DIOS NO AGOTA SUS RECURSOS



Dios está buscando gente de larga duración.  Hijos que le sirvan, le crean y se mantengan en pie por encima de toda circunstancia.  En el camino del Señor, debemos tener  resistencia. 
Al profeta Elías le pasó como a muchos cristianos que, luego de ver a sus enemigos consumirse, le llegan momentos donde piensan que están solos, que ya Dios ha terminado con ellos, y se van bajo el enebro a reposar.    
Aun en este momento, Elías no había experimentado muchas victorias que le faltaban por vivir.  En este momento, aun no había conocido a Eliseo; y sabemos todos los milagros que Dios continuó haciendo a través de ellos.  Aquel no era el momento más crucial en su vida, aquello no era todo lo que Dios tenía para él. 
La misión de Dios en tu vida no es tan solo consumir tu pasado, sino también darte todas las bendiciones que tiene para ti.  Debes resistir lo suficiente para vivir momentos de grandes victorias y estar siempre a la expectativa de mayores victorias. 
Para ser un cristiano de larga duración, hay que estar preparado para correr grandes distancias para seguir experimentando las bendiciones.   Si algo mantenía a Elías en el camino correcto y le daba fuerzas, fueron aquella agua y aquella torta que Dios le envió una vez más.  El pan representa la palabra de Dios y, en muchas ocasiones, el agua representa al Espíritu Santo.
Dios le había dado de beber y de comer a Elías anteriormente.  En el arroyo de Querib, todos los días los cuervos le llevaban comida y tomaba agua del arroyo y, cuando se secó el arroyo, Dios lo envió donde una viuda que le dio una torta y agua para beber.  Dios le suple una vez más.
Ese es el Dios al que le servimos; no tiene límites.   El cristiano de larga duración es aquel que sabe y confía que, si Dios tiene que hacer lo mismo una vez más, lo hace.  Nuestro Dios no es un Dios de límites, es un Dios que te perdona una vez más, te sana una vez más, te restaura una vez más, te prospera una vez más, te liberta una vez más, te bendice una vez más.
Resiste, porque no va a haber experiencia alguna que Dios no torne en bendición para tu vida.  Así como Dios le envió a Elías un ángel para fortalecerlo, así mismo, en los momentos de reposo en tu vida, Dios enviará una palabra y al Espíritu Santo para fortalecerte.  Si Dios tiene que hacerlo una vez más, resiste, porque él lo hará una vez más.

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