PRESOS DE LA ESPERANZA

En Génesis 37:19-20, vemos que José tenía grandes sueños, y sus hermanos se dijeron el uno al otro: —¡Ahí viene el soñador! 20 Ahora pues, venid, matémoslo y echémoslo en una cisterna…  Muchos se encuentran, hoy día, en una cisterna, desesperados por las dificultades, pensando: ¿Qué será de mis sueños y de aquello que Dios me ha prometido?
José fue llevado a una cisterna, no por sus propios sueños, sino por el sueño de Dios para él.  El enemigo, como no puede pelear con Dios, cada vez que ve a Dios depositar una palabra en tu vida, busca la manera de atacar ese sueño, ese propósito de Dios en ti, a como dé lugar.  Incluso, si te fijas, los enemigos de José no fueron gente extraña, sino sus propios hermanos.
En Zacarías 9:11-12, Dios le habla a Sion, diciéndole:Y tú también, por la sangre de tu pacto serás salva; yo he sacado tus presos de la cisterna en que no hay agua.  Volveos a la fortaleza, oh prisioneros de esperanza; hoy también os anuncio que os restauraré el doble.
¿De qué eres preso, de la cisterna de problemas o de la esperanza?  Los que son presos de la esperanza, Dios dice que les dará el doble.  De la misma manera que se han multiplicado tus problemas, de esa misma manera, Dios te bendecirá.  Si eres un prisionero de la esperanza, espera el doble de la bendición, por encima de los problemas.
El que es preso de la esperanza, hace lo que hizo Abraham.  En Romanos, dice que Abraham creyó en esperanza porque, aunque su cuerpo le decía que no tendría hijos, él prefirió creer en la esperanza de Dios en su vida, y la promesa de que tendría hijos.
Cuando el mundo te da un pronóstico negativo de lo que va a suceder, Dios te da uno positivo.  Tener esperanzas es una decisión.  Decide creerle a Dios.
Los ismaelitas compraron a José como esclavo, pero lo acercaron más al destino de Dios en él; y, a Sion, Dios le prometió el doble por sus problemas.  Así que, no te desesperes; cuando te encuentres en una cisterna, entiende que estás más cerca del destino de Dios para tu vida.  Alguien va a pagar por tu salida; vendrán a sacarte de la cisterna, y Dios te dará mucho más bendición que lo que has sufrido hasta hoy.  Créelo y declara que vuelve la esperanza a tu vida, y el destino de Dios en ti, nada ni nadie lo detendrá. 

0 comentarios: