Pasos prácticos:
§ Considere su dieta. La comida, el estrés y el estado de ánimo están interrelacionados. Limite el consumo de sal, alcohol, preservantes y hormonas en los alimentos. Un nutricionista profesional le puede ayudar a hacer los cambios en su dieta que puedan dar inicio a su ansiedad.
§ Eliminar o reducir el consumo de la cafeína; ya que puede dar inicio a la ansiedad.
§ Dejar de fumar; es un estimulante que tiende a incrementar la ansiedad.
§ Evalué el uso de medicamentos que toma. Ciertas medicinas tienen estimulantes que pueden dar inicio a la ansiedad. Este mal puede ser un efecto secundario de un medicamento específico. Consulte a su médic
o.
§ Consulte con un doctor sobre las medicinas contra la ansiedad. La medicina quizás no sea necesario en todos los casos, pero puede ser de ayuda para algunos. Las drogas más nuevas no son adictivas y tienen menos efectos secundarios.
§ Pruebe con suplementos vitamínicos. Agregue vitamina B y C a su dieta diariamente. Ellas pueden aumentar su energía y atacan el estrés. También, el calcio tiene un efecto relajante para el sistema nervioso.
§ Consulte con un practicante de salud competente sobre hierbas naturales. Algunas hierbas están siendo evaluadas para ser usadas en la comunidad médica. Métodos naturales son prometedores, pero debe consultar a alguien que conozca del tema y sea capaz de coordinar un cuidado para usted c
on otras medicinas y prescripciones.
§ Ejercicio. Esto ayuda con el estado de ánimo y disminuye el estrés.
§ Relájese. Practique numerosos métodos de relajación que le enseñen cómo calmar su cuerpo físico y su mente.
§ Aprenda a identificar y expresar sus sentimientos. Detrás de la ansiedad puede haber ira o tristeza.
§ Aprenda a ser asertivo, ¡y hágase escuchar!
§ Conozca lo que cree. Usted puede ser libre de ansiedad. No crea que tiene que sufrir con esto el resto de su vida.
§ Recuerde que Dios promete su presencia.
§ No esté ansioso. Aprenda a aplicar el pasaje de Filipenses 4:6
.
§ Ore en la ansiedad. No olvide el poder de la oración y darle sus preocupaciones a Dios.
§ Medite en la Palabra de Dios.
§ No permita espacio para el temor y la ansiedad. Luche por medio de la Biblia y utilice estos consejos prácticos.
§ Trate con las pérdidas que ha experimentado. Esto podría ser la fuente de sus problemas de ansiedad.
§ De gracias a pesar de las circunstancias. No es agradecerle a Dios la ansiedad, sino que Él le ha guardado a través de las circunstancias difíciles.
§ No tema buscar ayuda. Usted quizás necesite ayuda profesional. ¡Eso está bien! Busque un profesional cristiano que pueda incorporar la terapia con promesas bíblicas.
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