Hasta cuándo claudicaréis vosotros entre dos pensamientos? Si Jehová es Dios, seguidle; y si Baal, id en pos de él” (1 Reyes 18:21).

El tema subyacente de esas decisiones puede resumirse en las palabras de Romanos 12:9, donde Pablo instruye a los creyentes: “Aborreced lo malo, seguid lo bueno”. Este tema se refleja en la vida de un hombre llamado Job. La Biblia describe a Job como un hombre “perfecto y recto, temeroso de Dios y apartado del mal” ( Job 1:1).

Yo creo que Job tomó la decisión en su juventud de qué serviría al Señor, de que seguiría lo bueno y aborrecería lo malo, y de que permanecería en el sendero estrecho.

Cuando toma la decisión de aborrecer al mal, usted toma la decisión de seguir lo bueno. Del mismo modo, cuando escoge ignorar el impulso del Señor en un área, está tomando la decisión de hacer algo que se opone al mejor plan de Él para su vida. Mis elecciones y mis respuestas a Dios han gobernado toda mi vida. Escoger hacer lo bueno no siempre es fácil, pero la gracia de Dios es suficiente para ayudarle.

ORACION DE FIN DE AÑO


Señor, Dios

Dueño del tiempo y de la eternidad,
...
tuyo es el Hoy y el Mañana,

el pasado y el futuro.

Al terminar este año quiero darte gracias

por todo aquello que recibí de TI.

Gracias por la Vida y el Amor,

por las flores, el aire y el sol,

por la alegría y el dolor,

por cuanto fue posible

y por lo que no pudo ser.

Te ofrezco cuanto hice en este año,

el trabajo que pude realizar

y las cosas que pasaron por mis manos

y lo que con ellas pude construir.

Te presento a las personas

que a lo largo de estos meses amé,

las amistades nuevas,

los más cercanos a mí,

y los que están más lejos,

los que me dieron su mano

y aquellos a los que pude ayudar,

con los que compartí la vida,

el trabajo, el dolor y la alegría.

Aquellos que me ayudaron a crecer en Ti.

Gracias por todos ellos.

Pero también, Señor,

hoy quiero pedirte perdón,

perdón por el tiempo perdido,

por el dinero mal gastado,

por la palabra inútil

y el amor desperdiciado.

Perdón por las obras vacías

y por el trabajo mal hecho,

y perdón por vivir sin entusiasmo.

También por la oración

que poco a poco fui aplazando

y que hasta ahora vengo a presentarte.

Por todos mis olvidos,

descuidos y silencios

nuevamente te pido perdón.

Ya iniciaremos un NUEVO AÑO

y detengo mi vida

ante el nuevo calendario aún sin estrenar

y te presento estos días

que sólo TU sabes si llegaré a vivirlos.

Hoy te pido para mí y los míos la paz

y la alegría, la fuerza y la prudencia,

la claridad y la sabiduría.

Quiero vivir cada día con optimismo y bondad,

Llevando a todas partes un

corazón lleno de comprensión y paz.

Cierra Tú, mis oídos a toda falsedad

y mis labios a palabras mentirosas,

egoístas, mordaces o hirientes.

Abre en cambio,

Mi ser a todo lo que es bueno,

Que mi espíritu se llene sólo de bendiciones,

Y las derrame a mi paso.

Cólmame de bondad y de alegría

para que cuantos conviven conmigo

o se acerquen a mí

encuentren en mi vida.

Un poquito de TI.

Danos un Año Feliz y enséñanos a repartir felicidad.

Amén.

MUCHAS Y RICAS BENDICIONES!!

PARA EL 2012

¡¡FELIZ AÑO NUEVO!