UN TRABAJO DE LIMPIEZA

La mujer Samaritana había tenido 6 maridos y el que tenía no le pertenecía.  Lo más seguro, esta mujer no era muy querida entre los círculos de las demás mujeres.  Tan así, que iba al pozo a buscar agua a la hora que no acostumbraban a ir las demás mujeres.  Esta mujer tiene un encuentro con Jesús y fue libre de todo pecado.
Podemos ver que ella tenía conocimiento que vendría el Redentor y todo sería diferente.  Jesús hizo un trabajo de limpieza en esta mujer.  Removió toda vergüenza que no le permitía estar delante de los demás.  El carisma que la había llevado a cometer tantos errores y a ser una de las mujeres, seguramente, más odiada del pueblo, fue el mismo carisma con que, al tener el encuentro con nuestro Señor Jesús, pudo evangelizar toda una ciudad completa.
Si en tu vida hay algo que te avergüenza, que te detiene y atormenta, Jesús puede y quiere remover toda mancha de tu pasado, de tu mente y la vergüenza en tu corazón, y él hará de ti una nueva persona.  Él ha puesto una luz en ti, y no te quiere escondido, te quiere exhibir.  Que todo aquel que te rodea, y dondequiera que vayas, puedan decir: Esa mujer, ese hombre es diferente, y lo que tiene yo lo quiero.  La luz que brilla en ti es la paz de Dios en tu vida, que la biblia dice que sobrepasa todo entendimiento.
Cuando alguien puede ver que, a pesar de tus problemas, puedes sonreír y levantas manos, esa es la paz de Dios en ti.  Y esto provoca que otros vean en ti y quieran recibir la misma experiencia; que, cuando te pregunten, puedas decir: Es Dios que me ha dado la paz, la fortaleza y mantiene en pie.  Cuando llegan los recuerdos del pasado, es Dios que me impulsa a salir de la cueva de la vergüenza a seguir brillando su luz y seguir hacia adelante.