Es interesante que como Pedro a veces queremos demostrar las cosas que somos o las que hay dentro de nosotros por medio de expresiones sentimentales y muchas veces lo hacemos con la ventaja de que normalmente nadie puede ver la realidad que hay en nuestro interior, pero nos olvidamos de que a Dios no le podemos engañar y que contra su palabra no podemos, ya que su palabra es igual a la verdad y a su vez solo la verdad nos hace libres.
La reacción apasionada de Pedro es algo de lo mas normal, pero a su vez es algo que le pudo haber atado y pudo haber impedido el que realizara su propósito como Apóstol si no sanaba pronto el desencanto de saber que sí negó a Jesús tal como lo había dicho, afortunadamente lo hizo a tiempo.
A veces nosotros reaccionamos de la misma manera, creemos que nuestra buena intención lo puede todo y que podemos mover el mundo por medio de nuestras emociones, pero es justo en el punto en donde estamos a punto de poner nuestra palabra de por medio o donde estamos a punto de comernos el mundo a mordidas donde tenemos que hacer un alto y entender que el tener una relación con Dios no esta basado en lo que tenemos y podemos hacer, sino en lo que dependemos de Dios, es decir, Pedro hubiera podido reconocer que lo haría y pedido ayuda a Jesús para no hacerlo y hubiera visto milagros y fortaleza en cada ocasión, o bien lo hizo a su modo, demostrando que Dios siempre tiene la razón, no lo cree?