Abram tuvo a su hijo Ismael con Agar; luego, tuvo a su hijo Isaac con su esposa Sara. Hay problemas entre ellos y tuvo que dejar ir a Ismael con su madre a Egipto. A los 99 años, Dios le dice a Abraham anda delante de mí y sé perfecto. Circuncidaréis la carne de vuestro prepucio, y será por señal del pacto entre mí y vosotros.
La clave para ser relevante para Dios es andar delante de Dios y ser perfecto.
La circuncisión era importante porque era señal del pacto de Dios con Abraham. No era marca externa, nadie veía esta señal. Esta señal sólo el hombre, en su privacidad, podía verla. Esta marca le decía: ¡Hey, no puedes relacionarte con cualquiera! ¡Puede ser una egipcia bonita, pero no puedes casarte con ella!
Tú te haces relevante a Dios, no tan solo con el estilo de vida que le demuestras al mundo, sino también en lo privado, cuando nadie te ve, pero Dios lo ve y tú lo ves. Cualquiera puede vivir un estilo de vida cristiana ante el mundo, pero para Dios lo más importante es cómo te miras en lo secreto. Donde nadie te ve, nadie lo va a saber, nadie lo va a descubrir, pero es ahí que tiene que haber una marca que te recuerde quién eres. Que eres diferente, que eres hijo de Dios y él ha hecho pactos de bendición contigo.
Lo que te hace relevante para Dios, para Faraón, para tu familia y prepara un Gosén en tu vida, es la circuncisión del corazón. El Nuevo Testamento habla de la circuncisión del corazón, esto es, que te paras firme frente a las tentaciones, frente a lo que el mundo te ofrece, y no cedes.
Tiene que haber algo que es lo que te va a convertir en algo más que el montón. El montón se pierde en la calle, el montón vive una vida desordenada, no le importa donde entra y para donde va.
Pero aquellos que sabemos que Dios tiene propósitos, sabemos que, aunque nos menosprecien y nos perdamos una diversión temporera, tenemos la marca del pacto que nos recuerda que somos hijos de Dios.
Recuerda que Abraham era extranjero, un peregrino. Caminaba de lugar en lugar, de sitio en sitio y, cada vez que pasaba por esos lugares, esta marca le recordaba: Estás aquí, en Sodoma, pero no perteneces a Sodoma.
Es por esto que debes dejarte circuncidar el corazón por el Espíritu Santo para que, dondequiera que vayas y dondequiera que estés, tú entiendas que lo que te hace relevante para Dios es primero saber que caminas delante de él, que dondequiera que estás él está. Cada vez que José se miraba la marca en lo privado, se decía: Yo soy diferente; es verdad que estoy ahora en el hoyo, estoy preso, pero esta marca dice que Dios tiene un pacto conmigo.
Nadie es perfecto, pero debemos hacer todo lo posible por vivir la vida como se tiene que vivir. Lo grande de esta marca es que no se puede borrar; que, aunque cometes un error, miras esta marca y te dice: Es verdad que falle, pero esta marca me recuerda el pacto; y sigues hacia adelante. Lo que te hace relevante es que tú, sabiendo que Dios te va a perdonar si tomas la decisión incorrecta, no lo haces, porque has decidido vivir diferente para él.
Permítele a Dios que tome tu corazón y haga una marca que, dondequiera que te encuentres, no te permita ceder a las presiones del mundo y, a causa de esto, te hagas relevante para Dios, quien levantará un Gosén en tu vida que bendecirá a los tuyos.
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