EL AMOR DE LA CRUZ

Hay quienes interpretan el acto de la cruz, el milagro de la salvación, únicamente para cuando partamos de este mundo y pasemos a morar con nuestro Señor. Definitivamente, esto es una gran promesa y trae paz a nuestras vidas, pero el acto de la cruz fue algo más trascendente que únicamente asegurarte la vida eterna; también te asegura el presente y cómo vivir en la libertad a la que hemos sido llamados.
Pablo hace una declaración muy importante y poderosa que demuestra el verdadero milagro de la cruz. Pablo nos dice que, en la cruz, se anuló el acta de decreto que estaba contra nosotros. Acta de decreto es un término legal, una sentencia, algo que ha sido establecido que tiene que pasar en tu vida.
En Colosenses 2:14-15, Pablo nos dice: Él anuló el acta de los decretos que había contra nosotros, que nos era contraria, y la quitó de en medio clavándola en la cruz.Y despojó a los principados y a las autoridades y los exhibió públicamente, triunfando sobre ellos en la cruz.El enemigo hizo un espectáculo público, donde la gente vio como hirieron y maltrataron a nuestro Señor. Al hacer esto, el enemigo pensó que había ganado, pero la biblia nos demuestra que este acto era el plan divino para darnos la salvación y hacernos libres.
En tu vida, en la vida de cada uno de nosotros, había unos decretos que iban en contra del propósito de Dios para nuestra vida. Con su sacrificio, Jesús quitó del medio todo aquello que decía que no ibas a triunfar y que en tu vida tenias que vivir en la maldición de tus generaciones. Puede ser que estés en la etapa de querer lograr algo, pero algo se pone en el medio y te detiene. Por esto, tienes que creer en el milagro de la cruz, donde hace dos mil años atrás todo aquello que estaba en tu contra y detenía el plan de Dios sobre tu vida, Él lo anuló. Desde antes que nacieras y tomaras la decisión de aceptar a Jesús como tu Salvador, Él había ya declarado que eres completamente libre.
Puede ser que has sentido una parálisis en tu matrimonio, en tu familia y del propósito de Dios para los tuyos, pero todo esto ha sido cancelado y eliminado en el nombre de Jesús. Toda barrera que hay entre el destino, el propósito, el plan de Dios para ti y los tuyos, es cancelado en el día de hoy. Dios te da la victoria y verás la mano poderosa de Dios obrar en favor de tu vida y de los tuyos.

EL SECRETO DE LA FELICIDAD

Uno de los problemas que hay en la familia hoy día es que la sociedad nos enseña a buscar la gratificación personal. Esperas que la otra persona te haga feliz en todo momento, tiene que complacerte o si no te vas. Así mismo, la persona que solo espera algo a cambio de ti, llegará el momento en que tienes que dejarla ir.
Es imposible tener cualquier relación mientras lo único que se busque sea la satisfacción personal. No puede haber una familia correcta cuando la prioridad de cada individuo es la satisfacción personal, antes que el sacrificio.
Los padres se sacrifican por sus hijos; los esposos, las esposas, los hijos tienen que sacrificar algo. No todo puede ser para los hijos, cuando son pequeños se les da todas las atenciones necesarias, pero durante su crecimiento se les debe enseñar que los padres necesitan su espacio. Mientras más temprano lo entiendan, mejor. A los hijos hay que enseñarles a hacer las cosas por sí solos, a luchar, a trabajar; así crecerán siendo hombres y mujeres de provecho para la sociedad. Enséñales a hacer sacrificios, a ganarse su propio dinero, a diezmar, a ofrendar, a regalar y que no todo es para ellos y por ellos.
De igual manera, en relaciones de pareja. No eres digno de estar en una relación si no estás dispuesto a hacer sacrificios. No hay tal cosa como: Hoy me sacrifico por ti y mañana tú lo haces por mí, porque entonces sería una negociación. Un sacrificio es saber lo que tengo que hacer, en el momento que me toca, sin esperar que algún día me compensen. Sacrificarse es hacer algo, simplemente, porque es lo que tienes que hacer.
Por eso es que hay gente infeliz, porque el verdadero amor sabe que la felicidad no está en que te hagan feliz, sino en tú hacer feliz a la otra persona. El ejemplo perfecto del verdadero amor es Cristo; nadie puede amar como él lo hace. Cristo fue el único que estuvo dispuesto a dar su vida por ti. Él le dice al hombre que ame a su esposa, como él ama a la iglesia, tanto que estuvo dispuesto a morir por ella.
Si analizas, no hay manera de que una pareja se entienda mutuamente, y debes entender que Cristo, sin entendernos, se sacrificó por nosotros. Él pudo experimentar ese amor por que se dio por completo. En ninguna relación debes irte lleno a la tumba, deberías irte con una sonrisa y decir: Lo di todo, hice todo lo que pude hacer, lo intenté todo, me esforcé más allá de mis fuerzas. Solo ahí puedes decir verdaderamente: Áme, no porque me amaron, sino porque amé con todo.

EL PROPOSITO DE DIOS EN TU VIDA

En Colosenses 2:13-14, la Biblia nos habla de lo que hizo el sacrificio de nuestro Señor Jesucristo en la vida de cada uno de nosotros. Dice que nos dio vida, anulando el acta de los decretos que nos era contraria, quitándola de en medio.
Cuando estudiamos la palabra del Señor vemos dos figuras bíblicas en cuyo nacimiento se había hecho un decreto de que todo niño menor de 2 años debía ser ejecutado. Tanto Moisés como Jesús nacieron con un decreto de muerte sobre ellos. Había una declaración sobre sus vidas, que decía que debían morir.
Conocemos que, en ambos casos, el propósito de Dios para sus vidas los guardó. En el caso de Moisés, su madre, Jocabed, dirigida por Dios, se encargó de ponerlo en aquella canastilla para preservar su vida. En el caso de Jesús, vemos a José y María recibiendo a aquella criatura como de parte de Dios, protegiéndole y cuidándole hasta la madurez, creyendo que aquel decreto no se haría realidad, sino que el destino de Dios sería cumplido.
Muchos de nosotros hemos nacido con algunas cosas en contra. Alguna condición económica, familiar, física, emocional. Todos estos factores lo que hacen es decretar sobre nuestra vida, tratar de establecer cuál será nuestro destino, para que no alcancemos lo que Dios tiene para nosotros.
Pero, por encima de todo aquello que ha sido decretado en tu contra, está la sangre de Cristo, que lo ha anulado, dándote la posibilidad de alcanzar el destino que Dios tiene para tu vida.
Por varios años, hemos clavado cientos de miles de nombres de familiares, amigos, compañeros de trabajo, vecinos, conocidos de personas como tú que nos escriben, para ponernos de acuerdo en fe por la salvación de todos ellos. La biblia dice que uno hecha a huir a mil, y dos hechan a huir a diez mil. Dice también la palabra del Señor, en Mateo 18:16, que si dos o más nos ponemos de acuerdo sobre cualquier cosa aquí en la tierra, será hecha por nuestro Padre que está en los cielos.
Cuando nos conectamos en fe, nuestras oraciones se multiplican exponencialmente, son llevadas a un nuevo nivel y mueven el cielo en favor de tu familia. Queremos unirnos a ti y declarar que la vida de tu familia será transformada, en el nombre de Jesús.