MOMENTOS QUE DEFINIRÁN TU DESTINO

“Y si perezco, que perezca” (Ester 4:16). Qué declaración tan determinada y valiente. Esta declaración de Ester refleja un despertar interno a su propósito y destino. Ella dijo estas palabras después que su primo Mardoqueo le pidió que fuera ante la presencia del rey y le pidiera que salvara a los judíos. Mardoqueo se enteró de un plan que tenía Amán, uno de los oficiales más importantes del reino para aquel entonces, de exterminar a todos los judíos que vivían en el reino pues no se conducían de acuerdo a lo establecido por el rey Asuero. 

Como el hombre sabio que era, Mardoqueo fue más allá y señaló que todas las circunstancias que habían llevado a Ester al trono persa debían haber sido exclusivamente para que ella intercediera por los judíos ante el rey.

“Entonces dijo Mardoqueo que respondiesen a Ester: No pienses que escaparás en la casa del rey más que cualquier otro judío. Porque si callas absolutamente en este tiempo, respiro y liberación vendrá de alguna otra parte para los judíos; mas tú y la casa de tu padre pereceréis. ¿Y quién sabe si para esta hora has llegado al reino?” (Ester 4:13–14).

En muchas ocasiones he comentado que no podemos decidir cuál será nuestro destino; en el transcurso de la vida lo descubriremos. Cuando el destino toca a la puerta, generalmente no lo reconocemos, porque no es glamoroso, involucra muerte al yo y siempre involucra a otra gente además de nosotros.

El momento de la verdad llegó para Ester. Ella tenía que tomar una decisión clara que cambiaría su vida. ¿Continuaría viviendo en la ambigüedad de las ideas políticas de dos pueblos distintos o asumiría su responsabilidad y tomaría la decisión de actuar en favor de su pueblo?

Tiene que entender que para Ester esto no era tarea fácil. Su vida no estaba tomando esta dirección. Ella era simplemente una jovencita huérfana que vivía con su tío Mardoqueo en un pueblo pequeño, escuchó que el rey estaba en búsqueda de una nueva esposa y ella estaba obligada a ser una de las candidatas. A Ester la removieron de su casa, la obligaron a vivir en el palacio, se tuvo que someter a un tratamiento de belleza que duró doce meses y pasó una noche con el rey para ver si a él le gustaría lo suficiente como para convertirla en su esposa. Gracias al favor de Dios, ella complació al rey y él la eligió como esposa. Resumo la historia porque tenemos que adentrarnos un poco en la mente de Ester para entender la situación desde su punto de vista. Ella era prácticamente una jovencita protegida que ahora tenía el futuro de su pueblo sobre sus hombros.

En el momento que Mardoqueo le pidió a Ester que fuera ante el rey y le pidiera que salvara a su pueblo, se le conoció como Ester, la reina de Persia. Ella había mantenido oculta su identidad judía. Su nombre de pila no era Ester; era Hadassa. Si se descubría el secreto, literalmente podía costarle la vida. Ester vivía en medio de una sociedad pagana, obedeciendo las leyes y las reglas que gobernaban la cultura, además las circunstancias parecían controlar su vida. Ella vivía a favor de la corriente, no ocasionaba disturbios ni tomaba la iniciativa. Entonces este hombre perverso proclamó un decreto.

El decreto que le daba una sentencia de muerte a todos los judíos fue lo que le dio un giro inesperado a la vida de Ester. ¿Se acobardaría y decidiría continuar como una víctima de las circunstancias o permanecería fiel a ella y a su pueblo al ejercitar audacia y valentía para convertirse en un instrumento de liberación en las manos de Dios?

La decisión que Ester tomaría en este punto sería el momento decisivo de su vida. Un momento decisivo es un suceso que representa o determina todos los eventos relacionados que ocurrirán después.

En ese momento decisivo de la vida de Ester se reveló o se identificó la esencia de su naturaleza y su verdadero carácter. Ella tenía que tomar la decisión de revelar sus raíces judías, que hasta ese momento había logrado esconder, o dar un paso hacia el frente y apoderarse de quien realmente ella era.

¿Realmente Dios podía usarla? Ella no vivía como judía. No vivía según las costumbres y el estilo de vida de los judíos. Pienso que debe haberse sentido tan insuficiente. La decisión que estaba a punto de tomar definiría su futuro y determinaría el destino de su pueblo. Después de escuchar el reto que le hizo Mardoqueo en Ester 4:13-14 fue que Ester decidió responder a los deseos de Mardoqueo: ve ante el rey sin anunciarlo, lo cual iba en contra de la ley, y pídele por la vida de tu gente.

Definitivamente este era el momento decisivo en la vida de Ester, una decisión sumamente importante. Era un acto voluntario. Nadie la forzó. Ella analizó la situación, evaluó todo lo que había aprendido, todo el entrenamiento, el tratamiento y el favor que se le había otorgado. Y cuando recibió el reto por parte de su mentor Mardoqueo, declaró con valentía: “Iré”.

¿Qué puede haber provocado a una judía huérfana, a una joven insignificante, dar su vida por otros? Creo que dentro de ella hubo un despertar al llamado de Dios. Solo un la voz motiva a una persona a decir: “Y si perezco, que perezca”. Ester no tenía por qué sacrificarse. Ahora ella era reina; tenía muchos privilegios y comodidades. ¿Por qué renunciar a todo? Ester se sintió obligada a arriesgar su vida. Este impulso divino surgió al saber que la providencia de Dios la había posicionado como reina para salvar a su pueblo de una destrucción total.

Ester 4:16 nos revela la encrucijada a la que nos tenderemos que enfrentar. ¿Ester respondería al llamado de realizar un acto histórico significativo? En este momento Ester tuvo que decidir si llevaría a cabo el propósito de Dios o si la paralizaría el temor? La decisión que ella tomara no solo la afectaría a ella, sino que también afectaría la vida de muchos.  En muchas ocasiones lo que escogemos hacer es lo que le da forma a nuestro destino. 

Tal y como sucedió con Ester, su momento decisivo expondrá quién verdaderamente es usted. Se sentirá inspirada a lograr algo más grande que usted misma. Usted pensará en todos los eventos de su vida que la condujeron a ese momento decisivo. Al igual que Ester, llegará a un momento decisivo que le permitirá descubrir su identidad. Saque el tiempo y préstele atención a esos “pequeños” detalles de su vida. Si presta mucha atención, encontrará ese momento decisivo, ese momento distintivo de su vida en el que usted entendió cuán increíble y maravillosa usted realmente es y cuán importante es en este mundo. Tendrá la capacidad de identificar cómo las decisiones que tome surtirán un efecto en la vida de muchas personas.

Dios está despertando a muchas mujeres a un propósito mayor que ellas mismas. Él nos llama a salir de una existencia mundana a un lugar de importancia y cumplimiento. Muchas mujeres del Cuerpo de Cristo han caído presas de la tradición y el prejuicio cultural por género. Ester tuvo que vencer muchos obstáculos para poder abrazar y responder al llamado de Dios en su vida.

Tener un despertar significa que usted acumula sus habilidades. Usted se ha levantado de un lugar de oscuridad, indiferencia e inactividad. También quiere decir que usted se levante para tomar acción y adoptar la postura de tomar acción, de producir y de levantarse de las ruinas. El otro concepto general de tener un despertar captura la noción de levantarse uno mismo o de que otra persona la levante para tomar acción, como sucedió en el llamado de Dios para Ester. A este llamado de tomar acción generalmente lo acompaña una urgencia y una fuerza mayor. También sugiere levantarse de la pasividad o de la indiferencia.

La señal de un despertar es un movimiento que se inicia en el corazón con el fin de llevar a cabo una tarea especial. Entonces comienzan a surgirle algunos interrogantes: “¿Para qué nací?”, “¿Existe algo más allá de lo que estoy experimentando en mi vida cristiana?”, “¿Dios podrá usarme para hacer la diferencia?”. Aquí hay algunas señales de que usted realmente ha experimentado un despertar:

*Escucha continuamente la voz de Dios.

*Tiene una sensación divina de urgencia y compasión por una situación específica.

*Tiene un lamento, esto es, que usted tiene una sensación de lamento o dolor por lo que se debe o se tiene que hacer. Ese deseo le hará poner su vida en peligro para resolver la situación.

*Siente una carga de parte del Señor, esto es cuando una carga espiritual pesada viene sobre usted para llevarla a todo el mundo hasta que finalmente se realice.

*Tiene un cambio de prioridades. Su vida ya no gira en torno a usted, sino en cumplir el propósito de Dios.

Quizás Dios haya puesto en su corazón hacer algo para Él. No se lance así porque sí, espere por el tiempo perfecto de Dios. José estuvo en la cárcel hasta que Dios determinó el tiempo para su liberación. Dios trabajará en el momento perfecto, siempre que nos mantengamos fieles y alertas a su dirección.

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