
Aunque el Pacto Davídico en muchos círculos teológicos sea tomado como un pacto incondicional, nosotros diferimos también de ello, puesto que Yahweh nunca ha escogido a alguien impío para ser un pacto con él, aunque sabemos que el impío se puede arrepentir de sus malos caminos, lo que pide primero Elohim es un corazón contrito y humillado, el cual fue el caso de David, Di-s tuvo que tratar con él a fin de perfeccionarlo, además la Escritura afirma que el andaba conforme al corazón de Dios (1 Sam. 13:14, Hech. 13:22) y que guardo sus mandamientos (1 Rey. 14:8), es decir, que Elohim hizo un Nuevo Pacto con David pero no sin antes que David haya guardado el Pacto de sus Padres y que Dios haya probado su Fe.
Ahora, el pacto de David también era un pacto nacional y por consiguiente estaba íntimamente relacionado con el pacto anterior con Moisés. Tal como Salomón dejó claro, las promesas de Dios hacia David dependían de la fidelidad a la Torah de Moisés. Como leemos allí:
2 Crónicas 6:16 Ahora, pues, el Adon Elohim de Israel, cumple a tu siervo David, mi padre, lo que le has prometido, diciendo: Nunca faltará en mi presencia uno de los tuyos, que se siente en el trono de Israel, con tal que tus hijos guarden su camino andando en mi Torah.
2 Samuel 7:8 Ahora pues, así dirás a mi siervo, a David: Así dice Adonai Sebaot: Yo te tomé del redil, de seguir tras el rebaño, para que fueras caudillo sobre mi pueblo, sobre Israel,
9 y he estado contigo en todo cuanto has andado, y he cortado de tu presencia a todos tus enemigos, y te haré un gran nombre, como el nombre de los grandes de la tierra.
10 Asimismo he dispuesto un lugar para mi pueblo, para Israel; y lo he plantado para que habite en él, y no sea más removido, ni los hijos de iniquidad continúen oprimiéndolo como al principio,
11 como desde el día en que puse jueces sobre mi pueblo Israel, y te daré descanso de todos tus enemigos. Además, Elohim te hace saber que te edificará casa.
12 Cuando tus días sean cumplidos y duermas con tus padres, entonces levantaré a tu descendiente después de ti, el cual saldrá de tus entrañas, y afirmaré su reino.
13 Él edificará casa a mi Nombre y Yo afirmaré el trono de su reino para siempre.
14 Yo le seré por padre y él me será por hijo. Cuando haga mal lo corregiré con vara de hombres y con azotes de hijos de hombre.
15 Pero mi misericordia no se apartará de él como la aparté de Saúl, a quien quité de delante de ti.
16 Tu casa y tu reino permanecerán para siempre ante ti, y tu trono será estable eternamente.
17 Conforme a todas estas palabras, y según toda esta visión, así habló Natán a David.
Estas promesas tienen sólo una condición: la desobediencia en la familia davídica traerá el castigo sobre ella, pero no la abrogación del pacto (Sal 89:20-37; Is 24:5; 54:3). El castigo vino; primero en la división del reino bajo Roboam y Jeroboam, y finalmente en los cautiverios de Asiria y de Babilonia (2 Rey. 17:24, 18 y 25:1-7).
Después del Reinado de David y Salomón, vino el hijo de este último; Roboam, debido a su pecado fue castigado por Elohim y le dio el reinado de solo 2 tribus en el Sur, en Jerusalén, quitándole 10 tribus en el Norte, en Samaria dándoselas a su vez a Jeroboam su siervo. Después de la división del Reino de Israel en dos casas, la de Judá, con 2 tribus y de Israel con 10 tribus – también conocida como Efraín- y después de que fue invadido, destruido, dispersado, llevado al cautiverio, Israel nunca más se volvió a restaurar la monarquía, y peor aún, la Casa de Judá si volvió nuevamente a la Tierra, pero la Casa de Israel (Efraín) no, de hecho, la Casa de Israel se mezcló entre los Asirios y fue dispersada entre las naciones, tal como estaba profetizado, perdiendo totalmente su identidad. Nunca más, a la fecha, Israel ha vuelto a ser una sola y única nación con las 12 tribus ni tampoco ha vuelto a habitar en la Tierra, la profecía marca que esto acontecerá cuando el Mesías llegue (Am. 9:9-14, Hch. 15:14-17, Isa. 11:1-13, Jer. 23:1-8, Ez. 34, 37:21-28)
No obstante, sabemos que Elohim sigue siendo fiel en sus promesas, y aun cuando tanto Judá e Israel (Efraín) transgredieron el Pacto, Di-s promete establecer un Nuevo Pacto con ambas casas.
De la misma manera en el Pacto Davídico no existe tampoco ninguna señal, ni nada que se le parezca.