Cuando Jesús vio los cinco panes y los dos pequeños peces, a diferencia de sus discípulos, no vio la exigencia, imposible en lo natural, depositada sobre Él: alimentar a 5000 hombres (sin incluir a las mujeres y a los niños) con el escaso almuerzo de un niño. Él vio la provisión sobrenatural del reino de su Padre.
¿El resultado? No solo la gente se alimentó hasta satisfacerse, ¡sino que sobraron doce canastas llenas de comida!
Amigo mío, ¿estás enfrentando una situación de insuficiencia hoy? Quizás no encuentras suficiente tiempo para completar tu trabajo, así como para pasar tiempo de calidad con tu familia.
¿Por qué no depositas tu tiempo en las manos de Jesús y, como hizo con los cinco panes y los dos pequeños peces, permites que los multiplique? Jesús te dará sabiduría para saber como utilizar mejor su tiempo. ¡Inténtelo! ¡Entrégale eso poco a Jesús! ¡Él multiplicará lo poco que haya en tus manos hasta que sobre!
"Cuando descendió Jesús del monte, le seguía mucha gente. Y he aquí vino un leproso y se postró ante él, diciendo: Señor, si quieres, puedes limpiarme. Jesús extendió la mano y le tocó, diciendo: Quiero; sé limpio. Y al instante su lepra desapareció" (Mateo 8:1-3).
" Y a Aquel que es poderoso para hacer todas las cosas mucho más abundantemente de lo que pedimos o entendemos, según el poder que actúa en nosotros" (Efesios 3:20).
0 comentarios:
Publicar un comentario