GUERRA ESPIRITUAL

Resista los ataques del enemigo. 

EL ENEMIGO: Satanás y sus hordas. 

LA ESTRATEGIA: Hacer que los creyentes se sientan culpables, para que así no luchen contra él. 

NUESTRA ARMAS: La armadura de Dios. 

NUESTRO PLAN DE GUERRA: ¡Atacar! 

NUESTRA VICTORIA: Está segura.

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