LO QUE DIOS MANDO

Hay algo poderoso que Dios quiere hacer contigo y a través de ti, para impactar a otros. Y es a través de tu servicio a Dios que tú vas a alcanzar el propósito, el destino de Dios para tu vida.
En el verso 26, del capítulo 17 del libro de Hechos, dice que Dios ha prefijado el orden de los tiempos. Dios determinó que tú habrías de nacer en esta época, en este tiempo, en medio de las circunstancias que estemos viviendo. Así que, hay algo especial que Dios quiere que tú hagas. Hay algo que tú solamente puedes hacer durante este tiempo.
El verso sigue diciendo: y los límites de su habitación. Dios ha prefijado 2 cosas de tu vida: Tu tiempo, y tus límites. Los límites no son malos. Los límites son buenos. Naturalmente hablando, los límites son necesarios. Donde no puede haber límites es en tu espíritu, en tu mente.
Los límites son vitales para que se desarrolle todo tu máximo potencial. Un jugador estrella de baloncesto, hace cosas sin límites, dentro de unos límites, dentro de un espacio que sí es limitado. Esto es lo que lo hace grande: Que, dentro de unos límites, él logra hacer lo que ninguno otro logra hacer.
Pero tienen que existir ciertos parámetros para que el hombre sea impulsado a desarrollar su máximo potencial, en el lugar donde está.
Dios ha prefijado tu tiempo. Tú no tienes tiempo que perder. Tienes un tiempo asignado para tu vida. Y Dios ha puesto un límite en tu habitación, en el espacio que vas a abarcar.
Dios no te ha enviado para cubrir todas las necesidades de tu territorio, pero te tienes que asegurar que, aquello a lo que Dios sí te envió, lo cumplas a cabalidad.
El problema de muchos es que, lamentablemente, cuando no conocemos esto, comenzamos a meternos en cosas a las cuales Dios no nos ha llamado. Y lo triste sería que llegaras al cielo y, lo que Dios te llamó hacer, no lo hayas hecho, por haber estado haciendo lo que Dios no te mandó a hacer y que tú pensabas que tenías que hacer.
Todo lo que tú has hecho, ¿Dios te habrá mandado a hacerlo? ¿O estarás sacando tiempo de lo que deberías estar haciendo, tratando de hacer algo que Dios no te dijo que tenías que hacer?
Asegúrate que, hagas lo que hagas, nada te saque o te mueva de hacer lo que Dios verdaderamente quiere que tú hagas.