CRUDA ESPIRITUAL

Hace unos días alguien me contó acerca de una experiencia increíble acerca de ganar un concurso de comer hot dogs, y como ese "logro" le llevó a comer gratuitamente en ese restaurante durante un año, y justo cuando terminaba de narrar la historia como si hubiera sido algo muy bueno, nos confesó que tras comer todos esos hot dogs, no le quedó mas remedio que vomitarlos pues su cuerpo los rechazó como era de esperarse, ya que no es natural para nuestro cuerpo ingerir tal cantidad de alimento.

La resaca es un fenómeno muy común, y es más conocido para aquellos que suelen tomar alcohol y lo hacen en exceso, al día siguiente sienten como si alguien los hubiera golpeado y su malestar pareciera ser tanto interno como externo y puede pasar un largo rato hasta que el malestar desaparezca, ya que todos los niveles de nuestro cuerpo se tienen que restablecer.

Esto sucede, porque damos a nuestro cuerpo alimentos o bebidas que le son ajenos, que no son naturales en el, o bien no lo son en esas cantidades, siendo cierto el hecho de que necesitamos comida y bebida para sobrevivir, y sabemos que incluso el alcohol en cantidades muy moderadas nos trae beneficios a la salud.

De la misma manera como nos sucede con el alimento y con la bebida, nos sucede con la bondad y la maldad, cuando hacemos lo bueno nos llenamos de alegría y no solo nuestro corazón, sino aun nuestro cuerpo reaccionan de manera positiva, pero cuando hacemos lo contrario y dejamos que los pensamientos y las acciones negativas entren en nosotros, no solo nos afectan negativamente, sino que además nos provocan una resaca, ya que hemos llenado en exceso nuestra alma de pensamientos y sentimientos ajenos a la naturaleza de la misma y luego nos sentimos tan mal que pareciera que no podemos salir de esa mala racha.

Muchas personas se excusan de tener una naturaleza maligna, y es eso lo que no les permite dejar de pecar, y no les permite funcionar adecuadamente según lo que Dios nos pide, o bien según lo que ellas se imaginan que Dios les pide, pues el solo pensar en lo adecuado y lo correcto les provoca un malestar (culpa) que pareciera una resaca espiritual.

La cita de hoy, nos habla acerca de nuestra naturaleza, nos habla de que lo bueno es natural en nosotros y la manera más sencilla de vivir, porque fuimos creados para obras buenas, es decir, no es que nosotros tenemos que ser buenos como objetivo, sino que la bondad sale de nosotros como consecuencia de nuestra naturaleza.

Es interesante notar que hay quienes viven en constante resaca espiritual, quienes sufren constantemente y han adoptado la culpa como un estilo de vida, ya que mal entienden el concepto de la bondad, ya que piensan que la bondad o el ser bueno se tiene que reflejar en las personas y se les tiene que notar, cuando en realidad, la bondad tiene que ver con los demás, es decir, el ser "buenos" no se nota, sino se manifiesta, de acuerdo a la naturaleza.

No existe tal cosa como la naturaleza maligna en las personas, Dios confiesa habernos formado a su imagen y naturaleza, por tal el ser buenos nos es natural, mas hay muchos que han decidido no manifestar esta naturaleza y llenarse de excusas, de modo que nuestro ser vive bajo la constante reprimenda de manifestar su naturaleza y el rechazo de nuestro ser a las acciones y pensamientos malos que practican todo el tiempo.

Si por alguna razón usted vive con el constante sentimiento de que debe de hacer algo más por su relación con Dios, o que puede hacer más por las personas, entonces está usted en constante resaca espiritual, ya que está dejando de hacer lo natural en usted y está adicionando acciones y sentimientos ajenos que llegará un día que su naturaleza rechazará y vomitará como el ejemplo que mencioné al principio y esas son las grandes crisis que pasamos en nuestras vidas, cuando nuestra naturaleza rechaza nuestra manera de vivir y nos exige santidad.

Por tanto, deje de batallar, deje de esforzarse por cosas que los demás notarán, piense que lo bueno ya nos es natural, y solo tenemos que querer manifestarlo.

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