LA PRESENCIA DE DIOS EN TU VIDA


EL LIBRO DE JOB

Comentario profundo y edificante al libro bíblico de Job. 

Las dos cosas más importantes que nos quiere enseñar el libro de Job son: Primero, cómo debemos comportarnos cuando Dios nos manda sufrimientos. Segundo, que Dios es Dios. Esto significa que sigue siendo el Dios que infunde temor. Él nos tiene en sus manos, nosotros nunca le tenemos en las nuestras - bueno, una vez sí que el hombre tuvo a Dios en sus manos, pero sólo una vez - cuando el Hijo de Dios se entregó voluntariamente en las manos del hombre. Él mismo resaltó que fue un hecho único que nunca más se repetiría: "Habiendo estado con vosotros cada día en el templo, no extendisteis las manos contra mí; mas ésta es vuestra hora, y la potestad de las tinieblas" (Lc 22:53). No podemos hacer con Dios lo que queramos, pero Él puede hacer con nosotros lo que quiera. Tiene el derecho y el poder para hacerlo. Nosotros no tenemos el derecho ni el poder para hacerlo. Si consideramos el cristianismo de nuestros días se confirma la declaración del filósofo alemán F. Nietzsche: "El cristianismo ha perdido su terror". Un adversario de Cristo como lo fue Nietzsche tiene que decírnoslo. 

Los evangélicos de nuestros días que pretenden ser los únicos dispensadores legítimos de la doctrina de los apóstoles, creen en un Dios que se parece más a un tío condescendiente que al Creador absoluto, Salvador soberano y Juez insobornable. El Señor acariciado por nosotros nos hace pensar más en un filántropo o o que en el Dios de Moisés, de Jeremías, de Pablo y de Juan. Por eso hemos abierto ahora el libro de Job. 

En él no encontramos al Dios de los productos ofrecidos en los catálogos evangélicos y de las conferencias multitudinales, sino Dios como Él es. El Dios y Padre de Jesucristo hace morir y hace vivir, y no hay quien pueda librar de su mano (Dt 32:39). Según la convicción y doctrina de los apóstoles era horrenda cosa caer en las manos del Dios vivo (Hebr 10:31), porque nuestro Dios es fuego consumidor (Hebr 12:29). 

El Dios del Antiguo y Nuevo Testamento es un Dios que nos enseña temer - no solamente eso, pero eso también. Aprendámoslo de nuevo, o cuánto tiempo podrá el mundo seguir diciendo que el cristianismo ha perdido su terror? Es verdad que el evangelio que creen y enseñan los cristianos es también el "Evangelio de la gracia de Dios" (Hch 20:24), revelando el amor indescriptible de Dios, junto con su poder y justicia (Ro 1:16-17). Pero cómo comprenderemos y honraremos la gracia de Dios, sin haber conocido y sentido su ira?