¿Esa situación difícil que estás pasando? ¿Eso por lo que estás orando y que no termina de llegar? ¿Esa enfermedad que va consumiendo lentamente a nuestro ser querido? ¿Ese problema que no termina de arreglarse? ¿Esa deuda que no hallamos cómo pagar? Dios va a obrar.
Quizás no obre como queremos…pero lo hará conforme a Su voluntad.
Tal vez no quite de un plumazo la situación difícil… pero te dará paz en medio de ella.
Tal vez no responda la oración de la manera exacta que deseas… pero cambiará tu corazón y te ayudará a entender su respuesta.
Tal vez no sane a tu ser querido…pero te dará entereza y estará contigo en cada paso.
Tal vez no arregle el problema de la manera que tú quieres…pero te dará sabiduría para saber cómo comportarte
Tal vez no te dé de manera explícita el dinero que necesitas para pagar la deuda… pero te dará una salida inesperada.
La voluntad de Dios es incomprensible… pero la paz de Dios también.
En lo que sí podemos confiar es en que Él obrará, aunque sea en el último minuto y en que Su voluntad es perfecta para tu vida y para la mía.
Romanos 12: 2
“No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento, para que comprobéis cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta.”
No dejes que la forma de pensar del mundo, de lo que es justo o injusto, de lo que necesitamos o no, llene tu mente. Al contrario, confía en la voluntad de Dios para tu vida y vive sabiendo que Él está al control de todo.
Y no te voy a decir que vivo en paz todos los días, porque no es así. Oro, lloro, me quejo, me desespero, sufro y tengo miedo. Pero después de la rabia y las lágrimas recuerdo que todo lo que estoy viviendo ha pasado antes por las manos de Dios.
Y que mi Dios, ese Dios que es más grande que cualquier situación adversa, ese Dios que no promete quitar el fuego y las aguas revueltas, sino que promete estar conmigo mientras las atravieso (Isaías 43:2) es especialista en últimos minutos.
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