AUTOESTIMA E IDENTIDAD



Edificando la autoestima




Pregunta:

Mi autoestima es muy baja. ¿Como la fortalezco? ¿Cómo me puedo sentir bien conmigo misma, respetarme, aceptarme y amarme?



Respuesta:

Una de las preguntas más frecuentes tiene que ver con la identidad y la autoestima de la mujer. Las mujeres de todas las edades luchan con este asunto y a pesar de toda la enseñanza y recursos disponibles para

ayudarlas, el conflicto aún continúa.



Las preguntas enumeradas le darán una idea de la diversidad de preocupaciones surgidas. Responder a estas preguntas no siempre es fácil porque edificar la identidad y la autoestima de uno es un proceso que toma tiempo.



Espero que esta información la ayudará a aliviar en algo la confusión y la encamine en la dirección hacia la cual el proceso de edificación puede empezar y continuar. Usted necesitará aplicarlo a su propia situación.



La identidad basada en fundamentos falsos



Qué dicen los otros. Muchas mujeres basan su identidad en falsas "verdades". Una, por ejemplo, es lo que otros han dicho de ellas en el pasado. Una niña que escucha a sus padres decir: "Tu eres una de esas que aprenden lento".



Entones ella crece creyendo que es una niña desordenada, sencilla y estúpida. Su identidad está basada en los comentarios de otros ¿Le sucedió esto a usted? Esos comentarios quizás no sean ciertos, pero si usted los cree se hacen ciertos para usted y usted los realiza como su identidad.



Si tiene su identidad basada en lo que otros han dicho de usted, les ha dado a estas personas un tremendo poder y control sobre su vida. ¿Está segura que sus percepciones son acertadas?



¿Hay otras personas que le puedan dar una idea más exacta de quién es usted, verdaderamente? ¿Cómo se comparan sus percepciones con las de Dios?



Realización. Algunas mujeres basan su identidad en lo que realizan y cómo lo presentan. Creen que lo que hacen les otorga cierto estatus, el cual puede aumentar basado en los tipos de tareas o papeles en que estén involucradas. ¿Cree usted eso?



Posesiones. Algunas mujeres basan su identidad en lo que poseen. Tienen una insaciable necesidad de adquirir cosas. Cuando no se sienten bien consigo mismas se dirigen hacia el centro comercial. Luchan con la tendencia de comparar sus posesiones con las de otras mujeres. ¿Tiene usted esta tendencia?



Eliminadoras del nombre. Otras mujeres basan su identidad en quiénes conocen. Desafortunadamente, este tipo de personas terminan "eliminando" los nombres de quienes tienden a amenazarlas por su estatus, o quienes son amenazantes para su búsqueda de estatus. ¿Es usted este tipo de mujer?



Apariencia. Muchas mujeres basan su identidad en cómo se sienten con su apariencia. Gastan innumerables horas frente al espejo, se cambian de ropa varias veces al día y gastan mucho dinero en artículos de belleza.



A este tipo de mujeres se le puede arruinar todo el día o la noche si no se sienten atractivas. Hago énfasis en sus sentimientos hacia ellas mismas porque su atractivo está en gran parte basado en su percepción de cómo luce. Veinticinco personas pueden hablar con entusiasmo sobre su apariencia, pero si ella no se ve tan atractiva, los elogios de otros no tienen efecto.



A menudo sus percepciones están basadas en las reacciones de otros. ¿Es usted así?

Me gusta lo que Jan Congo ha dicho sobre esas falsas bases en su libro (Libre para ser la mujer de Dios):



"Cuando contrastamos nuestra apariencia, nuestro talento, nuestros amigos o nuestras posesiones con las de otras estamos haciendo una comparación basada en gran parte en la fantasía".



Nunca hemos caminado en los zapatos de esas mujeres con quien nos comparamos, por lo que nos estamos haciendo ilusiones de lo que nos gustaría. Cuando hacemos esto comparamos lo peor de nosotros - aquello de lo que estamos más conscientes - con lo mejor de ellas.



Y verdaderamente estamos comparándonos con una fantasía. Quizás esta sea una de las razones por la que las telenovelas y los romances de las novelas son tan populares hoy. Estamos básicamente insatisfechas con nuestra existencia, por lo que vivimos nuestras vidas indirectamente a través de otras personas.



Cuando creemos que sólo valemos si somos bellas, si usamos los mejores productos, si conocemos a las mejores personas, si somos triunfadoras o si estamos cómodas financieramente, estamos edificando nuestra autoimagen en bases falsas.



Sutilmente nos encontramos buscando a otra persona "significante" para que defina por nosotras lo que es belleza, lo que son buenos productos, quiénes son las buenas personas con las cuales asociarse, y lo que es estar financieramente cómoda.



"Cuando tragamos estas opiniones pasajeras, le encantamos a la sociedad porque encajamos en su patrón. Pero, ¿qué pasa cuando el patrón cambia?"



¿Qué cree usted?



¿Qué cree usted de sí misma? ¿Esta basada su identidad en una base falsa? Conteste estas preguntas para ayudarse a conocer dónde está en este momento en su vida.



1.- ¿Cree que hay algo intrínsecamente equivocado o mal en usted?



2.- ¿Cree que su suficiencia es definida por la aprobación o desaprobación de otros? Si es así, ¿Quiénes son esas personas?

¿Su padre la desaprobaba? Si fue así, ¿cómo la hacía sentir eso?



3.- ¿Cree que su suficiencia está ligada a cuánto dinero usted produce o tiene? ¿Dónde se originó esta creencia?



4.- ¿Cree que siempre debe estar en lo cierto en todo lo que sea apropiado o sentirse bien con usted misma? ¿Cree que si está equivocada será desaprobada o rechazada?



5.- ¿Cree que es insuficiente porque es demasiado sensible?



6.- ¿Cree que es incapaz e importante?



7.- ¿Cree que tiene que agradar a los demás con el fin de tener valor?



8.- ¿Cree que su suficiencia está ligada a la educación que ha tenido?



9.- ¿Cree que su suficiencia y valía están ligadas a su apariencia, cuán alta o baja sea, cuán gorda o delgada?



La mayoría de nosotros tenemos una crítica interna permanente, la cual influencia significantemente en lo que creemos sobre nosotros mismos y cómo respondemos a los demás.



La crítica interna es como una condena a la conciencia y opera en base a los criterios que fueron desarrollados en respuesta a los juicios y evaluaciones de sus padres y otras personas que uno respetaba. La crítica interna rápidamente señala que usted no está a la altura de esos patrones.



¿Por qué seguir aferradas a la baja autoestima y la falsa identidad cuando Dios la ha llamado a algo mejor? Considere las alternativas de Dios para sus falsas creencias de sí misma y descubra cómo apropiarse de ellas.



He hablado con muchas mujeres quienes dicen: "verdaderamente quiero deshacerme de algunas de mis viejas creencias sobre mí misma. No me hacen nada pero me limitan. Realmente pienso que es el momento de limpiarse".



Generalmente contesto: "Este es un buen comienzo, pero y ¿el resto del trabajo?"



"¿Qué otro trabajo?", preguntan. "Limpiar la casa es sólo la mitad del trabajo - contesto -. También necesita redecorarla. Algunas de sus creencias profundamente atrincheradas pueden que no sean tan fáciles para deshacerse de ellas. Necesita reemplazarlas por creencias nuevas, acertadas y positivas sobre sí misma".



Deje ir su vieja identidad



Es importante que deje atrás su pasada identidad (basada en mensajes inexactos sobre usted) y que edifique un auto-concepto nuevo basado en el amor incondicional y la aceptación de Dios.



Para hacerlo necesita decidir qué valora más: si su vieja y falsa identidad o la verdadera, la identidad dada por Dios. Una vez que usted decida cuál tiene mayor valor (¿hay alguna duda?), entonces necesita dejar ir una y aferrarse de la otra.



El Dr. Paul Tournier compara el crecimiento cristiano con la experiencia de mecerse en un trapecio. El hombre que está colgado de la barra se aguanta de ella porque se mece ante sus ojos, él debe soltar el que tiene agarrado con el fin de saltar hasta el otro.



Es un proceso espantoso, crítico, pero es la forma de avanzar. De igual forma, Dios esta meciendo un nuevo trapecio ante sus ojos. Esta es una identidad positiva, acertada, nueva, basada en la palabra de Dios.



Pero para poder agarrar la nueva deberá soltar la vieja. Usted puede tener dificultad al renunciar a la familiaridad y seguridad de su vieja identidad. Pero piense en lo que ganará.



El Dr. David Seamands lo describe de la siguiente manera:



"Las fuentes de daños a nuestra autoestima necesitan sanidad, reparación y reprogramación". Aquí es donde se requiere la gracia sanadora. Quiero presentarlo lo más práctico posible, así que déjeme hacerlo personalmente y hable como si estuviéramos juntos en consejería. Aquí están algunas de las preguntas que le haría:



¿Ha encontrado y enfrentado los dolorosos puntos de su pasado, los cuales cree que son las principales fuente de su baja autoestima? Es muy importante que tenga el coraje no sólo de mirar sinceramente a las personas y a los incidentes involucrados, sino también de introducirse en los sentimientos que van junto con ello.



La investigación del cerebro demuestra definitivamente que nuestra memoria guarda no sólo las representaciones mentales del pasado sino también las emociones originales experimentadas en ese momento. Así cuando uno siente que ha descubierto los dolores, humillaciones, privaciones o rechazos, puede sentir su dolor y también sentir sus reacciones a ese dolor.



Esto no es con el fin de culpar a otros o de escapar de la responsabilidad. Está hecho porque usted puede enfrentar honestamente los sentimientos que pudo haber enterrado por años.



La mejor manera de hacer esto es compartiendo los sentimientos con Dios y con otra persona en oración.



Pero usted no puede confesar a Dios lo que primero admite por si misma. También, cuando comparte con otra persona, esto le trae incluso un nivel más profundo de apertura y sinceridad consigo misma y con Dios.



Este tipo de apertura puede ser muy dolorosa, y los sentimientos pueden surgir, lo cual la conmoverá. Pero la gracia nunca es conmovida, nunca rechazada, y nunca apartada –sea lo que fuera lo que enfrente. Es dada gratis, sin ninguna referencia a nuestra bondad o maldad, dignidad o indignidad.



La mayor manifestación de gracia en la cruz, y la Cruz significa que cuando Dios miró nuestras maldades, nos amó más. Así que armémonos con el coraje que la gracia puede dar, miremos directamente a lo peor, a lo más doloroso, a lo más humillante, lo más abusivo, y las más devastadoras humillaciones de la vida.



Después recuérdalas en su mente y revívalas en su movimiento, pero no se detenga ahí. Después suélteselas a Dios en oración de perdón y entrega. Si duda que pueda hacer esto por sí misma, entonces busque la ayuda de una amiga íntima, un pastor o un consejero. (Continúa parte 2)



Libro: Preguntas que las mujeres hacen en privado

Editorial: UNILIT

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