DEJA

 DEJA Y ENFÓCATE:


Deja de buscar la aprobación de los que nunca te van aprobar. Deja de hacer las cosas para ser admiradas por los que nunca te van aplaudir. Deja de mendigar el amor de los que nunca te van a corresponder. Deja de abrir tus tesoros a los que nunca los van a valorar.

Deja de vivir pensando que otros están en la misma página que tú.

Nunca verás lo valioso y único que eres hasta que no salgas del círculo de pensamiento incorrecto.

Mejor enfócate en tres cosas:

ENFÓCATE EN JESÚS:

Fuiste creado en Él y para Él. Llevas dentro de Ti Su esencia la cual siempre te hará sentir amado y victorioso porque Él es Amor y Victoria.

Jesús te ama incondicionalmente y es algo que nunca va a cambiar. A Él no le sorprende tus defectos; por contrario usará tanto tus defectos y virtudes para Su Gloria. También, la Biblia dice en Colosenses 3:23 que todo lo que hagas sea de corazón, como para el Señor y no a los hombres. Tu máxima alegría y recompensa siempre vendrá de Jesús. Aprende a enfocarte en lo vertical aunque te relaciones en lo horizontal. (Hebreos 12:1-2)


ENFÓCATE EN AMARTE Y VALORARTE A TI MISMO:

¿Cuando fue la última vez que te sentaste a solas a elogiarte a ti mismo? ¿Cuando fue la última vez que hiciste una lista de todas las características maravillosas de quién eres? ¿Cuando fue la última vez que te dedicaste a resaltar tus virtudes y no tus defectos? ¿Cuando fue la última vez que hiciste algo para consentirte y pensar en ti mismo y no en los demás? Cuando abrazas quién eres entonces vivirás en paz, alegre, agradecido y satisfecho.


ENFÓCATE EN LOS QUE SIEMPRE HAN ESTADO A TU LADO:

amándote, celebrándote, perdonándote; animándote y sin esperar nada a cambio. Ellos sí merecen tu atención, tu tiempo. Tal vez, ellos no son conocidos por muchos pero son muy conocidos por Ti porque siempre han estado allí cuando más los has necesitado. No les interesa impresionarte ni que los impresiones. Te ayudan en tu peor día ó temporada y se alegran contigo en tus victorias. Es fácil verlos en tu mente haciendo vida con ellos de viejitos. Debemos amar a todo el mundo pero estas personas en específico, debemos consentirlas.