TRES MUJERES


Una hermosa historia cuenta de una cristiana que soñó con tres mujeres que estaban en oración. Mientras permanecían de rodillas, el Maestro se les acercó.

Se acercó a la primera, se inclinó hacia ella con gracia y ternura, con una sonrisa llena de radiante amor y le habló con voz pura, dulce y musical.

Apartándose de ella, se acercó a la segunda, pero solamente le puso la mano sobre la cabeza inclinada, y le dio una mirada de aprobación.

Pasó junto a la tercera en forma casi abrupta; no se detuvo a hablarle, ni a mirarla.

La mujer, en su sueño, pensó: ¡Qué grande debe ser su amor por la primera! A la segunda le dio su aprobación sin las demostraciones de amor que le hizo a la primera; la tercera debe de haberle ofendido profundamente, porque Él no le dirigió una sola palabra y ni siquiera una mirada al pasar. ¿Qué habrá hecho, y por qué hizo tanta diferencia entre ellas? Mientras trataba de explicarse la acción del Señor, Él mismo se le acercó y le dijo:

“— Mujer, ¡qué mal me has interpretado! La primera mujer necesita todo el peso de mi ternura y cuidado para poder afirmar el pie en el camino angosto. Ella necesita mi amor, mi interés y ayuda todo el día. Sin él, fallaría y caería.

La segunda tiene una fe más fuerte y un amor más profundo, y puedo estar tranquilo porque confía en mi, no importa lo que haga la gente.
La tercera, que según tú no noté y aún descuidé, tiene una fe y un amor de la más fina calidad.

A ella la preparo por medio de un proceso rápido y drástico para un servició sublime y santo.

Ella me conoce tan íntimamente, y confía en mí hasta tal punto, que no depende de palabras ni de miradas ni de ninguna demostración externa de mi aprobación.

No desmaya ni se desalienta ante ninguna de las circunstancias por las que la hago pasar. Confía en mí aun cuando el sentido, la razón y los instintos más finos del corazón natural se rebelarían.
Sabe que estoy trabajando en ella para la eternidad, y aunque lo que hago no se lo explica ahora, lo entenderá después.

Callo en mi amor, porque amo más que lo que las palabras pueden expresar, o el corazón humano puede entender. Callo por amor a ti, para que aprendas a amarme y a confiar en mí en respuesta espontánea y espiritual a mi amor, sin que ningún estímulo externo pida tal respuesta.
Dios hizo la Mujer como un regalo viviente. Mirémosla y tratémosla como tal.

Y de la costilla que Jehová Dios tomó del hombre, hizo una mujer, y la trajo al hombre. Genesis 2:22.

Mas estableceré mi pacto contigo, y entrarás en el arca tú, tus hijos, tu mujer,
y las mujeres de tus hijos contigo
. Genésis 6:18.

COSAS A TENER EN CUENTA


1.- Camine de 10 a 30 min todos los días. Mientras camina, sonría, ese es el mejor antidepresivo.
2.- Siéntese en silencio por lo menos 10 min cada día. Enciérrese si es necesario.
3.- Cómprese una videograbadora y grabe sus programas nocturnos, así dormirá más.
4.- Al levantarse en la mañana diga lo siguiente...
Mi propósito hoy es ______________
5.- Viva con las 3 E's...Energía, Entusiasmo y Empatía
6.- Juegue más juegos y lea más libros que el año pasado
7.- Dése tiempo para meditar y orar. Ambas nos proporcionan el diario combustible para nuestras ocupadas vidas
8.- Pase tiempo con personas de más de 70 y de menos de 6. Aprecie su genuina naturaleza, fuerza e inocencia, ¡de verdad!
9.- Sueñe más mientras está despierto
10.- Coma más alimentos que crezcan en los árboles y en las plantas y menos alimentos que sean manufacturados en plantas industriales
11.- Tome té verde y mucha agua.. Coma arándanos, salmón, brócoli, almendras y nueces
12.- Trate de hacer reir a por lo menos 3 personas cada día
13.- Elimine el desorden de su casa, su auto y su escritorio y deje que nueva energía fluya en su vida
14.- No gaste su precioso tiempo en chismes, cosas del pasado, pensamientos negativos o cosas fuera de su control. Mejor invierta su energía en lo positivo del presente.
15.- Dése cuenta que la vida es una escuela y usted está aquí para aprender. Los problemas son simplemente parte del currículum, que aparecen y desaparecen como si fuera una clase de álgebra, las lecciones que usted aprenda durarán toda la vida
16.- Desayune como rey, coma como príncipe y cene como mendigo
17.- Sonría y ríase más. Así mantendrá a los vampiros chupadores de energía alejados
18.- La vida no es justa, pero aún así es buena
19.- La vida es muy corta como para desperdiciar el tiempo odiando a alguien
20.- No se tome usted mismo tan en serio. Nadie más lo hace
21.- No tiene que ganar cada discusión.
22.- Póngase en paz con su pasado, así no arruinará su presente
23.- No compare su vida con la de otros. Usted no tiene idea del camino que ellos han andado en la vida
24.- Nadie está a cargo de su felicidad, excepto usted mismo..
25.- Acote cada 'desastre' en su vida con la siguiente frase: '¿Dentro de 5 años esto tendrá importancia?'
26.- Perdone a todos de todo
27.- Lo que la demás gente piense de usted no es de su incumbencia
28.- La naturaleza cura todo
29.- No importa que tan buena o mala sea la situación, ésta cambiará
30.- Su trabajo no se ocupará de usted cuando esté enfermo. Sus amigos sí lo harán. Manténgase en contacto con ellos.
31.- Deshágase de cualquier cosa que no sea útil, bonita o divertida
32.- La envidia es una pérdida de tiempo. Usted ya tiene todo lo que necesita
33.- Lo mejor está todavía por venir
34.- No importa cómo se sienta, levántese, vístase y asista.
35.- Llame a sus familiares con frecuencia o mándeles correos diciéndoles: ¡Hey, estoy pensando en tí!
36.- Cada noche antes de acostarse diga lo siguiente:
Doy gracias por _______________________
Hoy logré o conseguí _____________________
37.- Recuerde que está usted demasiado bendecido como para estar estresado
38.- Disfrute el viaje. Recuerde que esto no es Disney World y que usted no quiere un paseo rápido. Sólo tiene una oportunidad de viaje en la vida así que disfrútela y sáquele el mayor provecho

Que sus penas sean menos, que sus bendiciones sean más y que sólo la felicidad cruce su puerta

IGNORADA Y RECHAZADA


¿Cuántas alguna vez tuvieron la sensación de que alguien las estaba rechazando, que no les daba importancia, las ignoraba…?

¿Cómo se llamaba la esposa de Noé?

¿Cómo se llamaba la esposa de LOT?

¿Cómo se llamaba la mujer pecadora que se acercó a Jesús?

¿Cómo se llamaba la esposa de Sancho Panza? Cervantes le puso a la mujer de Sancho Panza en toda la historia tres nombres diferentes; a veces la llamaba Teresa, a veces María, a veces Juana.

¿Cómo se llamaba tu tatara-abuela?

¿Cómo se llama la cajera que te cobra en el supermercado chino?

¿Cómo se llamaba la hija de faraón, quien recogió a Moisés del agua?

¿Cómo se llamaba la esposa de Potifar, la que acosó a José? …No sabemos.

¿Vieron cuántas mujeres son ignoradas? Leemos la historia, pero ni siquiera conocemos su nombre; pero a pesar de que el nombre de estas mujeres ha sido ignorado, tienen historias para contar; y nosotras hoy contamos sus historias. Quiere decir que a pesar de que han sido ignoradas por su nombre, ellas fueron protagonistas de sus vidas.

Y de eso se trata la vida: de ser protagonista; no de hacer un papel secundario. Y eso no tiene nada que ver con que te hayan rechazado o con que te hayan ignorado, sino con que TU te atrevas a ser la protagonista de tu vida.

El rechazo es un mito; en realidad el rechazo no existe. Por ejemplo: si yo llamo a alguien y no me responde, y digo “no me miró; me está ignorando.” Si le pregunto a alguien: “¿me invitas a cenar esta noche?” Y me responde que no, ¿qué es lo que yo perdí? Si yo antes de preguntarle no tenía a nadie con quién cenar, y me dice que no, estoy igual que antes; o sea que no perdí nada por ese no. Si un hombre te invita a salir, y después no te vuelve a llamar ¿perdiste algo? Antes estabas sola, y ahora sin él ¿no estás igual que antes? O sea que no pediste nada. El rechazo no existe.

Si vas a una entrevista laboral y no te dan el trabajo, ¿perdiste algo? Antes no tenías trabajo, ahora estás en la misma situación que antes. El rechazo no existe.
¿Cuál es el problema del rechazo? ¿Cuál es el problema cuando te dicen que no? ¿Cuál es el problema cuando te ignoran? El problema es el diálogo interno que empieza a producirse en tu cabeza, ese es el gran problema. El problema no es el rechazo o que alguien te ignoró; no es la situación en sí, sino lo que te hablas internamente. Todas las preguntas que nos hacemos después que una persona –una pareja, una amiga, un jefe–nos dijo que no a algo, son dolorosas según cómo recibo yo esas palabras. Porque hay un secreto: cuando te atacan un área, esa área es la más fuerte de tu vida. Cuando tu puedes empezar a pensar positivamente sobre ese aspecto, cuando tu puedes empezar a pensar con pensamientos amorosos hacia tu vida, entonces te vas a dar cuenta que puedes transformar transformar todo rechazo que en una gran bendición.

1) “El rechazo no me va a detener”
Cuando te rechacen no te des por vencida; cuando alguien te rechace no te quedes en el rechazo; dí: “que pase el próximo”. Si alguien te rechaza, no te quedes estancada en el rechazo, en el resentimiento, en la anécdota; insiste con el siguiente, “que pase el que sigue”.

Había un hombre llamado Harland Sanders que tenía una receta especial para cocinar pollo frito; era un receta única. Fue a ofrecerle su negocio a trescientas personas, que probaron el pollo frito… las trescientas personas le dijeron “esto no va a funcionar, no me interesa.” Hasta que un día alguien creyó en su idea. Hoy esta persona tiene en Estados Unidos y en ochenta países ¡once mil restaurantes donde se sirve su pollo frito! Por eso cuando te rechacen vas a hacer un gesto de “¿qué me importa?” Si te dicen: “no te voy a dar el trabajo, no te quiero, no servís para nada, lo tuyo no sirve, nunca vas a llegar a nada” ¿qué tienes que hacer? “Que pase el próximo”. Alguien en algún lugar y en algún momento va a decirte que sí; a alguien –en algún lugar y en algún momento– Dios lo tiene preparado para darte la sorpresa: te va a decir que sí.

La mujer del relato de la Biblia, que estaba enferma de flujo de sangre, dice que recorrió todos los médicos, y todos le decían que no tenía cura. Hasta que un día ella fue a Jesús, tocó el borde del manto de Jesús, y el Señor le dijo: “sí, estás sana, ha llegado sanidad a tu vida.” ¿Y por qué siempre vamos a obtener el sí? Porque ya hay un sí previo al sí humano; hay un sí previo que es el sí divino, que Dios ya puso en tu vida. Es el sello de que todo lo que hagas te va a salir bien; Dios ya lo puso sobre tu vida. Y antes del sí humano hubo un sello que puso Dios sobre tu vida. Jesús le dijo a sus discípulos: “vayan a predicar, y si alguno no los acepta ustedes sacúdanse el polvo de los pies”.

Eso es lo que tenes que hacer cuando te rechacen: sacudir el polvo de tus pies y decir: “que pase el próximo”. No somos de las que retrocedemos, somos de las que vamos por más y seguimos avanzando.

¿Cómo se conoce la puerta correcta? Cuando sigues diciendo: “el próximo”. Porque aunque uno no sabe cuál es la puerta correcta, uno va golpeando; la puerta correcta viene después que hiciste pasar al próximo, al próximo, al próximo. Y en un momento la puerta se te va a abrir. .

2) “Cuando me rechacen no le voy a leer la mente a nadie”

Es muy común que las mujeres rechazadas vivan leyéndole la mente a los demás. Por ejemplo: “yo no le digo nada a él, porque si se lo pido no va a querer dármelo”; “no… mejor no le digo esto a ver si se enoja”; “él no va a poder acompañarme, yo creo que va a decirme que no, yo creo que se va a enojar”, y así vivimos leyéndole la mente a los demás. Las mujeres muchas veces hacemos eso, generalmente ya tenemos la respuesta del otro en nuestra cabeza, y actuamos tratando de leerle la mente a los demás. Esas frases nacen del registro mental de un rechazo anterior. Cuando vos respondés antes de que te respondan, es porque hay un registro mental de rechazo; piensas que el otro instantáneamente te va a decir que no, te va a rechazar.

“Paloma mía, ¿por qué te escondes?..” “…estás escondida en los agujeros de la peña de la montañas” ¿Por qué se escondía esta mujer? Porque le daba vergüenza su color de piel. Cantares en el capítulo uno dice: “no se fijen en mi tez morena ni que el sol me bronceó la piel.” Le daba vergüenza su color de piel oscura… “si mi amado ve el color de piel me va a rechazar” ¿y por qué viene esto? Porque en esa época la piel pálida y blanca era el parámetro de la belleza; la mujer que tenía la piel pálida y blanca indicaba que esa mujer tenía una vida de ocio, y que tenía origen de la alta alcurnia, era de un nivel elevado. En cambio la mujer de piel morena era la mujer que tenía que trabajar en el campo, era la mujer que tenía que pasarla difícil para lograr lo que quería, para poder subsistir. Y a esa mujer le quedaba la piel bronceaba; por eso no era bien vista una mujer que tenía la piel bronceada.

El rechazo que recibiste en algún momento de tu vida hace que te escondas, hace que no te arriesgues, hace que digas todo el tiempo: “no es para mí, no me lo van a dar, no me corresponde”. La mujer rechazada empieza a juzgarse a sí misma, porque le dijeron antes que no era digna y se lo creyó. ¿Cuál fue la expresión del amado cuando conoció a esta mujer? Le dijo: “bella entre las bellas, cuán bella eres amada mía; cautivaste mi corazón”. ¡Ella se escondía y el otro estaba enamoradísimo!

Tu piensas: “no me van a dar ese trabajo” y el otro está pensando: “cómo me gustaría que viniera a trabajar conmigo”. Tu piensas: “ese hombre no me va a dar ni la hora” y él está diciendo: “cómo me gustaría que me mire”. No hagas hablar a la gente por tu propia boca; deja que la gente se exprese como quiere. Si te tiene que decir que no, te lo va a decir; si te tiene que decir que sí, gloria a Dios, y sino …¡que pase el próximo!

No tiene que leerle la mente a nadie. Eso te va a liberar, te va a ayudar a arriesgarte en la vida. No tienes que adelantarte a la respuesta ajena; busca la respuesta de la boca de la persona, no la respuesta de tu mentalidad de rechazo, ni de las palabras incorporadas en tu mente. Ve a la fuente, a la persona misma. No le inventes palabras, no inventes discursos en el otro. Eso también lo hacemos con nuestros hijos: “yo te diría que ni vayas a pedírselo tantas veces”. Pero alguien te habló desde su propio rechazo. Tu tienes que ir a la fuente. La lectura mental es producto del rechazo. Tienes que ir al de arriba de todo, que te va a decir que sí.

Cuando alguien te diga…

“a mi me parece que te va a decir que no”
“…a mí no me parece nada; yo voy a ir y le voy a preguntar”
“a mí me parece que ese trabajo no es para ti”
“…a ti no te parece nada y a mí tampoco; yo voy a ir y me voy a presentar”
“a mí me parece que esa ropa no es para ti”
“…tu no te preocupes; yo me la voy a ir a poner y voy a ver qué es lo que habla mi aceptación de mí misma”.


Nunca te rechaces, porque no hay peor rechazo que el rechazo de una misma. Porque la rechazada se rechaza a sí misma y rechaza a los demás, y quiere que los demás también se sientan rechazados.
Hay padres que le dicen a los hijos: “ni se te ocurra pensar en ir a esa universidad porque ese no es tu ambiente…” ¿Quién dijo que no es tu ambiente? “Porque es muy cara la escuela, tu no eres de ese lugar; ¿quieres ir a estudiar? ¿ahí vas a ir a estudiar?”, porque le metemos rechazo a nuestros hijos.
Si nuestros hijos dicen que pueden, tu tienes que fortalecer eso que ellos están creyendo de ellos mismos: “dale, yo sé que puedes, lo vas a lograr, te apoyo y te bendigo en el nombre del Señor”. No le transmitas rechazo a tus hijos.

3) “Tengo que levantar un monumento y no un muro con las piedras del rechazo”

Alguien te soltó una palabra de rechazo y esa palabra estalló en tu vida, en tu cara, y han quedado piedras desparramadas en toda tu vida, ¿qué tienes que hacer? Tienes que buscar esas piedras. Lo más importante es lo que vas a hacer con esas piedras, con ese dolor del rechazo, con esa sensación de miedo, con esa negatividad para arriesgarte; qué vas a hacer con esas piedras que han quedado sueltas después del rechazo… Tu puedes construir un muro o construir un monumento. ¿Qué es un muro? Una fortaleza. Tu vas construyendo alrededor un muro alto, alto, alto, para que nadie vuelva a lastimarte o a herirte, parece que te protege de lo que te daña. Son esas mujeres que –como se han sentido rechazadas– tienen un carácter feo, porque no quieren que nadie las vuelva a rechazar, y viven rechazando y menospreciando a los demás.

Mujeres que tienen conductas emocionales desordenadas: lloran, mañana están contentas, pasado mañana gritan; mañana se tiran los pelos; porque no saben qué hacer con su conducta emocional. Son esas mujeres que tienen conductas sexuales desordenadas. ¿Cómo puede ser que –por ejemplo– recién separada puedas construir una relación sana, si todavía no sanaste las heridas anteriores? ¿Por qué te estás apurando? Porque tienes miedo de volver a ser rechazada; no le das tiempo a la sanidad. Cada vez que te apuras en algo y no tienes tiempo para sanarte, estás cometiendo el peor error de tu vida, porque vas a volver a ser rechazada, porque no hubo sanidad del rechazo anterior. Hay que darse el tiempo necesario para sanar.

La primer persona con la que tienes que tener paciencia es contigo, y tienes que tenerte paciencia hasta que estés sana, hasta que te sientas bien, te sientas encaminada; y ahí sí puedes tomar buenas decisiones. Sino, te estás quedando siempre en el mismo lugar y protegiéndote de aquello que te lastimó. Cuando te encerraste en un muro recordando todo el tiempo las palabras del rechazo, terminas siendo esclava de esas palabras de rechazo y terminas dentro de ese muro, protegiendo lo que te lastimó, protegiendo esa palabra fea, protegiendo esa frase que te dijo tu papá, protegiendo esa frase que te dijo tu mamá, tu jefe, tu ex-marido, o lo que te dice todos los días tu marido. Lo proteges porque construiste un muro: “no me lo van a hacer más; a mí nunca más me van a faltar el respeto; se van a dar cuenta quién soy yo” y proteges lo que te dañó.

Lo primero que tienes que hacer es derribar el muro que construiste con esas piedras de rechazo; derribarlo, tirarlo, romperlo. ¿Y qué hago con las piedras que están ahí y no desaparecen? Lo que puedes hacer es construir un monumento de adoración a Dios. Es tan importante que puedas tomar todo ese dolor del rechazo y llevárselo a los pies del Señor. Como hizo María, quien quebró el frasco de perfume sobre los pies de Jesús. Para poder tener un perfume tan caro, muchos creen que María se había dedicado por mucho tiempo a la prostitución, y que alguno de sus clientes le había regalado ese perfume. Cuando esta mujer viene a los pies de Jesús y quiebra el frasco de perfume, lo que estaba quebrando era todo su pasado, quebrando toda su reputación, todos sus recuerdos tristes, todos sus rechazos. Y los quebró a los pies del Señor. Lo peor que te pude pasar es quebrar eso a tus propios pies; tienes que agarrar todo ese dolor y quebrarlo ante los pies de Jesús, y levantar un monumento de adoración: “Señor, acá está esto, lo vuelco ante tí”.

A veces el rechazo duele tanto que –como no entra dentro nuestro– empezamos a tratar de sacarlo fuera rechazando al otro. Por eso, la mejor manera es tomar todo tu pasado, todas esas frases, esas palabras, y quebrar ese frasco del pasado a los pies de Jesús. Y Él va a usar lo mismo que el enemigo tomó para dañarte, pero ahora para bendecirte. Porque Él te va a mostrar que, donde los otros vieron debilidad, era justamente la fortaleza que Dios había puesto en tu vida. Él va a mostrarte que, lo que los otros usaron para degradarte, era justamente la excelencia que Dios puso dentro de tu corazón. Cuando puedas hacer un instrumento con esas piedras, y empieces a sacar lo precioso de lo vil, te vas a dar cuenta que en las palabras de rechazo en realidad estaba tu fortaleza. Algo quisieron opacar en tu vida, quisieron que no se vea algo, quisieron ocultar algo, quisieron decirte “no lo muestres porque es muy valioso”, y te lo ocultaron con palabras de rechazo; pero cuando levantas un monumento de adoración al Señor y le entregas las palabras de rechazo, Dios te va a ofrecer lo que Él te había dado, que estaba escondido en ese rechazo, y que tupensabas que era lo negativo de tu vida, y en realidad es la bendición y la luz que tienes para mostrarle al mundo.

Dice que ella fue a los pies de Jesús y rompió el frasco: “esto es todo mi pasado, esto es todo lo que gané, y tengo una mala reputación; esto es todo mi dolor que te lo estoy entregando, no lo aguanto más, y sé que eresla persona indicada”. Quiebra eso delante de sus pies todo el tiempo, en vez de ir a tus propios pies. Entiende que había algo escondido y poderoso en ti; detrás de cada frase que oíste había una bendición que Dios te había otorgado y que otros la querían tapar y esconder. Y enseguida, cuando hizo ese acto tan precioso y levantó ese monumento de adoración a Dios, habló Judas. Siempre va a aparecer un Judas, siempre va a aparecer un rechazado que te va a rechazar, que te va a decir “¡cómo vas a hacer eso delante de Jesús!, ¿tu crees que Jesús va a aceptar ese perfume que ganaste con la prostitución?, ¿tu te crees que Jesús te va a dar algo?” Siempre aparece un Judas que quiere traerte la herida del pasado. Judas dijo: “esto se lo podía haber dado a los pobres, y esta tonta mira lo que esta haciendo: lo esta derramando, desperdiciando; con lo que cuesta ese perfume…”
¿Y qué le respondió Jesús?: “dejala en paz”. Yo me imagino cómo se lo debe haber dicho Jesús: “déjala en paz, no se te ocurra marcarle la vida, ni se te ocurra decir una palabra más de rechazo; dejala en paz que me ha levantado un monumento de adoración.”

Si logras sacar lo precioso de lo vil, vas a ser la mujer más feliz del mundo. Si puedes darte cuenta que eso que te dijeron –que no servías, que no valías– ese es tu punto fuerte; si se te puede revelar qué hay detrás de esa critica, qué hay detrás de ese dolor, qué hay detrás de esa frase, qué hay detrás de esa palabra, de ese rechazo, qué hay detrás de esa actitud de ignorarte, qué hay detrás de ese castigo, ahí te vas a dar cuenta la fortaleza grande que el enemigo quiso tapar. Es una fortaleza construida para que nadie vuelva a herirte; pero en realidad lo que tenés que hacer es quebrar esa torre y salir a la vida, dejar de esconderte. Cuando empieces a sacar eso que una vez te criticaron y escondiste, en ese momento el Señor te va a decir: “hermosa mía, amada mía, preciosa mía.” Comenzá a sacar lo precioso de lo vil; hay algo hermoso que todavía no diste a luz y está esperando; algo que fue aplastado, le han puesto el pie tantas veces; sacudetelo de encima. Tienes que decir: “que pase el próximo, el próximo, el próximo” hasta que Dios te va a dar el sí para abrir la puerta de bendición.

¿Cuál es el problema de las palabras negativas, si nadie te dio nada en la vida? El único que te dio todo fue Dios, el que siempre te acepta es Dios. Porque cuando Él te ve, te ve aceptada, no tienes que hacer nada para agradarle. Si te atreves a darte cuenta que cuando te dijeron: “no sirves como mujer” –tal vez tu marido te lo dijo–, es porque hay una mujer apasionada y fogosa dentro que no sabes cómo manejar, por eso tratan de taparte. Cuando te dijeron: “como madre eres un desastre” es porque hay una mamá llena de sabiduría, y te quieren callar. Cuando te dicen: “usted para este trabajo no sirve”, es porque eres la persona más capacitada para ese trabajo; pero ese no es el lugar correcto.
Por eso: “…que pase el que sigue” No es un problema tuyo, no es por falta de capacidad, sino porque no era la puerta correcta. Cuando toques la puerta correcta, la bendición se suelta. ¿Cómo se encuentra la puerta correcta?: que pase el que sigue, que pase el próximo. Hay una puerta que todavía no golpeaste que te detuviste.
En el rechazo pensamos: “no lo intento más, no lo hago más, acá me quedo, ya está, yo no lo voy a hacer más” y Dios te dice: “hay una puerta más que todavía no golpeaste, hay cinco puertas más que todavía no golpeaste”; y cuando golpees la puerta correcta la bendición se va a soltar. ¡Hay un sí esperando por tu vida!
Cuando alguien venga a tu vida a querer ignorarte, rechazarte, el Señor le va a decir: “¡dejala en paz!”, porque cuando te des cuenta de lo valiosa que sos vas, a seguir caminando. “¡Dejala en paz!, está yendo a conquistar; nadie más la moleste”.

El rechazo no existe; es solo lo que piensas dentro de tu mente.

Antes de pedirle algo a alguien, asegurate que primero se lo pediste a Dios. A veces con el apuro de la necesidad vamos directamente a la gente, y nos olvidamos de pedírselo primero a Dios. Parece algo tan simple y sencillo, pero nos olvidamos. Recuerda que antes de pedirle algo a alguien, primero lo tienes que poner en manos de Dios; porque sabemos que Dios tiene un sí previo para nosotros. De la mano de quién vendrá, no lo sabemos; tal vez pase uno, tal vez pasen dos, pasará el próximo… no importa; pero a mí el no no me va a afectar, porque primero me aseguré del sí de Dios. Si hasta ahora le estás pidiendo a la gente amor, dinero, una casa, un lugar, y estás pidiendo migajas de amor, primero asegurate que se lo pediste al Señor, para que todo los no restantes no te lastimen y tengas suficientes fuerzas para seguir golpeando puertas, y decir: “que pase el próximo”. Nunca le leas la mente a nadie; porque cuando tienes el sí de Dios, Dios trabaja en la mente de la persona que te va a decir que sí.

A mí me gusta ser mimada de Dios; y saben que antes me lo cuestionaba –por todos esos conceptos tontos que tenemos– pero ahora no me lo cuestiono más; agradezco y entiendo que cada vez que alguien me dice un no, es porque ahí hay un secreto de bendición que dentro de poco lo voy a ver en mi vida. Me corresponde a mí seguir golpeando puertas, no decaer; que en ese no justamente está mi bendición, y voy a seguir insistiendo.

MI FAMILIA ES UN CAOS!!!


Se han estudiado distintos tipos de familia disfuncionales; no es que están enfermas, sino que no son como la familia clásica; pero en realidad son más común de lo que nosotros nos imaginamos. Por ejemplo:

Familias de tres generaciones
Son esas familias donde conviven una abuela, una mamá y una hija o un hijo; son tres generaciones juntas. Hay conflictos porque no se sabe bien dónde está la autoridad; ¿quién toma las decisiones?, ¿quién mantiene la casa?, ¿quién es la jefa de la familia? Un hijo se pone de parte de la abuela o de la mamá, otro queda un poco descolgado, afuera. Por eso se la considera una familia disfuncional.

Familias con soporte
Son esas familias numerosas, muy grandes, donde generalmente los hijos mayores cuidan a los más chicos, y esos hijos mayores entran en crisis porque no se consideran dentro del núcleo de hermanos, ellos no pueden verse como un hermano más, porque muchas veces tienen que cumplir con la función de papá o mamá. A la vez la autoridad está dividida, porque los hermanitos no les hacen caso, y los padres a veces tampoco le dan toda la autoridad a esos hijos, así que son hijos que se quedan siempre en el medio.

Familias acordeón
Es cuando uno de los padres permanece fuera de la casa por mucho tiempo, por viajes, por trabajo, por negocios; y toda la responsabilidad recae en uno de los padres. El problema es que muchas veces los hijos hacen alianzas con el papá o con la mamá que se queda en la casa, y rechazan o no pueden incorporar al otro cuando regresa de su viaje.

Familias con padrastros o madrastras
Es una familia extendida, donde hay ex de acá, ex de allá, hijos de un lado, hijos de otro lado. Es muy difícil a veces integrar a cada uno de esos integrantes o ex-integrantes de la familia, y hay que tener en cuenta que todos son parte de la familia, que todos existen y cada uno tienen un grado de autoridad diferente. Tal vez para los propios hijos puede ser muy importante su mamá, pero para los nuevos hermanos esa mamá no es importante, sino su propia mamá, que no vive con ellos. Los hijos de uno y los de otro…
 
Familias con un fantasma
Es cuando hubo una desaparición, un abandono, o una muerte extraña en esa familia; la crisis está en quién ocupa el lugar de esa persona, los roles y la actividad que hacía esa persona que ya no está; se tiene que armar una nueva estructura familiar y eso resulta muy difícil.

Familias descontroladas
Cuando uno de los miembros no puede controlarse: el niño que tiene rabietas y es un tirano, porque con sus rabietas domina a toda la familia, no hay manera de detenerlo, se hace lo que el niño quiere; es tan tirano, tan caprichoso, que termina dominando a toda la familia. Los profesionales dicen que ese niño se subió a los hombros’ de uno de los papás; ahí hay problemas de pareja, se van robando la autoridad; entonces el niño aprovecha y desde arriba (“mamá me deja, o papá me deja”) simbólicamente se sube arriba de los hombros de uno de los papás, y desde ahí ejerce autoridad. Tal vez los cónyuges viven descalificándose mutuamente, entonces ninguno puede ponerle un límite, y ese hijito es el que termina dominando a toda la familia.

Familias en proceso de disolución
Son las que están a punto de separarse y a veces los hijos se transforman en botín de guerra: ella defiende a la mamá, el otro hijo defiende al papá, “tu dile a tumamá tal cosa” o “tu dile a tu papá tal cosa”, y usan a los hijos como botín de guerra. Hay que lograr que los padres se pongan de acuerdo en lo que se refiere a los hijos; aunque no nos pongamos de acuerdo como pareja, tenemos que ponernos de acuerdo sobre las decisiones que vamos a tomar sobre nuestros hijos.

Familias con integrantes psicóticos
Yo me asombré de la cantidad de mujeres que tienen hijos psicóticos, hijos esquizofrénicos, hijos que están tomando medicación, que están internados en institutos psiquiátricos. En estas familias lo más difícil es poder comunicarse, no hay entendimiento, no se entienden; porque cuando uno tiene un familiar enfermo psiquiátrico lo más difícil es justamente poder comunicarse.

Familias con hijos delincuentes
El hijo que sale a robar, el hijo que delinque. De cualquier manera está mostrándole a la sociedad que sus padres fallaron en la educación, que fallaron en ponerle límites, que fallaron en enseñarle valores y principios; se lo muestra a todo el mundo, le muestra a la sociedad. Y muestran la vergüenza de sus padres, que no supieron ponerles límites; hacen pública esa vergüenza.

Familias con hijos con impedimento físico
Tienen mucha carga económica por tener que atender a un integrante de la familia, comprar los medicamentos especiales, alguien que necesita tratamiento médico intenso. Son familias que muchas veces se cierran, no hay interacción interna en la familia, hay mucha culpa, bronca y rabia por esa situación que se tiene que vivir. Lo que hay que lograr en esta familia es que todos reconozcan que llevan una carga, pero que todos tienen méritos; cada miembro de esa familia tiene méritos; eso es lo más importante en este tipo de familias.

Familias con hijos adictos
Hoy hay muchísimas familias con hijos adictos. Ese hijo o esa hija adicta está mostrando que tiene una mamá sofocante, una mamá que lo está asfixiando y no sabe cómo salir de esa madre súper-protectora que no le deja vivir su propia vida; quiere salir y lo hace a través de la adicción. O tal vez un hijo que se siente expulsado del mundo familiar, y dice: “nadie me necesita en esta casa; yo no sirvo, no me tienen en cuenta, yo no soy importante ni para ellos ni para mí”, y por eso deciden por las adicciones.

¿Cómo actúan algunos padres? Hoy estamos viendo padres pasivos. Son padres que no se mueven, tienen bloqueada su autoridad; están como atados. No saben ponerle un límite a sus hijos; no se hacen cargo de nada. He escuchado a madres que el padre no le pasa el dinero que le tiene que pasar; llega, se pone a ver televisión, se acuesta y no habla con los hijos, nunca hay una palabra de amor, nunca hay una palabra de límite, nada. Son padres desaparecidos, padres pasivos. Hombres que son ‘niños eternos’, no se responsabilizan por nada, no se preocupan por nada.

Son esos hombres a los que no les preocupa si hay dinero para pagar los libros, los útiles, la ropa de los chicos, la luz, el gas; son hombres pasivos. Y ahí aparece la madre superpoderosa; cuando hay un padre pasivo aparece la ‘madre todo-poderosa’. “Yo tengo que hacer todo lo que él no hace”, entonces esa madre vive haciendo rol de mamá y el rol de papá; hacen de todo pero viven quejándose. Imagínense ese chico que vive en una casa que tiene un padre que no tiene autoridad, que no sabe para dónde va, que ni registra al hijo, y una madre que hace de todo para tratar de cumplir con todo, pero vive quejándose y con una frustración impresionante. La madre todopoderosa es una madre guerrera, que es fuerte; pero el problema es cuando vive quejándose: “yo tengo que hacer todo, tu padre no hace nada…” y empieza a meterle rabia, ira, bronca al hijo de lo que es el padre.

Otro modelo de madre son las ‘niñas distraídas’; son esas mujeres que no se hacen cargo de nada, que deciden impulsivamente; hablan que van a hacer esto, mañana que van a hacer lo otro, pero nunca se deciden a hacerlo. Son esas mujeres que se enteran últimas de todas las cosas en la familia; se enteró todo el mundo menos ellas (que no tenían más plata, que al marido lo echaron del trabajo, que el marido se fue con otra mujer). Esas mujeres tampoco tienen autoridad familiar, y los hijos necesitan padres con autoridad. No hablamos de autoritarismo. Autoridad no es que los abuelos tienen que cumplir la función de los padres.

Y hay otros padres o madres que son victimas de las circunstancias, especialmente los hombres que creen que los problemas siempre son culpa de otros, no se hacen cargo de nada. La mujer dice: “mi marido es un tirano” y él dice: “a mí los hijos me sacan la plata, lo único que hacen es pedirme dinero todo el día, lo único que quieren es un padre que les de dinero y yo me deslomo toda la vida y ¿qué más les puedo dar?, ¡me mato trabajando!”. Para esos padres siempre son los otros los felices, y ellos son unos desgraciados; las otras familias son bárbaras y a ellos les tocaron los peores hijos, la peor esposa, el peor marido. Son victimas de las circunstancias. Un espíritu de victima.

Hay algunas cosas que, si las estamos haciendo, tenemos que dejar de hacerlas; y si todavía no hemos formado nuestra familia, debemos evitarlas siempre:

1) En casa no debe haber favoritismo
Las mujeres tenemos un favoritismo con el hijo varón. Pero el hijo varón es hijo por siempre; no ni esposo ni amante, ni el que te tiene que mantener la casa, ni es el hombre de la casa. El hijo varón es hijo, no es el salvador. Mujeres que ven un hombre y parece ya que le ponen todas las características: “el que me va a mantener, el que me va a salvar, el que necesita ser más atendido, a éste le tengo que tener todo preparado, le tengo que planchar la ropa…” Y hacen con el hijo varón lo que tal vez no hacen con el marido. Y cuando se muere el marido, dicen: “él ahora es el hombre”.
Yo conozco mujeres que me han dicho: “mi hijo es como mi amante; si no está él yo no sé para donde disparar; todo hay que preguntarle a mi hijo, él es el que toma las decisiones en casa”. ¡No! Tu hijo es hijo. Favoritismo, ¡fuera!

2) Nunca debe haber en una familia temas que no se hablan
Los temas secretos: “en esta casa de ese tema no se habla” Y los chicos lo que buscan es lo prohibido; si tu dices: “acá de sexo no se habla” van a ir a conversar de sexo en otro lado, porque ellos se tienen que enterar y tienen que aprender que no hay temas que no se hablan. “Acá de la enfermedad de tu madre no se dice nada, no se lo cuentes a tu hermano porque es chiquito y le va a hacer mal”. Todos tienen que saber todas las cosas que ocurren –de acuerdo a la edad que tengan, y de acuerdo a las preguntas que hagan–; pero no puede haber secretos. En nuestras familias por años hubo secretos: siempre había una tía loca; que había tenido un hijo tipo monstruo… de esas historias hay muchas; esos secretos que nunca se descubren y nunca se saben. No debe haber temas que no se hablen. Todo se tiene que hablar de acuerdo a la edad, pero hay que hablar todo; y si no sabés cómo decirlo, buscás la ayuda de un profesional, pero las cosas se tienen que hablar.

3) No debe haber emociones prohibidas
Hay casos donde no se permite la expresión de las emociones: “no llores, sos hombre”, “no seas tonta, ¿cómo vas a abrazarme así delante de la gente?”. Hay familias donde las emociones están prohibidas; nadie se abraza, nadie se besa, nadie se dice cosas lindas. “A ver si ésta se agranda si le digo eso”, nunca un halago, salvo que venga un cumpleaños, sino nada. No se regala nada, nadie se agasaja, no hay fiestas por nada, salvo las fiestas obligadas, pero no se festeja nunca nada especial. “En esta casa no quiero que te rías de esa manera, no te quiero escuchar llorando más, esa palabra acá no se dice”; emociones prohibidas. No debe haber emociones prohibidas. “No te tienes que enojar por eso” …¿y si se quiere enojar cuál es el problema? Especialmente a las mujeres, que les dicen: “no te enojes que pareces un hombrecito”, “¡cómo te sientas así, pareces hombre!” y la nena se sentó como se le ocurrió… ¿cuál es el problema?

4) No debe haber estigmatización o apodos
“Esta es la tonta, este es el inútil, ésta es la loca”. O tal vez: “la narigona, la gorda”; eso está mal. Tu le diste un nombre a tu hijo; llamalo por su nombre.
¿Cómo ponemos la casa en orden?
Por empezar, todas las familias tienen algo disfuncional; no hay familias perfectas. Si te dicen que son perfectos, esa es la más disfuncional; es la que más conflictos tiene; porque no existen familias perfectas.
Tengo que ser autoridad de mis hijos
Nuestros hijos están esperando y anhelando que seamos autoridad, no quieren padres blandos. A los hijos no hay que pegarles, ni en broma. NO a la violencia. La gente que usa la violencia no sabe poner límites con palabras, se le va de las manos porque no saben poner límites con amor y autoridad; no saben lo que es la autoridad y pasan al autoritarismo. Nuestros hijos tienen que saber que la violencia es mala, no la tenemos que usar nunca. ¿Cómo un hijo va a recibir golpes de quienes lo tienen que amar? “Ah, pero un buen golpe…” ¡No! Nada. Eso es porque somos escasos de recursos, pero Dios nos ha dado creatividad e inteligencia para usar la autoridad que Él nos dio sobre nuestros hijos en forma positiva. Tienes que sacar la violencia de tu casa; eso no es usar autoridad; eso es violencia.
¿Qué es usar autoridad…?

Ser la entrenadora de tus hijos
Un padre debe ser el entrenador de sus hijos. “Yo estoy entrenando a mis hijos para la vida”. ¿Cómo los puedo entrenar? Bendiciéndolos cada día.

 Tengo que bendecir a mis hijos. Tiene que ser un hábito en tu vida el bendecir cada día a tus hijos con una buena palabra, con una palabra del cielo; todos los días tus hijos tienen que tener sobre su cabeza una bendición. Bendecir viene de la palabra griega ‘eulogio’ que literalmente significa ‘elogiar’. Eso es una bendición: elogiar. Yo tengo que saber elogiar a mis hijos, aunque hayan hecho una torpeza. No puedo todo el día exigir, exigir y no bendecirlos.

Trabajar en equipo en nuestra familia
Todos tenemos nuestras actividades, todos tenemos nuestros sueños, todos tenemos un horario distinto, uno sale a la mañana, otro sale a la tarde, otro sale a la noche; pero tenemos que buscar algo para que nuestra familia también sea un equipo; algo que a todos nos guste hacer, que hagamos todos juntos; un proyecto. Aunque sea ponerse de acuerdo para orar por la compra de algo: “vamos a comprar el auto, vamos a verlo todos juntos” o “vamos a pisar esa casa que le estamos pidiendo a Dios”, o “vamos a programar nuestra vacaciones”, “vamos a programar ir juntos a tal lugar”, algo que hagamos como equipo. Mi familia es un equipo.

Dejar de hacer lo que al otro le molesta
Si cada uno en la familia entendiera que hay cosas que al otro le molestan, y que –al menos por respeto– puedo dejar de hacerlo cuando esa persona está presente. Si yo sé que a mis hijos les molesta que entre a la habitación y les revuelva las cosas, no lo hago por respeto a mis hijos. Si a tu marido no le gusta tal cosa, no lo hagas; si a ti no te gusta tal cosa, decile a tu marido: “por favor, esto no lo hagas por lo menos delante mio” y en esa conversación decile qué es lo que no te gusta. No lo hagas; trata de evitarlo de la manera que puedas. Evita esas cosas que exasperan a los demás. A veces oramos y oramos por nuestros hijos, para que cambien, y Dios nos dice “examinate tu primero…” Dios te dice: “el problema no es tu hijo, examínate primero tu”.

Conectarlos con el propósito de Dios

Todos los seres humanos somos cuerpo alma y espíritu; y nosotros tenemos que enseñarles a nuestros hijos que ellos tienen espíritu, y que ese espíritu necesita ser saciado, y con lo único que se va a llenar ese espíritu es con Jesucristo. La mente, el alma, las emociones, las llenamos, estudiamos, nos capacitamos; los chicos van a bailar, llenan sus emociones, están contentos, bailan, saltan, eso está cubierto. Lo físico lo cuidamos alimentándonos, algunos hacen deportes, etc. Eso también está cubierto. Pero ¿qué pasa con el área espiritual? Tenemos que enseñarles a nuestros hijos que hay un área que necesita ser satisfecha; ellos creen que la van a llenar con lo físico, con lo emocional, pero eso tienen otro origen, y el origen es Dios.

La parábola del sembrador dice “pero las otras semillas cayeron en buen terreno”. Nuestros hijos son buen terreno. Lo tienes que creer tu para que lo crean ellos: tus hijos son buena tierra. Las semillas cuando cayeron, brotaron, crecieron y produjeron. Lo que tengo que hacer es sembrar, cubro con tierra, riego y después… espero. Nosotras las mamás sembramos una semilla y empezamos a revolver todos los días, ¿puede crecer así una planta? Sembramos una palabra de fe, y al otro día le decimos: “no tuviste fe, acordate lo que tu madre oró por por vos…” y le vamos removiendo la tierra, y la planta no crece. Dejemos de remover la tierra; tus hijos te dicen: “mamá, ¡qué molesta que eres!” porque de verdad les resulta molesto.

Primero la planta va a echar raíces, por eso no ves nada. Tu hijo está echando raíces; deja de mover la tierra porque se esa fortaleciendo en sus raíces. “Pero mi hijo está como antes…” porque está echando raíces; no podés ver nada pero dentro de poco vas a ver los primeros brotes. No tienes que ir tu a los brotes, los brotes tienen que venir.

¿Y qué es regarlos todos los días? Regarlos con bendición. Yo ya sembré, pero todos los días voy a bendecir a mis hijos, decirles palabras de Dios. No toques la semilla desde arriba; regá con palabras de bendición: “mi hijo está bendecido, yo sé que hoy sus amigos no son los correctos, pero yo ya solté una palabra, una semilla, y yo dije, y declaré y sembré la palabra, esa semilla ya la sembré”. No le digo: “¡otra vez sales con esos!”, no toco más; basta. Pero todos los días bendece a tus hijos.

“Señor los bendigo con salud, los bendigo con bendición extraordinaria, los bendigo con felicidad, los bendigo con alegría; todo lo que ellos hagan va a prosperar, yo sé que Dios tiene cosas grandiosas, yo sé que mis hijos están ungidos, mis hijos son para vos Señor, nada los detiene, porque van a correr hacia tus brazos y se van a abrazar a vos, y te van a amar”.

Hay una parte que crece y no se ve, y algo que crece y que sí se ve. Tus hijos hoy están en proceso, desde el día que vos declaraste, esa semilla empezó el proceso. Vos pensás que no pasa nada… sí está pasando, pero es raíz; y dentro de poquito vas a ver el brote.

Auque te de ganas de decirle de todo, esperá. Señalale algo bueno, algo que tal vez ellos no vean. Tiene que ser creíble, no le inventes cosas, ten discernimiento de lo que cada uno de tus hijos es. “Qué inteligente eres”, “tu eres sensible pero a la vez eso te hace fuerte”. Hablale con sabiduría a tus hijos; no como tontos… son tus hijos.

Moisés, Aarón y María, esa sí que era una famila disfuncional: Moisés tartamudo, no podía hablar una palabra completa; Aarón no sabía ni para qué existía, hablaba lo que Moisés trataba de decir, le traducía pero no sabía para donde ir; y María tocando todo el día el pandero, saltando. Pero con esa familia disfuncional el Señor hizo que todo su pueblo que estaba en Egipto en esclavitud, saliera y se dirigiera a la bendición. Si Dios lo hizo con esta familia, ¡¿cómo no lo va a hacer con la tuya!? Él te va a usar y va a usar a toda tu familia para llegar a la tierra de la bendición.

A los hijos les interesa la bendición de los padres; tal vez no le interesa una superfiesta sino que estemos ahí y podamos bendecirlos, y darles amor. Creé en tus hijos.

Necesitas a alguien que crea en ti, que te diga: “lo vas a lograr, vas a poder”. Eso es una tarea de entrenamiento, y nosotras tenemos que entrenar a nuestros hijos para lo bueno, para la victoria, para la bendición, para que sean arriesgados en la vida, para que logren sus sueños. “Creo en ti, sé que tienes potencial, sé que tienes capacidad”.


Dios te ha puesto en lugar de autoridad sobre tus hijos.

MUJERES DE ORACION

Estas son las razones por las cuales todas debemos unirnos en oración, Pidiendo el favor de Dios
  • Orar Por la Paz en nuestros países
  • Orar por nuestras familias
  • Orar por las mujeres maltratadas por la violencia familiar
  • Orar por todos los ministerios de Damas Cristianas
  • Orar por Sabiduría de parte de Dios para las finanzas en el hogar
  • Orar por las que sufren necesidades.
  • Orar por nuestras hermanas enfermas o con familiares enfermos.
  • Orar por las Mujeres que Lideran ministerios cristianos.
  • Orar por las mujeres en el Medio Oriente que sufren maltratos.

MENTIRA O VERDAD?


Porque el Espíritu de Dios no nos hace cobardes.Al contrario, nos da poder para amar a los demás y nos fortalece para que podamos vivir una buena vida cristiana.” 2 Timoteo 1:7 (BLS) ¿Te has dado cuenta de cómo los comerciales de la televisión mezclan suficiente información con su producto para hacerlo creíble? Aunque a eso se le llama publicidad falsa, el producto parece convincente. No es hasta que compramos el producto y este falla que el fraude queda al descubierto.

De la misma manera Satanás se especializa en publicidad falsa. Él es bueno en hacer que nuestros temores parezcan verdaderos cuando en realidad no lo son.
¿Significa eso que todos los temores son equivocados? No. El temor de estar parados en una montaña alta nos protege de acercarnos mucho al borde, perder el equilibrio y caernos. Por otro lado, los fantasmas de Satanás están llenos de engaños. Usualmente nos incapacitan y nos impiden progresar. Este tipo de publicidad falsa puede ahogar nuestra fe y aumentar nuestros temores.

¿Alguna vez te has preguntado dónde comenzó nuestras luchas entre la fe y el temor? Yo si lo he hecho. De acuerdo al autor y maestro Marlon Smith, el temor entró en la raza humana mediante una mentira satánica.

El Edén fue el primer lugar donde la serpiente engañó a Eva al distorsionar la palabra de Dios. El Señor le dijo a Adán: “Puedes comer de todos los árboles del jardín, pero del árbol del conocimiento del bien y del mal no deberás comer. El día que de él comas, ciertamente morirás,” (Génesis 2:16-17). Si él o Eva comían de ese árbol, sin dudas morirían espiritualmente. Eva no solamente comió del árbol del fruto prohibido sino que también le ofreció a Adán y él lo comió también.

Tan pronto como Adán desobedeció a Dios, la relación entre ellos cambió. Adán no solo sintió temor sino que dudó de la autoridad de Dios, de su amistad y de su provisión. La mentira de Satanás le dijo a Adán que él no necesitaba de Dios. De hecho Adán fue persuadido de que podía ser su propio Dios, autosuficiente en todas las cosas.

Lo mismo nos puede suceder a ti y a mí. Algunas veces tú y yo vivimos independientes de la presencia de Dios. Actuamos como si todo dependiera de nosotros. No nos atreveríamos a reconocer que estamos perdidos. Queremos dar la impresión de tener el control. Pero Dios nunca quiso que fuéramos pornuestra propia fuerza. Fuimos diseñados para mostrar su fortaleza en nuestras debilidades, mientras que él provee para nuestras necesidades. Fuimos creados paravivir como niños pequeños, dependientes del cuidado de nuestro Padre celestial.

Las veces en que insistimos en vivir nuestras vidas a nuestra manera, con nuestra propia fuerza, experimentaremos los mismos resultados de Adán y Eva. Viviremos con temor. Y es allí donde Satanás quiere que nos quedemos.
Si tenemos miedo de probar algo, entonces nunca lo haremos. Si el enemigo puede tenernos aguantados por el temor, no podremos desarrollar nuestro potencial ni marcar la diferencia en la vida de otra persona. Satanás sabe de lo que somos capaces en Cristo. Él nos envenena con temor para impedir que entendamos eso.

La verdad es que a lo que le tememos, casi nunca pasa. Este tipo de temor que se alimenta con las mentiras de Satanás puede describirse como evidencia falsa que parece real.

No se trata de que no nos preocupen ciertos aspectos de la vida como la seguridad y la salud. Pero cuando la preocupación se apodera de nosotros y nos mantiene despiertos toda la noche y cabizbajos durante el día, nos hemos mudado a un lugar donde nunca se suponía que viviéramos.

Debemos regresar a vivir en la presencia de Dios y a depender de sus promesas y su provisión. Solo entonces podremos distinguir entre la verdad y la mentira. Solo entonces nuestras vidas se caracterizarán por la fe y no por el miedo.

Amado Dios, ayúdame a tener discernimiento entre los falsos temores y las verdaderas preocupaciones. Mientras memorizo tu Palabra, haz que tu verdad esté viva en mi corazón para que yo pueda luchar contra el miedo yvivir por fe. En el nombre de Jesús. Amén.

Determina si tus temores son verdaderos o si son una evidencia falsa que parece real. Si tus temores son reales, préstales atención. Si son una estratagema del enemigo, lleva estos pensamientos cautivos y entrégaselos a Dios en oración.

ALGUNOS CONSEJOS DE SUPERVIVENCIA PARA LA MADRE SOLTERA


Después de 25 años de matrimonio, mi estatus cambió de repente a madre soltera. Los numerosos problemas de la vida me daban vueltas en la cabeza. Pero la tarea más grande que tenía ante mí era la educación de mi hijo adolescente Jeff. ¿Cómo podría lograrlo sola?

Pasé las páginas de mi Biblia utilizando el procedimiento acostumbrado, pero no encontré el consejo para el asunto que me preocupaba. Los preceptos de la Palabra de Dios me daban una base sobre la cual apoyarme y encontrar seguridad, pero aún necesitaba una orientación práctica. “Señor, ayúdame”, oraba siempre. “No sé cómo hacerlo”.

Poco a poco, el pánico se hizo menor, hasta que aprendí algunas prácticas clave para tener éxito como madre soltera, y en mi crecimiento espiritual.

1. Fije sus prioridades y aférrese a ellas. Esto significó renunciar a mi sueño de convertirme en escritora a tiempo completo, teniendo que tener tres trabajos para sobrevivir. Pero tomé empleos que fueron suficientemente flexibles para atender las necesidades de Jeff. Aunque la supervivencia era necesaria, mi condición de madre seguía siendo lo principal.

2. Esté abierta al cambio. Tuve que hacer algunos cambios grandes que al final le darían a Jeff más seguridad, vendí la casa y me deshice de todo, menos de lo indispensable. En medio de esos reajustes, veíamos la manera como Dios cuidaba de nosotros. Nos dio una hermosa casa que nos rentó una mujer de quien una vez fui orientadora. No fue necesario entregarle un depósito y nos trajo una enorme caja de comestibles cuando ocupamos la casa.

3. Determinar límites firmes. Como Jeff puso a prueba los nuevos ajustes, me pareció que necesitaba responder con límites más estrictos. Cuando intentó violar la hora de regreso a casa, lo castigué negándole la salida y le compré un buscapersonas (hoy eso habría sido un teléfono celular), para recordarle la próxima vez que le quedaba poco tiempo para regresar.
4. Rechace la venganza. Yo no quería que Jeff creciera con una madre amargada, y por eso me negué a hablar negativamente de su padre. A pesar de que nuestra familia había sido destrozada, yo anhelaba que mi hijo tuviera algún día un matrimonio venturoso. Sabía que una sana relación mía con su padre contribuiría a ello. Jeff necesitaba lograr su propia sanidad sin la carga de sus padres. Los límites en cuanto a su libertad eran firmes, pero Jeff pasaba las vacaciones con su padre y visitando familiares. Yo oraba con frecuencia en esas noches cuando el natural deseo de venganza me bombardeaba el alma. Y a medida que aprendía a aferrarme al Señor, sentía que Su mano me sostenía (Salmos 63:8).

5. Preserve las tradiciones familiares. Aunque la vida era totalmente diferente, algunas cosas tenían que seguir siendo las mismas. Nos habíamos mudado, pero Jeff mantenía su nueva habitación prácticamente igual a la que había tenido antes. Seguí cocinando sus comidas favoritas, y una vez por semana él continuó haciéndose cargo de la cena y de la limpieza.

6. Traiga su dolor a Dios. La fragmentación de una familia deja una huella dolorosa que no la mitiga nada, excepto el tiempo. Sin embargo, la madre que se queda con el hijo no puede ponerse en una posición fetal y negarse a vivir. Para sentirse seguro, mi hijo necesitaba tener una mamá fuerte. Aunque le respondía con sinceridad cuando me hacía preguntas, el Señor me evitaba los momentos embarazosos. Mi dolor era profundo e increíblemente difícil de procesar, pero no quería ahogar a mi sensible hijo. Por tanto, los gritos en mi almohada los reservaba para las horas en que Jeff dormía.

7. Cuidese a sí misma. El permanecer en buena condición física elevó mi autoestima, y le enseñó a mi hijo el fundamento de una vida sana. Excepto por un ocasional resfriado, nos manteníamos en buena forma física, al mismo tiempo que Dios sanaba poco a poco nuestras almas.
La crianza de un hijo sin la compañía de un cónyuge exige siempre oración y discernimiento, pero sobre todo implica amor al hijo y un gran coraje, dos cosas que el Señor me dio.

Jeff tiene ahora 22 años, y es un joven maravilloso. Compartimos recuerdos de los años en que ahorrábamos hasta el último centavo, en que veíamos un DVD que nos prestaba la biblioteca y en que superábamos nuestro dolor. No era la vida que habíamos planeado, pero sí una vida que hoy atesoramos.
REBECA JAY

CUANDO PASA TODO, PERO NO PASA NADA...



Mujer:

Tú no estás sola. Te puede faltar tu esposo, amigos, hijos y aún familiares.
Pero aunque sientas que todos te han abandonado, recuerda que Dios nunca te ha dejado. Él no te desampara porque es quien te está dando las fuerzas para que puedas continuar. Él te acompaña en las noches cuando desolada lloras queriendo morir o desaparecer.

Cuando perdida miras tu imagen frente al espejo y te sientes perdida y sin identidad. Cuando te cuestionas muerta de miedo, qué será de ti y aún de tus hijos porque ves el futuro incierto. Dios está cuando parece que no habrá mañana.

Es tu presente y te da esperanzas de un buen futuro cuando el pasado quiere empañar el ahora.

Jehová te extiende los brazos cuando has caído profundamente en el pozo de la desesperación o cuando te han dejado rotas las ilusiones y en añicos la esperanza.

Él quiere ser tu reposo un refugio para tu corazón cansado y cargado.

No te limites ni te encierres en el abismo profundo de la soledad y la depresión, porque Dios quiere darte vida, una vida abundante y fresca. Si vas a la Biblia encontrarás documentado en ella, que a la viuda y huérfana sustentó. Que a Ester valor le dio y a Rut cuando enviudó, al tiempo nuevo esposo le dio. Deborah conquisto la batalla porque Dios iba peleando al frente de ella. Si a ellas mi Cristo socorrió a ti también te ayudará. No lo dudes, solo confía. Cierra tus ojos, amárrate fuerte de sus promesas y sigue caminando aunque ahora no veas nada. El camino se hace caminando.

¡No te intimides, pon manos a la obra!

Al final del sendero te aguarda el premio que esperan los que a Dios se inclinan y siguen luchando.

ACEPTAS EL RETO?


Si hiciéramos una lista de hombres y mujeres a quienes Dios ha honrado, ¿quiénes vendrían a nuestra mente? Moisés, los profetas, los apóstoles y misioneros que han dado sus vidas por el Señor. ¿Y qué de aquella mujer que entregó a su propio hijo? Su nombre fue Ana.

Ana tenía un problema. Era estéril. Y te preguntaras, ¿porque Ana era estéril? “El Señor había cerrado su matriz” (1 Samuel 1:5-6). No fue un accidente de la naturaleza, Dios estaba directamente involucrado. No hay ninguna indicación que él haya causado esa esterilidad como una consecuencia de un pecado en su vida, todo lo contrario ella parece haber sido una muy buena mujer. Entonces, ¿por qué Dios cerró la matriz de Ana?

La respuesta “aparente” es que Dios no quería que ella tuviera hijos, pero en realidad él cerró la matriz de Ana para que ella pudiera tener un hijo, un hijo nacido de su dependencia de Dios…de su ¡clamor!

Así es como a menudo Dios trabaja. Dios quería que Ana se decidiera a buscarlo en Oración y ahí es precisamente donde Dios nos quiere; Ningún problema es demasiado grande para Dios.

Tenemos una elección….Podemos encogernos de hombros y decidir vivir con el problema o podemos reconocer que el problema es una oportunidad para que Dios muestre su poder a nuestro favor. Es una grandiosa oportunidad para conocer al Dios que nosotros le servimos.

Cuando la gente tiene problemas por lo general se queja, inspira lastima, se pone iracundo, ansioso. Pero Dios nos muestra un camino maravilloso a través de esta mujer.

El problema de Ana la llevó a orar. (1 Samuel 1:10, 15, 16). Su respuesta no fue automática. Pasó mucho tiempo y tuvo que aguantar muchas burlas de Penina (la otra mujer) la cual le había dado hijos a su marido. Que triste estaba Ana.

Pero Ana acepto el reto. No se cogió mas pena. Decidió traer la situación ante el Dios Todopoderoso para que el obrara el milagro e hizo voto a Jehová. ¡Y Dios escucho la oración de su sierva!

Y al fin le nació un hijo a Ana. Su nombre, Samuel al cual ella entrego al servicio de Dios. No fue un niño cualquiera. Fue primer profeta de Israel y el cual sirvió para que la “llama de Dios” no se apagara en una época tan gris como la que vivió ese pueblo. Samuel tuvo además el gran privilegio de ungir al gran Rey David. Y dice la Biblia que ninguna de las palabras de Samuel “cayeron a tierra”…

Y todo esto porque su madre acepto el reto de Dios. ¿Que vas a hacer con tu problema? ¿Te darás por vencida? Dios honro la fe de Ana y también esta dispuesto a honrar la tuya si te decides a hacer la parte que te corresponde…..recuerda que de ¡Dios es el Poder!

ERES SOLTERA.... Y QUE?

Soltero etimológicamente viene del latín solitarius. Soltero es el estado natural de la persona que se encuentra sin una pareja con la que mantener una convivencia el resto de su vida o durante un período relativamente largo o corto. Ojo, sin una pareja amorosa que no impide amistades con responsabilidad y disfrutar cada momento que tiene Dios para aquel que se encuentre en ese estado. 

Son muchas las jóvenes en especial adolescentes que fijan sus propósitos en dar con una pareja que cumpla sus expectativas y no es malo, pero hay que tener especial cuidado con arraigar esos deseos en una meta o reto personal que puede llevar a tomar decisiones equivocadas.

Dios hace cada cosa perfecta y aún desde el vientre de la madre a escrito su voluntad sobre cada ser humano pero, es de cada uno que depende que se cumpla o se estropee el propósito de Dios en la vida de cada quien. La soltería es un estado de ausencia de un novio o esposo más no ausencia de Dios o grupo de referencia que comparta tu soltería, o más bien tu libertad de hacer cosas que un día ya sea por esposo e hijos no tendrás, porque las prioridades son otras. El viejo refrán reza que del afán solo queda el cansancio, y otro dice que el que mucho escoge con lo peor se queda. Todos son momentos y hay que disfrutar cada uno de ellos con toda sabiduría y responsabilidad. No hay nada malo en desear tener un esposo o un novio estable que por lo menos alimente esa esperanza, dado que ello es un privilegio hermoso, es una gran bendición, pero eso que se convierta en una obsesión si es riesgoso tanto para ti como para el que crees que será tu hombre. 

El dejar de ser soltera no puede ser el único motivo de tu oración, la palabra dice “buscad primeramente el reino de Dios y su justicia y lo demás vendrá por añadidura”. La tradición oral es más coloquial y dice “todo a su tiempo, lo que es para una se le guarda”. En otras palabra no debes renegar porque aún no has hallado el amor de tu vida, por el contrario dile a Dios que estas esperando en su momento y que el tiempo de soltería quieres disfrutarlo con gozo y sin interiorizar tristezas en tu alma por lo que tanto buscas.

Dios traerá ese esposo a su debido tiempo, sin afanes y ten la certeza que lo está moldeado para ti y a ti para él, como te lo mereces. Tu estas entera, eres bella no importa lo que las demás piensen, tu eres un ser único e irrepetible y por allí hay alguien hecho para ti. Disfruta de tu soltería, entrégate totalmente a Dios y guárdate para ese que un día será un hombre muy afortunado. Saca tiempo para servir a Dios con pasión y gozo, para alabarlo, adorarlo, edificarte en su palabra y aprovechar el tiempo en tus estudios y hobbies que ejerciten tu cuerpo y mente. Pasa más tiempo con tus padres y no menosprecies sus concejos, tu familia es una bendición que muchos añoran y cuando tú crees que nadie te necesita es cuando más alguien anhela tu compañía.

¡Adelante linda mujer! Fortalece tus talentos, explota tu imaginación, vive bajo la orientación y el gran amor de tu Padre Celestial que desde el cielo te ve con infinita misericordia. Adelante que tu estado civil no demarca el éxito, no te compares con las demás, casarse es una bendición que te llegará en el momento justo, quizás así como llego a ti este artículo. Recuerda que lo que te aparta de Dios no viene de Dios.

“hay así mismo diferencia entre la casada y la doncella. La doncella tiene cuidado de las cosas del señor, para ser santa así en cuerpo cómo en espíritu; pero la casada tiene cuidado de las cosas del mundo, de cómo agradar a su marido”. 1 Corintios 7:34