DOCTRINA BIBLICA


Este libro es un compendio de la sumamente recomendada Teología Sistemática de Grudem, el cual abarca la mismas cuestiones esenciales de la fe, dándole una firme comprensión sobre siete tópicos claves:

• La doctrina de la Palabra de Dios
• La doctrina de Dios
• La doctrina del hombre
• Las doctrinas de Cristo y del Espíritu Santo
• La doctrina de la aplicación de la redención
• La doctrina de la iglesia
• La doctrina del futuro

Este libro se caracteriza por su claridad, su fuerte énfasis espiritual, su minuciosidad en cada detalle y su referencia a temas actuales como la guerra espiritual y los dones del Espíritu. Es fácil de comprender y cuenta con sólidas respuestas bíblicas a sus preguntas más importantes.

ENCUENTRA AL JESUS VERDADERO


La imagen histórica de Jesús se ha visto bajo una variedad de mordaces ataques en años recientes. Sin embargo, ¿cuán creíbles son los críticos y las alternativas que ofrecen? Como hallar al Jesús real provee respuestas informadas a los argumentos actuales más fuertes contra el Jesús del cristianismo.

¿Quién fue Jesús en realidad?

Durante siglos, la iglesia a cristiana ha enseñado que Jesús es el Hijo divino de Dios, crucificado por los pecadores y resucitado de los muertos. Sin embargo, en años recientes la imagen de Jesús se ha visto bajo el fuerte ataque de fuentes que van desde los eruditos entendidos, los sabihondos de la Internet, hasta los historiadores populares y otros. Las nuevas representaciones de Jesús parecen persuasivas. Uno no puede dejar de preguntarse:

¿Copió el cristianismo meramente sus creencias de mitologías anteriores?

¿Suprimió la iglesia cristiana Evangelios alternos?

¿Será verdad que Jesús nunca murió en la cruz por los pecadores ni resucitó de los muertos?

¿Está el Nuevo Testamento plagado de errores de un modo irremediable?

Lee Strobel, autor de éxitos de librería según el New York Times, le ayuda a hacer la separación entre la verdad y la propaganda exagerada de los medios de comunicación, la sólida erudición y el prejuicio, y los hechos y la especulación. Hurgando debajo de la superficie, este libro provee respuestas creíbles e informadas a las preguntas actuales más apremiantes acerca de Jesús.

EL CASO DE CRISTO



Si usted fuera periodista, ¿cómo enfrentaría las noticias de una historia tan grande que podría eclipsar por completo a todos los demás hechos del mundo?

¿Cómo llevaría a cabo su investigación?

¿Cuántas preguntas capciosas haría?

¿Con cuánta cautela consultaría a los grandes expertos para obtener detalladas y veraces respuestas?.

Un experimentado periodista va en busca del gran suceso de la historia.

El proyecto: Determinar si hay evidencia creíble de que Jesús de Nazaret es en verdad el Hijo de Dios.

El reportero: Lee Strobel, educado en la Facultad de Leyes de la Universidad Yale, antiguo editor legal del periódico Chicago Tribune y ganador de varios reconocimientos, con antecedentes de ateísmo.

Los expertos: Doce eruditos, con doctorados de las universidades de Cambridge, Princeton, Brandeis y otras prominentes instituciones, a quienes se les reconoce como autoridades sobre la vida de Jesús.

La historia: Al volver sobre su trayectoria espiritual, Strobel interroga a los expertos con preguntas difíciles y bien directas:

¿Qué tan confiable es el Nuevo Testamento?

¿Existe evidencia extrabíblica acerca de Jesús?

¿Hay alguna razón para creer que la resurrección fue es verdad un hecho histórico?...

Este atrayente e impactante libro no es una novela; es una búsqueda sin reservas de la verdad acerca de una de las figuras más apasionantes de la historia, al final, el lector determinará el veredicto en El caso de Cristo.

EL EVANGELIO DE JONAS...


Simplemente dejaron la piedra en el suelo cuando Jesús les dijo: "el que de vosotros esté sin pecado arroje la primera piedra" (Jn 8:7).

Esos judíos que pretendían acabar con la mujer que fue sorprendida en el acto del adulterio no pensaban jamás en lo que haría el Maestro: mandarlos a la casa por hipócritas e inconsecuentes. Jesús había enseñado que todo el que miraba una mujer para codiciarla, ya había adulterado en su corazón (mt 5:28), en otras palabras, puso el adulterio del corazón al mismo nivel del adulterio físico. Es entonces que el mensaje de Jesús hacía que la gente lo quisiera abandonar, que ya no quisieran seguirlo porque ese maestro era demasiado exigente y extraño: no condenaba a los que esperaban o merecían, a los ojos de ellos, condenación: a Mateo, recaudador de impuestos, lo hizo su discípulo; perdonó a una mujer sorprendida en el acto de adulterio, y con razón le decían que era amigo de pecadores y rameras, y él, lejos de incomodarse, confiesa que las rameras y los publicanos heredarían primero el reino de los cielos (Mt 21:31).


El Problema de esos judíos, era que habían aprendido el Evangelio según Jonás. Ese evangelio del cual el profeta se enoja porque Di-s no castiga a la ciudad. Jonás dice a Dios:"por eso me apresuré a huir a Tarsis, porque sabía que tú eres dios clemente y piadoso, tardo en enojarte, y de grande misericordia, y que te arrepientes del mal". Ese evangelio que espera "el juicio" para los pecadores (¿y nosotros acaso no lo somos?), ese evangelio que se olvida que Jesús vino " a buscar y salvar lo que se había perdido"; ese evangelio en que Jesús dijo con fuerza que "no he venido a condenar al mundo", si no a salvar al mundo. En otras palabras, los judíos tenían un evangelio de juicio. Por eso Pablo en Romanos acusa a los judíos y a los gentiles que todos son pecadores, que el haber recibido la ley no los hace santos por antonomasia. Claramente les dijo: "tú que dices que no hay que hurtar, ¿hurtas?; tú que dices que no hay que mentir: ¿mientes? tú que dices que no se debe violentar a las personas ¿las violentas?, y podemos seguir. Termina Pablo señalando con implacable fuerza:"¿qué pues? ¿somos nosotros mejores que ellos? En niguna manera, pues ya que hemos acusado a judíos y gentiles que todos están bajo pecado" (Rom 3:9). Pablo se encargó de dejar en claro que los gentiles y los judíos, todos por igual, son pecadores delante de Dios.

El evangelio según Jonás era fuerte en Israel, ahora con la secta de los fariseos se había propagado y la gente que ignoraba las escrituras era presa fácil de la opresión de ellos. Tenían el monopolio de la religión y se escandalizaban de ese Maestro de la tribu de Judá que acababa de decir a una mujer que fue sorprendida en adulterio: ¿dónde están los que te acusaban? ¿ninguno te condenó? Ni yo te condeno, tus pecados te son predonados, vete y no peques más (Jn 8:10-11). No era posible que Jesús amara a los pecadores y se relacionara con ellos. Eso iba en contra de su concepto de santidad,no contra la santidad de Jesús.

El evangelio según Jonás es un evangelio que busca el juicio y la destrucción de los pecadores, pero se olvida, ese Jonás, que también es pecador. Jonás contiende con Dios por que no destruye a Nínive. Dios , con una calabacera le da una lección: Tuviste tú lástima de la calabacera, en la cual no trabajaste, ni tú la hicite crecer; que en espacio de una noche nació, y en espacio de otra noche pereció. ¿No tendre yo piedad de Nínive (...) donde hay más de ciento veinte mil personas que no saben discernir entre su mano derecha y su mano izquierda, y muchos animales?

Dios muestra a Jonás que si bien es cierto lo mandó a predicar juicio, no era destrucción lo que Él procuraba, ¡no! Dios quería el arrepentimiento de la ciudad. más que la destrucción. Dice el texto 2: 10: Y vio Dios lo que hicieron, que se arrepintieron de su mal camino; y se arrepintió del mal que había dicho que les haría, y no lo hizo. eso hizo enfadar a Jonás. Esa misma actitud divina dejó estupefacto a Pedro, cuando sólo un par de días de haber negado Pedro a Jesús, este último le dice: Pedro ¿me amas?... no lo condenó, no le dijo eres un maldito traidor; no le dijo tú me abandonaste, me dejaste solo, me dejaste como todos!!!...¡no!!, le preguntó si a pesar de sus errores, a pesar de la traición y negación aun lo amaba. Si a pesar de que se le había acabado el crédito moral aun quería seguir adelante. Si ese Jesús tuviera el evangelio según Jonás, ya Pedro estaría muerto y no habría sido nunca el Apóstol que la gente la gente esperaba que a lo menos su sombra la tocase para ser sanada.

Volviendo a Jesús, llama la atención el texto que dice que acusados por su conciencia, dejaron la piedra y se fueron. El problema de ellos es que su conciencia solo les servía para acusar a otros pero no para señalarles a si mismo su pecado. era necesario que su conciencia les acusara a ellos mismos de sus pecados, pero como eran tan "santos", tan rectos, tan buenos, su conciencia no les decía nada con respecto a sus propios pecados. Si Dios ha venido a nuestras vidas, no es para que señalemos el pecado de otros, sino el pecado propio, y eso pocos lo han aprendido. ¿Y qué de predicar la palabra, dura cómo es? Hay que predicar, hay que anunciar al mundo su pecado, hay que predicar el juicio que anuncian las escrituras. Pero hay que predicar como lo señala Ezequiel:"porque no quiero la muerte del que muere, convertíos y vivireis" (Ez 18:32). O como Amós: "Buscadme y viviréis" (Amós 5:4). El evangelio según Jonás es más popular que el evangelio de Cristo, porque nos presenta ante nuestras propias conciencias como justos, y eso es mentira. Ninguno es Justo, todos pecamos, y condenar a Nínive, condenar a los que no son como nosotros, sino que en muchos casos son mejores que nosotros, es un error garrafal. Jesús dijo "la palabra que yo os he hablado los juzgará en el día postrero.

Los detractores del evangelio de Cristo seguramente me acusarán de ser condescendiente con el pecado, pero no es así. pablo dijo claramente en Romanos 6:1: ¿perseveraremos en el pecado para que la gracia abunde? En ninguna manera, responde el apóstol. no es un llamado a practicar el pecado, ni una amonestación a no denunciar la maldad de los hombres. Si quieren saber a que es este llamado. es un llamado de atención a revisar nuestras prácticas evangélicas que nos tienen en un sillón de juez, olvidando que el único que está sentado en un trono alto y sublime es Dios. Olvidan muchos que Dios no quiere destruir al hombre, quiere que el hombre se vuelva de su mal camino. Si ellos, como Jonás, estuvieran en el lugar de Dios, destruirían Nínive. Destruirían a los que pecan y son sorprendidos en el pecado. Porque así como Jonás no trabajó ni creó la calabacera, tampoco ellos han creado y dado vida al mundo, Sólo Dios es creador, y él sabe que tan preciadas son las almas que creó, tanto las amó, que envió a su único hijo a tomar el lugar de los pecadores en una vergonzosa cruz.

Que prevalezca el evangelio de Jesús, y se olvide el de Jonás.

"¡Ay de vosotros escribas y fariseos hipócritas! porque diezmais la menta y el comino, y dejáis lo más importante de la ley: la justicia y la misericordia y la fe. Esto es necesario hacer, sin dejar de hacer aquello". (mt 23:23, Jesucristo, Dios hecho hombre y único mediador por los pecadores).

DANIEL Y EL REINO MESIANICO



Daniel, ahora con un comentario mas claro y expositivo.


El libro de Daniel es sin duda, uno de los libros de la Biblia mas difíciles de entender. Quizá no hay otro libro del canon sagrado que haya sido atacado mas enconadamente que el de Daniel. Sus profecías han recibido toda clase de interpretación.

Francisco Lacueva en el prólogo de esta obra, dice que este comentario va a ser de enorme provecho a todos los estudiantes de la profecía, por la rectitud de su línea exegética, por la constante apelación al original hebreo y arameo, por la claridad de la exposición y por la enorme erudición bibliográfica.

LA REDENCION CONSUMADA Y APLICADA


La redención ocupa un lugar central en la fe cristiana, porque nace del amor soberano y gratuito de Dios, tal como lo establece claramente esta universalmente conocida cita bíblica: Porque de tal manera amó Dios al mundo, que dio a su Hijo unigénito, para que todo el que cree en él no se pierda, sino que tenga vida eterna.


Desde tiempos del apóstol Pablo, cristianos pensantes han considerado que esta cita bíblica inicia, en lugar de concluir, el debate del tema de la redención. Sin embargo, son contados los eruditos contemporáneos que han explorado los pasajes bíblicos que se refieren a la necesidad, la naturaleza, la perfección y el alcance de la redención con el mismo grado de precisión y profundidad que logra el Profesor Murray.

La segunda parte de esta obra trata con los diferentes pasos que se deben identificar en la Biblia, en cuanto a cómo la redención consumada por Cristo se aplica progresivamente en la vida de los redimidos. Se ofrecen exposiciones útiles de la enseñanza bíblica en cuanto al llamamiento, la regeneración, la fe y el arrepentimiento, la justificación, la adopción, la santificación, la perseverancia, la unión con Cristo y la glorificación.

EVENTOS DEL PORVENIR


Este libro es una obra de referencia enciclopédica en profecía bíblica, altamente exitoso. Explora la base de la interpretación, los pactos bíblicos, las profecías de esta Era y su final, la tribulación, la Segunda Venida, el milenio y el estado eterno. Incluye una bibliografía extensa y un índice.


Por causa de la prominencia de la profecía en la Escritura, han aparecido muchos libros excelentes relacionados con temas proféticos. Sin embargo, hasta hace poco tiempo el tratamiento de la profecía ha sido o apologético o expositivo, y los temas proféticos han sido desarrollados individualmente separados de su relación con el programa profético revelado en su totalidad. Mucho de nuestro conocimiento ha sido solo fragmentario y sin relación. El texto monumental del Dr. Dwight Pentecost, Eventos del porvenir, ha cambiado todo eso. En este grande y altamente célebre libro, el Dr. Pentecost ha sintetizado todo el campo de la profecía bíblica unificada, una escatología bíblica completa y sistemática.

Eventos del porvenir se ha ganado su lugar en la biblioteca del pastor, del académico y del seminarista o del estudiante de instituto bíblico. Además, ofrece un estudio comprensivo y accesible para quien esté interesado en el tema importante de la profecía bíblica.

ROMANOS


Mas que un comentario, es un manual didactico para entender, ensenar y predicar Romanos. Otorgado el premio "Gold medallion" (medalla de oro).


La influencia del libro de Romanos en la historia de la Iglesia es indiscutible. Es ahí donde mayor énfasis se da a la justificación del pecador por la fe. Además, sabemos que esta carta ha influido el pensamiento de grandes hombres de Dios como Martin Lutero, cuya inspiración para iniciar todo lo que fue la Reforma Protestante tuvo su origen en un versículo de esta epístola: …Más el justo por la fe vivirá. Además de la doctrina de la justificación, la Epistola a los Romanos contiene enseñanzas sumamente prácticas, aplicables a la vida diaria del creyente, tales como su papel como miembro del cuerpo de Cristo, como ciudadano sujeto a un gobierno civil y como responsable de la mutua edificación.

Este libro contiene un detallado estudio exegético basado en el texto griego, que permite al lector hacer una investigación personal de esta epístola. Además tiene lecciones, hojas de trabajo, preguntas de repaso y más de cien expresiones, palabras o frases para que el lector se compenetre con el vocabulario teológico de Romanos.

¿QUIEN MOVIO LA PIEDRA?


Considerado por muchos como un clásico de la apologética sobre el tema de la resurrección, Morrison nos presenta un relato brillante y conmovedor de la entrega a traición y del juicio de Jesucristo.

Frank Morrison era un periodista inglés que emprendió la tarea de demostrar que la resurrección de Cristo era tan solo un mito. Pero sus investigaciones lo hicieron llegar al momento en que puso su fe en Cristo resucitado.

Dice él mismo acerca de su libro: «Se trata esencialmente de una confesión, la historia íntima de un hombre que se propuso una clase de libro y se vio obligado, por la simple fuerza de las circunstancias, a escribir otro muy diferente. ... la perspectiva varió, no de repente, como un rayo de visión o inspiración, sino lentamente, casi de modo imperceptible, por la misma testarudez de los propios hechos.» (pág. 7).

MAS QUE VENCEDORES


La interpretación que el Dr. Hendriksen ofrece acerca del Apocalipsis continúa sirviendo como un recurso sólido y una fuente de inspiración para muchas generaciones de estudiantes de la Biblia. «Hermoso en estilo, en simbolismo, en propósito, y en significado» -escribe William Hendriksen. Por medio del uso de sólidos principios de interpretación, Más que vencedores revela gradualmente los misterios apocalípticos, guardando siempre en mente que «somos más que vencedores por medio de Cristo que nos ama».

En su calidad de pastor, maestro y escritor, el Dr. Hendriksen fue ampliamente reconocido por su habilidad para combinar la erudición con la sencillez y el calor humano. Esta obra iluminará e inspirará tanto a estudiantes que recién dan sus primeros pasos en la Biblia, como a estudiantes más avanzados. En este comentario, el Dr. Hendriksen nos desafía a que enfrentemos un mundo plagado de incertidumbre y confusión, y que lo hagamos con un espíritu gozoso y seguro, afirmado en la convicción de que Dios reina y viene pronto. Esta interpretación directa y fácil de entender ha producido un medio de ayuda para pastores, maestros, dirigentes de grupos de estudio y cualquiera que lea la Biblia con frecuencia.

DEBEMOS PROBAR LOS ESPIRITUS


Estos son tiempos de confusión moral y religiosa y a veces es difícil distinguir lo falso de lo verdadero. Nuestro fiel Señor ha tratado de salvamos de las consecuencias De nuestra ceguera con advertencias repetidas y muchas instrucciones cuidadosas. ¡Nos conviene prestarle mucha atención a Sus palabras!



Hacia el final de los tiempos. se nos dice, habrá un incremento de la actividad religiosa y expectación frenética, surgiendo de las condiciones turbulentas que prevalecerán entre las naciones. El lenguaje es familiar para la mayoría de los cristianos:

"Y oiréis de guerras y rumores de guerra; se levantará nación contra nación, y reino contra reino; y habrá pestes, y hambres, y terremotos en diferentes lugares. Y todo esto será principio de dolores. Entonces os entregarán a tribulación, y os matarán. y seréis aborrecidos de todas las gentes por causa demi nombre. Muchos tropezarán entonces. y se entregarán unos a otros. y unos a otros se aborrecerán" (Mt. 24:6- 10).

Junto con este estado de las situaciones habrá un gran aumento de la expectación religiosa y los acontecimientos sobrenaturales en general.


"Porque vendrán muchos en Mi Nombre, diciendo: Yo soy el Cristo; y a muchos engañarán... Y muchos falsos profetas se leventarán, y engañarán a muchos.... Entonces, si alguno os dijere; Mirad, aquí está el Cristo, o mirad, allí está, no lo creáis. Porque se levantarán falsos Cristos, y falsos profetas, y harán grandes señales y prodigios, de tal manera que engañarán, si fuere posible, aun a los escogidos" (Mt. 24:5, 23-24).

Muchos Cristianos de mente tierna temen pecar contra el amor, sin atreverse a investigar e indagar en todo lo que lleve el manto de Cristianismo y que tenga aliento del nombre de Jesús. No se atreven a examinar las credenciales del último profeta que ha llegado a su pueblo por no ser culpables de rechazar algo que pudiera ser de Dios. Con timidez recuerdan cómo los fariseos rehusaron aceptar a Cristo cuando vino, y no quieren encontrarse en la misma trampa. así que, o bien se reservan el juicio, o cierran los ojos y aceptan todo sin hacer preguntas. Se supone que esto indica un alto grado de espiritualidad. Pero la cruda realidad es que no indica tal cosa. ¡Más bien pudiera ser evidencia de la ausencia del Espíritu Santo! La credulidad no es sinónima con la espiritualidad. La fe no es un hábito mental que conduce a su poseedor a abrir la boca y tragar todo lo que tenga el color de lo sobrenatural.

¡La fe mantiene abierto el corazón a todo lo que proviene de Dios, y rechaza todo lo que no sea de Dios, no importa cuán maravilloso sea! «Probad los espíritus» es un mandato del Espíritu Santo a la Iglesia Podemos pecar tanto por aprovechar lo espurio o falso como por rechazar lo genuino.

Y el hábito actual de rehusar o negarse a tomar lados o partido no es la manera de evitar la pregunta, el asunto y el problema. El evaluar las cosas con un corazón de amor y entonces actuar sobre el resultado es una obligación que descansa sobre todo Cristiano en el mundo. ¡Y cuánto más si vemos que el día se aproxima!

¿Cómo podemos saber si un hombre, o una demostración, o una manifestación religiosa es de Dios o no?

Es fácil encontrar la respuesta, pero requiere valor seguir los hechos como Dios los revela a nosotros. Las pruebas para la sinceridad o autenticidad espiritual son dos: Primero, el líder tiene que ser un hombre bueno y lleno del Espíritu Santo. El Cristianismo no es nada si no es moral. Ni estratagemas, ni tretas, ni trucos de teología, ni demostraciones sobrenaturales maravillosas, ni evidencias de devoción ciega de parte del público pueden decidir si Dios está en el hombre o en el movimiento, o no. Todo siervo de Cristo tiene que ser puro de corazón y de Vida santa. Aunque no se haya de encontrar la perfección sin pecado ni siquiera en el mejor de los hombres, sin embargo, el líder en el cual se puede confiar es aquel que Vive tan cerca a Cristo como es posible y que sabe cómo arrepentirse en tristeza de corazón cuando peca contra su Señor en acción o palabra. El hombre que Dios honra ha de ser humilde, se niega así mismo, se sacrifica a sí mismo, es modesto, de Vida limpia y pura., libre del amor al dinero, ansioso de promover el honor de Dios e igualmente ansioso de no tomar para sí nada de la honra o la gloria. Sus cuentas financieras serán abiertas para la inspección, sus normas éticas serán altas y su Vida personal será sin reproche.

Pero la prueba de la bondad o bien moral no basta. Todo hombre tiene que someter su obra a la prueba de las Escrituras. No basta que sea capaz de citar extensamente de la biblia o que reclame para sí grandes y sobrecogedoras experiencias de Dios. Volved a la ley y al testimonio. Si no habla de acuerdo con la Palabra es porque no está en él la luz. Nosotros que somos invitados a seguirle tenemos todo derecho, como también la obligación solemne, de probar sus obras según la Palabra de Dios. Tenemos que demandar y requerir que cada persona que reclame nuestra confianza presente una declaración de salud impecable conforme a las Sagradas Escrituras; que haga más, que entretejer un texto en forma ocasional, o levantar la Biblia de manera dramática ante los ojos de su audiencia. Sus doctrinas tienen que ser las de las Escrituras. La Biblia tiene que dominar su predicación. Tiene que predicar conforme a la Palabra de Dios.

El precio de seguir a un profeta falso al desierto pudiera ser la muerte. El precio de hacer caso a malos consejos en los negocios puede ser la bancarrota. El precio de confiar en un seudodoctor puede ser la pérdida permanente de la salud. ¡El costo de poner la confianza en un seudoprofeta puede ser la tragedia moral y espiritual! ¡Tengamos cuidado de que nadie nos engañe!
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EL GNOSTICISMO



“Lo que estaba en juego por tanto era, no sencillamente tal o cual elemento del cristianismo, sino más bien la cuestión fundamental de si la nueva fe tenía o no tenía un mensaje único, y en qué sentido ese mensaje era único” (J. González, Historia del Cristianismo)

Por Jafet Abello

El gnosticismo (gr. Gnosis, conocimiento) fue un complejo movimiento filosófico-religioso del segundo siglo considerado la primera gran herejía que enfrentó el cristianismo y ante el cual debió esmerarse en gran manera para salir airoso. Los gnósticos aseguraban conocer una verdad superior reservada sólo para quienes poseían verdadero entendimiento. Dentro de esos conocimientos y de esa búsqueda de conocimiento, los gnósticos buscaban el conocimiento necesario para la salvación por lo que, al igual que el cristianismo, constituían una religión soteriológica. La Salvación, según el gnosticismo, no estaba fundamentada en la obra expiatoria y vicaria de Cristo en la cruz, sino que se fundaba en la “liberación” del espíritu que estaba esclavizado debido a su unión con cosas materiales (cuerpo). Es esta la liberación que buscaban los gnósticos y que aseveraban se alcanzaba a través del conocimiento (gnosis) desde dónde se deriva su nombre.

El gnosticismo se caracterizó por ser una religión sincretista que adaptaba todas las doctrinas y filosofías circulantes de la época, eso también incluyó las doctrinas cristianas que les llamaban la atención. Dicen los eruditos que el gnosticismo bebió de diversas fuentes (dualismo persa, astrología babilónica, etc.) , diversas doctrinas, y las mezcló de tal manera que es imposible saber el origen de todas ellas.

El primer líder del gnosticismo, Cerinto, distinguía entre Jesús y el Cristo, negando su divinidad, sosteniendo que Jesús fue un hijo-hombre de José y María, afirmando que el Cristo descendió en su bautismo y lo dejó en su crucifixión. En su doctrina creacionista se la atribuía al Demiurgo. El Demiurgo es un ser creador que combina las ideas con la materialización de esas ideas. Según muchos autores, el Demiurgo platónico es retomado por el gnosticismo y se le atribuye el ser la encarnación del mal. El Demiurgo es, entonces, un dios-creador, pero no un ser supremo, según Cerinto.

La liberación del mundo material se logrará a través de un conocimiento místico el cual es transmitido por un mensajero, que en el caso del gnosticismo cristiano, es Jesús. Los gnósticos piensan que a través de la razón se llega al conocimiento de salvación. Una vertiente de este conocimiento es la especulación. Esta especulación les lleva a proponer que el origen de todas las cosas es principio eterno (o eón) que va evolucionando y en la medida en que evoluciona también va en decadencia llegando finalmente a la conformación del mundo. Todo esto es medible por la numerología gnóstica. Los gnósticos pensaban, en último análisis, que el mundo material y el cuerpo era malo y que lo espiritual, bueno. De este pensamiento se derivaba su concepción moral: si el cuerpo era malo entonces se debía llevar una vida asceta y castigarlo, o se podía ser indiferente a su influencia. Esta razón llevó a encontrar grupos gnósticos ascetas y otros proclives al libertinaje.

Las amenazas que recibió el cristianismo por parte de los gnósticos fueron las siguientes: la cristología, la creación del mundo, y las doctrinas de la salvación. Respecto a la doctrina de la creación la divergencia se encuentra en que el gnosticismo plantea la creación del mundo por parte de un ser inferior, malo (el Demiurgo) no del Dios eterno que todo lo hizo bueno. El mundo es, por tanto, malo en su concepción.

En cuanto a las doctrinas salvíficas el gnosticismo propone una liberación a través del conocimiento y la posterior liberación del espíritu, contrarias a la doctrina cristiana de la salvación y de la regeneración del cuerpo y el espíritu en el día de la resurrección final (cabe la pregunta ¿es bueno o malo el cuerpo?). Por último, en lo que respecta a la cristología, el gnosticismo al afirmar que el cuerpo es malo, se negaba rotundamente a creer en que el Salvador vino en cuerpo de hombre y sufrió y murió (¡en ese cuerpo!) por los pecadores. Terminaron negando la encarnación del Cristo llegando así a la heterodoxa doctrina llamada docetismo (gr. Dokeó, parezco).

Todas estas amenazas fueron vistas por los primeros cristianos quienes las combatieron tenazmente. I de Juan fue escrita precisamente para combatir el gnosticismo en ella leemos: 1ª Jn.4:3:

“Y todo espíritu que no confiesa que Jesucristo ha venido en carne, no es de Dios; y este es el espíritu del Anticristo, el cual vosotros habéis oído que viene, y que ahora ya está en el mundo”
1ª Jn.4:3

Fue, por tanto, el gnosticismo un complejo sistema filosófico-religioso que debió ser combatido por nuestros hermanos en el primer siglo. Aun los hay, y debemos tener la tenacidad y conocimientos necesarios para defender con mansedumbre y reverencia la fe una vez dada a los santos.

CRISTO EN EL TABERNACULO


El detalle y extensión con que se nos ofrece la construcción del Tabernáculo en la Sagrada Escritura ha llamado siempre la atención de los cristianos. Acaso antes de que finalizara el siglo I mereció todo un comentario inspirado, que pronto ocupó un lugar de honor en la Iglesia Primitiva -a pesar de ser desconocido su autor -, a saber: la Epístola a los Hebreos; ahí hallamos la siguiente declaración referente al Tabernáculo: "Lo cual es figura [o símbolo] del tiempo presente" (He. 9:9). A descubrir tales figuras o símbolos se han dedicado, desde entonces, grandes pensadores cristianos; uno de los primeros fue Orígenes, en los siglos II y III.


Y este empeño, aunque más moderado y mesurado, es el que ha compartido el Dr. A. B. Simpson. Así, su interpretación de las figuras es abiertamente reconocida y aceptada en el mundo cristiano y su estudio ha servido como medio de edificación espiritual a no pocos creyentes. Sin duda, Juan el Bautista no habría podido llamar a Jesucristo "el Cordero de Dios que quita el pecado del mundo" si no hubiera estado familiarizado con los sacrificios del ritual judío en el Templo. 

La frase "el Cordero que fue inmolado" aparece con mucha frecuencia en el único libro que tenemos que nos describe las glorias del Cielo en un lenguaje también figurado. No desdeñemos, pues, el método didáctico que Dios empleó para enseñar al pueblo judío la grandeza de su plan redentor en la Persona de su Hijo Jesucristo, y que ángeles y humanos tanto han admirado y admirarán por la eternidad.