CARTA A PAPA


Querido Papá:

Quiero contarte algo que se refiere a nosotros dos. Quiero compartir contigo algunas experiencias que viví a tu lado sin que tu lo supieras, experiencias que de alguna manera apreciaría transmitirle a mi hijo, cuando sea yo quien lo tenga.

Cuando pensabas que no te veía, te escuché pedirle al Ser Supremo salud y trabajo para nosotros, y aprendí que existía Alguien con quien yo podría conversar en el futuro.
Cuando pensabas que no te veía, te vi preocuparte por tus amigos sanos y por tus amigos enfermos, y así aprendí que todos debemos ayudarnos y cuidarnos unos a otros.
Cuando pensabas que no te veía, te vi dar tu tiempo y dinero para ayudar a personas que nada tenían, y aprendí que aquellos que tienen, debemos compartirlo con quienes no tienen.
Cuando pensabas que no te veía, te sentí darme un beso por la noche y me sentí amado y seguro.
Cuando pensabas que no te veía, te vi atender la casa y a todos los que vivimos en ella, y aprendí a cuidar lo que es dado.
Cuando pensabas que no te veía, vi como cumplías con tus responsabilidades, aún cuando no te sentías bien, y aprendí que debo ser responsable cuando crezca.
Cuando pensabas que no te veía, vi tus lágrimas , y entonces aprendí que a veces las cosas duelen, y que está bien llorar.
Cuando pensabas que no te veía, vi que te importaba y quise ser todo lo que puedo llegar a ser.
Cuando pensabas que no te veía, aprendí casi todas las lecciones de la vida que necesito saber para ser una buena persona y también productiva cuando crezca.
Cuando pensabas que no te veía, te vi y quise decir: ¡gracias por todas las cosas que vi, cuando pensabas que no te veía! Nosotros, tus hijos.

GERMINAR SEMILLAS


Un joven soñó que entraba en un supermercado recién inaugurado y, para su sorpresa, descubrió que Jesucristo se encontraba atrás del mostrador.

- ¿Qué vendes aquí? - le preguntó.

- Todo lo que tu corazón desee - respondió Jesucristo.

Sin atreverse a creer lo que estaba oyendo, el joven emocionado se decidió a pedir lo mejor que un ser humano podría desear:

- Quiero tener amor, felicidad, sabiduría, paz de espíritu y ausencia de todo temor - dijo el joven-. Deseo que en el mundo se acaben las guerras, el terrorismo, el narcotráfico, las injusticias sociales, la corrupción y las violaciones a los derechos humanos.

Cuando el joven terminó de hablar, Jesucristo le dice:

- Amigo, creo que no me has entendido. Aquí no vendemos frutos; solamente vendemos semillas.

"Convierte en frutos las semillas que hay en tí".

EL PRIVILEGIO DE SER PADRES



”Porque tú formaste mis entrañas; Tú me hiciste en el vientre de mi madre. Te alabaré; porque formidables, maravillosas son tus obras; Estoy maravillado, Y mi alma lo sabe muy bien. No fue encubierto de ti mi cuerpo, bien que en oculto fui formado, Y entretejido en lo más profundo de la tierra.
Mi embrión vieron tus ojos, y en tu libro estaban escritas todas aquellas cosas
que fueron luego formadas, sin faltar una de ellas. Sl.139:13-16


Una de las mayores maravillas de Dios es darnos el privilegio de ser padres. Tomar parte de este milagro, un hijo a quien guiar a lo largo del camino, para que pueda cumplir los propósitos de Dios en su vida. Prov.22:6

Este bello privilegio nos da también responsabilidades que debemos considerar:

Ser un a madre/padre creyente

Conocer en forma personal a Cristo como nuestro Salvador. Ser un padre redimido por Su Gracia y que busque en Cristo el puerto en el cual se renueva nuestra fortaleza espiritual.

Ser una madre/padre consagrado Romanos 12:1

Rendir primeramente mi vida a Dios para que sea Él quién reine y dirija mi vida. De esta manera, podré ser también:

 Una madre/padre que eduque: En principios de conducta y morales. En el camino de la vida y sus peligros, en la disciplina con amor: “El que detiene el castigo, a su hijo aborrece; Mas el que lo ama, desde temprano lo corrige.” Prov. 13:24

 Una madre/padre que enseñe : El amor de Dios ( la salvación, Juan 3:16) y el amor a Dios y a Su Palabra ( Salmos 119).

 Una madre/padre que escuche : Aprender a tener el tiempo para escuchar a nuestros hijos. Ellos son nuestro especi al tesoro.

 Una madre/padre que entregue : Su vida a diario en las manos del Creador en oración y sus caminos para buscar los Suyos a través de la Palabra.

Ser una madre/padre bendecida

“He aquí, herencia de Jehová son los hijos; Cosa de estima el fruto del vientre. Como saetas en mano del valiente, Así son los hijos habidos en la juventud. Bienaventurado el hombre que llenó su aljaba de ellos; No será avergonzado cuando hablare con los enemigos en la puerta.” Sl. 127:3-5

 Una madre/padre con herencia sl.127:3

 Una madre/padre con cosecha Eclesiastés 3:1-2 Con el tiempo de cosechar lo plantado en la vida de mis hijos.

 Una madre bienaventurada “Se levantan sus hijos y la llaman bienaventurada;° Prov. 31:28 a


Quiero compartirles parte de una poesía que leí: “ Dios dame sabiduría Hoy, para darme cuenta que no hay momentos sin importancia en la vida de mis hijos, que no hay otra carrera más preciosa, ningún trabajo mejor remunerado, ni otra tarea más urgente que mis hijos. Porque el tiempo es corto, mi tiempo es HOY porque los hijos no pueden esperar” "He aquí, herencia de Jehová son los hijos"

EL RAPTO

QUE ES KOSHER


Qué es kosher? Kosher significa apto y representa tanto la unidad de leyes dietéticas que se encuentran en la Biblia y en el Talmud como la pretensión de una actitud sensible frente a esas leyes.

El rabino Nilton Bonder sostiene que el kosher simboliza un tipo de conducta cuyo valor más importante es influir en el destino de nuestras vidas. Existen 10 principios alimentarios establecidos en la Biblia, cuyo objetivo no es justificar la higiene sino aproximar santidad a la vida, con la visión de aportar algo de la era mesiánica a nuestros días:

1) Existe en el judaísmo una tendencia vegetariana. El profeta Isaías sostiene que los seres humanos se alimentarán de hierbas en los días mesiánicos. Pero conociendo su carácter cazador, la Biblia estableció limitaciones al consumo de carne.

2) La prohibición de ingestión de carne de un animal que haya muerto de vejez o enfermedad, o víctima de las bestias de rapiña.

3) Se prohíbe la ingestión de carne arrancada de un ser viviente.

4) Se prohíbe beber sangre. El judaísmo considera a la sangre el símbolo de la vida.

5) No se debe mezclar carne con leche. Esta regla se infiere del versículo: "No cocinarás el cabrito en la leche de su madre".

6) Las verduras, hortalizas y frutas pueden comerse tanto con carne como con leche.

7) El animal que se ingiere debe tener la pezuña hendida y el estómago rumiante. Este pequeño grupo de animales, a su vez, ingiere hierbas, y no se alimenta de otros animales.

8) Hay restricciones al consumo de algunas partes de los animales permitidos.

9) Los roedores, cerdos, caballos, primates, bestias y aves de rapiña y reptiles son prohibidos.

10) Los peces que pueden ser consumidos son solamente aquellos que poseen escamas y aletas.

EL AMOR A DIOS, EL AMOR AL PROJIMO


¿Cómo se expresa o demuestra?
¿Es un sentimiento?
¿Una emoción?

En la 1ª. Carta a los Corintios 13:4-8 , el apóstol Pablo exhorta sobre la calidad del amor que debe existir en un cristiano en relación a su prójimo. “El amor es sufrido, es benigno; el amor no tiene envidia, el amor no es jactancioso, no se envanece; no hace nada indebido, no busca lo suyo, no se irrita, no guarda rencor; no se goza de la injusticia, mas se goza de la verdad. Todo lo sufre, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta. El amor nunca deja de ser;…”
Algunos de los efectos del amor se estipulan aquí para que sepamos si tenemos esta gracia; y si no la tenemos, no descansemos hasta tenerla. Este amor es una prueba clara de la regeneración y es la piedra de toque de nuestra fe profesada en Cristo. Se quiere mostrar a los corintios con esta bella descripción de la naturaleza y los efectos del amor que, en muchos aspectos, su conducta era un claro contraste con aquel. (Comentario Matthew Henry)
Ahora, ¿tenemos que amar a Dios como debemos hacerlo con nuestro prójimo? Con respecto de nuestro amor a Dios, La Biblia nos expresa que le debemos amar por sobre todas las cosas. El Evangelio de Marcos 12:29-30, por ejemplo, dice: “Jesús le respondió: El primer mandamiento de todos es: Oye, Israel; el Señor nuestro Dios, el Señor uno es. Y amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente y con todas tus fuerzas. Este es el principal mandamiento…” El apóstol Juan en su Evangelio repite lo que Jesús mismo define como el amor a Dios: Juan 14:23 “Le contestó Jesús: -El que me ama, obedecerá mi palabra, y mi Padre lo amará, y haremos nuestra v ivienda en él.” NVI Estos versículos, entre otros, nos dejan de manifiesto que el Mandamiento de Dios: amar a Dios y al prójimo, no es un sentimiento basado en emociones, sino una decisión concreta y personal a amar como Dios manda. ¿Es posible hacerlo? Sí, con la ayuda del Espíritu Santo. El apóstol Pablo, en su carta a los Romanos alude a una promesa para los que aman a Dios, es decir, para los que deciden obedecer y vivir de acuerdo a Su Palabra. Romanos 8:28 (en varias versiones para una mayor comprensión) Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados. (Reina Valera 1960) Ahora bien, sabemos que Dios dispone todas las cosas para el bien de quienes lo aman, los que han sido llamados de acuerdo con su propósito. (Nueva Versión Internacional) Sabemos que Dios va preparando todo para el bien de los que l e aman, es decir, de los que él ha llamado de acuerdo con su plan. (Biblia Lenguaje Sencillo) Por lo demás, sabemos que en todas las cosas interviene Dios para bien de los que le aman; de aquellos que han sido llamados según su designio. (Biblia Jerusalén) ¿No entiendo como Dios puede permitir que me acontezca esto? Es la pregunta que muchos nos hemos hecho en algún momento, por no decir varios momentos, de nuestra vida. Un día pedí consejo al pastor de la iglesia porque no entendía que pasaba conmigo. Espiritualmente estaba viviendo una etapa muy especial y maravillosa con Dios. En cambio en lo material (trabajo) la situación iba de mal en peor y muchas veces reclamé a Dios en mis oraciones y similar a Job dije: ¿Señor acaso no te das cuenta que te amo y te sirvo? Sabiamente el pastor me hizo entender que no existe ninguna relación proporcional en la Biblia que diga: a más bendición espiritual, más bendición material. Y añadió: ¿te has preguntado qué es lo que Dios desea o pretende con tu vida? El resultado de esa prueba, fue que Dios desbarató toda mi vida para que me diera cuenta que a Él no le sirvo, si lo seguía haciendo según mi propio criterio. Toda persona que ha prometido sinceramente servir a Dios, ha sido llevada por el Señor a situaciones, a veces extremas, que han transformado su manera de pensar, de vivir el Evangelio y sobretodo su carácter. La promesa en Romanos 8:28, es que todo lo que Dios permita nos acontezca es para nuestro bien y para que definitivamente aprendamos a confiar en Él.
La segunda parte de Juan 14:23 termina diciendo: “…y mi Padre lo amará, y haremos nuestra vivienda en él.” Dios habita en corazones acondicionados, “amoblados”, por El. Para ello, El ejecuta una labor de limpieza, renovación y restauración completa a Su necesidad, pues desea sentirse cómodo y libre para actuar y vivir. Todo aquel que decide ama r a Dios, decide juntamente obedecerle. Pero, debes saber que Dios te transformará de acuerdo a Su propósito. El Señor nos ha llamado a ser sal y luz al mundo Mateo 5:14. Para que la sal y la luz surtan el efecto que Dios espera deben cumplirse también en nosotros, las condiciones mencionadas en los bienaventurados (Mateo 5:3-11).
Eso requiere cambios radicales en todos los ámbitos de nuestra vida. Sobretodo lo que respecta a nuestra dependencia de Nuestro Señor; “…porque separados de mi, nada podéis hacer” (Juan 15:5)
Por lo mismo, mi consejo es que admitas la necesidad de cambios en tu vida, pues no es otra cosa que el reflejo del amor del Padre por ti (Juan 14:23). Esto, su Amor, provocará en ti a amarle (obedecerle) con todo tu corazón, con toda tu alma, con toda tu mente y con todas tus fuerzas. Además, aprenderás a amar a tu prójimo como se describe en 1ª. Carta a los Corintios 13:4-8.