DISPENSACIONES VI


LA TRIBULACIÓN
En su discurso en el Monte de los Olivos en contestación a las pertinentes preguntas de sus discípulos, el Maestro hace mención de una sin igual tribulación que había de venir (Mat.24:21-22). Este tiempo de tribulación no fue cumplido por los sufrimientos que acaecieron en Jerusalén en las manos de los Romanos en el año 70 D.C. por las tropas dirigidas por Tito, como algunos erróneamente interpretan, porque la Venida del Señor del cielo, la cual es profetizada en Mat.24:30, para inmediatamente seguir la tribulación no se cumplió después de la caída de Jerusalén.
En Jeremías 30:4-9, el profeta tiene una visión de la última liberación de Israel del yugo de las naciones extranjeras y de su restauración al favor divino, pero inmediatamente antes de  ser realizado éstos, él ve a la nación pasando por el “tiempo de Jacob“. Ezequiel ve también lo mismo, efectuado por el proceso de expiar el elemento rebelde latente en el corazón de la nación, mientras “pasan bajo la vara” (Ezeq.20:33-34). Ambos pasajes son referencias a la tribulación. En Dan.12:1 hay una alusión específica a este tiempo de tribulación al final de esta dispensación, cuando las huestes celestiales dirigidas por Miguel, el arcángel, tomen la batalla contra los enemigos de Israel, ambos visibles e invisibles y consuman la liberación de los israelitas justificados.
En las profecías del A.T. una expresión “el día del Señor“, es hallada con frecuencia (Joel 1:15; 2:1; 3:14; Isa.2:10-22). Muchas veces ello se refiere a un inmediato juicio de Dios más cerca a los días de los profetas, pero como manifiesta a menudo el contexto, se refiere a un juicio más remoto presidiendo el tiempo de la restauración de Israel. Este día del Señores el período de la tribulación.
La extensión de la tribulación puede ser sacada del importante pasaje dispensacional en Dan.9:24-27. Fue revelado a Daniel en el tiempo de su sincera oración, cuando buscaba el rostro de Dios para interceder por su propio pueblo Israel, que 70 semanas (7 años como en el contexto-v.2 muestra) fueron determinadas (divididas) concernientes a su pueblo y la santa ciudad (Jerusalén). El tiempo fue designado por Dios para terminar la transgresión de Israel, para traer fin a su pecado nacional (Zac.13:1); para hacer cumplir toda profecía, etc. Este período de 70 siete (490 años) había de empezar con la restauración y reconstrucción de Jerusalén. Tal decreto fue hecho por Artagerges, rey de Persia, en 445 a.C.
Este lapso de 490 años debía ser dividido en 3 períodos de 7 años (49 años), 62 siete (434 años) y un 7 (7 años). La terminación del primer período marcaría la reconstrucción de la ciudad de Jerusalén, después de la cautividad en Babilonia, en tiempos de tribulación, como está registrado en Esdras y Nehemías. La terminación del otro período de 62 siete (434 años) fue marcado por el rechazo de Cristo por la nación judía, en el tiempo de su entrada triunfal por abril 32 d.C. y su subsiguiente crucifixión. De marzo 4, 445 a.C., la fecha del decreto de Artagerges, y abril 6 d.C 32 hay exactos 483 años de acuerdo con los registros cronológicos de los judíos. Esto deja un 7 (7 años) para aún correr su curso.
Ahora, ¿Qué sucederá durante este período?. Vamos a volver a una más amplia interpretación de Dan.12:1 y lo que precede. En la última parte Dan. 11, v.36-45, está registrado el levantamiento al poder en los últimos días de un gran gobernador quien es “el rey” (v.36). Este no es otro que el Anticristo (2ª Tes.2:3-10), quien en propia exaltación blasfema y sin importarle las leyes y orden establecidos, tradición y estandartes religiosos (v.37), por su genio militar y riquezas, (v.38,39) gana la ascendencia sobre el medio oriente (Siria, Egipto y Palestina) y se establece en Jerusalén y la Tierra Santa (v.40-45). Judíos apóstatas (Dan.12:10) se unirán a él en alianza, pero un remanente fiel será leal a Dios. Es en favor de éstos que Dios se mueve con Miguel (Dan.12:1). Esto tomará lugar en la última parte de la septuagésima semana de Daniel de 7 años, (Dan.12:7- “tiempo, tiempos y la mitad de un tiempo”  significan tres años y medio).
Juan vió este mismo período en su visión en Apoc.12, donde Israel es simbólicamente mediante una mujer vestida de sol y coronada de estrellas, de la cual un hijo varón (Cristo) fue nacido. La misma intervención de Miguel, en favor de Israel en los últimos días, es visto en v.7, cuando la “guerra en el cielo” tomó su curso. (Noté en Apoc.12:6,14 el mismo período cronológico que Dan.12:7). Este conflicto espiritual es para vencer a Satanás y para preservar la “mujer” de la destrucción. Este es el esfuerzo final de Satanás de trastornar al pueblo escogido de Dios para interrumpir su propósito de bendecir a todas las naciones, por ello, durante el milenio. Este esfuerzo de las naciones, inspirado por Satán, para destruir a los judíos, constituye para ellos “el tiempo de prueba de Jacob”, la gran tribulación.             Eventos del presente año (1993) xenofobia, especialmente en Alemania, indican el probable levantamiento del espíritu antisemítico.
Vamos a considerar más a fondo qué sucederá durante los últimos 7 años de esta era. Al comienzo de este período, el Anticristo hace un convenio con la masa de judíos apóstatas (Dan.9:27). Pasados tres años y medio él rompe el convenio, el cual probablemente colocará una imagen suya con la exigencia de que todos la adoren (vea Apoc.13:15). La otra mitad de la septuagésima semana de Daniel será LA GRAN TRIBULACIÓN (Mat.24:15,21).
En resumen, tribulación concierne directamente a Israel y es el juicio de Dios sobre ellos por su prolongada apostasía y negligencia para con su Rey. Es también un proceso de refinamiento para preparar a algunos para la Venida de Cristo, y para echar fuera los rebeldes. La tribulación afecta todo el mundo, por su impiedad y el mal trato a los judíos. En la primera parte de estos 7 años será posiblemente un tiempo de gran prosperidad- “paz y seguridad” (1ª Tes.5:3)- cuando el mundo creerá que ellos han alcanzado la utopía bajo el gobierno del superhombre, el cual la Escritura llama: Anticristo. Pero en la última parte de este período, el juicio de Dios será derramado con severidad (vea.Apo.16), y la tierra visitada con tormentosas plagas. Al final de este período, Jerusalén será cercada por los ejércitos de las naciones confederadas, bajo el Anticristo (Zac.14:1-4; Joel 3:9-17), y cuando toda esperanza de la nación judía parece haber desaparecido, y ellos estén para ser tragados por sus enemigos, Israel arrepentido, clamará a Dios por ayuda (Isa.64; Zac 12:8-10). Dios se manifestará a sí mismo desde el cielo como su Libertador personal, se vengará de sus enemigos, juzgará las naciones y establecerá su glorioso reino milenial (Mat.24:27-31; 25:31-46).
EL BAJO MUNDO  
La mención de la palabra “infierno” (en griego, “Hades”) en Mat.16:18, sugiere un estudio más profundo de las Escrituras, el cual descubrirá la verdad concerniente a este lugar- “el bajo mundo“.
Hay dos palabras; la palabra hebrea “Sheol”, en el A.T. y la palabra griega “Hades”, usada en el N.T., y las cuales son idénticas en significado, y de igual equivalencia. Cada una de estas palabras significa “el bajo mundo o el lugar de los espíritus que han partido”. Ellas nunca son usadas para denotar el infierno de castigo final, ni tampoco el sepulcro, el receptáculo del cuerpo, el cual es designado por otra palabra hebrea “Queber”. Estos vocablos no son usados para significar el mero estado de estar muerto, en cuanto al cuerpo.
¿QUE ES EL BAJO MUNDO?
El verdadero y único significado es :”un lugar para espíritus que han partido, almas las cuales han dejado el cuerpo, bien sea en gloria o en tormento”. El testimonio de las Escrituras, de los libros apócrifos, de los primitivos padres y aún de autores impíos afirma ésto.
DIFICULTADES EN ENTENDER EL TÓPICO
Se habría evitado mucha confusión si no hubiese sido por el hecho de que nuestra traducción autorizada inglesa usa, sin consistencia, diferentes palabras en la traducción de estas dos expresiones: Sheol y Hades. Estas son traducidas “infierno”, (generalmente conectada en la mente de los lectores de la Biblia con el lugar de castigo final), “sepulcro”, la cual es una palabra completamente diferente, y “hoyo”, la cual es una traducción apropiada de la palabra hebrea “Abadon”; y la palabra griega “abussos” o abismo. Como ejemplos de pasajes en los cuales estas dos palabras son halladas, véanse Isa.14:9- infierno (Sheol) debajo del cual es movido para nosotros en Su venida; Lucas 16:23-”y en el infierno (Hades) él levantó sus ojos estando en tormentos”.
¿DONDE ESTA EL BAJO MUNDO?  
¿QUIEN LO OCUPA?     (Tiempo del Antiguo Testamento.)
Hades o Sheol es descrito en la Escritura como “un mundo tétrico o lugar de detención o espera, aún para los mejores”. En el A.T. se habla de la muerte de los patriarcas como siendo “unidos a su gente” o “unidos a sus padres” (Gén.25:8; 35:29; Núm.27:13). Esta es la importancia de las palabras en Luc.16, donde se habla del pordiosero que fue “llevado al seno de Abraham”. En el A.T. el pasar un alma a la eternidad es designado como un descenso, o ir hacia abajo (Isa.5:14; Gén.37:35; 42:48; Núm.16:33). En la primer Escritura mencionada, se dice que los inicuos descendieron a la boca del sepulcro (en Hebreo “Sheol”); en la segunda, Jacob contemplando su muerte, dice: “yo descenderé al sepulcro“, (aquí no “Queber”, que es la palabra hebrea para sepulcro, pero sí Sheol”) y a donde el cree que su hijo José le ha precedido; en la tercera, Coré, Dathan y Abiram son tragados vivos por la tierra y “ellos todos… descendieron vivos al abismo (Sheol)“. Las siguientes Escrituras claramente contestan la pregunta: ¿Dónde está el Hades o Sheol- el bajo mundo-localizado?. En algún lugar bajo la superficie de la tierra (Ezq.31: 16, 18; 32:18). Samuel, cuando llamado por interposición divina y providencial, en la ocasión cuando Saúl visitó la pitonisa de Endor, vino arriba “de la tierra” (1ªSamuel 28:13-15), aunque este pasaje es muy controversial.
LA RELACIÓN DE CRISTO (Hades)
Al “paraíso” en el Hades, fueron Cristo y el ladrón penitente (Luc.23:43). Este descenso al Hades, “la parte baja de la Tierra”(Efes.4:9), es parte de Su obra redentora. Por su descenso a esta región, Él trajo un gran cambio allí, y en la completa condición de los muertos píos de aquel tiempo en adelante. El anunció su victoria a los espíritus encarcelados allí (1ªPed.3:18,19), y trajo afuera consigo todas las almas fieles, y resucitó muchas de ellas (Mat.27:52,52; Efes.4:8).
LA PRESENTE CONDICIÓN DEL HADES
El “paraíso” del Hades está ahora vacío. Las puertas del Hades no prevalecerán contra ninguno de sus santos, ni siquiera temporalmente. “Oh muerte dónde está tu aguijón, Oh Hades dónde está tu victoria” Pablo expresa el anhelo de todo santo, cuando él dice: “Estar con Cristo es mejor“. Cristo está ahora en el paraíso arriba y los muertos justos van a estar con Él, a lo menos en un sentido relativo, hasta que ellos reciban sus cuerpos resucitados en la completa consumación de la redención. La experiencia de Pablo (2ªCor.12:4) “arrebatado al paraíso” es otro hecho demostrativo de la eternidad del espíritu fuera del cuerpo. Esto es un contraste con la experiencia de los santos del A.T., los cuales descendieron al Sheol, para ser detenidos allí, hasta que Cristo ganase su gran victoria sobre Satán, quien tenía el poder de la muerte, y las llaves de la región pasaran a su posesión. “Y he aquí yo vivo siempre, Amén: tengo las llaves del infierno(Hades) y de la muerte” (Apoc.1:18).
EL ABISMO Y GEHENNA
Hay algunos otros términos usados; dos en el A.T: y dos en N.T. Un claro entendimiento de los cuales añadirá interés al estudio del bajo mundo y dará al estudiante de la Biblia un más lúcido entendimiento de muchos pasajes de la Escritura.
1.-Abadddon y abussos (El abismo).
En el A.T. encontramos la palabra hebrea “Abaddon“, generalmente traducida “destrucción”. La palabra, sin embargo, se refiere a una localidad, también como al estado de aquellos que allí van, y no a algo abstracto.
Job 26:6- “Sepulcro (Sheol) es descubierto delante de él y el infierno no tiene cobertura”
Job 28:22“El infierno y la muerte dijeron: su fama hemos oído con nuestros oídos”.
Sal.88:11- “¿Será contada en el sepulcro tu misericordia, y tu verdad en la perdición?”
Pro.27:20“El sepulcro y la perdición nunca se hartan”.
Esta expresión del A.T., “Abaddon“, es idéntica a la expresión “sepulcro” del N.T. (Luc.8:26-31; Apoc.9:21; 11:7; 20:1). Dicha región, o el “abyss” del bajo mundo, parece ser lo que corresponde al calabozo de una prisión, donde “espíritus de hombres muertos, espíritus de demonios y otros espíritus impuros de más baja orden son mantenidos como prisioneros hasta el día del juicio final”. Los espíritus de demonios registrados en Luc.8:31 rogaron al Señor que no les mandara al abismo. Las dos palabras “Sheol” y “Queber“, son tan diferentes como el día y la noche y en cuanto a su significado y uso, claramente divergentes, la primera concerniendo al reino del alma después de que ha dejado el cuerpo, y la última, al reino de la muerte física. “Sheol” nunca es usado en plural; el cuerpo nunca va allí; nunca es localizado en la superficie de la tierra y nunca se menciona “Sheol” individual; el hombre no puede mandar a otro allí; ni el hombre puede fabricar el “Sheol”; ni lo toca.
No tenemos el suficiente espacio para examinar cuidadosamente los textos que lo prueban, pero déjese que el estudiante examine los siguientes pasajes, donde la palabra “Sheol” es usada en el hebreo original (la palabra es erróneamente traducida “infierno” y “sepulcro”)–(Isa.14:4-20; Ezeq. 32:21; Salm. 49:15; 16:10; 86:13). Entonces, mire los  siguientes, en donde la palabra “Queber” es usada… (Ezq. 14:11); 2ª Sam. 3:32; 2ª Cron. 16:14; 1ª Rey. 13:30; 2ªSam. 21:14; Gén. 50:5). Entonces, explica la clave al uso de las dos palabras en el párrafo precedente y fácilmente descubrirá la diferencia entre estos dos conceptos.

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