AMAR COMO DIOS LO PENSO

Mateo 22:37 Reina-Valera 1960 (RVR1960) 
Jesús le dijo: Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente. 

Es interesante pensar que hay diferentes maneras de amar según los hombres pero un solo amor según Dios y aún así nos damos el lujo de amar a Dios a "nuestra manera" como si se pudiera, lo ha pensado? A muchas personas la religión le cae pesada, pues les parecen muchas reglas y muchas condiciones que cumplir, pero si lo pensamos, realmente lo único que no queremos es dejar de pecar, ya que el pecado nos gusta, nos sentimos cómodos practicándolo y haciéndolo parte de nuestra rutina diaria.

La religión no tiene nada que ver en la mayoría de los casos, ya que normalmente no incluimos a Dios en nuestra vida cotidiana, mas que para pedirle algún imposible de vez en cuando, para que luego le podamos usar de excusa para las cosas que no sucedieron, diciendo "Dios por algo hace las cosas", pero que hay de aquellas tan sonadas frases de la Biblia como "al que cree todo le es posible", "todo lo puedo en Cristo que me fortalece", "la oración del justo puede mucho", etc., etc.? Si lo nota, este tipo de frases no tienen que ver con Dios sino con el efecto que Dios tiene en nosotros, por tanto el "Dios por algo hace las cosas" no aplica, ya que somos nosotros los responsables de desatar el poder de Dios y su favor en nuestras vidas, Él ya lo hizo todo, al grado de dar su vida por nosotros, es ahora que a nosotros nos toca hacer nuestra parte y activar nuestra fe, es decir actuar de acuerdo a lo que creemos. 

Jesús fue quien vino a hacer ese cambio, Él vino a ponernos el ejemplo del actuar, del orar con poder y el nunca detenernos, todo lo que necesitábamos fue hecho por Él, primero nos enseñó, luego murió y resucitó por nosotros para que pudiéramos actuar con libertad y nos dejó al Espíritu Santo para que actuara por medio de nosotros. Entonces?, qué nos falta?, yo creo que tenemos que empezar por el creer, pero no creer en lo que Dios puede hacer por nosotros, sino el creer en Dios y en sus palabras donde antes que otra cosa, nos dio la capacidad de amarle y la de actuar por medio de lo que pone en nosotros, y es precisamente en ese momento que nos daremos cuenta que la mayoría de nuestras oraciones eran obsoletas, ya que todo lo habremos hecho nosotros por medio de Él. 

Por tanto, necesitamos replantear nuestra relación con Dios, estamos con Él por lo que nos da y lo que hace por nosotros o estamos con Él porque nos ama?, si por alguna razón su respuesta no es la segunda, no se preocupe, la misma Biblia nos dice que Él pone en nosotros el querer como el hacer, es decir, solo tenemos que abrir nuestro corazón y permitir que Él siembre ese amor y le aseguro que lo hará, pero ojo!, sentir bonito no es suficiente, tenemos que llegar al punto que la cita de hoy nos enseña, a amarle en todos los aspectos de nuestra vida, con todas nuestras fuerzas, pues cuando aprendamos a hacerlo, el amar a otros tomará una nueva dimensión, ya que muchas citas bíblicas que hemos escuchado y leído en menos de lo que pensamos se harán realidad y florecerán en nosotros. Decida aprender a amar a Dios como Él lo espera de nosotros y empiece a experimentar su mundo que difiere mucho del nuestro, ábrase a usted mismo las puertas de la Vida de Reino, solo decidiendo hacer como Jesús nos enseño.

LEY Y GRACIA

El libro de Hebreos en el capítulo 10 en el versículo 16 nos dice que Dios decidió poner en nuestro corazón una copia de su palabra, eso quiere decir que desde antes de nacer tenemos una capacidad natural de distinguir y decidir entre el bien y el mal, ya que para eso tenemos la palabra y podemos cumplirla y ser justos desde el principio. 

Este hecho nos explica como un bebe puede saber cuando hizo mal, aun cuando nadie se lo enseñó, lo había pensado?, por tanto esto Dios lo puso para que siempre podamos tener acceso a la verdad (su palabra es verdad a pesar de nuestras circunstancias) para poder tomar decisiones adecuadas y ser libres, tal como lo promete en la Biblia. Por tanto, al leer la Biblia buscando conocer a Dios, ésta en automático empieza a hacer sentido, porque concuerda perfectamente con lo que Dios sembró en nuestro interior, lo ha pensado? 

De esta manera, podemos decidir entre 2 opciones, hacer lo correcto, o simplemente ignorar lo que Dios pretendió hacer y hacer lo que nos venga en ganas, con una simple consecuencia, la famosa y bien conocida culpa. Que quiere decir esto?, sencillo, en nuestro interior está la capacidad de decidir correctamente, o de no hacerlo, pero la verdad que está en nosotros de acuerdo a la cita del libro de Hebreos, siempre nos recordará lo correcto y Satanás sabe esto, de manera que siempre que actuamos mal, automáticamente somos acosados por la culpa que nuestros actos generan. Por tanto, aquellas personas que quieren escudarse detrás de la gracia para incumplir la ley de Dios, se están condenando a sí mismas a ser prisioneras de la culpa, porque todos sabemos cuando hicimos mal, y el mismo sentimiento nos persigue siempre a todos, el remordimiento, la incertidumbre, el pesar, la culpa, todo eso se anida en nuestros corazones y tenemos que cargarlo a todos lados que vamos. 

Quienes no han tomado el tiempo de leer la Biblia, tienen la sospecha de que la ley es enfadosa y difícil de cumplir, esto a causa de sus propias imaginaciones y a la carga de culpa que vienen arrastrando por años, pero cuando nos damos cuenta que la ley no es complicada, la ley solo nos previene de equivocarnos, la ley es una carta de amor de Dios para nosotros para que vivamos en constante libertad y que nuestras opiniones no nos hagan más difícil el camino y no nos confundan. 

Piénselo de esta manera, Dios no pretende que cumplamos con los rituales judíos, Dios pretende que cumplamos sus mandamientos, que pudieran ser 10, o 2 (de acuerdo al nuevo testamento), pero que vivíamos con ellos en nuestro diario actuar y conscientes de quienes somos y qué es lo que hacemos, de esto no podemos librarnos, ya que son el pase a la libertad constante y eterna la cual podemos disfrutar desde ahorita y hasta que veamos a Cristo de nuevo, para que comprobemos que si se puede y no ser simplemente del montón, no lo cree?

VIVE PLENAMENTE

A veces perdemos de vista que hay ciertos pensamientos, actitudes que comienzan a entrar en el corazón y detienen el potencial de amar a Dios con el afecto e intensidad necesarios.  Entonces, se endurece el corazón y no podemos amar a Dios con pasión y vivir al máximo.
Hay personas que han pecado, no tan solo contra Dios, sino contra ellos mismos y, por no reconocer el error y arrepentirse, continúan llevando la culpa y, sin darse cuenta, su corazón se va llenando de ira.
También hay personas que han tomado malas decisiones por ignorancia.  Entonces, viven con temor de tomar nuevas decisiones, se encierran en sí mismos y sus corazones se van llenando de ira.    
Otros viven traumatizados por situaciones difíciles, no porque hayan pecado, ni por ignorancia, sino porque alguien más fue quien tomó una mala decisión que les afectó.  Comienzan a vivir como que todo está bien, pero sus corazones están endurecidos y no pueden amar con pasión a Dios y al prójimo. 
Para el pecado hay perdón y para la ignorancia hay sabiduría de lo alto y, si hay un trauma, la biblia dice que a los que aman a Dios todo les ayuda para bien.  Dios se va a encargar de ordenar los pasos y cambiar todas las cosas. 
Dios está contigo, vive con intensidad, cree con intensidad, ama con intensidad.
Sé libre.  Que el error del ayer no te detenga de amar y vivir la vida al máximo.  Ama a Dios con todo tu corazón, con toda tu alma y con todas tus fuerzas.  Seguro que vendrán situaciones difíciles y otras que ni habrá explicación de por qué sucederán, pero no debes permitir que dañen tu corazón y te cohíban de amar con todas tus fuerzas.
1 Pedro 1 dice que, aunque haya problemas y dificultades, te alegres porque Jesucristo se va a manifestar en tu vida como se le manifestó a los discípulos, aun en medio de la tormenta.  Regocíjate, aun en medio de las dificultades; que nada dañe tu corazón porque Jesucristo se va a manifestar y recibirás salvación. 
Ama con intensidad, no te rindas porque vas a ver el fin de tu fe y lo mejor es que no vas a perder tu alma.  Porque, ¿de qué te serviría alcanzar algo, pero estar tan frustrado que no pudieras disfrutarlo y que perdieras tu salvación?
Ningún problema es suficientemente importante para que pierdas tu corazón y tu mente. Resiste y celebra.  No endurezcas tu corazón.  Jesús se te va a manifestar en milagros, en provisión y tus circunstancias cambiarán.   Recibe gozo en el nombre de Jesús.  Ama con intensidad y vive a plenitud. 

PON TU MIRADA EN LAS COSAS DE ARRIBA

Pablo hace la aclaración, en Colosenses 3:1, acerca de la necesidad que tiene el hombre de poner su afecto en las cosas correctas.  Lo que hace que las cosas sean las correctas para poder poner nuestro afecto es su localización.  Pablo dice que hay cosas de abajo y cosas de arriba, y que son las cosas de arriba las que debemos buscar. 
Nuestro afecto debe ser por las cosas de arriba. 
Todo creyente comienza con la búsqueda de las cosas de arriba.  Los que permanecen son los que establecen su mente en las cosas de arriba.  El verdadero nivel de vida se alcanza, no solamente por buscar las cosas de arriba, sino también por establecer tu mente en estas cosas. 
Muchos buscan alcanzar ciertas cosas que únicamente se logran cuando las estableces permanentemente en tu vida.  Muchos practican el ser cristiano, pero una cosa es practicar y otra es vivir como cristiano.  Se vive como creyente, cuando has puesto tu afecto, tu mente, tu ser en las cosas correctas, en las de arriba.  Esto es, cuando las cosas naturales ya no te satisfacen, sino que has entendido cual es el lugar y la persona que has determinado ser. 
Una de las cosas que debes establecer en tu vida es que ya Dios te ama por encima de todas las cosas.  Debes establecer que dejarás todo lo que tengas que dejar para alcanzar lo que tengas que alcanzar con Dios. 
Cuando tú establezcas, en tu corazón, que lo que Dios quiere para ti es una prioridad en tu vida, va a costar esfuerzo, trabajo, sacrificios.  Pero es la única manera de verdaderamente amar como Dios ama.  Por esto, la palabra dice, por ejemplo, que cada hombre debe amar a su esposa como Cristo amó a la iglesia, que dio su vida por ella.  Dar la vida es entregar tu libertad, entregar tu tiempo, hacer sacrificios.  Cuando te enfocas en lo que es importante, y estableces tu vida en eso, entonces experimentas la verdadera intensidad de amor y pasión en ti.  Y es la única manera de experimentar la verdadera naturaleza de quién tú eres como hijo de Dios.
Cuando amas como Dios ama, no se trata de desear algo, sino de enfocarme y mantenerme en lo que quieres y decidir vivir el resto de tus días para eso.   Hasta que no veas las cosas de esta manera, hasta que no haya ese enfoque en tu vida, no podrás experimentar la verdadera plenitud de Dios en ti. 
A través de toda la biblia, podemos ver cómo Dios siempre ha buscado personas que tengan este nivel de afecto hacia él.  En Hebreos 11, podemos ver a los héroes de la fe, que no alcanzaron todo lo que querían, pero siempre vivieron por fe, entendiendo que Dios tenía algo mejor para sus vidas.  Lo más impresionante es que Dios dice, en ese mismo capítulo, que no se avergüenza de llamarse Dios de ellos.  Porque, para el mundo, esto es vergüenza, pero Dios no se avergüenza.
Seguramente, anhelas una mejor vida y, muy probablemente, has dejado las cosas del pasado y seguido hacia adelante buscando algo mejor.  Y, quizás, muchos te han dicho: Tanto que amas y le crees a Dios, y mira que muchas dificultades tienes. Y es que muchos tratan de minar nuestra fe y ponernos en contra de Dios.  Pero, los que hemos puesto nuestra mirada en las cosas de arriba, lo hacemos porque sabemos que hay algo mejor, sabemos que él tiene algo preparado para nosotros y sabemos que tenemos el total respaldo y toda admiración del Dios Todopoderoso que no se avergüenza de nosotros.  

LIBRE O ESCLAVO?

Romanos 6:14 Reina-Valera 1960 (RVR1960) 
Porque el pecado no se enseñoreará de vosotros; pues no estáis bajo la ley, sino bajo la gracia. 

Entender a Dios y las maneras en las que Él actúa es una de las cosas más emocionantes que podemos hacer, ya que es precisamente cuando lo empezamos a entender que empezamos a vivir esa famosa vida de Reino de la que tanto se habla por ahí. Antes que nada, debemos de tener claro que Dios no nos pone trampas, ni está constantemente poniéndonos a prueba para ver si nos bendice, al contrario, Él habló ya toda bendición y somos nosotros quienes podemos tener acceso a ella por medio del conocimiento de quien es Dios, a pesar de lo que la gente suele decir y las historias que se suele inventar acerca de lo misterioso y enredado que puede ser Dios, las cosas son simples y son directas. 

 Y las cosas de Dios las podemos entender de 2 maneras, a la manera de Dios y a la manera de los hombres, la diferencia radica en que si entendemos las cosas a la manera de Dios, obtendremos los beneficios de Dios, pero si las entendemos a la manera de los hombres, estamos sujetos a las limitaciones de la tierra. Una de esas verdades bíblicas que les cuesta mucho trabajo de entender a las personas es la cita de hoy, ya que es muy sencillo el confundirse si la leemos irresponsablemente, pero permítame comentar un poco acerca de ella. Muchas personas tienen la idea de que la gracia está ahí para eximirnos de tener que cumplir con la ley, y lo hacen basados solo en esta cita, pero en realidad no se percatan de la profundidad que la misma tiene, ya que lejos de evitarnos pasar por la ley, nos pone por encima de ella por medio de su cumplimiento. 

Dios no es un Dios que diga algo y luego se arrepienta de decirlo, por el contrario, a lo único que Dios le es fiel es a su palabra, es decir si lo dijo, lo cumple y punto, no hay vuelta de hoja, tanto para las promesas como para cada una de las reglas que estableció en la ley. Quienes creen que la gracia los exime de pasar por la ley, solo están buscando una excusa para pecar y no pagar las consecuencias, pero olvidan que la Biblia asegura que la paga del pecado es muerte, acaso quiere decir que la gracia nos libra de la muerte?, entonces?, para qué fue la sangre de Jesús?, para qué la necesitamos, si tenemos la gracia?!?!?! La gracia no tiene nada que ver con la ley, el hecho de que sean mencionados en una sola frase, no quiere decir que estén relacionados, simplemente lo que nos dice la cita de hoy es lo siguiente: 

La ley nos ata a la tierra, es decir, nos permite experimentar a Dios aquí en la tierra, pero no nos libra de ella, por tanto la gracia, nos permite no solo experimentar a Dios, sino los beneficios de ser considerados hijos de Dios y por tanto vivir como verdaderos herederos y en la misma dimensión que Jesús lo hizo al vivir entre nosotros. Por tanto aquel quiere evadir la ley por medio de la gracia no hace otra cosa que esclavizarse a la tierra por estar sujeto al pecado, pero aquel que vive bajo la gracia sin dejar de observar la ley y amarla, tal como Jesús lo hizo, vivirá una vida sin límites (espiritualmente hablando), en la que experimentará el poder y el amor de Dios en todo lo que hace y será un reflejo de Jesús para darle gloria y honra en la tierra. Por tanto está en usted el decidir, que prefiere?, tener en la gracia una excusa para pecar, o una llave para desatar el poder del Reino de los Cielos en su vida?

EL MEJOR TIIPO DE ALABANZA

Dios busca una alabanza que nazca de los tiempos de adversidad o aflicción. Algunas veces Él nos lleva a experiencias desagradables, difíciles o incluso dolorosas. Su Palabra dice que Él nos prueba en horno de aflicción (Isaías 48:10). No sé por qué, pero hay veces en que Dios nos permite a cada uno pasar por un horno de aflicción. Hay un sonido particular de adoración que solamente puede surgir cuando uno ha pasado a través de pruebas. Posiblemente haya un horno ardiente en su salud, su matrimonio o con respecto a un familiar. 

Esa pitón, Satanás, desea enrollarse en su situación y distorsionar los propósitos de Dios para hacerlo sentirse abandonado y olvidado. Él sabe que cuando perdemos la esperanza, perdemos la alabanza. No sea engañado por el mentiroso. Enfoque su corazón en Dios que es fiel, que lo ama, que lo ha llamado y equipado para vencer. El corazón que le complace a Dios busca un camino para alabarlo, incluso al calor de la prueba. Si usted tiene aliento, puede alabar al Señor. Posiblemente no tenga empleo, pero tiene aliento. Posiblemente no tenga coche, pero tiene aliento. Como dije anteriormente en este capítulo, hay muchas maneras de adorar al Señor: con manos levantadas, pies que danzan y el cuerpo inclinado. Pero hay una alabanza que no necesita nada más que nuestro aliento. Es una alabanza que se levanta del horno donde lo hemos perdido todo excepto nuestro aliento. Es una alabanza que no está ligada a las posesiones materiales o a sucesos específicos. Es una alabanza que surge cuando alabamos a Dios a pesar de todo. Cuando pasamos por el fuego, podemos ver lo que realmente hay en nuestro interior. Determine que mientras tenga aliento, usted lo adorará. 

Hace un tiempo leí una historia acerca de un incendio que comenzó en South Bend, Indiana, en una tienda de computadoras. El departamento local de bomberos fue el primero en llegar a la escena. Ellos echaron agua en el exterior del edificio, pero eso estaba afectando muy poco el fuego interior. A medida que el fuego continuaba extendiéndose y haciéndose más intenso, llamaron a otras agrupaciones de bomberos. Uno de los departamentos más pequeños del condado aledaño, se apresuró para ayudar. Ellos tenían un presupuesto reducido y su camión de bomberos era viejo. Cuando llegaron a toda velocidad, pasaron por encima de la acera, cruzaron el patio y atravesaron el muro del edificio directamente hacia al incendio. Al estar ahí, sacaron sus mangueras y se pusieron a trabajar. Se las arreglaron para apagar el fuego que no había podido ser controlado antes. Pudieron hacer más desde adentro que lo que la otra agrupación de bomberos pudo hacer desde afuera. Al día siguiente, el dueño de la empresa de computadoras le ofreció a esa pequeña agrupación de bomberos un cheque por diez mil dólares, en agradecimiento por la valentía que mostraron al dirigirse al centro del incendio. Cuando la prensa le preguntó al jefe de bomberos para qué utilizaría el dinero, dijo que ¡lo primero que harían sería comprarle frenos nuevos a su camión! Aquellos bomberos nunca planearon ir directo en medio del fuego. 

Posiblemente usted no planeó estar donde está ahora. Dios desea que sepa que Él lo tiene ahí porque hay cosas que puede hacer desde el interior de la feroz situación, mejor de lo que lo puede hacer desde afuera. Usted no puede saber cuan fuerte es su fe hasta que ha estado en el interior del fuego. Dios desea que suelte su alabanza. Esa puede ser su respuesta sin importar lo que enfrente. 

Siempre hay alguien que es elegido último, alguien que no parece calificado para estar en el equipo. Dios dice: “Lo que lo califica para estar en mi equipo es el horno”. Si usted está en un horno, ese es un indicio de que Dios tiene una tarea para usted. 

David fue elegido de en medio del fuego. Él dijo que tendríamos problemas, pero que Dios nos libraría de todos ellos (Salmos 34:19). David no negó que hubiera problemas en la vida, pero sabía que Dios era el liberador, sin importar lo que sucediera. 

Job fue elegido de en medio del fuego. Estaba determinado a servir a Dios sin importar lo que pasara: “He aquí, aunque él me matare, en él esperaré” (Job 13:15). Job perdió a sus hijos, su sustento, su riqueza y su salud: todo. No le quedaba nada más que su aliento. En medio de todo, Job alabó a Dios. Es por ello que Dios lo eligió. A pesar de todo lo que soportó, Job pudo decir firmemente: “Mas él conoce mi camino; me probará, y saldré como oro” (Job 23:10). 

José fue elegido de en medio del fuego. Fue despreciado por su propia familia, rechazado, tentado, engañado, acusado falsamente y castigado por un delito que no cometió. Sin embargo, al final, José supo que lo que los hombres hacían para mal, Dios lo usaría para bien. Dios lo eligió de en medio del fuego, lo puso en el palacio y lo usó para salvar a una generación. 

Finalmente, el horno de la adversidad no nos hace; nos revela. El fuego muestra lo que realmente somos en el interior. Podemos perder nuestra alabanza o encontrarla durante la prueba ardiente.

EL PERDON ES UNA ELECCION

La confianza debe construirse en base al amor y el respeto mutuo. Cuando una relación florece, comenzamos a apreciar las fortaleza de la persona y a conocer sus debilidades. Ocurre a menudo en el ministerio, que la gente comienza a ver alguna debilidad carnal o de actitud en alguien, y por eso le pierden el respeto y comienzan a asociar esa debilidad con hipocresía. Algunos de los más grandes hombres y mujeres de Dios han tenido problemas de temperamento. Alguien puede airarse y aun así no pecar (Efesios 4:26). 

Cristo se airó al ver las mesas de los mercaderes en el templo, consciente de que la intención original del templo era ser una “casa de oración” (Mateo 21:13). En este caso, su ira estaba justificada, pues un lugar sagrado estaba siendo corrompido para obtener ganancias personales. Como un ejemplo opuesto, tenemos al rey Uzías, quien se atrevió a usurpar el lugar del sumo sacerdote en el templo para quemar incienso en el altar. Solo el sacerdote seleccionado podía llevar a cabo esa tarea. La Biblia dice: “Mas cuando ya era fuerte, su corazón se enalteció para su ruina; porque se rebeló contra Jehová su Dios, entrando en el templo de Jehová para quemar incienso en el altar del incienso” (2 Crónicas 26:16). En vez de arrepentirse, leemos: “Entonces Uzías, teniendo en la mano un incensario para ofrecer incienso, se llenó de ira; y en su ira contra los sacerdotes, la lepra le brotó en la frente, delante de los sacerdotes en la casa de Jehová, junto al altar del incienso. Y le miró el sumo sacerdote Azarías, y todos los sacerdotes, y he aquí la lepra estaba en su frente; y le hicieron salir apresuradamente de aquel lugar; y él también se dio prisa a salir, porque Jehová lo había herido”. (2 Crónicas 26:19–20). Uzías quiso hacer algo bueno de la manera equivocada. Para que las oraciones del pueblo ascendieran al cielo, se requería que se quemara incienso (Éxodo 30:7–8; Salmo 141:2). Como consecuencia de su accionar, Uzías se volvió leproso. Fue depuesto como rey, y vivió en una “casa apartada” hasta el día de su muerte (2 Crónicas 26:21). 

El problema con la ira es que cuando esta se manifiesta, tiene un efecto separador y aislante. Cuando a Moisés se le pidió que le hablara a la roca, pero en medio de su frustración con el pueblo se airó y la golpeó, perdió en ese momento su herencia al prohibirle Dios entrar a la tierra prometida (Números 20:8–12). Cuando Caín mató a Abel por envidia, fue enviado al a tierra de Nod, una palabra que significa errante (Génesis 4:16). La razón por la que la ira, especialmente un temperamento desenfrenado, es tan destructiva, es porque nadie quiere estar alrededor de alguien que esté todo el tiempo molesto. 

Se ha descubierto que cuando una persona se molesta demasiado, no solo aumenta su pulso cardíaco, su presión arterial y su respiración, sino que su sistema inmunológico puede neutralizarse durante un período de cerca de seis horas.  Salomón dice: “No te entremetas con el iracundo, ni te acompañes con el hombre de enojos, no sea que aprendas sus maneras, y tomes lazo para tu alma”. (Proverbios 22:24–25) Se toman más decisiones equivocadas cuando se hacen con ira. Israel estaba persiguiendo a los filisteos, cuando el rey Saúl dijo en medio de la batalla: “Cualquiera que coma pan antes de caer la noche, antes que haya tomado venganza de mis enemigos, sea maldito. Y todo el pueblo no había probado pan” (1 Samuel 14:24). Cuando los soldados están bajo la presión de la guerra deben comer para mantenerse fuertes, y esta decisión fue tomada porque había confusión entre los israelitas y los hombres estaban “en apuros” (1 Samuel 14:19, 24). La Biblia dice que el pueblo “desfallecía” (v. 28). Cuando finalizó la batalla, los hombres estaban tan hambrientos que degollaron animales en el terreno y se los comieron con sangre, algo que era prohibido por la ley de Moisés (Levítico 7:26; 1 Samuel 14:33). Las decisiones equivocadas que usted tome, afectarán siempre a los que están cerca de usted. 

Así como las insensatas palabras de Saúl hicieron que el pueblo terminara comiendo algo indebido, sus palabras negativas pronunciadas con ira causarán que las bocas de otros produzcan sangre, no por la muerte de animales, sino por las palabras cortantes como cuchillos que harán sangrar a otros en sus mentes y corazones. Uno de los golpes más duros a la confianza ocurre cuando uno de los cónyuges le es infiel al otro a través del adulterio. Esta es la peor forma de traición y es sumamente difícil restablecer la confianza cuando ocurre. El perdón es el único camino hacia la restauración. He sabido de parejas en las que uno ha sido infiel, y la pareja inocente decide no perdonar y divorciarse, pero años después confiesa: “Actué movido por la rabia, y cometí un error al no perdonar y permitir la sanación”. Otros deciden recibir consejería y perdonan, y en muchos casos terminan teniendo una relación más fuerte, salvando a su familia en el proceso. El perdón es la clave para restaurar la confianza, pero el perdón es una elección. 

LA ARMADURA DE LA ORACION

En el último capítulo de Efesios, Pablo nos instruye acerca de que necesitamos ir a orar por otros como si estuviéramos entrando en una batalla. Tenemos que vestirnos con la armadura de la fe. Nos dice: “Por lo demás, hermanos míos, fortaleceos en el Señor, y en el poder de su fuerza. Vestíos de toda la armadura de Dios, para que podáis estar firmes contra las asechanzas del diablo. Por tanto, tomad toda la armadura de Dios, para que podáis resistir en el día malo, y habiendo acabado todo, estar firmes” (Efesios 6:10–11, 13). Luego continúa describiendo cada uno de los componentes de esa armadura: “Estad, pues, firmes, ceñidos vuestros lomos con la verdad, y vestidos con la coraza de justicia, y calzados los pies con el apresto del evangelio de la paz. Sobre todo, tomad el escudo de la fe, con que podáis apagar todos los dardos de fuego del maligno. Y tomad el yelmo de la salvación, y la espada del Espíritu, que es la palabra de Dios; orando en todo tiempo con toda oración y súplica en el Espíritu, y velando en ello con toda perseverancia y súplica por todos los santos” (Efesios 6:14–18). 

Cuando nos dedicamos a la oración, la verdad es lo que nos reviste y lo que sostiene las piezas de nuestra armadura en su lugar. La verdad de que somos justos delante de Dios por medio del sacrificio expiatorio de Jesucristo es lo que protege nuestros corazones de la duda y la indecisión. A dondequiera que vayamos, tenemos que recordar que nuestro propósito es la paz shalom que Dios escogió como su propio nombre. La fe es lo que nos protege de los contraataques del enemigo y detrás de la que nos recargamos a la vista del temor. La espada que empuñamos es las promesas de la Palabra de Dios, ya que ellas son las leyes y los preceptos del reino de los cielos por medio de los cuales decimos en la corte del cielo que tenemos el derecho de recibir aquello que estamos pidiendo. Revestidos así, estamos listos para enfrentar cualquier batalla y pedir que la luz del cielo produzca cambios. 

Y, a medida que nos revestimos de estas cosas, empezamos a convertirnos en aquellas personas que Dios pretendía que fuéramos cuando nos puso en esta tierra: sus representantes en la tierra, reflejos de su Hijo en palabras y hechos. En este pasaje en Efesios, Pablo incluso usa una cita del libro de Isaías que se refería al Mesías que habría de venir, Jesús: Y lo vio Jehová, y desagradó a sus ojos, porque pereció el derecho. Y vio que no había hombre, y se maravilló que no hubiera quien se interpusiese; y lo salvó su brazo, y le afirmó su misma justicia. Pues de justicia se vistió como de una coraza, con yelmo de salvación en su cabeza; tomó ropas de venganza por vestidura, y se cubrió de celo como de manto. “Y vendrá el Redentor a Sion, y a los que se volvieren de la iniquidad en Jacob”, dice Jehová. (Isaías 59:15–17, 20). Por lo general, subestimamos tremendamente el poder de nuestras oraciones por otros. Dios nos llama a la aventura y al diálogo de la intercesión porque está buscando compañeros en la tierra que acudan y salven a aquellos a los que ama en la tierra, parándose entre ellos y la catástrofe. Quiere hijos e hijas en la tierra que sean semejantes al Cristo encarnado. Jesús, después de todo, “vive siempre para interceder” (Hebreos 7:25). Si nos esforzamos por ser como Él, ¿acaso no debemos también estar intercediendo? Cuando de veras nos “revestimos de Cristo” (Gálatas 3:27), también debemos vestirnos de intercesión, porque eso es lo que Él hace día y noche. 

Es, en resumen, el poder fundamental para traer un cambio por medio del espíritu en nuestro mundo físico. Es el trabajo de cada creyente. Es la clave para la expansión del reino de Dios. Y es el fundamento de una vida que vale la pena vivir. No solo eso, sino que es imposible que haga tales peticiones al cielo sin determinación y sin que esa determinación lo cambie a usted. En su libro en la escuela de la oración Andrew Murray llamó a la oración intercesora “la escuela de entrenamiento de la fe”. Continúa diciendo: Allí se prueba nuestra amistad con Dios y con los hombres. Allí se ve si mi amistad con el necesitado es tan real, como para que dedique tiempo y sacrifique mi descanso, vaya incluso a la medianoche y no cese hasta que haya obtenido lo que necesito para ellos. Allí se ve si mi amistad con Dios es tan clara, de modo que puedo depender del hecho de que no me defraudará y, por tanto, orar hasta que Él dé. Oh qué misterio celestial tan profundo es el de la oración perseverante. El Dios que ha prometido, que anhela, cuyo propósito firme es dar la bendición, la retiene. Para Él es un asunto de tal importancia que sus amigos en la tierra conozcan y confíen plenamente en su Amigo rico en el cielo, que los entrena, en la escuela de la respuesta demorada, a ver cómo su perseverancia realmente importa, y qué asombroso poder pueden ejercer en el cielo, si tan solo se empeñan en ello. Hay una fe que ve la promesa, y la abraza, y sin embargo no la recibe (Hebreos 11:13, 39). Es cuando la respuesta a la oración no viene, y la promesa en la que parecemos estar confiando con mayor firmeza aparentemente no tiene ningún efecto, que la prueba de la fe, más preciosa que el oro, tiene lugar. Es en esta prueba que la fe que ha abrazado la promesa se purifica y se fortalece y se prepara en una comunión personal y santa con el Dios viviente, para ver la gloria de Dios. La toma y se agarra de la promesa hasta que ha recibido el cumplimiento de lo que había reclamado en una verdad viviente en el Dios invisible pero viviente. Este no es un asunto trivial. Incluso si comenzamos a interceder en el mismo instante en que escuchamos la necesidad de otro, tenemos que adoptar el modo de pensar de fe que dice que nuestras palabras harán algo más que solo producir vibraciones en el aire. 

Tenemos que reconocer que tenemos un lugar delante del trono de Dios y el derecho de estar allí. Tenemos que reconocer que hay promesas de Dios que se aplican, leyes espirituales en las que se puede confiar para proporcionar ayuda en tiempos de necesidad. Y, tal como lo hizo Ester, usted tiene que venir con la convicción de que no será rechazado, después de todo, sabe que lo dice la Palabra de Dios.  

ATESORA LO CORRECTO

En Lucas 10:27-29, dice: Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con todas tus fuerzas, y con toda tu mente; y a tu prójimo como a ti mismo.  Es fácil amar a Dios con la ley, pero toma todo amar a Dios con gran afecto.  Es muy fácil decir “amo a Dios” porque vienes a la iglesia los domingos, porque de vez en cuando oras; pero esto no es así. 

No puedes pretender tener una relación estrecha con Dios haciendo tan solo el mínimo requerido, de la misma manera que no se puede pretender tener un matrimonio exitoso, cumpliendo solamente con lo que se requiere.  Hay hombres que reclaman a su esposa por lo mucho que trabajan por ella y los hijos, pero es que eso es lo que hace un esposo y un padre: Trabajar por su familia. De la misma manera, hay mujeres que se quejan de tanto que cocinan y lavan ropa, pero es que eso es lo que hace una esposa.   
Hay hijos que piden dinero a sus padres, a cambio de buenas notas y de tener un buen comportamiento.  Y muchos dirán que hay que incentivar a los hijos, pero no debes incentivarlos por aquello que es requisito de vida, porque dañas la mente de la criatura.  No es que no motivemos a nuestros hijos, pero mucho cuidado que no los adiestres erróneamente, incentivándolos en aquello que es requisito de un hijo.  Recompensa el esfuerzo, la dedicación, la milla extra; no lo que es un deber.
Los que aman a Dios cumplen la ley con todo su corazón y con toda su mente.  Cuando amas a Dios con toda tu mente y con todo tu corazón, todos tus pensamientos todo el día van dirigidos a Dios; no te quejas de Dios, no estás comparándote con los demás, con lo que Dios da a otros y a ti no.  Es fácil amar a Dios cuando vienes a la iglesia y hay buena música.  Pero amar a Dios con toda tu mente y todo tu corazón es cuando, aun en problemas, tus pensamientos los alineas a la palabra.  Es que, aunque tu mente quiera pensar mal, dirijas tus pensamientos a que él te ama, tiene planes de bien para ti y todo va a obrar para bien en tu vida.
Amar a Dios con todo tu corazón, con toda tu mente y con todas tus fuerzas, en el texto original, es: Con todos tus recursos.  No solamente se refiere a tus finanzas, sino también a tus talentos.  Esto es importante porque, cuando no llegamos a este nivel de amor, donde amamos a Dios y al prójimo con intensidad, no experimentamos la naturaleza divina.
¿Por qué algunos no llegan a ese nivel?  En Romanos 2:5, dice: Pero por tu dureza y por tu corazón no arrepentido, atesoras para ti mismo ira para el día de la ira y de la revelación del justo juicio de Dios
La falta de arrepentimiento endurece el corazón.
Ya sea por ignorancia o por traumas, hay quienes se obstinan en mantener su posición, y no quieren arrepentirse. Hay quienes han hecho cosas con mala intención; otros, cometen errores por ignorantes, y otros viven traumatizados por errores que otro ha cometido en contra de ellos.  Entonces, enfrentan consecuencias negativas porque, en vez de arrepentirse, endurecen su corazón.  Y un corazón endurecido no puede amar a Dios y al prójimo, con intensidad.
Por la dureza de corazón y por la falta de arrepentimiento, atesoras ira, envidia, rencor.  Una persona puede vivir sin experimentar las consecuencias de la ira, pero el día de la ira llegará algún día.  Todos llegaremos a ser juzgados, confrontados, y lo mejor es que hayamos atesorado lo correcto para que, en ese momento, se manifieste la bendición de Dios en nuestras vidas.  

FE ES ACCION

Romanos 6:14 Reina-Valera 1960 (RVR1960) 
Porque el pecado no se enseñoreará de vosotros; pues no estáis bajo la ley, sino bajo la gracia.

Todos sabemos que la fe tiene que ver con el creer, pero pocos entendemos a donde es que nos tiene que llevar el creer, porque solo creer no basta, si lo que creemos no nos lleva a una acción, entonces en realidad no estamos creyendo. Piense en esto, si alguien viene y le cuenta un chisme y usted decide creerlo, su actitud cambiará, debido a que decidió creer en lo que le dijeron, hay una acción que precede al creer. El detalle está en que en los asuntos de la fe, las personas deciden creer y luego dejar todo en manos de Dios y por tanto no hacer nada, y esto me lleva a la siguiente pregunta: realmente creen?, o solo se están engañando?. 

El ejemplo del chisme lo use con toda intención, ya que un chisme no es mas que una versión de un asunto que tienes varias versiones que llevan a una verdad, y así sucede con la palabra de Dios, es decir, hay personas que creen en pequeñas partes de la Biblia que probablemente no leyeron sino les contaron y esto hace que lo que crean no tenga sentido y por tal no les lleve a una acción por tal su fe es muerta, tal como lo promete la Biblia (Santiago 2:14). Dios es un Dios coherente, todo lo que se habla en la Biblia tiene sentido y se alinea perfectamente con el resto de su contenido, por tanto no se contradice, y es por eso que es tan importante que la conozcamos completa, para no equivocarnos. 

La cita de hoy es una cita que si la leemos aislada nos puede confundir, ya que pareciera contradecirse, pero piénselo de esta manera, para qué habría de Dios imponer una ley que luego la gracia vaya a echar por tierra y a contradecir al autor?, por el contrario, esta cita mas que ninguna hace sentido si la leemos adecuadamente. La Biblia nos dice que el que sabe lo que es bueno y no lo hace, le es tomado por pecado (Santiago 4:17), por tanto, todos sabemos que el cumplir la ley es bueno, ya que nos lleva a Dios, por tanto el incumplir la ley, nos aleja de Él, como habría entonces la gracia de eximirnos de la ley? La gracia nos lleva al siguiente nivel, a donde la ley no nos puede llevar, la ley nos reconcilia temporalmente con Dios (hasta que volvamos a pecar), más la gracia es el efecto del perdón por medio de la sangre de Jesús, la cual no solo nos reconcilia con Dios, sino nos lleva a vivir en las dimensiones del Reino, por tal necesitamos de la ley para disfrutar de los beneficios de la gracia, si no, como mostramos nuestro genuino arrepentimiento? 

La Biblia nos lleva siempre a la acción, siempre nos exhorta a hacer algo, no a dejar de hacerlo, Dios es un Dios de acción, no podemos imitar a Jesús como nos lo dice la Biblia, dejando de hacer algo que nos es crucial, no lo cree? Jesús nos dijo, aquel que me ama, obedece mis mandamientos (Juan 14:15), y no son sus mandamientos el principio de la ley? (Éxodo 20), por tanto, Dios no se contradice, sino que por medio de la gracia nos invita a participar de manera activa de su Reino y no pasiva como muchos pretenden.

DIA MUNDIAL CONTRA LA VIOLENCIA DE GENERO


VIDEO: Documental explica por qué Dios permite la maldad - Entretenimiento - Mundo Cristiano - CBN.com

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DIOS ME AYUDO A PERDONAR AL ASESINO DE MI HIJA

Resultado de imagen para dia vs la violencia ala mujerContra la violencia de género seguimos necesitando un día. La triste realidad de abuso que viven millones de mujeres en el mundo lleva a que las voces de quienes rechazan esta situación procuren unirse cada 25 de noviembre para recordar que es necesario promover un cambio y que hay esperanza para aquellas que sufren.  

En esta línea se celebró el sábado un acto contra la violencia de género en el local de la Iglesia Celebración Cristiana de Madrid, convocado por la Consejería de la Mujer del Consejo Evangélico de Madrid (CEM) y con la colaboración de Asamblea Cristiana Madrid, Fiet Gratia, Aglow y la Unión de Mujeres Evangélicas (UDME). Un acto en el que se reivindicó la posición de valor que Dios da a la mujer y la condena de cualquier forma de violencia; en el que también se mostraron diversas formas en las que la violencia se manifiesta - insultos, vejaciones, ignorancia, golpes o incluso llegando a acabar con la vida de la mujer. Teatro, música, presentaciones visuales y breves exposiciones fueron presentándose ante unas 200 personas que acudieron al evento. 

UNA HISTORIA DE PERDÓN 

Una de las participaciones más conmovedoras fue la de Pilar Gonzalo, progenitora de una joven asesinada por su ex pareja. Esta madre, sin embargo, no acudió para mostrar frustración o rencor, sino para contar cómo el perdón había restaurado su vida. “Como cristianos tenemos la posibilidad de perdonar y así transmitir esperanza para el maltratador”, decía con emoción Pilar. “Perdonar no es olvidar o quitarle importancia a lo sucedido, sino quitar tu carga para recibir sanidad.Es saber decir: no quiero venganza, no quiero la justicia por mi mano (…) Es dejar la carga en Dios y confiar, en la justicia de Dios y también en la justicia civil”. 

Esta mujer vio como un hombre violento arrebataba la vida a su hija Rut, de sólo 20 años; pero por eso quiso dejar un mensaje para las presentes. “A la maltratada, le digo: te mereces vivir en paz, te mereces seguir adelante”, y enfatizó que sin perdonar es muy difícil poder salir del infierno del abuso y la violencia. 

CIFRAS QUE HIELAN 

Asun Quintana, Consejera de la Mujer del Consejo Evangélico de Madrid, abrió el acto presentando las cifras de la violencia de género en España. Por ejemplo, que hay 7 millones de mujeres (un 30 por ciento de la población) que han sufrido maltrato de su pareja. O que son 700 las víctimas mortales registradas en los últimos diez años. “Dios no aprueba el maltrato”, explicó Asun Quintana, lamentando que este 25 de noviembre siga vigente como “un día señalado contra la violencia contra la mujer”. Para combatir el maltrato en nuestros días, reivindicó el papel de la iglesia “como sal y luz en la sociedad” siguiendo el “ejemplo de Jesús, viendo cómo trató a la mujer, cómo le devolvió la dignidad”. 

Quintana finalizó su intervención presentando la Guía de Acción Pastoral contra la Violencia de Género, divulgada por la Comisión de Familia de la Alianza Evangélica Española, como una herramienta “muy útil” para que las iglesias, y sobre todo su liderazgo, sepan orientarse y reaccionar ante esta triste realidad. En una breve participación, el presidente del Consejo Evangélico de Madrid, Emmanuel Buch, expresó el deseo de “ser sensibles a la voluntad de Dios” para asumir “la relación con las mujeres de acuerdo a su propósito”. “Aprendamos – dijo Buch - a mirar a las mujeres como Dios las mira. Sobre todo en nuestro contexto cristiano tenemos este desafío de reconocer a la mujer con admiración”. 

A continuación un grupo de siete actores presentaron la obra teatral “La tragedia de las mujeres maltratadas”, dirigido por Alicia Mendo. En el escenario, cada uno expresaba actitudes y sensaciones que viven tantas personas involucradas, sea como víctima o como agresor, en el terrorífico círculo de la violencia de género. 

La bailarina Melodie Rodríguez realizó una interpretación igualmente emotiva de la canción “El club de las mujeres muertas”, de Víctor Manuel. La nota musical la puso la Orquesta Selah, que interpretó varias piezas clásicas y contemporáneas, entre ellas la canción “Sobre todo (Above All)” de Michael W. Smith. ACCIONES EN MARCHA Son varias las organizaciones e iglesias evangélicas que están adaptando estrategias para defender a las mujeres, valorarlas y proteger a muchas que se encuentran en un estado de vulnerabilidad. Fiona Bellshaw presentó la labor de la ONG Fiet Gratia, contra la trata de personas y la esclavitud sexual. La ONG tiene presencia en España pero también colabora con proyectos internacionales, que potencian su labor en lugares como India. “Unas 200 niñas cada día son vendidas en este país para ser prostituidas”, expresó la presidenta de la ONG. 

 “La iglesia puede hacer mucho para luchar contra la trata”, dijo Bellshaw, que desde la ONG explicó como han atendido a 118 mujeres en situación de riesgo en 2013, de las que el 23% habían sido prostituidas. También Ana Mª Huck presentó el trabajo de la ONG Proyecto Ana España, el cual se ha establecido recientemente en este país, pero que realiza un trabajo internacional desde hace muchos años a través de programas de radio en los que se transmite esperanza a la mujer. “Hay millones de mujeres que viven sometidas”, expresó Ana Mª Huck. “Algunas, la única luz que reciben en su vida es a través de las ondas de radio que les permiten, dentro de su realidad, recibir un mensaje de esperanza y salvación”.

El acto se cerró con las palabras de Ana Giménez, presidenta de Aglow. “¿Cómo es posible que continúe la misma vejación desde el principio de los tiempos?”, reflexionaba Giménez.“Sabemos que nuestra lucha no es contra los hombres, sino contra el maligno”, expresó citando Efesios 6. “El amor de Dios a la humanidad es lo que nos impulsa. Es el camino de restauración que Jesús abrió por el que hoy decimos - concluyó-: no a la violencia de género”.

RESPETO

En Levítico 19, dice: Delante de las canas te levantarás y honrarás el rostro del anciano. Padre y madre merecen honra; el hombre tiene que darle honra a la mujer; la mujer tiene que dar honra al hombre; y todos les debemos honra a las personas mayores.
Las canas se respetan. La experiencia de una persona se respeta. Dice la biblia que te levantarás delante de las canas.
1 Timoteo dice que debemos dar honor a las viudas, y que los ancianos que gobiernan sean tenidos por dignos de doble honor. ¿Quiénes son estos? Tu jefe; el gobernador que, aunque tú no hayas votado por él, merece todo tu respeto, y no tan solo una dosis, sino doble porción de honor.
Tenemos que enseñar respeto y honor. La iglesia tiene que levantarse y enseñar lo que dice la palabra del Señor acerca de la honra que debemos.
Puedes diferir de la opinión del Gobernador, pero no le puedes faltar el respeto. Puedes diferir de la orden que estás recibiendo de tu jefe, pero no le puedes faltar el respeto. Puedes diferir de la opinión de tus padres, pero no les puedes faltar el respeto.
Exigir tus derechos, no significa que tengas que faltar el respeto.
Quizás, en alguna ocasión, tuviste una mala experiencia con un maestro, porque no todos los maestros son perfectos, pero los maestros se merecen respeto. Y muchos jóvenes no respetan a sus maestros.
En el verso 17, dice que más respeto aún se debe tener por aquellos que nos enseñan la palabra del Señor. Tu pastor merece respeto. Cuando tengas un problema que quizás el gobierno no te vaya a poder resolver, y que quizás en tu casa no se pueda resolver, probablemente, ese problema se va a resolver desde el altar. Más vale que tú hayas guardado la estima y hayas enseñado a tus hijos a respetar el altar.
Las personas que Dios ha puesto en autoridad en nuestras vidas, los que predican, lo que nos enseñan, merecen respeto.
La sociedad se burla de aquellas cosas que la palabra nos dice que merecen respeto. En una comedia, en una parodia, ¿de quién se burlan? De los padres, de los políticos, de los pastores. ¿O acaso no es esto lo que vemos y nos produce gracia? Pues no debería causarnos gracia, porque la deshonra tiene consecuencias que hacen que un hogar se destruya. 

HONRA

Cuando la palabra habla al hombre acerca de honrar a su mujer como vaso más frágil, continúa diciendo: Para que tus oraciones sean sin estorbo. Hay estorbo, hay interrupción, hay un corte de comunicación entre Dios y tú, cuando falta honra. Quizás tú no lo puedes ver, pero, cuando uno es irrespetuoso, cuando faltamos en dar honor a quien honor merece, se interrumpe la comunicación, hay estorbo en nuestra relación con Dios. Y, ¿cómo se restituye esa relación? Con honra.
En Isaías 61, vemos la escritura que Cristo citó cuando entró a aquella sinagoga en Nazaret: Yo he venido para traer buenas nuevas a los pobres, para levantar a los quebrantados, al cautivo, para sanar a los enfermos. Y, en esa misma escritura, más adelante, dice que, en lugar de confusión y deshonra, “os alabarán en sus heredades, por lo cual en sus tierras poseerán doble honra.”
Una de las cosas que Jesús vino a hacer fue, no tan solo a restaurar la honra, sino a darnos una doble porción.
Esta escritura dice: Reedificarán las ruinas antiguas. A veces, nos encontramos con ruinas en nuestra familia, con cosas que han sido destruidas. Y, cuando miramos, la destrucción ha sido por pecado, por malas decisiones que, generalmente, están ligadas con el honor. Quizás te encuentras con ruinas, pero Dios te dice: Esas ruinas pueden reedificarse.
La escritura continúa, diciendo: Levantarán los asolamientos. La falta de honra trae soledad a nuestra vida. Puedes ser la persona más inteligente, pero, cuando te expresas con deshonra hacia los demás, vas a terminar solo. Nadie quiere andar con alguien que habla mal de otro. Si hablas mal de tu jefe, un día hablarás mal de tu compañero. Si te comportas mal con tus padres, un día le fallas a algún amigo. Y todo esto trae consecuencias de maldición sobre nuestra vida.
El asolamiento es una consecuencia de maldición, pero Dios dice que se va a acabar, que se levantarán de los asolamientos y restaurarán ciudades. Mucho más que la restauración de un hogar, Dios tiene restauración de ciudades completas para los hogares que traen honra.
Cuando se levanta una iglesia que sabe honrar a Dios, que sabe honrar a los ministros, que sabe honrar a las autoridades, a la familia, a los cristianos, ciudades completas son restauradas. Y, dice la biblia que, para ellos hay doble honra.
En Isaías 61, dice que, cuando se reedifica, cuando se levanta y se restaura, no hay más confusión, sino que hay doble honra.
La confusión llega a los hogares, cuando no tenemos claras las líneas de autoridad, cuando no tenemos clara la honra que debe haber. La confusión viene cuando no hemos sido enseñados correctamente, o cuando no hemos enseñado correctamente.
Quizás hoy puedas reconocer las consecuencias que tu familia ha vivido por la falta de honra. Pero los que creemos en el Señor no estamos sin esperanza, sino que hay una palabra que nos dice que seremos reedificados, levantados y restaurados, que no habrá más confusión, y que habrá doble honra.
Dios puede levantar tu hogar. Dios puede quitarte ese sentimiento de soledad que te hace pensar que no tienes a nadie con quien puedas contar, y Dios puede restaurar tu familia completa, cuando la honra está en el lugar correcto.

COMO PARA EL SEÑOR


Nuestro mundo moderno se rige, entre otras cosas, por la inmediatez, la exposición, la popularidad y el éxito. El anonimato y la invisibilidad de los actos parecerían estar obsoletos y en desuso. La necesidad de mostrarse y de que los demás vean y aprueben lo que uno hace, desestima, muchas veces, todo intento de practicar la misericordia. Entendiendo la misericordia como la virtud que nos lleva a compadecernos de las miserias de otros, aún cuando los destinatarios de dicha compasión nos hayan ofendido o no estén incluidos dentro de nuestra lista de favoritos.

"Y todo lo que hagáis, hacedlo de corazón, como para el Señor y no para los hombres" (Colosenses 3:23, RVR60).

El hacer las cosas para los hombres como los que quieren agradar a los hombres (Col 3:22, RVR60) podríamos relacionarlo con algunos rasgos característicos de la personalidad narcisista, por ejemplo:

  • Necesidad de aprobación, admiración y alabanza.
  • Ser vistos y tener protagonismo.
  • Poca afinidad con las críticas.
  • Percepción del otro en función de la utilidad para lograr las metas propias.
  • Manipulación en cualquiera de sus formas.
  • Exhibición o exageración de los logros y éxitos   

El hacer las cosas de corazón, como para el Señor nos conduce al carácter de Cristo. Cuando nuestra meta es agradar al Señor en todo, y de esa manera decidimos emprender nuestras actividades diarias, permitimos que el carácter de Cristo se manifieste en nosotros. Repasemos algunas de las características de su carácter y atributos:

  • Mansedumbre (Mateo 11:29)
  • Humildad (Mateo 11:29)
  • Bondad (2 Co 10:1, NVI)
  • Amor (Jn 15:12-13)
  • Verdad (Juan 14:6)
  • Perdón (Col 3:13)
  • Obediencia (Hebreos 5:8-9)
  • Compasión(Hebreos 4:15)
  • Paz (Isaías 9:6)

Hacer las cosas como para el Señor implica respetar y amar a nuestro prójimo (llámese vecino/a, jefe simpático o antipático, suegra/o, hijos/as, esposo/a, etc.), desempeñar nuestras tareas con responsabilidad y compromiso así como si tuviéramos a Jesús del otro lado del escritorio. Por otro lado, con el mismo entusiasmo y gozo con el que nos presentamos los domingos en la iglesia ante los hermanos, deberíamos conducirnos con nuestros familiares, colegas y amigos que aún no han reconocido a Jesús como su Señor y Salvador.

Para finalizar, es posible que como discípulos de Cristo nos toque alguna vez ayudar a alguien que nos haya herido y esa podría ser una buena oportunidad para examinarnos a nosotros mismos y también decidir hacerlo como para el Señor,sin público, sin hermanos que digan:" Amén" a nuestro alrededor, solo poniendo en práctica el carácter de nuestro Maestro, quien conoce mucho mejor que nosotros lo que es la bondad, el amor y la compasión

EL AVIVAMIENTO DE LA RISA


Un urgente análisis sobre el nuevo movimiento que reclama ser la visitación del Espíritu Santo para los últimos tiempos.

El Avivamiento de la Risa, también conocido como "Borrachera Espiritual", está llegando rápidamente a todas las denominaciones cristianas, y muchos lo están aceptando sin la debida reflexión. Cientos de miles están involucrados.

Dado que esta nueva moda religiosa incluye trances en donde los fieles ríen a carcajadas por horas, gente que ruge e imita sonidos de diversos animales y efectos parecidos a los que producen las drogas y el alcohol, es indispensable que nos hagamos las siguientes preguntas:

- ¿Se trata de un don divino o de un caso de hipnosis colectiva?
- ¿Es realmente inspirado por el Espíritu Santo?
- ¿Tiene precedente en la Biblia o en la historia del cristianismo?
- ¿Quiénes son sus iniciadores y cómo comenzó?
- ¿Tiene relación con la Nueva Era y existen peligros de involucrarse con él?
- ¿Tiene algo que ver con el Ecumenismo y la unidad mundial de todas las religiones?

Este importante estudio, respaldado por dos años de investigación, está dirigido especialmente a los creyentes de habla hispana, en un momento de caos teológico en que las experiencias subjetivas intentan sustituir la verdad objetiva de la Palabra de Dios, los valores cristianos y la razón.

IRA Y GLORIA


Hasta el nombre de este último libro de la Biblia intimida.Es lamentable que esa realidad,combinada con las interpretaciones llenas de divagaciones,e incluso estrafalarias aparecidas a lo largo de los años,haya causado que muchos cristianos desconozcan el Apocalipsis.

Gracias a Dios,en Ira y Gloria,David Reagan permite que las Escrituras hablen por sí mismas.A base de explorar los numerosos puntos de vista diferentes sobre este misterioso libro,anima al lector a examinar el Apocalipsis en busca de su significado más natural.

La Biblia nos dice que las personas que lean y escuchen el Apocalipsis serán bendecidas. ¡Son muchos los que se están perdiendo una bendición! El Dr. Reagan uno de los principales expertos de los Estados Unidos en profecía bíblica,arroja luz sobre la extraordinaria esperanza que se nos presenta en esta revelación de Jesucristo en su gloria.Este libro es para todas las denominaciones y para todas las edades,y su propósito es poner en alto un libro escrito para todos los tiempos.

UN HOGAR QUE PERMANECE

La roca principal de todo hogar es Cristo. La base de todo hogar debe ser Jesús. Pero también sabemos que hay principios que nos pueden ayudar a establecer, en nuestra vida, la fortaleza necesaria en todo lo que hacemos.
Uno de estos principios espirituales que hace que nuestra familia prevalezca es el honor.
Ahora, ¿qué es la honra? ¿Qué es el honor? El honor es una cualidad que lleva a una persona a comportarse de acuerdo a las normas sociales y morales que se consideran apropiadas. Una persona de honor es una persona que, de acuerdo a los estándares de la sociedad, se comporta de la manera correcta.
Otra definición de la palabra honra es: Buena reputación. Lo mejor que puedes tener es una buena reputación. Cuando no tienes un billete en tu bolsillo, puedes tener una buena reputación. Una buena reputación es mejor que el dinero, es mejor que la fama, es mejor que las puertas abiertas, es mejor que los estudios.
Según algunas sociedades tradicionales, honor es también lo que se expresa hacia las mujeres, cuando hay recato. Hay sociedades en las que el honor de una mujer es una virtud por encima de su belleza, de su inteligencia, de sus capacidades.
Honor es también aquello con lo que una persona se siente enaltecida, satisfecha. Hay honor cuando se hace un homenaje. Atender invitados es dar honor. Y, de la misma manera, el honor es algo recíproco.
Palabras que se relacionan con el honor son: Estima, responsabilidad, dignidad, honra, orgullo, consideración, hombría, caballerosidad, conciencia, entereza, honradez, integridad, rectitud, nobleza, lealtad, castidad, decencia, respeto, decoro.
En Romanos 13:7, dice: Pagad a todos lo que debéis; al que tributo, tributo; al que impuesto, impuesto; al que respeto, respeto; y al que honra, honra. La honra no es algo que se da, sino algo que se paga. El respeto, el honor y la honra es algo que se debe. Es algo que se demanda de nosotros. No lo damos porque queramos, sino porque debemos.
Y tenemos que enseñarles ese honor a nuestros hijos. Tenemos que enseñarles a conducirse. ¿Por qué? Porque una casa que enseña acerca del honor, que vive en un alto estándar de honor, es una casa que permanece.
En medio de un mundo que ha olvidado la importancia del principio de la honra, en medio de un mundo que no quiere pagar la honra que debe y cuando debe, en medio de este mundo, tu hogar puede permanecer. ¿Quieres que tu hogar permanezca? Enseña a los tuyos honor.

ABRAHAM Y LA PROSPERIDAD VERDADERA


Mucho antes de la Creación Dios ya tenía un plan perfecto ideado sin consultar con nadie. Todo lo que Él hizo, hace y hará fue, es y será conforme a ese único plan. La persona que lea bien su Biblia no encontrará en ella que Dios tenga un ‘Plan B’.



No debería extrañar, entonces, leer en sus páginas acerca del engaño diabólico; de la Caída del hombre y el mundo en el pecado; del diluvio; de Noé y su familia dando inicio a una nueva humanidad; de la Torre de Babel causando la confusión de los idiomas y la creación de naciones; de Abraham originando la tribu de los hebreos; del pedido de Dios para que Abraham ofrezca a su hijo en sacrificio y así convertirse en padre de los creyentes; de Jacob iniciando la nación de Israel; de José salvando su familia del hambre; de Moisés legislando los Mandamientos a un Israel rebelde; de los israelitas exigiendo el fin de los jueces; de Israel pidiendo un rey como las naciones paganas; de David recibiendo la promesa de un reino sin fin; de los profetas de Dios asesinados por denunciar el pecado (‘Juan el bautizador’, el último de ellos); del nacimiento, ministerio, crucifixión, resurrección y ascensión de Jesucristo; de la venida del Espíritu Santo; del nacimiento de la iglesia; de la expansión progresiva del Evangelio a todas las naciones del mundo. Esos hechos tienen sus correlatos históricos basados en el ‘Cronos’.

Pero, los cristianos sabemos que estaban de antemano definidos en Su propósito eterno, conforme al ‘Kairós’ de Su plan perfecto. Nada de lo que ya sucedió, suceda o haya de suceder está ausente del plan con el que ello cumpla, más tarde, más temprano o en el momento justo, con el propósito de Dios.

EL LIBRO QUE PROSPERA A QUIEN LO LEE
La Biblia es la crónica de los hechos de Dios por amor a Su creación, y de los hechos de los hombres que se obstinan en vivir rebelados contra ese amor y el Plan perfecto; la historia de hombres que prefirieron agradarse unos a otros y a sí mismos antes que a su Creador, y también de los que obedecieron a Dios por confiar en Él.

Dios conoce bien lo que hay en el corazón del hombre, pero este casi siempre ignora lo que hay en el de Dios.

Hay cristianos convencidos de que es propósito de Dios incluir en Su iglesia al Estado de Israel o a los israelíes. Muchos de ellos tienen esperanza en que la historia que escribe esa nación fundada el 14 de mayo de 1948 sea de bendición para la iglesia; por eso llegan a defender a ultranza todo lo relacionado con la ‘marca’ Israel, y lo que provenga de la acción de sus gobernantes torciendo las Escrituras para justificarse.

La historia de la iglesia en misión lleva casi dos mil años y por ella sabemos que los judíos persiguieron a los cristianos desde Jerusalén por Asia Menor, Grecia y Roma. Además, el persistente y violento ataque de los legalistas y judaizantes contra las iglesias locales obligó a los apóstoles a desarrollar lo que conocemos hoy como apologética del Evangelio. Enseñaron y exhortaron contra los falsos maestros y profetas infiltrados en las iglesias cuya meta es terminar con la fe cristiana, aunque con ello se deba exterminar a los cristianos.

Es obvio que Dios no aprueba todo lo que hagamos los humanos, aunque por un tiempo nos permita hacer lo que no le agrada. Dios Padre ha establecido a Jesucristo como Señor de la Historia y ha puesto todo y a todos bajo su control; porque Él es el único que sabe lo que sucederá y ha de hacer, en Su sola voluntad. Esa es la poderosa razón por la que un cristiano debiera inhibirse de tomar partido a favor de la ‘limpieza étnica’o de las ‘intifadas’ en el mundo secular.

Al mismo tiempo, los cristianos tenemos la obligación de denunciar todo intento de imponer una política o una creencia por medio de acciones forzadas o violentas, vengan de donde vengan y contra quien o quienes se ejecuten. Es obvio que estas denuncias deben plasmarse en acciones pacíficas basadas en el Derecho, pero nunca invalidando el consejo de las Escrituras como un todo.

La Palabra de Dios enseña que en las iglesias locales, el creyente está llamado a no confrontar con los que traicionan a Jesucristo; también a no quedarse de brazos cruzados viendo como avanzan con sus herejías. La recomendación escritural es clara y precisa: no se debe recibirles ni juntarse con ellos, sino darles a conocer a Quien vino a reconciliar al hombre con Dios; porque a paz nos ha llamado el Señor.

Por eso considero pertinente preguntarnos, una vez más: ¿Debe el cristiano anhelar y obtener la prosperidad prometida por Dios en el Antiguo Testamento?

Nos abocaremos ahora a estudiar la relación que hay en el AT entre la obediencia a Jehová Dios y la bendición que Él envía a sus escogidos. Comenzaremos por Abraham, que muchos presentan como el símbolo de la prosperidad, enseñando a los cristianos que deben imitarle. Lo haremos advirtiendo que son muchos los que no toman en cuenta la verdadera historia de Abraham, por desconocerla o por no convenir a sus propósitos.

Las Escrituras enseñan que el Abram de Ur de los caldeos y el Abraham padre del pueblo hebreo son una misma persona, pero transformada a lo largo de los años conforme al propósito soberano de Jehová Dios. Abram es un nombre antiguo, que en hebreo se forma con ab: "padre", y ram: "alto, excelso"; con lo que podría significar: "el padre alto o excelso". Cuando Jehová Dios le cambia el nombre por Abraham pasó a significar "padre de una multitud de gentes", "padre de todos los creyentes", aunque no tenga una etimología exacta.

LA PROSPERIDAD DEL PACTO DE DIOS CON ABRAM 
Dios esparció a los humanos por la tierra tras el fallido intento de ellos para construir una torre que llegase al cielo; la idea era de hacerse de ‘un nombre’ y tener una reputación donde fueran si tuviesen que separarse. De hablar un solo idioma ahora todos pasaron a hablar diferentes lenguas. Las naciones, descendientes de Noé, dieron la espalda al conocimiento de Dios, y fueron entregados a una mente reprobada; desarrollaron el sistema pagano, pervirtiéndose al punto de oscurecer u olvidar las verdades transmitidas por los descendientes de los antiguos patriarcas. En este contexto de perversión de las relaciones naturales que Dios había creado  (6)  nacen Abram, Nacor y Harán. Estos eran hijos de Taré, la décima generación de Sem, hijo de Noé.

Taré se estableció con su familia en Ur de los caldeos donde se asume que fueron prósperos negociantes y tenían una buena posición pues pertenecían a tribus de comerciantes y artesanos; por lo que se cree que Abram nunca habría sido pobre en su juventud. Súmese a esto que el grado de urbanismo de los caldeos era muy desarrollado para comprender mejor la situación.

Algunas características de estos semitas: eran idólatras, no creían en Jehová, se guiaban por la astrología, usaban talismanes, practicaban la magia y tenían otros dioses. Hay los que ven en el relato bíblico que Abram era henoteísta y que, al sentirse atraído por Jehová Dios, despreció a los demás dioses del politeísmo.

La Escritura afirma que a la muerte de uno de sus hijos, Taré sale de Ur de los caldeos con Abram, Sarai y su nieto Lot (huérfano de Harán) como para ir a Canaán. Pero se establecen todos en el sitio donde habrá de morir Taré.

Abram tenía ya 75 años cuando Jehová Dios le manda dejar la casa paterna en Harán e ir al lugar que Él le mostraría para bendecirlo si lo hiciera, prometiéndole “Y haré de ti una nación grande, y te bendeciré, y engrandeceré tu nombre, y serás bendición. Bendeciré a los que te bendijeren, y a los que te maldijeren maldeciré; y serán benditas en ti todas las familias de la tierra.”    

La bendición que habría de recibir se extendería no solo a su descendencia sino a todas las familias de la tierra. Esto incluye a los gentiles, es decir a todos lo que no pertenecieran a la nación que Dios escogería más adelante como Israel.

Abram obedece a Dios y se establece en Canaán durante diez años. Recorre la tierra entregada a él por Dios y en ella comienza a invocar el nombre de Jehová. Cuando una terrible hambruna asuela la tierra Abram emigra al fértil Egipto. En el camino descubre la belleza de su esposa Sarai y urde la trama de hacerla pasar por su hermana (lo era por parte de padre) por temor a los egipcios. Como era de esperar el Faraón es atraído por la hermosura de Sarai; sin embargo, al tomarla para hacerla su esposa Dios envía un rápido castigo sobre los egipcios. Descubierto el engaño, Abram es expulsado, aunque le proveen con enormes riquezas como para que no se le ocurriese regresar.

De regreso de su aventura, Abram adora a Jehová en el altar que había construido en Neguev antes de emigrar a Egipto. Sus posesiones eran tantas que no alcanzaba la tierra para ser compartida con su sobrino Lot. Por ello, poco después, se separan en buenos términos y Lot elige vivir en las ciudades de la llanura.

Podríamos decir que, debido a su gran prosperidad, es que Abram se ve forzado a obedecer respecto de dejar su parentela. Pero, debido a la maldad de los de Sodoma, Dios le hace ver a Abram la tierra que le promete dar si abandona el lugar donde acampaba y le dice:

 “Porque toda la tierra que ves, la daré a ti y a tu descendencia para siempre. Y haré tu descendencia como el polvo de la tierra; que si alguno puede contar el polvo de la tierra, también tu descendencia será contada. Levántate, ve por la tierra a lo largo de ella y a su ancho; porque a ti la daré.”

Abram obedece y va hacia Canaán; fija su nueva residencia en Hebrón; ya en el encinar de Mamre, levanta un nuevo altar a Jehová.Enterado de que Lot es prisionero en Sodoma organiza un pequeño ejército y marcha en rescate de su pariente. Tras su éxito, Melquisedec, rey de Salem y sacerdote del Dios Altísimo, lo sorprende compartiendo con él pan y vino y bendiciéndolo; Abram responde dándole el diezmo de todas sus posesiones; además, despacha al rey de Sodoma sin aceptar su mundana propuesta.
Podemos afirmar que recién aquí Abram comienza a comprender que está tratando nada menos que con  el Dios Altísimo que creó los cielos y la tierra. A pesar de irle tan bien, Abram se lamenta ante Dios debido a su falta de descendencia; entonces, Dios le confirma la promesa de que tendría un hijo que habría de heredarle:

 “Y lo llevó fuera, y le dijo: Mira ahora los cielos, y cuenta las estrellas, si las puedes contar. Y le dijo: Así será tu descendencia. Y creyó a Jehová, y le fue contado por justicia. Y le dijo: Yo soy Jehová, que te saqué de Ur de los caldeos, para darte a heredar esta tierra.” 

Ésta es la primera mención bíblica de la fe que justifica al pecador. A su pregunta de cómo iba a saber él que iba a poseer la tierra, Dios dispone con él un pacto con sacrificio, como era la costumbre en Oriente.
Este pacto fue unilateral pues fue confirmado únicamente por Dios, actuando como una antorcha de fuego que pasaba en medio de los animales divididos, mientras Abram había quedado rendido por el cansancio.

Dios se ligó incondicional y unilateralmente a Abram por este pacto, en el que no hubo activa participación del lado humano. Jehová también prometió darle la tierra que va del Nilo al Éufrates. Sin embargo, el costo de este pacto sería muy alto: la descendencia de Abram sería esclavizada y oprimida en tierra ajena por 400 años; a pesar de que no vería el cumplimiento de ella, la fe le hizo creer a Jehová y ser justificado.

Nuevamente Abram cree cuando Jehová le promete hacerle  padre de muchedumbre de gentes  y su nombre de nacimiento es cambiado por uno nuevo: Abraham. La condición es que tanto él como su descendencia deberían guardar el pacto a perpetuidad; y el creyente Abraham obedece circuncidando a todos los varones de su comunidad, y él mismo.

El rito de la circuncisión (‘corte en redondo’) es una operación en el miembro viril ordenada por Dios como señal del pacto que hizo con Abraham y su descendencia y como sello de la justificación por fe. Significaba la consagración a Dios de un pueblo separado del mundo: ‘el pueblo escogido de Dios’. ‘Circunciso’ vino a ser sinónimo de ‘israelita’ e ‘incircunciso’ de gentil. Cuando el pacto fue dejado de lado por los de Israel, el rito devino en una mera formalidad externa; es allí que Dios dice de Israel que tiene el ‘corazón incircunciso’.

Esteban, primer judío mártir de la iglesia de Cristo, fue condenado por decir lo mismo ante el Concilio judío:

 “¡Duros de cerviz, e incircuncisos de corazón y de oídos! Vosotros resistís siempre al Espíritu Santo; como vuestros padres, así también vosotros.”  

Pablo presenta a Abraham como  ‘padre de la circuncisión’ .El apóstol de Jesucristo a los gentiles explica que Abraham es el padre de aquellos que creen; los que son verdaderamente el pueblo separado por Dios. Y avanza sobre esta base afirmando que la circuncisión es el tipo de la crucifixión de la carne con todo lo que significa para la nueva vida del creyente en Jesucristo.

Nótese bien que lo sobrenatural del pacto tiene que ver con la recompensa de Dios basada en Su fidelidad a Su promesa. Dios estableció un pacto no en Abraham (que estaba vivo), sino en Isaac - nombre elegido por Dios - ¡un año antes de nacer el hijo prometido! Abraham no pudo contener la risa y pensó en su corazón:

 “A hombre de cien años ha de nacer hijo? ¿Y Sara, ya de noventa años, ha de concebir?” 

Pero, humano al fin, Abraham sigue ligado a su parentela y sufre por el destino de Lot y su familia. Entonces, intercede por Sodoma y Gomorra por amor a su sobrino. En su gran misericordia, Dios le concede su petición antes de destruir las ciudades pecaminosas.

No obstante, ya establecido en Neguev, Abraham sigue mostrando su naturaleza y tiene con Abimelec un incidente similar al que había tenido con Faraón en Egipto a causa de hacer pasar a Sara como su hermana y no como su esposa.

Dios prueba al máximo a su siervo Abraham pidiéndole que sacrifique a Isaac. A pesar de no tener ya consigo a Ismael –a quien mucho amaba- y de lo que significaba Isaac tanto para él como para Sara, Abraham obedece a Jehová. A último momento un enviado divino impide el sacrificio proveyendo el cordero, como muestra la obra de Rembrandt que ilustra esta nota. El pedido de Jehová y la respuesta de Abraham es la sombra de la magna obra que vendría a cumplir el unigénito Hijo de Dios, el cordero sin mancha que quita el pecado del mundo.

Frente a ella, no puedo dejar de pensar en nuestro Señor Jesucristo visto por el profeta Isaías cuando dice de Él: “ Cuando haya puesto su vida en expiación por el pecado, verá linaje, vivirá por largos días, y la voluntad de Jehová será en su mano prosperada. Verá el fruto de la aflicción de su alma, y quedará satisfecho;”  

Supongo que, a esta altura, comprendemos que predicar que los cristianos podemos ser prosperados como Jehová Dios hizo con Abraham es una herejía. En lugar de eso debería predicarse que los nacidos de nuevo por obra del Espíritu Santo somos la prosperidad que Jehová prometió a Abraham. El ‘amigo de Dios’ nos recibiría como herencia; esa herencia tan numerosa como incontable son las estrellas del cielo, el fruto que vio Jesús en forma anticipada para fortalecer su espíritu al ir a la cruz para morir voluntariamente por nosotros.

¿Puede haber mejor prosperidad que ésta, que Él habite por fe en nuestros corazones?