DIOS Y YO

A veces me pregunto de donde nos vienen tantos pensamientos erróneos acerca de Dios y de como tener una relación con Él, me asaltó el pensamiento acerca de la pureza, ya que he escuchado a cientos, si no es que a miles de personas decirme el mismo argumento "tengo que poner las cosas en orden para poder acercarme a Dios". 
 Si lo pensamos detenidamente, esto era un requisito de los sumos sacerdotes del antiguo testamento, pero era solo para ellos, y si, había que santificarse para el día de reposo, pero eso no deja de ser una ley que dejó de ser necesaria al morir Jesús por nuestros pecados. Lo mas interesante de este asunto, es que quienes piensan de esta manera, por lo general nunca han leído el antiguo testamento como para saber de los detalles y los requisitos de la santificación para ir ante Dios, entonces, de donde lo sacaron? 
 Es un hecho que la fe de muchos está llena de mitos y llena de ideas que en realidad no son correctas y todas ellas las enfocan a el hecho de "tener fe", y de la nada el hecho de tener fe se convierte en todo un ejercicio complejo y algo a lo que tenemos que "aferrarnos", en vez de hacerlo parte de nuestra rutina diaria. Esto que le cuento no es nuevo, pero si es algo que es riesgoso y puede tener graves consecuencias, y hoy le quiero contar de un caso en específico. Tener fe tiene que ver con el hecho de creer y no con el hecho de opinar, pues al opinar, es donde empezamos a meternos en problemas y tal fue el caso de Abraham y Sara, quienes esperaban que la promesa de Dios se cumpliera y al tratar de "ayudarle" a Dios cometieron un grave error. Dios había dicho a Abraham que tendría un hijo, y eso era todo lo que importaba, no había mas que hacer o decir, solo creer y estar preparados para que el hijo llegara, ya que no era solo un hijo, era el primer hijo de un pueblo tan abundante como la arena a la orilla del mar, por tanto era algo que simplemente tenía que suceder. 
 No sé el cómo pero luego de que Dios nos dice algo, empezamos a afanarnos con ese "cómo", es decir, no conformes con que Dios nos prometa algo, en menos de lo que pensamos ya estamos tratando de profundizar en los detalles y nos sentimos con el derecho de opinar y meter las manos en algo a lo que aún es una promesa, tal fue el caso de la cita de hoy, Sara pensó que podía ayudar en el proceso y planteó a su esposo la opción de tomar a su sierva y por medio de ella tener el hijo tan anhelado. Piense en esto, que no hubieran podido hacer lo mismo antes y sin la ayuda de Dios?, pues claro, que no?, entonces para que esperar en Dios si ya saben como hacer las cosas? 
 Esta "iniciativa" trajo muchas y severas consecuencias a Sara, ya que su sierva se convirtió en su mayor competencia, además de que de ese hijo habría de salir también toda una nación, pero no la prometida sino otra y esa nación sigue en pie según la promesa y es una nación que sigue dando muchos dolores a Pueblo que Dios creo por medio de la promesa. Insisto, tener fe es un acto de creer, no de pensar y menos de esforzarse, es un acto de confiar en Dios y entender que Dios antes que bueno para con nosotros, es fiel a su palabra, si Él lo dijo, Él lo hará y punto! 
 Es por eso que Dios dejó todos estos ejemplos en la Biblia, para prevenirnos y para que no hagamos como Sara, ya que a lo mejor nuestra vida hoy en día esta llena de consecuencias que nos atormentan, tal como Agar atormentaba a Sara y de pueblos que se multiplican a raíz de una promesa mal encausada. Precisamente de ahí se deriva mi insistencia en el tener siempre como referencia la palabra de Dios, pues no podemos darnos el lujo de creer otra cosa, si no, como nos llamaremos a nosotros mismos "hijos de Dios"?

COMO IDENTIFICAR UNA SECTA


Secta. A menudo escuchamos esta evocativa palabra. Sin embargo se conocen poco sus orígenes y uso histórico, pese a la forma en que se suele utilizar por el establishment en diversas partes del mundo para descalificar a minorías religiosas. 

Secta es también un adjetivo temido, particularmente por transnacionales religiosas de reciente creación con comportamientos delictivos y pésimos records de derechos humanos. Por todo esto, es un termino polémico. Algunos intelectuales pugnan por censurar su uso: otros, en cambio, proponen un uso responsable con modelos analíticos claros.


Inmersos en una sociedad cada vez mas plural y globalizada en la que somos bombardeados con propuestas proselitistas desde distintos ángulos, surge la pregunta cada vez mas frecuente. ¿Es posible contar con parámetros serios para identificar una secta? El Dr. Jorge Erdely, reconocido experto internacional en este tema, nos presenta un estudio académico en lenguaje accesible que no esquiva tratar los aspectos controversiales.


En este libro el lector encontrará los puntos clave y los últimos avances científicos para identificar a las sectas, tal y como se utilizan hoy en día en disciplinas como la medicina, la sociología, la teología y la psiquiatría.

CRECE SANAMENTE

El crecimiento del cristiano es como el crecimiento biótico, que depende de un ambiente compartido, en un tiempo determinado, para el crecimiento.  Toda semilla, dentro de sí, lo que tiene es crecimiento, y la biblia nos enseña que el crecimiento le corresponde a Dios.  Nosotros trabajamos con el ambiente que compartimos en común que afecta a ese crecimiento.  
Hay muchas enseñanzas en la parábola del sembrador y debemos entender que la semilla en esta parábola no es dinero, ni es una acción, sino que es la palabra de Dios.  Lo que hace que nuestras ofrendas se conviertan en semilla es la revelación de la palabra que está en el corazón.   Es importante que ofrendemos por revelación de la palabra.
En esta parábola que Jesús nos enseña, el problema no es del sembrador, el problema tampoco es de la semilla, sino que hay diferentes clases de terreno que dan diferentes resultados; entre ellos, el pedregal.  El pedregal es el que recibe la semilla, la palabra, con gozo y buen ánimo, pero no hay frutos porque no hay profundidad. 
La falta de profundidad hace que, ante situaciones difíciles, la semilla no dé frutos.  La profundidad es lo que determina el resultado de la semilla.  Debemos cuidar que la palabra de Dios cale profundo en nuestras vidas. 
Los pedregales son aquellos pensamientos que no permiten que haya profundidad en la revelación de la palabra.  La biblia también nos ensena que esos pedregales, esos  pensamientos, se levantan como fortaleza, en altivez y tratan de destruir la semilla, la palabra de Dios. 
Tenemos la solución en nuestras manos para derribar todo argumento, toda fortaleza, y es llevar cautivo todo pensamiento a la obediencia de Cristo.  En 2 Corintios 10, Pablo nos dice que “las armas de nuestra milicia no son carnales, sino poderosas en Dios para destrucción de todo argumento y altivez que se levanta contra el conocimiento de Dios, y llevando cautivo todo pensamiento a la obediencia de Cristo. “ 
Estas armas espirituales se encuentran en la misma semilla, en la misma palabra de Dios.  No debemos andar como cristianos no cimentados, sino como aquellos que están bien plantados y levantarnos con las armas espirituales, sembradas en la misma semilla, para poder derribar y destruir toda fortaleza que vaya en contra de la palabra de Dios.    
El vocabulario que usa Pablo en esta revelación es de milicia.  Un militar es vigilante, disciplinado, no cuestiona, sino que es obediente porque sabe vivir bajo autoridad.  Para añadir profundidad, debemos ser disciplinados.  Porque el resultado que obtiene la palabra está determinado por la actitud y la profundidad que nosotros le pongamos a esta palabra y cómo combatimos contra esos pensamientos altivos.
Los pensamientos negativos siempre van a llegar, pero toma las armas espirituales y lleva cautivo todo pensamiento a la obediencia de Cristo declarando y creyendo la palabra de Dios.  Cuando vengan circunstancias difíciles a tu vida, quita todo pensamiento negativo y protege esa semilla, cuida de esa palabra y levántate como un cristiano victorioso. 

ALIMENTA TU ESPIRITU


En Lucas 4:4, Jesús dijo: Escrito está: No sólo de pan vivirá el hombre, sino de toda palabra de Dios.
Esta es la manera en que Cristo le responde al enemigo, quien vino a tentarle diciendo: Si eres el Hijo de Dios.  Cristo le contestó: Escrito está.  No hay ninguna situación difícil para la que no haya algo escrito en la palabra de Dios que te garantice la victoria sobre esa situación. 
Si estás enfermo: Escrito está: Por sus llagas somos sanos; si tienes un familiar que no ha venido a los caminos del Señor: Escrito está: Cree en el Señor Jesucristo y serás salvo tú y tu casa.  Asegúrate de que tu espíritu esté bien alimentado de la palabra de Dios, porque no sólo de pan vivirá el hombre, sino de toda palabra de Dios.
Tu espíritu tiene que estar alimentado de lo que está escrito, de la palabra que sale de la boca de Dios.  Muchas veces, en los momentos más difíciles, nos sentimos sin las armas necesarias para combatir, porque no conocemos todo lo que está escrito para hallar esa salida.  Debemos siempre estar conectados a lo que está escrito en la palabra de Dios.
¿Quieres vencer cada tentación de tu vida, como lo hizo Jesús? Conéctate con lo que está escrito; lee libros que alimenten tu espíritu para que te ayuden en los momentos difíciles.    Habacuc 2:2 dice: Escribe la visión para que corras con ella. No tan solo leas, sino también escribe metas, sueños, ideas, anhelos.   Cuando aprendes a poner en papel cada visión que Dios te ha dado, Dios trae aceleración sobre tu vida. 
De algo Cristo estaba seguro: De que en su vida se iba a cumplir todo lo que estaba escrito en los rollos que estudiaba desde muy pequeño.  Tienes que conectarte con lo que está escrito.  Escrito está… que tú no dependes de la buena o mala economía, no dependes del gobierno, no dependes de lo que digan los médicos, sino que tú dependes de todo aquello que está escrito, de aquello que sale de la boca de Dios.
Cristo continúa contestando al enemigo, cuando seguía tratando de hacerle caer en tentación: Vete de mí Satanás, porque escrito está…  Todo lo que se presente delante de ti y quiera detenerte o desviarte de  lo que Dios ha dicho sobre tu vida, dile: Vete de mí, porque escrito está.   Nada puede detenerte, nada puede amedrentarte, nada puede pararse delante ti, mientras tú conozcas y declares lo que está escrito acerca de ti, lo que ha salido de la boca de Dios en relación a ti.
Dios ha dicho que tiene cuidado de ti, de tu familia, de tus finanzas, de tu salud y la victoria es tuya.  Créelo, recíbelo, declara lo que está escrito y lo que Dios ha dicho. No somos de los que retrocedemos, ni los que nos amedrentamos porque sabemos que escrito está y Dios ha dicho que la victoria es nuestra.  

7 MANERAS DE DETENER LA EPIDEMIA DEL ADULTERIO


¿Por qué existe una epidemia de fracaso moral en la iglesia? Porque la santidad se ha convertido en un concepto extraño.
Por tercera vez en seis meses ha vuelto a suceder: El pastor de una iglesia grande de Orlando, Florida, la ciudad donde vivo, ha renunciado al púlpito a causa del adulterio. Esto me entristece; me enferma. Lo siento por los pastores, pero más por sus congregaciones que tienen que sufrir los resultados de sus malas decisiones.
También me horrorizo al ver a un público cada vez más hostil, que ve estos desastres como evidencia de que los cristianos son hipócritas que predican una cosa y viven otra. Defendemos la definición bíblica del matrimonio entre un hombre y una mujer, pero en muchos casos esos matrimonios fracasan. Con razón la comunidad homosexual odia nuestros débiles clichés.
¿Por qué somos testigos de esta epidemia de fracaso moral? Pueden citarse muchos factores (el fácil acceso a la pornografía, las diversiones saturadas por el sexo, el diablo y sus demonios, etc.), pero hoy yo no creo que necesitemos una lista de excusas. Estoy cansado de las excusas. El diablo no nos obliga a hacer lo que hacemos. Para los hombres y las mujeres de hoy es totalmente posible vivir vidas santas. Ni las tendencias sociales ni los ataques del infierno afectan el poder de su gracia.
Quizá hayamos complicado mucho la cosa. Volvamos y veamos algunas maneras de mantenerse puro:
  1. Hagamos “simulacros de incendio” con regularidad. Pablo exhortó a Timoteo a que “huyera” de las pasiones juveniles (2 Timoteo 2:22). Pero es imposible huir de un edificio en llamas si no sabemos dónde están las salidas. Si no preparamos un plan de escape, no podremos huir cuando nos encontramos con una mirada lujuriosa, un sitio web pornográfico, o una proposición desfachatada. Al enfrentarnos a la tentación, no juguemos con ella, no le hablemos, no la acariciemos, no la analicemos, ni la volvamos a visitar en una hora. ¡Simplemente, corramos hacia la puerta!
  2. No vivamos aislados. Muchos son vulnerables al compromiso moral porque gran parte de su tiempo lo pasan solos. Dios nos ha creado para vivir en comunidad. Si el rey David no hubiera dejado a sus hermanos en el campo de batalla para volver a casa, no hubiera visto a Betsabé bañándose en la azotea. Somos menos propensos a caer en tentación cuando estamos rodeados de familia o amigos cristianos.
  3. Mantengámonos fieles en las disciplinas espirituales. Nada enfría más el corazón que la falta de comunión con Dios. Charles Spurgeon dijo: “La oración nos hace dejar de pecar, el pecado nos hace dejar de orar”. Si hemos estado con Jesús por la mañana, no vamos a invitar a Dalila a cortarnos el pelo por la noche. Si estamos muy ocupados con el trabajo para orar y leer la Biblia, vamos de cabeza al desastre espiritual.
  4. Seamos implacables con la tentación. Nuestra debilucha cultura moderna nos estimula a ser flojos con el pecado. Pero el apóstol Pablo usó imágenes del mundo deportivo al enseñar acerca del arduo esfuerzo que se necesita para resistir al pecado. El escribió: “más bien, golpeo mi cuerpo y lo someto a servidumbre, no sea que después de haber predicado a otros yo mismo quede eliminado” (1 Corintios 9:27, RVC). Si no podemos resistir mirar un sitio web pornográfico, somos bebés espirituales. Si no podemos huir del embrujo de la mujer de Potifar, necesitamos fortalecer nuestro espinazo de gelatina. Crezcamos y dejemos de excusarnos por nuestros débiles principios morales.
  5. Confesemos a menudo nuestros pecados. Durante una conferencia de hombres la semana pasada en Filadelfia, un valiente hermano compartió abiertamente cómo de niño había sido abusado sexualmente, y cómo el trauma de ese abuso lo llevó a seguir un patrón de comportamiento plagado por la fornicación. Después de compartir su debilidad, docenas de hombres se sintieron en libertad de venir al altar y confesar sus propios pecados sexuales. La transparencia es el camino hacia la pureza sexual. No podemos pretender ser puros si nuestra vida interior es una cisterna de secretos desagradables. Digámoslo a alguien. Librémonos de esas cadenas.
  6. Dejemos arder el fuego del hogar. He encontrado hombres cristianos que luchan con todo tipo de tentación sexual. Pero luego de hablar con ellos, me he enterado de que no tienen intimidad con sus esposas con regularidad. El apóstol Pablo enseñó que marido y mujer tienen igual responsabilidad de satisfacerse uno al otro sexualmente (1 Corintios 7:3). Si se ha apagado el fuego en nuestro matrimonio, busquemos un consejero o inscribámonos en un curso matrimonial en la iglesia. Dios puede reavivar el romance y reparar la brecha en la comunicación antes que nuestro frío matrimonio se congele y no tenga reparación.
  7. Hagámonos chequeos espirituales con regularidad. Se supone que todo adulto vea a un médico cada año para prevenir enfermedades cardíacas, cáncer y otros problemas de salud. Pero muchos de nosotros nunca abrimos nuestras vidas para recibir el consejo de pastores y mentores. (¡Y muchos pastores tampoco tienen quienes les examine a ellos!) Aprendamos a pedir oración y consejo. Compartamos nuestras luchas y debilidades. Si detectamos un área débil en nuestra armadura, no esperemos a que los golpes del maligno nos destruyan por no pedir ayuda.