PERMANECE ATENTO

El que camina en justicia y habla lo recto el que tapa sus oídos para no oír propuestas sanguinarias; el que cierra sus ojos para no ver cosa mala; éste habitará en las alturas; fortaleza de rocas será su lugar de refugio; se le dará su pan, y sus aguas serán seguras (Isaías 33:15–16, RV60). 

Es esencial que estés extremadamente alerta respecto de lo que entra en tu mente cada día. Lo que oyes afecta como piensas y lo que crees. Si quieres tener una vida con pensamientos vitalizantes pensamientos de triunfo y de prosperidad llena tus oídos con palabras que produzcan esas cosas en tu vida. Con el tiempo, si oyes algo durante suficiente tiempo, terminará por formarte una opinión, y esa opinión producirá la acción correspondiente. Es ese oír y volver a oír lo que impulsa la fe. 

Oración: La fe viene por el oír y el oír Palabra de Dios. Abre hoy mis oídos para oír tu verdad. Mi fe no descansa en la sabiduría del hombre sino en tu poder (1 Corintios 2:5). No me preocupan las cosas de la carne sino las del Espíritu. Como ando de acuerdo con las cosas del Espíritu y no de la carne, llevo el fruto del Espíritu: amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, mansedumbre, templanza y fe. No me dejaré llevar por las circunstancias. Ando por fe y no por vista. En el nombre de Jesús, amén.  

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