ROMPE CON LAS MALDICIONES GENERACIONALES

Uno de los males más grandes que enfrenta la sociedad es el egoísmo.  El egoísmo es una condición del corazón, donde no hay cuidado de que la acciones afecten a los demás.  Hay cosas que se pueden hacer pero no se deben por el efecto que esto puede traer a los que nos rodean.  Una persona que no es egoísta es aquella que se cuida, se guarda y toma control de sus pensamientos, para actuar bajo la dirección de Dios y no afectar negativamente a aquellos que le rodean.
Muchos están pagando las consecuencias de errores de padres que no tomaron en cuenta el alcance de sus decisiones, y vemos ese efecto negativo en las generaciones.  Es necesario que seas libre de todas estas cosas, para que alcances todo lo que Dios te ha prometido.
En Gosén se culmina la maldición generacional y se levanta la generación que tomará un nuevo rumbo. 
En Génesis 15:13, leemos la profecía que Dios le da a Abraham de que su generación pasaría cuatrocientos años viviendo en tierra ajena y estaría sirviéndole a otro pueblo, pero él los sacaría de esta opresión.  Esto ocurre por una mala decisión que tomó Abraham, cuando baja a Egipto en un momento de hambre sin consultar con Dios.     
En la biblia, vemos cómo Dios dice que las consecuencias de una mala decisión se pueden transmitir hasta la cuarta generación.  La economía de hoy es producto de las malas decisiones de nuestras generaciones pasadas.  No es Dios desquitándose contigo por los errores de las generaciones pasadas, sino que cada generación tiene que tomar una decisión delante de Dios.  Dicho esto, no es menos cierto que todas las generaciones tenemos que trabajar con los errores cometidos en el pasado. 
La biblia nos enseña que basta con que se levante una persona que decida amar a Dios, sus leyes, sus estatutos, par que Dios diga: Cuando se levante tal generación, habrá justicia.
Sé tú la persona que se pare hoy y diga: Hasta aquí llega el efecto de las malas decisiones de nuestros antepasados.  Sé tú la persona que diga: En mi familia, todos se han divorciado, o ninguno ha terminado sus estudios, pero hasta hoy. Di: Me levantaré, amaré a Dios sobre todas las cosas y encontraré la bendición de Dios para mí y los míos.

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