PROSPERIDAD EN DIOS


"Dios te creó para que vivas una vida abundante, que seas tan bendicido que te sobre y puedas bendecir a otros."

3º Juan 2 “Amado, yo deseo que tú seas prosperado en todas las cosas, y que tengas salud, así como prospera tu alma.”
Dios quiere QUE SEAS PROSPERADO EN TODAS LAS COSAS. Esto incluye tu economía.
Cuando los seres humanos nacemos, lo hacemos con la capacidad de desear cosas, todos deseamos tener algo mejor de lo que ya tenemos. Ese deseo nació junto con nosotros.

Así dice en Filipenses 2.13 “porque Dios es el que en vosotros produce así el querer como el hacer”. Querer y desear es lo mismo.
Dios tiene en su buena voluntad que tu quieras tener el deseo de tener más de lo que ya tienes. El deseo está puesto en tu corazón por el Espíritu Santo de Dios, el apóstol Juan escribe en su tercera carta y dice “Amado, YO DESEO...”. El deseo te lo puso Dios, el deseo de avanzar, de prosperar, de ser feliz te lo puso Dios, por su buena voluntad y con un buen propósito.

El problema es que muchas veces nos sentimos mal cuando Dios nos bendice, hay gente que cuando es prosperada económicamente se siente culpable. Pero quiero decirte de parte de Dios que Él quiere que seas prosperado en todas las cosas y que te sientas alegre y feliz de poder desear y tener todo lo que soñás, y que sea abundantemente.

En la Biblia la palabra prosperidad significa “buen viaje”. La prosperidad es un viaje que comienza, pero que nunca termina. Prosperidad que nunca se termine es lo que Dios quiere darte: hoy tu prosperidad es grande, mañana va a ser mayor, pasado mañana va a ser aun mayor, y así todos los días.

Ilusiones y fantasías sobre la prosperidad

Hay algunas ilusiones que tenemos con respecto a la prosperidad y que quiero ayudarte a identificarlas, y al decir ilusiones y fantasias me refiero a situaciones que pensamos que van a suceder pero que en realidad es muy posible que jamás sucedan.
Ilusión #1: “El mundo me va a ayudar a prosperar”.
Esto no es así de ninguna manera, (salvo que Dios decida hacer un milagro y transferir riquezas del sistema mundo a los bolsillos de sus hijos) el enemigo no quiere que seas prosperado. El sistema en el cual vivimos los seres humanos es perverso, no quiere tu prosperidad y tu abundancia. El sistema político, social y económico está preparado para sacarte y no para darte.
Hace 20 años la carga impositiva de nuestro país, lo que se lleva el Estado por impuestos cada mes, era del 15 %, en la actualidad esta carga impositiva se triplicó y en algunos casos un poco mas, actualmente es del 35 al 38 %. Esto significa que cada vez mas el sistema se queda con dinero que te pertenece. Las escuelas están preparadas para lo mismo: te preparan para ser un buen empleado, un buen trabajador, pero nunca te van a preparar para ser una persona con mucho dinero y un gran empresario.

Ilusión #2: “En la vida me van a aceptar como yo soy”: Esto también es mentira: si vas a buscar trabajo y te presentas diciendo “Mira este soy yo, tengo mal carácter, hago las cosas cuando quiero”, así no te van a aceptar.
Para poder alcanzar prosperidad vas a tener que hacer como dijo el apóstol Pablo “con el griego, me hago griego, con los judíos soy judío, con el gentil, me hago gentil”. Es decir, que tienes que adaptarte a lo que te están pidiendo que hagas, tienes que sintonizarte con la gente y entrar sin ceder tus principios de cristiano.

Ilusión #3:“Todos son buenas personas”: A veces tenemos la fantasía de que vamos a salir a buscar trabajo, tener un buen jefe, un buen sueldo, y resulta que te encuentras con un jefe que te vuelve loco, y unos compañeros que te van a traicionar cuando puedan. A veces también sucede con jefes “cristianos”. La transparencia e integridad no es lo normal para la mayoría.

Ilusión #4: “La verdad no ofende”: Si vas a decirle a tu jefe “La verdad nunca ofende y yo quería decirle que usted es un inútil” ¡te echan! La verdad es dura muchas veces, y no es aceptada por todos de la misma manera.
Para decir la verdad sin ofender, hay que “rodearla de un 95% de elogios”.

Principios para provocar tu prosperidad

Principio #1: "Tengo que verlo antes de tenerlo": Todas las cosas se crean dos veces: primero se crea en nuestra mente y después en lo natural. Tienes que verlo con tus ojos espirituales, ponerle fe y al poco tiempo lo verás con tus ojos naturales". Todo lo que logramos en el Ministerio y en lo personal, primero lo hemos visto con los ojos espirituales y al tiempo lo vimos con los ojos naturales. Un escritor sostiene que: “una persona visionaria también es aquella que tiene la imagen de algo que aun no existe, pero que puede ser observado por adelantado, algo cuya existencia requiere un acto de fe”.
Un pensamiento mas la fe puesta en ese pensamiento, se transforma en algo material, que vas a poder tocar y ver con los ojos abiertos.
Cuando ves antes de tener, también tienes que hablar antes de tenerlo. Tenés que hablar fe, palabras positivas de fe. La palabra tiene la capacidad de formar tu presente y tu futuro si hablas principios y promesas de Dios estás provocando un futuro de bendición.
Había doce espías que tenían que entrar a la Tierra Prometida y cuando volvieron de espiar la tierra dijeron que no iban a poder entrar, que no se podía, que era imposible, pero dos de ellos, Josué y Caleb dijeron que sí se podía. Dijeron esta frase que está escrita en el libro de Josué “Subiremos, tomaremos y sí podremos”. Los que dijeron no podremos, no pudieron y los que dijeron que entrarían, entraron. Lo que salga de tu boca, eso pasará. Tu boca tiene la capacidad de crear, y si le sumas la fe y principios de Dios, lo que parecía imposible se hará realidad.

Principio #2: "La prosperidad tiene que ir acompañada de prosperidad en tu carácter".
El apóstol Juan dice que quiere que seas prosperado en todo como prospera tu alma, y dos versículos más abajo dice “Pues mucho me regocijé cuando vinieron los hermanos y dieron testimonio de tu verdad, de cómo andas en la verdad. No tengo yo mayor gozo que este, el oír que mis hijos andan en la verdad”.
De nada sirve que prosperes económicamente si no andas en la verdad, puedes acumular muchas riquezas, pero si no caminas en la verdad esas riquezas te van a jugar en contra. La verdad es esta: Jesús es el camino, la verdad y la vida. La verdad está escrita en la Biblia, son los principios de Dios.
Hay gente que prospera, y se llena de orgullo. Si creces económicamente, pero tu carácter no avanza, vas a tener serios problemas. Hay gente que llega mal a la iglesia, sin un peso, Dios lo prospera y se agranda, se llena de orgullo. Dios lo prospera, pero su carácter es el de antes.

Hay gente que prospera, y que derrocha el dinero. Si creces económicamente, pero no creces en la administración, estas en serios problemas. Son esas personas que son prosperadas, prosperadas, pero que necesitan gastar más y más y más: un ejemplo de esto es la gente que gana mil pesos por mes y con eso se va acomodando durante el mes y llega bien, un día le aumentan el sueldo a 10 mil y no le alcanza para llegar a fin de mes. Y uno dice ¿cómo puede ser que antes con mil pesos te arreglabas y ahora con 10 mil no llegas? Creció en su economía pero no en su administración.

Hay gente que prospera, y utiliza su dinero para manipular a los demás.
En la Biblia hay un ejemplo de esto: estaba el rey David con sus hijos, y en este caso con su hijo Absalón que empezó a ser prosperado. Absalon compró caballos y carros de guerra, empezó a tener prosperidad, y junto con eso se empezó a sentir superior al resto. Llegó un día que tomó una mala decisión: se paraba en el camino real que conducía al palacio, y les preguntaba a las personas que iban hacia allí cual era su problema, la gente le decía que iban a ver al rey porque tenían deudas, problemas económicos. Entonces Absalón les daba de su dinero. Uno puede decir ¡que buen tipo este Absalon! Pero no, espera que te cuento como termina esta historia: un día Absalón decide ir a visitar unos amigos a Hebrón, su padre David le da permiso y Absalón se va. Pero no se va solo, se va con toda las personas que había comprado en el camino real, una vez allí les propone que David ya no sea el rey, que a partir de ese momento el rey de Israel sea él, Absalón. Toda la gente que él había comprado lo respaldó, y le dio un golpe de estado a su propio padre. Sacó a David del reinado. No confundas generosidad con manipulación. Hay gente que va querer manipularte con pequeñas dadivas. Una cosa es ser generoso y dar sin esperar nada a cambio y otra muy distinta es dar para después manipular a las personas.

Prosperidad acompañada de crecimiento espiritual trae bendición. Hay gente que prospera, y que guarda y guarda, pero vive en la miseria. Escuché una historia de una mujer de Brooklyn que vivía en la miseria total y un día se muere, llevan el cuerpo a la morgue y regalan todas sus pertenencias al Ejército de Salvación, entre esas cosas regalan el colchón que estaba tan feo que deciden tirarlo, lo abren y encuentran 5 millones de dólares. Hay gente que junta, junta y junta y vive en la miseria, porque prosperan pero su carácter y su mentalidad siguen siendo las mismas.

Principio #3: "Para recuperar lo que es mío, debo moverme"
El enemigo va a tratar de quedarse con lo que te pertenece. En Lucas 15 dice que había un hombre que tenia 100 ovejas, las sacó a comer y cuando vuelve a traerlas para que duerman se da cuenta que le falta una, tenía 99 ovejas. En este caso 1 es el 1% de 100. En el mismo capitulo 15 del libro de Lucas hay otra parábola que cuenta sobre una mujer que tenia 10 monedas, y se le pierde una moneda. Acá 1 es el 10% de 10. Hay una parábola mas en este capitulo que cuenta la historia de un hombre con mucho dinero y con dos hijos. De los dos hijos pierde uno. Acá 1 es el 50% de 2. Lo que quiero enseñarte con esto es que en la vida va a haber momentos en que el enemigo nos va a ir arrebatando de a poco lo que tenemos, por no ser buenos administradores y no tener un carácter y mentalidad de prosperidad. Pero lo bueno de esto es que las tres historias se dan vuelta: el que perdió la oveja se moviliza, sale a buscar la oveja y la recupera. La mujer que había perdido la moneda, empieza a ordenar la casa y recupera la moneda. La última historia dice que el hombre rico sale a buscar a su hijo y lo recupera.
Siempre que te afirmes en la verdad de Dios, te vas a plantar sobre el enemigo y vas a recuperar todo lo que te robó. El enemigo viene por 1, por 10, por 50, y después va a querer venir por todo. Pero debes levantar bandera, ponerte en movimiento y declarar hoy que todo lo que el enemigo te robó lo vas a recuperar, la prosperidad que te robó, la empresa que te robó, la productividad que te robó, declara que lo recuperás en el nombre de Jesús.

Principio #4: "Para ser prosperado hay que DAR"
Jesús entró en una sinagoga donde se reunían todos los religiosos de su tiempo, era un día sábado, de reposo. Entra Jesús allí y le ponen delante de él un hombre enfermo, la enfermedad de ese hombre era muy rara, tenía la mano seca. Los judíos que estaban en la sinagoga lo probaron a Jesús y le dijeron: ¿Es lícito sanar a alguien en el día de reposo? Jesús respondió: - Si ustedes tiene un animalito y se les cae en un pozo el día sábado, ¿lo sacarían? Si, lo sacaríamos. Entonces ¿cuanto más Yo que soy el Hijo de Dios no voy a sanar a alguien aunque sea el día de reposo? Entonces Jesús tomó la mano del enfermo, y fue sanado y restaurado.
Siendo que la biblia dice que es mejor dar que recibir, a los cristianos les cuesta mucho esto. Si no siembras no cosechas, si no das no recibes. Esta historia del hombre con la mano seca simboliza a las personas que no pueden dar, que no pueden, y a veces no quieren, sembrar ni quieren bendecir a otros.

Quisiera que después de leer esto no te vayas con una mano seca, porque la mano seca no puede dar. Dios con su Espíritu Santo va a sanar tu mano seca, y esa mano se va a convertir en una mano que se extiende para dar, para darle al reino, para darles a los demás. Para bendecir a otros y que prosperes.
Dios va a prosperarte de una manera asombrosa, pero él te dice: "NUNCA TE OLVIDES QUE LA PROSPERIDAD QUE YO TE VOY A DAR LA DEBES QUE COMPARTIR CON LOS DEMAS". De esta manera se extiende el reino de Dios. La medida en que des, es la medida que recibirás.
No te conformes con vivir una vida a medias, porque Dios te creó para que vivas una vida abundante, que seas tan bendecido que te sobre y puedas bendecir a otros