EL CUARTO MANDAMIENTO: LOS DOS ASPECTOS DEL SHABBAT

זכר ליציאת מצרים La noción de “descanso” o “reposo” asociada con Shabbat puede llegar a ser un poco confusa. La gran mayoría de las traducciones de la Biblia presentan al Shabbat como un “día de descanso” que el Todopoderoso concede a la humanidad. Pero, ¿es el Shabbat un día de descanso semanal que nuestro Todopoderoso CEO nos concedió para que su empleados trabajen de manera más eficiente y más productiva durante la semana siguiente? Esta podría ser la idea de Shabbat una sociedad de esclavos (o una sociedad extremadamente materialista) donde la razón de la existencia humano es el trabajo, y el objetivo del descanso es mejorar la productividad.
Como ya hemos explicado, el Cuarto Mandamiento, la observancia del Shabbat, nos indica “abstenernos” de nuestro trabajo. Pero esa falta de actividad no está destinada al descanso físico sino a expresar, a través de nuestra inactividad, la convicción de que nuestros medios de vida provienen, en última instancia, de HaShem (ver  aquí). Desde este punto de vista, Shabbat nos recuerda Yetsiat Mitsrayim, la salida de Egipto. Una vez fuera de Egipto, como lo aprendimos del maná, dejamos de estar bajo la jurisdicción del Faraón e ingresamos bajo las alas de la Supervisión Divina. Shabbat NO es el medio (=descansar) para llegar a un fin (=trabajar mejor). Todo lo contrario: Shabbat es la finalidad de la semana. Trabajamos duro durante toda la semana para celebrar y disfrutar al máximo el día de Shabbat. Ese es el significado de la bendición del séptimo día en Génesis 2:3: HaShem “bendijo el séptimo día y lo santificó” es decir, lo estableció como el día más importante de la semana.
זכר למעשה בראשית En el contexto de Bereshit,  por otro lado, Shabbat expresa una noción diferente, la culminación de la creación. La idea principal que transmite Shabbat en Bereshit es que en el séptimo día Dios finalizó (vayikhal) Su trabajo creativo y detuvo (vayishbot) “para siempre” el proceso Creación.
RaDaQ explica muy claramente que el Shabbat marca el final del proceso de Creación. ונגמרו כולם ביום הששי ומכאן ואילך אין כל חדש … שלא ברא אחר יום הששי דבר “Y a partir de este momento [después del Sexto Día] no hubo nuevas creaciones… porque [Dios] no creó nada  nuevo después del Sexto Día “(Génesis 2: 1-2)”.
Vamos a explorar el significado más profundo de las palabras de RaDaQ.
¿Por qué los cristianos celebran la Creación el día domingo, los musulmanes el viernes y nosotros los judíos en Shabbat? A primera vista, pareciera que tiene más sentido conmemorar la creación en el primer día de la semana, que celebra el inicio de la Creación. O bien el Sexto Día, el último día de la creación. La Tora, sin embargo, indica que debemos celebrar el acto de creación en el séptimo día, cuando Dios “terminó” Su Creación. ¿El día que no hubo Creación para celebrar la Creación? ¿Por qué? ¿Cuál es la diferencia entre el proceso Divino de la Creación y la naturaleza? Si la materia y la vida hubieran sido producidas por la naturaleza, la naturaleza NO podría dejar de seguir creando. La naturaleza no puede parar su curso “natural”. Debería haber continuado la creación de átomos y células, materia y seres vivos. A pesar de lo que digan algunos científicos seculares, cuando un evento ocurre sólo una vez, no se lo puede considerar  un evento de “natural”. Es más bien un evento “sobrenatural”. En este sentido, según lo explicado por los rabinos del Talmud, la observancia del Shabbat es nuestro testimonio de que Dios, y NO la naturaleza, creó el universo. Que nada surgió de forma espontánea o natural.
La conclusión del proceso creativo, es decir, el Shabbat, es lo que hace que la Creación haya sido un fenómeno único e irrepetible, algo que sólo ocurrió una vez, durante un período particular y singular llamado “Los Seis Días de la Creación”.  Shabbat, “zejer lema’asé bereshit”, celebra el acto de Creación. Nuestro testimonio de que Dios, y NO la naturaleza, trajo a nuestro mundo a su existencia.

0 comentarios: