FE SIN ACCION ES ILUSION

1 Reyes 17:12 Reina-Valera 1960 (RVR1960) Y ella respondió: Vive Jehová tu Dios, que no tengo pan cocido; solamente un puñado de harina tengo en la tinaja, y un poco de aceite en una vasija; y ahora recogía dos leños, para entrar y prepararlo para mí y para mi hijo, para que lo comamos, y nos dejemos morir. 

Es de suma importancia el cuidar lo que sale de nuestra boca, pues como sabemos y como la Biblia declara, es el reflejo de lo que hay en nuestro corazón, todo depende de lo que hayamos estado acumulando en el, y de lo que nos estemos permitiendo sentir, nuestro corazón enviará directo a la boca su contenido, por mas que tratemos de fingir, en menos de lo que pensemos, nos habremos traicionado a nosotros mismos. 
Esto que le cuento es un ejercicio de lo mas sencillo, hay personas que dicen tener fe y en menos de lo que se dan cuenta, su boca les delata y demuestra que en realidad no tienen mucha idea de en que tener fe, y aunque esto no es del todo malo, si es algo delicado. Muchas personas tienen la idea de que la fe es un sentimiento y que es algo que viene de adentro de nosotros, pero la fe no es eso, al menos no es lo que la Biblia declara y si no es la Biblia quien nos puede decir que es la fe, nadie mas puede hacerlo, no lo cree? La fe no es otra cosa que el tener seguridad de que aquello que está escrito es cierto, está vivo, se trata de Dios y nos beneficia, en pocas palabras, el que no conoce la Biblia, no puede tener fe, o tiene una fe limitada solamente a lo que conoce, y aunque suena duro, es cierto y es de eso de lo que Dios quiere hablarnos todo el tiempo. Por tanto, al conocer y entender que la Palabra de Dios es algo vivo, nos damos cuenta que la Palabra de Dios también es algo dinámico, es decir, nos mueve a hacer cosas, es decir, nos lleva a hacer cosas por fe, así de sencillo, mas allá de lo que pensamos y mas allá de lo que entendemos, simplemente hacia lo que creemos, eso es la fe. 
Hace poco una amiga me dijo una cita muy acertada, "Fe sin acción es ilusión", y ello me llevó a recordar que conozco muchas personas ilusionadas, muchas personas que dicen creer algo que solo esperan, pero que en realidad no es fe, pues no se mueve en ellas y no las lleva a moverse, es solo un buen deseo, una ilusión, un sentimiento que después de un tiempo las lleva a conformarse a creer que "Dios por algo hace las cosas", siendo que Dios nunca fue parte de su proceso o peor aún, se amargan pensando en que Dios no les escucha y no les cumple aquello que piden a pesar de que son "buenas personas". 
La cita de hoy es un claro ejemplo de ello, esta mujer llegó al punto donde decidió que ya lo había creído todo y que todo lo había hecho en fe y aún así no llegaba la respuesta que tanto anhelaba, por tanto decidió dejarse morir, no solo ella, sino su hijo también, habían llegado al límite de su fe, que terrible, no? Conozco a muchas personas en esta situación, a lo mejor no se han sentado a dejarse morir físicamente, pero si espiritualmente, han llegado al punto donde se cansaron de rogarle a Dios algo que en el fondo de su corazón siempre han sabido que no llegará y han decidido tener una vida que se vaya dando de acuerdo a las circunstancias, una vida que solo sea y que no lleve plan, algo que deje de estarles robando el aire y les deje respirar, para que su corazón esté libre de ilusiones acerca de cosas que no sucederán. Debe de ser muy cansado el vivir de esta manera, el creer en algo que no tiene sentido, para luego dejarse morir sin sentido, hasta leído es feo, pero es muy cierto. 
Lo mejor del asunto es que Dios es fiel a su palabra y sabe reconocer en donde hubo fe y tal como hizo con la mujer de este relato, puede hacer con usted y conmigo, afortunadamente la mujer conocía la palabra y aunque trató de pasarse de lista con Dios, éste tenía un mejor plan, la activó la puso a trabajar, le prometió un milagro y el milagro sucedía a diario en su casa, la harina y el aceite no dejaron de suceder en sus trastos y nunca dejó de tener que comer y que dar a su inquilino el Profeta enviado por Dios. 
De modo que si está usted a punto de rendirse y está a punto de tirar la toalla, dése una última oportunidad, una oportunidad de las buenas, decida tomar su Biblia y empiece a creer lo que ahí está escrito, la misma Biblia promete que lo que en ella está escrito no regresa vacío, por tanto su efecto tiene que ser inmediato, a lo mejor no el que usted espera, pero siempre mejor de acuerdo a lo que conocemos de nuestro Dios, no lo cree? Y ahora sí, puede usted empezar a usar su boca con tranquilidad, ya que de ella emanará vida, de acuerdo a lo que ha sembrado en su corazón por medio de la fe activa que Dios nos promete.

MAS BUENOS QUE DIOS?

Lucas 10:41 Reina-Valera 1960 (RVR1960) Respondiendo Jesús, le dijo: Marta, Marta, afanada y turbada estás con muchas cosas. 

Es interesante que a veces queremos ganarle a Dios en el famoso juego de "ser buenos", como si alguien fuera capaz de ganarle, pero aún así se atreven a jugar. Aún no me queda claro cómo es que solemos adoptar esa posición de pretender ser "buenos" para agradar a Dios siendo que a nosotros mismos no nos agrada la gente buena, pues tenemos la tendencia a creer que son falsas y convenencieras y sin embargo pretenderemos que la misma actitud que rechazamos, sea aceptada, agradable y nos acerque a Dios.
 Como lo he comentado en este espacio, cada persona tiene su propio concepto de bondad, por tanto, es difícil tomar la bondad como un concepto para medir a las personas y por medio de ello, poder asegurar que agradamos a Dios, no lo cree?, ahora bien, también hay muchos modos de llegar a esa famosa bondad, ya que cada persona mide esa bondad de acuerdo a sus gustos y sus intereses. 

Esto que le cuento no es nuevo, la cita de hoy viene de la historia de 2 hermanas, cuya familia era amiga personal de Jesús y a donde entiendo Jesús acudía con regularidad, ya que se sentía cómodo entre ellos y es interesante que ambas hermanas (Martha y María) toman actitudes diferentes ante Jesús, de acuerdo a su conocimiento de quien era Él y como podían agradarle mientras les visitaba. Es un hecho que ambas entendían quien era Él, sabían que no le tenían mucho tiempo entre ellas, por tanto era una oportunidad prácticamente única el tenerle en casa, nadie sabía cuando sería la siguiente vez que le verían, o si le verían en lo absoluto, por tanto Martha decidió ser la anfitriona perfecta, la trabajadora impecable que le atendiera como un Rey, aquella que fuera recordada en su mente como la que hizo todo y le proporcionó todo lo que necesitaba. Martha tenía su propio concepto de bondad, pero no entendía que su concepto de bondad no le beneficiaba en lo absoluto a Jesús y no tenía nada que ver con Él, sino solamente con ella, sin darse cuenta, ella estaba trabajando en su propia imagen y no en el hecho de que Jesús iba de visita y quería estar entre ellos y no el ponerlos a trabajar. María por su parte entendió esto, sabía que eran pocas las ocasiones que tendría oportunidad de platicar con Él y explorar su corazón, por tanto así hizo y fue reprendida por Martha quien esperaba que su hermana imitara su impecable ejemplo. 

A muchas personas no les queda claro el hecho de que la fe no viene por las obras, es decir, el mucho hacer no nos va a hacer creer mas, ni nos da un lugar especial en el Reino de los Cielos, de hecho si lo vemos en la palabra de Dios, primero tenemos que creer, para luego actuar de acuerdo a esa fe que tenemos, pues la misma palabra declara que la fe sin obras es muerta, lo se, pareciera que se contradice, pero no es así, solo establece el orden. 

Piénselo de esta manera, ambas, tanto Martha como María sabían quien era Jesús y creían en ello, pero su objetivo era diferente, una pretendía que su nombre fuera recordado en el Reino de los Cielos cuando Jesús ascendiera, la otra por su parte entendió que el mismo que estaba vivo entre ellas, sería quien alguna vez se sentara a la diestra del Padre, por tanto, por qué no aprovechar y pasar un buen tiempo de intimidad con Él, tal como haría cuando se reencontraran en la eternidad, no era para eso que estaba entre ellas? Justo como sucedió en la escena que le describe la Biblia, nos sucede hoy, usted puede hacer mil y un cosas tratando de agradar a Dios, pero sabe, si no tiene intimidad primero con Él, de nada le va a servir, pues por sus obras y lo bien que se ve, no va a lograr nada, pero una palabra que logre susurrar Él en su oído, transformarán toda su vida y cambiarán toda su perspectiva. Por favor deje de actuar como si pudiera engañar a Dios y pensar que por hacer muchas cosas "buenas"se acerca más a Él, mejor haga cosas que le acerquen a su corazón y tenga como objetivo el estar tan cerca que escuche los latidos de su corazón y sienta el mover de su pecho, cada vez que Él suspire pensando en usted, le parece?

DIOS CONOCE TU CORAZON

Reyes 3:26 Reina-Valera 1960 (RVR1960) Entonces la mujer de quien era el hijo vivo, habló al rey (porque sus entrañas se le conmovieron por su hijo), y dijo: !!Ah, señor mío! dad a ésta el niño vivo, y no lo matéis. Mas la otra dijo: Ni a mí ni a ti; partidlo. 

 Una de las cosas mas deliciosas que he encontrado en Dios es la intimidad con Él, ese momento insustituible en el que se puede uno encontrar cara a cara con Él y tenemos toda la garantía de que el mundo cambia solo con su presencia. De hecho, una vez que entramos a ese lugar, esa sensación de intimidad se vuelve adictiva, se vuelve única, es decir, nunca será igual pero siempre será Él y siempre nos quedará claro, es por eso que es difícil alejarse de Dios cuando se ha tenido un auténtico encuentro con Él. 
 Dentro de esa intimidad hay factores que se vuelven una garantía, en mi caso, siempre lo son las respuestas inmediatas, no solo a mis preguntas, sino a mis peticiones, es ahí donde me doy cuenta que no necesito a nadie ni a nada, pues todo depende de Él y de cómo le demos oportunidad de ser nuestro Dios. Desde que descubrí eso en la intimidad con Dios, me he dedicado a contagiar a otros de ir delante de Él y de dejar a un lado los esquemas religiosos y las ideas cuadradas que muchos tienen y que solo los alejan de aquello que Dios nos ofrece. 
Es justo por eso que me quedo asombrado cuando las personas vienen a mi a pedirme que ore por ellas, y por favor no me mal entienda, lo hago con mucho gusto, pero no puedo dejar de darme cuenta, que en muchas de las ocasiones, estas personas no son capaces de orar por sí mismas y esperan venir a usurpar y a robar aquello delicioso que los demás tenemos en intimidad con Dios, a veces me parece inaudito. Hay muchas personas que viven de eso, de que otros oren por ellas, o bien de que otras personas lean la Biblia y aprendan mientras ellas solo obtienen el digerido y se quedan con lo mejor y el resumen de lo que pasó previamente entre Dios y alguien mas, creo que podríamos llamar a esas personas cuatreros de unción, no lo cree? Una de las cosas que ha rondado en mi cabeza en las pasadas semanas es el concepto de que la palabra de Dios no está para convencer a nadie, sino la palabra de Dios está para crear, ya que es una palabra viva, para que lo entienda mejor, la palabra de Dios es una persona con autoridad y mucho, pero mucho poder, por tanto, cada vez que le damos oportunidad a Dios a que nos hable en intimidad, algo nuevo es creado en nosotros, algo nuevo se forma y tiene efectos siempre diferentes y siempre mejores que los anteriores y lo mejor de todo es que no se pueden detener, rechazar u opacar, simplemente es algo que sucede y no podemos evitar, por tanto es algo que crea vida en nosotros, literalmente cada vez que Dios habla algo en nosotros es como si nos embarazáramos y tuviéramos un bebe. 
 Es ahí donde entendemos como es que funcionan o aplican historias como la de la cita de hoy, recuerda la historia?, había dos mujeres que vivían bajo el mismo techo y tienen luz con 3 días de diferencia, pero la segunda mujer por error se acuesta sobre su bebé y este se asfixia y muere, y lo cambia con el de la otra mujer y le alega que es suyo, ya que no está dispuesta a admitir que asfixió al propio, el resto de la historia lo conoce, ambas van ante el Rey Salomón y piden se les haga justicia. El embarazarse de un bebe requirió de intimidad y de una espera de 9 meses aproximadamente, y obvio, debe de ser frustrante el perder a un bebé de esa manera, pero piénselo, la segunda madre está dispuesta a que el bebé sea sacrificado en vez de mantenerlo con vida, entonces en realidad nunca tuvo intimidad con el marido, sino que sólo estaba compitiendo con la otra mujer para ver quien era mas amada por el esposo, aunque el esposo en realidad no le importaba, por tanto el fruto de la supuesta "intimidad" no tuvo importancia. 
 De la misma manera sucede con aquellas personas que creen que pueden venir a pedir a otros que oren por ellas, que pueden usurpar el tiempo de calidad de otros en presencia de Dios y que luego menospreciarán los frutos de esa intimidad, siendo que solo querían ver el efecto de Dios en ellas y no ir a lo profundo y tener un encuentro con Dios para que lo que Él hiciera en ellas fuera duradero y auténtico. A veces creemos que podemos engañar a otros cuando les hablamos acerca de nuestra situación espiritual, pero a Dios no le podemos engañar, Él siempre respaldará a quien fue honesto en la intimidad e hizo las cosas de la manera adecuada, a Dios no se le puede engañar afortunadamente y Él reconoce cuando alguien está dispuesto a sacrificarlo todo por lo que obtuvo del que todo lo sacrificó por Él, tal como la madre del bebé que estuvo dispuesta a entregar su fruto antes de verlo lastimado. 
 La intimidad con Dios es algo que no podemos fingir y es algo a lo que tenemos acceso todos los días, sólo es cuestión de que lo decidamos, de esa manera dejamos de engañarnos a nosotros mismos y dejamos de engañar a Dios fungiendo ser alguien que no somos.

SOMOS ESPECIALES

Y Naamán se fue enojado, diciendo: He aquí yo decía para mí: Saldrá él luego, y estando en pie invocará el nombre de Jehová su Dios, y alzará su mano y tocará el lugar, y sanará la lepra.  2da de Reyes 5:11

Existe un apartado en la Biblia que realmente me emociona, y es el apartado donde dice que Dios nos hizo a cada uno, en lo individual, a mano y desde antes de la creación del mundo, en donde entendemos que Dios no solo tiene un plan para nosotros, sino que además nos hizo especiales, no hay un ser humano igual al otro, y no existe otro que se parezca en lo más mínimo, que genial, no? Ciertamente es un privilegio el entender esto y mas lo es el aprender a vivir de esta manera, entendiendo lo especiales que somos y como dice el dicho sintiéndonos "hechos a mano", solo hay un pequeño detalle para la aplicación de este término en nuestra vida cotidiana. 
 Una de las cualidades o capacidades que nos hacen mas especiales es la capacidad de obedecer, ya que siendo especiales, sabremos someternos al Dios que nos creó especiales y sabremos renunciar a los privilegios de ser especiales, para ser beneficiados por el sacrificio en la cruz de aquel que es por encima de lo que vemos y entendemos, y es ahí donde viviremos una vida plena y llena de verdaderos beneficios. Es un hecho que nos sabemos especiales y es un hecho que recurrimos a este recurso cada vez que lo necesitamos, de hecho lo usamos mas seguido de lo que planeamos, pero rara vez lo entendemos, es mas como un aliciente que una identidad que usamos, es algo que nos rescata de sentirnos mal y de sentirnos "poca cosa". 
 No lo quiero confundir ni enredar con estos argumentos, es solo el ayudarle a entender como es que ese papel de reyes y sacerdotes del que tanto habla la Biblia, es un papel verdadero y lleno de privilegios si lo sabemos usar adecuadamente, para que no nos suceda como a Naamán Naamán, era un hombre importante y tenía un problema, tenía lepra, y ese no era un lujo que podía darse en su posición, por tanto acudió por ayuda y la recibió, el problema es que no la recibió como él esperaba, él esperaba ser recibido de acuerdo a su posición y con gran caravana, pero nadie salió a su encuentro y nadie le recibió, sólo se le dio la instrucción de como ser limpio de su problema. 
 La Biblia nos narra que Naamán se enfureció, ya que no se le recibió como "él merecía", sin tomar en cuenta que tenía en sus manos la respuesta a su problema y lo mejor de todo, es que su reputación estaba a salvo, ya que el Profeta había cuidado de no afectarla exhibiéndolo ante los demás. Muchas veces hemos renegado de Dios porque no recibimos aquello que pedimos o esperamos y hacemos berrinches, tal como los hizo Naamán y a lo mucho nos conformamos con la idea de que Dios "por algo" hace las cosas, pero entiéndalo que el que seamos especiales, no solo nos da acceso a los beneficios de Dios, sino también a sus explicaciones, como a las responsabilidades que el ser especiales conlleva. 
 El haber sido creados uno por uno y a mano por Dios, nos da la misma identidad que las cosas que Él hace, todas corresponden a su palabra, por tanto, sin la palabra, no funcionamos y los beneficios no se reflejan, así de simple, tal como Naamán, no importaba su estatura, ni su rango, no importaban sus riquezas, ni cuantos súbditos tuviera, todo lo que importaba es que primeramente fuera obediente y segundo que se sumergiera en las aguas, recuerde que en la Biblia las aguas representan la Palabra de Dios, por tal, si no buscaba en la palabra, no recibiría nada, pues esa era y sigue siendo la condición. 
 La mayoría de las cosas que no recibimos en la vida diaria y de las oraciones que hacemos tienen que ver con este hecho, la mayoría de las personas no conocen la palabra de Dios y no están dispuestas a sumergirse en ella y a veces en varias ocasiones, tal como Naamán que lo tuvo que hacer 7 veces, y cuando lo hubo hecho, lo que pidió le fue hecho y más ya que dice la Biblia que su piel era ahora como la de un bebé. 
 Es interesante que todos decimos amar a Dios, pero pocos están dispuestos a conocerle por su palabra, y esto me lleva a cuestionar el hecho de como amamos a alguien a quien no conocemos?, y encima de esto, hay aun menos personas dispuestas a obedecerlo, pero todos quieren sus beneficios y luego se preguntan el porqué no los reciben, inaudito, no? Hay quienes toman el lugar que entienden de Dios y se hacen importantes" o "especiales" tratando de con esto obtener un beneficio de parte de Dios o de quien sea, siendo que lo que nos hace especiales delante de Dios es lo que Él dijo acerca de nosotros, lo cual en su mayoría la gente desconoce y por ello no recibe el trato especial que merece.

COMO DEMUESTRAS TU FE?

Creo que una de las peores cosas que nos pueden hacer es el cuestionar nuestra fe, creo que todos reaccionamos de alguna manera no adecuada, porque a nadie nos gusta que pongan en tela de juicio nuestro amor por Dios. Aunque todos en alguna ocasión tenemos que ser honestos y admitir que deberíamos hacer mas en nuestra relación con Dios y que debemos que leer mas y todas esas cosas, lo que guardamos para nosotros y lo que tratamos de avivar en ese momento es nuestro amor o bien nuestra pasión por Dios y tratamos de conectarnos con Él de una manera más estrecha e incluso empezamos a hacer planes de como es que mantendremos e incrementaremos el amor que tenemos par Dios. Esto que le cuento es algo de lo más común y muchos nos identificamos con ello, creo que lo hacemos todo el tiempo de manera sistemática, aunque en ocasiones se quede solo en una intención y solo eso, le ha pasado? Esto que le cuento no es malo, de hecho quiero entender que fue precisamente por eso que Jesús habló con Pedro y le anunció que le negaría 3 veces, primero para recordarle que Pedro solo era un hombre y que su pasión desenfrenada al verse retado no le llevaría a ningún lado y por otro lado porque estaba demostrando que Él es Dios y que conoce nuestros corazones y sabe como es que reaccionaremos. 
 Es interesante que como Pedro a veces queremos demostrar las cosas que somos o las que hay dentro de nosotros por medio de expresiones sentimentales y muchas veces lo hacemos con la ventaja de que normalmente nadie puede ver la realidad que hay en nuestro interior, pero nos olvidamos de que a Dios no le podemos engañar y que contra su palabra no podemos, ya que su palabra es igual a la verdad y a su vez solo la verdad nos hace libres. La reacción apasionada de Pedro es algo de lo mas normal, pero a su vez es algo que le pudo haber atado y pudo haber impedido el que realizara su propósito como Apóstol si no sanaba pronto el desencanto de saber que sí negó a Jesús tal como lo había dicho, afortunadamente lo hizo a tiempo. 
 A veces nosotros reaccionamos de la misma manera, creemos que nuestra buena intención lo puede todo y que podemos mover el mundo por medio de nuestras emociones, pero es justo en el punto en donde estamos a punto de poner nuestra palabra de por medio o donde estamos a punto de comernos el mundo a mordidas donde tenemos que hacer un alto y entender que el tener una relación con Dios no esta basado en lo que tenemos y podemos hacer, sino en lo que dependemos de Dios, es decir, Pedro hubiera podido reconocer que lo haría y pedido ayuda a Jesús para no hacerlo y hubiera visto milagros y fortaleza en cada ocasión, o bien lo hizo a su modo, demostrando que Dios siempre tiene la razón, no lo cree? 
 No nos es necesario el comprometer nuestra vida para demostrar nuestra fe y nuestra devoción a Dios, Dios conoce nuestro corazón, pero tal como le hizo con los Israelitas, les dio una ley imposible de cumplir, para que no tuvieran de otra mas que recurrir a Dios, y tristemente se afanaron mas en cumplir la ley que amar al Dios que se las dio, a veces así nos pasa a nosotros, pasamos mas tiempo pensando y demostrando el amor que tenemos que pasando tiempo en intimidad con Dios y reconociendo cuanto lo necesitamos, que interesante no? Por tanto, la siguiente vez que alguien cuestione su fe, o que simplemente usted piense al respecto, piense que usted no es nada diferente a Pedro y que si se encontrara en la misma situación, muy probablemente reaccionaría y lo negaría de la misma manera, solo que puede reconocerlo en ese momento y aferrarse a Dios y pedirle su ayuda para ver milagros y prodigios en su vida a causa de su dependencia a Él, tal como lo planeó y como lo espera de nosotros

180 GRADOS

Un giro de 180° es un cambio de dirección.  La biblia refleja muchas vidas que recibieron cambios de 180 grados por diferentes circunstancias.  Algunos, por buenas o malas decisiones; otros, por un encuentro con Dios. 
Al pueblo de Israel, por su mala actitud, le tomó 40 años salir del desierto.  Moisés, en un momento de coraje, golpea la roca, no sigue las instrucciones que Dios le había dado, y su vida dio un cambio, un giro de 180 grados.  Pedro, frustrado, niega al Maestro, y luego vemos como llega el Espíritu Santo sobre 120 personas, siendo uno de ellos Pedro, convirtiéndose en el primer predicador de multitudes y alcanzando que miles rindieran su corazón a Cristo.
En un instante, Dios puede transformar una vida y darle un giro de 180 grados.  Quizás has estado experimentado momentos duros, de dolor, de presión, y sabes que lo que experimentas no es lo que Dios tiene planificado para tu vida.  Cree que Dios tiene grandes cosas y camina con fe, porque e Dios puede provocar un giro 180 en tu vida.
En Hechos 9, vemos el momento de transformación de Saulo de Tarso, un cambio de 180 grados.    Saulo se encontraba persiguiendo, celosamente, a los cristianos para matarles y, mientras cumplía unas órdenes, tuvo un encuentro con Dios, un encuentro que cambió su vida para siempre, cambió su nombre y la dirección de su vida, convirtiéndole en el hombre de mensajes más profundos, por la experiencia de que, en su camino, Dios le dio un giro de 180 grados.
No puedes sumergirte en las circunstancias adversas que estás viviendo.  Dios tiene un nuevo destino, un cambio, una transformación, para que alcances lo que él te ha prometido.  A veces, la vida es dolorosa y cruel; vivimos momentos en que nos damos cuenta que no hay tantos amigos, ni estábamos tan sólidos, pero así como tu vida cambió de bien a mal, en un instante Dios puede transformar tu vida en bendición para siempre. 
La vida de Pablo aparentaba estar bien, aparentaba estar en el camino correcto.  Hoy en día, muchos sirven en la casa de Dios, porque piensan, como Pablo, que están en el camino correcto, porque tienen la aprobación de una institución, pero van en la dirección incorrecta, en el camino opuesto para alcanzar el propósito de Dios en sus vidas.
Si las circunstancias que has vivido te han llevado a vivir momentos difíciles, sumergido en la depresión, en la tristeza, en el dolor, Dios puede darte un cambio de 180 grados y tú puedes vivir en bendición. 
Y, si eres de los que creen que van en la dirección correcta, pero tienes insatisfacción en tu interior, y sabes que Dios te ha llamado para algo más grande más poderoso, declara que Dios te ha de visitar como a Saulo, y tu vida tomará una nueva dirección, un cambio de 180 grados.
Dios siempre ha tenido la intención de dar significado a tu vida, y él lo va a hacer. 

NO SABEMOS RECIBIR

En Génesis 24, el siervo de Abraham dice que Jehová había prosperado a su amo, que este se había engrandecido, y que le había dado ovejas y vacas, plata y oro, siervos y siervas, camellos y asnos.
Algunos creyentes no saben recibir. A veces, tenemos grandes problemas en recibir de parte de Dios.
Por diferentes razones, no tenemos el corazón abierto para recibir de parte de Dios. El recibir algo nos hace sentir incómodos. El que alguien haga algo por ti, te hace sentir incómodo. El que alguien te favorezca, en un momento dado, te hace sentir incómodo. Si alguien hace algo por ti, sientes que le debes el favor, y no estás tranquilo hasta que pagues el favor. No disfrutas lo que te han dado.
Cuando no tenemos la capacidad de recibir, caemos en una conciencia de estrechez, donde Dios no puede hacer nada. No podrás alcanzar el final de tu fe, si no entiendes que hay una parte de todo lo que Dios quiere hacer contigo que siempre será dada por gracia.
No se trata de que te vayas al extremo de buscarlo todo de gratis, pero tienes que entender que no va a ser tu esfuerzo únicamente lo que va a producir los grandes resultados, sino que va a llegar un momento dado en tu vida donde la fe que hay en ti, la revelación que hay en ti, va a provocar que ciertas cosas comiencen a ser añadidas a tu vida, y el favor de Dios se va a mostrar en ti.
Si todo lo que tienes, lo que alcanzas, es por tu esfuerzo, entonces no está el factor divino. Tiene que haber algo en tu vida que no tenga otra explicación que: Solo Dios me lo dio. Tiene que haber algo que tú no puedas decir que lo trabajaste, que lo luchaste, que lo sudaste.
Ciertamente hay cosas que vas a tener que luchar, cosas que vas a tener que trabajarlas, sudarlas. Vas a tener que engrandecerte, como hizo Abraham, vas a tener que poner acción. Pero tiene que haber algo dentro de ti, que muestre que hay favor divino.
Lamentablemente, en la vida de muchos creyentes, eso no existe, porque han encerrado su corazón, al grado de no poder recibir de Dios. Y, sin darse cuenta, comienzan a detener el potencial de Dios en sus vidas.
Tiene que haber un momento dado en que tú ensanches tu corazón para recibir de Dios.
¿Habrá algo en tu vida, en el día de hoy, que tú puedas decir: Esto me lo dio Dios? ¿O cuántas cosas Dios ha querido poner en tus manos y tú las habrás dejado perder, por no tener la actitud correcta, el corazón correcto, por no haberte sentido digno, merecedor?

TRABAS EN LA VIDA

Cuando el hombre siembra, en cualquier sentido de la palabra, cuando lo que tú haces no produce los resultados que debería producir, debes entender que hay algo que alinear con Dios, hay algo que arreglar, hay algo que corregir.
Dios le prometió a su pueblo una tierra que fluía leche y miel, la tierra de las promesas, la tierra prometida. Abraham sabía que, cuando él llegara al lugar correcto, y se alineara todo con Dios, y estuviera en el momento correcto, la tierra iba a responder correctamente.
Si hay algo hoy en tu vida que no está respondiendo como debería responder, tienes que buscar en dónde te has desalineado con Dios, qué cosa no estás haciendo correctamente, para comenzar a alinearte nuevamente, porque la promesa de Dios para tu vida es que él te ha dado una tierra que produce leche y miel.
Cada acción que tú hagas, la tienes que hacer por fe, bajo la revelación de Dios, y esperar los resultados que Dios te ha prometido y, si no los estás teniendo, debes comenzar a buscar.
No aceptes el fracaso como parte de la voluntad de Dios para tu vida. Acepta el fracaso como una corrección. Algo no hiciste bien. Algo no miraste bien. Quizás no consultaste con Dios, quizás no era lo correcto. Pero algo te tiene que enseñar el fracaso, para tú poder arreglar tu vida, ordenar tu vida.
El problema de mucha gente es que viven vidas desordenadas, porque no aprovechan los fracasos de su vida para alinearse con la voluntad de Dios.
Pero tú debes ser como Abraham, que sabes que Dios te prometió una tierra que fluye leche y miel, una tierra que, cuando tú siembres, va a producir, una tierra que va a reaccionar correctamente a tus acciones.
Abraham tuvo que pasar por un proceso de aprendizaje para poder obtener esa promesa, para poder llegar a ese nivel de bendición, donde todo lo que hacía le salía bien. Tuvo que pasar por un proceso de desarrollo espiritual.
En Génesis 22, se nos narra el momento en que Abraham, en obediencia a Dios, va camino a sacrificar a su hijo Isaac, quien le pregunta dónde está el cordero para el holocausto, a lo que Abraham responde: Dios se proveerá de cordero. Unos versos más adelante, luego de que Dios detuviera a Abraham de sacrificar a su hijo, dice que Abraham alzó sus ojos y, a sus espaldas, había un carnero.
Si aquel carnero estaba a sus espaldas, significa que Abraham ya había pasado por aquel lugar. ¿Cuántas veces tú has pasado de largo de la bendición que Dios tiene para tu vida? ¿Cuántas veces tú has caminado, y has pasado de largo de la provisión que Dios tiene para ti?
El carnero estaba trabado. Quizás tienes un negocio trabado, un matrimonio trabado, hijos trabados. Hay cosas que, en tu caminar, se han trabado, y tú piensas que son graves problemas para ti, pero en realidad es todo lo contrario. Lo que está trabado no es tu vida. Lo que está trabado es la bendición y la provisión de Dios, y tiene que haber un momento en que tú lo realices, y vayas y la desates.

HASTA CUANDO?

En Salmos 105:17, dice que José fue enviado delante ellos, delante de su familia, delante del pueblo de Israel. Una de las cosas que pasa en tu vida, cuando tú recibes revelación de parte del Señor, es que vives una vida adelantada. Puede que te sientas solo, pero no es que estás solo, es que estás adelante. Los demás van a recibir más tarde la revelación, pero tú vas adelante.
Puede que tus familiares no entiendan, pero tienes que dejar de victimizarte. Dale gracias a Dios por la revelación que tienes, porque eso quiere decir que Dios tiene algo preparado para ti. Él te ha puesto adelante.
Los que vamos adelante, vamos abriendo camino. No tenemos precedente. Lo único que sabemos es que hay algo en nosotros que nos hace caminar hacia al frente.
La escritura continúa hablándonos de las cosas que pasó José, como la cárcel, y nos dice que, hasta que se cumplió la palabra, el dicho de Dios le probó. ¿Cuándo terminaron los problemas de José? Cuando la palabra se cumplió.
José pasó trece años de problemas. José recibió los sueños cuando tenía unos diecisiete años. No fue sino hasta los treinta que llegó a ser el segundo en mando en Egipto, pero vivió ciento diez años. Le tomó trece años de problemas, para luego poder disfrutar los restantes ochenta años de su vida.
Después que José llegó a donde Dios quería llevarle, nunca más tuvo que enfrentar un problema como los que enfrentó. Vale el esfuerzo pasar trece años de problemas, si vas a tener ochenta de victoria. Si vas a tener ochenta años de bendición, vale el esfuerzo pasar los trece.
¿Hasta cuándo debe ser la lucha de tu fe? No hasta que se acaben los problemas, sino hasta que se cumpla la palabra que Dios ha declarado sobre tu vida. Mientras la palabra no se cumpla, habrá retos. A ti te toca escoger, si te vas a acomodar a la situación presente, o vas a provocar que la palabra que está dentro de ti cambie tus circunstancias, y se cumpla en tu vida. 

DIOS Y YO

A veces me pregunto de donde nos vienen tantos pensamientos erróneos acerca de Dios y de como tener una relación con Él, me asaltó el pensamiento acerca de la pureza, ya que he escuchado a cientos, si no es que a miles de personas decirme el mismo argumento "tengo que poner las cosas en orden para poder acercarme a Dios". 
 Si lo pensamos detenidamente, esto era un requisito de los sumos sacerdotes del antiguo testamento, pero era solo para ellos, y si, había que santificarse para el día de reposo, pero eso no deja de ser una ley que dejó de ser necesaria al morir Jesús por nuestros pecados. Lo mas interesante de este asunto, es que quienes piensan de esta manera, por lo general nunca han leído el antiguo testamento como para saber de los detalles y los requisitos de la santificación para ir ante Dios, entonces, de donde lo sacaron? 
 Es un hecho que la fe de muchos está llena de mitos y llena de ideas que en realidad no son correctas y todas ellas las enfocan a el hecho de "tener fe", y de la nada el hecho de tener fe se convierte en todo un ejercicio complejo y algo a lo que tenemos que "aferrarnos", en vez de hacerlo parte de nuestra rutina diaria. Esto que le cuento no es nuevo, pero si es algo que es riesgoso y puede tener graves consecuencias, y hoy le quiero contar de un caso en específico. Tener fe tiene que ver con el hecho de creer y no con el hecho de opinar, pues al opinar, es donde empezamos a meternos en problemas y tal fue el caso de Abraham y Sara, quienes esperaban que la promesa de Dios se cumpliera y al tratar de "ayudarle" a Dios cometieron un grave error. Dios había dicho a Abraham que tendría un hijo, y eso era todo lo que importaba, no había mas que hacer o decir, solo creer y estar preparados para que el hijo llegara, ya que no era solo un hijo, era el primer hijo de un pueblo tan abundante como la arena a la orilla del mar, por tanto era algo que simplemente tenía que suceder. 
 No sé el cómo pero luego de que Dios nos dice algo, empezamos a afanarnos con ese "cómo", es decir, no conformes con que Dios nos prometa algo, en menos de lo que pensamos ya estamos tratando de profundizar en los detalles y nos sentimos con el derecho de opinar y meter las manos en algo a lo que aún es una promesa, tal fue el caso de la cita de hoy, Sara pensó que podía ayudar en el proceso y planteó a su esposo la opción de tomar a su sierva y por medio de ella tener el hijo tan anhelado. Piense en esto, que no hubieran podido hacer lo mismo antes y sin la ayuda de Dios?, pues claro, que no?, entonces para que esperar en Dios si ya saben como hacer las cosas? 
 Esta "iniciativa" trajo muchas y severas consecuencias a Sara, ya que su sierva se convirtió en su mayor competencia, además de que de ese hijo habría de salir también toda una nación, pero no la prometida sino otra y esa nación sigue en pie según la promesa y es una nación que sigue dando muchos dolores a Pueblo que Dios creo por medio de la promesa. Insisto, tener fe es un acto de creer, no de pensar y menos de esforzarse, es un acto de confiar en Dios y entender que Dios antes que bueno para con nosotros, es fiel a su palabra, si Él lo dijo, Él lo hará y punto! 
 Es por eso que Dios dejó todos estos ejemplos en la Biblia, para prevenirnos y para que no hagamos como Sara, ya que a lo mejor nuestra vida hoy en día esta llena de consecuencias que nos atormentan, tal como Agar atormentaba a Sara y de pueblos que se multiplican a raíz de una promesa mal encausada. Precisamente de ahí se deriva mi insistencia en el tener siempre como referencia la palabra de Dios, pues no podemos darnos el lujo de creer otra cosa, si no, como nos llamaremos a nosotros mismos "hijos de Dios"?

COMO IDENTIFICAR UNA SECTA


Secta. A menudo escuchamos esta evocativa palabra. Sin embargo se conocen poco sus orígenes y uso histórico, pese a la forma en que se suele utilizar por el establishment en diversas partes del mundo para descalificar a minorías religiosas. 

Secta es también un adjetivo temido, particularmente por transnacionales religiosas de reciente creación con comportamientos delictivos y pésimos records de derechos humanos. Por todo esto, es un termino polémico. Algunos intelectuales pugnan por censurar su uso: otros, en cambio, proponen un uso responsable con modelos analíticos claros.


Inmersos en una sociedad cada vez mas plural y globalizada en la que somos bombardeados con propuestas proselitistas desde distintos ángulos, surge la pregunta cada vez mas frecuente. ¿Es posible contar con parámetros serios para identificar una secta? El Dr. Jorge Erdely, reconocido experto internacional en este tema, nos presenta un estudio académico en lenguaje accesible que no esquiva tratar los aspectos controversiales.


En este libro el lector encontrará los puntos clave y los últimos avances científicos para identificar a las sectas, tal y como se utilizan hoy en día en disciplinas como la medicina, la sociología, la teología y la psiquiatría.

CRECE SANAMENTE

El crecimiento del cristiano es como el crecimiento biótico, que depende de un ambiente compartido, en un tiempo determinado, para el crecimiento.  Toda semilla, dentro de sí, lo que tiene es crecimiento, y la biblia nos enseña que el crecimiento le corresponde a Dios.  Nosotros trabajamos con el ambiente que compartimos en común que afecta a ese crecimiento.  
Hay muchas enseñanzas en la parábola del sembrador y debemos entender que la semilla en esta parábola no es dinero, ni es una acción, sino que es la palabra de Dios.  Lo que hace que nuestras ofrendas se conviertan en semilla es la revelación de la palabra que está en el corazón.   Es importante que ofrendemos por revelación de la palabra.
En esta parábola que Jesús nos enseña, el problema no es del sembrador, el problema tampoco es de la semilla, sino que hay diferentes clases de terreno que dan diferentes resultados; entre ellos, el pedregal.  El pedregal es el que recibe la semilla, la palabra, con gozo y buen ánimo, pero no hay frutos porque no hay profundidad. 
La falta de profundidad hace que, ante situaciones difíciles, la semilla no dé frutos.  La profundidad es lo que determina el resultado de la semilla.  Debemos cuidar que la palabra de Dios cale profundo en nuestras vidas. 
Los pedregales son aquellos pensamientos que no permiten que haya profundidad en la revelación de la palabra.  La biblia también nos ensena que esos pedregales, esos  pensamientos, se levantan como fortaleza, en altivez y tratan de destruir la semilla, la palabra de Dios. 
Tenemos la solución en nuestras manos para derribar todo argumento, toda fortaleza, y es llevar cautivo todo pensamiento a la obediencia de Cristo.  En 2 Corintios 10, Pablo nos dice que “las armas de nuestra milicia no son carnales, sino poderosas en Dios para destrucción de todo argumento y altivez que se levanta contra el conocimiento de Dios, y llevando cautivo todo pensamiento a la obediencia de Cristo. “ 
Estas armas espirituales se encuentran en la misma semilla, en la misma palabra de Dios.  No debemos andar como cristianos no cimentados, sino como aquellos que están bien plantados y levantarnos con las armas espirituales, sembradas en la misma semilla, para poder derribar y destruir toda fortaleza que vaya en contra de la palabra de Dios.    
El vocabulario que usa Pablo en esta revelación es de milicia.  Un militar es vigilante, disciplinado, no cuestiona, sino que es obediente porque sabe vivir bajo autoridad.  Para añadir profundidad, debemos ser disciplinados.  Porque el resultado que obtiene la palabra está determinado por la actitud y la profundidad que nosotros le pongamos a esta palabra y cómo combatimos contra esos pensamientos altivos.
Los pensamientos negativos siempre van a llegar, pero toma las armas espirituales y lleva cautivo todo pensamiento a la obediencia de Cristo declarando y creyendo la palabra de Dios.  Cuando vengan circunstancias difíciles a tu vida, quita todo pensamiento negativo y protege esa semilla, cuida de esa palabra y levántate como un cristiano victorioso. 

ALIMENTA TU ESPIRITU


En Lucas 4:4, Jesús dijo: Escrito está: No sólo de pan vivirá el hombre, sino de toda palabra de Dios.
Esta es la manera en que Cristo le responde al enemigo, quien vino a tentarle diciendo: Si eres el Hijo de Dios.  Cristo le contestó: Escrito está.  No hay ninguna situación difícil para la que no haya algo escrito en la palabra de Dios que te garantice la victoria sobre esa situación. 
Si estás enfermo: Escrito está: Por sus llagas somos sanos; si tienes un familiar que no ha venido a los caminos del Señor: Escrito está: Cree en el Señor Jesucristo y serás salvo tú y tu casa.  Asegúrate de que tu espíritu esté bien alimentado de la palabra de Dios, porque no sólo de pan vivirá el hombre, sino de toda palabra de Dios.
Tu espíritu tiene que estar alimentado de lo que está escrito, de la palabra que sale de la boca de Dios.  Muchas veces, en los momentos más difíciles, nos sentimos sin las armas necesarias para combatir, porque no conocemos todo lo que está escrito para hallar esa salida.  Debemos siempre estar conectados a lo que está escrito en la palabra de Dios.
¿Quieres vencer cada tentación de tu vida, como lo hizo Jesús? Conéctate con lo que está escrito; lee libros que alimenten tu espíritu para que te ayuden en los momentos difíciles.    Habacuc 2:2 dice: Escribe la visión para que corras con ella. No tan solo leas, sino también escribe metas, sueños, ideas, anhelos.   Cuando aprendes a poner en papel cada visión que Dios te ha dado, Dios trae aceleración sobre tu vida. 
De algo Cristo estaba seguro: De que en su vida se iba a cumplir todo lo que estaba escrito en los rollos que estudiaba desde muy pequeño.  Tienes que conectarte con lo que está escrito.  Escrito está… que tú no dependes de la buena o mala economía, no dependes del gobierno, no dependes de lo que digan los médicos, sino que tú dependes de todo aquello que está escrito, de aquello que sale de la boca de Dios.
Cristo continúa contestando al enemigo, cuando seguía tratando de hacerle caer en tentación: Vete de mí Satanás, porque escrito está…  Todo lo que se presente delante de ti y quiera detenerte o desviarte de  lo que Dios ha dicho sobre tu vida, dile: Vete de mí, porque escrito está.   Nada puede detenerte, nada puede amedrentarte, nada puede pararse delante ti, mientras tú conozcas y declares lo que está escrito acerca de ti, lo que ha salido de la boca de Dios en relación a ti.
Dios ha dicho que tiene cuidado de ti, de tu familia, de tus finanzas, de tu salud y la victoria es tuya.  Créelo, recíbelo, declara lo que está escrito y lo que Dios ha dicho. No somos de los que retrocedemos, ni los que nos amedrentamos porque sabemos que escrito está y Dios ha dicho que la victoria es nuestra.  

7 MANERAS DE DETENER LA EPIDEMIA DEL ADULTERIO


¿Por qué existe una epidemia de fracaso moral en la iglesia? Porque la santidad se ha convertido en un concepto extraño.
Por tercera vez en seis meses ha vuelto a suceder: El pastor de una iglesia grande de Orlando, Florida, la ciudad donde vivo, ha renunciado al púlpito a causa del adulterio. Esto me entristece; me enferma. Lo siento por los pastores, pero más por sus congregaciones que tienen que sufrir los resultados de sus malas decisiones.
También me horrorizo al ver a un público cada vez más hostil, que ve estos desastres como evidencia de que los cristianos son hipócritas que predican una cosa y viven otra. Defendemos la definición bíblica del matrimonio entre un hombre y una mujer, pero en muchos casos esos matrimonios fracasan. Con razón la comunidad homosexual odia nuestros débiles clichés.
¿Por qué somos testigos de esta epidemia de fracaso moral? Pueden citarse muchos factores (el fácil acceso a la pornografía, las diversiones saturadas por el sexo, el diablo y sus demonios, etc.), pero hoy yo no creo que necesitemos una lista de excusas. Estoy cansado de las excusas. El diablo no nos obliga a hacer lo que hacemos. Para los hombres y las mujeres de hoy es totalmente posible vivir vidas santas. Ni las tendencias sociales ni los ataques del infierno afectan el poder de su gracia.
Quizá hayamos complicado mucho la cosa. Volvamos y veamos algunas maneras de mantenerse puro:
  1. Hagamos “simulacros de incendio” con regularidad. Pablo exhortó a Timoteo a que “huyera” de las pasiones juveniles (2 Timoteo 2:22). Pero es imposible huir de un edificio en llamas si no sabemos dónde están las salidas. Si no preparamos un plan de escape, no podremos huir cuando nos encontramos con una mirada lujuriosa, un sitio web pornográfico, o una proposición desfachatada. Al enfrentarnos a la tentación, no juguemos con ella, no le hablemos, no la acariciemos, no la analicemos, ni la volvamos a visitar en una hora. ¡Simplemente, corramos hacia la puerta!
  2. No vivamos aislados. Muchos son vulnerables al compromiso moral porque gran parte de su tiempo lo pasan solos. Dios nos ha creado para vivir en comunidad. Si el rey David no hubiera dejado a sus hermanos en el campo de batalla para volver a casa, no hubiera visto a Betsabé bañándose en la azotea. Somos menos propensos a caer en tentación cuando estamos rodeados de familia o amigos cristianos.
  3. Mantengámonos fieles en las disciplinas espirituales. Nada enfría más el corazón que la falta de comunión con Dios. Charles Spurgeon dijo: “La oración nos hace dejar de pecar, el pecado nos hace dejar de orar”. Si hemos estado con Jesús por la mañana, no vamos a invitar a Dalila a cortarnos el pelo por la noche. Si estamos muy ocupados con el trabajo para orar y leer la Biblia, vamos de cabeza al desastre espiritual.
  4. Seamos implacables con la tentación. Nuestra debilucha cultura moderna nos estimula a ser flojos con el pecado. Pero el apóstol Pablo usó imágenes del mundo deportivo al enseñar acerca del arduo esfuerzo que se necesita para resistir al pecado. El escribió: “más bien, golpeo mi cuerpo y lo someto a servidumbre, no sea que después de haber predicado a otros yo mismo quede eliminado” (1 Corintios 9:27, RVC). Si no podemos resistir mirar un sitio web pornográfico, somos bebés espirituales. Si no podemos huir del embrujo de la mujer de Potifar, necesitamos fortalecer nuestro espinazo de gelatina. Crezcamos y dejemos de excusarnos por nuestros débiles principios morales.
  5. Confesemos a menudo nuestros pecados. Durante una conferencia de hombres la semana pasada en Filadelfia, un valiente hermano compartió abiertamente cómo de niño había sido abusado sexualmente, y cómo el trauma de ese abuso lo llevó a seguir un patrón de comportamiento plagado por la fornicación. Después de compartir su debilidad, docenas de hombres se sintieron en libertad de venir al altar y confesar sus propios pecados sexuales. La transparencia es el camino hacia la pureza sexual. No podemos pretender ser puros si nuestra vida interior es una cisterna de secretos desagradables. Digámoslo a alguien. Librémonos de esas cadenas.
  6. Dejemos arder el fuego del hogar. He encontrado hombres cristianos que luchan con todo tipo de tentación sexual. Pero luego de hablar con ellos, me he enterado de que no tienen intimidad con sus esposas con regularidad. El apóstol Pablo enseñó que marido y mujer tienen igual responsabilidad de satisfacerse uno al otro sexualmente (1 Corintios 7:3). Si se ha apagado el fuego en nuestro matrimonio, busquemos un consejero o inscribámonos en un curso matrimonial en la iglesia. Dios puede reavivar el romance y reparar la brecha en la comunicación antes que nuestro frío matrimonio se congele y no tenga reparación.
  7. Hagámonos chequeos espirituales con regularidad. Se supone que todo adulto vea a un médico cada año para prevenir enfermedades cardíacas, cáncer y otros problemas de salud. Pero muchos de nosotros nunca abrimos nuestras vidas para recibir el consejo de pastores y mentores. (¡Y muchos pastores tampoco tienen quienes les examine a ellos!) Aprendamos a pedir oración y consejo. Compartamos nuestras luchas y debilidades. Si detectamos un área débil en nuestra armadura, no esperemos a que los golpes del maligno nos destruyan por no pedir ayuda.

REALMENTE SOMOS IGNORANTES?

Al leer la Biblia, muchas veces partimos del punto de que nos encontraremos a nosotros mismos en ella y por tanto nos proyectamos en todo lo que leemos, es por eso que a muchas personas se les hace difícil el leer la Biblia, porque al no poder encontrarse en lo que leen, no entienden nada, le hace sentido? No entiendo porqué todo el tiempo las personas tienden a declararse ignorantes de la palabra de Dios y nulifican todo lo que saben y han aprendido, y pareciera que cada vez que leen o que alguien les enseña algo de la Biblia, partieran de nuevo de cero, siendo que todos hemos sido enseñados ya se en la escuela, el catecismo, la escuela dominical o qué se yo. Esto se lo digo porque he aprendido que muchas personas parten de su papel de no saber nada y leen la Biblia buscándose a sí mismas en ella y leen una historia completamente paralela basada en su imaginación y no lo que está escrito y es la historia de Adán y Eva una de esas historias tan confundidas, ya que pocos pasan de ahí al leer. 
 Muchas personas entienden a Adán y Eva como ignorantes y que fueron engañados como si no entendieran nada y como si el acto que Satanás cometió le fue muy sencillo, pero piense en esto, Adán y Eva vivían en el Edén y tenían un espíritu que les conectaba con Dios, le escuchaban todo el tiempo y Dios encima de eso les había dado un propósito para el cual les estaba preparando, es decir, sabían mucho y entendían de que se trataban las cosas de la vida, estoy convencido de que Dios les había revelado todo los secretos, si no, para qué les habría hecho a su imagen y semejanza? 
 Por tanto, la labor de Satanás seguramente no fue sencilla, pero supo hacerla muy bien y la hizo con la mujer por una simple y sencilla razón, Adán dependía de Dios y Eva dependía de Adán, por tanto se metería en menos problemas haciéndolo de esa manera. Dios había puesto por cabeza de Eva a Adán, así lo había diseñado, y ese es el orden que prevalece al día de hoy y Adán entendía esto, era su trabajo el resguardar a Eva y cuidarla en todo momento y por mas vueltas que le doy, no puedo imaginarlo de otra manera mas que a Adán observando a Eva conversar con la serpiente por días si no es que por semanas e incluso estoy convencido que ambos platicaron en la intimidad acerca de lo que la serpiente trataba de enseñarle a Eva. 
 Ahora bien, tenemos un Dios absoluto con efectos inmediatos, por tanto, al Eva comer del fruto, su muerte espiritual fue inmediata, su condición cambió en menos de un segundo y estoy seguro que tanto Adán como Eva entraron en pánico, no sabían que hacer, Eva se sabía desobediente y Adán se veía a si mismo como irresponsable, pues todo lo que tenía que hacer era cuidar a Eva, y esta había muerto espiritualmente enfrente de Él, en segundos ella había perdido la condición para vivir en el huerto y si era echada fuera, no podría cuidar de ella, como le había sido encomendado, así que tomó una decisión y comió del fruto pensando en su responsabilidad y no entendiendo otra salida lógica y no teniendo según su entendimiento una alternativa viable. 
 Lo interesante del asunto, es que justo acababan de cometer el único error del cual Dios les había prevenido, y fue la única situación en donde no consultaron a Dios, de seguro Él tenía una alternativa, pero le fue más fácil a Adán el entenderse el "hombre de la casa" y responsable por Eva que consultar a Dios, el resto de la historia lo conoce y las consecuencias de ese "acto de valentía" las seguimos viviendo día a día. 
 Dios nos creo con la idea de que dependiéramos de Él y no con la intención de que fuéramos creativos, la mejor de las soluciones está siempre en Él y es ahí donde tampoco pagaremos el precio de nuestros errores, pero tenemos de 2 alternativas siempre, recurrir a Dios y salir del apuro a su manera o entendernos mas inteligentes que Dios como hizo Adán y sufrir las consecuencias, no lo cree? Es por eso que es tan importante que no nos digamos ignorantes a nosotros mismos y que tomemos todo lo que sabemos de Dios y lo pongamos en práctica, por poquito que sea, ya que si no, podemos caer en el error de Adán y acarrear consecuencias a nuestra vida y a nuestras generaciones futuras.

COMO ESTA TU RELACION CON DIOS?


En la carta de Pablo a los judíos, en Romanos 2, podemos ver la realidad que se vivía en aquellos tiempos; realidad que, lamentablemente, hay quienes viven hoy.
A los judíos les llenaba de tal gloria, de tal orgullo, el ser llamado judío, que llegó el momento en que la confianza de ellos estaba puesta en ser judío, por encima de lo que esto representaba. Vivían tan orgullosos que hasta lo hacían como parte de su nombre. Hoy en día, vemos muchos cristianos que se llenan de orgullo, dándole más importancia a que se sepa que son cristianos, que a representar lo que es ser cristiano. 
Una de las marcas que distinguía a un judío era la circuncisión.  Esto era una marca externa, como símbolo del pacto que Dios había hecho con Abraham.  Lo que representaba aquel acto externo era un pacto de relación entre Dios y el hombre.  Los judíos se involucraron tanto en su propia ley y mandatos que perdieron el significado de lo que aquel acto significaba.  Tan así era que habían hecho de este acto uno más importante que la relación que tenían con Dios. 
Un símbolo no es lo que nos da el significado, sino el significado detrás del símbolo.  Las personas casadas, sin el aro de matrimonio, siguen casadas, porque el aro es un símbolo solamente.
El ser cristiano no es una religión, sino una relación de pacto con Dios.  Es por esto que muchos pueden ser cristianos, sin ser religiosos, mientras otros son religiosos, sin ser cristianos.  Cristo, en una ocasión, hasta comparó a los religiosos con sepulcros blanqueados porque en su interior no había relación.   Aun hoy día, muchos se preocupan por las marcas externas, cuando lo realmente importante es la relación con nuestro Dios. 
Los judíos eran muy conocedores de la ley y comenzaron a menospreciar a los demás.  Por esto, Pablo les dejaba saber que no miraran solamente lo externo, sino cómo estaban en su relación con Dios.  Los símbolos que los cristianos buscamos en nuestra vida los buscamos por lo que simbolizan para nosotros y no por el significado que tienen para el mundo. 
No es lo que está afuera lo que te da la victoria en Cristo Jesús. Lo que te ayuda a alcanzar las promesas de lo que Dios ha decretado sobre tu vida es tu relación con Dios.  La victoria en público se refleja de acuerdo a tu relación con Dios en lo privado. 
La biblia dice que el nombre de Dios es blasfemado por causa de aquellos que se jactan de ser conocedores de la ley y olvidan la relación con Dios.  Un hijo de Dios es aquel que lo es en su interior.
El mundo te va a exigir marcas, leyes y exigencias que ni ellos mismos cumplen, pero lo importante es que no olvidemos la vida íntima con Dios.  Es necesario estudiar Su palabra y retirarte en oración.   Lo importante no son los ritos ni las marcas, sino lo que él ha depositado dentro de ti. 

HABLAR DE TU FE


Imaginemos que te han dado una nueva tarea. Tendrás que re­coger tu oficina, tu casa y tus relaciones y mudarte a Tombuctú. No, no es solo un lugar legendario en el medio de la nada; es una ciudad actual en Mali, África occidental. Te han asignado que vivas entre los tuareg, una tribu nómada del desierto, más conocida por sus tocados y manadas de camellos. Establecerás tu negocio en la zona, empleando a obreros locales, comiendo en los restaurantes locales y uniéndote a la Cámara de Comercio de Tombuctú. Tu misión es aprender todo lo que puedas sobre la cultura tuareg a fin de poder amar a las personas de modo eficaz. No estás allí para intentar hacer que ellos cambien; sen­cillamente eres llamada a amar. ¿Aceptarás el reto?
Puede que algunas estén intrigadas tanto por el reto como por la aventura de esta oportunidad, pero es poco probable que yo reciba muchas solicitantes para esta tarea solitaria y aislada en África. ¿Cuántas veces has oído a alguien expresar el temor a que si él o ella entrega a Dios el control de su vida, Él po­dría enviarle como misionero a África? El pensamiento de dejar atrás el agua caliente y los inodoros puede ser un obstáculo tan grande como tener que decir adiós a unos padres ancianos en el aeropuerto.
¿Y si te dijera que tu tarea no es ir a África, sino que sim­plemente te están pidiendo que te quedes en tu lugar de trabajo actual? Debes relacionarte con las personas que están en los cu­bículos que te rodean o con quienes trabajan al lado en la línea de producción. Tu tarea incluye asegurarte de pasar tiempo con sus compañeros de trabajo en el almuerzo, mostrándoles ge­nuino interés y comprensión. En cada oportunidad que tengas, debes mostrar a tus compañeros de trabajo que te interesas por ellos y por lo que sucede en sus vidas. No debes pedirles que cambien sus valores ni su estilo de vida; sencillamente debes mostrar interés sincero y amor auténtico a aquellos con quienes trabajas. ¿Es ese un reto que aceptarás?
Ninguna de nosotras restaría importancia a ir a vivir a África para amar a los tuareg, pero ¿cuántas de nosotras verían el valor de poner en práctica nuestra fe amando a nuestros compañeros de trabajo? Todas nosotras que hemos puesto nuestra fe en Jesu­cristo tenemos el llamado en nuestra vida de transmitir a otros el amor que Él nos ha dado gratuitamente. Cuando el amor es acumulado, se vuelve un poco apestoso. Si se transmite, se convierte en un aroma hermoso.
La Constitución de Mèxico decreta que haya separación entre Iglesia y Estado. Esto mismo se ha abierto camino en el lugar de trabajo hasta tal grado que muchas de nosotras sentimos que debemos dejar nuestra fe en la puerta antes de entrar. Ser cristiana puede que no sea polí­ticamente correcto; hablar acerca de muestra fe incluso puede ser tabú; pero expresar nuestra fe puede significar suicidio en nuestra carrera. Por tanto, ¿cómo podemos mantener las expec­tativas del lugar de trabajo a la vez que practicamos el mandato de Cristo de ser testigos no solo hasta los confines de la tierra sino también en nuestro lugar de trabajo en “Jerusalén”? (He­chos 1:8).
Creo que la responsabilidad de expresar nuestra fe es un privilegio que se obtiene mediante la autenticidad y el amor. Nadie hace más daño a la causa del cristianismo que quienes siempre están citando la Biblia, los cristianos píos y los predi­cadores de “fuego y azufre” que utilizan el lugar de trabajo como una plataforma para predicar, en lugar de ser un lugar donde amar con sinceridad. Un Dios condenador presentado mediante una actitud farisaica solamente profundiza la resisten­cia. El amor de Dios atrae y derriba barreras.
 Esto no es un proyecto
Es imperativo que no consideremos a nuestros compañeros de trabajo incrédulos como “proyectos”. A muchas de noso­tras nos han enseñado que tenemos que conseguir que personas sean salvas. Esto evoca la imagen de empujar a una mula terca hasta un pozo de agua a la vez que musitamos: “Vamos, animal obstinado. Necesitas esta agua”.
Probablemente todas nosotras hayamos experimentado que alguien nos empujara a hacer algo por un motivo menos que amoroso. Y es una reacción común resistir en cuanto nos sin­tamos forzadas a hacer algo. Si un vendedor intenta atraernos diciendo: “¡Tengo una oferta para usted!”, inmediatamente nos volvemos escépticas. Eso es lo que sucede con nuestros compa­ñeros de trabajo si sienten que están intentando hacerles tragar el cristianismo.
Debemos comprobar nuestro corazón y examinar nuestros motivos. ¿Estamos simplemente intentando anotar una conver­sión, o es nuestro deseo amar a nuestros colegas?

ANATOMIA DE UN HÀBITO

Los hábitos son cosas que aprendemos a hacer mediante la repetición y que finalmente hacemos ya sea inconscientemente o con muy poco esfuerzo. Primero formamos hábitos y después ellos nos forman a nosotros. Somos lo que hacemos repetidamente. No se engañe al pensar que usted sencillamente no puede evitar lo que hace, porque lo cierto es que puede hacer o no hacer cualquier cosa si realmente lo quiere. Al menos puede hacer cualquier cosa que sea la voluntad de Dios, y esas son las cosas de las que hablaremos en este libro.
He aprendido que concentrarme en las cosas buenas que quiero y que necesito hacer me ayuda a vencer las cosas malas que no quiero hacer. La Biblia dice en Romanos 12:21 que vencemos el mal con el bien. Yo creo que ese debería ser uno de nuestros versículos fundamentales para este libro y para el viaje en que nos estamos embarcando. El otro versículo que quiero que usted recuerde a medida que trabaja hacia su meta se encuentra en Gálatas.
"Así que les digo: Vivan por el Espíritu, y no seguirán los deseos de la naturaleza pecaminosa"  Gálatas 5:16.
Concentrarse en las cosas malas que usted hace nunca le ayudará a hacer las cosas buenas que desea hacer. Esta es una verdad bíblica muy importante. El bien tiene más poder que el mal. La oscuridad es tragada en luz, y la muerte es vencida por la vida. Cualquier cosa que Dios ofrece es siempre más poderosa que lo que Satanás desea para nosotros. El diablo quiere que tengamos malos hábitos, pero el deseo de Dios es que sigamos al Espíritu Santo y le permitamos conducirnos a la buena vida que Jesús murió para que la disfrutáramos. Y una buena vida es una vida con buenos hábitos.
Uno de los ingredientes de formar buenos hábitos y romper malos hábitos es enfocarse en lo que usted quiere hacer y no en lo que quiere dejar de hacer. Por ejemplo, si usted come en exceso y quiere formar hábitos alimenticios equilibrados y saludables, ¡no piense en la comida todo el tiempo! No lea libros de cocina que están llenos de hermosos postres que hacen la boca agua, sino en cambio lea un buen libro sobre nutrición que le educará con respecto a cómo elegir mejor. Permanezca ocupado haciendo cosas que mantendrán su mente alejada de la comida.
Si quiere formar el hábito de hacer ejercicio regular, no piense y hable sobre lo difícil que es, sino piense en los resultados que tendrá si es persistente. Sí, tendrá que invertir tiempo que puede que usted crea que no tiene, y sí, al principio sentirá bastante dolor. 
Si quiere usted salir de la deuda, no piense y hable de todas las cosas que no podrá hacer y todas las cosas de las que tendrá que prescindir mientras esté pagando todas sus facturas. En lugar de pensar en el lado negativo de su meta, piense y hable de lo maravilloso que será ser libre de la tiranía de una deuda abrumadora.
Somos motivados por la recompensa, de modo que si usted desea con ganas la recompensa, tendrá el impulso que necesita para seguir adelante hacia su meta. No se derrote a usted mismo antes incluso de comenzar fijando su mente en las cosas equivocadas. Donde va la mente, allí sigue la persona, de modo que asegúrese de que sus pensamientos estén en lo que usted quiere en lugar de estar en lo que no quiere.

CUIDA TUS PALABRAS


Es muy normal que durante nuestra vida y de forma inesperada nos topemos con situaciones indeseables que alteran nuestra tranquilidad y nos hacen pasar por momentos desagradables que no quisiéramos repetir jamás. Lo cierto es que la gran mayoría de estos malos ratos los podríamos evitar por completo, si tan solo controláramos nuestros impulsos. La manera que respondemos a una situación que nos incomoda o a una palabra de arrogancia, ironía u hostilidad hacia nosotros, será el oportuno balde de agua que extinga la pequeña llama o, por el contrario, el combustible que desate un incontrolable incendio. Jesús también nos dice en su Palabra: “ . . . aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón; y hallaréis descanso para vuestras almas” (Mateo 11:29).
La manera más efectiva para controlar nuestro enojo u hostilidad es desarrollar un espíritu apacible. En la sociedad machista en la que vivimos en muchos países de Latinoamérica, se tiende a relacionar un espíritu apacible con “cosa de mujeres”. Algunas personas piensan que un espíritu apacible le resta a la hombría. Nada más lejos de la verdad porque esa característica no es exclusiva de uno u otro sexo. No te hace más mujer ni menos hombre. Es un regalo de Dios para todo aquel que lo solicita. Desarrollar un espíritu apacible suaviza tu temperamento y embellece tu carácter. Dios te ha dado el potencial para desarrollar esta hermosa característica, pero tú tomas la decisión de aceptarla o no. Aunque sabemos que Dios tiene el poder para hacer un cambio instantáneo en nosotros, generalmente Él nos pide que hagamos nuestra parte. Mi experiencia me dice que esta transformación en nuestro carácter no siempre viene de manera automática cuando aceptamos a Jesús y decidimos vivir bajo sus demandas. Es algo que se desarrolla en el camino, siempre y cuando nos hayamos determinado a transformarnos. La realidad es que todos, en alguna medida, necesitamos hacer modificaciones para poder cumplir con lo que Dios desea de cada uno de nosotros. ¿Por dónde debo empezar? ¿Qué es lo primero que debo hacer? ¿Qué tal si comenzamos refrenando nuestra lengua? ¿Qué tal si nos detenemos a pensar varios segundos antes de desenrollarla como látigo cortante y despiadado?
Cuando nos tomamos el tiempo para frotar el fino, pero delicadamente abrasivo polvo de la Palabra de Dios sobre nuestras palabras antes de que salgan de nuestra boca, suavizamos nuestros ásperos pensamientos. Entonces hablamos con sabiduría y sensatez. Cuando tomamos esta verdad, la hacemos nuestra y la practicamos como parte de nuestra vida diaria, estamos listos para pasar al próximo nivel: ser pacificadores. Es entonces cuando ya no se trata de estar en paz con mis hermanos, sino procurar que ellos también estén en paz entre ellos mismos. Eso es ser un pacificador. Todos hemos caído en la trampa de utilizar palabras ásperas cuando hemos querido ser firmes o estrictos en algo. Yo personalmente he caído en esa trampa, pero no tiene que ser así. Se puede ser firme, estricto o determinado, sin lastimar con nuestras palabras. Se puede corregir o amonestar con palabras llenas de amor y misericordia. ¿Por qué no lo hacemos? Sencillamente porque no controlamos nuestros impulsos. No hemos tomado la firme determinación de al menos intentar suavizar nuestras palabras cuando deseamos expresar nuestro malestar por alguna situación.
Cuando vuelvas a enfrentar un momento donde te veas tentado a herir con tus palabras, detente. Respira profundamente y toma unos segundos mientras te preguntas: ¿Cómo respondería Jesús en este caso? Eso te hará reflexionar y de seguro suavizará tus palabras. Jesús es el modelo a seguir, pues dio su vida por nosotros solo porque nos ama. Él nunca nos heriría con sus palabras.