PROSPERA CON INTEGRIDAD


La economía es un asunto espiritual que demanda honestidad. El Señor tiene promesas de bienestar para los trabajadores íntegros.

En esta época de crisis económica muchas personas que han demostrado una falsa humildad deben reconocer que las finanzas sí son una cuestión espiritual. Producir dinero no es lo único necesario para prosperar. Lo importante no es cuánto produces sino cómo lo haces. Para poder acercarte al Señor y pedirle sanidad económica debes demostrar honradez, integridad, trabajo y obediencia a Sus leyes.

No proclamamos una doctrina de prosperidad, sino una de bendición y providencia divina para quienes buscan bienestar a través de la Palabra. Aquellos que se niegan a clamar al Padre por su situación económica tienen un doble ánimo que les impide recibir bendición. Es tan contradictorio como luchar porque nuestros hijos se preparen y luego decir que no nos importa su futuro. No puedes dividir tu pensamiento, todos deseamos vivir sin preocupaciones y tener seguro el sustento. Tu tranquilidad financiera tiene que venir de Dios. La Biblia dice que prosperará aquel que medita en la Palabra de día y de noche. Jesús dijo que no se puede servir a dos amos, a Dios o a las riquezas. Con esto nos demuestra que reflexionó sobre cuestiones financieras porque son importantes para nuestra vida. La economía sí es un tema espiritual. Necesitamos aprender a crecer económicamente en el Señor. La Palabra también dice que no coma aquel que no trabaja; también dice que si alguno no provee para los suyos es peor que un infiel y ha negado la fe. Con esto debemos comprender que la fidelidad y la fe se expresa en el sustento que le brindas a tu familia. No lo digo yo, lo dice el Señor.

Las leyes y la moral

1ra. Timoteo 3:3 dice: no dado al vino, no pendenciero, no codicioso de ganancias deshonestas, sino amable, apacible, no avaro.

La economía saludable no se mide por cuánto tienes sino por cómo lo obtienes. Si se habla de ganancias deshonestas es porque hay posibilidad de obtenerlas de la forma contraria y permitida. No codicies lo deshonesto. Ahora existe una lucha entre legalidad y moralidad. Los hombres juegan a Dios cuando redactan y proclaman leyes superiores a la moralidad que Él proclama. Por ejemplo, la prostitución y el comercio de licor son legales pero inmorales. Cuídate de tener un negocio legal y moral, no legalices la inmoralidad. Antes era ilegal el adulterio, incluso hubo un tiempo cuando era la única razón por la cual se permitía el divorcio. Ahora ya no recibes juicio ni condena por ser infiel en tu matrimonio, sin embargo continúa siendo inmoral. Otros ejemplos de inmoralidades legales en algunos países son el aborto además de los matrimonios y adopciones entre parejas homosexuales. Cuando jugamos a ser dioses encontramos problemas delante del Señor.

Integridad para prosperar

Proverbios 17:8 dice: Piedra preciosa es el soborno para el que lo practica; Adondequiera que se vuelve, halla prosperidad.

El soborno trae prosperidad que no es de Dios. Aprende a ser productivo de forma honrada. Si eres honesto, trabajas, diezmas y pagas tus impuestos, no te lamentes porque otros sin integridad prosperan más que tú. Recuerda que hay un reino de luz y otro de tinieblas, ambos tienen su señor, Jesús y Beelcebú respectivamente. En ambos lados se obtienen resultados, puedes sanar por el poder del Espíritu o por el de un brujo. Ante faraón había dos serpientes, la de Moisés y la de los sacerdotes. Hay dos destinos, el cielo y el infierno. Es posible pero efímero y no permitido prosperar en las tinieblas. Para lograr estabilidad financiera y bienestar debes respetar los principios y leyes de Dios. Sé honesto donde quiera que estés y sin importar a qué te dediques.

Proverbios 17:23 recuerda: El impío toma soborno del seno. Para pervertir las sendas de la justicia.

El soborno prospera pero niega la justicia. Este proceder deshonesto no ocurre solamente en el gobierno. Estás usando soborno cuando privilegias a alguien por amistad o cuando aceptas u ofreces algo a cambio de recibir un favor. No promuevas esta conducta en tu negocio o trabajo. Actúa siempre con la motivación correcta, no busques tu conveniencia o intereses personales al ofrecer ayuda.

Éxodo 23:8 dice: No recibirás presente; porque el presente ciega a los que ven, y pervierte las palabras de los justos.

El soborno prospera pero tuerce el derecho. Un buen amigo al que visité en su oficina recibió un regalo mientras yo estaba allí. La persona que se lo entregó esperaba que lo abriera pero no lo hizo. Luego me aclaró que dicha persona quería comprarlo y él no estaba en venta. Me alegré porque demostró honradez y transparencia.
En Deuteronomio 16:19-20 se lee: No tuerzas el derecho; no hagas acepción de personas, ni tomes soborno; porque el soborno ciega los ojos de los sabios, y pervierte las palabras de los justos. La justicia, la justicia seguirás, para que vivas y heredes la tierra que Jehová tu Dios te da.
El soborno trae prosperidad pero también ceguera, injusticia y corrupción. Incluso hay personas que quieren comprar o manipular el mensaje que damos los pastores quieren comprarnos para que no hablemos de ciertos temas, pero no estamos a la venta porque el Señor ya nos compró. Tus actos deben ser respaldados por las Escrituras. Aléjate del soborno para decidir correctamente y recibir bendición.

Vida honesta

Proverbios 29:4 advierte: El rey con el juicio afirma la tierra; Mas el que exige presentes la destruye.

Recuerda que los regalos y sobornos no son necesarios para provocar que suceda aquello que es justo y noble.

Proverbios 28:16 recuerda: El príncipe falto de entendimiento multiplicará la extorsión; Mas el que aborrece la avaricia prolongará sus días.

La extorsión y soborno arriesgan todo. No sobornes ni en tu hogar. Si perdonas un adulterio que no sea a cambio de casa y carro nuevo. Todos debemos revisar y corregir nuestro comportamiento.

En Proverbios 15:27 leemos: Alborota su casa el codicioso; Mas el que aborrece el soborno vivirá.

No te confundas, quienes no tienen al Señor pueden prosperar pero lo mal habido es perdido. La Palabra dice que hay caminos que parecen buenos pero son de muerte. Es mejor lo poco del justo que lo mucho del impío. Esfuérzate y trabaja para alcanzar la prosperidad verdadera. De la misma forma que logras un cuerpo sano con ejercicio y sin necesidad de tomar drogas. Vale más comerse un plato de frijoles ganados con honradez que un banquete a costa de tu integridad. Si te niegas a un negocio ilícito cuéntalo a tu familia porque es valioso que vean que nadie te logró comprar y pueden estar orgullosos de ti. Jóvenes, no presionen económicamente a sus padres, ámenlos y bendigan el trabajo que tienen. No codicies las ganancias deshonestas porque la honestidad vale más que la plata.

La sanidad de la economía de un país depende de la conducta de sus habitantes. Recibe al Señor en tu corazón, dale gracias por el trabajo que tienes y pídele honestidad para tu vida y tu nación.

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