POR QUE TE PREOCUPAS?


Todas nosotras sabemos muy bien lo que es preocuparse porque de seguro nos ha sucedido muchas veces. Pero preocuparnos en exceso no nos ayudará, más bien nos dañará. Sabemos que el estrés perjudica física, moral y espiritualmente. Nos limita y no nos permite pensar con claridad y actuar adecuadamente.

Jesús, el Hijo de Dios, hablando a una gran multitud desde la ladera de una colina, mirando a las personas que tenía a su alrededor… hombres, mujeres, niños, les dijo lo siguiente: (Mateo 6: 25-34)

“Por tanto les digo, no se preocupen por vuestra vida; qué habéis de comer o que habéis de beber; ni por vuestro cuerpo, qué habéis de vestir. ¿No es la vida más que el alimento y el cuerpo más que el vestido? Mirad las aves del cielo, que no siembran ni siegan, ni recogen en graneros; y vuestro Padre Celestial las alimenta. ¿No valéis vosotros mucho más que ellas? ¿Pueden todas vuestras preocupaciones añadir un simple momento a vuestras vidas?”

Qué pregunta la de Jesús – ¿Realmente, resolvemos algo preocupándonos demasiado?

Continúo leyendo un poco más lo que dice Jesús para nosotras:

Vs. 28. “¿Y por el vestido, por qué te preocupas? Considera los lirios del campo, cómo crecen: no trabajan ni hilan… Y si Dios cuida tan maravillosamente de las flores silvestres que hoy están y mañana perecen y son arrojadas al fuego, ciertamente cuidará de ti. ¿Por qué tienes tan poca fe? Así que no te preocupes de estas cosas diciendo ¿qué comeremos o qué beberemos? O ¿Con qué nos vestiremos? Estas cosas dominan los pensamientos de algunas personas pero Dios desde los cielos conoce todas tus necesidades… Así que no te preocupes acerca del mañana, porque el mañana traerá sus propias preocupaciones. Las luchas de hoy son suficientes para hoy, basta a cada día su propio afán.”

Pensemos un poco más acerca de nuestra actitud frente a las ansiedades y preocupaciones y cuan imposible resulta resolverlas sólo por preocuparnos.

Las palabras de Jesús que hemos leído del Evangelio de Mateo capítulo 6, nos animan a confiar en Dios que conoce y se ocupa de nuestras necesidades. Él quiere enseñarnos y advertirnos cuan inútil es la preocupación y el afán. Todo lo que logramos es ponernos ansiosas y con eso no arreglamos la situación que tenemos delante. Cuando nos afanamos por algo, la preocupación crece más y más. Nuestra salud es afectada, no podemos conciliar el sueño, la noche se nos hace interminable y a la mañana nos levantamos muy cansadas… ¿Has experimentado eso?

Jesús nos da el ejemplo de los pájaros para ayudarnos a comprender que le importamos y que El está atento a nuestras necesidades. Las aves son simples criaturas que no tienen mayor valor, cantan, vuelan, comen, ponen huevos y crían a sus polluelos. Son bonitos pero no tan importantes. Aún así Dios se interesa por ellos pues son su creación. Dios no olvida ni abandona a Su creación. Les cuida porque El los hizo.

Sabes, amiga, tú y yo somos una creación especial de Dios. El dijo que valemos mucho más que esos pajarillos que El creó. Dios se interesa por nuestro diario vivir, nos cuida con un amor especial porque somos Su creación especial.

Pero te preguntarás – ¿Qué acerca de ti cuando estás en necesidad, cuando no tienes suficiente para comer o vestir… ¿Será que Dios no te ama? Siempre habrá dificultades en este mundo… porque este mundo no es perfecto, pero por preocuparte en extremo las cosas no cambiarán. Jesús nos dice que Dios nos ama y se interesa. El quiere que le pidas Su ayuda y auxilio y que confíes en Él que lo hará.

Jesús, hablando a la multitud les dijo: “Asó que, no se preocupen por el mañana, porque el mañana traerá su propio afán. Las preocupaciones de hoy son suficientes para hoy.

¿Te preocupas demasiado por los problemas del mañana? Te comprendo, a mi también me pasa. Que si me falta dinero, que si me falta mi familia y tantas cosas más…

Son preocupaciones reales y puede que pasen o no, pero la verdad es que no resolvemos nada con ponernos ansiosas, el problema seguirá allí.

Jesús nos aconseja vivir día a día,… basta a cada día su afán nos dice Él-

Haciendo así reduciremos la preocupación y todo lo que viene con ella. Además de ese modo nos quedará más espacio en nuestra vida para pensar en otros y en sus necesidades. Al pensar y ayudar a otros que tienen problemas reducimos nuestra ansiedad. Olvidamos un poco nuestro dolor y eso nos hace bien.

Nos haría mucho bien aceptar el consejo de Jesús, sabiendo que no podemos hacer ninguna diferencia en nuestra vida por preocuparnos. A veces aún podemos empeorar las cosas. Te invito a aceptar el consejo de Jesús y mejor aún acepta a Jesucristo en tu propia vida. El nos invita que lleguemos a Su presencia y nos hará descansar de las preocupaciones. Tomará en sus manos y bajo Su control las cosas que nos afligen y a su debido tiempo las irá arreglando.

Cuando mires los pájaros a tu alrededor, recuerda que “ellos no plantan, ni cosechan, ni guardan en graneros pero Su Padre Celestial los alimenta y los cuida.

¿No vales tú mi amiga, más que esos pájaros?

Y cuando veas una hermosa flor recuerda lo que dijo Jesús: “Si Dios cuida tan maravillosamente de las flores silvestres que hoy están y mañana son arrojadas al fuego, Ciertamente cuidará mucho más de ti, Su creación especial.

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