LISTA MUNDIAL DE LA PERSECUCIÓN 2017

La persecución contra los cristianos está creciendo más rápido en países del sur y sureste asiático, según se desprende de la Lista Mundial de la Persecución de Puertas Abiertas de este año y cuyos datos se han dado a conocer hoy públicamente.
El surgimiento y crecimiento en poder del partido Bharatiya Janata Party (BJP) en la India ha desatado el fervor nacionalista religioso hindú, según indican los responsables de la investigación de la Lista Mundial de la Persecución. El índice enumera un total de 50 países en los que, en total, cerca de 215 millones de cristianos experimentan un alto nivel de persecución por ser cristianos.
De los seis países cuyo índice de persecución ha crecido más abruptamente en el pasado año, cinco de ellos se encuentra en el sur y sureste de Asia: India, Bangladesh, Laos, Bután y Vietnam.
“La tendencia a destacar es que el nacionalismo religioso está poniendo a los países asiáticos en la parte alta de la lista”, afirma el doctor Ron Boyd-MacMillan, director de Investigación Estratégica de Puertas Abiertas Internacional (Open Doors International)
Desde que el partido nacionalista BJP ganara las elecciones nacionales en 2014, el ritmo de la violencia anticristiana se ha acelerado en el norte del país donde, según estimaciones de Puertas Abiertas, 40 millones de cristianos viven entre la opresiva discriminación y la violencia destructora de los extremistas hindúes.
A su vez, según Boyd-MacMillan, “los gobiernos vulnerables de los países vecinos, de mayoría hindú o budista, han visto cómo las apelaciones a la identidad nacionalista religiosa son una fórmula eficaz para impulsar su posición de poder, especialmente en las zonas rurales”. 
EL TOP 10
Corea del Norte vuelve a ocupar la posición nº1 en la lista por decimosexto año consecutivo. Puertas Abiertas califica al régimen dictatorial de Pyongyang como uno sin precedentes en su hostilidad hacia la religión.
Dentro del top 10” destaca el caso de Somalia, que ha pasado del 4º al 2º puesto. El carácter marcadamente tribal de la sociedad somalí significa que cualquier musulmán que se convierta al cristianismo es detectado al instante y es razón suficiente para encontrar la muerte.
En términos generales, los diez primeros puestos de la LMP han sufrido pocos cambios respecto a 2016. Nueve de los diez ya estaban en la estadística del año pasado: Corea del Norte, Somalia, Afganistán, Pakistán, Sudán, Siria, Irak, Irán y Eritrea.
Solo hay un país nuevo dentro del “top 10” en la LMP de 2017: Yemen, que ocupa el 9º puesto (11º en 2016). Los cristianos de Yemen se encuentran atrapados en medio de una guerra civil entre los bandos pro-saudíes y los bandos pro-iraníes como son los rebeldes Huthi.
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OTRAS TENDENCIAS EN LA PERSECUCIÓN A CRISTIANOS
La puntuación media para los países que han entrado en la lista de 50 en 2017 ha crecido ligeramente respecto a 2016. Casi una cuarta parte de los países que han provocado ese aumento son ocho regímenes cada vez más autoritarios de Oriente Medio y el norte de África (Argelia, Egipto, Irán, Jordania, Territorios Palestinos, Catar, Turquía y Emiratos Árabes Unidos).
Por su parte, el extremismo está viéndose con más libertad de actuación en África subsahariana, donde las milicias islámicas se están poniendo de moda. El apoyo económico extranjero está llegando a las esferas políticas y educativas islámicas, entre otras esferas de la sociedad
NÚMERO DE CRISTIANOS PERSEGUIDOS EN EL MUNDO: 215 MILLONES
Una de las novedades este año en la estadística elaborada por Puertas Abiertas ha sido el cambio en el número estimado de cristianos perseguidos en el mundo, que hasta ahora se mantenía en 100 millones de personas. El equipo de investigación de Puertas Abiertas Internacional (World Watch Unit) ha establecido que, en total, 215 millones de personas en el mundo sufren niveles de persecución “altos, muy altos o extremos” a causa de su fe cristiana. Esto es uno de cada doce cristianos en el mundo.
En los 50 países que ocupan la Lista Mundial de la Persecución habitan un total de 4.830 millones de personas y el número aproximado de cristianos en estos países es de 650 millones (13%). De estos 650 millones, Puertas Abiertas considera que 215 millones (33%) sufre un grado de persecución “alto, muy alto o extremo”, según los niveles que se establecen en la metodología de la Lista Mundial de la Persecución. En 21 de los 50 países la persecución es sufrida por el 100% de los cristianos en el país.
LA LISTA MUNDIAL DE LA PERSECUCIÓN
Puertas Abiertas (Open Doors en otros países), organización iniciada por el Hermano Andrés en 1955, provee apoyo espiritual y material a cristianos perseguidos en decenas de países y cuenta con oficinas de desarrollo en más de 20 países.
La Lista Mundial de la Persecución de Puertas Abiertas estudia mediante encuestas el nivel de persecución religiosa en cinco ámbitos distintos: ámbito privado, ámbito familiar, ámbito social, ámbito eclesial y ámbito nacional. Separadamente, se mide el nivel de violencia contra los cristianos. Los resultados en cada una de las seis áreas se combinan para formar la puntuación final, que determina la posición del país en la Lista Mundial de la Persecución.
La Lista Mundial de la Persecución 2017 considera la persecución analizada en el periodo de 12 meses entre el 31 de octubre de 2015 y el 31 de octubre de 2016.
La metodología y los resultados de la Lista Mundial de la Persecución son auditados de forma independiente por el International Institute for Religious Freedom.
LMP 2017
PAÍS
PUNT. LMP 2017

LMP
2016
PUNT.
LMP
2016
    1
Corea del Norte
92

1
92
2
Somalia
91

7
87
3
Afganistán
89

4
88
4
Pakistán
88

6
87
5
Sudán
87

8
84
6
Siria
86

5
87
7
Irak
86

2
90
8
Irán
85

9
83
9
Yemen
85

11
78
10
Eritrea
82

3
89
11
Libia
78

10
79
12
Nigeria
78

12
78
13
Maldivas
76

13
76
14
Arabia Saudí
76

14
76
15
India
73

17
68
16
Uzbekistán
71

15
70
17
Vietnam
71

20
66
18
Kenia
68

16
68
19
Turkmenistán
67

19
66
20
Catar
66

21
65
21
Egipto
65

22
64
22
Etiopía
64

18
67
23
Terr. Palestinos
64

24
62
24
Laos
64

29
58
25
Brunei
64

25
61
26
Bangladesh
63

35
57
27
Jordania
63

27
59
28
Myanmar
62

23
62
29
Túnez
61

32
58
30
Bután
61

38
56
31
Malasia
60

30
58
32
Mali
59

44
55
33
Tanzania
59

36
57
34
R. Centroafricana
58

26
59
35
Tayikistán
58

31
58
36
Argelia
58

37
56
37
Turquía
57

45
55
38
Kuwait
57

41
56
39
China
57

33
57
40
Yibuti
57

28
58
41
México
57

40
56
42
Comoras
56

39
56
43
Kazajistán
56

42
55
44
EAU
55

47
55
45
Sri Lanka
55

NO
NO
46
Indonesia
55

43
55
47
Mauritania
55

NO
NO
48
Bahréin
54

48
54
49
Omán
53

50
53
50
Colombia
53

46
55

SOMOS CUALQUIERA: UN MANIFIESTO ABIERTO DE LO QUE (NO) SOMOS

Personas comunes y ordinarias. Algunas más ordinarias que otras (como quien escribe)…
Algunos estudiantes de secundaria, otros universitarios. Algunos sin terminar la preparatoria o con muchas carreras inconclusas, otros con licenciaturas y doctorados.
Algunos alumnos, otros profesores…
Algunos felizmente en iglesias, otros felizmente por fuera de ellas. (No vamos a explicar aquí que una comunidad de fe no se reduce a una iglesia y que con frecuencia —ser comunidad de fe— no tiene nada que ver con lo institucional).
Personas normales (bueno, no tanto) con sus trabajos y responsabilidades. Algunos empleados y operarios, otros jefes o emprendedores.
Una lista cada vez más amplia, pero, sobre todo: NUNCA ESPECTACULAR.
No nos espera un jet privado para ir a predicar a “algún” lado. No estamos corriendo ese avión destino a humolandia para la mega conferencia de líderes evangélicos. No estamos obsesionados por retiros espirituales ni por traer ningún “avivamiento” mágico.
Aunque si de “despertar”, concientizar, pluralizar y empoderar se trata, cuenta con nosotros.
No estamos casados con el hijo o la hija de tal pastor. No somos amigos ni hijos “de” con ciertos beneficios, accesos y posibilidades. O que gracias a los “frutos” de ese “ministerio” “bendecido” de… contamos con ciertas necesidades económicas resueltas como para jugar el juego de quién puede ser más progrealternativodisidente o activista revolucionario virtual…
A estas alturas, es obvio decir que no tenemos un “ministerio a las naciones” ni hacemos lo que hacemos o decimos lo que decimos porque “vivimos” del “ministerio” (ni nos interesa).
Tampoco nos dedicamos full-time a esta actividad (aunque esto último sería maravilloso que suceda…).
¿Qué es eso de vivir del “ministerio”? ¿Qué es eso de vivir del diezmo y las ofrendas? ¿Qué es eso del mercado editorial/musical/eclesial cristiano como únicos espacios de éxito y realización personal?
Esto se trata de personas reales. Personas a las corridas para tomar el bus con destino laboral. Colgados y apretados en ese tren/metro o subterráneo que nos llevará a cumplir rutinas y obligaciones.
Enojados por ese embotellamiento que retrasa el preciado retorno al hogar o porque ese viejo automóvil —que apenas podemos mantener— se ha vuelto a descomponer.
Preocupados porque nunca llegamos económicamente bien a fin de mes, por la incertidumbre laboral, o por la enfermedad de un hijo o hija. Por esa estabilidad que nunca llega. Con las angustias y alegría normales de la soledad, la pareja, la familia y ¡la vida misma!
Mujeres y hombres de cualquier parte del mundo; de una ciudad o de un pueblo con escaso acceso a la tecnología, pero con algo diferente para decir sobre la fe y la espiritualidad. Entusiasmados con una fe más humana, real y, sobre todo: SALUDABLE.

Incluso este mismísimo intento de editorial comenzó a escribirse por un cualquiera en el café de una gasolinera.  Aprovechando al máximo un breve espacio —libre— de la jornada laboral.

Esto -al igual que muchos de nuestros escritos- no surge de un encierro académico, ni de la lírica poética ni mucho menos de un retiro espiritual. Tampoco como consecuencia de un largo rato de oración… ¡Surge de la espontaneidad! De alguna manera, expresa ideas y deseos que van surgiendo mientras estamos realizando las distintas tareas mencionadas.

Somos como somos. Nuevos, novatos, ordinarios, sin grandes pretensiones planificadas. Vamos paso a paso. Viviendo y disfrutando la experiencia del compartir. No queremos ser tendencia mundial de nada, ni la nueva moda evangélica. No tenemos ningún plan. Nuestro propósito es algo que vamos descubriendo y resignificando paso a paso. Golpe a golpe. Entre aciertos y muchos desaciertos…

Tenemos más deudas que dinero. Siempre con más ganas que logros.
Con demasiado por aprender y más errores por cometer. Con más amistades por hacer que “contactos” por lograr…
Somos los cualquiera de cualquier parte del mundo que se comienzan a encontrar y a organizar…
De verdad; no esperes “grandes cosas” de nosotros. Ni grandes conferencias, ni grandes respuestas, ni grandes definiciones. Somos cualquiera, simplemente una multiplicidad de borradores en acción.

QUIEN NOS TIENE EN SU MANO

Porque de él, y por él, y para él, son todas las cosas. A él sea la gloria por los siglos. Amén.
--Romanos 11:36
Resultado de imagen para en manos de diosEl orgullo es algo atemorizante. Prefiere matar la verdad que considerarla. ¿No nos toma por sorpresa? Comenzamos el viaje espiritual como personas pequeñas. El acto de la conversión es uno de gran humildad. Confesamos nuestros pecados, rogamos misericordia, doblamos nuestras rodillas. Niños tímidos que extienden sus lodosas manos a nuestro Dios libre de pecado.
Venimos a Dios humildemente. Sin fanfarrias, sin presunción, sin declaraciones de “todo por mí mismo”. Y Él nos sumerge en misericordia. Vuelve a coser nuestras almas desgarradas. Deposita su Espíritu e implanta dones celestiales. Nuestro gran Dios bendice nuestra pequeña fe.
Nosotros entendemos los papeles. Él es la galaxia de la Vía Láctea. Nosotros somos una nigua. Necesitamos un gran Dios porque hemos hecho un gran desastre de nuestras vidas.
Gradualmente nuestro gran Dios nos cambia. Y, gracias a Él, codiciamos menos, amamos más, criticamos menos, vemos más hacia el cielo. La gente nota la diferencia. Nos aplauden. Nos promueven. Nos admiran. Ya no nos sentimos tan pequeños. La gente nos habla como si fuéramos algo especial.
Se siente bien. Las felicitaciones se convierten en escalones de una escalera y comenzamos a elevarnos a nosotros mismos. Olvidamos quién fue el que nos trajo aquí.
Tomemos tiempo para recordar. “Recuerden lo que ustedes eran cuando Dios los eligió” (1 Corintios 1:26, TLA). Recuerde quien lo sostuvo al principio. Recuerde quién lo tiene en su mano hoy. 

MANTEN EL RUMBO

Podemos estar absolutamente seguros de algunas cosas en nuestro caminar con Dios, pero no de todo. Cuando nos fijamos en la inmensidad del espacio, sabemos que Dios es mucho más poderoso y majestuoso de lo que nuestra mente puede entender. Cuando consideramos la cruz, nos damos cuenta de que su amor es más profundo que el océano más profundo. En estas dos cosas, podemos asegurar nuestras vidas y nuestro futuro. He aprendido que todo lo demás se compone de detalles. Para ser honestos, yo no me preocupo más por la voluntad de Dios porque confío en que la voluntad de Dios me guiará y, si me salgo del camino, Él ha prometido que trabajará en todo lo que haga falta para el bien de los que confían en Él: personas como usted y como yo.
Ahora, paso mi tiempo preparándome para escuchar la voz de Dios para poder obedecer tan pronto como tenga la sensación de su guía. Después de que Pablo explicó las maravillas del evangelio de la gracia, les dijo a los creyentes de Roma: “Por lo tanto, hermanos, tomando en cuenta la misericordia de Dios, les ruego que cada uno de ustedes, en adoración espiritual, ofrezca su cuerpo como sacrificio vivo, santo y agradable a Dios. No se amolden al mundo actual, sino sean transformados mediante la renovación de su mente. Así podrán comprobar cuál es la voluntad de Dios, buena, agradable y perfecta” (Romanos 12:1-2, NVI).
Este pasaje es muy fuerte y claro. Para ayudar a que las personas experimentaran la voluntad de Dios, ¿cuáles fueron los consejos de Pablo?
  • Reflejar lo más posible la grandiosa misericordia de Dios. Comprender y experimentar la gracia de Dios produce humildad y coraje. A causa de la cruz de Cristo, somos amados, perdonados y aceptados, por lo que no tenemos nada que temer cuando nos enfrentemos a los retos de la vida y cuando Dios nos llame a ser obedientes.
  • Ofrecernos a Dios cada momento de cada día sin ocultar nada, estando siempre listos para responder a su invitación y a su mandato. Pertenecemos a Él, esta es una verdad que nos conforta y nos llama a responder con fe. Una vida de servicio es verdadera adoración.
  • Reconocer ese atractivo, ese encanto, de nuestra cultura de valorar éxito, placer y aprobación, y no caer en esa trampa, no morder ese señuelo. El patrón de nuestras vidas no es compatible con lo que el mundo valora. Estos mensajes atractivos, pero venenosos, nos confunden, nos hacen criticones y arruinan nuestras relaciones. Esas voces negativas no pueden ser completamente calladas porque vivimos “en el mundo”, pero no somos “del mundo”.
  • Estar en la presencia de Dios todos los días para alabarle, confesar nuestros pecados y pedirle sabiduría y provisiones. Si lo hacemos muy deprisa, podemos poner una marca a todas nuestras peticiones en la lista, pero vamos a perder la fuerza y ​​el ánimo de lo que significa estar realmente en la presencia de Dios.
  • Obedecer. Cuando Él llama, respondamos tomando pasos de fe. En cada punto, sigamos escuchando su suave voz cuando nos diga: “Dobla aquí”, “Di esto a esa persona” o “Ve para allá”. Al tomar estos pasos, el camino de Dios se hace más claro.
Cuando vea una oportunidad para tocar vidas, vaya por ella. Algunas personas oran por meses antes de decir “sí” a una oportunidad. Por el amor de Dios, ore y, luego, ¡simplemente, vaya! Deje que el amor de Jesús lo llene y fluya a través suyo y verá lo que Dios hace en la vida de aquellos que usted toca. Y seamos claros: nuestro servicio a Dios no es siempre dentro de las paredes de una iglesia. Nosotros le pertenecemos a Él cada minuto de cada día y podemos tener un mayor impacto en nuestros barrios, tiendas, escuelas, empresas y organizaciones que el que tenemos en la estructura organizacional de la Iglesia. Apoye a la Iglesia, pero esté abierto a ser usado por Dios donde quiera que vaya.

EL PODER DE LA GRATITUD

Resultado de imagen para GRATITUDEl antídoto infalible contra el temor al rechazo, al futuro, la soledad y la falta de perdón no es una fórmula mágica, no es una pócima que se bebe, no es un rezo u oración que se hace, ni algo por el estilo. El antídoto infalible contra estas cosas, que son representaciones actuales de la lepra, es una actitud y una decisión.
Cuando los diez leprosos escucharon que Jesús pasaba por su aldea, salieron a encontrarlo para pedir misericordia. Hicieron lo posible para que Jesús notara su presencia y se apiadara de ellos. El Maestro no solo se identificó con su necesidad, sino que además les otorgó la sanidad. Los envió a los sacerdotes como un acto de fe, pero también como una prueba. Mientras los leprosos iban a ver a los sacerdotes, fueron sanados.
Lo interesante de esta historia es lo siguiente: mientras los diez leprosos tuvieron la fe suficiente para ir a ver a los sacerdotes, solo uno tuvo la cortesía de regresar para dar las gracias. Siempre me ha llamado la atención por qué Jesús no sanó directamente a los leprosos allí mismo. Por qué no extendió Su mano hacia ellos y ordenó que la lepra se fuera, o por qué simplemente no les dijo: “Listo, chicos, por haber creído en mí todos son sanos. Váyanse en paz”. En vez de usar una de Sus ya conocidas maneras de sanar, hizo algo diferente; los envió a ver a los sacerdotes del pueblo.
¿Por qué lo hizo así? Creo de todo corazón que la razón por la cual el Maestro mandó a los leprosos a ver a los sacerdotes fue para dejar manifiesto que existe una lepra mucho más profunda y dañina que la lepra física: la lepra de la ingratitud. Solo uno de los diez tuvo el valor de regresar para decir: “¡Gracias!”. ¡Qué fácil es mover la boca para pedir un favor o una bendición! Pero ¡cuán difícil es hacer lo mismo para agradecer!
Espero que comprendas lo que trato de decir. La gratitud no es una acción momentánea, no es una palabra dicha al furor de una emoción, ni es una expresión que viene y se va. La gratitud es una actitud y una condición permanente del corazón.
Creo que si Jesús hubiese sanado a los leprosos ahí mismo, en el acto, a los diez les hubiera resultado muy cómodo decir: “Mil gracias, ¡qué felicidad! Jesús, eres lo máximo”. Sin embargo, esa gratitud quizás hubiese sido una mera expresión, relacionada más con la emoción y la sorpresa que con una auténtica actitud del corazón. En cambio, hacerlos ir hasta donde estaban los sacerdotes implicaba acción y movimiento. Quien quisiera regresar a dar las gracias debía hacer un mayor esfuerzo, debía caminar o correr. Implicaba una acción que involucraba todos sus sentidos. La verdadera gratitud es eso: una actitud que involucra la mente, la voluntad y las emociones. Aunque los diez leprosos fueron sanados de la lepra física, solo uno recibió más que eso. Recibió el favor de Dios y una dimensión de bondad mucho más grande que la de una simple sanidad. Eso es justamente lo que hace la gratitud en nuestras vidas: nos da una dimensión más amplia del favor de Dios, es decir, una especie de pasaporte para vivir en un nivel más alto de la gracia divina. Los diez leprosos recibieron curación de su lepra física, pero tuvieron que seguir soportando el peso destructivo y humillante de una lepra aún mayor: la lepra de la ingratitud.
El único antídoto verdadero para no caer en el temor al rechazo, al futuro, la oscura prisión de la soledad y el triste y putrefacto lodazal del odio y el resentimiento es cultivar una actitud de gratitud, es conocer y experimentar diariamente el poder sanador e inmunizante de la gratitud. Cuando comprendes la importancia de ser agradecido, aprendes a ver los beneficios o bendiciones en su verdadera dimensión, aprendes a vivir en la realidad de Dios. La gratitud agudiza todos los sentidos para que veamos la realidad con claridad y no seamos engañados, confundidos o intimidados por las circunstancias o las personas.