PASION Y AUTO CONTROL

Una pasión es un sentimiento en toda su expresión, es como cuando te hierve la sangre y haría todo por aquello que siente, la pasión es algo con lo que las personas se identifican todo el tiempo, pues es algo natural en ellas. El detalle de una pasión es que no tiene fundamentos, por tanto es temporal, no dura, pues no tiene de que sostenerse y podemos ver y conocer muchas personas de las que se diga "es muy apasionado", pero veremos que es solo por un rato. 

No sé exactamente que es lo que alimenta las pasiones, pero quiero entender que la atención de la gente es algo que las mantiene vivas, y no tengo autoridad para generalizar, pero entiendo que la pasión se acaba cuando los demás dejan de observar o de ver. Aún en la intimidad, la pasión requiere de atención, toda actividad emocional/pasional tiene la intención de captar la atención de un segundo. 

Esto no quiere decir que las pasiones sean malas, son simple y sencillamente parte de la idiosincracia del hombre, pero a su vez son las que le han generado un montón de problemas a causa de su ímpetu y de su falta de fundamentos. Luego hay quienes nos tratan de confundir con el lenguaje, hace algunos años alguien llamó a la historia de lo que Dios hizo por nosotros "La Pasión de Cristo" y lo puso por nombre a una película, haciéndonos entender que lo que Jesús hizo por nosotros fue un arranque de emoción, como si no hubiera estado planeado desde antes de la creación del hombre. 
Insisto, no quiero decir que las pasiones sean malas, sólo debemos de tener cuidado con ellas, para que no nos dominen y no vayan a causarnos problemas. Por medio de la Biblia aprendemos que nuestra alma contiene nuestros pensamientos y nuestros sentimientos y que por medio del confesar a Jesús nuestro Señor y salvador recuperamos nuestro espíritu que es lo que nos ayuda a escuchar la voz de Dios, y nuestro papel y objetivo es que nuestro espíritu domine a nuestra alma, es decir que lleguemos al grado en el que lo que escuchamos de Dios sea mas fuerte y tenga mas peso que lo que sentimos y lo que pensamos. 

Lamentablemente solemos tener fe basados en lo que sentimos y no en lo que sabemos de Dios, es por ello que Dios nos previene y nos habla en la carta a los Hebreos (Heb. 11:1) sobre lo que es la fe, para que no nos confundamos, una vez entendido esto, no habrá nada que se ponga entre nosotros y lo que Dios tiene planeado. 

2 Timoteo 2:22 nos dice "Huye también de las pasiones juveniles, y sigue la justicia, la fe, el amor y la paz, con los que de corazón limpio invocan al Señor", y con pasiones juveniles no se refiere a solo aquellas pasiones que tienen que ver con nuestra sexualidad, sino nos recuerda que en nuestra juventud pasamos por un proceso hormonal, en el que nuestros sentimientos nos gobiernan y nos desenfrenan, y la cita de Timoteo se refiere a que tengamos cuidado con comportarnos de esa manera, a que tengamos siempre la cabeza fría, para que tomemos siempre buenas decisiones. 
Note como la cita nos habla de que tenemos que pensar siempre en la justicia (la justicia es el cumplimiento de la palabra de Dios), la fe (en lo que está escrito), en el amor (que es una decisión racional y no una emoción) y la paz (que es la consciencia de que Dios tiene el control de todas las situaciones) en vez de dejarnos gobernar por lo que sentimos, como si fuéramos jovencitos. 

El Padre nuestro nos habla de que pidamos a Dios que no nos deje caer en la tentación, la tentación es a su vez un sentimiento, y para que pueda tentarnos, debe de ser un sentimiento muy intenso que nos gobierne, es justo aquello de lo que estamos hablando, por tanto al declarar que estamos dispuestos a que Dios nos libre de la tentación, estamos declarando que estamos dispuestos a escuchar su voz tan fuerte, de modo que seremos inmunes a lo que sentimos y actuaremos en base a lo que escuchamos, interesante, no? 

Si usted pretende orar conforme al Padre nuestro, esta entrando en la dimensión de lo racional y en donde dejará de repetir una frase que Jesús le enseñó, para empezar a actuar basado en lo que Dios habla a su oído todo el tiempo y que tiene un reflejo perfecto en la palabra de Dios.

¿DE QUE HABLA NUESTRA BOCA?

"...De la abundancia del corazón habla la boca" (Mateo 12:34, NVI).
¡Qué expresión tan exacta utilizó Jesús en este pasaje para definir los dichos de las personas! No es necesario hacer un análisis de oratoria para descubrir lo que alguien atesora en su interior. Por más elocuente que sea una persona para persuadir, convencer o deleitar con sus palabras, siempre quedará su discurso enmarcado en esa verdad enunciada por Jesús.
Si nos detuviéramos alguna vez a escuchar con atención a los demás y a nosotros mismos, posiblemente nos sorprenderíamos de lo escuchado. Por ejemplo, no debería extrañarnos que cuando alguien menciona reiteradas veces al dinero y a las cosas materiales en sus conversaciones (aunque niegue su apego al mismo), tenga amor al dinero y avaricia en su corazón. Si bien el caso del ejemplo se podría decir que es fácil de reconocer, observemos a continuación otros ejemplos, los cuales muchas veces están revestidos de religiosidad:

  • Un corazón manipulador bien maquillado con una sonrisa y modos piadosos que, bajo frases tales como: "nadie me comprende", "tú no entiendes lo que quiero decir", "no has interpretado correctamente mis palabras", trata de imponer su parecer y, a veces, sus caprichos.
  • Doble discurso.
  • Vocabulario prolijamente cuidado dentro del ámbito de la iglesia y descuidado en el trabajo, en la familia, etc. "...Ninguna fuente puede dar agua salada y dulce" (Stg 3:12, RVR 1960).
  • Palabras soeces y de mal gusto. Groserías. "Eviten toda conversación obscena" (Efesios 4:29, NVI).
  • Expresiones tales como: "Te envidio sanamente", sabiendo que la envidia es un deseo de la carne y que está contra el Espíritu (Gálatas 5:16-21).
  • Hablar mal de otras personas deliberadamente con malicia o bien para resaltar la propia piedad en detrimento del otro. "...Nadie tenga un concepto de sí más alto que el que debe tener..." (Romanos 12:3, NVI).
  • Hablar siempre de uno mismo y hasta llegar a ponerse de ejemplo.
  • Mentir. "Dejen de mentirse unos a otros, ahora que se han quitado el ropaje de la vieja naturaleza con sus vicios" (Col 3:9, NVI).
  • Adular a otros para ser aceptado y conseguir algún fin.
  • Comentarios negativos y de desánimo. "Que su conversación sea siempre amena y de buen gusto. Así sabrán cómo responder a cada uno" (Col 4:6, NVI).
  • Exageración en los dichos (aquí no se hace referencia a la figura literaria 'hipérbole'). "Cuando ustedes digan 'sí', que sea realmente sí; y cuando digan 'no', que sea no. Cualquier cosa de más, proviene del maligno" (Mateo 5:37, NVI).
  • Explosiones de ira. "Pero ahora abandonen también todo esto: enojo, ira, malicia, calumnia y lenguaje obsceno" (Col 3:8, NVI).
Por supuesto que la lista anterior podría extenderse mucho más, pero el objetivo aquí no es hacer una lista de pecados, sino poder reflexionar acerca de lo que decimos y escuchamos. La Biblia nos advierte en varios pasajes acerca de la importancia de cuidar nuestra lengua y de las consecuencias que provoca no hacerlo, por eso debemos ser custodios de nuestras palabras y pedirle al Señor que nos fortalezca en aquello que nos cuesta (por ejemplo: chismes, burlas, mimetismo con el vocabulario del mundo, etc.).
Para concluir, el apóstol Pablo en Efesios da un sabio consejo, que lejos de ser un listado de términos religiosos a repetir, es más bien la expresión natural que debería fluir de una fuente llena del Espíritu Santo: "...que sus palabras contribuyan a la necesaria edificación y sean de bendición para quienes escuchan" (Efesios 4:29, NVI).

DEBILIDAD

Cuando recibimos una palabra de parte del Señor, no es para menos que, como humanos, nuestra primera reacción sea intimidarnos porque, para poner por obra la palabra que hemos recibido, va a ser necesario asumir riesgos. No hay tal cosa como envolverte en la palabra de Dios, sin correr riesgos. 

Hay riesgos naturales a fracasar, riesgo a ser criticados, riesgo al rechazo, riesgo a no ser entendidos. La gente que progresa y que Dios usa es aquella que está dispuesta a correr riesgos en la vida. No se trata de vivir a lo loco, sino de vivir con inteligencia. No pretendas tener planes de grandeza, sin que conlleven riesgos. Tienes que arriesgarte. Mientras tu mente esté atada al temor a los riesgos, Dios no podrá usarte. En lo natural, hay incertidumbre, pero se levanta la fe, que en lo espiritual es confianza. La biblia dice, en Salmos 37:23, que por Jehová son ordenados los pasos del hombre y él aprueba su camino. Cuando el hombre caiga, no quedará postrado, porque Jehová sostiene su mano. Joven fui y he envejecido, y no he visto justo desamparado ni a su descendencia que mendigue pan… Su descendencia es para bendición. 

Permite que tus hijos vean que le crees a Dios y que vale el esfuerzo el correr riesgos, que vale el esfuerzo creerle a Él. Es el mayor testimonio que les puedes dar, porque algún día tendrán que tomar decisiones y, por tu ejemplo, le creerán a Dios y se atreverán. Esa es la promesa de Dios para tu vida. Él va a recompensar cada paso de justicia que has dado y él ha prometido que cuidará y bendecirá tu descendencia. Cada reto de Dios siempre te confronta con tus debilidades. Dios siempre te escoge para algo que siempre has creído que no puedes hacer. Jeremías creía que no podía hablar, y Dios lo escoge para que hable. 

Esta es la manera en que sabemos que es Dios haciendo la obra porque, si pudieras hacerlo por tus propias fuerzas, entonces no sería él obrando. Hay cosas que has querido hacer y, por no arriesgarte, otros las están haciendo y están siendo bendecidos, simplemente porque no te atreviste. Ante una palabra de Dios en tu vida, florece el temor y comienzas a ver tus debilidades y se detiene el poder de Dios en tu vida. ¿Vas a permitir que los planes de Dios se cancelen porque no te atreves, por tu baja autoestima y por no creer? 

Jeremías decía: Soy joven, no sé hablar. Pero Dios le dijo: Después que digas lo que yo quiero que digas, prepárate, porque voy hacer que se cumpla lo que dije, y más vale que te apresures porque yo apresuro mi palabra. 

 Es verdad que la vida es dura, que te encontrarás con gente que te traicionará, otros pensarán que estás terminado, pero sigue hacia adelante porque Dios tiene planes para tu vida y los planes de él son buenos. Vive por encima de lo que tu mente te dicte. Vive por encima de lo que el mundo cree que puedes hacer. Dios puede usarte por encima de tus debilidades. 

 Es verdad que, por tus propias fuerzas, no podrías hacerlo, pero créele a Dios que su poder se perfecciona en ti. Él sabe los pensamientos que tiene acerca de ti, pensamientos de paz y no de mal, para darte el fin que tú esperas. Los planes de Dios para tu vida son más grandes de lo que has pensado.

¿A QUIEN BUSCAS?

Leer la Biblia puede ser una gran experiencia, siempre y cuando lo hagamos con el enfoque adecuado, y esto se lo digo, porque en la mayoría de las ocasiones cuando osamos leerla, vamos con la idea de encontrarnos a nosotros mismos y no la intención de encontrar y conocer a Dios, por tanto podemos entender las cosas de acuerdo a nuestro corazón y no de acuerdo a la intención que Dios tuvo. 
Esto es tan sencillo como ver a Adán quejarse con Dios y decirle "fue la mujer que me diste la que me dio a comer del fruto", a simple vista pudiera parecer que es Adán haciéndose pasar por una víctima, pero piénselo de esta manera, lo vemos y lo entendemos como víctima, porque así solemos actuar nosotros, pensamos que Adán actuó sin conocimiento, pues así actuamos nosotros, pero no fue así, y se lo voy a explicar. 
Si partimos del hecho de que Adán fue aquel primer hombre hecho a imagen y semejanza de Dios, podemos entender que Adán sabía y entendía lo mismo que Dios, a final de cuentas, habitaba en su real y constante presencia todo el tiempo, por tanto se entendía hijo de Dios (cosa que a nosotros nos cuesta trabajo hoy en día) y conocía su papel. 
Ahora bien imagine a Adán viendo morir en espíritu a la mujer que le pusieron como compañera y como responsabilidad, que susto!, de modo que sabiendo que era responsable de ella, decide comer del fruto, para poder ir a todo lugar que ella fuera y cuidarla, protegerla y cubrirla, ya que ese era su propósito, y ahora si, lea la misma frase que le dijo a Dios, pensando en que Adán no era un ignorante, sino lo hizo con el conocimiento adecuado y la responsabilidad que este conocimiento le daba. Nota como una simple frase puede tener 2 significados o más incluso que pueden ser completamente opuestos y nos pueden dar a entender cosas totalmente distintas de Dios por el puro hecho de darle enfoques distintos? He ahí la importancia de ver y entender las cosas con el enfoque adecuado, siempre que lea usted la Biblia, hágalo con la intención de conocer a Dios y entenderlo a Él, no con la idea de encontrarse a usted o acomodar lo que lea a sus situaciones, que es una práctica muy común. Todo esto viene a colación pues estamos en la parte del Padre nuestro que se presta mucho a este tipo de ejercicios, donde hacemos las cosas al modo que lo entendemos desde nuestro flanco y no desde el punto de vista de Dios, estamos en la parte que dice "hágase tu voluntad". 
Normalmente solemos pensar y creo que es porque alguien de manera ignorante nos lo dijo y decidimos creer que Dios tiene un mejor plan y que por alguna razón no nos lo quiere compartir y prefiere que vivamos con una venda en los ojos esperando algo "mejor", al grado que le hemos dado una entonación de "tolerancia", "resistencia" y "paciencia" al famoso "hágase tu voluntad". Pero sabe, Dios no pretende que antepongamos tolerantemente sus planes desconocidos a nuestras necesidades y a nuestras ganas de algo, para nada, Dios anhela compartirnos sus planes y anhela hablarnos de lo que tiene planeado para nosotros, para que podamos verdaderamente ser parte de su equipo y de verdaderamente recibir de sus beneficios, no es un trueque, es el funcionar hacia Dios y no contra Dios. 
"Hágase tu voluntad" es una frase con entendimiento, es una frase de gobierno, es una frase de celebración, solo piense en Jesús, que lejos de sufrir y lejos de pensar en que le iba a doler el morir por la humanidad, celebraba el hecho de que por fin el día de cumplir con su propósito había llegado y pudo decir "Padre, si quieres, pasa de mí esta copa; pero no se haga mi voluntad, sino la tuya"(Lucas 22:42), y no lo dijo por el sufrimiento que habría de pasar, sino porque veía el pecado y entendía su precio y sabía que esto que habría de hacer iba a ser rechazado por muchos. Cuando digo que iba a ser rechazado por muchos, me refiero a que antes había que cumplir una ley ritual la cual era entendida por todos y por tanto cumplida, pero ahora solo tenemos que reconocer a Jesús como nuestro Señor y Salvador y todo nuestro pasado queda borrado, es tan fácil que en ocasiones no le damos importancia, pareciera ridículo. Si entendemos que tanto Jesús así como Adán entendían lo que estaban haciendo, nos damos cuenta que estaba perfectamente conscientes del alcance de sus hechos, por tanto no tuvieron que "tolerar" ni "aguantar" nada, sino que funcionaban de acuerdo a un plan y estaban gustosos de cumplirlo. 
Justo para eso es la Biblia, para que conozcamos a Dios y nos entendamos parte de un plan eterno que no es flexible y que no cambia, y que es más importante que nuestras situaciones o las excusas que podamos tener, es en donde empezamos a entender que SU voluntad (la de Dios), tiene que ver con algo elaborado, con trascendencia y no solo "algo mejor" que no sabemos si entenderemos. 
Por tanto cada vez que ore conforme al Padre nuestro, tenga mucho cuidado, no pase por ahí de manera rápida por el famoso "hágase tu voluntad", más vale detenerse e investigar a que voluntad se refiere y ser parte del plan y no solo el que "aguanta" y deja las bendiciones pasar por enfrente suyo y no tener alcance a ellas.

¿ESTAMOS PREPARADOS PARA LA VOLUNTAD DE DIOS?

"Hágase tu voluntad en la tierra como en el Cielo" que fuerte declaración!, y que tremendo que solemos pensar que Dios quiere que nos vaya bien y que las cosas materiales nos lleguen o nos abunden, realmente no tenemos mucha idea de lo que decimos cuando usamos esta frase. 
 Si lo pensamos detenidamente, es una de las frases mas fuertes o con mayor impacto de toda la Biblia, pues es la frase que declara que estamos dispuestos a dejar de lado nuestra voluntad y aun nuestros anhelos si fuese necesario para que la voluntad de Dios, la cual "conocemos" y consideramos mas importante que la nuestra, se cumpla. 
Al leer Gálatas 3:28  tuve que tomar un largo rato para reflexionar y entender de que se trataba, esta cita dice "Ya no hay judío ni griego; no hay esclavo ni libre; no hay varón ni mujer; porque todos vosotros sois uno en Cristo Jesús", y hace referencia precisamente a lo que le comento, cuando la voluntad de Dios es igual en el Cielo que en la tierra, ya no hay diferencia entre nosotros, ya no hay clases sociales, ni rangos, ya no hay géneros siquiera, todo es hecho y regresado a su estado original, tal como fue creado, puro y de acuerdo a la voluntad de Dios, lo mas importante, el famoso y terrible "Yo" desaparece, ya que pierde importancia ante la voluntad de Dios. 
Ve por qué son tan insistente con que el Padre nuestro es una oración tan poderosa que no tiene nada que ver con el pedir algo?, donde no hay un "Yo", no hay nada que pedir, así de sencillo, pues al no existir el "Yo", no hay individualismo, no hay egoísmo, no hay celos, no hay necesidad, ya que todo es pleno por aquel que hace su voluntad en el Cielo como en la tierra, que interesante, no? Por tanto, cada vez que pensemos que al orar el Padre nuestro y pensemos en que el pedir que la voluntad de Dios se haga en la tierra como en el Cielo, y a su vez pensemos que eso es igual a que Dios nos conceda lo que pedimos, no estamos haciendo otra cosa que perder nuestro tiempo, ya que estamos dejando de funcionar y de entender las cosas como Dios lo hace. Decir "hágase tu voluntad en la tierra como en el Cielo", es como encender nuestro botón de "encendido" y empezar a funcionar primeramente en nuestro oído espiritual, segundo entendiendo que cada persona a nuestro alrededor es equivalente a "nuestro prójimo" y que no tenemos solo la obligación sino la capacidad de amarlo como a nosotros mismos (es justo ahí donde el "Yo" desaparece) y que nada de lo que hagamos lo hacemos con intención propia, sino con el propósito del Reino. 
Que interesante entender que Pablo el Apóstol después de haber sido uno de los principales sabios de los Judíos y después de haber tenido una posición de autoridad y poder, entendió esto y dejó su lugar de autoridad y se dedicó a servir a sus semejantes, y logró ver en cada uno de ellos a un prójimo, de manera que puedo escribir a los Gálatas lo que entendía, cuando la voluntad de Dios se cumple, el yo desaparece y todos dejamos de ser diferentes, para regresar al estado natural, a ser verdaderamente hechos a imagen y semejanza de Dios, increíble, no? Hay tantas cosas que vienen a mi cabeza que me abruma el hecho de pensar en ello, cuantos apegos, cuantos afanes, cuantos pensamientos tienen que dejar de ser en nosotros para que podamos llegar a ese punto, o bien lo podemos hacer justo al revés, podemos pedir a Dios que haga su voluntad y darle autoridad sobre nosotros, al grado que su voluntad por así decirlo nos atropelle y arrase con nosotros de modo que las cosas simplemente sean y no tengamos que esforzarnos, tal como Él lo planeó. 
Que emocionante es pensar que Jesús nos enseño el Padre nuestro pensando en la cruz, es decir, dijo "hágase tu voluntad en la tierra como en el Cielo", en otras palabras dijo, "haz que el precio del pecado que es la muerte sea pagado, para que no haya mas condenación, para que todo sea eterno y nada sea efímero, para que todo sea trascendente y nada tenga efecto limitado, para que todo sea como tu dices y para que nada sea como yo opino, aun si esto me cuesta la vida", y sabe, mejor aún, que emocionante pensar que el sacrificio que Jesús hizo, nos dio la capacidad de decidirlo y hacerlo, si tan solo lo anhelamos. Piense en ello, reflexiónelo, realmente quiere que la voluntad de Dios sea hecha en la tierra como en el Cielo?, está usted preparado?

LA DECISIÓN

En Juan 12:20, en adelante, vemos que había un grupo de griegos que deseaba ver a Jesús.  Felipe y Andrés le avisaron a Jesús y este les dijo: Ha llegado la hora para que el Hijo del Hombre sea glorificado.  De cierto, de cierto os digo, que si el grano de trigo que cae en la tierra no muere, queda solo, pero si muere, lleva mucho fruto.  El que ama su vida, la perderá; y el que odia su vida en este mundo, para vida eterna la guardará.  Si alguno me sirve, sígame; y donde yo esté, allí también estará mi servidor.  Si alguno me sirve, mi Padre lo honrará.
Los griegos son muy conocidos, entre otras cosas, por ser personas muy inteligentes, muy racionales.  Pero, cuando a Jesús le dicen que los griegos le quieren conocer, él responde de una manera que ellos no pudieron entender, lo que para ellos era irracional.
Para el mundo, lo que hacemos nosotros los cristianos es irracional; no lo entienden. El secreto del evangelio se encuentra en retar lo que el mundo ha pensado que es racional, actuando como irracional ante los ojos del mundo.
La venganza es racional para el mundo. Amar a tus enemigos es también irracional para un mundo que piensa en tratar a tus enemigos de la misma manera en que te tratan.
Tener una vida cristiana y servirle a Jesús no siempre es lo más práctico, fácil y conveniente, a nivel natural.  Muchos abandonan al Señor porque, cuando decidimos vivir para Dios, hay cosas que se nos hacen difíciles e inconvenientes.  Por esto, es necesario que razonemos en la manera en que la palabra de Dios establece que debemos pensar, y no como el mundo razona.
La razón por la cual mucha gente renuncia a su relación con Dios es porque, para ellos, las inconveniencias pesan más que el beneficio de mantener la relación.  A muchos se les hace difícil, por ejemplo, estar los domingos en la iglesia, porque en la agenda del mundo hay otros planes para el domingo. 
Aunque, aparentemente, la vida está más llena de inconvenientes para el cristiano, alcanzamos lo que Dios tiene para nuestra vida y para los nuestros.  Así es la vida cristiana.  Escoger una pareja cristiana es muy diferente que escoger a un no cristiano.  Hacer negocios con un creyente es muy diferente que hacer negocios con un no creyente.  Pero, cuando la gente acepta al Señor como su Salvador, todo está bien, hasta que comienzan a llegar las incomodidades de servir a Cristo.  
Aceptas al Señor porque algo dentro de ti te dijo que necesitabas cambiar y había una necesidad en tu interior.  Pero entonces llegan las inconveniencias y se hace difícil.  Por ejemplo, ya no puedes ir a los sitios que regularmente asistías; ya no ves todas las películas que veías; ya no hablas todos los temas que hablabas.  Y tú te preguntas: ¿Qué hago?

Y esa es la pregunta.  
¿Qué vas a hacer?  
¿Seguir haciendo lo que Dios ha dicho, aunque la vida se vuelva un poco más inconveniente? 
¿Alcanzar todo lo que Dios tiene para ti, aun sabiendo que tendrás que ceder ciertas cosas? 
 ¿O dejarás de servir al Señor, por las inconveniencias?

EL PAN NUESTRO DE CADA DIA...

El tener fe muchas veces es una cuestión de actitud, pues en ocasiones el mal entendimiento de un concepto, nos puede desviar por completo de aquello que podemos lograr ó de lo que Dios quiere hacer en nuestras vidas. 
Tengo un verdadero conflicto con la actitud que muchas personas toman ante las cosas de Dios, pues es muy común que las personas digan "tu que estas mas cerca de Dios", o bien "a mi me falta mucho en los asuntos de Dios", o simplemente un "si Dios quiere", ya que de qué sirve usar estas frases, si lo único que hacen es alejarnos de Dios?, piénselo, el decir "si Dios quiere" nos aleja de sus pensamientos y de su voluntad, nos pone en un plano en el que dependemos de un Dios que pareciera voluble y que no nos comparte sus pensamientos y su voluntad y cada vez que oramos, es como si echáramos una moneda al aire, no lo cree? La verdad es que todas esas frases vienen de una falsa humildad, de un querer hacerse pequeños ante las personas para que puedan decir "mira cuan humilde es" y se les dé ese toque de "espirituales" que en realidad no les sirve de mucho, imagínese a Jesús diciendo "si Dios quiere"!!!, sería ridículo, no? Pues Jesús no solo era uno con Dios, sino nos dijo que todo lo que el hizo sería superado por nosotros, si así lo decidíamos, es decir que mayores cosas que Él habríamos de hacer (Juan 14:12), por tanto, Jesús sabía todo lo que venía de Dios y nos abrió el camino para que nosotros tuviéramos acceso a ello también y pudiéramos hacer un buen papel, no siendo humildes, sino representando a Dios en todo su esplendor, así de sencillo y ya. 
Por tanto, nuestra preocupación debe de ser que es lo que piensa Dios de nosotros y no lo que las demás personas perciban, pues si complacemos a Dios, sucederá lo que está prometido por Él, pero si nos esforzamos por complacer a las personas, difícilmente lo conseguiremos y no llegaremos a ningún lado con ello, es justo por eso que debemos de tener mucho cuidado con conceptos tan específicos como la humildad. 
Esto se lo digo, porque el mismo Dios nos recuerda nuestro valor en Él, piense en esto, al hacernos "humildes" degradamos nuestro valor, pero no entendemos nuestra dependencia de Dios, pero si entendemos lo que Dios piensa de nosotros, podemos acudir a citas como la de Mato 6:26, en la que nos dice "Mirad las aves del cielo, que no siembran, ni siegan, ni recogen en graneros; y vuestro Padre celestial las alimenta. ¿No valéis vosotros mucho más que ellas?", no le encanta que Dios tiene un mejor concepto de nosotros que las aves de los campos que son bellas y tienen un canto que da paz a cualquiera? Estoy segura que las aves saben lo que Dios piensa de ellas, y por ello se lucen ya sea en su aspecto como el Pavo Real o en su canto como el Ruiseñor, pues saben que por medio de lucirse reflejan a Dios y se hacen atractivas a los demás, por qué no habríamos de hacerlo nosotros?, piense en como Dios nos habla de ello por medio de esta cita, nos dice que si nos dedicamos a lucir lo que Él pone en nosotros, no habrá necesidad de alimento para nosotros pues Dios suple todo lo que necesitamos si nos dedicamos a reflejarle en todo, así de sencillo y no más. 
El reflejar a Dios no significa dar de lo que tenemos o lo que no tenemos, ni significa hacer obras de misericordia, significa darnos a nosotros mismos y por medio de ello imitar a Cristo. Piense en esto, las aves cantan y es todo lo que saben hacer, pero con ello endulzan nuestras mañanas, o bien lucen su plumaje y con eso alegran nuestro día, que mas pueden hacer?, nada, solo eso, tomar lo que son y ofrecerlo a los demás. 
 El Padre nuestro nos enseña a pedir nuestro alimento diario, pero en realidad nos está abriendo las puertas del Reino de los Cielos para que podamos entrar en la dimensión de lo sobrenatural, cuando cumplamos nuestra función, dejaremos a un lado los afanes de lo cotidiano, el qué comer y el qué vestir dejarán de ser importantes, ya que Dios lo suplirá de una manera que luzca y que no nos estorbe mientras hacemos aquello que nos envió a hacer.

¿QUE VAS A PEDIR?

En las escrituras podemos verdaderamente entender lo que significa la persecución, lo que es ser perseguido por causa del evangelio. A Pedro, por ejemplo, lo apresaron por predicar el evangelio y hacer milagros, en el nombre de Jesús. Quizás puedes recordar haberte sentido incómodo en alguna ocasión al hacer una oración por los alimentos delante de gente que no entiende lo que haces y por qué lo haces y que piensan que es locura lo que estás haciendo. 
Pero, en la palabra, es donde verdaderamente vemos lo que es ser perseguido por causa de nuestra fe. Por la posición, el nivel de fe en el que se encontraba aquella gente de la iglesia primitiva, los apóstoles, seguramente, pudieron haber orado por cualquier cosa, y les hubiera sido concedida por Dios. En 2 Reyes, Elías es transportado al cielo, y Eliseo recibe el manto de Elías. 
Eliseo llevó aquel manto a las aguas y se dividieron y él cruzó en seco. Lo segundo que hizo fue sanar el agua; y lo tercero que hizo fue maldecir a unos jóvenes que le molestaban llamándole “calvo”, y un grupo de osos se comió a aquellos jóvenes. La solución a muchos problemas de algunos cristianos es pedirle a Dios que saque a cierta gente de delante de ellos. Y, si Pedro y los discípulos hubiesen pedido que Dios removiera aquella adversidad de delante de ellos, Dios lo hubiera hecho. 
Sin embargo, lo que ellos pidieron fue que se les concediera hablar la palabra de Dios con todo denuedo. Pudiendo haber pedido cualquier cosa, pero los discípulos pidieron denuedo. Muchos de nosotros tenemos una gran lista de cosas para pedirle a Dios, si él nos dijera: Pídeme lo que tú quieras. Pero, los grandes hombres y mujeres de Dios, pidieron las cosas que no están en nuestras prioridades. Pidieron valor para predicar el evangelio. 
Pidieron la valentía mantenerse firme. Una cosa es pedir que el problema sea quitado de delante de ti; otra, pedir que tú puedas resistir el problema hasta vencer. No te canses tú del problema. Deja que sea el problema el que se canse de ti. Pídele a Dios atreverte a enfrentar lo que tengas que enfrentar, para alcanzar aquello que sabes en tu corazón que has sido llamado a alcanzar.

EL PERDON

Mateo 6:12 Reina-Valera 1960 (RVR1960) Y perdónanos nuestras deudas, como también nosotros perdonamos a nuestros deudores

Es interesante entender como en ocasiones el lenguaje nos puede hacer creer ciertas cosas que no están escritas, pero que aparentan si estarlo, nuestra mente es rápida para deducir y asumimos que estamos leyendo ciertas cosas y tomamos decisiones basados en lo que entendemos. 
La cita de hoy es una de esas frases que le menciono, he observado con gran interés como muchas personas cambian la expresión de su rostro haciéndose entender que han pecado y que necesitan perdón y mentalmente hacen un compromiso dentro de si de estar dispuestas a perdonar si su pecado es perdonado también, y aunque esto es válido, le aseguro que no es la intención de la cita, esto va mucho más allá. 
En el Reino de los Cielos nada es estático, por el contrario, todo es dinámico, el perdonar es parte de esa dinámica, es decir, el perdonar no es solo una intención, sino es el principio de la acción y la acción no se refiere a solo ir a perdonar a otros, sino a que ese perdón tenga efectos tangibles. Tenemos que comenzar por el hecho de que vivimos en un mundo espiritual, el cual tiene efectos espirituales, cada vez que pecamos, comprometemos nuestra vida, ya que la Biblia nos promete que el precio del pecado es la muerte, por tanto estamos en constante peligro, y cada vez que somos perdonados, el efecto de la muerte misma es quitado de nosotros, y así sucede cuando alguien actúa contra nosotros, es decir, cada vez que alguien nos ofende o hace algo que nos afecta, ponemos sobre esa persona una carga la cual podemos quitar y perdonar de la misma manera que lo hace Dios con nosotros al quitar nuestros pecados. 
Cada vez que perdonamos a alguien estamos intercediendo por ese alguien para que su vida sea perdonada, al no tener nosotros nada contra esa persona, Dios tampoco lo tiene de modo que al perdonar a alguien, realmente estamos invocando la gracia de Dios para esa persona. Muchas personas toman el perdonar como un pasar por alto la ofensa de alguien, pero esa, es una acción pasiva, la acción comienza al interceder por esa persona y asegurar que no solo nosotros, sino que Dios mismo, perdone esa ofensa. 
 El segundo paso es olvidar, muchas personas suelen decir "yo perdono, pero no olvido", la Biblia nos enseña que Dios no solo perdona nuestro pecado cuando lo llevamos delante de Él, sino que lo olvida y envía el recuerdo de nuestro pecado a un lugar fuera de su vista de modo que no lo recuerde y no lo use contra nosotros, y nosotros al ser imitadores de Dios como nos lo indica, tenemos esa misma capacidad, la capacidad de olvidar y actuar para con esa persona como si nunca nos hubiera ofendido. 
Perdonar a una persona es liberarla de todo yugo, de todo mal pensamiento, de toda carga, es ir además de eso tener la mejor de las actitudes para con ella, es decir, no es solo perdonarla y luego no verla para no sentir algo malo, es perdonarla y restaurar nuestra relación con ella al grado que se note nuestra buena voluntad. 
Es ahí donde citas como Juan 15:13 cobran vida, la cita nos dice que no hay mayor amor que dar la vida por un amigo, cuando perdonamos a alguien estamos dispuestos a hacer de ese alguien un amigo y morir a nuestro derecho de estar y sentirnos ofendidos y a ese sentimiento de exigir venganza, el morir a nuestra voluntad y anteponder la Dios, el dar perdón a alguien es el morir nosotros mismos para dar vida a una relación en una dimensión superior a lo que hemos vivido y poder expresar esa similitud a Jesús de la que tanto habla la Biblia. 
Al orar conforme al Padre nuestro, declaramos de continuo el estar dispuestos a perdonar, creo que tenemos que hacer un alto y pensar si verdaderamente estamos dispuestos a dar la vida por cada persona que nos ofende, no lo cree?

HUMILDAD

El mal entendimiento de un concepto es algo que puede sonar sencillo, pero en realidad puede hacernos pasar por un mal momento o un engaño que dure toda nuestra vida. 
El concepto de la humildad es uno de esos conceptos mal entendidos por muchas personas, ya que normalmente, lejos de pensar en uno mismo como humilde o el pretender serlo, la humildad es mas bien impuesta como un yugo a ciertas personas en juicio de una actitud o de su manera de desenvolverse. 
Interesante es el pensar que normalmente no es importante si la persona es humilde o no, sino que es importante el que se comporte como nosotros esperamos que lo haga y eso a su vez es una actitud soberbia y poco humilde. 
El ser humilde no tiene nada que ver con el ser pobre ni mucho menos con el pasar por inadvertido, no, una persona puede vivir en la abundancia y ser el centro de atención de muchos y ser humilde a la vez, ya que la humildad tiene que ver con el hecho de reconocer que nada de lo que somos y nada de lo que tenemos depende de nosotros, sino que depende de Dios, una vez que aprendemos a vivir así, nada de lo que anhelemos nos tiene que ser negado pues es precisamente como Dios piensa y como Dios espera que vivamos. Otro de los conceptos que nos cuesta mucho trabajo entender es el concepto del sacrificio, todos relacionamos el sacrificio con dolor, con insatisfacción y con incomodidad, pero un sacrificio, antes que algo desagradable es un acto de amor, y no veo en que parte el amor tenga que ser desagradable, o si? Piénselo de esta manera, Dios planeó la cruz aun antes de crear al hombre, es decir siempre estuvo dispuesto a dar su propia vida por nosotros y lo pudo haber evitado si le fuera desagradable, pero como siempre lo entendió como una muestra de amor, lo hizo con gusto y mejor aún, nos dio la oportunidad de imitarle y hacer como Él hizo. 
Si combinamos estos 2 conceptos, la humildad y el sacrifico y los vemos como Dios los ve, encontraremos una sola cosa, el perdón que lejos de ser algo que nos cueste trabajo o que nos signifique algo desagradable y que "tenemos" que hacer, nos vendrá como algo natural, pues antes que otra cosa entenderemos que nosotros mismos necesitamos del perdón de Dios de manera diaria y además de esto entendemos que al recibir perdón es puesta en nosotros la capacidad de perdonar también a otros. Obviamente esto suena muy lindo y en teoría todo es fácil, pero que tal a la hora de ponerlo en práctica?, como se hace?, la verdad y siendo honestos, es igual de fácil si lo entendemos de la misma manera como lo hace Dios, pensando en el sacrificio como un acto de amor y se lo voy a explicar. En la mayoría de las ocasiones que alguien nos ofende, ya sabemos que lo va a hacer, pues conocemos a la persona, por ende, antes de que lo haga estamos jugando con la escena en nuestras mentes, lo repasamos una y otra vez e incluso planeamos diferentes escenarios y diferentes maneras de reaccionar, siendo todas negativas y de enojo, pero que pasaría si en vez de hacerlo de esta manera, lo hiciéramos de la manera contraria, sabiendo que corremos el riesgo de ser ofendido y sabiendo que habremos de pasar un mal rato, por qué no pensar en perdonar desde antes de que suceda y tratar de entender los motivos de nuestro interlocutor de modo que cuando suceda el famoso hecho, reaccionemos de una manera ecuánime y amorosa. Aun si no nos esperáramos la ofensa de ese alguien, la reacción podría ser la misma si en vez de acudir a nuestro enojo, hacemos un sacrificio y observamos las motivaciones de quien nos ofende y tratamos lejos de solo aguantar, ayudarle a resolver la raíz de su actitud y evitamos que siga haciendo de tal manera. 
Jesús dijo a sus discípulos, si alguno me ama, tome su cruz y sígame, y repito aquel que piense en la cruz como algo doloroso o algo desagradable, esta por completo equivocado, Dios pensó en la cruz como una muestra de amor y así debemos de hacerlo nosotros al perdonar, perdonar es un privilegio y una muestra de que Dios habita en nosotros y podemos compartirlo con otros, tomar nuestra cruz es una oportunidad de ser humildes y sacrificarnos (demostrar amor), tal como Jesús lo fue y lo hizo, no lo cree?

CUANDO TU MUNDO SE ESTREMECE

Cuando los discípulos comenzaron a orar, luego de haber sido liberados tras pasar una noche encarcelados por predicar el evangelio, aquel lugar fue lleno del Espíritu Santo, de manera tal que el lugar tembló.
Cuando algo se estremece, la mayoría de nosotros quiere salir corriendo. Si se está moviendo el piso debajo de nosotros, si se nos está derrumbando la casa encima con tantas situaciones, queremos salir corriendo. Pero, cuando en la palabra de Dios hay un temblor, es porque la manifestación de Dios está a punto de suceder.
Cuando hay estremecimiento en tu vida, es porque Dios va a hacer algo grande.
Cuando tu mundo se estremece es porque ha comenzado la manifestación de la bendición de Dios sobre tu vida. No asocies el estremecimiento con problemas. No asocies el estremecimiento con que algo malo vaya a suceder. El estremecimiento lo que tiene que traer es confianza de saber que Dios está en el asunto, porque lo único que puede mover tu vida es el poder de Dios obrando a favor tuyo.
Cuando el mundo se está moviendo alrededor de nosotros, cuando el piso se está moviendo debajo de nosotros, no es porque nos vayamos a caer o que nuestro mundo se vaya a derrumbar o que nuestra vida se acaba, sino porque Dios ha comenzado a moverse a favor nuestro.
Cuando leemos Hageo, nos damos cuenta que el temblor no es señal de temor, sino que es señal de que la casa está llena de su gloria. Pensamos que el temblor derrumba, pero el temblor no derrumba sino que acomoda, pone las cosas en su lugar, nos enseña que nuestra vida está llena de la gloria de Dios.
Tienes que aprender a orar con la seguridad de que tú estás esperando que se estremezcan las cosas en tu mundo porque, cuando se estremece tu mundo, es porque Dios está haciendo algo. Y, mientras te mantengas orando para que Dios saque los problemas de delante de ti, no serás aprobado, no habrás pasado las experiencias que tienes que pasar para llegar al nivel al que Dios te quiere llevar.
Dentro de ti tiene que construirse la resistencia suficiente para pasar a un nuevo nivel.
La biblia no dice que ores para que el diablo se vaya, sino que dice: Resistid al diablo y huirá de vosotros. Mientras estés orando para que se vayan los problemas, el problema se irá, y delante de ti estará el próximo, porque no has construido la resistencia suficiente para pasar al próximo nivel. Pero, cuando dentro de ti se crea la resistencia suficiente, el enemigo huye de ti.
Hay situaciones que nunca más vas a tener que pasar porque ya tú las pasaste una vez, y las resististe, y ya el enemigo sabe que, en esa área, no te puede tocar.
Tú decides si sigues llevando una vida de oraciones de “Señor, saca” “Señor, quita” “Señor, elimina” “Señor, remueve” o si desarrollas dentro de ti el denuedo que te ayude a resistir en tu matrimonio, que te ayude a resistir en ese negocio, que te ayude a enseñar bien a tus hijos, a levantar bien tu ministerio, a poner tus pies en el lugar correcto, con la palabra correcta, con la confianza de que, cuando se estremece tu mundo no es porque cosas malas estén pasando, sino porque Dios está obrando a tu favor.

ENCRUCIJADA

¿Alguna vez usted ha atravesado por una situación traumática y Dios no le ha dicho nada? ¿Alguna vez ha necesitado de su seguridad y Él ha estado en silencio? Hay momentos en que Él no habla, aunque siempre escucha. 

Él escucha el lloro más silencioso de un corazón destrozado, escondido detrás de una mirada valiente y una determinación desafiante. Escucha un suspiro a las siete de la noche en un departamento, cuando la puerta se abre y llegan los comestibles, y el bebé cargado en brazos cansados. Él escucha el grito de unos pies dolorosos, de una espalda cansada y de una muchacha que no ha tenido tiempo para ella misma. Él escucha, Él escucha; pero algunas veces, no habla.

l reto es adorar a Dios en el silencio. No es suficiente tener amistad con Él cuando está hablando. El reto es seguir teniendo confianza mientras Él permanece en silencio. ¿Que hay en el silencio que causa tanta inquietud a nuestros espíritus? He conocido personas que hablan nerviosamente en un avión a otros que están virtualmente en silencio. Es como si el silencio fuera un gran insulto para toda la humanidad, por lo que los otros solo necesitan escucharlos hablar. He visto personas que no han dicho nada para romper el silencio, sino solo escuchar un gruñido o un suspiro. ¿Que hay en el silencio que intranquiliza el corazón? Cualquier cosa que sea, hay momentos cuando la madre o el padre soltero se pregunta: «Dios, ¿dónde estás en medio de este desafío? Si tú no resuelves esta crisis . . . sólo necesito escuchar que Dios me está prestando atención».

Se preguntan: «¿Me está castigando por mis pecados pasados?». Suspiran: «¿Está castigándome por un momento de pasión?». Hay preguntas que pasan por la mente de los que sienten que la vida ha sido cruel e injusta. Desesperados de luchar y consumidos por sobrevivir, aun el mejor de nosotros desea haber tenido más ayuda. Lo que hace que el lamentable estado de algunos padres solteros sea aún más devastador, es el remordimiento que acompaña la situación difícil que pudo haber sido evitada.
No, la mayoría no se arrepiente del niño. Ellos aman a su hijo. Muchos sienten que él es lo único que queda del amor. Independientemente de como haya sido concebido, “el todavía es mío. Mi error se ha convertido en un milagro”, dice el corazón de una madre que ya no tiene a nadie más a quien amar.

No, no es el hijo quien frecuentemente es rechazado. Es la circunstancia alrededor del niño la que presenta los retos. Es la situación difícil, la lamentable situación difícil que acompaña a los padres solteros, lo que desafía. Es un reto a la seguridad financiera. Un desafío para la viuda o el viudo. Es aún más que eso para el padre de un niño nacido fuera del matrimonio.

De algún modo, las personas reaccionan diferente ante la madre y el niño si las circunstancias que rodean su situación difícil están un poco empañadas. No tienen la menor idea de que aún la plata empañada puede ser rejuvenecida y resplandecer con su brillo original.

¿POR QUE TANTO SUFRIR?

Desde tiempos muy antiguos los hombres se atormentan con preguntas acerca del sufrimiento. ¿De dónde procede y por qué hay que sufrir tanto dolor? 
¿Por qué unos lo pasan peor que otros? 

¿Dónde se halla la razón de que éste nazca con una tara, y aquél pase por la vida sano y fuerte? 

¿Por qué todo ese sufrimiento en las guerras, esa pobreza y esa hambre? En todas las épocas, estos interrogantes estuvieron a la orden del día y atormentaron al espíritu humano. 

Sencillamente, no es posible separarlos de la vida. Nadie puede pasarlos de largo, porque todo el mundo, en sí mismo o a su alrededor, tiene que ver o experimentar tanto dolor.

Preguntas tales como las mencionadas surgen como la cosa más natural y nos preocupan. Además, es preciso añadir que, frecuentemente, nos vemos impotentes porque no podemos echar una mano para cambiar las dificultades. Entonces se nos hace un nudo la garganta y se nos hace insoportable que no haya remedio contra ello. 


¿Qué hacer si, por ejemplo, un recién nacido da señales evidentes de ser un disminuido psíquico? Destrozados y mudos estuvieron los amigos de Job durante siete días junto a él, con los vestidos rasgados y la cabeza cubiertas de cenizas, hechos un espectáculo de miseria. Su compasión por el gran atormentado de Ur era tan grande y su problema les afectó tanto que durante aquel tiempo no pudieron pronunciar ni una palabra. Pero, ¿acaso no se interrogaron por qué su amigo debía sufrir tan desmedidamente?. 

 En cualquier caso, poco después comenzaron a discutir al respecto. ¿Cuál era la explicación de este inescrutable curso de los acontecimientos? ¿Era Dios el que gobernaba? ¿Tenía el Altísimo algo que ver con estas miserias?

El gobierno divino de todas las cosas nos sitúa con frecuencia ante preguntas difíciles. Abraham experimentó este problema. En un momento dado, tuvo dificultades con la actuación de su Dios. El nacimiento del hijo prometido por el SEÑOR se retrasaba y, con el paso de los años, él y su mujer perdieron la esperanza. El camino de Dios se les volvió un enigma y Abram suspiro: “SEÑOR Jehová, ¿qué me darás siendo así que ando sin hijo, y el mayordomo de mi casa es ese damasceno Eliezer?” (cf. Gn. 15:2-3).

Interrogantes y problemas como éstos no les faltaron a los escritores de la Biblia. La Palabra de Dios no oculta la verdad de que el gobierno de Dios a veces nos pone ante lo incompresible. ¿No pregunta el autor del Salmo 42: “¿Por qué te has olvidado de mí? ¿Por qué andaré yo enlutado...?”

Más tarde, también los deportados a Babilonia se hallaron con los mismos problemas. No les pasaron desapercibidos a pesar de su propia ceguera; pero, sin embargo, no entendieron los propósitos de Dios con su pueblo; se preguntaron si algún día le iría bien a Israel, y llenos de dudas se lamentaron: “¿...Mi camino está escondido de Jehová y de mi Dios pasó mi juicio?” (Is. 40:27). En su opinión, el SEÑOR ya no se preocupaba más de su pueblo, y de esta forma se sintieron desasistidos y se atormentaron con la pregunta de cómo era aquello posible. ¡Todo un cúmulo de difíciles interrogantes!

¿DEBE UN CRISTIANO SER MASON?

¿Debe un cristiano ser masón? 

Para poder contestar, necesitamos descubrir lo siguiente:


¿De dónde provino la masonería?
¿Qué creen los masones?


¿En quién podemos confiar para obtener información?


¿Quién es Dios según estas autoridades en quienes muchos confían?


¿Es el Dios de la Biblia el mismo dios de la Masonería?

Al llegar al final de este libro, usted podrá responder estas preguntas personalmente.

ORACION CON ENTENDIMIENTO

Es interesante que cuando oramos, todos pedimos cosas buenas, cosas agradables y cosas que nos hacen sentir bien, independientemente de la condición de nuestro corazón, ya que de alguna manera decimos o sentimos "merecer" algo bueno por el puro hecho de que Dios nos ama, pero pocas veces nos ponemos a pensar en lo que pasaría si Dios realmente nos diera eso que pedimos. 
El pasaje de Éxodo 20:1-11, que nos habla solamente de el 1er mandamiento de Dios, si, aquel de "amarás a tu Dios sobre todas las cosas", solo que aquí describe detalladamente ese famoso "sobre todas las cosas" y nos deja claras las expectativas de Dios al respecto y le pone limitantes a nuestra imaginación, como para que no lo podamos hacer a nuestro modo. La parte que más me emociona del mandamiento es donde Dios nos asegura "Yo soy un Dios celoso", la verdad es que no hay mejor manera de sentirse amado cuando alguien nos cela, cuando alguien no esta dispuesto a compartirnos con nadie y Dios hace precisamente eso, nos deja claro que no está dispuesto a compartir nuestro corazón con nada ni con nadie y la razón es muy sencilla, la santidad. La Biblia nos habla de la santidad de Dios, santidad significa apartado, quiere decir que Dios tiene un corazón apartado puro, limpio y sin mancha, en otras palabras, no existe nada más puro en el universo que Dios y nos previene de que no podríamos ver su rostro pues eso nos ocasionaría la muerte, ya que su santidad es tan absoluta que cualquier impureza en nosotros nos destruiría, de hecho así lo relata la Biblia en el ritual que hacía el Sumo Sacerdote que entraba en la presencia de Dios, éste debía ir impecable, limpio, en lo físico, lo moral y lo espiritual, de lo contrario la santidad de Dios lo fulminaría, al grado que el Sumo Sacerdote entraba en la presencia de Dios con cascabeles atados a sus pies y una cuerda, si se dejaban de escuchar los cascabeles, quería decir que el Sacerdote había muerto y jalaban la cuerda para sacarlo. 
Esto no tiene la intención de asustar a nadie, por el contrario, por el efecto de la sangre de Jesús somos limpiados a tal grado que podemos entrar en la presencia de Dios, en otras palabras, Dios mismo nos dio el medio para que lo hiciéramos, ahora solo tenemos que tener consciencia de ello. Cuando leemos la Biblia, nos damos cuenta que Pablo el Apóstol escribía cartas a "los Santos" y no se refiere a los que están en algunas iglesias como imágenes, sino a aquellas personas que habían aprendido a vivir bajo el efecto de la sangre de Jesús y habían decidido apartar su corazón de manera constante y de manera consciente para Dios de modo que no perdían la condición de recibir el favor de Dios tangible y diferenciarse de los demás. Que es lo que le quiero decir con todo esto?, es sencillo, muchas veces no recibimos lo que pedimos de Dios, porque no tenemos la condición para hacerlo y se lo voy a explicar. 
Mateo 7:6 dice "No deis lo santo a los perros, ni echéis vuestras perlas delante de los cerdos, no sea que las pisoteen, y se vuelvan y os despedacen", y si lo pensamos bien, usted puede poner un pedazo de pan en la boca de un perro o bien puede poner el más delicioso de los cortes de carne, al perro le da igual, lo devora y lo acaba en un segundo sin saborearlo, simplemente porque no conoce la diferencia del valor ni el sabor entre ambos alimentos, es por eso que es mejor alimentarlos con croquetas que tienen los nutrientes que necesitan aunque no se vean ni sepan tan apetecibles, pues muchas veces, así nos portamos nosotros, pedimos a Dios cosas, Él nos da de lo que viene de donde Él habita y lo devoramos de una manera asombrosa e incluso lo desperdiciamos como perros, sin darle el valor adecuado y cuando menos lo notamos, ya se acabó, o peor aún recibimos lo que pedimos, y lo menospreciamos, por lo fácil que lo obtuvimos y no entendemos que viene de parte de Dios y hacemos como describe la cita, como los cerdos. 
Al orar conforme al Padre nuestro, pedimos a Dios que nos dé el pan nuestro de cada día, y a veces ese pan no sabe a mucho, pareciera que nos están dando croquetas, pero no se acuerda del Pueblo de Israel?, los Israelitas fueron tratados como novia y despreciaron a Dios, por tanto tenían que aprender a entender a Dios como tal y lo que viene de Él como su mano, y tuvieron que comer maná durante 40 años, a causa de su corazón, cuando este fue transformado, Dios les dio entrada a la tierra donde fluye leche y miel y de la cual la Biblia relata que había incluso frutos gigantescos. 
 Por tanto, cuando ore a Dios y pida algo, sólo piense que usted no tiene porqué pasar 40 años comiendo algo desabrido aunque nutritivo, piense que la sangre de Cristo y el efecto de la cruz nos limpian y nos dan la condición de la santidad, para con ello poder recibir de lo santo y comer banquetes celestiales todos los días.

CONOCE LA PALABRA

Cuando estudiamos el libro de Hechos, vemos a un Pedro constantemente citando a David. El verso 8 del capítulo 4 dice que Pedro estaba lleno del Espíritu Santo, muy seguramente porque cada vez que Pedro abría la boca lo que salía era el Espíritu Santo, lo que salía era la palabra de Dios.
Los apóstoles confiaban en la palabra una y otra vez. Lo que Pedro tenía dentro de él era lo que salía de él, incluso en los momentos de persecución.
Tenemos que mantenernos confiando en la palabra constantemente.
Si, ante una situación difícil, lo que sale de tu boca son confesiones negativas o las razones por las cuales estás en esa situación, entonces tú tienes que entender que, para que en ti haya denuedo, lo que tiene que salir de tu boca es la palabra de Dios, la confesión de la palabra, lo que tú has recibido de parte de Dios, la convicción que está dentro de ti.
El conocer la palabra de Dios es lo que produce en ti denuedo.
El denuedo es aquella fuerza que te mantiene firme, que te da la paz que sobrepasa todo entendimiento, como dice la biblia. Esta es la paz que puedes experimentar, aún cuando se supone que no estés en paz. Pero esa es la paz que se deposita en tu vida, cuando dentro de ti hay suficiente palabra para entender que no tienes que pedir que el problema se vaya, y para entender que tú tienes la fuerza suficiente, la palabra suficiente como para sobrellevar cualquier problema.
Si tu situación es económica, tu confesión debe ser que Dios suplirá todas tus necesidades conforme a sus riquezas en gloria, porque así lo dice la palabra, y porque el Dios al que le servimos sigue siendo el dueño del oro y la plata. En medio de los problemas tú tienes que comenzar a citar la palabra, tienes que pararte firme, tienes que decir como dijo David: No seremos conmovidos ante esta situación; mis pies están plantados; Jehová es mi Pastor, y nada me faltará.

DIAGNOSTICO ESPIRITUAL

Una excelente exposición crítica y bíblica POR A.W. TOZER, en donde contrasta las realidades eclesiásticas que se están viviendo en nuestros dias con las exigencias que la biblia presenta y demanda

Felicidad vs. Santidad

Demasiado a menudo se presenta al evangelio como un medio para obtener la felicidad, la paz mental y la seguridad. Incluso están aquellos que usan la Biblia para relajarse, como si fuera una droga.

Se descubrirá cuánta equivocación hay en todo esto, sencillamente, leyendo el Nuevo Testamento completo y meditando en él. Allí, el énfasis no radica en la felicidad, sino en la santidad. Dios se preocupa más por el estado del corazón de las personas que por el estado de sus sentimientos.

Sin lugar a dudas, la voluntad de Dios, finalmente, trae felicidad a aquellos que le obedecen, pero lo más importante no es cuán felices seamos sino cuán santos somos.


Más que una invitación a la tranquilidad

Como creyentes deberíamos estar prevenidos de que toda apelación al público en el nombre de Cristo que no va más allá de una invitación a la tranquilidad, debe ser reconocida como simple humanismo con unas pocas palabras acerca de Jesús puestas allí para hacer parecer que pertenece al cristianismo.

¿No es extraño que nos atrevamos, sin sentir vergüenza, a alterar y cambiar las palabras de Cristo mientras les hablamos de Cristo a aquellas mismas personas por quienes él murió? ¡Cristo llama a los hombres a llevar una cruz; nosotros los llamamos a que se diviertan en su nombre!

El los llama a abandonar el mundo, y nosotros les aseguramos que si tan sólo aceptan a Jesús el mundo será su ostra. Él los llama a sufrir, y nosotros les decimos que disfruten de todas las comodidades burguesas que ofrece la civilización moderna. Él los llama a negarse a sí mismos y a morir; nosotros los invitamos a esparcirse como árboles verdes de laurel o quizás a convertirse en estrellas de un despreciable zodíaco religioso de quinta categoría. Él los llama a una vida de santidad; nosotros los llamamos a una felicidad barata que el menor de los filósofos estoicos hubiera rechazado con desprecio.

Verdaderamente cristiano es solamente aquello que concuerda con el espíritu y las enseñanzas de Cristo. Todo lo que sea extraño al Espíritu del Varón de dolores y contrario a las enseñanzas y prácticas de sus apóstoles es anticristiano, sin importar de dónde emane.


Sentimentalismos

La venida de Jesucristo al mundo se ha sentimentalizado tanto que ahora es algo completamente apartado de la enseñanza bíblica al respecto. En la mente de millones de personas, se ha sustituido la misericordia de Dios por una delicada compasión humana, compasión que hace tiempo se ha degenerado en auto-compasión. De alguna manera, se ha pasado a Dios la culpa por la condición del hombre, y la muerte de Cristo por el mundo se ha torcido interpretándose como un acto de penitencia de parte de Dios. En el drama de la redención, se ve al hombre como una Cenicienta que por largo tiempo ha sido oprimida y maltratada, pero ahora, mediante las heroicas acciones del Hijo más noble de la tierra, está por ponerse sus radiantes vestiduras y convertirse en una reina. Esto es humanismo, ¡teñido romanticamente con algo de cristianismo!


Que salga mi reino...venga el tuyo

¿Cuántos cristianos hay que todos los domingos en la iglesia oran: «Venga tu reino; hágase tu voluntad», sin darnos cuenta de las implicaciones espirituales de esta intercesión? ¿Para qué estamos orando?

Para que esta oración se convirtiera en una confrontación deberíamos corregirla de la siguiente manera: «Salga mi reino, venga el tuyo.» El reino de Dios nunca puede consumarse en mi vida hasta que mi reino egoísta haya sido depuesto. Cuando yo renuncie, cuando no sea más rey de mis dominios, entonces Jesucristo podrá convertirse en rey de mi vida».


El peligro de la autocomplacencia

La mayoría de los grandes maestros de la vida profunda tales como Fenelon, Molinos, Juan de la Cruz, Madame Guyon y otros tantos, han advertido acerca de las experiencias seudorreligiosas que producen mucha alegría carnal pero que alimentan la carne y envanecen el corazón con amor propio.

He aquí una buena regla: Nada que provenga de Dios apelará a mi orgullo o a mi autocongratulación. Si me siento tentado a sentir complacencia o superioridad a causa de una experiencia espiritual avanzada, inmediatamente debo caer de rodillas y arrepentirme. ¡He caído víctima del enemigo!


Adoración

Debo ser fiel a lo que sé que es verdad, por lo tanto, debo decirles que si no adoran a Dios los siete días de la semana, no podrán adorarle un día. En el cielo no existe tal cosa como adoración dominical, a menos que esté acompañada por la adoración del día lunes, del martes, y del resto de la semana.


Fe y confesión

La Biblia une la fe a la expresión, y una fe que nunca se expresa no es bíblica. Se nos dice que debemos creer en nuestro corazón y confesar con nuestros labios que Jesucristo es el Señor, y que así seremos salvos. En mi opinión, hermanos, creo que el cristianismo silencioso, callado, hay algo que anda mal.

Dios nos ha dado a cada uno de nosotros una boca, y quiere que la usemos para expresar algunas de las maravillas que se generan dentro de nuestro ser. Esta silenciosa religión que se disculpa diciendo: «No tengo nada que decir», no encuadra con la visión de los seres celestiales que dicen con sus voces: «¡Santo, santo, santo!». Tú puedes decir: «Bueno, yo adoro a Dios en mi corazón». Dudo que lo hagas. Me pregunto si simplemente no estás excusando el hecho de que no has generado el suficiente calor espiritual como para abrir tu boca.


La vida cristiana es un milagro

La iglesia cristiana está llamada a vivir en un plano tan alto que ningún ser humano puede vivir de esa manera por su propia habilidad y poder. El cristiano más humilde está llamado a vivir un milagro, una vida que es moral y espiritual, con tal intensidad y pureza que ningún ser humano podría vivirla, sólo Jesucristo puede hacerlo. Él quiere que el Espíritu de Cristo venga sobre su pueblo, una invasión de lo alto que nos afecte mental, moral y espiritualmente.


El oso y el cordero

Esperar de las naciones una conducta que sólo es posible en los seguidores de Cristo que han sido regenerados y purificados, es confundir la verdad del cristianismo y esperar que suceda lo imposible. En las Escrituras, las naciones de la tierra se simbolizan con un león, con un oso y con un leopardo.

Los cristianos, en opuesto contraste, son comparados con pacíficos corderos en medio de lobos, que pueden sobrevivir únicamente permaneciendo cerca del Pastor. Si no es posible que el cordero actúe como el oso, ¿por qué vamos a esperar que el oso actúe como un cordero?

Sería bueno que los cristianos escucháramos menos a los nuevos comentaristas y más a la voz del Espíritu Santo.


Caricatura de Cristo

Confieso que me siento incómodo por las cosas que escucho que se dicen de lo que Cristo hace por la gente en estos días. Generalmente, se lo recomienda como alguien maravillosamente pero que no es demasiado capaz de discernir, que se deleita en ayudarnos a lograr nuestras metas, y que luego nos hace el favor de abstenerse de hacer preguntas molestas en cuanto a las cualidades morales y espirituales de esas metas.

En nuestro deseo de conducir a la gente a «aceptar» a Cristo, muchas veces nos sentimos tentados a presentar a un Cristo que es poco menos que una caricatura de «aquello santo» que fue concebido por el Espíritu Santo, nacido de la virgen María, que fue crucificado y resucitó al tercer día para ocupar su lugar a la diestra de la Majestad en las alturas.


Milagros y maravillas organizados

En los círculos evangélicos generalmente surge la pregunta: ¿Por qué no suceden más milagros y maravillas en nuestro medio a través de la fe?

En nuestros días, todo parece ser comercializado, y debo decir que no creo en las maravillas y en los milagros que pertenecen a organizaciones y corporaciones. «Asociación de milagros» – no me interesa. «Asociación de sanidad» – tampoco me interesa. «Asociación de evangelismo» – ninguna de éstas me interesan.

Tengo mis dudas acerca de las señales y maravillas que necesitan ser organizadas, que demandan un presidente, una secretaria, y un gran camión con luces y cámaras. ¡Dios no está en eso!

Pero el hombre de fe puede irse solo al desierto y allí ponerse sobre sus rodillas, y dar órdenes al cielo. ¡Dios está allí! El cristiano que está dispuesto a retirarse a un lugar adonde pueda obtener la respuesta de Dios, y solamente de Dios, ¡encontrará al Señor allí!

Pero no tiene sentido que tratemos de ocultar el hecho de que entre nosotros se hacen gran número de oraciones que no cumplen su propósito, ¡nunca traen nada de vuelta! Es como enviar a un granjero al campo sin arado. ¡No es de asombrarse que la obra de Dios no avance!


Filosofía especializada en trivialidades

Si la iglesia fuera un cuerpo puro, lleno del Espíritu, totalmente guiado y dirigido por consideraciones espirituales, con seguridad, los hombres y las mujeres más santos y más puros serían los más apreciados y honrados, pero sucede exactamente lo contrario. Ya nadie valora la santidad, excepto los muy ancianos o los que están muertos.

Las almas de los santos son olvidadas en el remolino de la actividad religiosa. Se procura todo lo ruidoso, lo que hace valer sus derechos, lo que entretiene, y se lo recompensa de todas las formas posibles, con regalos, con multitudes, con ofrecimientos y publicidad. Aquellos que se parecen a Cristo, los abnegados, los que pertenecen a otro mundo son empujados hacia un lado para dar lugar al último hombre mundano que generalmente tiene poco de convertido y mucho de mundano.

Toda esta filosofía ciega que ignora las cualidades eternas y que se especializa en trivialidades es una forma de incredulidad. Estos cristianos que representan tal filosofía están reclamando una recompensa presente; son demasiado impacientes como para esperar el tiempo del Señor. El verdadero santo ve más allá de esto; poco le importan los valores pasajeros; él mira ansioso el día en que las cosas eternas sean reconocidas, y en que todo lo que importe sea la santidad.

El cristiano sabio estará satisfecho de esperar ese día, y mientras tanto servirá a su generación en la voluntad de Dios.


Teoría vs. práctica

La evidente disparidad entre la teología y la práctica, en quienes profesan el cristianismo, es un mal más destructor, en cuanto a los efectos que tiene sobre la religión cristiana, que el comunismo y el liberalismo combinados.

En la iglesia, es tan grande la brecha que separa la teoría de la práctica, que algún extraño curioso que eche un vistazo a ambas no podría soñar que existe alguna relación entre ellas. Un observador inteligente de nuestro cuadro humano, que escuchó el sermón del domingo por la mañana, y por la tarde observó la conducta de aquellos que habían oído el sermón, llegaría a la conclusión de que habría estado examinando dos religiones distintas y contrarias.

La iglesia promedio, sencillamente, no se anima a cotejar sus prácticas con los preceptos bíblicos. Es posible que la mente dé su aprobación y que las emociones disfruten, mientras que la voluntad arrastra sus pies y se rehúsa a seguir adelante. Y como Cristo apela a la voluntad, ¿no tenemos justificadas razones para preguntarnos si estas almas divididas alguna vez se han entregado verdaderamente al Señor?


Popularidad vs. excelencia

Los cristianos han caído en el hábito de aceptar a los más ruidosos y a los más destacados entre ellos como los mejores y los más grandes. Ellos también han aprendido a igualar la popularidad con la excelencia. En abierto desafío al Sermón del monte, los cristianos han dado su aprobación a quienes hacen sentir sus derechos en lugar de los mansos; a los seguros de sí mismos, en lugar de a los que lloran; a los cazadores de publicidad que buscan estar en los titulares, en lugar de los puros de corazón que ven a Dios.


Enseñanza bíblica vs. Enseñanza espiritual

Algunos lectores pueden alarmarse ante la sugerencia de que existe una diferencia entre poseer «enseñanza bíblica» y poseer «enseñanza «espiritual». ¡Sin embargo, es así!

Es muy posible tener instrucción sobre los rudimentos de la fe y, sin embargo, no tener una verdadera comprensión de todo el asunto. Y es posible convertirse en un experto en doctrina bíblica y no tener iluminación espiritual, con el resultado de que un velo permanece sobre la mente impidiendo que ésta aprehenda la verdad en su esencia espiritual.


Test para medir experiencias espirituales

La persona que busca las mejores cosas de Dios, siempre está deseosa de escuchar a todo aquel que ofrece una nueva manera de obtenerlas. He conocido a cristianos que fueron conducidos a experiencias emocionales que estaban más allá de su poder de comprensión, y han preguntado ansiosamente si esta experiencia provenía de Dios.

La primera prueba debe ser: ‘¿Qué ha aportado esta experiencia a mi relación con el Señor Jesucristo y a mi actitud hacia él? ¿Amo más a Dios? ¿Jesucristo es todavía para mí el centro de toda doctrina verdadera? ¿Todavía estoy de acuerdo con que todo lo que tienda a hacer que Jesucristo sea menos de lo que Dios ha declarado que es, debe ser rechazado?’. Otra vez: ‘¿Cómo ha afectado mi actitud hacia las Sagradas Escrituras? ¿Este nuevo punto de vista de la verdad brota de la misma Palabra de Dios o es el resultado de algún estímulo ajeno a la Biblia?’.


Programa vs. expectativa

Una característica que escasea en la iglesia promedio de hoy en día es la de la expectativa espiritual. Cuando los cristianos se reúnen, no esperan que suceda nada fuera de lo común; consecuentemente, sólo sucede lo habitual, y esto es tan predecible como la puesta de sol.

La expectativa de la iglesia cristiana sigue al programa y no a las promesas. Los agobiados esclavos de la aburrida rutina encuentran que es imposible esperar algo mejor. Actualmente necesitamos un espíritu fresco de expectativa que emane de las promesas de Dios. Debemos declararle la guerra a este espíritu de apatía, y reunirnos con fe infantil. Sólo entonces podremos conocer nuevamente la belleza y la maravilla de la presencia del Señor entre nosotros.


La verdadera iglesia no está muerta

Existe una noción generalizada según la cual el cristianismo está en sus últimos suspiros, demasiado débil o casi muerto. En la mente de muchos que no comprenden el cristianismo, la principal prueba de su muerte es el hecho de que cuando el mundo más lo necesitaba, no ha provisto un liderazgo.

Permíteme decirte que aquellos que se han adelantado a enterrar la fe de nuestros padres han hecho la cuenta sin el huésped. De la misma manera en que una vez enterraron a Cristo con la plena certeza de que se habían librado de él, así su iglesia ha sido puesta a descansar un sinnúmero de veces. Y de la misma manera en que Jesús desconcertó a sus enemigos levantándose de la muerte, así la iglesia ha confundido a los suyos resurgiendo nuevamente a una vida vigorosa, una vez que le habían rendido todas las exequias sobre su ataúd y habían derramado las lágrimas de cocodrilo sobre su tumba.

La verdadera iglesia es quien repone la vida de Dios entre los hombres, y si en algún lugar esta frágil vasija se rompe, esa vida surgirá por algún otro lado. De esto podemos estar seguros.


Entrenamiento y exhibición

Algunas iglesias entrenan a sus ujieres y recepcionistas para sonreír, mostrando la mayor cantidad de dientes posible: pero yo puedo presentir esta clase de exhibición, y cuando me saluda un hombre que sonríe porque lo han preparado para esa tarea, sé que estoy estrechando la aleta a una foca entrenada.

Pero cuando en una congregación existe la calidez, el deleite y el gozo del Espíritu Santo, y sus miembros son espontáneamente alegres y no pueden esconder la sonrisa de felicidad, el resultado es una maravillosa influencia sobre los demás.


La iglesia es celestial

La clase de cristianismo que descansa en la influencia de su poder humano y terreno enferma a Dios, porque la iglesia de Jesucristo es una institución celestial.

Debemos esforzarnos porque nuestras creencias y prácticas sean neotestamentarias en su contenido. Debemos enseñar y creer las verdades del Nuevo Testamento sin que se infiltren cosas del exterior.

Debemos mantener saludable nuestra parcela de plantío divino, y existe una sola manera de hacerlo: ¡Permanecer fieles a la Palabra de Dios! Constantemente debemos remitirnos a los fundamentos, y hacer que la Palabra more en la iglesia.


Oración vs. Obediencia

¿Has notado cuánto se ha orado últimamente por un avivamiento y cuán poco se ha obtenido? Yo creo que nuestro problema es que hemos estado tratando de sustituir la obediencia por la oración, y esto sencillamente no funciona. Una iglesia, por ejemplo, sigue sus tradiciones sin pensar demasiado si éstas están de acuerdo a las Escrituras o no. O se rinde a la presión de la opinión pública y se deja llevar por tendencias populares que la apartan del modelo del Nuevo Testamento. Entonces, los líderes notan una falta de poder espiritual entre la gente y comienzan a inquietarse por eso. ¿Qué hacer? ¿Qué pueden hacer para que bajen lluvias refrescantes que vivifiquen sus almas desfallecidas?

En su concepto, ya tienen la respuesta. Los libros les dicen qué hacer: ¡Oren! El evangelista que está de paso conforma lo que los libros dicen: ¡Oren! Por lo tanto, el pastor llama a la gente a orar. Frente al entusiasmo de la misma, parecería por un momento que el avivamiento está en camino. Pero como no llega, el celo por la oración comienza a decaer. Pronto, la iglesia vuelve a su condición anterior y el desaliento se apodera de cada uno. ¿Qué es lo que ha estado mal?

Simplemente esto: Ni los líderes ni la gente ha hecho ningún esfuerzo por obedecer a la Palabra de Dios. A ellos les parece que toda su debilidad está basada en no orar lo suficiente, cuando realmente y de muchas maneras, eran deficientes en el vital asunto de la obediencia.


Adaptándose a la gente

Uno de los errores más populares, y del cual surge la mayor parte de la ruidosa y tumultuosa actividad religiosa en los círculos evangélicos, es la noción de que así como los tiempos cambian, la iglesia debe cambiar con ellos. Los cristianos deben adaptar sus métodos de acuerdo a las demandas de la gente.


Evangelismo contemporizador

Cualquier evangelismo que apele a los intereses comunes y a las disertaciones sobre los asuntos de actualidad para establecer un campo común donde el pecador se pueda sentir como en casa, es tan falso como lo eran los altares de Baal.

Cualquier esfuerzo por suavizar el camino del hombre y por quitar la culpa y la vergüenza, es algo peor que tiempo perdido, es malo y peligroso para las almas de los hombres.


Éxito y fracaso

¿Por qué será que la que se profesa como iglesia cristiana parece haber aprendido tan poco acerca de la sencilla enseñanza de nuestro Señor con respecto al éxito y al fracaso humanos?

Todavía vemos como ven los hombres y juzgamos de acuerdo a los juicios de los hombres. ¿Cuánto trabajo inútil, en el nombre de la religión, se hace basado en el deseo carnal de obrar bien? ¿Cuántas horas de oración se pierden rogando a Dios que bendiga proyectos que están destinados a glorificar a los pequeños hombres? ¿Cuánto dinero que le pertenece a Dios se vierte en hombres que, a pesar de su apelante tono de voz no procuran otra cosa más que lograr un espectáculo agradable en la carne?

El verdadero cristiano debe apartarse de todo eso. Ningún hombre puede ser merecedor del éxito hasta que no esté dispuesto a fracasar. Ningún hombre es moralmente merecedor del éxito en las actividades religiosas hasta que no esté dispuesto a que otro reciba el honor del éxito, si Dios así lo desea.

Dios permitirá que su siervo tenga éxito cuando lo haya disciplinado a tal punto que no necesite del éxito para ser feliz. El hombre que se siente gozoso cuando triunfa y frustrado cuando fracasa, todavía es un hombre carnal.

Nuestro honor se halla basado en ser justamente lo que Jesús fue y es; en ser aceptados por aquellos que lo aceptaron a él, rechazados por aquellos que lo rechazaron a él, y amados por aquellos que lo amaron. ¿Qué gloria mayor puede alcanzar un hombre?


Fe y razón

El testimonio de la iglesia cristiana es más efectivo cuando se declara en lugar de explicarlo, porque el evangelio apela a la fe y no a la razón. Lo que puede ser aprobado no necesita fe para ser aceptado, y la fe descansa en el carácter de Dios, no en las demostraciones de un laboratorio o de la lógica.

La cruz se yergue en abierta oposición al hombre natural. Su filosofía es contraria a los procesos de la mente no regenerada, de tal manera que Pablo pudo decir lisa y llanamente que el mensaje de la cruz es locura para los que se pierden. Tratar de encontrar un punto común entre el mensaje de la cruz y la razón del hombre caído sólo puede resultar en una razón empeorada, una cruz carente de significado y un cristianismo sin poder.


Estrellas religiosas

Creemos que el movimiento evangélico continuará apartándose más y más de la posición neotestamentaria, a menos que sus líderes dejen de ser las estrellas religiosas modernas, para convertirse en los modestos santos que no desean alabanza y no buscan una posición, sino que se sienten felices cuando toda la gloria se atribuye a Dios y ellos son olvidados.


Verdad objetiva y vida

Mucho de lo que se transmite como cristianismo neotestamentario es poco más que verdad objetiva endulzada con canciones y sazonada con entretenimientos religiosos. Corro el riesgo de que se me interprete mal cuando digo que probablemente ninguna otra porción de las Escrituras se puede comparar con las epístolas de Pablo cuando se trata de formar santos artificiales. Pedro advierte que los indoctos e inestables torcerían los escritos de Pablo para su propia destrucción, y con sólo visitar un estudio bíblico promedio, y escuchar algunas conferencias, nos daremos cuenta de lo que quiero decir.

Lo nefasto del caso es que las doctrinas del apostol Pablo se pueden enseñar siendo completamente fieles al texto, sin hacer que los oyentes sean una pizca mejor de lo que son. El maestro puede, y a menudo lo hace, enseñar la verdad de tal manera que los oyentes queden sin un sentido de obligación moral.

Una de las razones para el divorcio entre la verdad y la vida puede ser la falta de iluminación del Espíritu. Otra es, con seguridad, que los maestros no desean meterse en problemas. Cualquier hombre con dones para el púlpito puede seguir adelante con una congregación promedio si tan sólo los «alimenta» y los deja seguir solos. ¡Dales mucha verdad objetiva y nunca insinúes que están equivocados y que deben cambiar, y así los tendrás contentos!

Pero el hombre que predique la verdad y la aplique a las vidas de sus oyentes sentirá los clavos y las espinas. Tendrá una vida dura, ¡pero gloriosa!


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(Fragmentos tomados de "Manantiales de lo Alto").
Artículo Publicado originalmente en Redescubriendo las sendas
Usado con permiso. Que el Señor bendiga y edifique la vida espiritual de cada lector que llegue a este escrito.