DIOS HA DE RETRIBUIR

En el ejemplo del hombre de Proverbios 30, vemos que, para él, no había virtud en las riquezas porque se podía perder, pero tampoco había virtud en la pobreza por lo mismo. 

En la Biblia hay más de 300 versos bíblicos en referencia a la pobreza y en ninguna Dios la exalta como una virtud. La escasez no es el deseo de Dios para sus hijos. Dios quiere posicionar a su iglesia, a sus hijos en el lugar correcto para ayudar aquellos que se encuentran en estado de escasez. Una de las primeras misiones de la unción es liberar a la gente de la pobreza. En Lucas 4, Jesús entra en una sinagoga y lee en el libro del profeta Isaías: El Espíritu del Señor está sobre mí, por cuanto me ha ungido para dar buenas nuevas a los pobres; Me ha enviado a sanar a los quebrantados de corazón; A pregonar libertad a los cautivos, Y vista los ciegos; A poner en libertad a los oprimidos; A predicar el año agradable del Señor. Pobreza no es tan solo no tener lo necesario físicamente, también es no tener acceso a la educación e información. Por eso es que se sabe que, si un pueblo se educa, sale de la pobreza. Otra definición que tiene pobreza es la falta de desarrollo, de expansión y de libertad para vivir. Bíblicamente hablando, Dios siempre ha tenido cuidado de los pobres y oprimidos. Él no es ignorante a la necesidad del hombre, y no celebra la pobreza. 

El hecho de que Dios cuide y haga provisión a los pobres no significa que lo celebre. Todo lo contrario, quiere que el hombre no tenga necesidad alguna. Dios le da órdenes a la iglesia de atender a los pobres. Una de las cosas más grandes que Dios nos ha llamado a hacer es cuidar de los pobres. La iglesia debe ayudar a personas no tan solo a nivel local, sino tan lejos como pueda llegar su alcance. Como iglesia, debemos orar y procurar aún más prosperidad de parte de Dios, para seguir ayudando a más personas, pues este es nuestro deber. La prioridad es dar el alimento espiritual para que las vidas en necesidades comiencen a transformar y cambien sus pensamientos para salir de la pobreza. En Jeremías 22:3, nos dice que, como pueblo de Dios, debemos ser protectores de los necesitados. Hay grandes bendiciones para aquellos que ayudan a los necesitados. 

La Biblia dice que el que le da al necesitado, a Dios le presta. También dice que hay salud para aquellos que ayudan al necesitado. ¿Quieres salud? Ayuda al necesitado, ¿Quieres riquezas? Ayuda al pobre. Para llegar a ese nivel de libertad financiera, tienes que creer que Dios te quiere libre. Dios te ha dado una posición de autoridad para ayudar al necesitado y él va a retribuir en tu vida todo lo que haces a favor de ellos.

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