ATANDO AL HOMBRE FUERTE

29 Porque ¿cómo puede alguno entrar en la casa del hombre fuerte, y saquear sus bienes, si primero no le ata? Y entonces podrá saquear su casa.”  Mateo 12:29   
21 Cuando el hombre fuerte armado guarda su palacio, en paz está lo que posee. 22 Pero cuando viene otro más fuerte que él y le vence, le quita todas sus armas en que confiaba, y reparte el botín.”  Lucas 11:21   
Nosotros debemos conocer aquellas cosas que Jesús hizo énfasis en que eran primero.  Si has estudiado la palabra, sabes que hubo varios momentos en que Jesús utilizó la palabra primero.  El orden es importante en nuestra vida.  Tú tienes que saber qué va primero, qué va segundo, y qué va tercero.  Y lo contrario al orden es caos.  En cualquier área de tu vida en la que tengas caos, ya sea en el garaje de tu casa, en el baúl de tu auto, en el cuarto al que nadie puede entrar, en tu salud, en tu matrimonio, en la relación con tus hijos; cualquier área de tu vida que tenga caos, no es complicado resolverlo; lo que necesitas es hacer lo contrario al caos, que es orden.   
Jesús dijo, en Mateo 6:33-34: Buscad primeramente el reino de Dios y su justicia.  Ahora, otra ocasión en que Jesús hace referencia a algo que debe ser primero, fue hablando acerca del hombre fuerte, enseñando que, una de las cosas que tenemos que hacer primero es atar al hombre fuerte.  Estos versos están cargados de mucha revelación de parte de nuestro Señor Jesucristo, e iban dirigidos específicamente a combatir religiosidad.   
Lo primero que Jesús establece, y la razón por la cual comienza a hablar al hombre fuerte, es porque se estaba cuestionando el poder que tenía Jesús para sanar a los enfermos; se le estaba adjudicando que no hacía aquellas cosas en nombre de Dios, sino en nombre de Belcebú.  Es entonces que Jesús comienza a establecer este principio del hombre fuerte, diciendo que primero era necesario atar al hombre fuerte, para que entonces hubiera manifestaciones sobrenaturales.   
Los que servimos a Dios, tenemos acceso al poder sobrenatural de Dios.  En la Biblia, vemos a un hombre que estaba ciego, y que Jesús lo sana.  Ese es uno de los incidentes que crea murmuración entre aquellos fariseos, escribas, religiosos, que no estaban de acuerdo con nada, pero sí estaban de acuerdo en que había algo diferente operando en la vida de aquel hombre.  Y, como ellos no podían entender aquello, lo identificaron atribuyéndole poder a Belcebú.  Entonces, Cristo comienza a hablar y a enseñar, explicando lo que tenemos que hacer en nuestra vida, para que comience a suceder lo sobrenatural.  Porque uno de los trabajos que nuestro Señor Jesucristo hizo en la cruz del Calvario es precisamente que nos dio libre acceso al nivel espiritual, a lo sobrenatural de él.   
La gente comenzó a murmurar, dándole más poder al enemigo, que al poder de Dios.  Y en el día de hoy, una de las cosas que la iglesia tiene que entender es que Cristo venció al enemigo en la cruz del Calvario.  El enemigo no tiene poder sobre tu vida.   
Jesús lo que estaba explicando primeramente era quién tenía la autoridad, y por qué él tenía la autoridad, y cómo había obtenido la autoridad.  Y estas son las cosas que es necesario que tú entiendas: El poder sobrenatural de Dios, la autoridad que Dios te ha dado a ti también para atar al hombre fuerte, la autoridad para echar fuera demonios, para echar fuera la enfermedad, para echar fuera los problemas matrimoniales, los problemas de las drogas, los problemas financieros, porque ciertamente Dios te ha dado poder sobre las tinieblas, y esta escritura te enseña lo primero que tienes que hacer; te enseña el orden de aquellas cosas que necesitas para que puedas entender la autoridad, ejercer la autoridad, y explicar cómo has obtenido la autoridad.   
Muchos, en algún momento, nos encontramos en un lugar, y sentimos en nuestro corazón que hay una persona que necesita una oración, una palabra de Dios, pero nos detenemos porque comenzamos a cuestionarnos.  Pero hoy tú necesitas desatar ese poder en tu vida.   
Cuando seguimos leyendo, vemos que, cuando se ata al hombre fuerte, tenemos acceso a todo.  En tu tiempo de oración, si oras por sanidad sobre tu cuerpo, cuando tú atas al hombre fuerte, tú tienes acceso a la sanidad de Dios.  Si tú oras por las finanzas, atando al hombre fuerte, el poder financiero de Dios se desata sobre tu vida.  Si tienes alguna situación familiar, tú tienes que atar al hombre fuerte, para liberar el poder sobrenatural de restauración divina sobre tu familia.   
Ahora, el principio es muy sencillo.  Si hay enfermedad en tu vida, la enfermedad no es de Dios; la sanidad es de Dios; si hay problemas de escasez en tu vida, la escasez no es de Dios; la abundancia es de Dios; si hay problemas en tu familia, los problemas familiares, los desacuerdos, las peleas, no son de Dios; cuando hay paz, prosperidad, felicidad, eso es de Dios.  En cualquier territorio que el enemigo haya ocupado en tu vida, lo primero que tú tienes que hacer es atarle.   
Hay territorios en nuestra vida que son ocupados por pensamientos incorrectos, por cosas que no le pertenecen a Dios; y tenemos que aprender a disfrutar de todas las bendiciones que Dios tiene para nosotros.  Dios te quiere sano, Dios quiere suplir todas tus necesidades, conforme a sus riquezas en gloria.   
No te quedes pensando en lo bueno que sería si tu cónyuge y tú pudieran ser felices; ustedes pueden ser felices.  No te quedes pensando en lo bueno que sería si Dios verdaderamente pudiera sanarte; Dios puede sanarte.  No te quedes pensando en lo bueno que sería si pudieras salir de tus problemas financieros de una vez y por todas; Dios tiene el poder para suplir todo, y para que tú puedas vivir en abundancia.  Dios te da el poder para hacer las riquezas.  Entiende que Cristo nos enseñó cómo hacerlo, y que, lo primero que tú tienes que hacer, es atar al hombre fuerte.