CIENCIA Y FE

Génesis 1:2 Reina-Valera 1960 (RVR1960) Y la tierra estaba desordenada y vacía, y las tinieblas estaban sobre la faz del abismo, y el Espíritu de Dios se movía sobre la faz de las aguas. 

Ha habido sucesos que cambiaron al mundo o que lo impactaron de una manera que jamás se ha podido olvidar de ello, algunos ejemplos son el cruce de los Israelitas por el mar rojo, la caída de la muralla de Jericó, o el rescate de las especies por Dios en el arca construida por Noe. Estos sucesos han impactado al hombre de tal manera que han retado la fe aún de aquellos que dicen no creer, y han generado a muchos el gastar grandes cantidades de dinero en investigar si esos hechos fueron realmente ciertos. He visto innumerables documentales sobre el arca que construyó Noe y si en realidad existió y su posible paradero, en recientes fechas vi un documental de lo mas interesante de cómo habría sido posible el hecho de que el mar rojo se abriera para que los Israelitas pasaran por en medio de el y explicaba hechos y sucesos naturales relacionados que pudieron haber hecho que así sucediera, por otro lado, otro documental hablaba de una falla tectónica que pasaba justo por debajo de Jericó y que fue la que causó un temblor el cual hizo que cayeran los muros de la ciudad. 
Lo más interesante del asunto es que los mismos investigadores no tienen otra opción mas que reconocer que a pesar de que puede ser comprobado científicamente el hecho de que el mar se abriera o bien que fue un temblor el que derrumbó los muros, tuvo que ser una gran casualidad o bien un ser sobrenatural el que supo que esto iba a pasar para enviar justamente al mismo pueblo a esos 2 lugares en el momento preciso del acontecimiento. Todas las personas creemos en lo sobrenatural, algunos por fe, algunos por ciencia, pero todos sabemos que hay alguien superior que tiene el poder sobre lo que vemos y lo que no vemos, aún aquellos que alegan no creer lo hacen, lo interesante empieza cuando tratamos de tener acceso a eso sobrenatural. La Biblia nos dice que si nuestra fe fuera tan pequeña como un grano de mostaza, podríamos literal y físicamente mover montañas y no es que no haya habido hombres que no hayan tenido una fe así, de hecho yo conozco a muchos que tienen una fe mayor a un grano de mostaza, pero que no han movido una montaña aún, y sabe por qué es esto?, simple, porque el mover una montaña no honra a Dios de ninguna manera, quien tiene fe, tiene fe en lo que está escrito y no en lo que quiere, el poder está ahí, sólo faltaría el propósito para hacerlo, el día que exista, verá a cientos si no es que a miles de hombres por toda la tierra moviendo montañas. Ahora bien, como sabe un hombre que debe y que no debe de creer?, la mejor y mas adecuada manera de saberlo es leyendo la Biblia, ahí viene contenido aquello a lo que hemos sido llamados y como entramos a la dimensión sobrenatural. 
Cuando hablamos de lo sobrenatural, podemos entender como es que funciona, y entendámoslo desde el punto de vista de Jesús, a Él no se le ocurrió de la nada el caminar sobre las aguas y acercarse a los discípulos, simplemente imitó a Dios Padre quien lo hacía desde la fundación de la tierra, pero no tiene que ver con el milagro de hacerlo, sino con el cumplimiento de la palabra, Jesús fue obediente de la ley de los hombres y la ley de Dios eso desató en Él el poder de lo sobrenatural y quiso poner ejemplo a sus discípulos de lo que serían capaces si quitaban sus ojos de las cosas de la tierra y los ponían en las cosas del Reino de los Cielos, al grado de Pedro lo pudo constatar, por mientras vio a Jesús y pudo ver su identidad celestial en Él, caminó con la misma gallardía que Jesús, pero le bastó verse a sí mismo y en donde estaba parado para hundirse rápidamente. Cómo explicamos esto?, es así de sencillo, las personas quieren escuchar la voz de Dios y dicen tener dificultad en hacerlo, y sabe por qué es esto?, porque creen que Dios les hablará acerca de ellas mismas y sus asuntos, siendo que esto jamás sucederá, ya que Dios tiene cosas mas importantes que hablarnos que de nuestro día a día, y nos lo advirtió en Mateo 6:33, cuando nos invito a buscar su Reino y por medio de ello, las cosas pequeñas de nuestra vida habrían de acomodarse solas. 
Por tanto, otro hecho que ha ocupado a muchos hombres ha sido el caminar sobre las aguas, y no han entendido que esto tiene un doble significado, primeramente el agua simboliza la palabra de Dios, el que se mueva por encima de la palabra, es decir la use como su fundamento para todo lo que haga, podrá y tendrá la capacidad no solo de caminar físicamente sobre el agua, sino abrir mares y derribar muros con sólo invocar el nombre de Jesús, siempre y cuando esto de honra a aquel que pone el poder en su persona.

MAS QUE VENCEDOR

Aunque no nos demos cuenta, nuestro mayor enemigo no es el diablo, sino nosotros mismos. El diablo solo tendrá el poder que nosotros le cedamos. Si le prestamos atención, si logra que guardemos en nuestra mente los dardos que nos lanza y que lleguemos a repetir esas ideas con palabras, entonces él estará ganando la batalla. Debemos rechazar todo pensamiento contrario a la promesa. ¡Levanta el escudo de la fe y ejerce dominio sobre toda idea que se levante contra lo que Dios te ha dicho! “derribando argumentos y toda altivez que se levanta contra el conocimiento de Dios, y llevando cautivo todo pensamiento a la obediencia a Cristo . . . ” (2 Corintios 10:5). 
Debes llenar tu mente con la Palabra de Dios. ¡Si tienes mente sana, tendrás vida sana! Tenemos que reconocer que lo que pensemos, creeremos, y lo que creemos, experimentamos. La batalla la ganas en la mente Hay cristianos que dan demasiada atención al diablo; hasta le dan gloria sin darse cuenta cuando se asombran de cada una de las victorias que él obtiene. El enemigo es mentiroso, sabe retorcer las cosas, sabe decir medias verdades, e infundir temor y duda. Él intentará engañarnos. Como cazador, Él es paciente y perseverante para conseguirlo. Por eso es tan importante que siempre llenemos nuestra mente con la Palabra de Dios. 
La fe viene por el oír la Palabra de Dios. Necesitamos alimentar nuestra fe de forma continua porque si dejamos que los pensamientos del enemigo se conviertan en malas hierbas en nuestra mente, comenzarán a crecer y a ahogar la semilla que Dios nos ha dado. Tienes que saber que el diablo no te puede forzar a hacer algo, pero te puede convencer para que lo hagas. 
El enemigo solo puede ganar terreno en tu vida si tú se lo permites primeramente en tu mente. Seamos conscientes de que nuestras acciones serán el resultado de lo que se ha permitido y recreado en la mente. ¡Cuidemos lo que pensamos! Frenemos las intenciones del enemigo desde el momento que nos lanza sus ideas. Reconozcamos y resistamos sus intenciones. Jesús nos enseña que una persona peca, no cuando comete el pecado, sino cuando le ha dado acceso en su mente. “Pero yo os digo que cualquiera que mira a una mujer para codiciarla, ya adulteró con ella en su corazón” (Mateo 5:28). 
 Todo comienza en la mente. Si le permitimos al enemigo convencernos, así actuaremos. Él comienza levantando un argumento que tú tendrás que reconocer que va en contra de lo que Dios ha dicho. “Derribando argumentos y toda altivez que se levanta contra el conocimiento de Dios, y llevando cautivo todo pensamiento a la obediencia a Cristo . . . ” (2 Corintios 10:5). 
Tienes que saber que si le das lugar, caerás en la trampa del enemigo. Las acciones son el resultado de lo que se ha permitido y recreado primero en la mente. Tendrás que ganar la batalla de la fe en tu mente, antes de ver la victoria físicamente.

ANSIEDAD

La ansiedad es una angustia del alma, es sufrimiento, tormento, agonía, dolor, aflicción, pena, desazón, pesar, aflicción y confusión. Millones de almas caminan con una gran carga de ansiedad todos los días. Es una emoción caracterizada por la preocupación. En muchos casos puede haber cambios físicos, como el incremento de la presión arterial, nerviosismo, mareos, sudor, temblores o ataques de pánico. 
En muchos casos la ansiedad lleva a la depresión. A las personas ansiosas muchas veces las obsesiona la incertidumbre del futuro. Los humanos tenemos tendencia a preocuparnos por todo. Por eso nuestro Padre Dios nos reprende con estas palabras: No se preocupen por nada; en cambio, oren por todo. Díganle a Dios lo que necesitan y denle gracias por todo lo que Él ha hecho. Así experimentarán la paz de Dios, que supera todo lo que podemos entender. La paz de Dios cuidará su corazón y su mente mientras vivan en Cristo Jesús (Filipenses 4:6–7, NTV). 
El problema de la ansiedad es que puede paralizar a una persona si esta permite que se infiltre en su mente y controle su vida. Comparo la ansiedad con un hábito. Una vez que hace su debut, si no se lo trata como a un intruso, seguirá viniendo y armando lío. Así como el comerse las uñas se transforma en un hábito, la ansiedad y la preocupación también se pueden convertir en un hábito. Como cristianos tenemos en nosotros el poder de Dios para superar la ansiedad, pero debemos aprender a detener y echar fuera estas emociones que nos atormentan antes de que se conviertan en okupas. A millones de personas les prescriben psicofármacos para los trastornos de ansiedad, y eso nos da una idea de cuán generalizadamente afecta a nuestra sociedad esta epidemia de ansiedad. 
El noticiero CBS News dice que en esta era de ansiedad el “Xanax es un solución conveniente para calmar el estrés. Es lo que en los 90 era el Prozac. Es la droga para la salud mental más recetada se realizaron 46 millones de recetas en 2010; parecería que todo el mundo lo toma. Pero su popularidad tiene un precio: los informes marcan un crecimiento de la adicción, el abuso y las sobredosis.” Los desórdenes de ansiedad pueden surgir en respuesta a situaciones estresantes como preocupaciones financieras o enfermedades crónicas. Jesús sabía que estas preocupaciones conducen a la ansiedad, depresión, enfermedad e infelicidad, pero Él no ofrece Xanax ni ninguna otra clase de psicofármacos; en lugar de ello, ofrece su paz y protección. Sus instrucciones son muy simples: No se preocupen por nada, díganle lo que necesitan, oren por todo y agradézcanle por todo lo que Él ha hecho. 
A cambio, Él nos promete una paz que excede cualquier cosa que podamos entender y protege nuestros corazones y nuestras mentes de los terrores del enemigo. Nosotros lo hacemos difícil. 
En realidad, es tan sencillo que muchos de nosotros nos perdemos esta enorme promesa de Dios. “Satanás, ¡mis promesas no son tuyas!” es una confesión que debemos hacer cada mañana como un recordatorio de la promesa de Dios contra la ansiedad, la preocupación y el estrés: las emociones que afectan todo lo demás en nuestra vida.

FINANZAS Y EL ORDEN DE DIOS

El libro de Proverbios nos ofrece varias enseñanzas muy sabias sobre la administración del dinero como Dios manda. Una de mis favoritas está en Proverbios 21:20: “En casa del sabio abundan las riquezas y el perfume, pero el necio (una versión dice “el tonto”) todo lo despilfarra”. Mediante este proverbio, Dios nos enseña sobre el ahorro. 
La vida patea y necesita tener un colchón financiero. Este colchón es una cuenta de ahorros solo para las emergencias. Imagínese que los miembros de su iglesia tuvieran $1,000 ahorrados y de pronto se les descompone el carro. La mayoría de la gente usaría una tarjeta de crédito o quedaría endeudada con el mecánico. En este caso, en vez de usar el dinero de los diezmos, usarían sus ahorros. El alivio que va a sentir su congregación cuando tengan el dinero para cubrir emergencias es increíble. 
Lucas 14:28-30 dice: “Porque ¿quién de vosotros, queriendo edificar una torre, no se sienta primero y calcula los gastos, a ver si tiene lo que necesita para acabarla? No sea que después que haya puesto el cimiento, y no pueda acabarla, todos los que lo vean comiencen a hacer burla de él, diciendo: Este hombre comenzó a edificar, y no pudo acabar.” ¿Acaso no nos está diciendo Dios que tengamos un presupuesto? Nosotros debemos ser mayordomos del dinero de Dios. Un mayordomo es un administrador de los bienes de otra persona. Tenemos que entender que solo somos administradores de sus bienes y todo lo que Él ponga en nuestras manos deber ser administrado para su gloria. Esto significa, que necesitamos tener un plan para poder dar de los que Él nos ha dado. Proverbios 22:7 dice, “Los ricos son los amos de los pobres; los deudores son esclavos de sus acreedores”. Dios nos dice que planifiquemos nuestras compras ahorrando, para no adquirirlas a crédito. Los miembros de su congregación están bajo el yugo de las deudas como consecuencia de no planear sus compras. 
Cuando fracasamos en planificar, estamos planificando fracasar. Así que, nos sobra mes cuando se nos acaba el dinero y se nos dificulta dar con regularidad. También no enseña a cómo salir de las deudas en Proverbios 6:3-5. Nos anima a deshacernos de la posición de fiador, que es otro término para estar endeudado y dice: “entonces has caído en manos de tu prójimo. Si quieres librarte, hijo mío, éste es el camino: Ve corriendo y humíllate ante él; procura deshacer tu compromiso. No permitas que se duerman tus ojos; no dejes que tus párpados se cierren. Líbrate, como se libra del cazador la gacela, como se libra de la trampa el ave.” Para librarse del cazador, las gacelas no andan tranquilamente como en la plaza; corren con todas sus fuerzas porque sus vidas dependen de ello. De la misma forma, una persona endeudada no puede liberarse de sus cargas a menos de que asuma una actitud de urgencia. Su vida y la de su familia dependen de esa misma intensidad de gacela para salir de las garras de las deudas. 
Tome esto muy seriamente y ayude a su congregación a salir de las deudas y manejar el dinero como Dios manda. Creo que éste es parte de su trabajo como líder: ofrezca las herramientas y recursos que la gente necesita para cambiar. Inicie grupos pequeños para promover el apoyo y estímulo entre ellos. Si ellos logran vivir bajo un presupuesto y salir de las deudas, el dar sucederá de forma natural. Comparta y explique estos y otros pasajes bíblicos a su congregación. En vez de hacerlos sentir culpables por los errores que han cometido, muéstreles cómo cambiar su futuro. Cuando empiece a compartir estas verdades con su iglesia, muchas vidas serán transformadas al ir eliminando esos obstáculos financieros que les han estorbado para dar. Los cambios que pueden suceder en sus vidas, los convertirán en dadores constantes para el reino de Dios. 
¡Imagínese! Imagínese, lo que su congregación podría hacer si estuviera libre de deudas. Imagínese, si en lugar de pagar $400 a una tarjeta de crédito o a un carro, se los dieran a la iglesia cada mes. Cuando los pagos mensuales y los intereses no obstaculicen a su congregación para dar, cosas increíbles van a suceder. 
Lo dejo con esto: ¿qué podría lograr el pueblo de Dios para Su reino, si no tuviera deudas?