Cuando se acerca el comienzo de un nuevo año o estamos por comenzar una nueva etapa en nuestras vidas ya sea personal o como familia queremos hacer un balance de lo vivido y proyectarnos hacia el futuro. Algunos exclaman: “espero que este año o esta etapa de mi vida sea mejor que lo que yo viví”. Otros expresan, “Como se me ha pasado el tiempo”. Y aunque los años y los días tienen la misma duración, es decir 24 horas, unos logran más y mejores cosas que otros.
Todos tenemos la misma cantidad de minutos y horas al día pero no es la cantidad de tiempo que hace la vida especial sino lo que hacemos con él. Algunos han vivido vidas tan cortas, pero han hecho muy importantes contribuciones a la raza humana. Otros que han llegado a ser ancianos, solo han vivido para si mismos, sin aportar nada de valor a la sociedad.
Estoy segura que tu no quieres vivir de esa manera. Es por eso que a muchos les gusta evaluar lo que han hecho hasta el momento para luego decidir y escoger lo mejor al mirar los años que tienen por delante. Querer mejorar es una buena resolución. Busqué en mi diccionario lo que significa la palabra “resolución” y dice así: “Una resolución es tener una fuerte intención de hacer algo digno, algo de valor. Es fijarse una meta positiva con el propósito de lograrla.
Ninguna de nosotras es perfecta por tanto podemos fijarnos metas para tratar de lograr. Podemos pensar en un ejemplo muy sencillo para ilustrar lo que queremos decir. Hay mujeres que tienen el hábito de cortar una conversación cuando alguien está hablando. Se dan cuenta que cortar una conversación entre dos personas o más es falta de respeto y no queda bien. Pero como es un mal hábito lo hacen sin pensar y sin tomar en cuenta que están hiriendo o lastimando a alguien. Este es un buen tiempo para hacer una resolución Yo puedo resolver que haré todo el esfuerzo para mantener la boca cerrada hasta que la persona que está hablando finalice. Esto muestra respeto por la otra persona y también es bueno para mí y para ti no interrumpir. Creo que es muy sabio tener control sobre nuestra lengua.
Pensemos en cualquier otro hábito que pudiéramos tener y que nos gustaría eliminar. Tal vez un hábito que involucra la manera en que hablamos, como el ejemplo que hemos dado. O algo que tiene que ver con nuestro cuerpo como el comernos las uñas. Algunas personas pueden tener hábitos peligrosos y dañinos como lo es el beber en forma descontrolada, fumar, usar drogas, tener relaciones sexuales ilícitas que traen descontrol, problemas con enfermedades y problemas en la familia. Hoy es el momento de tomar una resolución. No es fácil pero te puede producir mucho bienestar y satisfacción.
Tomar una resolución no significa, solo quitar lo malo de tu vida, sino añadir algo bueno y positivo. Nunca es demasiado tarde para aprender algo bueno y nuevo sino al contrario hace de la vida algo interesante y especial.
Debes tener en cuenta algunos consejos:
Desecha el temor al fracaso. Seguramente si te propones algo bueno como dejar un mal hábito, en algún intento fracasarás. Pero aún de los fracasos se aprende, inténtalo nuevamente hasta lograrlo. No te des por vencida. Cada día es un nuevo día, son una oportunidad para vivir mejor. Persevera. Practica los buenos hábitos. Cuanto más practiques lo que es bueno y correcto, tanto más fácil será lograrlo.
Y un consejo más: Incluye a Dios en la resolución que decidas hacer. Ora y pídele por aquellas cosas que te gustaría mejorar. Recuerda, Dios siempre quiere lo mejor para nosotras porque nos ama y quiere ser nuestro mejor amigo. Ora y pídele fuerzas para lograr cosas, de seguro te ayudará a lograrlas.
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